Via Crucis “HUMILDAD, CAMINO DE ESPERANZA PARA NUESTRO PUEBLO”
Comisión de Comunicación Arquidiócesis de Cochabamba Via Crucis: “Camino de esperanza para nuestro pueblo” www.Iglesiacbba.org vpcochabamba.blogsport.com Cochabamba, Arzobispado de Cochabamba, marzo 2013
COMISIÓN DE COMUNICACIÓN Arzobispado de cochabamba
Vicaria Pastoral
arzobispado de cochabamba
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RESENTACIÓN
¿Qué es la Via Crucis?
La Vía Crucis (Camino de la Cruz) es una de las devociones más practicadas en las comunidades cristianas especialmente en el tiempo de Cuaresma y Semana Santa. Esta practica religiosa, nos acerca a Jesús para contemplarlo en los últimos momentos de su vida, en los que demostró, el gran amor que tiene hacia los hombres: “Tanto amo Dios al mundo que dio a su Hijo único para el perdón de los pecados” (Jn 3,16).
¿Cuántas Estaciones tiene la Via Crucis? La Via Crucis cuenta con 15 estaciones que son: 1. Jesús es condenado a muerte 2. Jesús carga con la cruz 3. Jesús cae por primera vez bajo el peso de la cruz 4. Jesús encuentra a su madre 5. Simón de Cirene ayuda a Jesús a llevar la cruz 6. Una mujer limpia el rostro de Jesús 7. Jesús cae por segunda vez 8. Jesús encuentra a las mujeres
Para comenzar la Via Crucis Todos: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Animador: Queridos hermanos, acompañemos a Jesús en el camino de su pasión, muerte y resurrección. Recemos juntos para que en este recorrido podamos afianzar nuestra fe en Jesús que mediante su sufrimiento nos da vida. En esta Via Crucis pedimos al Señor que abra nuestros ojos y corazones para poder reconocer su rostro en nuestros hermanos. Canto: Animador: Oración: Jesús, enséñame a amar, y a descubrir tu rosto en cada estación que meditaremos en este día. Todos: Amén.
9. Jesús cae por tercera vez 10. Jesús es despojado de sus vestiduras 11. Jesús es clavado en la cruz 12. Jesús muere en la cruz 13. Jesús es bajado de la cruz y entregado a su madre 14. Jesús es sepultado 15. Jesús resucita de entre los muertos -3-
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RIMERA ESTACIÓN
- Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. - Que por tu santa cruz redimiste al mundo.
REFLEXIÓN
Jesús es Condenado a muerte (Jn 19,15-16) Jesús es sentenciado no por una persona, ni por un tribunal, como a primera vista parece, sino por todos. Todos los hombres y mujeres de todos los tiempos y lugares, tenemos algo que ver en su condena a muerte. Rechazado y ofendido por los mismos que le habían aclamado poco antes, Jesús calla… Permanece silencioso, como si estuviera en oración; en actitud de suprema humildad y obedien-
cia. Nosotros, en cambio, huimos de ser criticados o rechazados, y cuando alguien lo hace, saltamos inmediatamente en nuestra propia defensa, ofendiendo a quien nos ha ofendido. Es el rostro de nuestro orgullo. Danos, Señor, la gracia de imitarte, uniéndonos a Ti por el silencio y la actitud humilde. ¡Ayúdanos porque queremos parecernos más a ti!
ORACIÓN Señor, que siendo justo has sido condenado al igual que muchos de nuestros hermanos. Te pedimos el don de discernimiento para saber distinguir el bien del mal y poder escuchar humildemente tu voz. Por Cristo nuestro Señor Amén.
