Arquidiócesis de Cochabamba
ORIENTACIONES PARA LA EJECUCIÓN DE LA SEGUNDA FASE DEL PLAN PASTORAL (2014-2016) PRESENTACIÓN
La Arquidiócesis de Cochabamba concluyó la PRIMERA FASE, planificada para los años 2011-2013, donde lanzó el reto a cada parroquia de: Interiorizar la espiritualidad de comunión con todos los agentes de pastoral, crear o consolidar las instancias de participación en la base (Consejo parroquiales, Equipos parroquiales y Consejo económico parroquial) e iniciar el proceso evangelizador del pueblo de Dios. Con la finalidad de crear las condiciones en todos los agentes de pastoral para vivir la Misión Permanente en nuestra Iglesia. Hoy, recogiendo los aportes de los agentes de pastoral (sacerdotes, religiosos y laicos) expresados durante la Jornada de Evaluación y Programación 2013, las orientaciones de los Vicarios Foráneos, las reflexiones del Consejo Diocesano de Pastoral y las decisiones del Equipo Diocesano de Animación Pastoral, les presentamos las orientaciones pastorales que nos acompañarán durante la SEGUNDA FASE.
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1. PLANIFICACIÓN (2014-2016) Ante el reto permanente por ser una Iglesia “SERVIDORA Y MISIONERA EN COMUNIÓN CORRESPONSABLE”, toca dar un paso más al inicio de la Segunda Fase o trienio del Plan Pastoral. Esta Fase promueve, en sus agentes de pastoral, la “Solidaridad y Corresponsabilidad “con todo el pueblo de Dios, por lo que la meta que nos toca asumir es: Meta de la Segunda Fase: Para finales del año 2016, como fruto de la experiencia de misión permanente a través de la vivencia de la espiritualidad de comunión, todos los bautizados y personas de buena voluntad de la Diócesis de Cochabamba estamos convocados a vivir y proclamar experiencias significativas de solidaridad y corresponsabilidad promoviendo una pastoral orgánica y de conjunto; como experiencia de un pueblo que avanza en el proceso de evangelización, consolidando las estructuras básicas de comunión y participación. Esta meta, se expresa en el lema: “¡Cuánto tenemos nosotros para dar!” y responde a los desafíos que ya fueron expresados en el plan pastoral y en los aportes de las Jornadas de Evaluación y programación. La segunda fase abarca los años 2014, 2015 y 2016. Cada año se promoverá una actitud fundamental, personal y comunitaria, que dinamiza pastoralmente la solidaridad y la corresponsabilidad en nuestra Iglesia:
• 2014 - Humildad • 2015 - Misericordia • 2016 - Testimonio 2
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Actitudes que estratégicamente se concretarán en la aplicación de los siguientes Objetivos específicos para el Trienio Pastoral: OBJETIVOS ESPECÍFICOS: 1. Encaminar procesos pastorales sostenibles donde se coordine, organice y planifique, desde lo urbano, periurbano y rural, nuestro trabajo pastoral. 2. Orientar nuestra pastoral a las necesidades de la familia, niñez y juventud para que, desde una experiencia con Jesucristo vivo, encuentren sentido a sus vidas. 3. Brindar un proceso de formación y de concientización en la caridad para poder responder cualitativa y cuantitativamente a las necesidades más urgente de la sociedad. 4. Lograr que los bautizados tomen conciencia de su vocación de Discípulos- misioneros y sean protagonistas de la evangelización. 5. Organizar y efectivizar los eventos (celebraciones, reuniones, encuentros, jornadas, talleres, procesiones… etc.) como canal primario de comunicación en la Arquidiócesis. Con el fin de poner a la Diócesis en Misión Permanente con todo el pueblo de Dios.
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2. PROGRAMACIÓN (2014) Meta del Primer año 2014 Para finales del año 2014, como fruto de la experiencia de misión permanente a través de la vivencia de la espiritualidad de comunión, todos los bautizados y personas de buena voluntad de la Diócesis de Cochabamba, estamos convocados a vivir en humildad y proclamar experiencias significativas de solidaridad y corresponsabilidad promoviendo una pastoral orgánica y de conjunto. 1.
Objetivos: 1. Encaminar procesos pastorales sostenibles donde se coordine, organice y planifique, desde lo urbano periurbano y rural, nuestro trabajo pastoral. 2. Orientar nuestra pastoral a las necesidades de la familia, niñez y juventud para que, desde una experiencia con Jesucristo vivo, encuentren sentido a sus vidas. 3. Organizar y efectivizar los eventos (celebraciones, reuniones, encuentros, jornadas, talleres, procesiones… etc.) como canal primario de comunicación en la Arquidiócesis.
