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Torrijas

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Juan Valladares

Juan Valladares

aprendiendo a cocinar

Tiempo de Cuaresma es tiempo de Torrijas, y en casa cuando llega este tiempo, nosotras nos ponemos a prepararlas. Desde que recuerdo, tengo en mi memoria a mi abuela Pilar y a mi madre preparando Torrijas para toda la familia. ¡Qué aromas tan ricos en toda la casa a canela, limón y miel!

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Cristina Rodríguez-Rubio y Pilar Ruíz www.aprendiendoacocinar.com S egún hemos podido saber buceando en internet, las torrijas son un alimento de origen humilde que llenaban pronto al comensal y su uso era y es costumbre en Cuaresma, época en que los católicos dejan de comer carne. La torrija o torreja aparece ya documentada en el siglo XV, citada por Juan del Encina: “Miel y muchos huevos para hacer torrejas”. Al parecer era el plato indicado para la recuperación de las parturientas. Las primeras recetas se remontan al Libro de Cocina de Domingo Hernández de Maceras (1607) y Arte de cocina, pastelería, bizcochería y conservería de Francisco Martínez Motiño (1611). La torrija era a comienzos de siglo XX muy habitual en las tabernas de Madrid y se servía con vasos de vino (chatos).

También en la red, hemos encontrado imagen de un documento incluido en el Tratado de Repostería, pastelería, confitería, café y botillería, que data de 1854 y que contiene la receta de las “Torrijas Estandar”.

De la repostería. Torrijas caseras.

“Se cortan rebanadas de pan francés, se humedecen en leche. Se hace un batido de yemas de huevo, azúcar, un poco de harina y agua de flor de naranja: en este batido se empapan las rebanadas de pan y se echan en aceite bien hirviendo: cuando están doradas se sacan, se ponen en la fuente y se bañan en agua miel ó en almíbar claro”.

Su asociación a la Cuaresma se debe tal vez a la necesidad de aprovechamiento de pan sobrante, que, durante el tiempo en que no se podía comer carne, era por ello menos consumido, aunque las familias elaboraban la misma cantidad.

¡Y qué buenas están las torrijas que prepara mi madre! Y pensaréis, que claro, como la de todas las madres... Bueno, en esta ocasión vamos a compartir su receta, que le salen muy ricas y como las prepara en tamaño pequeño, pues resultan más fáciles de comer, y de verdad que crean adicción. ¡Ojo a la operación verano!

Nosotras las hemos preparado con Tintilla de Rota, nos tira la tierra, pero también las podéis preparar con Moscatel o Pedro Ximénez; con el vino que más os guste. Salen riquísimas.

En cuanto al tipo de pan, también es depende de vuestras preferencias. Nosotras hemos probado a prepararlas con pan brioche, con pan de barra… En este caso es un pan especial que se vende en nuestra panadería de confianza que es como un pan de molde pequeño.

Y compartimos ya la receta. Prometido y comprobado por mí, qué si sigáis esta receta al pie de la letra, os van a salir igual de ricas.

INGREDIENTES: • 1 pan de molde especial para torrijas, cortado en rebanadas de 1,5 cm. de grosor. • 500 ml. de leche entera • La piel de una naranja • 2 palos de canela • 2 huevos • 4 cucharadas de azúcar • 250 ml. de vino dulce “Tintilla de Rota” • 250 ml. de miel • 60 ml. de agua • Aceite de oliva suave para freír

MODO DE PREPARACIÓN: • Comenzamos preparando el pan, nosotras como comentamos en la introducción hemos usado un pan de molde pequeño de corte grueso y nosotras le hemos cortado la corteza para que salga más fina. • Seguidamente vamos a calentar la leche junto con la piel de la naranja y la canela. Cuando esté templada, retiramos la naranja y la canela y la vamos a mezclar en un cuenco con el vino dulce y el azúcar, y removemos. • A continuación vamos a ir bañando las rebanadas de pan en esta mezcla. • Las dejamos reposar sobre un pañito en una superficie plana (mesa, encimera, etc.). • Mientras en otro cuenco vamos a batir los huevos. • Seguidamente pasamos las rebanadas de pan por el huevo y a continuación las vamos a freír en un aceite no muy caliente. • Las ponemos a escurrir el aceite en un colador o en una bandeja con papel absorbente y reservamos. • Preparamos la miel calentándola en una olla junto con el agua y una vez que haya hervido pasamos las torrijas por esta miel y las disponemos en una bandeja.

Listos para disfrutar de estas ricas torrijas, con el desayuno, en la merienda, de postre... Cuando más os gusten, porque la verdad es que apetecen a cualquier hora del día.

Buena Semana Santa para todos y ya casi está aquí, a la vuelta de la esquina. Aunque este año va a ser diferente por las circunstancias que atravesamos, esperamos que sigamos manteniendo las tradiciones gastronómicas y las recetas de siempre, que se transmiten de generación en generación. Cuando era pequeña recuerdo que en mi casa acompañaban las torrijas con una copita de anís, pero nosotras en esta ocasión lo hacemos con una copa de vino dulce Tintilla de Rota, brindando por la salud de todos y para que todo esto pase muy pronto amigos. Hasta la próxima receta y cuidaos mucho.

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