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EGUNDA ESTACIÓN
REFLEXIÓN
Jesús carga con la cruz (Jn 19,17) Jesús recibe la cruz en la que será crucificado, y la abraza con amor; en ella están presentes las cruces que cada día de su vida ha tomado sobre sí, asumiendo la misión que el Padre le encomendó al encarnarse; los momentos difíciles que ha debido enfrentar; la fidelidad en la que ha sabido mantenerse, aún en las circunstancias más
- Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. - Que por tu santa cruz redimiste al mundo.
adversas. Contemplemos especialmente el rostro de nuestros ancianos que viven en los asilos que al igual que Jesús cargan sus cruces de cada día: la soledad, los problemas de salud, los dolores físicos y espirituales, las dificultades económicas, los problemas familiares, los desengaños…
ORACIÓN Señor, tu llevas esta pesada cruz junto a nosotros. Ayúdanos a reconocer tu rostro en cada momento difícil de nuestra vida, para que podamos estar a disposición de los más necesitados y desprotegidos. Por Cristo Nuestro Señor. Amén -4-
REFLEXIÓN
- Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. - Que por tu santa cruz redimiste al mundo.
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ERCERA ESTACIÓN
Jesús cae por primera vez (Is. 53,4-6)
Quien nunca cayó en el pecado, cae ahora agotado y sin fuerzas, sumido en el dolor físico y emocional de la condena injusta. Jesús cae para redimirnos; para ayudarnos a levantarnos de nuestras caídas diarias, cuando después de habernos propuesto ser fieles, vol-
vemos a nuestros pasos de antes, y pecamos de nuevo. Contemplemos el rostro de Jesús en aquellos hermanos que han caído en los vicios del alcohol y la droga que el Señor les de la fuerza para levantarse y seguir las huellas de su amor.
ORACIÓN
Señor Jesús, el peso de la cruz te ha hecho caer. El peso de nuestros pecados, de nuestros vicios y adicciones te derriba. Pero tu caída no es signo de tu debilidad sino de puro amor al prójimo. Danos esa esperanza de vivir en constante reconciliación contigo y con nuestros hermanos. Por Cristo nuestro Señor. Amén.
REFLEXIÓN
- Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. - Que por tu santa cruz redimiste al mundo.
C
UARTA ESTACIÓN
Jesús encuentra a su madre (Lc 2, 34-35.51)
No podía ser de otra manera. Al conocer la situación en la que estaba Jesús, María, como buena madre, salió a su encuentro. Quería que Jesús supiera que, pasara lo que pasara, ella estaba allí, porque creía en él, en su bondad, en su amor. No lograron abrazarse, pero sus ojos se miraron y el uno supo del amor del otro. Jesús comprendió
inmediatamente, que María creía en su inocencia, y estaba dispuesta a guardarle fidelidad por siempre. En esta estación contemplemos el rostro de las madres solteras que día a día trabajan en las calles para llevar el alimento a sus hijos. Y le damos gracias a Dios por su valentía para afrontar la vida.
ORACIÓN Santa María, Madre del Señor, has permanecido fiel cuando los discípulos huyeron. Por eso, te has convertido en la Madre de los creyentes, Madre de la Iglesia. Te rogamos que nos enseñes a creer y nos ayudes para que la fe nos impulse a servir y dar muestras de amor. -5-
Q
UINTA ESTACIÓN
- Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. - Que por tu santa cruz redimiste al mundo.
REFLEXIÓN
Simón de Cirene ayuda a Jesús a llevar la cruz (Lc 23,26) Así como el Cirineo fue escogido para ayudar a Jesús a llevar la cruz, y su vida alcanzó la plenitud en aquella hora inesperada, cada uno de nosotros hemos sido llamados a una tarea especial. Hemos venido al mundo para algo concreto; para realizarnos de una manera particular; cada cual va descubriendo la suya en el momento adecuado. Pero hay algo, que, sin duda, es
misión de todos: ser Cirineos de los demás; ayudar a quienes están cerca de nosotros a vivir con dignidad y plenitud los diferentes momentos de su historia personal. En esta estación tengamos presente el rostro de tantos como Simón de Cirene, que tienen la fuerza y la valentía necesarios para saber ayudar a quien lo necesita en el momento oportuno y con la diligencia requerida.
ORACIÓN
Señor, a Simón de Cirene le has abierto los ojos y el corazón, dándole, al compartir la cruz, la gracia de la fe. Danos la gracia de reconocer como un don el poder compartir la cruz de los otros y experimentar que así caminamos contigo.
S
EXTA ESTACIÓN
- Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. - Que por tu santa cruz redimiste al mundo.
REFLEXIÓN
La Verónica limpia el rostro de Jesús (Isaías 53, 2-3) Verónica fue una mujer valiente y decidida, que se acercó a Jesús cuando todos lo habían abandonado, para llevarle un poco de bienestar y de consuelo. Son los rostros que representan a todas las mujeres que ponen por encima de su seguridad y de su comodidad, los valores de la solidaridad, la fraternidad, y el compartir.
ORACIÓN
Contemplemos el rostro de las mujeres valientes que trabajan en los asilos y hogares de acogida, que de forma incondicional, entregan su vida al servicio de la gente que sufre, ya sea por enfermedad o discapacidad. Dios bendiga esas manos que ayudan al prójimo.
Danos, Señor, la inquietud del corazón que busca tu rostro. Protégenos de la oscuridad del corazón que ve solamente la superficie de las cosas. Graba tu rostro en nuestros corazones, para que así podamos encontrarte y mostrar al mundo tu imagen. Amen -6-
- Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. - Que por tu santa cruz redimiste al mundo.
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ÉPTIMA ESTACIÓN
REFLEXIÓN
Jesús cae por segunda vez (Lam 3,1-2.9.16)
El Via Crucis nos señala tres caídas de Jesús en su camino hacia el Calvario. Dadas las circunstancias, pudieron ser incluso más de tres. Jesús cae delante de todos… Cae e inmediatamente intenta levantarse, para seguir adelante… Quiere llegar pronto para consumar el cáliz que le ha dado a beber el Padre… Recurre a
todas sus fuerzas y finalmente lo logra… Ya le falta poco para llegar. En esta estación contemplemos el rostro de los niños que viven en las calles luchando día a día contra el frío, el calor, la humedad, la indigencia, la discriminación de la sociedad situación que muchas veces les obliga a caer en el robo, el alcohol, la droga.
ORACIÓN Señor Jesucristo, es nuestra carga la que te hace caer pero te vuelves a levantar. Da esperanza en medio de toda oscuridad a los niños que viven en las calles. Que seamos portadores e impulsores de solidaridad y caridad para estos niños que necesitan del cariño de cada uno de nosotros. Por Cristo nuestro Señor. Amén. - Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. - Que por tu santa cruz redimiste al mundo.
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CTAVA ESTACIÓN
REFLEXIÓN
Jesús encuentra a las mujeres (Lc 23, 27-28)
El infinito sufrimiento de Jesús es motivo de compasión y lágrimas, para algunas mujeres que caminan entre la multitud que va tras él, hacia el Calvario. Jesús las mira con amor, y les recuerda que su dolor no es más que una parte del inmenso dolor que hay en el mundo, y que también necesita ser tenido en cuenta por nosotros. En esta estación contemplemos el
ORACIÓN
rostro de los familiares que lloran por sus seres queridos que han muerto producto de los enfrentamientos que sufre nuestro país. Este hecho es un impacto emocional fuerte para sus familiares y amigos. Es una sensación de inseguridad y temor para toda nuestra sociedad, que el Señor nos de la fortaleza de poder sobrellevar estas situaciones de dolor y de muerte.
Señor, las mujeres lloran por ti pero Tú les das calma. Te pedimos que seas consuelo para tanta gente sufriente que no tiene información de sus seres queridos y, a nosotros, danos la voluntad y la fuerza para ayudar a esta causa. Por Cristo nuestro Señor. Amén. -7-
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OVENA ESTACIÓN
- Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. - Que por tu santa cruz redimiste al mundo.
REFLEXIÓN
Jesús cae por tercera vez (Lam 3, 27-32) Jesús está agotado. Sus fuerzas físicas se están acabando, y cae por tercera vez, desfallecido de dolor. Sin embargo, sabe que tiene que llegar hasta el final, y vuelve a levantarse para continuar su camino. Cada vez está más cerca del lugar de su martirio, donde su vida alcanzará el momento definitivo: la muerte. En esta estación contemplamos el
rostro de tantas personas que son victima de discriminación por su condición física, social o cultural. Son las caídas de nuestra sociedad que vive la intolerancia y que muchas veces no hace nada por cambiar esta situación de muerte para nuestro pueblo. Pidamos al Señor la fuerza para practicar el bien, y defender la dignidad de las personas.
ORACIÓN
Señor, te has caído nuevamente. De la misma forma, nuestro pueblo parece caerse a causa de la discriminación y el rechazo. Levántanos Señor, para que seamos portadores de esperanza y de igualdad entre todos nosotros. Por Cristo nuestro Señor. Amén.
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ÉCIMA ESTACIÓN
- Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. - Que por tu santa cruz redimiste al mundo.
REFLEXIÓN
Jesús es despojado de sus vestiduras (Jn 19,23-24) Los soldados arrancan a Jesús sus vestidos, y al hacerlo, desgarran su carne, adherida a ellos por la sangre de las heridas producidas en la flagelación, y por el sudor derramado a causa del esfuerzo del camino.
ORACIÓN
En esta estación contemplemos el rostro de tantos hermanos que tuvieron que dejar sus tierras con el sueño de superación y el sueño de una vida mejor pero son sujetos de discriminación y explotación, laboral.
Señor Jesús, has sido despojado de tus vestiduras, expuesto a la deshonra, expulsado de la sociedad. Ayuda a todos nuestros hermanos que son víctimas de explotación en tierras . Por Cristo nuestro Señor. Amén. -8-
REFLEXIÓN
- Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. - Que por tu santa cruz redimiste al mundo.
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ÉCIMA PRIMERA ESTACIÓN
Jesús es clavado en la cruz (Mc 15, 22-28)
A la desnudez sigue la crucifixión. Jesús es colocado sobre el madero horizontal de la cruz, extendido en el suelo, y se le fija a él clavando sus manos. Después se le pone de pie, y se le iza sobre el madero vertical que está clavado en el suelo, y se fija en él clavando sus pies. El dolor es infinito. Ni siquiera logramos imaginarlo; sin embargo Jesús lo resis-
te con valor y humildad, en un ejercicio sublime de voluntad y de amor. En esta estación contemplemos el rostro de nuestros hermanos enfermos que al igual que Jesús sufren los dolores físicos y emocionales. Pidamos al Señor que les de fortaleza para poder sobrellevar su dolor.
ORACIÓN
Señor Jesucristo, te has dejado clavar en la cruz, aceptando la temible crueldad de este dolor. Ayúdanos a tener un corazón valiente y humilde para saber reconocerte en los momentos de enfermedad que nos toca vivir. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
REFLEXIÓN
- Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. - Que por tu santa cruz redimiste al mundo.
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ÉCIMA SEGUNDA ESTACIÓN
Jesús muere en la cruz (Mc 15,33-37)
Ante la muerte de Jesús, el silencio se impone. No hay ya nada que decir, y tampoco nada que explicar. Las palabras no alcanzan a expresar la infinita grandeza de este momento. El amor infinito de Dios por nosotros es un misterio insondable que sólo podemos entrever pero nunca comprender. Jesús crucificado es la imagen clara y viva del amor infinito de Dios por cada uno de nosotros.
ORACIÓN
Pese a este ejemplo de amor, nuestra sociedad es testigo del sufrimiento de tantos niños que no tuvieron la oportunidad de nacer. Son niños que sufren y padecen nuestras decisiones muchas veces cobardes, que sólo buscan el bien propio. Unidos a ti en este nuevo sufrimiento, contemplamos los rostros de estos niños que nos gritan insistentemente ¡Queremos vida, no muerte!
