La historia de una raza, la raza de un pais
CIMARRร N URUGUAYO Sociedad de Criadores Cimarrรณn Uruguayo
En el inicio de su historia Innumerables documentos hablan de la presencia de estos cánidos y su bravura en la vieja Banda Oriental.
U
n sacerdote jesuita, el padre Gervasoni, en un viaje a las misiones del alto Uruguay y Paraná, en sus cartas Annuas, escritas en 1730 no puede ocultar su asombro y expresa: “No he visto en país alguno, perros en tan gran número”, pero el padre Cattano, otro jesuita que lo acompañó en ese viaje, luego de describir las terribles matanzas de vacunos en la famosa vaquería, agrega: “Mejor sería hacer esos estragos entre los perros Cimarrones los cuales se han multiplicado también, de modo que en todas las campañas circunvecinas los hay y viven en cuevas subterráneas que trabajan ellos mismos, y cuya embocadura parece un cementerio por la canti-
«Dígale a su amo que cuando me falten hombres para combatir a sus secuaces, los he de pelear con perros cimarrones»
dad de huesos que la rodean; y quiera el cielo que, faltándoles la cantidad de carne que encuentran ahora en los campos, irritados por el hambre, no acaben por asaltar a los hombres” Ante este peligro el Cabildo ordena el combate y exterminio de los Cimarrones en toda la campaña, dictándose bandos y organizándose partidas de la muerte. “A mediados del 1788, el Marqués de Loretose aprobó por expreso una acordada del Muy ilustre Cabildo de Buenos Aires, acerca de exterminar en esta capital y su campaña los perros cimarrones.” Las ordenanzas oficiales, según cuenta la historia, dispusieron que era obligatorio que concurrieran todos los hombres “estantes o habit-
antes” de cada pago, pero “además de los vecinos y toda la milicia, especialmente debían concurrir, los muchos que llaman agregados, ociosos o vagos - una clara alusión a los gauchos- y si se negaban se proceda a su arresto “ ”deben remitirse las mandíbulas y quijadas con relación de su número para consuelo del vecindario, y deben también matarse a los perros domésticos, dejando para custodia de las casas un número, sin exceder de cuatro.” Esos perros domésticos deberían permanecer atados, “de modo que no causen perjuicios , como muchas veces se ha experimentado y de noche, cuando pueden ser más útiles , sueltos hasta las horas de la madrugada.
A
comienzos del 1795 “por iniciativa del Alcalde de Primer Voto de Soriano, Juan Bautista Nuñez”, se dispuso una gran corrida a los perros de su jurisdicción. La sombra de la muerte se inició en la barra del Cebollatí y culminó en los Cerros Largos, exterminándose, solo en ese lugar 13 mil animales. Luego, otras partidas llegan a contar con un total de 300 mil perros muertos en esa misma región, último refugio de los cimarrones, pero sin embargo, de acuerdo a partes del Cabildo de Soriano: “gran cantidad de madres con su prole, ganaron los montes del Olimar y las Sierras de Otazo y los Cerros Largos”
además de aquella gran ferocidad, descendientes directos de aquellos que poblaron nuestra campaña, preservados en las estancias del interior del país, especialmente en aquellas linderas al Arroyo Zapallar, en Cerro Largo, han perdido mucho tamaño.
Hoy el Cimarrón es un excelente perro de guardia y de protección sumamente dócil, fiel guardián de su amo y sus pertenencias y un habil trabajador con el ganado, especialmente vacuno. Se destaca ampliamente en la caza mayor, principalmente en la del Jabalí, que puebla los campos Uruguayos en gran número considerandose La historia describe al Cimarrón plaga nacional. Asimismo, el perro como un sabueso criollo, Cimarrón manifiesta un gran apego inteligente, mezcla de galgo y a su amo, tanto como un gran podenco de presa, fuerte, guapo, coraje y decisión en la defensa ligero, listo, gran cazador de mulitas de sus bienes. Estos atributos lo y peludos, de gamos y avestruces transforman rápidamente en un y enemigo de los zorros. Afirman compañero indispensable para las que es un perro gordo y macizo, tareas rurales y en un guardián de reluciente pelo color amarillo o seguro y confiable de las atigrado. Los actuales cimarrones estancias.
