Intermedial # 3

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INTERMEDIAL N°3,2015 ISSN ----------INTERMEDIAL es una plataforma emergente que fomenta el desarrollo de ejercicios analíticos polisémicos entre artistas, gestores culturales, críticos, investigadores, teóricos, historiadores y curadores provenientes de diferentes países y generaciones, dirigidos a públicos diversos, propios o ajenos al circuito del arte, a favor de debates y cuestionamientos en líneas de pensamiento y ejecución, abiertas alrededor de problemáticas, paradigmas, anacronismos y/o los múltiples etcéteras que transitan el horizonte artístico actual. Éste es un proyecto independiente que bajo autogestión y cofinanciación se proyecta a largo plazo como publicación seriada enfocada en la crítica y el análisis de las artes, con exploraciones editoriales acordes a las propuestas recibidas, capaz de garantizar una distribución gratuita entre colaboradores y simpatizantes, espacios independientes, bibliotecas, museos, galerías y academias entre otros agentes o instituciones culturales del medio.

Equipo editorial de INTERMEDIAL Jorge Andrés Marín Vásquez (Colombia) Sebastian Alvarado (Colombia)

Ernesto Bautista (El Salvador) Jan Lotter Benavides (Alemania) Jorgë R. Nuñez (Suiza) Julio César Abad Vidal (España) Mauricio Kabistan (El Salvador) Victor Rodriguez (El Salvador) Wallace Masuko (Brasil) Daniel Salamanca Esteban Quintero [Exe Kintero] Fredy Quinayas Jorge Longas Julián Urrego Luis Tobón [Luto] Publicación Artritis Úrsula Ochoa Wilson Nieva

Artistas y entidades que han apoyado este proyecto a lo largo de su proceso de creación, edición y publicación. Los juicios y contenidos expresados en los articulos firmados y material visual son responsabilidad de sus autores y no representan las opiciones de INTERMEDIAL. intermedial@hotmail.com


CONTENIDO (CUADERNILLO) EDITORIAL DIBUJO *Anexo Julián Urrego LOS ENGAÑOS DE LA ÉPOCA Sobre la falta de criterios en el arte actual. Úrsula Ochoa IDEA PARA PERFORMANCE # 1 Luis Tobón [Luto] LAS DIFERENCIAS SUMAN. HAZLO VOS MISMO, COLECTIVO LAKOMUNA Julio César Abad Vidal )EL MUNDO( *Anexo Ernesto Bautista LA POESÍA VISUAL Y LO QUE EL ARTE YA SABE Wilson Nieva IDEA PARA PERFORMANCE # 2 Luis Tobón [Luto] MUY POCO CARO Jorge Longas PORTALES TEMPORALES Daniel Salamanca SCHWARZE SCHAFE CLUB (SSC)* *Club de las ovejas negras (CON) Jan Lotter Benavides


SÍ HAY SHOW! *Anexo Jorgë R. Núñez ADD LITTERAM O UNA IMAGEN ATÁVICA *Anexo Fredy Quinayas IDEA PARA PERFORMANCE # 3 Luis Tobón [Luto] DIBUJO *Anexo Julián Urrego VÓRTICE Intervención aleatoria en la publicación Wallace Masuko

(ANEXOS) POSTMOTHERNADA Manifiesto Victor Rodriguez )EL MUNDO( Ernesto Bautista DIBUJOS Esteban Quintero [Exe Kintero] CIRCULO DE LA MEMORIA Mauricio Kabistan EL DIABLO Wallace Masuko SÍ HAY SHOW! Jorgë R. Núñez Publicación Artritis Artritis


PERFILES INTERMEDIAL # 3 Ernesto Bautista

Santa Ana (El Salvador), 1987. Vive y trabaja en San Salvador. Miembro fundador de The Fire Theory. Destacan sus exhibiciones individuales en ExTeresa Art Museum, Ciudad de Mexico, México; Shangyuan Art Museum, Beijing, China. Publicado en Lenguajes contemporáneos desde Centro América y Y.ES. Collect Contemporary Art in El Salvador.

Esteban Quintero [Exe Kintero]

Copacabana (Colombia), 1987. Acude a la línea como signo vital y pasatiempo: inunda espacios como grafitero o “artista de muro”, persistente dibujante en infinitas hojas de agendas, libretas, cuadernos, librillos.

Daniel Salamanca

Bogotá (Colombia), 1983. Graduado de Artes Visuales en la Universidad Javeriana de Bogotá, ciudad en la que vive y trabaja. Artista activo desde el 2006, se desempeña intermitentemente como docente, periodista cultural y diseñador gráfico.

Fredy Quinayas

Yumbo (Colombia), 1984. Cuenta con dos exposiciones individuales: Biblioteca Departamental Jorge Garcés Borrero y Casa Proartes, Cali. Ha exhibido en el Museo de Arte Moderno la Tertulia y en la Galería Jenny Vila de Cali; ha participado en Bienal de La Paz, Bolivia, 2014 y Salón Regional Zona Pacífico, Cali, 2015. Docente del área de Proyectos del Instituto Departamental de Bellas Artes, Cali.

Jan Lotter Benavides

Bad Soden/Ts (Alemania), 1977. Artista colombo-alemán cuya situación binacional representa un tema constante en su trabajo. Se interesa por los puntos de encuentro y/o choque entre las lenguas de sus dos nacionalidades. Realizó su carrera en Artes en Hochschule für Gestaltung en Offenbach del Meno, Alemania.

Jorge Longas

Medellín (Colombia), 1986. Maestro de Artes quia. Ha trabajando como docente de cátedra pedagógicos de la Alcaldía de Medellin y la es el museógrafo del Instituto de Cultura y

Jorgë R. Núñez

Plásticas de la Universidad de Antioen la misma universidad y en proyectos Gobernación de Antioquia. Actualmente, Patrimonio de Antioquia.

Pucallpa (Perú), 1980. Ha exhibido en El Parche Artist Residency, Bogotá; La Plástica Rayada, Sin Espacio, El Museo de Arte Moderno La Tertulia y Lugar a Dudas de Cali. Ha realizado intervenciones urbanas y video-performances en Indonesia, Estados Unidos, Italia y Colombia, así mismo en Suiza, donde reside actualmente.


Julián Urrego

Medellín (Colombia), 1982. Artista plástico del Instituto de Bellas Artes de Medellín (ahora institución universitaria), de la cual también ha sido docente. Es cofundador de Taller 7 (Medellín), espacio independiente para artistas independientes.

Julio César Abad Vidal

Madrid (España). Premio Extraordinario de Doctorado en Filosofía y Letras por la Universidad Autónoma de Madrid, es Doctor en Filosofía (Área de Estética y Teoría de las Artes), Licenciado en Historia del Arte de la misma universidad. Crítico cultural y curador de exposiciones de arte contemporáneo, ha sido Investigador Docente en la Facultad de Artes y la Facultad de Filosofía de la Universidad de Cuenca, Ecuador.

Luto

Cali (Colombia), 1987. Historietista y artista gráfico. Hago fanzines y regularmente posteo comics en mi blog http://lutocorps.blogspot.com.co/ y en varias publicaciones impresas y/o virtuales. Ofrezco comix, carefukyous, bisuterías, ilustraciones, rok & ron, garabatos, recochas, viñetas, visajes y pandebono harcoR.

Mauricio Kabistan

Managua (Nicaragua), 1980. Vive y trabaja en El Salvador. Actualmente trabaja en The Fire Theory. Destaca su selección como representante oficial de El Salvador en la 56 edición de la Bienal de Venecia; nominado para el programa de Becas y Comisiones de la Cisneros Fontanals Art Foundation, 2015. Publicado en Lenguajes contemporáneos desde Centro América.

Miguel González

Cali (Colombia), 1950. Crítico, curador, docente e historiador de arte, miembro de Asociación Internacional de Críticos de Arte, sus textos se han publicado desde 1970. Se ha desempeñado como curador del Museo de Arte Moderno La Tertulia y como conferencista/ comisario en pródigos eventos de orden internacional; fue galerista de la legendaria Ciudad Solar. Doctor Honoris Causa en Artes Plásticas, Instituto Departamental de Bellas Artes, Cali.

Paulina Escobar

Medellín (Colombia), 1990. Maestra en Artes Plásticas de la Universidad de Antioquia de Medellín. Artista activa desde el 2009, ganadora algunas becas y estímulos de creación. Cursa el tercer semestre de la Maestría en Artes Plásticas y Visuales de la Universidad Nacional de Colombia sede Bogotá.

Úrsula Ochoa

Estudió filosofía. Maestra en Artes Plásticas con Diplomado en Periodismo Cultural y Crítica de Arte. Hace parte del equipo de columnistas de la revista La Artillería. Ha colaborado con diferentes publicaciones a nivel nacional e internacional, se han publicado algunos de sus textos en la plataforma Esfera Pública.


Víctor Rodríguez

Santa Tecla (El Salvador), 1980. Vive y trabaja en San Salvador. Actualmente trabaja en The Fire Theory. Recientemente nominado para la Beca MISOL de Artista Joven en Bogota, Colombia. Ha expuesto en El Salvador, Guatemala, Honduras, Cuba, Austria, Taiwan y E.U.

Wallace Masuko

São Paulo (Brasil), 1979. Maestro en Artes Visuales de la Universidad de São Paulo y Maestría en Poéticas Visuales de la misma universidad con orientación de Carlos Fajardo. Ha trabajado en la coordinación del proyecto de residencias artísticas de la Red Iberoamérica, de Arranha, y de Cadafalso & Mon, entre otros proyectos.

Wilson Nieva

Pasto (Colombia), 1983. Estudió Artes Plásticas. Vive y trabaja en Cali. Siempre hace lo que no es. Se roba las monedas. No se amarra los cordones. Ya no fuma. Escribe porquerías. Se rasca más de la cuenta. Ama los postres. No saluda. Se volvió un gañán. Odia a los gatos. Perdona demasiado.


EDITORIAL INTERMEDIAL se reactiva luego de tres años de silencio. Creada como una plataforma de circulación, práctica artística y escritura crítica en el contexto local y nacional. Desde la producción editorial, convocamos a los actores culturales para que sumen su voz y analicen los procesos e intereses que circulan en el ámbito artístico. La publicación se caracterizará por sus enfoques temáticos e invitados congregados, los cuales buscarán responder las preguntas y necesidades que sean planteadas en cada ejemplar. Todo esto, acompañado por una línea de creación y distribución que responderá a las necesidades de cada número y convertirán el material entregado a los lectores, en objetos únicos y coleccionables. Este ejemplar de INTERMEDIAL, es el resultado de un año de trabajo y autogestión, planteado desde la temática libre y cuya participación se ha dado por convocatoria cerrada e invitaciones directas. Por primera vez, el proyecto reúne colaboraciones de artistas y teóricos internacionales, cuyos discursos y/o prácticas no son ajenas al ámbito local y nacional. Agradezco la vinculación de Sebastián Alvarado en esta cruzada, su visión ha fortalecido las bases de este proyecto editorial y ha creado metas ambiciosas en las cuales venimos trabajando. De igual manera, agradecemos el apoyo y voto de confianza que hemos recibido de cada una de las personas que aceptaron participar en este número y cuya respuesta se encuentra condensada en este cuadernillo y sus anexos. Jorge Marín




LOS ENGAÑOS DE LA ÉPOCA

Sobre la falta de criterios en el arte actual Úrsula Ochoa El arte, o por lo menos eso que desde la subjetividad personal se intuye, ha contribuido desde la noche de los tiempos a que analicemos su legitimidad y de forma paralela, a que reconozcamos nuestra propia ignorancia a través de una cantidad de debates que surgen hacia ella misma ¿Qué es arte? ¿Qué no es arte? ¿Para qué sirve el arte? ¿Dónde comienza el arte? ¿Dónde termina el arte? Es decir, todas las obras que nos presentan la posibilidad de una reflexión sobre si lo que tenemos en frente es o no es arte, pertenecen fundamentalmente al arte contemporáneo, cuya característica principal es producir sospecha. Ahora bien, el sistema que constituye este arte, es decir quienes poseen el poder, han declarado su legitimidad a partir de “dogmas” que condicionan los juicios de valor que deben inferir en el espectador, y éste, despojado de su libertad de juicio guarda más reverencia en los museos y en las galerías que los monjes de clausura en las antiguas catedrales medievales; mientras tanto, el arte se construye como una especie de logia o una nueva religión con el mismo horizonte de engaños, contradicciones y falacias.

La reiteración de las estructuras conceptuales que se erigieron a partir de las vanguardias y el malestar que se genera frente a los cuestionamientos hacia el sistema del arte actual llevándonos a promover la ley del silencio, además de alimentar el confort del espectador (ese que le produce no tener que pensar demasiado en las cosas) le suprimen el libre uso de sus facultades analíticas y le impide que se interrogue sobre las reglas que determinan esa idea de “artisticidad” ante la cual se encuentra sujeta su sensibilidad perceptiva, puesto que, al no ejercer el uso mínimo de uno de los principios del razonamiento objetivo según Kant: “pensar por sí mismo”, el espectador actual está muy lejos de operar con el discernimiento frente a lo que ve. Como consecuencia, se han sacralizado y se han considerado como arte una gran cantidad de imágenes, objetos, manifestaciones y elementos que no tendrían por qué serlo.


