Interaccionismo Simbolico y Fenomenologia

Page 1



En la siguiente edición trataremos dos modelos de paradigmas la Fenomenología y el Interaccionismo Simbólico, haremos un completo repaso de la historia de cada uno de los métodos, sus principales exponentes y las características mas relevantes de estas corrientes de pensamiento. En el caso del Interaccionismos simbólico abordaremos la capacidad de pensamiento la cual reside en la mente, pero el interaccionista simbólico tiene una concepción algo inusual de la mente. La distinguiremos del cerebro fisiológico. La gente ha de tener cerebro para desarrollar su mente, pero disponer de cerebro no implica invariablemente tener mente, como en el caso de los animales inferiores. Además, los interaccionistas simbólicos no conciben la mente como una cosa, como una estructura física, sino como un proceso ininterrumpido. Este proceso forma parte de otro más amplio: el del estímulo y la respuesta. La mente guarda relación con casi todos los demás aspectos del interaccionismo simbólico, entre ellos la socialización, los significados, los símbolos, el self, la interacción e, incluso, la sociedad. Puntos de vista interesantes que forjaran nuestro pensamiento a la hora de abordar una investigación.

En el caso de la Fenomenología describiremos el corazón de la fenomenología, en el cual se halla el convencimiento de que en la experiencia pueden encontrarse verdades necesarias; o dicho de otro modo, que en la conciencia de nuestro vivir podemos descubrir —gracias a la intencionalidad— esencias y sentidos ideales e intemporales.


Comenzamos nuestro análisis del interaccionismo simbólico con las ideas de Mead, quien, en realidad, enseñó filosofía y no-sociología en la Universidad de Chicago desde 1894 hasta 1931 (Faris, 1970). Sin embargo, muchos estudiantes de doctorado de sociología eligieron sus cursos. Fueron sus alumnos los que posteriormente vertieron la «tradición oral» del interaccionismo simbólico de Mead (M. Kuhn, 1964) al reino de la escritura, ya que utilizaron los apuntes de las clases de Mead para construir su importante obra, Mind, Self and Society: From the Standpoint of a Social Behaviorist [Espíritu, persona y sociedad. Desde el punto de vista del conductismo social] (Mead, 1934/1962). Las raíces intelectuales más influyentes de la obra de Mead en particular y del interaccionismo simbólico en general, son la filosofía del pragmatismo y el conductismo psicológico

Pragmatismo El pragmatismo es una amplia perspectiva filosófica en la que pueden identificarse diversos aspectos que influyeron en el desarrollo de la orientación sociológica de Mead. En primer lugar, para los pragmáticos la verdadera realidad no existe «fuera» del mundo real; «se crea activamente a medida que actuamos dentro y hacia el mundo». En segundo lugar, las personas recuerdan y basan su conocimiento del mundo sobre lo que se ha demostrado útil para ellas. Suelen alterar lo que ya no «funciona». En tercer lugar, las personas definen los «objetos» físicos y sociales con los que tienen relación en el mundo de acuerdo con su utilidad para ellas. Finalmente, si nuestro deseo es entender a los actores, debemos basar nuestra comprensión en lo que ellos hacen realmente en el mundo. Identificamos tres aspectos centrales del interaccionismo simbólico: 1. El análisis de la interacción entre el actor y el mundo.

0

2. Una concepción del actor y del mundo como procesos dinámicos y no como estructuras estáticas. 3. La enorme importancia asignada a

la capacidad del actor para interpretar el mundo social. El último aspecto es el que resalta


en la obra del filósofo pragmático John Dewey. Dewey no concebía la mente como una cosa o una estructura, sino como un proceso de pensamiento que implicaba una serie de fases. Estas fases son: la definición de los objetos del mundo social, la determinación de los posibles modos de conducta, la anticipación de las consecuencias de cursos alternativos de acción, la eliminación de posibilidades improbables y, finalmente, la elección del modo óptimo de acción. Este enfoque sobre los procesos de pensamiento influyó profundamente en el desarrollo del interaccionismo simbólico.

Conductismo La interpretación de Lewis y Smith de la obra de Mead se ve reforzada por el hecho de que Mead recibió también la influencia del conductismo psicológico, A los conductistas radicales seguidores de Watson, les preocupan las conductas observables de los individuos. Se centran en los estímulos que provocan las respuestas, o conductas, en cuestión. Rehusaron asignar demasiada importancia a los procesos mentales encubiertos que ocurrían en el tiempo que mediaba entre el estímulo y la emisión de la respuesta. Mead reconocía la importancia de la conducta observable, pero también creía que había aspectos encubiertos de la conducta ignorados por los conductistas radicales. Pero como

asumía el empirismo conductismo.

básico

del

Mead no se contentó con filosofar en torno a estos fenómenos encubiertos. Intentó, pues, extender la ciencia empírica del conductismo a ellos, es decir, a lo que ocurre entre el estímulo y la respuesta. Para Mead, la unidad de estudio era «el acto», que comprende tanto aspectos encubiertos como aspectos descubiertos de la acción humana. Dentro del acto, la totalidad de las diferentes categorías de las psicologías ortodoxas tradicionales encuentran su lugar. La atención, la percepción, la imaginación, el razonamiento, la emoción, etcétera, son consideradas como parte del acto... el acto, pues, engloba todos los procesos implicados en la actividad humana. Mead y los conductistas radicales también disentían en sus ideas sobre la relación entre la conducta humana y animal. Mientras los conductistas radicales solían no identificar diferencia alguna entre los humanos y los animales, Mead afirmaba que había una diferencia cualitativa importante. Esta diferencia residía en que los humanos poseen facultades mentales que les permiten utilizar el lenguaje entre el estímulo y la respuesta para decidir su respuesta. En este apartado continuaremos analizando las ideas de este teórico.


La prioridad de lo social Para Mead, la psicología social tradicional partía de la psicología del individuo para explicar la experiencia social; Mead, en cambio, dio siempre prioridad al mundo social para comprender la experiencia social. Mead lo explica así: En psicología social no construimos la conducta del grupo social en términos de la conducta de los distintos individuos que lo componen; antes bien, partimos de un todo social determinado de compleja actividad social, dentro del cual analizamos (como elementos) la conducta de cada uno de los distintos individuos que lo componen. Es decir intentamos explicar la conducta del individuo en términos de la conducta organizada del grupo social en lugar de explicar la conducta organizada del grupo social en términos de la conducta de los distintos individuos que pertenecen a él. Para la psicología social, el todo (la sociedad) es anterior a la parte (el individuo), no la parte al todo; y la parte es expresada en términos del todo, no el todo en términos de la parte o las partes.

como una ocasión u oportunidad para actuar, no como una compulsión o mandato». Tanto los animales inferiores como los humanos actúan, y Mead estudió las semejanzas y sobre todo las diferencias entre ambos. La primera fase es la del impulso, que entraña un «estímulo sensorial inmediato» y la reacción del actor al estimulo, la necesidad de hacer algo como respuesta. El hambre nos proporciona un buen ejemplo. El actor (tanto humano como no humano) responde inmediata e irreflexivamente al impulso, pero es más probable que el actor humano se detenga a considerar la respuesta adecuada (comer en ese momento o más tarde). Considerará no sólo la situación inmediata,

El acto Mead considera el acto como la «unidad más primitiva» de su teoría. No es en sí un fenómeno emergente, sino la base de toda emergencia. En otras palabras, el acto es la base de donde emergen todos los demás aspectos del análisis de Mead. Es en su análisis del acto cuando Mead se aproxima más al enfoque del conductista y se centra en el estímulo y la respuesta. Ahora bien, Mead creía que el estímulo no provocaba una respuesta automática e irreflexiva en el actor humano. Como señaló: «Concebimos el estímulo

La segunda fase del acto es la percepción, en la que el actor busca y reacciona a un estímulo relacionado


con el impulso, en este caso el hambre y las diversas maneras disponibles de satisfacerla. Las personas son capaces de sentir o percibir el estímulo a través del oído, el olfato, el gusto, etc. La percepción implica tanto los estímulos entrantes como las imágenes mentales que crean. Las personas no responden simple e inmediatamente a los estímulos externos, sino que más bien consideran y sopesan la respuesta a través de imágenes mentales. Las personas no están simplemente supeditadas a la estimulación externa; también seleccionan activamente las características de un estímulo y eligen entre un abanico de estímulos. La tercera es la fase de la manipulación. Una vez que se ha manifestado el impulso y el objeto ha sido percibido, el siguiente paso es la manipulación del objeto o, en términos más generales, la acción que la persona emprende con respecto a él. Además de sus ventajas mentales, las personas tienen otra ventaja sobre los animales inferiores. La gente tiene manos (tiene pulgares opuestos a los demás dedos) que le permiten manipular objetos con más destreza que los animales inferiores. La fase de la manipulación constituye, para Mead, una pausa temporal importante en el proceso, porque mientras transcurre no se manifiesta una respuesta inmediatamente. Un ser humano hambriento ve una seta, pero

antes de comérsela, la arranca primero, la examina, quizás ojee un tratado especializado para saber si esa variedad es comestible. El animal inferior, sin embargo, suele comerse la seta sin manipularla ni examinarla (y, por supuesto, sin leer sobre sus características). La pausa que proporciona la manipulación de un objeto permite a los humanos contemplar diversas respuestas. En el lapso en el que considera si se la come o no, están implicados tanto el pasado como el futuro. La persona reflexiona acerca de las experiencias pasadas en las que ha comido una determinada seta, tal vez recuerda que enfermó y considera la posible enfermedad o, incluso la muerte, que le puede sobrevenir si se come una seta venenosa. Para el actor, la manipulación de la seta pasa a ser una suerte de método experimental para formular mentalmente las diversas hipótesis acerca de lo que le puede suceder si se la come.



Gestos Mientras el acto implica una sola persona, el acto social implica dos o más personas. El gesto es, para Mead, el mecanismo básico del acto social en particular y del proceso social en general. «Los gestos son movimientos del primer organismo que actúan como estímulos específicos de respuestas (socialmente) apropiadas del segundo organismo». Tanto los animales inferiores como los humanos son capaces de hacer gestos, en el sentido de que la acción de un individuo provoca automática e irreflexivamente la reacción de otro individuo. La siguiente cita es el famoso ejemplo que pone Mead acerca de los gestos en una pelea de perros:

El acto de cada perro se convierte en el estímulo de la reacción del otro perro... El propio hecho de que el perro esté dispuesto a atacar a otro se convierte en estímulo para que el otro perro cambie su actitud o su posición. No bien ha hecho tal cosa, cuando tal cambio de actitud del segundo perro hace, a su vez, que el primero cambie su actitud. En ocasiones, los humanos participan en conversaciones inconscientes de gestos. Mead nos pone como ejemplos muchas de las acciones y reacciones que tienen lugar en combates de boxeo y encuentros de esgrima, donde un luchador responde «instintivamente» a las acciones del

otro. Mead denomina estas acciones inconscientes gestos «no significantes»; lo que distingue a los humanos es su capacidad para emplear gestos «significantes»,

Aquellos que requieren la reflexión por parte del actor antes de que se produzca la reacción. Sin embargo, el desarrollo de los gestos vocales, especialmente el lenguaje, constituye el factor más importante que hizo posible el desarrollo distintivo de la vida humana: «La especialización del animal humano dentro de este campo del gesto ha sido responsable, en definitiva, del origen y desarrollo de la actual sociedad humana y de sus conocimientos, con todo el dominio sobre la naturaleza y sobre el medio humano que hace posible la ciencia»


< Cuando el gesto llega a esta situaci贸n, se ha convertido en lo que llamamos lenguaje >.


