2 minute read

CARRETERAS: MEJOR TRANSPORTE

Next Article
HABLA EL DIRECTOR

HABLA EL DIRECTOR

Separemos las obras por su magnitud y como ejercicio mental, si hablamos de hacer carreteras asfaltadas; pensemos que estas insumen un costo aproximado de un millón de soles por kilómetro asfaltado –ojo que no hablamos de abrir carreteras, hablamos de pavimentarlas y hacerlas más eficientes-, idealmente pensemos que, cada departamento requiere en promedio, para esta primera etapa del programa carreteras, unos 300 kilómetros de carretera asfaltada –si se aplican otras técnicas como por ejemplo aquellas con base en emulsiones asfálticas, resultan menos costosas, menos contaminantes y más rápidas de ejecutar. Estaríamos hablando de mover la economía, generando empleo, invirtiendo en el orden de los siete mil doscientos millones de soles, resultado de invertir trescientos millones en cada uno de los veinticuatro departamentos, a pesar de que algunos departamentos tienen resuelto el tema de sus carreteras; cifra manejable para un Estado que incrementa recursos.

Si estos recursos se colocan en un fideicomiso con las garantías del caso y mensualmente se van afectando esos recursos, pagando a los contratistas por avance de obra debidamente supervisado, el sistema avanza, cada carretera puede ser materia de una iniciativa privada, como proyecto integral, estableciendo reglas universalmente aceptadas, de manera tal que cada contratista haga alianza con un consultor que haga los estudios y prosiga con la obra hasta su conclusión, liquidación y entrega. Si falta capacidad empresarial en empresas nacionales, es momento de mirar empresas internacionales, ya es tiempo y debemos hacer un esfuerzo por pensar diferente, hacer que esto funcione significa trabajar para reducir tiempos, de lo contrario no nos sirve. ¿Qué es lo que tenemos? Cada departamento, región o municipio en nuestro país, puede fácilmente hacer un inventario vial a efectos de contar con cifras reales y válidas de lo que realmente tiene y cuanto le falta, de que calidad son sus vías y si estas son adecuadas a la demanda del transporte, sin embargo, si recurrimos a la información oficial, los inventarios denotan grandes desigualdades en cantidad y calidad de la vialidad entre regiones, las deficiencias de la red vial en zonas de sierra y selva son abrumadoras, los tiempos de viaje se han alargado con el consiguiente malestar y perjuicio; y esto hay que atender sin mayor demora. En los países

Advertisement

desarrollados el porcentaje de vías convenientemente diseñadas y asfaltadas es aproximadamente del orden del 75%, mientras que en nuestro país este porcentaje estaría bordeando aproximadamente el 16%, y se insiste en tener carreteras a nivel de afirmado aún a sabiendas que su deterioro es inminente en corto plazo. Este escenario genera un serio problema al transporte en general, los tiempos de viaje se incrementan frente a vías que se encuentran deterioradas y sin mantenimiento y eso sube el costo de operación de unidades de pasajeros y de carga –de ello se aprovechan operadores aéreos que no encuentran competencia en el transporte y cobran precios prohibitivos en sus pasajes- y todo este sobrecosto se traslada al usuario. Las diferencias de costos del transporte para una carretera asfaltada frente una afirmada o una trocha carrozable son interesantes y afectan seriamente el traslado de usuarios y bienes.

This article is from: