HISTORIAS DE VIDA M A K S P C 2 0 1 1
UNIVERSIDAD YACAMBU
Maestrías Gerencia de las Finanzas y los Negocios
V O L U M E N
1 ,
N º
1
Carlos Perdomo
CONTENIDO:
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Momentos de la Investigacion
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Conclusiones
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D E
M A R Z O
D E
Todos tenemos algo que decir...
Realizado por:
Etnografía de la Investigación
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Saber escuchar es nuestro deber...
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FUENTE PRIMIGENIA DE LOS HECHOS QUE ACOMPAÑAN LA VIVENCIA HUMANA Para emprender una investigación cualitativa, bajo un enfoque etnográfico, como historia de vida, es preciso contextualizar la situación en un escenario definido en cuanto a espacio y tiempo, con un esquema adaptado a una visión integral de la vida, que rompa con los elementos tradicionales o modelos clásicos, que conduzcan al diseño del trabajo propuesto en el marco de la realidad socio-histórico-cultural del hecho o situación objeto de análisis. Es preciso partir del ámbito cotidiano, como un espacio para la investigación e interacción social, con la sistematización y construcción del conocimiento pleno de experiencias de vida, dentro de un paradigma existencial que priorice lo humanista sobre lo práctico, los pequeños detalles sobre las grandes obras, que vaya de lo general a lo particular. Según Berríos (2000), “Se refieren a la investigación que produce datos descriptivos e interpretativos mediante la cual las personas hablan o escriben con sus propias palabras el comportamiento observado” (p. 15)). En ese sentido, la historia de vida busca descubrir la relación dialéctica, entre la ficción y la realidad, con sentimientos ambivalentes que van desde la aspiración hasta la posibilidad; con datos fidedignos que provienen de la
realidad, de experiencias pasadas en las que el ser humano debe hurgar para entender el presente, lo que vive diariamente. “Se refieren a la investigación que produce datos descriptivos e interpretativos mediante la cual las personas hablan o escriben con sus propias palabras el comportamiento observado”
Se argumenta que las historias de vida conforman una perspectiva fenomenológica, por cuanto están signadas por la conducta humana, sus percepciones, expectativas, relaciones de la consistencia de lo que dicen y lo que hacen, como el resultado de su propia definición del mundo en que viven, sueñan, luchan, en suma, se esfuerzan por reafirmarse como entes pensantes, sensitivos, creativos, productivos y sobre todo, dueños de su propio destino. En este contexto, Taylor y Bogdan (1998), conciben una investigación bajo la perspectiva fenomenológica como aquella en la que investigador entiende lo que se estudia, cómo se estudia y cómo se interpreta. Por tal motivo, la historia de vida, como expresión de la metodología cualitativa busca enfocarse en un proceso de interpretación de las actitudes y puntos de vista de las personas, quienes actúan como seres signados por sus características e individualidades que le hacen único dentro de su mundo propio; donde se cuestionan, se interpretan y se definen en un ritmo interminable entre utopías y realidades. Estas razones animan al investigador, mediante la metodología cualitativa, a trabajar la realidad desde la perspectiva del individuo, bajo una visión totalizadora que integra lo humanístico con el existencialismo y la hermenéutica, buscando la comprensión de la conducta del ser humano investigado, desde su propio marco de referencia. Al centrarse en el ser humano, es imposible sustraer las historias de vida de las consideraciones afectivas, éticas, morales y subjetivas de la persona analizada, puesto que en toda obra de esta naturaleza, es el ser humano el centro de la trama. En tal sentido, Bisquerra (2000), señala que:
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Los estudios cualitativos siguen unas pautas de investigación flexibles y holísticas sobre las personas, escenarios o grupos, objeto de estudio, quienes más que verse reducidos a variables son estudiados como un todo, cuya riqueza y complejidad constituyen la esencia de lo que se investiga (p. 48). Estas circunstancias determinan el carácter libre, cíclico, emergente e independiente de la investigación cualitativa, que no puede partir de un diseño preestablecido, no se atiene a la comprobación de hipótesis, por el contrario, este tipo de investigación es capaz de adaptarse y evolucionar a medida que se va generando conocimiento sobre la realidad estudiada. En definitiva, los métodos cualitativos están impregnados de un estilo de investigar los fenómenos sociales, donde el mundo social está construido con signos y símbolos, que es preciso desentrañar para conocer sus significados. . Para ello recurre a descripciones en profundidad, reduciendo el análisis a ámbitos limitados de experiencia a través de la inmersión en los contextos en los que ocurre. Uno de los métodos utilizados en la investigación cualitativa que ayuda a describir en profundidad la dinámica del comportamiento humano es el biográfico, el cual se materializa en la historia de vida. Sin lugar a dudas, las historias de vida dan prioridad a la interpretación de la forma en que la experiencia humana se revela en relatos sobre vivencias personales, con explicaciones individuales de diferentes momentos históricos en la vida de seres humanos, donde las acciones son más importantes que los métodos
Momentos Dentro de la Investigación tradicionales, que buscan encajar los hechos de acuerdo a definiciones conceptuales predeterminadas. La historia de los pueblos es rica en diferentes formas orales, escritas y audiovisuales de carácter biográfico, donde las personas narraron sus acciones, mediante confesiones, preparación de sus memorias, epistolarios, diarios, entre otros. A esta categoría también pertenecen los cuentos populares, fábulas, leyendas e historias que han enriquecido el acervo cultural de la humanidad, Como toda obra de investigación, las historias de vida tienen una estructura morfológica, que se resume a diferentes momentos dentro de la investigación. En esta forma, surge un primer momento donde se plantea el tema a investigar. Al aceptar que el hombre, objeto de estudio en las historias de vida, es el producto de sus circunstancias, se está entrando en una conceptualización determinista de las cosas; lo cual contrasta ampliamente con los patrones que imponen la socialización, cultura y educación a los seres humanos. Muchas han sido las definiciones que a través de la historia se han dado del hombre: animal racional, animal político, animal social, animal de trabajo, animal lingüista, animal simbólico, animal estructural, animal proletario, animal técnico y tantas otras.