El self El self es, en lo fundamental, la capacidad de considerarse a uno mismo como objeto; el self tiene la peculiar capacidad de ser tanto sujeto como objeto. Como ocurre con todos los conceptos centrales de Mead, el self presupone un proceso social: la comunicación entre los humanos. Los animales inferiores no tienen self, ni tampoco los niños humanos cuando nacen. El self surge con el desarrollo y a través de la actividad social y las relaciones sociales. Para Mead, es imposible imaginar un self sin la existencia de experiencias sociales. Sin embargo, una vez que el self se ha desarrollado, puede seguir existiendo en ausencia de contacto social. Así, Robinson Crusoe desarrolló un self durante su estancia en la civilización y lo conservó cuando vivía solo en lo que él creyó, durante algún tiempo, que era una isla desierta. En otras palabras, siguió teniendo la capacidad de suponerse un objeto. Una vez desarrollado el self, las personas lo manifiestan por lo general, aunque no siempre. Por ejemplo, el self no aparece involucrado en las acciones habituales o en las experiencias fisiológicas inmediatas de placer o dolor. El self está

dialécticamente relacionado con la mente. Es decir, por un lado, Mead afirma que el cuerpo no es un self y se convierte en tal sólo cuando la mente se ha desarrollado. Por otro, el self y su proceso reflexivo es esencial para el desarrollo de la mente. Por supuesto, es imposible separar mente y self, porque el self es un proceso mental. Sin embargo, aunque podamos considerarlo un proceso mental, el self -como todos los procesos mentales en el sistema teórico de Mead- es un proceso social. En su análisis Mead rechaza la idea de ubicar el self, al igual que todos los fenómenos mentales, en la conciencia lo sitúa en la experiencia social y los procesos sociales. De este modo, lo que hace Mead es definir el self en términos conductistas: «Pero cuando reacciona a aquello mismo por medio de lo cual se está dirigiendo a otro, y cuando tal reacción propia se convierte en parte de su conducta, cuando no sólo se escucha a sí, sino que se responde, se habla y se replica tan realmente como le replica a otra persona, entonces tenemos una conducta en que los individuos se convierten en objetos para sí mismos» (1934/1962: 139; cursivas añadidas). El self, entonces, es simplemente otro aspecto del proceso social general del que el individuo forma parte.


Blumer sentía un gran respeto por las dificultades que plantea el estudio de la acción y la interacción en el mundo real. A menudo hablaba del «carácter obstinado» del mundo real. Los sociólogos deben esforzarse constantemente por desarrollar modelos para su estudio. Deben desarrollar y comprobar en el mundo real modelos científicos, que sólo se demuestran útiles si nos ayudan a comprender ese mundo. Blumer criticó duramente lo que él consideraba la tendencia hacia el cientifismo ciego en sociología. No rechazaba el uso de métodos cuantitativos, pero los creía menos útiles que la mayoría de los sociólogos convencionales. Eran muchos los métodos que se habían demostrado útiles para la comprensión del mundo real (Maines, 1989b). Asimismo, Blumer (1956/1969) criticaba la tendencia a reducir la complejidad del mundo social a variables científicas. La correlación simplista de variables tendía a ignorar el proceso interpretativo, cuestión central para la comprensión de la vida social. Blumer se oponía al esquema teórico abstracto por razones semejantes: «se requiere en primer lugar una interpretación que ordene el mundo tal y como es, no un análisis de los hechos empíricos con la intención de comprobar si la teoría se ajusta a ellos». Blumer también criticaba muchos conceptos sociológicos que prescribían lo que los sociólogos deben estudiar en el mundo real. Estos conceptos violentan enormemente la realidad de ese mundo. En lugar de los

conceptos tradicionales, Blumer recomendaba el uso de «conceptos sensibilizadores» que simplemente sugieren el objeto de estudio y dónde buscarlo, y violentan en menor grado el mundo real. Finalmente, Blumer aconsejaba el uso de la introspección simpática para estudiar la vida social. En otras palabras, cuando los interaccionistas simbólicos investigan, deben ponerse en el lugar del actor que están estudiando para comprender la situación desde su punto de vista. Esta postura lleva a la preferencia de los métodos «suaves» frente a los «duros» en el interaccionismo simbólico. Sin embargo, Blumer no creía que tal preferencia fuera un reflejo de la inmadurez científica de la sociología; antes bien, indicaba la particularidad de su objeto de estudio.



La interpretación de Blumer de las ideas de Mead. El debate entre los defensores de Blumer y los de Kuhn aún continúa vigente, pero la orientación de Blumer sigue ocupando una posición predominante en el interaccionismo simbólico. Sin embargo, recientemente se ha formulado la pregunta de si Blumer fue tan fiel a sus raíces meadianas como proclamaba (Lewis y Smith, 1980; Warshay y Warshay. Clark McPhail y Cynthia Rexroat identificaron marcadas diferencias entre las orientaciones metodológicas de Mead y de Blumer. En virtud de la influencia del conductismo, Mead estaba más orientado hacia la ciencia «dura» que Blumer y, en realidad, tal vez se aproximara más a la visión de Kuhn que a la de Blumer. McPhail y Rexroat señalaron acerca de sus diferencias: « El acento de Mead sobre la observación sistemática y la investigación experimental difiere considerablemente de la metodología naturalista de Blumer... La investigación naturalista ni complementa ni amplía la perspectiva metodológica de Mead, y el marco teórico de Blumer no es apropiado para la investigación y el desarrollo de las ideas teóricas de Mead». La cuestión clave del debate entre Blumer y MCPhail y Rexroat es la cuestión científica de lo «duro» frente a lo «blando». Para Blumer, la

intención de McPhail y Rexroat era promover una imagen de ciencia «dura» de la teoría meadiana: Puedo discernir lo que realmente tienen en mente McPhail y Rexroat en su identificación de las diferencias metodológicas y ontológicas entre Mead y yo. Su intención fundamental es justificar y promover un método específico de investigación científica basado en experimentos controlados. Sin embargo, se proclaman seguidores de George Herbert Mead y por tanto se ven en la obligación de interpretarlo de una manera que apuntale su propia orientación metodológica. Y lo intentan hacer de dos maneras. En primer lugar, interpretan el pensamiento de Mead sobre el «método científico» de manera que apoye su propia preferencia metodológica En segundo lugar, se esfuerzan por describir el «conductismo social» de Mead de modo que su descripción se ajuste a su compromiso experimental o cuasi experimental.


