En estos tiempos que estamos viviendo, muchas parejas están atravesando momentos de crisis en su vínculo, motivados quizás por las muchas horas que estamos compartiendo o por la incertidumbre que se maneja a nivel social. En realidad, nos pasamos gran parte de la vida buscando amor y reconocimiento, pero ¿lo hacemos en el sitio adecuado? A veces pensamos que lo lograremos cuando encontramos a esa pareja que vendrá a darnos esa felicidad que tanto soñamos, otras veces, lo buscamos a través de reconocimiento profesional o de estatus social a través de un buen coche, ropa de marca o una casa de la que presumir ante los amigos y la familia. Sin embargo, bien sabemos que al poco tiempo de disfrutar de esas “adquisiciones” nuestra mente y nuestro deseo vuelven a marcarse un nuevo objetivo, y lo que antaño nos hacía sentirnos plenos, ya no nos produce el mismo efecto de plenitud. En las relaciones de pareja también es muy frecuente que, esa chispa e ilusión que nos aportaba nuestro compañero en los inicios de la relación, pasados unos meses y en los casos más afortunados unos años, ya no nos produzca tal efecto. Y en esta fase podemos correr el riesgo de pensar que quizás el amor se ha acabado, nos replanteamos la pareja y comenzamos a mirar hacia otros horizontes que vuelvan quizás a provocarnos ese “subidón”. Pero es precisamente en este momento cuando la relación de pareja puede dar un salto de crecimiento y transformación. Es en esta fase cuando pueden florecer sentimientos tan elevados como la ternura, la admiración, el cuidado del otro, el anhelo de apoyar su crecimiento y el goce de amar más que el de ser amado. Esta fase no está
reñida con la pasión y el buen sexo, pero quizás este no sea tan frecuente como al inicio.
¿Qué tan abiertamente y sin defensas me relaciono? ¿Qué tan dispuesto estoy a comprometerme? A muchos de mis pacientes les aconsejo que planten o se construyan un huerto y extrapolen dicho cui-
"Lo que cura es el amor" Todos estamos en este camino para ser felices y aprender a no sufrir. Y una de las grandes claves para ello, es crecer y madurar emocionalmente . 22 | Junio 2020