Nos encontramos entonces en un momento de absurda tolerancia como se predijo en el siglo pasado, donde todo lo que hace un artista es “bueno e inofensivo” sobre todo si existe la posibilidad de que esto se convierta en un potencial capital.

El 12 de Agosto de 1961 Piero Manzoni presentó por primera vez su Mierda de artista. La sociología del arte nos propuso que una obra se construye como un espejo que refleja la sociedad a la cual pertenece, es decir, esta manifestación cultural está amparada bajo lo que se conoce como El espíritu de la época. Dicho esto, ¿Por qué quienes dicen saber de arte, establecieron a través de teorías la mierda de Manzoni como una obra que fuera un producto cultural y por lo tanto educativo? Y propongo aquí educativo porque aparentemente el “gran arte” hace parte de eso que todos llamamos “alta cultura” y la alta cultura entendida como una manifestación evolutiva de las sociedades, se constituye a sí misma como un modelo en la educación (Ir a la ópera, visitar los museos, asistir al teatro, etc). Si tenemos esto presente, aceptar que la mierda de Manzoni es arte ¿nos hará más cultos y educados?, los espectadores menos ilustrados ¿realmente creen esto? Pues bien, la respuesta a por qué esta pieza se constituyó como arte, abarca además a todas aquellas obras que se designaron como los hitos de una vanguardia y son aquellas que en su momento y aún hoy nos producen cierta sospecha: La mierda de Manzoni se constituyó como un producto de expresión que se presentó en su momento como una novedad, es decir, a Manzoni se le ocurrió primeo; así como a Duchamp se le ocurrió primero, o como a Warhol se le ocurrió primero, y es por esta razón que las obras que se proyectan bajo la sombra de sus premisas conceptuales, no son más que remedos y pastiches insustanciales e innecesarios que hemos justificado bajo el concepto de “posmodernidad”.

Miremos bien, es probable que el mensaje de Manzoni jamás fuera aceptado tal y como él lo planteó, y es probable también que no entendimos realmente lo que formuló Marcel Duchamp porque al status quo no le era conveniente, por lo tanto, todo cuanto se proyecta como un cuestionamiento en su contra, lo convierte en un chiste o en un producto de consumo, enloda el mensaje y presta atención sólo a la cáscara disfrazada de “novedad”. Fue lo que sucedió con movimientos como Dada o Fluxus, que ahora los utilizamos como un soporte teórico para el artista mediocre, o con artistas minimalistas radicales que se interesaron por revisar y mostrar los procesos engañosos del ojo frente a lo que se consideraba “bidimensional” y cuyas obras fueron engullida por el mercado para luego escupirlas como una horrible moda en los años sesenta a la que llamaron Op Art. Es decir, ¿No estaba la vanguardia en contra de los museos y no querían los futuristas quemarlos? Una de las maneras más sagaces en la historia con la cual los museos evitaron su “derrumbamiento” fue la de convertirse en un completo aliado con el artista, creando las obras dentro de su recinto sacro para protegerlas de una realidad inevitable, la de ser probablemente basura. Esto fue lo que sucedió en 1972 con la pila de los 120 ladrillos de Carl Andre, una obra que causó una tremenda indignación en el público porque evidentemente éste no estaba de acuerdo con que eso que se hacía llamar “arte” valiera lo que pagó la institución. Rembrandt o Velázquez o incluso un escultor moderno como Brancusi no hubiesen tenido este problema, porque efectivamente un


Velázquez en un basurero va a generar en las personas aún inexpertas, el presentimiento de que ese objeto o esa imagen posee un valor especial aunque no sepan muy bien por qué; esto, es lo que genera precisamente el arte verdadero, pero la obra de André en un basurero efectivamente sólo son ladrillos y eso nadie podría negarlo.

Es un asunto de sentido común, a la institución, especialmente a la burbuja del mercado no le convendría en absoluto que una caja de jabón o una cama llena de condones no fuese una obra de arte, porque, evidentemente ya no hay muchos Goyas caminando por aquí. Y no sólo tiene importancia el asunto del virtuosismo, de saber hacer las cosas como el fundamento principal del arte (techné), es también un asunto de perspicacia creativa, del uso cabal de las facultades intelectuales para manifestar una creación a partir del pensamiento (logos), de conjugar en la obra la cualidad de reflexionar frente a lo que pasa en el mundo de una manera aguda (doxa) por medio de la materia. Si éstos fueran los criterios que constituyeran el arte actual, más de la mitad de las obras más famosas producidas después de las vanguardias, quedarían reducidas a ser menos que basura; pero hoy día, parafraseando a Félix Duque, la exageración y la extravagancia es tan grande que acaba por producir un efecto sedante con el cual queda neutralizado el espectador reforzando así el status quo.

Aunque nos parezca incómodo, quienes aún no entienden cómo funciona el sistema del arte (esto lo escuché de un “respetable crítico” colombiano) el arte aparentemente es “todo aquello que el curador y el crítico consideran como tal”. Respecto a lo anterior, debemos aclarar que esta noción de arte igual a institución es un planteamiento tremendamente falso y promueve una de las peores corrupciones en las que se manifiesta el sistema, el mismo que nos induce a leer y digerir una cantidad de textos, conceptos, aclaraciones y discursos que en términos prácticos nunca son aplicados, he aquí la horrible paradoja. Entonces, para reforzar sus discursos y para alcanzar eso que algunos llaman “ser exitoso”( que no es otra cosa diferente en la mente del artista común que poseer fama), algunos artistas se toman la tarea de devorar como polillas los textos de Danto, Greemberg, Ruskin, Deleuze, Guattari, Bourriaud, Eco, Agamben, Sheeman, Baudrillard, Bénjamin, Huberman, Romero, Mandoqui, Gadamer, Read, Althusser, Lippard y también leen a Platón, Aristóteles, Hegel, Kant, Heidegger, Bauman etc, sin dilucidar que el verdadero secreto radica, en que sin las relaciones sociales esto no les va a servir de nada. Así, el arte contemporáneo se constituye como una acumulación de ocurrencias apadrinadas por el poder, el mismo que le hace creer al público inexperto que aquello a lo que se acerca es arte cuando no lo es.

