E L D IARIO DEL J UICIO L A P ERLA · C ÓRDOBA · A RGENTINA P · A V · N$ 28 · E 19 A 1 S 2013 · : 1853-8290
LAS AUDIENCIAS DE LAS ÚLTIMAS SEMANAS ACUMULARON LARGOS Y PORMENORIZADOS TESTIMONIOS
R E G P
El sorprendente relato de un testigo imprevisto EL INGENIERO SIMÓN DASENCHICH –EX DIRECTOR DE LA EMPRESA EPEC– RELATÓ EL SECUESTRO DE GRACIELA GEUNA Y EL ASESINATO DE SU ESPOSO JORGE CAZORLA, HECHOS QUE PRESENCIÓ POR CASUALIDAD EN JUNIO DE 1976. GEUNA, POR SU PARTE, PRESTÓ TESTI-
MONIO ANTE EL TRIBUNAL EN UNA LARGA AUDIENCIA DE SIETE HORAS DE DURACIÓN, EN LA QUE DESMENUZÓ EL ACCIONAR DEL TERCER CUERPO DE EJÉRCITO. ENTRE OTROS TESTIGOS, TAMBIÉN TESTIFICÓ CARLOS PUSSETTO, EN VIDEOCONFERENCIA DESDE BARCELONA.
28
Entrevista a Jorge Auat, fiscal de la Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad de la Nación Páginas y · P C P
M P
La historia de la recuperación de los restos de las víctimas del terrorismo de Estado Página
C
Manuel Bomheker
Los prófugos: nuevos casos, viejos problemas
Simón Dasenchich. Durante años retuvo en su memoria los hechos que casualmente presenció en el Área Material Córdoba. Ahora pudo ponerles nombre y apellido.
“En ninguno de los otros países de la región en los que se llevan adelante juicios por estos crímenes los imputados optan por la vía del escape”. P L B · Página
EDITORIAL
Sobrevivientes Sobrevivir no es solamente seguir vivo. Quienes nos llamamos sobrevivientes del terrorismo de Estado podemos hoy hacer algunas disquisiciones acerca del significado sociológico que tiene nuestra condición: el ser parte de una generación diezmada, entremezclada por héroes y demonios. Pero haber pasado por campos de exterminio y estar declarando en estos juicios, significa algo más que estar vivos. Poder relatar de cara a un tribunal de la nación y dándoles la espalda a los represores, los límites de indignidad a los que fuimos sometidos, es posible sólo parándose en la fortaleza de la verdad.
Los juicios como instancia jurídica y pública permiten a todas las víctimas ser escuchadas. Y también es una posibilidad para escucharse. Esto sirve como articulador de una variedad de visiones acerca de cómo participaron o no los prisioneros, quienes estando en situación de denigrante sometimiento y esclavitud fueron obligados a asumir roles que nunca eligieron. Estos debates se van dando en el transcurso del juicio, y creemos que debemos abordarlos. Aunque no le compete a este diario echar a rodar definiciones, sí reconocer que la estigmatización de las víctimas como ‘colaboradores’ es lo que los represores intentan instalar en
sus defensas, negando su condición de víctima y restándole así valor a su palabra. Pero las pruebas surgen a montones. La restitución de los cuerpos, la aparición de fosas, la cantidad de juicios que se llevan adelante en el país son la prueba de que vamos por buen camino, y eso los pone nerviosos. Quienes convivieron con la impunidad se sintieron apoyados desde los monopolios mediáticos y hoy le temen a una Ley de Medios que desnuda sus complicidades. Algunos optan por permanecer prófugos, mientras otros ensayan amenazantes pasos de comedia. Próximos a cumplir 30 años de democracia,
aún queda mucho por hacer. Estos días participamos de un ejemplo electoral a la vez que festejamos la restitución de la identidad de un nieto más. Ya son 109, y seguimos contando. Distinguir las contradicciones es un ejercicio que las Madres nos enseñaron y lo siguen aplicando. Profundizar esta democracia es lo principal, y es una manera de avanzar en la búsqueda de la verdad y la justicia. Aún nos quedan muchos nietos por hallar, muchos prófugos por encontrar y muchas crueldades por juzgar. Pongamos el esfuerzo en lo más importante: vivir con la dignidad que nunca nos pudieron arrebatar.