1. REFLEXIONES DESDE UN ENFOQUE PSICOLOGICO

REFLEXIONES DESDE UN ENFOQUE PSICOLÓGICO SUSTENTADO EN LA ATENCIÓN A ADOLESCENTES EN EXPLOTACIÓN SEXUAL COMERCIAL (ESC)

DOCUMENTO DE TRABAJO

REFLEXIONES DESDE UN ENFOQUE PSICOLÓGICO SUSTENTADO EN LA ATENCIÓN A ADOLESCENTES EN EXPLOTACIÓN SEXUAL COMERCIAL (ESC)

INDICE

Pág.

Siglas

Introducción 1. La explotación sexual comercial en el Perú. Datos importantes.

2. Consecuencias de la explotación sexual.

3. Historias de vida para compartir y análisis.

4. Reflexiones finales.

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SIGLAS VIH ESC

MIMDES OIT

: Virus de Inmunodeficiencia Humana : Explotación Sexual Comercial

: Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social

: Organización Internacional del Trabajo

OMS

: Organización Mundial de la Salud

RETA

: Sistema de Registro y Estadística del delito de Trata de Personas y Afines

PNP

: Policía Nacional del Perú

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INTRODUCCIÓN VÍA LIBRE es una organización que trabaja en favor del acceso universal a la salud integral con énfasis en salud sexual y VIH, integrando la prevención, la atención y la gestión del conocimiento a partir de investigaciones e intervenciones en el marco de los principios éticos, el respeto a los derechos humanos, la diversidad sexual y la equidad de género; principalmente en poblaciones afectadas y en situación de vulnerabilidad.

A partir del año 2003 hemos desarrollado acciones en la temática de Explotación Sexual Comercial (ESC), cuyo objetivo principal es contribuir a la prevención, visibilización, y promoción de condiciones favorables para disminuir la vulnerabilidad y el impacto de la ESC en el país.

Como experiencia de estos 6 años, se ha desarrollado un documento de trabajo denominado “Reflexiones desde un enfoque psicológico sustentado en la atención a adolescentes en Explotación Sexual Comercial (ESC)”, abordado desde la mirada psicológica esto debido a que las consecuencias en esta área suelen ser muy profundas y difíciles de identificar; si bien no son visibles a corto plazo, a mediano y largo plazo se vuelven evidentes.

Los impactos psicológicos de la explotación sexual son más difíciles de medir, pero por ello no son menos dolorosos para el niño, niña y adolescente.

A partir de estas reflexiones se busca crear conciencia respecto de la necesidad de desarrollar e implementar programas con intervención especializada para la reparación del daño y las secuelas de la explotación sexual comercial, así como también el fortalecimiento de los recursos protectores a nivel familiar y comunitario que permitan la reducción de conductas transgresoras.

Para el desarrollo de este documento se recuperó información primaria y secundaria.

Entre las fuentes primarias hemos considerado los testimonios de los mismos adolescentes y entre las fuentes secundarias tuvimos en cuenta la revisión de la documentación escrita, así como la revisión de material educativo.

El documento ha sido desarrollado en 4 partes. En la primera se aborda la Explotación Sexual Comercial en el Perú con datos importantes; en la segunda se detalla las consecuencias de la ESC en niñas, niños y adolescentes; en el tercero se plasman las historias de vida y el análisis de cada una de ellas y por último se dan algunas reflexiones finales.

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1. La explotación sexual en Perú, algunos datos importantes La explotación sexual comercial constituye una violación de los derechos fundamentales de la niñez consagrados en la Convención de los Derechos del Niño de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y en el Código peruano de los Niños y Adolescentes (Ley 27337).

La ESC se considera una forma moderna de esclavitud y un crimen de lesa humanidad, por la cual la víctima a través de la coerción, manipulación o engaño es tratada como objeto sexual y mercancía, existiendo en muchas oportunidades relaciones de servidumbre y sometimiento por parte de la víctima hacia el explotador.

Partiendo de los datos recogidos en el Plan Nacional de Lucha contra la Explotación Sexual 2006– 2010, el mismo que viene siendo ejecutado por el Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social, se estima que en el país, al año 2006, habría alrededor de 9600 casos de víctimas que se encontraban en la informalidad, ofreciendo sus servicios en la calle o siendo explotadas a través de otras modalidades como la trata de niños, niñas y adolescentes, el turismo sexual y la pornografía infantil. Según este documento oficial, en Lima Metropolitana se encuentra la mayor concentración de casos, llegando alrededor de 5 000, entre los cuales se estima que el 80% son niñas o adolescentes mujeres y el porcentaje restante son niños o adolescentes varones.

En el año 2007, la OIT-IPEC en su investigación “Imperdonable”, un estudio sobre la problemática de la ESC, en las ciudades de Cajamarca, Cusco, Iquitos y Lima recogió que las víctimas de explotación sexual tienen en promedio, entre 13 y 17 años provenientes de los sectores más pobres.

Se debe resaltar que, salvo las cifras recogidas a través de la Línea 100 de casos de violencia sexual, no se cuenta con un sistema cuantitativo, cualitativo, efectivo y a su vez exclusivo, de recojo de casos de explotación sexual comercial a nivel nacional; sólo se cuenta con el Sistema de Registro y Estadística del delito de Trata de Personas y Afines (RETA) de la Policía Nacional del Perú, el mismo que registra sólo casos de trata de personas y tráfico de migrantes, teniendo de enero a abril del 2009 el registro de un total de 198 casos, de este total, el 94% son víctimas de género femenino y el 83% del mencionado total (165 casos) fueron casos de trata con fines de explotación sexual, contando a personas adultas y menores de edad. Así mismo, la PNP ha rescatado a un total de 490 víctimas (462 mujeres, 28 varones), siendo 319 menores de edad (18 varones y 301 mujeres)1.

Como ya se mencionó, es necesario contar con un sistema efectivo que registre casos de ESC y localice lugares donde se está cometiendo este delito, ello con el fin de tomar acciones precisas de protección a las víctimas, sanción a los explotadores y sensibilización a la población en general frente a la tolerancia social.

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Fuente: RETA PNP. Elaboración CHS Alternativo. Mayo 2008

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2. Consecuencias de la Explotación Sexual Comercial Las niñas, niños y adolescentes víctimas de ESC, se encuentran afectadas no sólo físicamente, sino también presentan secuelas psicológicas y emocionales, que arrastran a lo largo de su vida y que se evidencian en sus acciones y elecciones como adultos. Por otra parte existen consecuencias en las familias, en la comunidad y en la propia sociedad.

Aquí presentamos algunas de las muchas consecuencias de la ESC en las víctimas: •El acceso limitado de los adolescentes a los servicios de salud y la falta de información imposibilita que los adolescentes en Explotación Sexual Comercial, adopten medidas de seguridad y utilicen un método anticonceptivo, motivo por el cual son más propensos a: •Embarazos no deseados •Infecciones de transmisión sexual / ITS •Virus de Inmunodeficiencia Humana -VIH y Síndrome de CONSECUENCIAS Inmunodeficiencia Adquirida – SIDA FÍSICAS •Es frecuente que estos adolescentes sean golpeados por los clientes y proxenetas.

•El consumo o adicción al alcohol y/o drogas tiene una relación directa con el contexto de la ESC y que en muchos casos favorece la Explotación Sexual Comercial.

•Los estados de angustia en los que están inmersos, muchas veces se desencadena en insomnio y/o pesadillas.

CONSECUENCIAS FAMILIARES Y SOCIALES

•La ausencia de una conciencia crítica no permite apreciar a las niñas, niños y adolescentes en su realidad de Explotación Sexual Comercial , generándose el: •Rechazo •Desaprobación •Discriminación •Estigmatización

Para el presente documento de trabajo analizaremos las consecuencias psicológicas, por ser considerado uno de los elementos que predispone, mantiene a los niños, niñas y adolescentes en Explotación Sexual Comercial y que requiere un abordaje terapéutico efectivo para estas victimas.

CONSECUENCIAS PSICOLÓGICAS Y EMOCIONALES

•Baja autoestima y autovaloración.

•Vergüenza e incapacidad para salir de la situación (desesperanza).

•Sentimiento de culpa.

•Profundo daño emocional.

•Depresión que los/las puede llevar hasta el suicidio.

•Incapacidad para concentrarse.

•Sensación de vivir en un callejón sin salida.

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La explotación sexual vulnera el derecho de ser partícipe de las decisiones personales, el derecho a decidir sobre su propio cuerpo. Esta problemática de manera simbólica, supone la apropiación del cuerpo del otro para beneficio personal del explotador, pues está utilizando el cuerpo de otra persona que, por ser débil, no tiene la capacidad de decidir al respecto.

El contacto con el cuerpo es una experiencia íntima y cuando es realizado sin deseos por parte de la víctima, de alguna manera supone la negación de la persona, al no poder decidir sobre qué hacer con su propio cuerpo se le niega la capacidad de ser ciudadano, de ser una persona pensante. Este cuerpo, simbólicamente, deja de ser de uno y pasa a ser del otro.

Con esto, se afecta el desarrollo de la identidad, de lo que uno piensa sobre sí mismo y de la manera como la persona va a actuar frente a la sociedad. El cuerpo es la base para que el ser humano se considere persona y ciudadano y, al no tener control o no ser propietario de su cuerpo y no tener la libertad para decidir sobre él, pierde de alguna manera muchas habilidades personales, tales como la seguridad, la estima personal, el respeto por el otro, entre otras.

La víctima experimenta dolor, vergüenza, culpa e ingresa a una desvalorización de sí misma y piensa que no puede cambiar su situación. La humillación y el rechazo son la norma. Dejan de ir a la escuela y al abandonarla ocasionan una cadena de problemas en su vida futura. En casos extremos pueden llegar al intento de suicidio o refugiarse en las drogas y el alcohol. Son personas que se desarrollan con desconfianza e insensibilidad a la sociedad; que ven alteradas sus capacidades de concentración, lenguaje, creatividad, memoria y que no se proyectan hacia el futuro perdiendo toda ilusión de iniciar un proyecto de vida.

Por su condición de vulnerabilidad, lo que les corresponde es buscar alternativas de protección a través del empleo de mecanismos psicológicos como la disociación que les permitirá sobrevivir a tanto dolor.

Precisamente la disociación es una herramienta psicológica que facilita a la persona separar su mundo psíquico–emocional del físico, ante situaciones de extrema frustración.

Esto se acompaña de fugas disociativas, de pérdidas de memoria temporal o selectiva, herramientas facilitadoras del bloqueo del dolor experimentado y que proporciona fortaleza para sobrevivir en un medio adverso. Sin embargo, la depresión es otro mecanismo que se alterna con la disociación al ocasionar, en algunos casos, la incursión en acciones de drogas y alcohol, con el objetivo de mantenerse en estos estadios de enajenación como forma de control del factor estresante.

Por otro lado, el proceso de atribución de autoculpa, depende mucho de las cogniciones, creencias y expectativas de la gente que los rodea, así como de su propio esquema cognitivo; por ejemplo se da el mito: “A ellas (os) les gusta, por eso lo hacen”, el cual causa el odio o rechazo hacia uno mismo por hacer algo que supuestamente les gusta y que es desagradable a la vez, siendo ésta la base para una conducta posterior de autodestrucción.

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Para disminuir su culpa utilizan el mecanismo de la negación, por lo que afirman que es una actividad como cualquier otra, que les permite ganar dinero.

En cuanto a sus emociones, las víctimas sienten terror al identificarlas y en algunos casos invierten dosis inmensas de energía en reprimirlas. En el caso de la ira, si esta se expresa, tienden a dirigirla hacia fuera, siendo agresivas(os) con otras personas, mientras que otras(os) las dirigen hacia ellos mismos, envolviéndose frecuentemente en comportamientos autodestructivos, cortándose y consumiendo sustancias psicoactivas.

Asimismo presentan una afectividad deteriorada, se da un bloqueo de sus sentimientos; sienten temor a implicaciones afectivas, hacen un control hacia la afectividad por miedo a un nuevo abandono o rechazo, por lo que las relaciones interpersonales nuevas que establecen son superficiales y volubles, por el constante temor que sienten al establecerlas.

La depresión, junto con la ansiedad, es el más frecuente de los trastornos de la afectividad.

Su intensidad puede ir desde una ligera tristeza hasta la más profunda melancolía y desesperación. Para aliviar y compensar estos sentimientos tan intolerables, estas(os) adolescentes recurren habitualmente a drogas (estupefacientes y alcohol).

Un elemento que también debe ser considerado es que ellas y ellos aún no han concluido el desarrollo de algunos procesos cognitivos, como el pensamiento, la concentración y el lenguaje. El hecho de dejar de estudiar impide su desarrollo, pues esta actividad no presenta la variedad de estímulos para el pensamiento, el lenguaje, la creatividad, la atención y la memoria –que sí presenta el colegio– y que se necesita para desarrollarse mental, social y emocionalmente. Esto ocasiona que se tornen más vulnerables aún.

Como sabemos, las atribuciones causales de los eventos de la vida y las reacciones hacia ellas dependen de la naturaleza de los eventos y de la manera como son procesados e integrados con el transcurso del tiempo y si estos procesos no han sido desarrollados, hay una inhabilidad percibida por parte del niño o niña para controlar lo que sucede en su cuerpo y en su entorno.

Ajustan su percepción a las reacciones poco favorables que los demás tienen de él o ella. Así mismo su percepción laboral cambia radicalmente; pierden el sentido de la responsabilidad, del cumplimiento y de la productividad para entrar en un estado de apatía, pereza e inactividad. Estas condiciones repercuten fundamentalmente en su recuperación porque les dificulta asumir una disciplina de trabajo y orden. Los motiva más el derroche, la diversión, el baile, la bebida, que su propia salud. (No se preocupan por el mañana).

Las repercusiones en sus relaciones interpersonales tienden a ser posesivas(os), celosas(os) y conflictivas(os), crean sus propios mecanismos de defensa entre ellos mismos y hacia el medio inmediato. Recurren a la violencia para defender su territorio o a las personas que consideran les pertenecen, porque son quienes les brindan el respaldo.

Finalmente, es importante tomar en cuenta las vivencias anteriores que ha tenido la persona. El estilo de vida, las relaciones familiares con las que ha contando desde pequeña(o) influyen mucho, pudiendo “matizar” las consecuencias de la Explotación 11

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Sexual Comercial. En definitiva, una persona que ha recibido afecto desde pequeño y cuenta con recursos personales para salir adelante va a vivir o interpretar la situación de manera distinta a una persona cuyos propios padres no asumieron su rol paterno, siendo esto aprovechado por adultos inescrupulosos, quienes utilizan la violencia y la disuasión como estrategias para involucrar a las niñas, niños y adolescentes en Explotación Sexual Comercial.

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3. Historias de vida para compartir y análisis En el trabajo que viene realizando VÍA LIBRE en la temática de Explotación Sexual Comercial, a través de uno de sus proyectos que labora en Lima Metropolitana, ha identificado dos tipos de Explotación Sexual Comercial: Explotación Sexual Comercial “Permanente”, es cuando la niña, niño y adolescente mantiene relaciones sexuales con un adulto a cambio de algún beneficio económico para cubrir en algunos casos su consumo de sustancias psicoactivas y necesidades básicas, como son: alimento, vestido y vivienda, ya que la mayoría de estas niñas, niños y adolescentes han dejado sus hogares y viven con amigas(os) o con sus parejas y la frecuencia de sus relaciones sexuales es casi diaria, ya que viven el día a día.

Explotación Sexual Comercial “Ocasional”, es cuando la niña, niño y adolescente mantiene relaciones sexuales con un adulto a cambio de vestimenta, alimento o de algún beneficio económico para cubrir sus necesidades recreativas, como son: ingreso a discotecas, cines u otros lugares de diversión, bebidas alcohólicas y sustancias psicoactivas. La mayoría de estas niñas, niños y adolescentes aún viven en sus hogares y la frecuencia es de una o dos veces a la semana o cada vez que requieran acudir a un centro de diversión.

Las historias que se presentan a continuación son historias de adolescentes que se encuentran en Explotación Sexual Comercial “Ocasional”.

Historia de vida de Lulú Lulú nació el 28 de abril de 1992, en Lima, es la última de 8 hermanos, actualmente tiene 16 años.

Cuando se le pregunta por su niñez, ella la recuerda bastante triste, porque veía a su padre golpear a su madre y a sus hermanos mayores, estos últimos gritaban e insultaban a su padre por lo violento que era con su mamá. La madre era quien se encargaba de los quehaceres del hogar, de la crianza de sus hijos y cuando podía lavaba ropa para ayudarse económicamente, mientras que su padre trabajaba como albañil; sin embargo Lulú escuchaba los comentarios de algunos vecinos que decían que su padre robaba, pero para ella eso no hacia diferencia de la situación en la que se encontraba, en la que a veces almorzaba y a veces no y no entendía el porqué su papá, teniendo varios hijos, se gastaba el poco dinero que ganaba comprándose marihuana y pasta básica de cocaína, para consumirla con sus amigos. Recuerda que su padre llegaba a casa drogado y exigía a su madre le sirva un plato de comida; sin haber proveído ese día el dinero necesario para comprar los alimentos para la cena o almuerzo y si la mamá no tenia nada que ofrecer, la agarraba a patadas, la insultaba y la humillaba, al igual que a todos los que estaban en casa.

Por otro lado, Lulú señala que cuando era niña no sabía a quién obedecer porque en su casa todos le daban órdenes y le decían qué debía hacer o qué no y si hacía alguna travesura o no cumplía con algo que le pedían sus hermanos, la insultaban, diciéndole “eres una bruta” “que tonta eres, nada puedes hacer bien” y su madre sólo observaba, pues 13

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no podía intervenir, ya que si lo hacía, al igual que ella, recibiría reproches por parte de sus hijos mayores o de su esposo.

A medida que Lulú iba creciendo, observaba a sus hermanos hacer lo mismo que su padre, llegar drogados o ebrios a casa y a exigir comida; luego vio como cinco de ellos se fueron de casa supuestamente a formar un nuevo hogar, pero sólo fueron a continuar la historia que su padre les enseñó.

Ir al colegio para Lulú era innecesario, ya que sentía que este lugar no la ayudaba a solucionar sus problemas, sino que por el contrario, le traía más de ellos en casa, porque le pedían materiales que no estaban a su alcance, y cada vez que necesitaba algo se lo comentaba a su madre, quien le respondía diciendo: “Pero Lulú, tú ves que no tenemos ni para la comida, menos para comprar esas cosas”. Por estas situaciones Lulú se sentía incomoda y avergonzada en clase, ya que a veces algunos profesores no entendían la situación en la que se encontraba y en lugar de entender, exigían y amenazaban con colocarle notas desaprobatorias.

Por todo ello cuando estaba en primero de secundaria, prefirió ya no ingresar a clases, para no ser objeto de burla de sus compañeros por no tener sus útiles escolares o por no poder pagar las cuotas que pedían; por lo que salía de casa diciendo que iría a clase, pero se reunía con sus amigas para ir a tomar licor con chicos que tampoco asistían a clases, así fue aprendiendo a aliviar sus penas, según refiere. Cuando su madre se enteró que ya no iba al colegio no pudo evitar que Lulú dejara de estudiar, ya que para ella era un alivio, no gastaría en lapiceros y cuadernos; mientras que el padre sintió que su hija ya era grande y que podría empezar a trabajar, por lo que empezó a pedirle que se pusiera a trabajar para colaborar económicamente con el hogar, impulsándola a obtener dinero de la forma que sea con tal de llevar algo a casa; Lulú empezó frecuentar a personas que robaban en las avenidas y que se drogaban, por lo que también aprendió a robar y a consumir marihuana y pasta básica de cocaína.

A la edad de 14 años, la adolescente tuvo su primera relación sexual con un enamorado que tenía 22 años, llevaba dos meses de relación, sin embargo después de sostener relaciones sexuales en dos oportunidades más, la dejó, excusándose en que ya no la quería.

Posteriormente, la madre de Lulú enfermó y no contaban con dinero para llevarla al hospital y cuando ella fue a pedir ayuda a una amiga para obtener dinero robando, esta amiga le comentó que había otra forma de obtener más dinero y sin correr el riesgo de ser apresada y la llevó a una calle para que obtuviera dinero a cambio de tener relaciones sexuales con quien se lo solicite, ese día, Lulú llegó a obtener 30 soles, dinero que le sirvió para llevar a su madre a una farmacia y comprar el medicamento que le recomendaron.

Desde entonces Lulú empezó a tener relaciones sexuales con personas que le ofrecían dinero, llegando a hacerlo hasta tres veces por semana, en varias oportunidades aceptó tener relaciones sexuales sin preservativo, para ella era mejor que el “cliente” le pagara más, sin importar qué tuviera que hacer.

El dinero que la adolescente conseguía lo utilizaba para comprar ropa, pagar su ingreso a discotecas y solventar su consumo de bebidas alcohólicas dentro y fuera de ellas; para aportar en la compra de marihuana, la que consumían en grupo. El poco dinero que quedaba 14

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se lo entregaba a su madre, pues sino no comían. Los padres en varias oportunidades la vieron llegar a casa bajo los efectos del alcohol y las drogas pero nunca le dijeron nada, por lo que Lulú incrementaba la frecuencia de llegar en ese estado a casa, para ver si así, al menos, sus padres le decían algo, sin embargo no llegó a escuchar un “¿Hija, que te pasa? ¿Estás bien?. Deseo que no hagas esto porque te quiero”, causando en la adolescente sentimientos de desesperanza.

Día a día Lulú desea encontrar a alguien que se interese en sus sentimientos: pensamientos, sueños, tristezas y alegrías; sin embargo, ella refiere que hasta el momento sólo ha encontrado chicos que la buscan para tener relaciones sexuales sin tener que pagarle y a amigas que le repiten que esta vida es para disfrutarla y no para pensar en las cosas que se dieron en el pasado y que la mejor forma de olvidarse de todo lo malo es desconectándose de la realidad, con la ayuda de un toquecito de marihuana o de coca.

Cuando se le pregunta a Lulú que espera de su futuro, ella responde: “Es mejor no pensar en eso, porque siento que mi vida es la misma desde que tengo uso de razón y seguirá siendo igual en el futuro”.

Análisis de la historia de Lulú Lulú es una adolescente que ha crecido presenciando situaciones violentas en su ámbito familiar (el padre golpeaba constantemente a su esposa e hijos); con patrones negativos que difieren de una relación de pareja adecuada, ha presenciado como modelo una madre sumisa que no actúa en bien de si misma ni de su hija, un padre violento que se encuentra involucrado en drogas. Ha tenido una familia en el que los roles de cada miembro eran confusos, los hijos se daban órdenes y sanciones entre ellos, además asumían el rol proveedor de la familia; los padres no brindaban seguridad, afecto ni bienestar a sus hijos, por el contrario generaban incertidumbre, inseguridad e influenciaban negativamente con su comportamiento.

El colegio en lugar de ser un espacio para aprender y desarrollar habilidades, se convirtió para Lulú, en un sitio en el que era punto de burlas por no tener sus materiales escolares completos y por no poder dar las cuotas que los profesores solicitaban, así mismo era percibido como un lugar que no le favorecería en la mejora de sus dificultades familiares, por el contrario, le generaba reproches por parte de su madre. Al dejar de asistir al colegio, redujo sus espacios de socialización, limitándose a interactuar con sus familiares y amigos que poseían conductas antisociales (robaban y consumían sustancias psicoactivas).

Las carencias económicas que presentaba su hogar, no le permitía cubrir sus necesidades básicas; ante lo cual, el padre exigía su aporte al ingreso familiar, sin importarle la forma como obtuviera ese dinero, obligando a Lulú a conseguir dinero de la actividad que fuera, siendo en este caso a través del robo o de la explotación sexual comercial.

Se inició sexualmente a temprana edad; faltándole información de todo tipo sobre su propio cuerpo.

Todas estas condicionantes han generado una vulnerabilidad psicológica al no poseer recursos para enfrentar las demandas básicas de la vida. Los mensajes que ha recibido a lo 15

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largo de su existencia han mermado en su autoestima; causando que tenga poca confianza en sí misma, escaso respeto por su propio cuerpo, que presente inestabilidad emocional, tenga carencia de valores, doble moral, además de tener dificultad para decir lo que piensa, siente o desea.

Lulú experimenta síntomas de ansiedad y depresión como son los sentimientos de inutilidad, por creer que no puede hacer nada para mejorar su situación actual, presenta problemas para tomar decisiones positivas frente a las situaciones que le generan malestar, además presenta conductas de auto agresión como el consumir sustancias psicoactivas.

Historia de vida de Raichu Nació el 6 de junio de 1992, en un distrito de Lima Norte, es el cuarto de cinco hermanos, la edad de los hermanos mayores distan del adolescente en 5, 7 y 9 años.

Cuando se le pide que comente sobre su niñez, Raichu señala que toda su vida ha sido triste, en especial su niñez, ya que no recuerda como era su padre; sus hermanos y madre le dijeron que murió en un accidente de tránsito cuando él tenía dos años, pero siente que su vida hubiera sido distinta si su padre estuviera con vida.

Desde muy pequeño siempre ha visto a su madre salir muy temprano de casa, para ir a trabajar como ambulante y llegar muy tarde, cansada y con deseos de dormir, por lo que cuando él se acercaba a decirle algo que le había pasado en el transcurso del día, ella le decía: “Raichu mañana conversamos, hoy estoy muy cansada”, por lo que fue aprendiendo a ya no decirle nada, porque siempre lo postergaba para un “después”.

Los hermanos mayores eran los que se quedaban a cargo de él y de su hermano menor, siendo ellos los que establecían las reglas que debían cumplir; cuando él quería salir a jugar con sus amigos, el hermano mayor le daba permiso con la condición de que tienda su cama y arregle su ropa, si no lo hacia, no tenia permiso y lo insultaba, además señala que su hermana mayor le gritaba y pegaba por no ayudarla con las labores de casa, si él le avisaba a su madre lo que ocurría, las hermanas mentían y ponían a su madre en contra de él. Otro evento que recuerda, es haber visto a su mamá llorar por no saber como pagar las deudas que tenían, ya que lo que ganaba no le alcanzaba para cubrir los gastos de casa, a pesar de que se alimentaban con la comida provista de un comedor popular cercano, según refiere Raichu.

Comenta que cuando tenía nueve años creyó que sería para él, un alivio que su hermana mayor se fuera de casa con su pareja, sin embargo manifiesta que se equivocó, ya que cree y siente que fue el inicio de una etapa más difícil, pues su hermana retornó a casa con su pareja e hija y el espacio que tenía le fue quedando más pequeño y las discusiones entre su hermano mayor y su cuñado se hacían cada vez más frecuente e intolerables, mientras que su madre sólo atinaba a decirle que tenga paciencia, pues su hermana no tenía a donde ir.

El hermano mayor empezó a salir más de casa y Raichu lo veía irse con sus amigos a una esquina o a zonas desoladas y cuando regresaba a casa llegaba con los ojos rojos y muy agresivo, refiere que en ese momento no sabía que le pasaba, sólo sabia que algo malo le estaba ocurriendo, pues su madre ya no sólo lloraba por no tener dinero, sino que además lloraba por su hijo mayor.

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Pasaron como tres años más, viendo a su hermano cada vez más delgado, tan agresivo que incluso en una oportunidad amenazó a su cuñado con un cuchillo, al ver como éste agredía a sus hijos y esposa. Su hermana decidió irse de casa y alquilarse un cuarto para ella, sus hijos y esposo; pero al poco tiempo el cuñado de Raichu fue llevado preso por robo agravado.

Posteriormente, el hermano mayor ya no podía controlar su agresividad y consumo, por lo que amenazada a su madre y hermanas para que le dieran dinero o de lo contrario tomaba cosas de casa para venderlas y poder así comprar la droga que necesitaba. Según refiere Raichu ya estaba cansado de todo lo que vivía en su casa, por lo que sentía que ir al colegio, era el único espacio en el que podía jugar con sus amigos, sentirse bien fastidiando a otros chicos y a profesores, hasta que la mayoría de sus profesores fueron quejándose de su conducta y el auxiliar creía que golpeándolo corregiría el comportamiento inadecuado del adolescente, pero ocurrió todo lo contrario, Raichu empezó a sentirse incómodo en el colegio, le decían para no asistir, él no lo dudaba y se iba con ellos; se iban a la casa de uno de ellos a tomar bebidas alcohólicas, en estas reuniones conoció a adolescentes que frecuentaban los salones de estética donde atienden “gays”, quienes en una oportunidad lo invitaron para ir a tomar bebidas alcohólicas con los “gays” y él fue, por lo que según Raichu, desde entonces encontró una forma de obtener dinero que lo “salvaba” de cualquier eventualidad.

Raichu se inicio en Explotación Sexual Comercial a los 13 años, recuerda que cuando acompañó a sus amigos al salón de estética a ingerir alcohol, ese día los “gays” les dieron bebidas y comida gratis, pero que cuando él ya estaba ebrio, uno de los “gays” se acercó y le dijo que le daría veinte soles si él aceptaba tener relaciones sexuales con él. Raichu aceptó, recibió los 20 soles, posteriormente cada vez que iba con sus amigos a esta estética ocurría lo mismo. Desde entonces el adolescente tiene relaciones sexuales a cambio de dinero, de prendas de vestir y comida, lo hace dos veces por semana. El dinero que obtiene lo usa para comprar ropa, comida y para solventar su consumo de marihuana.

Desde hace un año, el adolescente ha incrementado su consumo de marihuana hasta hacerlo diario, además ahora consume pasta básica de cocaína y ha empezado a robar en compañía de sus amigos en las avenidas principales de su distrito.

Cuando se le pregunta que siente al estar repitiendo la conducta de su hermano, señala “ese es mi destino pues no he aprendido a vivir de una forma distinta” “He pensado que todo sería mejor si yo no viviera”.

Análisis de la historia de Raichu Raichu, creció con la carencia de soporte emocional, sin cubrir sus necesidades de afecto, el vacío que dejó su padre fue un aspecto que no se intervino; no pudo identificar, comunicar, expresar y encauzar el miedo, la cólera y la tristeza que experimenta un niño al descubrir que no volverá a ver a su padre. Además también experimentó la falta de cuidado de su madre, quien pierde la disponibilidad de tiempo por tener que asumir responsabilidades más amplias dentro y fuera de casa, después de la muerte de su esposo.

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Nadie suplió adecuadamente un rol paterno en Raichu; cuando el padre o la persona que asume este rol, lo hace de forma comprometida, permite que el niño desarrolle una mayor capacidad cognitiva, mayor empatía, que sus creencias sexuales sean menos estereotipadas y tenga una mejor capacidad de autocontrol; habilidades carentes en Raichu.

El tipo de comunicación empleada por los miembros de la familia de Raichu, mayormente, es la comunicación agresiva; ya que expresaban sus opiniones, deseos y sentimientos de manera dominante e impositiva (gritando, insultando y golpeando); por lo que Raichu, también aprendió a comunicarse de esta forma con las personas que lo rodean, causándole frustración por no poder ejercer el control sobre su ambiente (enfrentar y superar conflictos), ya que no reconoce sus capacidades y limitantes; además mantiene pensamientos en términos de ataque y defensa, produciendo su resistencia a las negociaciones.

Las situaciones de violencia que vivió a lo largo de su vida generaron sentimientos de inseguridad, desconfianza y minusvalía, considerando que el mundo es poco amistoso e impredecible, que lo han llevado a poseer un auto concepto distorsionado y negativo.

El estilo educativo que busca educar con la agresión, sin afecto y respeto por el alumno; genera en ellos temor, intolerancia y evasión escolar, ya que los alumnos perciben el colegio como un espacio en el que son agredidos y del que deben alejarse; como Raichu, que dejó de ir al colegio cuando su auxiliar empezó a castigarlo, en lugar de averiguar los causales de su conducta inadecuada dentro del aula de clase.

Por las condiciones en las que se desarrolló Raichu, ha sido vulnerable a seguir el modelo negativo de su hermano mayor y el de sus amigos, por lo que empezó a tener relaciones sexuales a cambio de dinero, a robar y a consumir sustancias psicoactivas.

Experimenta síntomas de ansiedad y depresión, plasmadas en su conducta e ideación de auto eliminación (consumo de sustancias psicoactivas, pensamientos con contenido de que estaría mejor si no viviera).

Historia de vida de Pepe Nació el 10 de enero de 1994, en Lima, tiene 14 años, es el mayor de tres hermanos.

La historia de Pepe inicia cuando su madre; una adolescente de quince años que había sido abusada sexualmente y a quien le hicieron abortar, quería alejarse de su familia, por lo que cuando conoció a Jorge (padre de Pepe) creyó que al quedar embarazada, podría irse de casa y tener una mejor vida, pero se equivocó; Jorge la dejó y no asumió su rol de padre.

Pepe fue criado por su madre, abuelos y tíos, desde niño veía como los hermanos de su madre la insultaban le decían: “eres una mantenida” “pensaste que solucionarías tu vida acostándote con el primero que se te cruzaba por tu camino”, ella lloraba y cuando Pepe se acercaba para consolarla, le decía: “haz arruinado mi vida” “sin ti, mi vida sería otra”, por lo que él prefería ir a un rincón, sentarse y esperar a que su madre dejara de llorar, para luego irse a jugar.

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La madre de Pepe inició una nueva relación, producto de esa relación tuvo una hija y el padre de esta niña tampoco quiso hacerse responsable de su paternidad, por lo que sus hermanos y padres la trataban peor e incluso a él le decían que tenía por madre a una mujer fácil y sin moral, él se sentía muy triste cada vez que le decían eso, ya que a pesar de todo, su madre era la persona que lo cuidaba, cambiaba de ropa y le daba sus alimentos.

Según refiere el adolescente, él estudiaba en un colegio pequeño, en el que podía jugar y reír con sus compañeros, ya que en casa no podía hacerlo porque si su abuela lo encontraba corriendo o cogiendo cosas para jugar le jalaba de las orejas o le pegaba con un palo en la pierna.

Cuando cumplió nueve años, su madre le dijo que se irían a vivir a otra casa, que una persona los cuidaría y apoyaría económicamente, por lo que Pepe se mudó junto a su madre y hermana a la casa de la pareja de su madre, el adolescente comenta que los primero meses todo era alegría, sentía que por fin tenía un hogar, que tenía un padre, pero al pasar los meses se dio cuenta que todo era diferente, pues a quien consideró su padre, golpeaba a su madre y la insultaba, cuando él defendía a su madre, él también recibía los golpes e insultos, cuando el adolescente le decía a su madre que sería mejor regresar a la casa de sus abuelos, ella le decía que no, que su pareja era bueno, solo que ella tenía la culpa por no atenderlo.

La madre dio a luz a su tercera hija y su pareja ya no se abastecía económicamente por lo que las discusiones se hicieron mas frecuentes, hasta que un día Pepe no toleró ver a su madre golpeada y se enfrentó a su padrastro y éste reaccionó amenazándolo con un cuchillo, diciéndole si no te vas de mi casa, te mato.

Pepe, regresó a la casa de sus abuelos, ellos le dijeron que todo cambiaría que lo comprenderían, pero no cumplieron, seguían igual reprochándole la conducta de su madre y el se sentía triste porque no podía ir a verla, le preocupaba mucho el saber que ella estaba sola, sin que nadie la defendiera de los golpes de su pareja.

El año pasado dejó de estudiar porque sus abuelos no tenían dinero para darle para sus pasajes, ni para los útiles escolares, por lo que tenía más tiempo libre, salía de casa desde muy temprano, iba a la loza deportiva para jugar fútbol, fue conociendo a más personas que también habían dejado de estudiar y que se reunían en este lugar para pasar el día, poco a poco, el adolescente se iba quedando más tiempo en la loza deportiva, hasta las once o doce de la noche y sus nuevos amigos le decían para que vayan a los salones de estética a tomar bebidas alcohólicas gratis. Pepe en las primeras oportunidades se negó a ir a los salones de estética y sus amigos le decían que era un tonto porque se estaba perdiendo de comida, licor y marihuana gratis, después de que sus amigos le insistieron muchas veces él acepto ir, ese día tuvo su primera relación sexual, no recuerda bien que paso, porque lo hizo mientras estaba bajo los efectos del alcohol, le dieron 20 soles, para él significó el inicio de una nueva etapa, pues ya no tendría que pedirle a nadie que le de dinero, porque él podría obtenerlo por sí mismo; sin embargo tiene miedo que alguno de sus familiares se entere de la forma como lo obtiene, siente que lo castigarían y se avergonzarían de él, pues siente que está haciendo algo que las personas no lo ven como correcto.

Desde que empezó a tener relaciones sexuales a cambio de dinero ha empezado a experimentar fuertes dolores de cabeza, a tener pesadillas y a empezado a responder 19

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gritando a sus abuelos y tíos, quienes se quedan desconcertados por su reacción, además tiene deseos de pegar e insultar a sus amigos; pero no lo hace por temor a que no lo lleven a los salones de estética.

Pepe, va dos o tres veces por semana para obtener dinero teniendo relaciones sexuales con personas de su mismo sexo, el dinero que obtiene lo usa para comprarse comida, ropa y para ir a las discotecas, lugar donde consume bebidas alcohólicas y marihuana.

Cuando se le pregunta: ¿Hasta cuando haz pensado tener relaciones sexuales a cambio de algún beneficio económico o material? Refiere que no sabe, porque necesita el dinero que le dan y que no le importa obtener dinero de la forma que sea.

A lo largo de la entrevista a Pepe, se observó que los ojos se le llenaban de lágrimas a medida que iba relatando su vida.

Análisis de la historia de Pepe La madre de Pepe, fue abusada sexualmente a temprana edad y obligada a abortar, esto pudo haber ocasionado en ella inseguridad, el no sentirse protegida, apreciada, poco valorada, poco respetada y con poco control sobre su propia vida, por lo que para compensar estos sentimientos permanece en la búsqueda de quien le pueda satisfacer sus necesidades de afecto; así mismo tiende a culpar a otras personas por las dificultades que tiene, es por esto que hace sentir culpable a Pepe por el maltrato que recibe, lo desmerece como hijo; para Pepe recibir el rechazo de su madre, de la persona quien debe proporcionarle afecto, seguridad y estabilidad, le genera sentimientos de ambivalencia; ya que por momentos desea proteger y cuidar a su madre pero cuando ella lo rechazó, el experimenta “cólera” contra ella.

Pepe ha crecido presenciando el maltrato verbal y físico del cual era víctima su madre por parte de sus abuelos, tíos y padrastro; esto le ha servido como modelo de aprendizaje de conductas violentas y la forma de adaptarse a su entorno; ya que los estilos de crianza y la relación que tiene el niño con sus familiares, influyen en su capacidad para la autorregulación de sus conductas, emociones y sobre el significativo que atribuirá a las relaciones interpersonales. Esto explica el porqué Pepe se relaciona con grupos de adolescentes que consumen alcohol, marihuana y que tienen relaciones sexuales a cambio de dinero; ha ido interiorizando que los problemas se solucionan con violencia.

Las experiencias de violencia que le ha tocado vivir a Pepe, le han generado estrés, sentimientos de inseguridad, poca confianza en si mismo, incapacidad para solucionar adecuadamente problemas que se le presenten; además de no comprender sus sentimientos y el no responder y ser sensible a las necesidades emocionales de otros. Por otro lado presenta un déficit en el sentimiento de intimidad (que es definido como la búsqueda de la proximidad física y emocional para tener bienestar, así como el deseo de establecer vínculos afectivos estrechos y perdurables.).

El dejar de estudiar para Pepe significó una limitación de sus espacios de socialización, reduciéndose a que interactuara dentro del ámbito familiar y con adolescentes que presentaban problemas de conducta, así mismo le proporcionó mayor tiempo libre, haciéndolo mas vulnerable aún.

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Pepe evidencia síntomas de depresión y ansiedad (Tristeza, dolores de cabeza, irritabilidad); como no ha aprendido a identificar y canalizar estos malestares, intenta aliviarlos a través del consumo de alcohol y marihuana.

Historia de vida de Carol Tiene 15 años, nació el 21 de junio de 1993, en una provincia que está a 4 horas de Lima, es la quinta de ocho hermanos, vivió en esta provincia hasta los trece años y luego se mudó a un distrito de Lima Norte.

Cuando Carol comenta lo vivido en su infancia, señala haber tenido momentos muy alegres y a la vez tristes junto a su familia, porque desde que era muy pequeña veía como sus tías, hermanas de su padre maltrataban a su mamá, la insultaban y la humillaban, según ellas la madre de Carol era la que se había interpuesto en la relación que el padre tenía con otra persona y con quien tenía dos hijos; sin embargo el padre decía que no, que dejó a su anterior pareja porque no lo comprendía, pero para Carol esto era muy incómodo porque veía llorar a su madre por causa de sus tías, quienes aprovechaban cualquier oportunidad para desacreditarla e incluso, manifiesta que la mayoría de peleas que sus padres tenían era producto de sus comentarios.

Carol señala que eran pocas las veces que su madre se acercaba a darle alguna muestra de afecto, pero para ella eso no era problema, según refiere, porque su padre era quien le decía que la quería mucho y se sentaba a conversar con ella y sus hermanos. En cuanto al padre le pagaban por algún trabajo extra que había tenido, llevaba a toda su familia a comer y a pasear. El padre de la adolescente trabajaba como comerciante y la madre se ocupaba de las labores domésticas, si bien el ingreso familiar era poco, Carol recuerda que alcanzaba para que ella y sus hermanos asistan al colegio.