De esa época proviene la costumbre de “marcar” los animales domesticados con un corte de orejas, como forma de diferenciarlos de los animales montaraces de orejas enteras (“orejanos”). Muchos hacendados del actual departamento de Cerro Largo conociendo las virtudes del Cimarrón Uruguayo en el trabajo con ganado y defensa de su propiedad comenzaron a criarlos preservandolos del mestizaje. Gracias a ese trabajo de muchos años hoy se puede disfrutar de sus cualidades en nuestro pais y en el resto del mundo.
El reconocimiento internacional de la raza Gracias al esfuerzo de mucha gente y muchos años de trabajo, se logra oficializar la raza nacional.
L
uego de muchos esfuerzos, 20 años después de que se presentaran por primera vez en una exposición del Kennel Club Uruguayo, en 1988 el Cimarrón Uruguayo es reconocido oficialmente por la Asociación Rural del Uruguay y por el Kennel Club Uruguayo. Se crea entonces la Sociedad de Criadores de Cimarrones Uruguayos y en conjunto con el KCU confeccionan el primer padrón oficial de la raza.
Desde ese momento y en adelante seleccionan perros base; estos y las nuevas crías son registrados e identificados por el Kennel Club Uruguayo. Se emprende un largo proceso de arduo trabajo realizado por varias personas recabando todos los requisitos exigidos por la Federación Cinológica Internacional (ente regulador mundial de razas caninas con sede en Bélgica): estudio de diferentes líneas de sangre, existencia de diversas familias sin consanguinidad, estudios de incidencia de displasia, mediciones, pesajes, estadísticas, etc; que finalmente concluyen en 1999 cuando el Sr. Jorge Nallem (entonces presidente del Kennel Club Uruguayo) hace entrega formal de una carpeta con toda esta documentación al entonces presidente de la FCI el Sr.Hans Muller. A partir de ahí se realiza un trabajo en conjunto, con el asesoramiento de las Comisiones Científica y de Estándares de la FCI y cinco años después, en diciembre de 2004, viajan a Uruguay los señores Hans Muller, Presidente de la FCI; Yves de Clerq,
El 21 de febrero de 2006 la raza Cimarrรณn Uruguayo es reconocida oficialmente de manera provisoria por la Federaciรณn Cinolรณgica Internacional (FCI)
Secretario Ejecutivo; Miguel Angel Martinez, Presidente de la Sección de Am. y Caribe y el entonces presidente de la Comisión Científica Profesor Wilhelm Brass, a quienes se les presentan más de 150 cimarrones, así se lleva a cabo una de las ultima instancias, la vista en su País de origen de la raza a reconocer.
Desde 1989 se presentan ejemplares en todas las exposiciones generales organizadas por el KCU y se realizan 20 exposiciones especializadas al año en el interior y en Montevideo. En los últimos años la raza ha despertado un interés creciente en cinófilos de nuestro país y extranjeros, existiendo ya varios ejemplares de la raza en
Latinoamérica y Europa donde la raza se cria y compite en exposiciones internacionales. También existe un Club de Cimarrones en Brasil haciendo una gran labor de promoción de la raza en dicho pais. Este crecimiento progresivo ha sido observado y controlado rigurosamente, cuidando todos los detalles tanto morfológicos, de temperamento y sus caracteres hereditarios.Antes de que un ejemplar pueda ser registrado debe ser inspeccionado por tres jueces especializados de la raza. Uruguay cuenta hoy con mas de 11.000 ejemplares registrados y controlados por esta institución de referencia.
E
n nuestros días, en nuestro país, el Cimarrón se caracteriza por ser un perro de múltiples aptitudes. Por su versatilidad, salud y excelente temperamento equilibrado, es cada vez mas popular en el campo y la ciudad, y se ha convertido en un entrañable animal de compañía para la familia.•
KENNEL CLUB URUGUAYO SOCIEDAD DE CRIADORES DEL CIMARRÓN URUGUAYO
www.kcu.com.uy | info@kcu.com.uy
www.cimarronuruguayo.com | sccu.cimarron@gmail.com
Tel.: 29026278 - 29018155