La primera crítica es que la corriente principal del interaccionismo simbólico ha rechazado demasiado impetuosamente las técnicas científicas convencionales. Que los contenidos de la conciencia sean cualitativos no implica que su expresión externa no pueda ser codificada, clasificada e, incluso, explicada. La ciencia y el subjetivismo no se excluyen mutuamente.

En segundo lugar, muchos han criticado la vaguedad de conceptos esenciales de Mead tales como la mente, el self, el yo y el mí. En términos generales, Kuhn (1964) habló de la existencia de ambigüedad y contradicciones en la teoría de Mead. Además de la teoría mediana, estos autores han criticado otros muchos conceptos básicos del interaccionismo simbólico calificándolos de confusos e imprecisos y, por tanto, incapaces de proporcionar firmes pilares a la teoría y la investigación. Resulta dificultoso, si no imposible, operacionalizar esos conceptos debido a su imprecisión; el resultado es la imposibilidad de generar proposiciones verificables. La tercera crítica al interaccionismo simbólico es que ignora o asigna escasa importancia a las grandes estructuras. Algo más sorprendente es la cuarta crítica: que el interaccionismo simbólico no es suficientemente microscópico, que

ignora la importancia de factores tales como lo inconsciente y las emociones. El interaccionismo simbólico ha sido criticado también por ignorar factores psicológicos tales como las necesidades, los motivos, las intenciones y las aspiraciones. En su esfuerzo por negar la existencia de fuerzas inamovibles que impulsan la acción del actor, los interaccionistas simbólicos se han concentrado en los significados, los símbolos, la acción y la interacción. Ignoran factores psicológicos que podrían impulsar al actor, y esta actitud corre en paralelo con su ignorancia de las grandes constricciones sociales sobre el actor. Por ambas razones, los interaccionistas simbólicos han sido acusados de hacer de la vida cotidiana un fetiche. Esto, a su vez, les conduce a acentuar en demasía la situación inmediata y a sentir una preocupación obsesiva por lo pasajero, lo episódico y lo fugaz.


De todas las críticas que ha recibido esta perspectiva, la más importante es por su tendencia a ignorar o a asignar poca importancia a las grandes estructuras sociales. Esta crítica ha adoptado diferentes formas. Por ejemplo, Weinstein y Tanur afirmaron que el interaccionismo simbólico ignora la interconexión de los resultados: «La preocupación de la sociología qua sociología son los resultados agregados que forman los vínculos ente episodios de la interacción...

El concepto de estructura social es necesario para analizar la increíble densidad y complejidad de las relaciones que interconectan los episodios de interacción. Sheldon Stryker afirmó que el micro enfoque del interaccionismo simbólico «minimiza o niega los hechos de la estructura social y la influencia de los aspectos macro organizativos de la sociedad sobre la conducta. Meltzer, Petras, y Reynolds llegaron a identificar esta debilidad en el nivel estructural como uno de los principales problemas del interaccionismo simbólico:

De todas las supuestas dificultades del paradigma del interaccionismo simbólico, dos se destacan como las más importantes: (1) Escasa atención a las emociones humanas. (2) Despreocupación por la estructura social.

En efecto, la primera de ellas implica que el interaccionismo simbólico no es suficientemente psicológico, y la segunda sugiere que la interacción simbólica no es suficientemente sociológica.



La Gestación Husserliana

El inicio de la fenomenología se sitúa en las Investigaciones lógicas (1900-1901) de Husserl. Tras esta publicación, su autor es llamado a la Universidad de Göttingen, atrayendo numerosos jóvenes estudiantes (sobre todo muniqueses) gracias precisamente a aquella obra. Poco después, en 1907, se constituye la Sociedad Filosófica de Göttingen; y en 1913 aparece el órgano de expresión de dicho grupo, el Jahrbuch für Philosophie und phänomenologische Forschung (Anuario de Filosofía e Investigaciones Fenomenológicas).

La filosofía de Martin Heidegger es fenomenología de un modo distinto al husserliano. Mejor conocedor de la historia de la filosofía, se vale de una terminología más clásica y aborda problemas filosóficos más tradicionales, enraizándolos todos en su

peculiar

metafísica

y

dialogando más con los diversos filósofos del pasado. Lo que justifica su calificación como fenomenólogo es la gran influencia del

principal

tema

husserliano:

la

intencionalidad

como

relación

la

conciencia En esta publicación, cuyos editores eran el propio Husserl, A. Pfänder, A. Reinach y Moritz Geiger (1880-1937), y que se prolongaría hasta 1930, aparecieron los diversos escritos que configuraron la fenomenología, incluido Ser y Tiempo (1927), de Heidegger. Sin embargo, el estallido de la Primera Guerra Mundial, ciertas discrepancias de los miembros del grupo con su maestro, Husserl, y la marcha de éste a la Universidad de Friburgo provocaron la disolución del grupo de Göttingen (sólo E. Stein le acompaña). Es en Friburgo donde Heidegger y Lévinas entran en contacto con Husserl.

concepción

objetivación.

básica

y

previa

de a

toda


Heidegger pensó que Husserl concedía demasiada importancia a la intuición llevada a cabo y descubierta en la conciencia; que, aunque Husserl decía haberlo superado, en el fondo seguía dentro del paradigma cartesiano de la filosofía

subjetivista

moderna.