Carol, refiere, haberse criado en un hogar sin mayores dificultades hasta la edad de nueve años, pues su padre murió en un accidente de tránsito y desde entonces sintió que su vida dio un gran giro; la madre empezó a trabajar, por lo que pasaba menos tiempo en casa y las hermanas de su padre aprovechaban para ingresar a la casa y querer echarlos del lugar, la madre llegaba cansada de trabajar y tenía que lidiar con las cuñadas que querían sacarlos de esa casa, a raíz de lo cual su mamá pidió a uno de sus hermanos que viva con ella, para que la ayudara a que no la desalojen, este tío llegó a la casa y en lugar de ayudarlos, violentó a Carol; un día que la adolescente se quedó con él aprovechó para tocarla le decía que lo que hacían sería un secreto entre los dos y que nadie más debía saberlo, pues si ella comentaba algo, él se enojaría y se marcharía de casa, dejándolas a ella y su madre con sus tías para que éstas las desalojen.

Carol fue violentada sexualmente en varias oportunidades, sintiéndose culpable, por creer que ella había hecho algo como para seducir o provocar a su tío y que no podía decírselo a nadie porque sino él se iría de casa.

Después de haber sido violentada, Carol manifiesta que ya no tenía deseos de estudiar porque, según refiere, no podía concentrarse y pensar en otras cosas que no fueran los problemas que se originarían si ella le decía a su madre lo que su tío le estaba haciendo,

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cuando ella le comentó a una amiga lo que le estaba pasando, esta amiga le sugirió que hablaran con una profesora para que la ayude, es así que Carol le contó a su profesora lo que le venía sucediendo, quien la convenció para que se lo contara a su madre, sin embargo cuando su madre se enteró, no creía en lo que Carol le contaba, pero gracias a la insistencia de su profesora asentaron la denuncia; posteriormente, cuando su tío fue llevado a prisión por el delito que había cometido, la madre de Carol descuidó su trabajo y hogar, dedicándose a consumir bebidas alcohólicas, es por ello que la adolescente comenzó a sentirse tan culpable por lo que le estaba pasando a su madre, que se retractó de su denuncia, argumentando que todo había sido mentira y que su tío nunca abuso de ella. Carol ese año ya no quiso estudiar porque sentía que necesitaba tiempo para olvidar lo que le había pasado, dejando de asistir a clases.

Cuando Carol tenía trece años, su madre se volvió a comprometer y llevó a su pareja a vivir con ella, esto no fue del agrado de las tías de Carol, por lo que un día fueron a su casa, junto a otras personas y sacaron todas la cosas que tenían (muebles, electrodomésticos y ropa) a la calle, diciendo que esa era la casa del padre de ellas y que por lo tanto les pertenecía, ante este desalojo la pareja de la madre de Carol las trajo a vivir a Lima, lugar donde viven actualmente.

Carol desde que se mudo a ese distrito de Lima, retorno al colegio con el deseo de recuperar el tiempo perdido, sin embargo en este lugar conoció a chicas que le decían que ella podía ser libre, que podía divertirse y le enseñarían a olvidar sus tristezas. Cuando ella escuchó esta última frase, sintió que por fin había encontrado la solución a sus problemas, por lo que un día aceptó salir con estas adolescentes que le ofrecían lo que ella tanto anhelaba: “Olvidar los episodios tristes de su vida”. Ese día Carol tomó y consumió droga por primera vez, desde entonces cada vez que le decían para faltar a clases, ella no lo pensaba y se iba con sus nuevas amigas; se iban con los chicos que manejan moto taxis, ellos compraban las bebidas alcohólicas y la marihuana, cuando las adolescentes estaban bajos los efectos del alcohol y drogas, ellos les ofrecían para ir a un lugar más privado, algunas aceptaban y otras no; en una ocasión a Carol le hicieron la propuesta para ir a un lugar privado y ella aceptó, según refiere, ese día la llevaron a un lugar desolado, tuvo relaciones sexuales con un chico y él le dio 15 soles, cuando le contó a una de sus amigas, esta le dijo que eso era normal y que lo podía hacer cada vez que ella quisiera y necesitara dinero, además le sugirió ir a una discoteca en la que también podía encontrar a chicos que le pagarían por tener relaciones sexuales.

Desde el año 2008, Carol tiene relaciones sexuales a cambio de dinero, lo hace dos veces por semana, con los chicos que manejan moto taxis o con personas que se lo propongan cuando va a discotecas. El dinero que obtiene lo usa para comprarse ropa, consumir bebidas alcohólicas, marihuana y últimamente para comprar pasta básica de cocaína.

Su madre llorando le pide que no salga de casa hasta altas horas de la madrugada, que cambie, que estudie para que tenga mejores oportunidades en la vida, sin embargo Carol siente que no vale la pena vivir, tanto así que intentó suicidarse, no pudiendo concretarlo al verse descubierta por su hermana menor quien la encontró haciendo el preparado de gaseosa con un raticida y le pidió que no lo hiciera, que “no la dejara porque la necesitaba”.

La adolescente al escuchar las palabras de su hermana sintió que no debía hacerlo en esa oportunidad, que tal vez era mejor postergarlo para más adelante.

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Análisis de la historia de Carol Carol creció con recursos adecuados hasta cierta edad aún siendo niña pierde a un eje importante en su vida quien proveía cariño, protección y afecto, pierde a su padre.

Fue violentada sexualmente por su tío, quien amenazaba con dejar a la familia desprotegida, ya que si él se iba de casa, su familia sería desalojada de ese lugar, por lo que tuvo que tolerar que su tío abuse de ella en varias ocasiones.

Cuando la violencia sexual incide a la edad de 7 a 9 años, repercute en el establecimiento del sentido de competencia en el área social fuera del hogar, así mismo la culpa y la confusión disminuyen el sentido de seguridad para establecer amistades y recibir ayuda social (Cole y Putnam, 1992).

Una vez presentada la violencia sexual, tanto la reacción emocional de ansiedad como el miedo causado por las amenazas de su tío, incidieron directamente en el sistema emocional y cognitivo de Carol. Estudios demuestran que las personas víctimas de violencia sexual, en lo emocional experimentan una serie de reacciones como la ansiedad, depresión y agresión, y que el proceso cognitivo también es afectado y así el niño desarrolla una serie de creencias irracionales respecto a si mismo y a los demás, percibe una falta de control sobre lo que sucede a su alrededor. Como la víctima no sabe a qué hora y donde será violentado, le genera una alteración emocional y una hipervigilancia que lo alerta sobre la posible existencia del peligro, así la niña o el niño empieza a experimentar equivocadamente el comportamiento del adulto y su lenguaje no verbal y confunde expresiones afectivas como de abuso. Como resultado de eso la niña o el niño experimenta un cambio inmediato y automático en la atención, lo cual incide directamente en los procesos de concentración y memoria; como le ocurría a Carol, cuando estaba en clase le era difícil prestar atención. El factor atribucional es otro elemento afectado como consecuencia de la violencia sexual, la niña o el niño, debido a la falta de predicción y control comienza a tener atribuciones equivocadas de sí mismo, se responsabiliza por lo sucedido, y piensa que su comportamiento origino la violencia sexual (Carol creía que ella lo había provocado); como consecuencia de esto, su autoestima es deteriorada y pierde elementos de seguridad personal.

Como consecuencia de esta experiencia negativa, Carol fue moldeando una baja autoestima, una sensación de daño físico permanente. Así mismo también fue incorporando sentimientos de desesperanza, culpa y explotación en su autoimagen. Por otro lado, es característico que presente el déficit de control de impulsos: incapacidad para controlar la agresión y contener y modular los impulsos sexuales.

Posteriormente, Carol experimentó el que su madre no creyera en la posibilidad de que su hija este siendo violentada por su propio tío. Incrementando de esta forma el sentimiento de culpa que Carol sentía, además de reforzar la poca capacidad de auto valoración que poseía.

Cuando llega a Lima y empieza a ir al colegio, es fácilmente influenciada por modelos negativos de conducta, como lo son las personas que la motivan a evadir el colegio, por la poca capacidad de controlar su entorno y por tener el deseo de dejar de sentir tristeza, culpabilidad y rechazo hacia sí misma.

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Presenta síntomas depresivos como gestos, ideación y conducta suicida, lo cual se evidencia en que Carol consume sustancias psicoactivas, es víctima de explotación sexual, ha pensado en que sería mejor si no viviera, además ha intentado tomar raticida.

Historia de vida de Pol Pol tiene 16 años, es el segundo de dos hermanos; fue criado sólo por su madre, no logró conocer a su padre; ya que cuando él tenía un año de edad, abandonó a mamá por establecerse con otra mujer, nunca asumió su rol de padre.

