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Direcciรณn, redacciรณn: PAOLA SALLUSTI C.I. 25474755
PODER EDIT FEMENINO La lucha de los sectores feministas (en su mayoría llevada a cabo por mujeres pero también en muchos casos acompañada por hombres) tiene que ver con la idea de que la mujer es dueña de su cuerpo, su mente, su vida y su historia y por tanto el hombre ni ningún agente externo tiene poder a decidir en ningún aspecto de ellos. Aquí entonces este tipo de movimientos es esencial para asegurar que sectores desprotegidos de la sociedad puedan acceder a derechos de todo tipo que hasta el momento puedan estar negados o incluso anulados.
FEMINISMO ES IGUALDAD El feminismo es un movimiento sociopolítico que busca una igualdad de derechos entre hombres y mujeres, pero existe una clara campaña, en ocasiones abierta y en otras más velada, desde grupos y organizaciones de derechas que aún hoy siguen defendiendo valores machistas y heteropatriarcales. El peligro de este ataque es que el discurso cale en la sociedad de tal forma que esta asuma ciertos términos y aforismos como de uso correcto. Mientras tanto, las mujeres siguen sufriendo violencia física y verbal, siguen siendo estereotipadas y utilizadas como objetos; las niñas son hipersexualizadas; determinados colectivos contemplan el usar los cuerpos de las mujeres como meros canales para la compra de bebés; se continúan aceptando los celos posesivos como algo habitual de una relación amorosa y sigue habiendo un porcentaje de desprecio frente a quien intenta combatir los micro machismos. Y si, además de mujer, eres joven, inmigrante o tienes alguna clase de discapacidad o diversidad, el nivel de desigualdad puede ser mayor respecto a quienes no tienen alguna de esas condiciones .
INFO
¿ERES FEMINISTA? En los últimos años, los movimientos feministas han atraído una atención significativa en Europa y América del Norte. Entonces, ¿por qué tantas mujeres jóvenes dicen que no se identifican con el término? Según una encuesta llevada a cabo en Reino Unido y en Estados Unidos, menos de una de cada cinco mujeres jóvenes se etiquetaría a sí misma como feminista. Es una cifra sorprendente, debido a que el feminismo y la defensa de los derechos de las mujeres en la búsqueda de la igualdad entre los sexos han ocupado mucha atención últimamente. Un día después de la investidura de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, millones de personas en todo el mundo se unieron a la Marcha de las Mujeres 2017. Uno de los objetivos principales era defender los derechos de las mujeres, que muchos sentían amenazados. Otro momento clave fue cuando más de 80 mujeres denunciaron por acoso sexual al productor de cine Harvey Weinstein, alegaciones que él niega.
#MeToo y otros Los movimientos online también han ganado notoriedad. La actriz Alyssa Milano sugirió que cualquier persona que haya sido "acosada o agredida sexualmente" debía responder a su tuit poniendo "#MeToo", resucitando un movimiento iniciado por la activista Tarana Burke en 2006. Medio millón de personas respondieron en las primeras 24 horas y el hashtag se ha utilizado en más de 80 países. Muchas otras celebridades han abrazado públicamente el feminismo, incluidas las actrices Emma Watson, que lanzó una campaña de igualdad junto con Naciones Unidas, o la presentadora británica Jameela Jamil. Movimientos como #sexismodiario y la célebre charla en Ted de la escritora Chimamanda Ngozi Adichie, "Todos debemos ser feministas", también han sintonizado con millones de personas.
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UNA SIMPLE MINORÌA Según diversos sondeos realizados por YouGov y otros institutos que llevan a cabo encuestas de opinión, sólo el 34% de las mujeres en el Reino Unido se definen feministas. En otros países no va mucho mejor: en Suecia, patria de los derechos de las mujeres, el feminismo atrae al 40% de las mujeres; en Francia, al 33%; al 29% en Noruega; al 22% en Dinamarca; al 17% en Finlandia y en Alemania sólo al 8%. El hecho es un poco desconcertante, Si se considera que más del 80% de las mujeres sostiene que "hombres y mujeres son iguales"; otras concuerdan en condenar el sexismo, y aun así, cuanto más baja el nivel de instrucción de las personas encuestadas, mayor es la tendencia a rechazar la etiqueta feminista que, sin embargo, "defiende" todas estas causas. La culpa sería de los viejos estereotipos que "asocian el término 'feminismo' con el odio a los hombres, el ser lesbianas y la falta de femineidad". Pero , no se consigue comprender cómo pueden sobrevivir en el siglo XXI semejantes prejuicios. Puesto que los periodistas de la BBC, al igual que tantas investigadoras y docentes universitarias, parecen vivir más en Twitter que en el mundo real, intentaremos recordar algunos atractivos modelos que la causa feminista ha ofrecido a las mujeres occidentales en los últimos años, y algunas soluciones que ha avanzado para corregir la sociedad patriarcal y machista.
¿Qué se ha hecho mal, o que no se ha hecho, para que haya tanto desconocimiento de su significado? El rechazo al feminismo (al término feminista, pero también a los logros que el movimiento feminista pretende alcanzar, o a las explicaciones que se proponen desde el feminismo) no tiene que ver con nada que se “haya hecho mal”. En todo caso, las razones para ese rechazo hay que buscarlas en las resistencias a cambiar las cosas: en las resistencias de algunas personas (sobre todo de algunos varones) que se aferran a privilegios no legítimos de los que disfrutan (como salarios más altos o puestos de poder) y que perderán si se produce una distribución más equitativa en un contexto dónde las mujeres tengamos derechos; y también en las resistencias de determinados estamentos o instituciones a que las cosas cambien.
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