Según

Heidegger, había que retroceder más radicalmente al suelo previo a la distinción entre

sujeto

y

objeto.

Con

toda

probabilidad, este pensador se había dejado confundir por el confuso y ambiguo —por descuidado— lenguaje de su maestro, y se había contagiado de la tesis nietzscheana según

la

cual

toda

intelección

y

objetivación deforma irremediablemente su contenido genuino. Así pues, según Morán (2011):

sólo existe objetividad-para-lasubjetividad (p. 15). Sin embargo, una diferencia capital es que mientras para Husserl la subjetividad es más que temporalidad (es también hábitos,

creencias,

sedimentados),

Heidegger

etc. la

subjetividad es sólo temporalidad y pura posibilidad práctica. Husserl, por un lado, había rechazado las tradiciones heredadas por considerarlas perjudiciales para intuir las vivencias en su esencia pura, había dejado de lado las filosofías de la vida y de las concepciones del mundo; aunque, por otro, juzgaba necesario el análisis genético de las vivencias y conceptos. Heidegger acentúa

esto

historicidad cosmovisiones.

Heidegger concebía la intencionalidad ya no como una característica de la conciencia (que aún sigue siendo algo ontológicamente presupuesto), sino la relación ya ontológica del hombre con el mundo. Por eso, mientras que Husserl buscaba cómo se constituye la objetividad en y a través de la conciencia subjetiva, Heidegger indaga cómo se aparece el ser al hombre como lugar donde éste se desvela (el hombre es, por eso, el ahí del ser, el “ser-ahí”). Pero ambos, como se ve, se esfuerzan por desentrañar cómo el mundo se aparece al ser humano; ambos tienen claro que

para

deseos,

de

último

retomando

la

las

tradiciones

y



Desde esta perspectiva -e influido por Schleiermacher

y

hermenéutica

intencionalidad es el contacto directo de la

teológica- afirma que toda descripción

conciencia con el mundo y con el ser. La

supone una interpretación. Las pretendidas

experiencia de la alteridad de otro ser

descripciones puras son, según él, una

humano es la condición de la experiencia

ingenua

pues,

de auténtica alteridad en general; es decir,

utopía.

enmarcar

la

la

gnoseológico: también a él le parece que la

Es

necesario,

fenomenología

en

una

en la experiencia de cualquier alteridad

radicalmente

histórica.

mundana se halla entrañada de algún modo

Uniendo esto con el enfoque ontológico

la alteridad del prójimo. Indaga, así, el

antes señalado se ve cómo para Heidegger

modo en que otros seres humanos están en

la fenomenología ya no es un análisis puro

el horizonte de la propia experiencia. Y

del yo y sus vivencias, sino una manera de

descubre que esos otros se presentan de un

formular (y por tanto de interpretar) la

modo peculiar, a saber, como reclamando

pregunta por el ser.

una respuesta responsable, una exigencia

hermenéutica

Emmanuel Lévinas tuvo como uno de sus méritos el introducir la fenomenología

moral. La fenomenología, en Lévinas, es el fundamento radical de la ética.

en Francia, tanto la de Husserl como la de Heidegger.

Este

filósofo

contribuyó

enormemente a restaurar e impulsar el pensamiento ético tras la Segunda Guerra Mundial, llegando a concebirlo como filosofía primera. Como a Heidegger, a este pensador francés de origen lituano le pareció que Husserl permanecía en la filosofía moderna del yo cartesiano. Por ello busca superar más radicalmente también la dualidad moderna entre sujeto y objeto mediante -esta es su originalidad- la experiencia del otro. Lévinas también se sitúa en un plano más metafísico que

Otro importante pensador francés, claramente más relacionado con Heidegger que con Husserl, es Jean-Paul Sartre


(1905-1980). Este autor toma también la

están tan entretejidos que no pueden ni

intencionalidad como punto de partida de

siquiera conceptualizarse por separado. Y

sus reflexiones, pero llevándola al extremo

entonces descubre que donde se encuentran

de negar la identidad del polo subjetivo,

hombre y mundo, conciencia y ser, es en el

vaciando y diluyendo así al sujeto. Más

cuerpo propio. Es ahí donde y mediante lo

precisamente,

-

que percibimos el mundo, el cuerpo

en virtud de su esencia intencional y

viviente es el punto de contacto entre la

referida al ser como tal- convertirse en ser,

subjetividad y la objetividad. De manera

pero sin conseguirlo nunca del todo.

que este pensador se da a la tarea de

Curiosamente, al eliminar el polo subjetivo

describir la experiencia del propio cuerpo:

de la relación intencional, Sartre deshace

experiencia distinta a la que tenemos de

esa relación y termina tratando al hombre

otros cuerpos humanos, y por supuesto de

con la dinámica y el fin de una cosa más

los cuerpos inertes.

la

conciencia

busca

del mundo. También como Heidegger, su estilo es exhortativo y dramático, sin evitar el peligro de enfatizar por ello algunos puntos

ignorando otros.

