Educar a los niños para pensar y actuar de forma éticamente correcta en uno de los
aspectos importantes a tener en cuenta en la educación del carácter. Esto supone
incluir la transmisión de virtudes o fortalezas personales, reconocer y desarrollar re-
laciones afectivas e infundir afecto y temas emocionales y relacionales en el currícu-
lo escolar.