¿Cuánta falsedad puede albergar el miedo a manifestar que esa relación entre arte, mercado y educación no se ha cimentado con claridad a través de aquello que la institución ha establecido? Frente a esto evidentemente siempre existe una gran hipocresía sobre todo porque para ciertas cosas tenemos un ojo muy "refinado" pertenecemos a la “alta cultura” y también tenemos “conciencia social”, pero para otras no tanto; si un artista que hace eso que llaman “arte político comprometido” lleva un vagabundo al museo, eso está muy bien, pero si el vagabundo entra sólo al museo, de inmediato lo sacamos y lo miramos con desprecio como si el museo fuera una fortaleza, otra iglesia, bunkers culturales


como los llamó Robert Hughes que promueven una imagen de extrema asepsia frente a las realidades que los artistas mismos siempre pretenden aludir. De manera aborrecible, el “compromiso social” es, una de las caras dobles del arte contemporáneo.

Expuestos los puntos anteriores ¿Se puede ser libre de pensamiento frente al arte, libres como espectadores del yugo que condena un juicio estandarizado? Yo creo que sí, pero también creo que debemos analizar las teorías, debemos conocer la historia para tenerla presente, debemos escuchar los discursos de nuestros colegas y también, debemos leer la columna del crítico de arte actual; pero luego, tenemos el enorme deber de crear un criterio propio. "Tenemos que descartar, que apartar cosas, que limpiarnos las retinas de nuestra percepción y trabajar lo que merece la pena mirar, lo que merece la pena recordar" como nos advirtió el viejo Hughes. Si no lo hiciéramos de esta manera, ¿Cuánta estupidez seguirá amparada bajo el discurso de una institución que se constituye a través del engaño, gracias a la indolencia o el temor de quienes no hacen nada frente a la farsa?



HAZLO VOS MISMO Julio César Abad Vidal

Entre el 5 y el 28 de diciembre tuvo lugar el arranque del proyecto Hazlo vos mismo generado por el colectivo de arte multidisciplinario Lakomuna1 y el curador Julio César Abad Vidal. El proyecto se desarrolló tanto en el interior de un museo (el Museo Pumapungo, sede del Ministerio de Cultura y Patrimonio de Ecuador en la ciudad de Cuenca), como en el espacio público, en un número notable de casos, en el barrio del mismo museo, a cuyos vecinos se pretendió involucrar de modo directo en el programa. Hazlo vos mismo ha estado marcado por la conciencia de la necesidad de otorgar una segunda vida a los objetos, aportados generosamente por vecinos y recolectados por diversos equipos para las diferentes actividades desarrolladas, y por la reutilización de materiales de desecho para el desarrollo colectivo y lúdico de prácticas artísticas. Hazlo vos mismo ha perseguido la involucración directa de los ciudadanos en prácticas dialógicas y comunitarias, un espacio propiciador de situaciones en las que se ha impulsado el abrazo de las dotes creativas de todos, como un encuentro de soluciones. Cartel en la fachada del museo


Daza ultima detalles del mural

Hazlo vos mismo. La exposición El trabajo en las salas 3 y 4 del Museo Pumapungo comenzó el 1 de diciembre. Hazlo vos mismo careció de un amplio auspicio para la adquisición de materiales –apenas 400 dólares que otorgó el museo para la pintura de tres de las paredes de las salas, de un cartelón de lona y de un muro de más de cien metros de longitud–, lo que conllevó un abrazo necesario, pero consecuente con el ideario y la práctica habitual del colectivo, del posibilismo, de la maximización de los exiguos recursos, de la potenciación de hallazgos en la práctica del reciclaje. Frente al recurso externo e industrial de diversos materiales en prácticas museísticas comunes caracterizadas por el despilfarro y una homogeneización que esquilma la creatividad, la propuesta huyó del ubérrimo vinilo para el texto explicativo y en su lugar, el texto curatorial fue transcrito por José Antonio Lojano (Tuco), extraordinariamente dotado para la caligrafía y conocedor, como tatuador y artista urbano, de innumerables tipografías, recibiendo para su ejecución final, con rotuladores negros, la colaboración de diversos miembros y amigos del colectivo. La pared sobre la que se transcribió el texto explicativo era de color turquesa. El mismo que servía de fondo al cartelón de lona que anunciaba, sirviéndose exclusivamente de pintura negra, el proyecto en la fachada del museo, realizado sobre una gigantografía que había servido al museo para el anuncio de la exposición inmediatamente anterior. La tipografía de este cartelón era idéntica a la que Christian Quille confeccionó, precisamente, para la serigrafía de camisetas que pudieron ser adquiridas en el espacio de Hazlo vos mismo en el interior del museo. La sala 3, marcada por su carácter longitudinal y por estar abierta completamente al patio central del museo, fue concebida tanto funcional como visualmente al modo de un aula de trabajo. Allí se desarrollarían numerosos talleres y se dispondría de una mesa en la que además de trabajar en aquellos talleres se pudiera recibir para conversar a quienes deseaban profundizar en la naturaleza del proyecto. Para ello se dispuso una gran mesa empleada habitualmente por el colectivo y que recibió como única intervención una capa de pintura turquesa. Sobre ella se desarrolló el taller de fanzines, se improvisaron actividades de dibujo, y a su alrededor se intentó que en todo momento se encontrara alguno de los miembros del colectivo para atender a los visitantes del museo e incentivarles a la participación en las diferentes actividades o a comenzar el recorrido en visitas guiadas improvisadas. Tras la mesa, y gracias a una capa de pintura al agua de color negro, la pared se convirtió en una suerte de pizarra en la que se ofrecían noticias y convocatorias, así como los dibujos en tiza que algunos de los que acudieron a la inauguración del día 5 se aventuraron a hacer animados por el colectivo.


