EL DIARIO DEL JUICIO VIDELA EN CÓRDOBA PUBLICACIÓN INSTITUCIONAL DE PRODUCCIÓN INDEPENDIENTE · DISTRIBUCIÓN GRATUITA · AÑO II · NÚMERO 19 · CÓRDOBA · ARGENTINA · 13 DE DICIEMBRE DE 2010
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FINALIZADA LA DURA RONDA DE ALEGATOS, LAS PARTES SE APRESTAN A ESCUCHAR EL DICTAMEN FINAL DE LOS JUECES
A un paso de la esperada justicia
EXPECTACIÓN. La sala de audiencias trabajó a destajo en las últimas semanas para concluir los alegatos de fiscalía y defensas y llegar a tiempo a la sentencia.
La ronda de alegatos, uno de los momentos más intensos del juicio, concluyó este viernes, luego de cuatro semanas de intenso trajín. Las fiscalías tuvieron apreciaciones que se diferenciaron en algunos puntos de las querellas, mientras que los abogados defensores dividieron sus valoraciones entre diversas estrategias. Se espera con creciente expectativa la sentencia final, que los jueces del tribunal darán a conocer el 22 de diciembre. La convocatoria pública a participar de esa instancia está abierta. Tal como estaba previsto, la lectura de la sentencia en el juicio Videla será unos días antes de Navidad: el miércoles 22 de diciembre. La noticia fue confirmada en la última semana de la instancia de alegatos, mientras fiscales y abogados defensores exponían sus conclusiones. Hasta el viernes 10 de diciembre a última hora el tribunal escuchó las valoraciones de la defensa, y ese mismo día reafirmó la fecha de lectura de su sentencia. Un día antes, los imputados podrán hacer uso de su dere-
cho a la última palabra. En esta semana, los jueces analizarán detenidamente la prueba recogida y las acusaciones formuladas por las querellas y los fiscales. También tendrán presentes las estrategias de los abogados defensores que, con argumentos políticos y técnicos, intentaron –prácticamente sin margen de maniobra ante la abundante prueba– reducir la pena que recaerá sobre sus representados. De ese análisis surgirá el dictamen final, que zanjará las diferencias
El camino elegido
EDITORIAL
Tan importante como el camino judicial es el camino de la memoria popular. Los juicios son una especie de rituales públicos que permiten, en parte, restituir la confianza en la justicia. Lo importante a rescatar y valorar es que la exigencia de verdad y justicia es imposible sin la participación de los ciudadanos en la construcción compartida de la memoria a partir del conocimiento de nuestro pasado. Cuando falta la justicia, la verdad se niega fácilmente. Los juicios no siempre dan lugar al reconocimiento por parte de los culpables, estos reaccionan justificando su accionar e incluso amenazando a la sociedad. Entonces aparece la impunidad, que ayuda a los poderosos a imponer una versión de la historia y un orden social de acuerdo con sus propios intereses. En estos días hemos sido testigos de la aplicación de una política represiva de corte militar, estos personajes de discurso xenófobo son los mismos que en otras décadas hablaban de eliminar la 'subversión apá-
puntuales en los pedidos de pena exigidos por las partes. Concretamente: si se acumulan los alegatos de los abogados querellantes, el resultado es un reclamo de pena para todos los imputados, con 21 pedidos de prisión perpetua. La fiscalía, en tanto, solicitó cuatro absoluciones totales y exigió la máxima pena para 17 acusados. Los abogados defensores, por su parte, coincidieron en pedir la absolución a sus representados, pero con diferentes estrategias. Algunos, con argumentaciones centradas en temas políticos, invocaron viejas lecturas de la historia endilgando la culpa a las víctimas; otros, más técnicos, hablaron de la prescripción de los delitos que se juzgan. Pero más allá de las diferentes consideraciones legales sobre los hechos, que responden a funciones y roles asignados a cada una de la partes, los alegatos dejaron
trida' y la 'sinarquía internacional'. Los actores sociales son los mismos, lo que cambia es el escenario: por un lado hay un Estado de derecho que abre nuevos paradigmas y, por otro, un grupo de poder que intenta modelos represivos ante los conflictos sociales. Ahora bien, hemos logrado que se lleven adelante estos juicios por delitos contra la humanidad con penas necesariamente contenidas en la legislación del Derecho Penal vigente al tiempo de la comisión de los hechos. El respeto por esta legislación nos ha diferenciado de los acusados. Uno puede pensar, con razón, que las pruebas aportadas son suficientes para solicitar las penas máximas. Pero de ninguna manera se puede dudar del desempeño de los abogados querellantes y del Ministerio Público Fiscal que no han hecho otra cosa que una producción intelectual ajustada al Derecho, y cuando hablamos de este término nos referimos a la ciencia jurídica, no a las reprobaciones éticas, morales o filosóficas que cada uno de nosotros (incluidos los abogados, claro está) podemos hacer sobre los imputados. Es una garantía para todos que no se pueda condenar si existe una duda razonable. En el Día de los Derechos Humanos podemos mostrar al mundo que el camino de la verdad conduce a la justicia.
EN ESTE NÚMERO ANÁLISIS: Las disputas que enfrentaron a Videla y Menéndez Página 3
Los alegatos de la fiscalía Página 3
ENTREVISTA: Carlos Rozanski, juez federal Por Pablo Luro. Página 7
REPORTAJE - LA UP1 HOY:
La cárcel y su contexto en barrio San Martín Páginas 4 y 5
CONTRATAPA • OPINIÓN:
Las miradas de Diana POR WERNER PERTOT