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Actitud Pastoral 2014: “SÉ HUMILDE PARA SERVIR”
“Aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón” (Mt. 11,29) Humildad, es reconocer nuestras debilidades, cualidades y capacidades y aprovecharlas para obrar en bien de los demás, sin decirlo, nuestro Papa Francisco nos dice al respecto:“Los que aman con todo su ser, aun llenos de debilidades y límites, son los que vuelan con ligereza, libres de influencias y presiones”. El valor de la humildad ayuda a las personas a contener la necesidad de decir o hacer gala de sus virtudes a los demás. Una persona que vive la humildad hace el esfuerzo de escuchar y de aceptar a todos. Cuando más aceptamos, más se obtendrá el cariño y reconocimiento, porque una palabra dicha con humildad tiene el significado de mil palabras agradables. Humildad es aceptar las cualidades con las que nacemos o desarrollamos, desde el cuerpo hasta las posesiones más preciadas. Por tanto, debemos utilizar estos recursos de forma valiente y benevolente. Ser humilde es dejar hacer y dejar ser, si aprendemos a eliminar la arrogancia, reconocemos las capacidades físicas, intelectuales y emocionales de los demás. Por tanto, el signo de la grandeza es la humildad. La humildad permite a la persona ser digna de confianza, flexible y adaptable. En la medida en que somos humildes, adquirimos grandeza en el corazón de los demás. El éxito en el servicio a los demás proviene de la humildad; cuanto más humildes, mayores logros obtendremos. No puede haber beneficio para el mundo sin la humildad. Una persona humilde puede adaptarse a todos los ambientes, por negativos que estos sean; nunca dirán “no era mi intención decirlo”, según la actitud, las palabras reflejarán eso, entonces debemos cuidar nuestras palabras para no lastimar sin desearlo. Cuando expresemos una opinión debemos
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hacerlo con el corazón y mente abierta para aceptar las particularidades, la fortaleza y la sensibilidad de uno mismo y de los demás. Para ser humildes, necesitamos ser realistas, conocernos a nosotros mismos tal como somos. Únicamente así podremos aprovechar todo lo que poseemos para obrar el bien. Siempre encontramos cosas en nuestra propia persona que no nos gustan, capacidades que no estamos aprovechando o cualidades que no estamos desarrollando. Lo importante es aceptar la situación e intentar luchar por superarse día a día. La humildad es signo de fortaleza. Ser humilde no significa ser débil, aunque el “resto” lo interprete de otra manera. La humildad la podemos vivir así: a. Aprendiendo a aceptar las capacidades de los demás. b. Siendo sencillos, sinceros y veraces. c. Pidiendo ayuda cuando la necesitamos y reconociendo que no somos autosuficientes. d. Escuchando a los demás y dejando de hablar de nosotros mismos. e. Agradeciendo los buenos consejos que hicieron posible las buenas decisiones que hicieron posible los buenos éxitos actuales. f. Mostrando gratitud a las personas que nos dedican su tiempo y esfuerzo. g. Ser transparente unos con otros, reconociendo y apreciando a quien nos ayuda sin decirlo. “Ustedes me llaman Maestro y Señor, y decen bien, puesto que lo soy. Pues si yo, el Señor, les he lavado los pies, ya saben lo que tienen que hacer los unos con los otros” (Juan.13,13) 6
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3. ACCIONES En las Parroquias: a. Acompañar las estructuras e instancias de comunión y participación: Consejos y Equipos en la comunidad parroquial, capillas y zonas pastorales. b. Promover y consolidar el acompañamiento a las familias en la comunidad parroquial. c. Planificar y programar los tiempos de encuentro, reuniones y jornadas, particularizando las diversas realidades pastorales de la comunidad parroquial. d. Iniciar los diálogos y acercamiento para consolidar los “hermanamientos parroquiales”. e. Evangelizar las fiestas patronales con apoyo de las Comisiones Diocesanas. f. Trabajar más de cerca e involucrar a las instituciones civiles en el quehacer de la comunidad parroquial. g. Viven la experiencia de preparación al Congreso Eucarístico Diocesano. En las Vicarias Foráneas: a. Promover la Pastoral Familiar en las parroquias. b. Redimensionar las reuniones de los Consejos Vicariales, logrando convocar, animar y acompañar tanto a los equipos como a los agentes de pastoral que participan. c. Consolidar la fraternidad Sacerdotal a nivel Vicarial, a través de encuentros bimensuales o respetando los tiempos y realidades pastorales de cada Vicaria. d. Consolidar y organizar los equipos vicariales en sus tareas y encuentros de preparación pastoral. e. Organizar y animar las celebraciones de Pentecostes y Corpus Christi Vicarial. f. Acompañar la preparación del Congreso Eucarístico Diocesano. 7
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En la Diócesis:
a. Acompañar el crecimiento en la fe de los agentes de pastoral desde los encuentros retiros parroquiales. b. Coordinar las actividades de preparación para el Congreso Eucarístico Diocesano. c. Promover y preparar las orientaciones pastorales específicas para cada realidad pastoral: urbano, peri-urbano y rural. d. Organizar los encuentros entre las parroquias y las Comisiones diocesanas. e. Preparar las orientaciones para los “Hermanamientos Parroquiales”. f. Desarrollar las actividades diocesanas programadas para el año 2014.
4. ACTIVIDADES a. Congreso Eucarístico Diocesano: del 17 al 23 de Noviembre b. Encuentro Retiro de los Equipos Vicariales: 15 y 16 de marzo. c. Semana Teológica: 21 de junio (Rural), 08 al 11 de julio (Urbano). d. Jornada de Evaluación y programación 28 de Noviembre. e. Celebración Diocesana, Día del Niño: 12 de abril f. Semana Diocesana de la familia: 06 al 11 de octubre. g. Matrimonios Comunitarios: Día 26 de Abril
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