La decisión curatorial de convertir la sala 3 en un aula fue propiciada por la disposición en una de las paredes mayores de la misma de diez fotografías digitales en blanco y negro sin enmarcar en formatos pequeño y mediano, de la serie «Rostros rastros». Estas imágenes, protagonizadas por niños, documentan el desarrollo del taller del fanzine homónimo dirigido por Diego Loja, Israel Muñoz, David Pacurucu y Elizabeth (Suamy) Vallejo en un barrio de Cuenca, el 19 de Junio, significativamente conocido como Barrio Pobre, en noviembre de 2013. En aquel taller se invitó a los niños a reflexionar sobre el barrio o a soñar en un entorno mejor del poco privilegiado en el que habitan. Una vez decidida la resolución de las dos paredes, la tercera, en la que se encontraba un monitor en el que se emitía un breve documental sobre el mencionado taller y, a continuación, un conjunto de performances de Juan Carlos Paredes, fue dedicada a albergar en el espacio restante materiales generados en el mismo proceso de trabajo de montaje, tales como planos, croquis o bocetos, así como resultados destacados de algunos de los talleres que se iban realizando o las páginas de los periódicos en que iban apareciendo, con inusual frecuencia, reportajes sobre Hazlo vos mismo2. Dos de los muros de la sala 4 ofrecían obra bidimensional adherida. En uno de sus muros mayores, Diego Zambrano (Daza) presentó La jaula (2014, acrílico y espray sobre tela, 60 x 50 cm), una representación de un cóndor en una jaula china en la que se leía en sinogramas transcritos sobre etiquetas el verbo “vender” (出售 chūshòu), una nítida referencia Arriba: Taller de pegatinas al proceso económico abierto entre Ecuador y ChiAbajo: Tuco remata el mural de la sala 4 na en la actualidad. Del mismo modo, las dos obras de Enrique Núñez (Ricky), Sucumvirus, II (2014, acrílico sobre papel kraft, 300 x 100 cm) y No-encaja, II (2014, brea y acrílico sobre cajas de cartón, 78 x 56 x 45 cm) constituían declaraciones expresas sobre la amenaza que se cierne sobre las comunidades indígenas del Oriente ecuatoriano debida a los procesos extraccionistas. En el primer caso, la representación de una indígena, aureolada con el logotipo de Texaco es manchada por capas de pintura arrojadas sobre ella, siendo la de color negro, como el petróleo, la superior, sepultando la figura bajo esa tonalidad y esa materia. La obra confeccionada en cajas representaba en la cara frontal y la posterior sendos retratos de comunidades indígenas. Salvo por el empleo de acrílico rojo para el maquillaje de sus rostros, las figuras están pintadas con brea, un residuo de destilaciones de alquitranes o del petróleo, reuniendo, así, de una manera imposible el crudo y la supervivencia de los usos y prácticas de estas comunidades. Las cajas eran susceptibles de ser manipuladas por los participantes de la muestra y regularmente cobraban su disposición original, gracias a la voluntad de otros. Junto a la pintura de Daza y la obra de pared de Ricky completaban el muro dos obras de la serie de Juan Ángel Vélez (Chilalo), «Bestiario», concretamente las numeradas como 4 y 5 (2014, acrílico y espray sobre cartón, 228 x 122 cm y 80 x 122 cm, respectivamente), en la que, en un lenguaje gráfico urbano, Chilalo denuncia el atavismo de muchos de los comportamientos de los seres humanos. Uno de los muros menores de la sala 4 cobijó el proyecto de Suamy Jugando a ser otro, para el que se construyó una suerte de vestuario empleando tubos plásticos y lonas negras. En el interior, dotado de un espejo, para lo que se recurrió a uno que había decorado Tuco anteriormente para otros fines, se hallaban numerosos elementos de vestuario con los que los interesados podían disfrazarse. Una vez fuera del vestuario, Suamy tomaba fotografías polaroid a los participantes, que iban siendo colgadas en el exterior de la misma estructura. Completaban el muro dos obras bidimensionales. En Autorretrato (2014, recortes de periódico encolados sobre mdf, 80,5 x 70 cm), Pancho Rojas se representaba recogiendo con sus manos su cabeza cortada, tendida sobre el piso. Para la obra se sirvió exclusivamente de recortes de periódico, acondicionando los diferentes campos de tonalidad a la mayor densidad de tinta de cada uno de estos recortes. Judas Cava procedió en Sentirse uno y diverso (2014, técnica mixta sobre papel sobre cartulina, 77 x 110 cm) a la emisión de un palimpsesto en el que, sobre una tipografía mecánica consistente en algunas pruebas de imprenta de un libro sobre arte ecuatoriano, dispuso un mensaje empático empleando, como reza un verso del célebre


pasillo de Julio Jaramillo su “tinta sangre del corazón”. Las obras de Pancho y Cava, que comparten la presencia de textos impresos, se presentaron juntas. Casi la integridad de las obras pintadas (salvo la de Daza y la de Pancho), así como la instalación manipulable de Ricky, fueron realizadas expresamente para la exposición museística que formaba parte del proyecto Hazlo vos mismo. El restante muro mayor de la sala 4, que el día de la inauguración se presentaba por completo vacío, fue siendo ocupado por los dibujos de gran formato producidos por los participantes en las diferentes sesiones del taller de pegatinas murales, dedicándose el segundo de los muros menores a un mural que fue concluido en menos de dos jornadas de trabajo. Se comenzó a realizar a las cinco de la tarde de la antevíspera de la inauguración, pues la autorización del museo, que auspiciaba la pintura para el mural, no llegó sino hasta entonces. Después de jornadas maratonianas en las que recibimos la colaboración de numerosos amigos y voluntarios, el mural, de más de ocho metros de longitud, estuvo concluido para la inauguración. La idea inicial del mismo fue responsabilidad de Daza, aunque la composición varió sensiblemente en la versión final. Presenta el rostro de una figura antropomorfa, confeccionada en relieve mediante cartones, sacándose cosas de su cabeza (un collage de textiles), abierta por la mitad. Podría recordarse un término del argot juvenil ecuatoriano, “cranear” que hace ostensible por su metáfora, la actividad de “pensar”. En efecto, Hazlo vos mismo ha sido una invitación lúdica a una reflexión sobre los procesos críticos sin cuento abiertos en nuestras sociedades. Hazlo vos mismo. Actividades en el interior del museo En lo que se refiere a las actividades desarrolladas en el interior del museo, las efectuadas más regularmente y para un mayor número de participantes fueron los talleres de fanzine y de pegatinas. Suamy y Carlos Paredes dirigieron el taller de fanzine. Después de proceder a una selección de los trabajos desarrollados en el mismo armaron un fanzine de treinta y dos páginas para su distribución. Pero, como ocurriera con el taller de pegatinas, dirigido por Ricky, las sesiones multiplicaron su número respecto del originalmente establecido en el cronograma para responder a la voluntad de integrarse en ellos de numerosos visitantes del museo que pasaban a ser participantes del proyecto Hazlo vos mismo. Asimismo, durante la tercera semana de Hazlo vos mismo, y en una sección del Parque Pumapungo, un enclave incaico del siglo XV que forma un complejo etnobotánico junto al museo, se desarrolló, bajo la dirección de Ricky y Pancho, un taller de huertos urbanos.