Para él,

el

compromiso con el devenir del mundo es esencial a la filosofía, por eso su pensamiento termina por transitar de la

El también francés Michel Henry, al describir

la

autocomprensión

y

autodonación de la propia vida, sostiene que tal donación escapa tanto a todo acto intencional como a toda “preocupación” existencial. Antes bien, la vida se vive y se

metafísica a la política.

nos da únicamente al sentir, a la afección. Maurice

Merleau-Ponty

centró

su

Donación

que,

en

buena

y

fiel

atención en lo prerreflexivo, lo temporal, el

fenomenología, revela la índole de lo

cuerpo vivido y el mundo de la vida. De

donado. Descubriéndose entonces que la

estilo

Husserl,

vida humana es autoafección pura. Más

contribuyó bastante a la difusión de la

aún, que el sentimiento —el amor, con

fenomenología. Convencido también de

resonancias

que la intencionalidad consiste en la

agustinianas— es la esencia y el ser último

relación radical entre el sujeto y el mundo,

de toda realidad.

más

asequible

que

le parece que ambos polos de la relación

cristiano-joánicas

y


Brentano desarrolla una nueva forma de hacer psicología, que será llamada psicología descriptiva o fenomenológica. Ésta se apoya ciertamente en la experiencia, pues el racionalismo idealista no es menos arbitrario e infundado que el psicologismo, pero no se limita a constataciones empíricas sensibles, sino que descubre además contenidos y leyes intrínsecamente necesarios. Una psicología que, además, identifica su propio objeto no en los procesos orgánicos, sino en las vivencias, cuya peculiaridad es que poseen intencionalmente esos contenidos objetivos. Por eso, el sentido fenomenológico de la expresión “a priori” difiere radicalmente del kantiano: lo a priori es lo pensado, no el pensar. Este seguro y riguroso modo de filosofar, anclado en el fundamento real de la experiencia y vertebrado por contenidos y leyes necesarios, junto al redescubrimiento de la intencionalidad como peculiaridad de lo psíquico, llamó poderosamente la atención de Edmund Husserl, que decidió avanzar por esa vía que Brentano había esbozado sólo tentativa e imperfectamente. Y ese programa o método ya perfilado es propiamente la fenomenología.

Así pues, en el corazón de la fenomenología se halla el convencimiento de que en la experiencia pueden encontrarse verdades necesarias; o dicho de otro modo, que en la conciencia de nuestro vivir podemos descubrir —gracias a la intencionalidad— esencias y sentidos ideales e intemporales. Frente al naturalismo materialista o vitalista (de las ciencias naturales o de ideologías dominadoras) y al racionalismo que pretende imponerse ciegamente (como el hegeliano), pero también frente a la actual posmodernidad cínica, la fenomenología apuesta decididamente por la inteligibilidad y por la posibilidad del conocimiento suprasensible, tanto para comprender el mundo como para dirigir la vida. La fenomenología dedica todo su empeño a extraer esa inteligibilidad ideal de la única cantera en donde puede encontrarse: de la vida de la conciencia. Apuesta y empeño que conecta directamente con la esencia misma de la filosofía tal como la entendieron Sócrates y tantos otros con y a partir de él.


A. PREPARACIÓN DE RECOLECCIÓN DE DATOS

LA

1. Formular la pregunta: defnir los términos de la pregunta. 2. Hacer una revisión de la literatura y determinar la naturaleza original del estudio. 3. Desarrollar criterios para seleccionar a los participantes: establecer contacto, obtener consentimiento informado, asegurar la confdencialidad, acordar el lugar y tiempo de los encuentros, obtener los permisos para grabar y publicar. 4. Desarrollar instrucciones y preguntas o temas guía necesarios para la entrevista de investigación fenomenológica. B. RECOLECCIÓN DE DATOS 1. Participar en el proceso de epojé como una forma de crear una

atmósfera y relación que permita la adecuada conducción de la entrevista. 2. Precisar la pregunta. 3. Conducir la entrevista de investigación cualitativa para obtener descripciones de la experiencia. Téngase en cuenta: a. Entrevistas informales. b. Preguntas abiertas. c. Entrevistas guiadas por un tema.

C. ORGANIZAR, ANALIZAR SINTETIZAR LOS DATOS

Y

Aquí el autor sugiere usar otros métodos, por ejemplo, el de van Kaam o el de Stevick-Colaizzi-Keen. Este punto consiste en desarrollar descripciones textuales y estructurales; componer

D. RESUMEN, IMPLICACIONES Y RESULTADOS Resumir todo el estudio. Relacionar los hallazgos del estudio y diferenciarlos de lo hallado en la revisión de la literatura. Relacionar el estudio con posibles investigaciones futuras y desarrollar un bosquejo de un estudio posterior. Relacionar el estudio con los resultados personales. Relacionar el estudio con los resultados profesionales. Relacionar el estudio con los significados sociales y su relevancia. Comentarios fnales: futuras direcciones y metas del investigador.


1) Etapa previa: Clasificación de los presupuestos. 2) Etapa descriptiva: La fenomenología es un aspecto importante y esencial para la concepción propia de la metodología cualitativa, del aspecto teórico depende lo que estudia la metodología cualitativa, la manera en que lo estudia y la forma en que se interprete lo estudiado. Para un fenomenólogo, la conducta de un individuo o persona, lo que dice y hace, es el modo en que este define su mundo, el trabajo de todo fenomenólogo estudioso de la investigación cualitativa es tomar o recabar esta información, analizarla y formular su propia teoría, manteniendo siempre o tomando en cuenta el punto de vista de cómo ven las cosas otras personas.

 Elección de la temática procedimiento apropiado.

o

 Realización de la observación, entrevista, cuestionario o autoreportaje.  Elaboración de la descripción protocolar. 3)

Etapa estructural:

 Lectura general de la descripción de cada protocolo.  Delimitación de las unidades temáticas naturales.  Determinación del tema central que domina cada unidad temática.

La fenomenología se caracteriza por que se abstiene de formular juicios de cualquier clase que concierna a la realidad objetiva y que rebasen los límites de la experiencia pura, es decir, es subjetiva. De igual manera estudia casos concretos y ve al propio sujeto del conocimiento no como un ser real sino como conciencia pura trascendental, también se puede decir que es un método descriptivo, reflexivo y de exigente rigor científico.