Cuando Pol preguntaba por su padre ¿quién era? o ¿dónde estaba?. Su madre le respondía, con un tono de voz alto y enojada, “No quiero escuchar ni una palabra” “Ese desgraciado se fue con otra” “Hasta un perro quiere más a sus crías”.

El adolescente ha vivido con su madre y hermano mayor en la casa de sus abuelos maternos, según refiere en esta misma casa viven sus tres tías, cada una con sus propios hijos y pareja, por lo que recuerda que cuando su madre le llamaba la atención por algo que no había hecho bien, sus tías también lo gritaban o pegaban por no obedecer a su madre.

Desde niño vio a su madre trabajar 4 o 5 veces por semana lavando ropa, los demás días salía por la tarde, muy arreglada, sonriendo, junto a sus tíos se iba a bailar y tomar licor, mientras que Pol se quedaba bajo el cuidado de su hermano y primos mayores. Recuerda que su madre llegaba gritando y que “sus piernas a las justas la sostenían”; como refiere él, quien se despertaba por los gritos que ella y sus tías daban, por lo que podía ver a su madre entrar al dormitorio con un varón, quien se quedaba por un par de horas y luego se iba. En varias oportunidades vio que las personas que su madre llevaba a casa se iban insultándola y golpeándola, a lo que ella no reaccionaba, pues su cuerpo no le permitía estar de pie, cuando él veía esto le pedía a su hermano ayudar a su madre, a lo que éste le decía que no, porque cuando la había intentado ayudar, ella al despertar lo golpeaba y le decía que él no debía meterse en su vida, que si lo volvía a hacer lo lamentaría. A pesar de lo que su hermano le decía, él se levantaba de la cama, se ponía a llorar y pedía que dejen en paz a su madre, pero nunca conseguía que le hicieran caso, esto era algo que vivía todos los fines de semana, pero cuando cumplió 10 años, la madre salía de casa los viernes y llegaba los domingos por la tarde, para Pol esto era mejor pues ya no veía a su madre ser golpeada por extraños, ni escuchaba los gritos que despertaban sus sueños.

Pol, repitió de año escolar en dos ocasiones, en segundo y en quinto de primaria; refiere que faltaba constantemente, porque su madre no podía comprarle sus útiles y los materiales adicionales que le pedían en el colegio, las veces que asistía no entendía lo que el profesor explicaba, por lo que sus compañeros lo insultaban, diciéndole “burro” “aplazón”; aunque él hacia el esfuerzo por tratar de entender la clase, no lo conseguía, sólo lograba recordar los sucesos que habían pasado el fin de semana en su casa, impidiéndole concentrarse. Cuando llegaba a su casa y quería hacer sus tareas no tenía donde poner sus cuadernos para escribir, ya que la única mesa que tenían, su tía la usaba para preparar la mercadería que llevaría a vender por la tarde, por lo que dejaba de hacer sus tareas y de estudiar.

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Desde muy niño Pol no respondía a los insultos que sus compañeros de clase le decían porque según comenta, temía que lo golpeen, por lo que se quedaba callado con la mirada hacia el piso, esperando a que se vayan, pero los niños al ver esta reacción le decían: “eres un maricón, los hombres responden” “niña”.

La relación con su hermano era distante, el hermano jugaba y permanecía mayor tiempo con sus primos y dejaba de lado a Pol, quien pasaba la mayor parte del tiempo solo; en varias ocasiones cuando peleaba con su hermano, este le reprochaba su existencia, le decía: “Desde que naciste todo cambio, papá se fue y mamá se volvió una puta” “Yo estaba mejor sin ti” “Porqué naciste”. Al escuchar estar palabras Pol se sentía triste y se iba, pero después se enojaba y le respondía con groserías por lo que su hermano terminaba pegándole cuando su madre veía que estaban pelando no decía nada y sólo se iba.

Cuando llegó a primero de secundaria conoció a Andrea, se enamoró de ella, pero él no se atrevía a confesarle sus sentimientos por temor a ser rechazado, se hizo su amigo y permanecía mucho tiempo a su lado, terminó el año escolar y en vacaciones cuando él iba a buscarla a su casa le decían que no estaba, hasta que se iniciaron nuevamente las clases pero Andrea no retorno a estudiar, pasaron los meses y a mediados de año la volvió a ver y se enteró de que ella había dejado de estudiar porque sus padres se habían separado y su madre no tenía el dinero suficiente para enviarla al colegio; restablecieron su amistad y se veían frecuentemente, una de las tardes que él fue a verla la encontró tomando licor con unos chicos, el también ingirió alcohol ese día, en su casa nadie se dio cuenta, por lo que lo volvió a consumir en varias oportunidades, estableciendo así una amistad con los amigos de Andrea, quienes eran chicos que robaban, que tomaban y consumían marihuana, por lo que empezó a salir con ellos sin la necesidad de estar con Andrea, sintió que era mejor dejar de ir al colegio y pasar más tiempo con sus nuevos amigos y así lo hizo, pues su madre ni se enteraría ya que nunca iba al colegio a preguntar por su desempeño o su comportamiento.

Hace un año sus amigos le dijeron que irían a ver a unos “gays” que les daban licor y comida gratis, por lo que él se animó a ir, ese día se embriagó con cerveza por primera vez, las veces anteriores solo había tomado “trago corto” porque el dinero que tenían no les alcanzaba para más, después de una semana volvieron a ir a este lugar y en esta ocasión Pol bebió más alcohol que de costumbre, por lo que no recuerda bien que pasó mientras estaba ebrio, sus amigos le decían que él había tenido relaciones sexuales con uno de los “gays”, él no lo creía hasta cuando volvió a ir a este lugar, el “gay” con quien le habían dicho que había tenido relaciones sexuales, se le acercaba e intentaba tocarlo, pero él lo evadía, sin embargo cuando ingirieron alcohol y él se embriagó aceptó nuevamente las proposiciones que le decía este adulto; así pasaron tres meses, en los que Pol tenía relaciones sexuales a cambio de dinero.

Cada vez que podía Pol iba a este salón de estética y tenía relaciones sexuales con este “gay” a cambio de dinero (s/.10.00), luego sus amigos le dijeron para ir a ver a otras personas que daban más dinero, él acepto y cuando fue pensó que pasaría lo mismo, que tomaría, que se dejaría tocar, que irían a una habitación y que tendría relaciones sexuales con esa persona (siendo él el activo); pero no ocurrió como lo tenía pensado, ya que cuando terminó de tener relaciones, esta persona le dijo “ahora me toca a mí”, es decir que Pol pasó a realizar el papel pasivo de la relación, al momento explica que no supo qué hacer,

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intento decir que no, pero no pudo, estaba muy ebrio; ese día salió de este lugar muy desconcertado, no entendía que era lo que había pasado, tenía muchas dudas, pensaba que si había sido penetrado entonces él también era “gay”; continuó con estas dudas por varios días, por lo que le contó a un amigo lo sucedido y este le recomendó que volviera a tener relaciones sexuales con esta última persona, ya que “si le agradaba, entonces era gay”; el adolescente fue a buscarlo y nuevamente tuvo relaciones sexuales, refiere que sintió placer, por lo que se sintió muy triste consigo mismo por pensar que era homosexual; desde entonces si alguien le propone intercambiar roles durante el acto sexual, él acepta; además comenta que sus amigos han empezado a decirle que no se comporte como mujer, causando mayor confusión en lo que él siente.

Análisis de la historia de Pol. Pol, ha crecido presenciando situaciones violentas en su ámbito familiar (Sus tías, madre y hermano lo insultaban y golpeaban), además presenciaba las veces en las que su madre era agredida física y verbalmente por personas que él no conocía, sirviéndole como modelo de aprendizaje de conductas violentas y la forma de adaptarse a su entorno.

Ha tenido una familia en el que no tenían establecidos roles, los tíos y su hermano mayor le daban ordenes y sanciones, mientras que la madre le generaba incertidumbre, inseguridad e influenciaba negativamente con su comportamiento.

Durante casi toda su vida, por causas o situaciones diversas, Pol no ha tenido una relación afectuosa, íntima y continua con su madre (o con una persona o figura sustituta), que le proporcione afecto, estímulos, y cuidados necesarios para su normal desarrollo. Esta deprivación psicoafectiva o carencia de necesidades psicoafectivas es la falta de estímulos para satisfacer la necesidad de afecto, pertenencia y reconocimiento. Pol, vivió todo lo contrario, su madre no le daba el tiempo y afecto que necesitaba, era indiferente con sus hijos; su hermano mayor le reprochaba su existencia, culpándolo por el abandono de su padre y por el comportamiento inadecuado de su madre, dañando de manera consciente o inconscientemente sus actitudes y habilidades; lastimando su autoestima, su capacidad de relacionarse, la habilidad de expresarse y sentir, deteriorando su personalidad y el desarrollo de sus habilidades para la vida.

