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sueltos de la redacción
from Veterinariae 36/2023
by Veterinariae
Emilio Aguirre
Dicen que San Francisco es el patrón de los animales, ¿pero hay alguno específico de los caballos? Hablan de San Martín Caballero, o San Martín de Tours, a San Felipe y a Santiago se encomendaban los domadores porteños, de Buenos Aires; otros dicen que es San Marcelo el protector de los caballos... Acerca de esto, quede constancia acá de un texto inmortal, en traducción de las hermanas Irene y Laura Andresco, que hace referencia al diálogo del hombrecillo Platón Karataiev con quien Pierre Bezujov se encontró en una barraca de prisioneros de guerra. Página 419, tomo II, Guerra y paz, de Tolstoi.
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—Supongo que quiere usted dormir —dijo Platón, empezando a persignarse rápidamente—. Señor mío Jesucristo, santos Nicolás, Frol y Laura. Señor mío Jesucristo, perdónanos y sálvanos —concluyó, inclinándose hasta el suelo.
Suspiró y volvió a sentarse en la paja.
—Dios mío, haz que duerma como una piedra y me levante como un bollo —añadió. Y tendiéndose, se cubrió con el capote.
—Qué oración acaba de decir? —preguntó
Pierre.
—¿Cómo?
—Platón se había adormilado ya.
Veterinario titular por oposición, funcionario, diplomado en Sanidad.
Realizó sus primeros servicios en Castil de Vela-Belmonte de Campos (Palencia), pasando a excedente voluntario en 1965.
Reingresó al servicio activo en el Ministerio de Agricultura, Laboratorio de Sanidad Animal de Gijón donde realizó los servicios de saneamiento ganadero (tuberculosis, brucelosis, peste porcina africana destacado a Sevilla, saneamiento de sementales); análisis parasitológicos, bromatología (pienso, leche, forrajes, etc.) y toxicología.
Colegiado número 391, hace años que se había jubilado. •
—¿Lo que decía? He rezado a Dios. ¿Usted no reza?
—Sí, yo también rezo —replicó Pierre-. Pero ¿qué decía usted de Frol y Laura?
—¡Cómo! Son los santos patronos de los caballos. Hay que apiadarse también de los animales —replicó Karataiev—. Ya viene este bribón para calentarse —añadió al ver que el perro estaba a sus pies. Y después de volverse se quedó dormido. •