 Expresión del tema central en lenguaje científico

La perspectiva fenomenológica debe realizarse bajo las siguientes etapas o pasos:

4) Etapa final: Discusión de los resultados.

 Integración de todos los temas centrales en una estructura particular descriptiva.  Integración de todas las estructuras particulares en una estructura general.  Entrevista final con los objetos estudiados.


La ventaja que posee la investigación bajo la visión o perspectiva fenomenológica, es que este método es el más indicado cuando no hay razones para dudar de la bondad y veracidad de la información y el investigador no ha vivido ni le es nada fácil formar ideas y conceptos adecuados sobre el fenómeno que estudia por estar muy alejado de la propia vida. Las técnicas de recolección que se aplican o emplean en este método son; la observación no estructurada, entrevistas abiertas, revisión de documentos, discusión en grupos, evaluación de experiencias personales, registros de historias de vida, entre otras. Para realizar el análisis de resultados, el investigador debe intentar relación los resultados obtenidos en la investigación con las conclusiones o hallazgos de otros investigadores para compararlos y así lograr entender mejor las diferencias o similitudes posibles. De este modo se puede llegar a una mayor integración y a un enriquecimiento del cuerpo de conocimiento del área en estudio. El aspecto o perspectiva fenomenológica está vinculada a una extensa gama de marcos teóricos y escuela de pensamientos en las ciencias sociales. En este caso podemos mencionar el modelo de Goffman, el cual está integrado por varios enfoques teóricos. Dentro de

estos enfoques se encuentra interaccionismo simbólico.

el

El interaccionismo simbólico, en los últimos años se ha convertido en una fuerza dominante en las ciencias sociales y pertenece a la tradición fenomenológica, atribuye una gran importancia a los diferentes significados sociales que los individuos o personas asignan al mundo que los rodea. Según Blumer en (1969), afirma que el interaccionismo simbólico reposa sobre tres premisas básicas. La primera es que las personas actúan respecto de las cosas, e incluso respecto de las otras personas, sobre la base de los significados que estas cosas tienen para ellas. De modo que las personas no responden simplemente a estímulos o exteriorizan guiones culturales. Es el significado lo que determina la acción. La segunda premisa de blúmer dice que los significados son productos sociales que surgen durante la interacción:”El significado que tiene una cosa para una persona se desarrolla a partir de los modos en que otra personas actúan con respecto a ella en lo que concierne a la cosa de que se trata. Una persona aprende de las otras personas a ver el mundo. La tercera premisa fundamental del interaccionismo simbólico, según Blumer, es que los actores sociales, asignan significados a situaciones, a otras personas, a las cosas y a sí


mismos a través de un proceso de interpretación.

y que ha influido fuertemente en los estudios sobre los medios.

Desde una perspectiva interaccionista simbólica, todas las organizaciones, culturales y grupos están constituidos por actores envueltos en un proceso constante de interpretación constante del mundo que los rodea. Aunque estas personas pueden actuar dentro del marco de una organización, cultura o grupo, son sus interpretaciones y definiciones de la situación lo que determina la acción y no normas, valores, roles o metas.

Mi trabajo de grado lo abordaría desde el método fenomenológico, ya que me permitirá conocer lo que las personas o individuos que integran el grupo objeto de estudio experimentan, en relación con ciertos fenómenos y la interpretación de sus experiencias. Este método es interesante ya que, su objetivo es la investigación directa y la descripción de los fenómenos que se experimentan conscientemente, sin teorías sobre sus explicaciones o la realidad objetiva.

El interaccionismo simbólico, se caracteriza porque toma al individuo como sujeto social, va a depender únicamente de símbolos, el ser humano se relaciona con su medio partiendo del significado que le atribuyen y también se puede atribuir a que es clave en la acción conjunta. En síntesis, podemos resumir que la fenomenología se caracteriza como un movimiento filosófico que llama a resolver todos los problemas filosóficos apelando a la experiencia intuitiva o evidente, que es aquella en la que las cosas se muestran de la manera más originaria o más patente. El interaccionismo simbólico es una de las corrientes del pensamiento microsociológica, relacionada estrechamente con la antropología y la psicología social, su acción está basada en la comprensión de la sociedad a través de la comunicación

Lcdo. Jhony Paredes


El trabajo de grado propuesto denominado

“Evaluación

factores

estrés

de

laboral

de en

los

se nos aparecen ellas mismas, sin que tengamos que suponer —como Kant—

la

productividad empresarial del sector del Municipio Iribarren” se realizará

que ocultan su realidad tras esa

bajo el paradigma cualitativo, de tipo

apariencia, o sea, que esa apariencia

fenomenológico.

es

no es real. Al contrario, toda la

definido por Hurtado (2001) como

experiencia empuja a admitir que las

aquel que “estudia los fenómenos tal

cosas se muestran verdaderamente en

como ocurre y de manera fiel como

su apariencia,

son percibidos por el hombre, permite

señala: “El modo como las cosas

el estudio de los hechos desde el

aparecen es parte del ser de las

marco de referencia interno del sujeto

cosas; las cosas aparecen como son,

que las vive y la experimenta” (p. 46).

y son como aparecen. Las cosas no

El mencionado autor expresa que la

sólo existen; también se manifiestan

fenomenología es un método creado

ellas mismas como lo que son”. Y al

por Edmund Husserl, que tiene como

mismo tiempo, ese aparecer muestra

propósito

nuestro modo de conocer, y por ende

la

Este

método

comprensión

e

interpretación de los hechos vividos

Sokolowski (2012)

también nuestro modo de ser.

por el hombre desde la perspectiva Comprender bien la intencionalidad

personal del autor.