Pol, a través de las experiencias con su hermano (el hermano lo golpeaba si él le respondía a los insultos) fue aprendiendo que la mejor forma de evitar agresiones era quedándose callado, sin responder, por lo que cuando estaba en el colegio ponía en práctica lo aprendido, sin embargo sus compañeros lo fastidian con mayor intensidad, esto también ha ido influyendo de forma negativa en la construcción de su auto concepto y valía personal.

En Pol también se aprecia, la poca capacidad de atención y concentración en clases, lo cual es una de las consecuencias de vivir en un hogar donde existen conflictos permanentemente.

Ya que el niño se queda pensando en lo ocurrido y va imaginando cual será el desenlace de tal situación.

Cuando llegó a la etapa de la adolescencia, se involucra con amigos que tienen conductas inadecuadas como robar, consumir drogas y tener relaciones sexuales a cambio de dinero; 26

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siendo esta la primera vez que se siente aceptado y parte de un grupo. Esto en combinación con sus antecedentes personales, propician que Pol adopte las mismas conductas que sus amigos, que consuma alcohol, sustancias psicoactivas y que tenga relaciones sexuales a cambio de dinero. Sin embargo esto último, por las prácticas homosexuales, por el intercambio de roles que tuvo en estas prácticas en las que se vio involucrado generaron en él sentimientos de incertidumbre sobre su orientación sexual, ya que cree que por haber sentido placer en el intercambio de roles dentro de estas prácticas homosexuales, es homosexual.

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4. Reflexiones finales Las diferentes historias presentadas señalan cómo las posibilidades para que un niño sea víctima de Explotación Sexual Comercial se incrementan en la medida en que las carencias económicas se combinan con la desaparición de opciones y cuando las familias no cumplen sus funciones afectivas y formativas.

Los factores familiares que pueden causar la Explotación Sexual Comercial son:

a) Desorganización, descomposición y desintegración familiar.- Las ausencia de uno de los padres y su reemplazo por madrastras o padrastros, los conflictos internos, las presiones económicas y sociales, los desajustes emocionales y la sustitución de roles en los menores que deben asumir funciones inapropiadas para su edad.

Todo esto afecta a los menores, quienes crecen carentes de afecto y recibiendo toda influencia negativa, conllevándolos a traumas emocionales, inseguridad, baja autoestima, resentimiento y agresividad.

b) Violencia intrafamiliar.- La violencia como forma extrema de agresividad se ha acentuado marcadamente en los últimos años; la agresión como cualquier forma de modalidad de conducta obedece a fuerzas internas (motivaciones) que incitan y orientan hacia metas definidas. La agresión como forma de violencia conlleva a aplicar la fuerza contra alguien de manera intencional para causar un daño físico, psíquico y moral.

En la violencia intrafamiliar los hijos están expuestos porque ellos son testigos presénciales de los ataques de los cónyuges (Se atenta contra sus vidas y su desarrollo integral) Los abusos sexuales por parte del padre, familiares cercanos o desconocidos también forma parte del historial familiar de la victima de explotación sexual comercial, lo que implica verse expuesta (o) a una iniciación sexual precoz, a relaciones incestuosas y a los riesgos de una maternidad temprana; por lo que ocasiona su marginación y discriminación social.

El niño, niña y adolescente incorporan en su mente y carácter la violencia como un medio para resolver conflictos; así se va arraigando esta conducta negativa en el medio familiar durante las generaciones subsiguientes. c) Madre soltera: Un embarazo en condiciones de dependencia de la familia por parte de la adolescente puede conducir a su rechazo del propio núcleo familiar. El abandono del hogar es la salida inminente.

Siendo la familia de origen el pilar de toda persona, la que inculca valores, la que debe ofrecer seguridad, comprensión y orientación necesaria, puede, sin embargo convertirse en un sistema anómalo donde se cometen agresiones, humillaciones, se dan malos ejemplos y, en muchos casos, se producen violaciones reiterativas a los niños.

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Así mismo, según un estudio de Dughi y Col (1996), publicado por UNICEF, cualquiera sea el contexto social en el que se le examine. La familia debe cumplir cuatro tareas esenciales:

1. Asegurar satisfacción de las necesidades biológicas del niño y complementar sus inmaduras capacidades de un modo apropiado en cada fase de su desarrollo evolutivo.

2. Enmarcar, dirigir y canalizar los impulsos del niño con miras a que llegue a ser un individuo integrado, maduro y estable.

3. Enseñarles las funciones básicas, así como el valor de las instituciones sociales y los modos de comportarse propios de la sociedad en que vive, constituyéndose en el sistema social primario.

4. Transmitirles las técnicas de adaptación de la cultura, incluido el lenguaje.

En las cinco historias presentadas se puede apreciar que las familias no cumplieron con las tareas esenciales que garantizan una formación saludable, en lugar de ello se convirtieron en el espacio en el que se ejercía la violencia familiar y que al encontrarse desestructuradas por la ausencia del padre o la madre, o el que uno de ellos sea alcohólico o drogadicto, o que el que la propia madre tenga varias parejas ocasionales se convirtieron en una amenaza constante para la niña, niño y adolescente.

Además, las historias presentadas corroboran el estudio de corte psicoanalítico sobre Explotación Sexual Comercial realizado por (Silvestre y Col. 1992) en Republica Dominicana, que reveló que la génesis se encontraba en el sistema familiar en el cual los menores desarrollaban sus primeros 10 años de vida. Por ejemplo en el caso de Lulú, ella creció vivenciando situaciones de violencia entre su padre y madre, Raichu creció con una carencia de soporte emocional después de la pérdida de su padre, Pepe recibió el rechazo constante de su madre, Carol después de haber sido víctima de abuso sexual experimenta una serie de reacciones que perjudican su desarrollo social y emocional y Pol creció experimentando el rechazo de su hermano y observando las situaciones de violencia a las que su madre estaba expuesta por el tipo de vida que llevaba.

Se puede apreciar que los conflictos familiares, violencia intrafamiliar, la falta de comunicación, poco afecto, autoritarismo, la carente protección y el abandono, son condiciones que generan en los hijos una necesidad desmedida e incontenible de afecto, que buscan canalizar, muchas veces, en relaciones de pareja, lo cual ocasionalmente es aprovechado por adultos que seducen e influencian a las niñas, niños y a adolescentes para involucrarlos en Explotación Sexual Comercial.

Para todos, son los padres quienes juegan un papel preponderante en nuestras vidas, los que ejercen mayor influencia y los que nos hacen vernos como personas capaces o incapaces, valoradas o invaloradas, sensibles o insensibles, etc.

Y en el caso de percibirse como sujetos incapaces, ineficaces desamparados, la mayoría tratará de buscar la aceptación y/o aprobación de estos, presentándose como una necesidad, la cual seguiremos buscando aún después de que ellos hayan fallecido.

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REFLEXIONES DESDE UN ENFOQUE PSICOLÓGICO SUSTENTADO EN LA ATENCIÓN A ADOLESCENTES EN EXPLOTACIÓN SEXUAL COMERCIAL (ESC)

Por lo que, ayudar a los hijos a desarrollar una adecuada autoestima es una tarea primordial para todos los padres que desean ver a sus hijos libres de serios conflictos psicológicos, así como también lejos de alcohol, drogas, delincuencia, etc. Así estos serán capaces de llevar una vida sana, donde puedan salir adelante, tomando riesgos, experimentando situaciones nuevas y fortaleciendo aun más su autoestima.

Según Steinberg, para que los padres cumplan mejor su rol deben: dar el ejemplo a través de sus propias acciones, no consentir en exceso a sus hijos, involucrarse en sus vidas, la disciplina debe irse imponiendo de acuerdo a la edad que tienen, establecerles límites y reglas, fomentar la independencia, ser consistente en sus decisiones, evitar golpes para corregir, explicar reglas y decisiones y sobre todo tratarlos con amor y respeto.

Por la información presentada en líneas anteriores se considera que los trabajos dirigidos a prevenir y erradicar la Explotación Sexual Comercial deben desarrollar e implementar programas con intervención especializada en la atención a niñas, niños y adolescentes que presenten secuelas de la Explotación Sexual Comercial, así como también el fortalecimiento de los recursos protectores a nivel familiar y comunitario.

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