VISITA AL SANTÍSIMO
PRIMERA VISITA
TERCERA VISITA
“Humildad, caminode salvación para el pueblo”
Reconciliación con uno mismo y con el hermano
Reconoce tus debilidades
“Por tanto, si estás presentando tu ofrenda en el altar, y allí te acuerdas que tu hermano tiene algo contra ti, deja tu ofrenda allí delante del altar, y ve, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda”. (Mt,23-24)
De nuevo Pedro lo negó diciendo: «Amigo, no sé de qué hablas.» Todavía estaba hablando cuando un gallo cantó. El Señor se volvió y fijó la mirada en Pedro. Y Pedro se acordó de la palabra del Señor, que le había dicho: «Antes de que cante hoy el gallo, me habrás negado tres veces.». (Lc 22,60-61)
Reflexionemos en silencio:
¿Qué gesto puedo realizar para expresar mi deseo de reconciliación?
Oración:
Jesús, tu que en el calvario reconciliaste al mundo dividido por el odio, acoge nuestros dones y nuestras fragilidades y danos la gracia de encontrar la paz en nuestros corazones reconciliándonos con nosotros mismos y con nuestros hermanos.
La Iglesia a lo largo de los siglos celebra el Triduo Pascual: la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor. Según la tradición de nuestra Iglesia, la noche de Jueves Santo, el Señor Instituyó, en la Cena de Pascua, la Sagrada Eucaristía y el Sacerdocio. La celebración de hoy conmemora la Cena del Señor con sus discípulos, que concluye con el traslado del Santísimo Sacramento al lugar preparado para la adoración, “el Monumento”. Jesús en la Eucaristía es el centro de la comunidad cristiana, que nos hace más conscientes de nuestra salvación y de la importancia que tiene para nosotros su presencia real en el Pan y el Vino Eucarístico. Visitemos los Monumentos individual o en familia con actitud humilde, recordando que es camino de salvación para nuestro pueblo. Jesús nos indicó este camino para que podamos seguirlo como discípulos suyos y contemplar así el gran amor que nos tiene.
INICIEMOS LA VISITA AL SANTÍSIMO: Por la Señal de la Santa Cruz, de Nuestros Enemigos Líbranos, Señor, Dios Nuestro. En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu santo AMEN
Repetimos:
Sea por siempre bendito y alabado / mi Jesús sacramentado. Rezamos: Padre Nuestro... Ave María... y Gloria...
SEGUNDA VISITA
Reflexionemos en silencio:
¿De qué modo he comprendido que Cristo nunca me juzga, que continua amándome, incluso cuando le he sido infiel?
Oración:
Señor, tu nos amas a cada uno de nosotros. Te pedimos que nos enseñes a amar y reconocer nuestras fragilidades, por Cristo nuestro Señor Amen.
Repetimos:
Sea por siempre bendito y alabado... mi Jesús sacramentado. Rezamos: Padre Nuestro... Ave María... y Gloria...
Pon tu confianza en Dios
CUARTA VISITA
“Bendigan a los que los maldicen, rueguen por los que los maltratan. Al que te golpea en una mejilla, preséntale también la otra. Al que te arrebata el manto, entrégale también el vestido. Da al que te pide, y al que te quita lo tuyo, no se lo reclames. Traten a los demás como quieren que ellos les traten a ustedes. Porque si ustedes aman a los que los aman, ¿qué mérito tienen? Hasta los malos aman a los que los aman”. (Lc 6,28-32)
Ora por tu hermano
Reflexionemos en silencio:
¿Reconozco la obra de Dios en los momentos difíciles de mi vida?
Oración:
Dios de amor, aunque somos frágiles, queremos seguirte por el camino de la confianza y del abandono a tu amor. Te pedimos que aumente nuestra fe y la fe de nuestros hermanos. Por Nuestro Señor Jesucristo tu Hijo. Amen.