Carlos sostiene la pancarta en la Gratiferia


Quille impartió un taller de serigrafía en sesiones vespertinas entre los días 16 y 18 de diciembre, ofreciendo un pequeño avance del mismo en la jornada inaugural del proyecto. Fue, como se afirmaba anteriormente, el responsable del logotipo de Hazlo vos mismo, así como del diseño de un humorística malla que serigrafió en numerosas camisetas. Bajo la imagen de la Virgen del Cisne, una de las más veneradas en Ecuador, se lee la inscripción “dejen cuidar la guagua” (déjenme cuidar del Niño) rematada con el nombre del proyecto, Hazlo vos mismo. Una invitación humorística a un compromiso activo con la resolución de los propios problemas de la vida cotidiana. Hazlo vos mismo. Actividades en las afueras del museo En el exterior, además del desarrollo de la pintura mural en un espacio de más de cien metros de longitud, resuelto en su concepción formal por Daza y Tuco, la gratiferia, coordinada por Carlos Paredes conoció una amplia participación ciudadana. La gratiferia tuvo lugar desde las diez de la mañana de los días 20 y 21 de diciembre en la explanada de acceso al museo. Carlos animaba a la participación de los viandantes o de aquellos a quienes había invitado los días previos mediante el reparto de volantes con el lema “Regala lo que ya no uses. Llévate lo que necesites” (el mismo que rezaban los volantes), escrito en una pancarta que portaba durante las largas jornadas en las que se desarrolló. Cada persona que llegaba a las mesas sobre las que estaban dispuestos los objetos donados era invitada a seleccionar uno para llevarse completamente gratis. Carlos invitaba a los beneficiarios a proceder a una suerte de intercambio de dones, un gesto, un símbolo con el que, elegido libremente, manifestara una cierta reciprocidad a la dádiva recibida, “puede ser un abrazo a alguien”, gustaba de poner como ejemplo. Después de haber fondeado el muro, el diseño del mural se resolvió el día 12. La autoría intelectual del mismo, y la dirección de su ejecución, correspondió a un tándem magníficamente avenido formado por Daza y Tuco. Coincidiendo con el cierre del programa Hazlo vos mismo en el interior del museo, el mural fue concluido el 28. La resolución formal del mismo consistió en una composición simétrica en la que dos gigantes pétreos yacentes orientaban sus pies hacia el término central, en el que se representaba el sol, al que un solitario hombre rendía culto. El conjunto estaba formado por pequeñas comunidades campesinas recolectoras de maíz en una existencia idílica, adánica, en la que la fauna no se encuentra ni siente amenazada. Dos aspectos han primado en el conjunto del proyecto: el carácter lúdico y una conciencia crítica de la economía. El primero se consideró idóneo para la introducción de esta práctica dialógica en la ciudad. El segundo se manifestó de mil maneras, mediante la donación de materiales para la realización de esculturas, o de objetos, particularmente de vestuario, para la gratiferia o el uso de materiales reciclados en numerosas ocasiones. Y no pueden dejar de recordarse con gratitud sincera las donaciones que el colectivo recibió para la adquisición de pinturas y latas de espray sin las cuales habría sido imposible concluir el gigantesco muro. Una refrigeradora averiada se transformó en una estantería que cobijó la donación y trueque de libros, dispuesta en un espacio privilegiado: el punto exacto que comparten las salas 3 y 4 con el patio central del museo. El servicio permaneció activo desde los días mismos del montaje y durante la integridad del horario de apertura del museo. Hazlo vos mismo hubo de modificar en ocasiones el cronograma de sus actividades para resolver diversos inconvenientes, en particular, los derivados de la ausencia de unos auspicios para la adquisición de pintura y de permisos municipales para la ejecución de pintura en espacios urbanos, que nunca llegaron. Pero también amplió notablemente el número de los compromisos adoptados en el calendario, respondiendo al entusiasmo de diversas iniciativas, como la invitación recibida a participar en el I Congreso Internacional E@ el 16 de diciembre en la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Cuenca, que agradecemos a su organizadora, Ángeles Saura, quien conoció el proyecto en el museo tan sólo cuatro días antes. Del mismo modo, Hazlo vos mismo se desplazó a Machala, ciudad natal de muchos de los integrantes de Lakomuna, el lunes 22, para participar en una presentación ante jóvenes artistas machaleños, comenzando así la urdimbre de unas colaboraciones que confiamos establecer con otras ciudades. El arranque cuencano de Hazlo vos mismo ha sido, por encima de todo, una demostración de lo imperioso que la compañía de experiencias, habilidades, saberes y afectos resulta en un mundo como el nuestro, amenazado por el desierto de la homogeneización, de lo prefabricado, de lo programado, de la ansiedad egoísta, en fin, de la economía predatoria, insensata que parece conducirnos al matadero. Hazlo vos mismo, ninguno de cuyos actores ha percibido remuneración alguna, ha sido una constatación de que los ejercicios artísticos al alcance de todos, además de lúdicos, pueden enseñarnos modos alegres de ejercer diferencias que suman.

1 El perfil de sus miembros resulta heterogéneo. Si bien es cierto que muchos de ellos comparten su paso por la Facultad de Artes de la Universidad de Cuenca, ninguno de ellos había egresado de la misma en el momento en que se desarrolló el proyecto. Algunos de ellos abandonaron la facultad largo tiempo atrás. Además de artistas visuales, el colectivo está integrado por artistas urbanos sin formación artística académica, como el mencionado Tuco, que es técnico mecánico automotriz, y por otros miembros que proceden de la música o el pensamiento de las artes. 2 Deseamos agradecer a los medios de comunicación, tanto escritos como radiofónicos y digitales, cuencanos el interés manifestado por el proyecto. En especial a la periodista Brígida San Martín, quien dedicó al mismo nada menos que seis entregas en el diario El Mercurio.


Ahora Ahora


Ahora


La poesía visual y lo que el arte ya sabe Wilson Nieva

Un poquito de barro. Un pedacito de cartón. Una bolsita llena de agua. Un abismo. Migas de borrador. Un basurero de luz El asteroide B 612 El mar adriático Adrián Gaitán He decidido escribirte porque me agrada la idea de que te limpias el culo con todo, porque sé que has recibido tanto rejo del medio, que te da lo mismo una opinión más o una puñalada menos. Afortunadamente creemos en las mismas ideas pero con opuestos signos de puntuación; eso nos pone en desacuerdo casi con todo; aunque esa diferencia es un complemento y una distracción que permite que las cosas se hablen, que se excedan los insultos y que el barco flote en alcohol. La siguiente es una serie de capítulos y escenarios en los cuales tocamos temas y conversaciones que considero necesarios para comprender el panorama de la plástica local. Una manera de convertir los recuerdos personales en experiencias colectivas:

Un look intelectual (O los nuevos poderes de Súper Ratón)

Estábamos bebiendo, hablando de arte. Estabas preocupado por las nuevas generaciones de artistas, que querías ponerte disfraz de profesor y ayudar a las almas desamparadas que se metieron a estudiar artes; que el sistema educativo no basta y que es necesario nuevamente recurrir a los art stars para solucionar el problema. Yo me reí un rato porque siempre hemos considerado a las instituciones y la docencia como de último recurso, además porque no se te ve para nada la postura altruista. Te decía que las cosas en Cali en términos de obra no prosperan, o no maduran es porque sencillamente todo tiene una actitud muy facha, es pura postura. La práctica artística es asumida como un look intelectual; como los engalles que se le puedan hacer a un carro traqueto. Una actitud hacía el arte, como si este fuera a reemplazar la bandita de punk que nunca tuvo éxito. Un estrellato hacia la inutilidad de las cosas. Capricho blanco sobre futuro en blanco. Entonces, cada pieza termina siendo una chispita insignificante, agarrada de nada porque no se respeta la historia de la humanidad, ni la del arte, mucho menos la de los objetos con los cuales la gente trabaja. Una constante masturbación con la vanidad carente de imaginación que no permite que las cosas sean otra cosa. El objeto porque sí, como si estuviera solo en el mundo. Que todos se comieron el cuento que un ready


made es simplemente trasladar un objeto de un lugar a otro, pero dejaron el pensamiento estancado en la irreverencia. Cuadro negro sobre contexto negro. Ya estábamos ebrios. Pero había más veneno que alcohol en la sangre. Sentados en un andén, al frente de Bourbon, en Granada. Como además estabas puto con tus amigos, les dijiste que eras más poderoso que todos ellos juntos; e inmediatamente se me vino a la cabeza la imagen de Súper Ratón. Fue muy grato cuando meses después, me mostraste tu nueva billetera, efectivamente con la imagen impresa del superhéroe orejón. La que te enviaron de Londres. Obviamente esa noche te mandaron a la mierda.

La única obra de arte (El aura estancada en los estancos)

Esto fue un viernes. Recién habías prendido la moto alcohólica. Acababas de exponer unos ángeles horribles en Casamata para el Salón Regional; horribles en el sentido que la imagen era demasiado ingenua para los materiales con los que estaba hecha, y solo aprovechó de ellos su fealdad. El ambiente estaba lleno de inconformidades, exigencias, roscas y resentimientos. Como es normal en estas situaciones, nadie decía nada de nada; pero vos estabas estresado e inquieto, sabías que habías pisado bastante mierda y que te costaba quitártela de encima. Después de comprar el chorro en el estanco del paisa, en el gato, te acercaste a mí y me dijiste: “Es que si un artista se atreve a hacer algo, debe ser algo único, una sola y única obra que aborde y consuma todo su ser y su pensamiento” Te dije que me parecía que como muchas otras cosas, funcionaba como literatura, como un ideal creado desde la teoría sin contemplar la práctica, que materialmente es contradictorio, ingenuamente paradójico.

“De pronto al lado mío aparece el desierto, mi madre que es mi hija me traduce el viento, esquivé la rutina con mis ojos de lince, lo siento en mi pecho, soy el último eclipse” I.K.

Sí. Ingenuamente contradictorio porque no creo que la obra de un artista se restringa a un solo objeto, a una sola puesta en escena, así esta fuera su muerte. Te dije que es indispensable al hablar de unidad, citar a Giordano Bruno cuando afirma que la unicidad de las cosas está compuesta de infinitas unidades, cada una con infinitas posibilidades de ser. De esta manera por muy poético que suene, cada obra de arte es una y todas las obras al mismo tiempo. A manera que le sucede a los escritores, cada novela, es la misma novela, una rosa, es una rosa, es una rosa… El paisa trajo más cerveza. Entonces me hablaste del aura de Benjamin, con el fin de buscar un momento en tu obra que condense todo el poder de todos los mundos infinitos existentes en todas sus unidades, pero te dije que eso es como querer que todas tus borracheras anteriores y futuras quepan en esa única borrachera del viernes. Me puteaste y dijiste que yo te refutaba la literatura con más literatura, yo afirmé que lo que por agua viene, por agua se va; así que nos limitamos a insultarnos un par de minutos más y mejor nos pusimos a hablar de música, de un disco de Illya Kuryaki que nos gustaba mucho y de lo bien que estaba el tequila.


Y lo que el arte ya sabe

(Vos tenés un parcero que es igualito a Robben)

Tu apartamento aún estaba hirviendo por el quilombo del robo de tu celular, de las cervezas y de las botellas rotas por todo el piso. Y para cambiar de ambiente salimos junto a dos amigos del parche, a comprar más birra; discutiendo sobre la propuesta de un artista emergente cuya obra era demasiado similar a la de un artista ya posicionado; hablamos sobre la apropiación, la copia, la ciega coincidencia y cosas de esas. Esos temas dieron lugar a otros. El autoplagio por ejemplo. No el auto-sabotaje que refuta su propia creación para que esta evolucione. No. El autoplagio, la incapacidad de producir algo nuevo y terminar imitándose a sí mismo, haciendo la del perro que intenta morderse la cola sin avanzar ni retroceder, moviéndose mucho pero a la vez quieto, al principio divertido de ver, luego, ya es muy aburrido. Sin aportarle nada al medio. Creo que el arte, sea lo que sea, es algo que brinda eternas posibilidades de hacerse y deshacerse, pero al mismo tiempo es prudente volverle otras a manera del trueque igualitario que se considera sano en cualquier relación. Quien no aporta nada, es porque anda canaleando concepto, facha y obra. Cuando pedimos más cerveza, nos dimos cuenta que estaba casi finalizando el partido entre Holanda y México, los manitos estaban ganando el partido pero los naranjas empataron al final del segundo tiempo, y al minuto y medio del tiempo suplementario aparece el genio de genios: Robben, y en una ejemplar gambeta le cometen falta. ¡Penalti señores! ¡Gol de Holanda hijueputa! Y así, agónicamente, en un partido de infarto Holanda eliminó del mundial a los mejicanos. Al finalizar el partido te dije: -¡Adrián, vos tenés un amigo igualito a Robben! Y contestaste: _Jajajajaja, si parce, se llama Juanfer. El mar adriático y el azul del rey Sé que los anteriores solo son tres tristes episodios de las innumerables choco aventuras que componen tu historia, pero que por ahora me parecieron adecuadas para reconocer actitudes y posturas que suceden en el medio. Me parece grato conocer tu trabajo y profundizar en berrinches teóricos a partir de él. Cuando el aire es demasiado plástico, y hay más alcohol que sangre en las venas. Amísti. Gonorrea. Adrián. Con aprecio. Wilson Nieva.