“Las historias de vida dan prioridad a la interpretación de la forma en que la experiencia humana se revela en relatos sobre vivencias personales, con explicaciones individuales de diferentes momentos”
Si se circunscribe el hombre a una o algunas de estas definiciones, se estará dejando fuera un sinnúmero de valores sin definir, porque aunque algunas son específicas, en su conjunto hacen referencia a la más compleja de las criaturas que Pie de imagen o gráfico. forman el universo. Cuando el ser humano nace, ya empieza a responder a estímulos, a medida que se desarrolla asume la capacidad de interpelarse y de interrogarse a sí mismo, tomando consciencia de su poder para reinventar su propia realidad, de manipular su ambiente, porque es consciente del mismo.
Con sus acciones, el ser humano es capaz de modificar su realidad con el lenguaje, costumbres, tradiciones, creencias, afectos y desafectos, coincidencias y desencuentros porque posee del don supremo de la inteligencia, de la razón y en base a ello, elabora su propio mundo interno, donde nadie más que él, es dueño de lo que piensa. De tal magnitud es la realidad que se busca plasmar en el primero momento de una historia de vida. Luego aparece un segundo momento, que corresponde a la metodología a utilizar para elaborar una historia de vida. Generalmente, se concibe la investigación bajo el paradigma cualitativo, con un estudio de tipo etnográfico, como forma de caracterizar las ciencias sociales, que tienen su explicación en una metodología basada en principios teóricos, entre los cuales se pueden mencionar la fenomenología, la hermenéutica y la interacción social, como forma práctica de recoger la información que permitan validar hechos relacionados con una realidad social, afrontada por un grupo humano o una persona en particular. Se concibe un tercer momento como el apropiado para recolectar información mediante adecuados instrumentos, puesto que la Etnografía como modalidad de investigación utiliza múltiples métodos y estrategias, entre los cuales destacan: relatos de los protagonistas o de personas referenciales, memorias, cartas, material audiovisual, entre otros. Un cuarto momento donde se profundiza el proceso de recolección de datos, puesto que en esta etapa se van generando datos e información que generalmente no sigue un orden cronológico, por lo cual, para una comprensión lógica y coherente, se deben enlazar estos datos. Al respecto, Martínez (1996), expresa “Al principio de la investigación hay un predominio de información e interpretación, luego se va recolectando poca información pero abunda la interpretación y caracterización” (p. 79). Frente a la información que se pretende recoger con los instrumentos diseñados emergen datos adicionales, que contribuyen a presentar una visión de conjunto más profunda de los hechos, que es preciso categorizar o clasificar según las ideas que van generando en la mente del investigador, que debe estar atento para identificarlos y describirlos en la mejor forma, para obtener de su análisis, pruebas de la verdad que busca. En el quinto momento se analizan los resultados a la luz de la información recopilada y con una teorización, por la cual el investigador formula una construcción mental mediante íconos, donde se entremezclan la razón de los hechos con las hipótesis que la imaginación del investigador sugiere como algo novedoso que tiene su origen en los conocimientos, experiencias, sensaciones, sentimientos e ideas hasta entonces inconexos pero que al relacionarlos, integrarlos, interpretarlos; pueden dar paso a una estructura de conjunto lógica y coherentemente conformada. La teorización como acción válida para la investigación requiere de algunas cualidades, tales como originalidad, coherencia interna, consistencia externa, comprensión, capacidad predictiva, entre otras; que la convierten en un proceso holístico y dinámico que se desarrolla sistemáticamente a lo largo de todo el proceso investigativo. En resumen, las historia de vida como expresión de un proceso fenomenológico representan una radiografía mental de la persona investigada en la cual forman parte sus vivencias, emociones, recuerdos interpretados de acuerdo a su realidad interna, que muchas veces colide con la realidad de las cosas pero que en el imaginario de la persona analizada forma parte de su propia vida.