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Homenaje a mi madre: Laura Martínez, una mujer grandiosa

Cuando se trata de hablar de un ser humano maravilloso, siempre tocas mi mente y mi corazón. Feliz de poder honrarte en vida y poder decirle al mundo lo especial que eres. Mi querida madre. Laura Martínez: un ser extraordinario y una madre ejemplar.

Nacida en la República Dominicana, donde se dedicó durante muchos años a la carrera educativa como profesora de historia. Luego, con mucho esfuerzo, pudo abrir su propio negocio: un colegio donde tenía estudiantes desde primaria hasta escuela superior. Aun amando su carrera y su familia, decide con muchas lágrimas tomar la difícil decisión de dejar su negocio, sus padres y hermanos… todo lo que era hermoso para ella, para marchase a Estados Unidos y brindarles una vida mejor a sus pequeños hijos.

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El supuesto «sueño americano»: al llegar a EEUU se da cuenta que no todo lo que brilla es oro y que muchas veces es mejor trabajar duro por tus sueños en tu país, al lado de tus seres queridos, con tus costumbres y la cultura amorosa que tenemos los latinos.

Una mujer valiente, que con mucho esfuerzo criaba a sus tres hijos sola, en un país extranjero, donde sin tener familia ni apoyo, trabajando muy duro de sol a sol y honestamente… sacaba a sus hijos adelante. A pesar de todos los trabajos pesados que tuvo que hacer, sin hablar el idioma inglés, se ve obligada a trabajar de obrera en una factoría, siempre con la frente muy en alto, siempre decía que no importaba el trabajo siempre que fuera honrado y digno. Para que sus hijos nunca sientan vergüenza de ella.

En EEUU nunca abandonó la ilusión de poder ser dueña de su propio negocio e independizarse. Con mucho esfuerzo abre su propio restaurante en la ciudad de Boston. Verla triunfar y alcanzar sus metas me llenaba de tanto orgullo y de ella aprendí la importancia de ser una mujer independiente y luchar por tu futuro y el de tu familia. Aprendí que nadie te debe nada, que solo tú tienes en tus manos tu presente y tu futuro y que todos tus sueños pueden ser alcanzados, si tienes fe en Dios y en este universo perfecto. Sacrificaste todo por el bien de tu familia. Siempre enseñándonos el camino del bien. Gracias por todas tus enseñanzas de humildad, amor y temor de Dios. Le pido a Dios que te bendiga con muchos años más de vida llenos de mucha felicidad. Yo soy porque tú eres. Has hecho el camino para mí, ahora mis hijos y nieto pueden vivir una vida que vale la pena. Les has mostrado coraje, respeto y amor por sí mismos y por los demás. Y que con el trabajo duro viene mucha grandeza. Creer siempre en ti misma, incluso cuando todas las probabilidades están en tu contra. Luchar por lo que es correcto y nunca olvidar tus raíces. No solo estoy orgullosa de llamarte mi madre, estoy bendecida por ser tu hija.

La palabra gracias nunca será suficiente por todos tus sacrificios. Laura Martínez: mamá, eres simplemente grandiosa.

Andrea Benítez

Kissimmee, Florida, EEUU

María Basilia Galindo

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