Portales temporales Daniel Salamanca

Por años he pensado que las máquinas para viajar en el tiempo sí existen y que se nos presentan de manera insospechada bajo formas que mucho distan de autos futuristas o de recámaras para tele transportarse. En cambio, aparecen de manera simple, breve y bajo disfraces ordinarios que usualmente obviaríamos si no fuera porque siempre cumplen su más intrínseca función: permitirnos navegar en la memoria pasada, presente o futura.





Schafe Schwarze El 22 de enero del año 2006 instalé una bola reflectante y dos proyectores puntuales conectados a un reloj conmutador en el tercer piso de un edificio abandonado, que había sido anteriormente la jefatura de policía de la ciudad de Fráncfort. En ese tiempo yo tenía un taller en aquel edificio, que quedaba al otro lado de la calle de mi apartamento. Un día encontré un armario lleno de llaves para casi todas las puertas del edifico. Buscando hallé las llaves respectivas para el cuarto, que quedaba justamente frente a un cuarto de mi apartamento. Fácilmente pude entrar y vi que no había casi nada adentro, únicamente un mapa grande de Fráncfort en la pared, un lavamanos y un espejo. Después de haber instalado los objetos en el edificio abandonado, cerré la puerta con llave y hice la misma operación en el cuarto de mi apartamento frente a la anterior jefatura. Desde el atardecer hasta la aurora se veía una situación duplicada: En intervalos irregulares se prendían la bola y los reflectores. Se veían suaves reflexiones de luz de ambos cuartos sobre la calle. El 6 de febrero entraron cuatro hombres jóvenes a ese cuarto tumbando la puerta. Vi la operación desde el otro


lado de la calle y reconocí algunas personas del barrio que no me conocían. En secreto logré entrar nuevamente después de una semana en aquel cuarto, pero por otra puerta. El escenario se había transformado completamente. Habían una mesa, varias sillas, un sofá, una nevera, unas matas y los nuevos habitantes habían bajado las persianas americanas y aparte negrearon las ventanas. El espejo lo habían puesto en la mesa y en la pared habían escrito Schwarze Schafe Club. Pude observarlos clandestinamente festejando y rumbeando muchas veces hasta altas horas de la mañana, ya que las luces del globo prendidas y las ventanas livianamente abiertas delataban si el Club se mantenía vivo todavía. El Schwarze Schafe Club ya no existe hoy día.

Una bola reflectante, dos proyectores puntuales, reloj conmutador, edificio abandonado, personas. 2006 *Club de las ovejas negras (CON) Jan Lotter Benavides

Club (S SC)*


síhay show! Desde mis experiencias personales, de mi identidad y de mis desplazamientos voy construyendo mi propio imaginario sirviéndome de soporte para explorar mi singularidad sin perder el sentido del humor. Un humor crí1co que me lleve a cuestionar mi lugar, teniendo en cuenta lo que el contexto permite pero también lo que ese contexto no permite. Sondeando los límites de lo aceptable y de lo inaceptable, de lo pertinente y lo impertinente. A partir de estos cuestionamientos empiezo a armar mi trabajo, sin afirmar nada sino para generar interrogantes y respuestas a esas preguntas. Desde hace cuatro años que llevo fuera de mi contexto Latinoaméricano. El hecho de estar inmerso en un medio cultural con códigos muy distintos han hecho que me pregunte de que manera podría comunicar he interactuar en un contexto “nuevo”. Y para esto el vídeo y el arte de acción ha servido para interactuar, conjugando lo mío con lo otro, a través de gestos o simples comentarios. Permitiéndome explorar las geopolí1cas y las corpo-­polí1cas, discursos que giran en torno a relaciones espaciales, topológicas, físicas del desplazamiento y descentramiento. Utilizando mi cuerpo como un medio activo para crear significados, lo cual no es una cosa abstracta si no una cosa real, concreta, cargada de sentido para quien lo percibe o lo vive. Básicamente lo que hago es ir cartografiando mis trazos cotidianos, como una manera de adentrarme y descubrir mi entorno. El caminar me sirve como vehículo de reflexión/observación, la mirada como herramienta para ver detalles y huellas diarias de la existencialidad perdida. Este ejercicio se aproxíma a una forma de

Animals, Vídeo, 00:58 sec-25fps, 2014


JorgË R. NÚñ e z subjetividad y creación que están pensadas para descubrir y representar la ciudad desde una perspec1va diferente que absurdamente voy desafiando. Mis acciones son una respuesta a una llamada cómica que abre mi trabajo desde una mirada potencialmente amplia qué a través de construcciones juguetonas a veces de un dramatismo cómico me permite conectarme con el espectador a con migo mismo. El concepto esencial de estas acciones no es solamente hacerme sentir sujeto en el interior de un ecosistema, lo que quiero es lograr una estrategia en la cual como sujeto, altero deliberadamente mi apariencia exterior para franquear las barreras ambientales. En estos vídeos quiero incluir acciones donde se entra, se “pasa a través” y se moviliza. Es también una declaración de una disonancia entre las tantas identidades pre-­ establecidas, ejemplo: Uno llega a un cierto ambiente con sus códigos y se comporta de un modo extremadamente divergente en relación con este ambiente. Lo que uno hace es interpretar el drama interior vívido todos los días por aquellos que residen en esa ciudad. Este sentido de diversión no se relaciona simplemente con un sentido del humor sino también implica el tratamiento antagónico del espacio de una manera poco convencional o incluso absurda. Es importante aclarar que no se trata de registros “performáticos” si no de acciones de las cuales resultan “obras” objetuales como esculturas, lienzos, video/instalación, etc. El trabajar desde diversas tradiciones e imaginarios incluso desde la contradicción hacen emerger esos problemas. En otras palabras las contradicciones son la prueba de algo. Si no se habla de ellas, son aplastadas, reprimidas y se produce un vacío permaneciendo en lo periférico de la estructura formal.

Tren, Vídeo, 4:16 min-25fps, 2014


Fredy Quinayas

Nido en alambres y baño de oro, rama de árbol seca, Dimensiones variables, 2014. La pieza se basa principalmente en una rama seca de un árbol y un nido construido con alambres y con una baño de oro, a semejanza de un nido real es decir un nido natural. Esta pieza aborda la relación de ciertos materiales usados en la arquitectura doméstica para exacerbar un estatus mediante la utilización de los mismos, elementos usados confusa en busca de un plus inherente a la historia y a la cultura narco, generando unas tipologías poéticas y fenomenológicamente particulares.






Vร RTICE Wallace Masuko La propuesta consiste en intervenir de manera aleatoria varias hojas del interior del cuadernillo con la imรกgen de una elipse realizada por medio de un sello. Esta pรกgina contiene una imagen referente de la elipse.


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