EL DIARIO DEL JUICIO VIDELA EN CÓRDOBA PUBLICACIÓN INSTITUCIONAL DE PRODUCCIÓN INDEPENDIENTE · DISTRIBUCIÓN GRATUITA · AÑO II · NÚMERO 11 · CÓRDOBA · ARGENTINA · 23 DE AGOSTO DE 2010
EN UNA QUINCENA CARACTERIZADA POR LA INTENSIDAD DEL CLIMA EN LAS AUDIENCIAS, SURGIERON NUEVAS PRUEBAS, Y MENÉNDEZ OBTUVO LA PRISIÓN DOMICILIARIA.
Avances y retrocesos
Ver para creer
EN ESTE NÚMERO ENTREVISTAS: Leonardo Boff y los movimientos sociales de América Latina Página 5
Hugo Cañón, presidente de la Comisión Provincial de la Memoria de Buenos Aires.
El desarrollo del juicio Videla adoptó en las últimas semanas una intensidad inusitada. La visita de distinguidas personalidades nacionales e internacionales, la fuerza probatoria de los nuevos testimonios, el dictado de la prisión domiciliaria a Menéndez y algunos entredichos en el hall de tribunales fueron los hechos sobresalientes de la quincena. Semanas agitadas e intensas se vivieron en el juicio. Sensaciones agridulces se mezclaron dentro y fuera de la torre de tribunales. Por un lado, quedó demostrada esa dosis de impunidad con la que la Cámara de Casación Penal acostumbra favorecer a los poderosos. Esa impunidad se materializó, esta vez, en el dictado de prisión domiciliaria otorgado a Menéndez, quien pudo retornar, luego de dos años, a su casa de barrio Bajo Palermo, donde esperará el desenlace del juicio. Pero esta última quincena tuvo otros aditamentos. Pasó por la sala de audiencias toda una serie de importantes personalidades, que enriquecen y legitiman el proceso con su sola presencia. Entre ellos, el juez español Baltasar Garzón –quien se encuentra suspendido en su cargo por investigar los crímenes del franquismo en España–, acompañado por el titular de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, Eduardo Luis Duhalde, y el presidente de la Comisión Provincial por la Memoria de Buenos Aires, Hugo Cañón. También asistieron miembros del Movimiento Campesino de Córdoba, acompañando al teólogo brasileño Leonardo Boff. Por su parte, la actual embajadora argentina en Méxi-
11
Página 7
ANÁLISIS: La represión en los pueblos del interior cordobés. Por César Pucheta. Página 7
MEMORIA, DDHH Y POLÍTICA:
VISITAS. Eduardo Luis Duhalde, secretario de Derechos Humanos de la Nación, el juez español Baltasar Garzón y Hugo Cañón, presidente de la Comisión Provincial por la Memoria de Buenos Aires, fueron algunas de las personalidades que asistieron al juicio Videla en estas semanas.
co, Patricia Vaca Narvaja, hermana de uno de los fusilados, presenció algunas audiencias. Es evidente que la envergadura que ha tomado la difusión del juicio Videla supera holgadamente las fronteras de nuestra provincia. Entre los testimonios más destacados en estas semanas, se cuentan las declaraciones del ministro de Industria de la provincia, del director del Espacio para la Memoria del Campo de la Ribera, de un legislador provincial, de una médica y también de estudiantes y trabajadores que comparten la experiencia de haber vivido tiempos difíciles en la UP1. Con los dieciséis testimonios de las últimas audiencias, ya
EDITORIAL
El juicio entró en una especie de “meseta probatoria”. Muchos de los hechos investigados ya están plenamente acreditados y el desfile de testimonios sólo aporta diferentes ángulos para seguir enterrando la pretendida inocencia que declaman algunos imputados. Para muchos de ellos el proceso está cerrado, sin embargo el valor reparador que tiene para las víctimas ser escuchadas por un tribunal de la Nación no tiene precio, vale por sí mismo. Junto al caudal de pruebas salieron a flote elementos colaterales, reflejo de la época que transitamos. “Hay que ver para creer”, pareciera que fue la muletilla que pasó por la cabeza de Baltasar Garzón y Leonardo Boff, dos personalidades reconocidas en el mundo entero. La cercanía nos enfrenta a las minucias cotidianas, pero desde lejos se valora este proceso de manera excepcional, única.
suman casi cuarenta los testigos que fueron escuchados por el tribunal. Muchos de estos relatos incriminaron de manera contundente a los dos represores de apellido Pérez, guardias militares considerados responsables de múltiples torturas. También se aportaron pruebas relevantes sobre el asesinato, dentro del penal, de Raúl “Paco” Bauducco. Y se confirmó en estos relatos la existencia de cierta lógica del terror. Una sistemática administración de amenazas, con las que se buscó instalar el pánico entre los presos, quienes vivían su reclusión con la certeza de que cualquiera podía ser fusilado en un fraguado intento de fuga.
Fue esta reciente visita del magistrado español la excusa elegida para montar un escenario inexistente, obsoleto, imposible. Dos nostálgicos de la década del 70 se propusieron generar un clima de disputa, de enfrentamiento, de “crispación”. El hall que antecede la sala de audiencias ofreció una foto de la sociedad en que vivimos. “Viva la falange española” gritaba a modo de insulto hacia Garzón el personaje más nefasto de la semana, Alberto Aprea. La respuesta de las decenas de personas que acompañaban el juicio fue con cánticos, invisibilizando al único seguidor confeso de Menéndez. El episodio no pasó a mayores, pero reflejó la intolerancia de quienes dicen anhelar una justicia “para todos”, y no hacen más que reivindicar, con palabras y acciones, conductas fascistas a las que nuestro pueblo ya dijo nunca más. El otro suceso destacado de la quincena fue el regreso de Menéndez a su hogar. No hace muchos años soñábamos con un relámpago de justicia que lo llevara a pasar un día tras las rejas. Era casi una utopía, pero el “Cachorro” pasó 754 días entre
Cátedras Populares en La Perla. Páginas 4 y 5
CONTRATAPA • OPINIÓN:
Idiotas útiles La historia argentina: una sucesión de entregas del patrimonio nacional por parte de sectores que se adjudicaron la defensa de la patria. POR FRANCISCO PANERO
la cárcel, el hospital militar y la casa de su hijo en Tucumán. Los médicos aconsejaron el calor del hogar por una afección en los pulmones. Al tiempo que genera impotencia e indignación la presencia de semejante asesino, incluso entre los vecinos de su barrio, esto también constituye una muestra más de garantías. Estos juicios son mucho más serios de lo que Menéndez y sus “dignos subordinados” enuncian cada vez que toman el micrófono. Y ellos lo saben mejor que nadie. Lo que genera indignación es la ostentación de poder. Quien lo exhibe es la Cámara de Casación Penal, el reducto pro militar más poderoso entre los que siguen vigentes. Allí se refugian los genocidas. Menéndez tiene cuatro perpetuas, ninguna está firme. La estructura piramidal del poder judicial implica que Casación manda. Y Casación es muy eficiente para otorgar domiciliarias y muy, pero muy lerda para confirmar sentencias. Que el fallo no esté firme implica que si Menéndez muere mañana quedará sobreseído, y la historia oficial lo recordará como un General de la Nación.