Repetimos:
Sea por siempre bendito y alabado... mi Jesús sacramentado. Rezamos: Padre Nuestro... Ave María... y Gloria...
Al llegar al lugar llamado de la Calavera, lo crucificaron allí, y con él a los malhechores, uno a su derecha y el otro a su izquierda. (Mientras tanto Jesús decía: «Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen.») Después los soldados se repartieron sus ropas echándolas a suerte. (Lc 23,33-34) Reflexionemos en silencio: ¿Oro por mi hermano que me ha hecho daño alguna vez?
Oración: Jesús, tú nos enseñaste a orar en todo momento danos el don de la perseverancia para que nunca nos alejemos de ti en la oración. Repetimos:
Sea por siempre bendito y alabado... mi Jesús sacramentado. Rezamos: Padre Nuestro... Ave María... y Gloria...
QUINTA VISITA
SÉPTIMA VISITA
Ora por los misioneros
Ora por las vocaciones sacerdotales
“Entonces Jesús se apareció a los once y les dijo: «Vayan por todo el mundo, anuncien la Buena Noticia a toda la creación. El que crea y se bautice, se salvará. El que no crea, se condenará».” (Mc 16, 15-16)
Y Leví le ofreció un gran banquete en su casa; y había un grupo grande de recaudadores de impuestos y de otros que estaban sentados a la mesa con ellos. Y los fariseos y sus escribas se quejaban a los discípulos de Jesús, diciendo: ¿Por qué comes y bebes con los recaudadores de impuestos y con los pecadores? Respondiendo Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los que están enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores... (Lc 5,29-35)
Reflexionemos en silencio:
¿Hago presente las palabras de Jesús cuando me dice ve por todo el mundo y anuncia la Buena Noticia?
Reflexionemos en silencio:
¿Me preocupo por el bien de nuestros hermanos sacerdotes?
Oración:
Señor, te doy gracias por suscitar una multitud de mujeres, hombres que llevaban tu mensaje de paz y amor, por todo el mundo.
Repetimos:
Sea por siempre bendito y alabado... mi Jesús sacramentado. Rezamos: Padre Nuestro... Ave María... y Gloria...
SEXTA VISITA Busca la unidad de la Iglesia Él es nuestra paz, Él ha destruido el muro de separación, el odio, y de los dos pueblos ha hecho uno solo en su propia carne destruyó el sistema represivo de la ley e hizo la paz; reunió a los dos pueblos en él, creando de los dos un solo hombre nuevo. Destruyó el odio en la cruz y, habiendo reunido a los dos pueblos, los reconcilió con Dios por medio de la misma cruz”. (Efesios 2, 14 -16) Reflexionemos en silencio:
Allí donde vivo, ¿Soy promotor de unidad para mi comunidad?
Oración:
Señor, que cuidas de tu pueblo como un pastor que cuida a su rebaño, te pedimos que nos envíes sacerdotes que hagan presente tus palabras y tu cuerpo en nuestra Iglesia. Por Cristo Nuestro Señor. Amen.
Repetimos:
Sea por siempre bendito y alabado... mi Jesús sacramentado. Rezamos: Padre Nuestro... Ave María... y Gloria...
ORACIÓN Oh Dios, que en este sacramento admirable nos dejaste el memorial de tu pasión, te pedimos nos concedas venerar de tal modo los sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que experimentemos constantemente en nosotros el fruto de tu redención. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén
VISITA A LOS TEMPLOS JUEVES SANTO
Guía para la adoración a Jesús Sacramentado
Oración:
Jesús, tu que pides al Padre para que seamos uno, no permitas que entre en ella el espíritu de la división por Jesucristo nuestro Señor.
“Humildad, camino de salvación para el pueblo”
Repetimos:
Sea por siempre bendito y alabado... mi Jesús sacramentado. Rezamos: Padre Nuestro... Ave María... y Gloria...
arzobispado de cochabamaba