supone superar el esquema espacial, Por tal motivo, lo primero que se

erróneo,

de

figurarse

la

realidad

toma en cuenta al elegir el paradigma

conocida como exterior y el mundo de

fenomenológico es por la en que

la

descubre la fenomenología las cosas y

retrotraerse al plano anterior —y más

como estas se nos dan a la conciencia

real— a la distinción entre sujeto y

en una relación intencional. Las cosas

objeto. De manera que el análisis de

conciencia

como

interior;


los modos de la conciencia intencional

Y esa actualización, aparición o toma

revelan las estructuras de las cosas

de conciencia de la cosa es llamada

del mundo y de nosotros mismos; pero

por Husserl “constitución” del objeto en

sin confundir ni fundir, puesto que se

la conciencia.

trata de una auténtica relación, esos dos polos objetivo y subjetivo. Por eso La investigación fenomenológica

la fenomenología puede definirse, de acuerdo

a,

autor

anteriormente

mencionado como “el estudio de la experiencia humana y de los modos en que las cosas se nos presentan ellas mismas en y a través de dicha

pretende ver las cosas desde la óptica de

otras

personas,

describiendo,

comprendiendo e interpretando. Así mismo, es relevante destacar que la fenomenología estudia la experiencia vital del mundo de la vida, de la

experiencia”.

experiencia diaria no conceptualizada, El modo de intencionalidad más

busca también la explicación de los

el

fenómenos que ocurren de manera

cognoscitivo o teórico, que va desde la

consciente. En el presente caso y

percepción al juicio. En él ya se

mediante el uso de este método, se

descubren

básicas

intentará descubrir los significados que

formales que serán comunes a todo

para las personas que laboran en el

modo

sector

comúnmente

de

atendido

estructuras

intencionalidad:

es

diversos

salud

descrito,

tienen

los

tipos de todos y partes, de identidades

diferentes hechos que viven a diario en

y multiplicidades, y de presencias y

su ambiente laboral, así como los

ausencias. Mediante tal análisis o

efectos estresantes que se derivan de

descripción se va vislumbrando cómo

los mismos y su incidencia sobre la

la

productividad empresarial.

cosa

va

apareciendo

a

la

conciencia; o mejor, cómo se va actualizando o trayendo a la luz el objeto en su sentido idéntico, en su identidad,

frente

a

las

múltiples

apariciones suyas actuales y posibles.


El

estudio

partirá

de

la

impresión de que cada ser humano es un proyecto único e inacabado y como tal,

cada

percepción

quien y

tiene

su

conocimiento

propia de

si

mismo, en su interioridad se interpela y dialoga consigo mismo, atribuyendo símbolos y significados a las vivencias que se producen en su cotidianeidad. Bajo esta perspectiva se orientará la investigación, tomando en cuenta las mentalidades, mitos, prejuicios y los sentimientos de estas personas como elementos de análisis para producir el conocimiento de la realidad.

Se fundamentará en las siguientes fases: a) descripción del fenómeno, mediante un trabajo de campo b) búsqueda de múltiples perspectivas. c) búsqueda de la esencia y la estructura, d) interpretación del fenómeno.

Lcdo. Carlos Perdomo


Hace casi cuatro décadas, un científico inglés de nombre Thomas Kuhn escribió un libro, La Estructura de las revoluciones científicas, que provocó mucho ruido. Este científico planteó una especie de mecánica general para el funcionamiento de las teorías científicas. Para comenzar habló de paradigmas, en lugar de teorías para referirse a “realizaciones científicas universalmente reconocidas”. En esto tuvo su primera aportación. Los paradigmas muestran, ejemplifican y son ejemplares. Son ejemplares en un momento determinado. Así nos alejamos aún más del complejo contenido ético y moral que envuelve la palabra verdad. De nuevo la fortaleza de un paradigma proviene de la no refutación en un ámbito de Libertad.

Desarrollo científico y democracia están ligados en las entrañas. Los paradigmas, dijo Kuhn, nos proporcionan, durante un determinado tiempo de problemas y soluciones que son aceptadas por la comunidad científica pertinente. En esos momentos las teorías, los paradigmas, se encuentran en periodos de estabilidad, en su plenitud como ya dijimos. Pero siempre surgen cuestionamientos a la validez de toda propuesta. Son los propios científicos

los que están encargados de buscar las falsedades del paradigma que se encuentra en el trono.

Ésa es la misión de la ciencia: echar abajo tantas falsedades como sea posible para quedarnos con afirmaciones que no tengan fisuras, todavía. Nueva información llega para apuntalar otra versión de las cosas. Entonces las comunidades científicas se dividen y los paradigmas, que al fin y al cabo, también son sostenidos por los científicos, entran en crisis. Se da así las “revoluciones científicas”. Kuhn escribió sus estudios pensando casi exclusivamente en las llamadas ciencias duras o exactas. Pero su impacto en el mundo de las llamadas ciencias sociales fue enorme.


El Interaccionismo Simbólico y la Fenomenología forman parte de esta formas de pensamiento que elevan nuestra condición de ser humanos. En ese sentido la verdad es intemporal, porque a toda pregunta hay una y sólo una respuesta correcta. La simultaneidad de verdades no tiene asiento en la visión platónica. El cuestionamiento de un paradigma depende directamente de nuestra capacidad de observación, de medición y de creación de nuevos territorios de análisis. Un ejemplo dos corredores de cien metros observados a simple vista llegan al mismo tiempo a la meta.

La diferencia entre uno y otro es de fracciones de segundo. Hay una diferencia que demanda nuevos instrumentos. Ella es comprobable sólo a partir de los instrumentos. Su comprobación, y en cierto grado su existencia están condicionadas. Los

aparatos de medición avanzaron y hoy sabemos que nuestra vista, que nuestros sentidos engañan. Lo mismo ha ocurrido con casi todas las ramas del conocimiento. Nos hemos acostumbrado a dudar sistemáticamente y a saber que lo que afirmamos es válido en tanto no aparezca refutación. Las verdades de serlo están inscritas en el tiempo y son relativas....


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.