3 minute read
Taller-escuela Bernardo Legarda
Otro profesor que marca su quehacer artístico desde el punto de vista personal es Fernando Venegas, docente de pintura, que impulsa su confianza y seguridad. De acuerdo con la artista, Venegas es un profesor que se preocupa por el ser humano, de que el alumno adquiriera seguridad en sí mismo, y no solo de que alcance los conocimientos técnicos. Uno de los ejercicios que desarrolla su sentir como ser humano, es cuando Venegas lleva a los alumnos a dibujar al centro histórico de la ciudad, durante la noche. Esta experiencia enfrenta a los alumnos a una cruda realidad social, cargada de pobreza y marginación, pues se encuentran con gente durmiendo en las calles, en los portales tapada con periódico, prostitutas transitando por las calles, etc., imágenes que invitan a la reflexión sobre la condición social y de desigualdad que vive el ser humano (García, 2018b).
Yo era una persona muy retraída, muy calladita, y eso en el arte es un punto menos, porque si eres artista tienes que ser más bien lo contrario, extrovertido para poder salir adelante; entonces me acuerdo de que, con la confianza y el impulso que nos daba, ibas ganando seguridad, y yo pienso que eso a la larga ha marcado bastante en mi seguridad ante la vida (García, 2018a).
Advertisement
En 1988 se gradúa del Colegio de Artes Plásticas de Quito, consiguiendo el título de Bachiller en Artes, en la especialidad de pintura. Inmediatamente después de aprobar el curso preuniversitario, ingresa al tercer nivel de la Facultad de Artes de la Universidad Central del Ecuador, pues la ley establecía tal equivalencia para los alumnos derivados de los colegios de artes. Desafortunadamente estos estudios se ven truncados por la falta de recursos económicos, teniendo que abandonar los mismos al mes de haber iniciado.
En 1989, se hace acreedora a una beca por parte del Museo Guillermo Pérez Chiriboga del Banco Central del Ecuador para realizar estudios de escultura colonial en el taller-escuela Bernardo de Legarda por el período de tres años. La enseñanza en esta institución es clásica, tradicional, de acuerdo con el modelo de los talleres coloniales. Los cursos estaban enfocados en las técnicas antiguas de la imaginería, orfebrería, construcción de retablos, elaboración de muebles de estilo barroco, taraceas, etc., que contrastaban con la educación contemporánea que había recibido en el Colegio de Artes. Las principales materias de estudio eran el encarnado, la policromía, el esgrafiado y el estofado, así como también algunas complementarias como: dibujo técnico, dibujo artístico, modelado, historia del arte y anatomía artística.
Figura 86. Helena García. Trabajo de admisión para el taller Bernardo de Legarda. Talla en madera de cedro, 15 x 9 x 7 cm. 1989.
Fuente: Colección de la artista
“La desvalorización del arte colonial, considerado como un oficio en ciertas estructuras del ambiente cultural, y la visión eurocentrista18, influyó en el criterio empobrecido de lo que era el arte colonial” (García, 2018b); esta situación coloca a la artista en una posición difícil respecto al arte, debido a la falta de espacios expositivos para las expresiones artísticas rescatadas de la Escuela Quiteña, consideradas como artesanía y no como obras de arte.
Sobre este particular, pienso que hay un trabajo impostergable para resarcir criterios que no hacen justicia a esa parte de la historia del Ecuador, porque creo que sin dejar de lado el hecho de que la colonización significó un brutal sometimiento de los pueblos originarios, desdeñar esta parte de la historia de nuestro país representa un pensamiento paralizante, ya que nuestra percepción interna y colectiva del ser no fluye en armonía. Hablar de mestizos como hibridismo a mi modo de ver no es saludable psíquica ni emocionalmente, debido a que nos estanca y merma una importante cantidad de energía y tiempo vital (…). De tal forma que bajo estos parámetros de perspectiva y otros similares pienso que se marginó, quizás sin ser consciente de ello, toda la expresión y el trabajo de artistas y artesanos indios y mestizos de esa parte relevante de la historia del Ecuador… (García, 2018b).
18 Eurocentrismo es cualquier actitud historiográfica, social o intelectual que considera a Europa el centro de la civilización, llegando a identificar la historia de Europa en relación con los otros continentes como la historia universal. Este pensamiento esconde el desprecio de las otras culturas.