Señor Jesús, en la hora de tu muerte se oscureció el sol. En esta hora de oscuridad y turbación, Te pedimos que nos ayudes a defender la vida con valor y firmeza de todos los que buscan la muerte. Por Cristo nuestro Señor. Amén. -9-
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ÉCIMA TERCERA ESTACIÓN
- Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. - Que por tu santa cruz redimiste al mundo.
REFLEXIÓN
Jesús es bajado de la cruz y entregado a su madre (Lc 23,50-53)
Junto a Jesús estaba María, su madre. Padeciendo con él. Sufriendo con él. Amando con él. Parece como si nada pudiera suprimir el mal, el terrorismo, el homicidio y el odio que vive nuestro pueblo. Contemplemos en el rostro de las víctimas de los enfrentamientos y la violencia en el rostro de Cristo
muerto. Que la sangre de las víctimas inocentes sea semilla de un nuevo mundo donde reine la fraternidad la Paz y la justicia y que en cada familia de nuestra sociedad resplandezca la vocación de ser cuna de la civilización y de los valores espirituales y humanos.
ORACIÓN
Mi Señor, has bajado hasta la oscuridad de la muerte a causa de nuestras debilidades y pecados. Ayúdanos a nosotros a perseverar en tu amor y así ser semilla que renace a una vida nueva. Por Cristo nuestro Señor. Amén.
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ECIMA CUARTA ESTACIÓN
REFLEXIÓN
Jesús es sepultado (Mc 15,46) Ya todo ha terminado. La historia de Jesús, el profeta de Nazareth, ha concluido. Sus enemigos se han ido para sus casas a celebrar la Fiesta de la Pascua. Sólo quedan con él su madre y un puñado de amigos; las mujeres han sido las más valientes; los apóstoles lo han abandonado;
ORACIÓN
- Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. - Que por tu santa cruz redimiste al mundo.
sólo está Juan, al lado de María. Contemplemos en esta estación, el rosto de tantos hermanos nuestros que ya no están con nosotros, abuelos, padres, madres, hermanos y hermanas, que nos han dejado para gozar de la gloria del Padre que nos ama con infinito amor.
Por tu muerte, Señor, enseñanos a ver lo transitorio de nuestra vida, y a distinguirlo de lo que perdura. Danos tu luz; ilumina nuestra vida; fortalece nuestro espíritu, y ayúdanos a vivir siempre en tu amor y en tu gracia. - 10 -
- Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. - Que por tu santa cruz redimiste al mundo.
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ECIMA QUINTA ESTACIÓN
REFLEXIÓN
Jesús Resucita entre los muertos (Jn 20,1-9)
Algunas mujeres habían seguido a Jesús hasta el Calvario. Ahora van al sepulcro y ven que está vacío. Creen que han robado el cuerpo de Jesús. Pero los ángeles les anuncian la mejor noticia: “¡No está aquí! ¡Ha resucitado!” Jesús, no es un muerto mas. Él está
ORACIÓN
vivo entre nosotros. Ha vencido a la muerte porque él es Dios. Nosotros creemos que ha resucitado. También hoy resucita en nosotros, camina junto a nosotros y le reconocemos como el Hijo de Dios, nuestro salvador, en cada rostro de nuestros hermanos.
Mi Señor, has bajado hasta la oscuridad de la muerte a causa de nuestras debilidades y pecados. Ayúdanos a nosotros a perseverar en tu amor y así ser semilla que renace a una vida nueva. Por Cristo nuestro Señor. Amén.
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ANTOS
1. SI, ME LEVANTARE
2. PERDONA A TU PUEBLO
SI, ME LEVANTARE, VOLVERE NUNTO A MI PADRE.
PERDONA A TU PUEBLO SEÑOR PERDONA A TU PUEBLO, PERDONALE SEÑOR.
A ti, Señor, elevo mi alma. Tú eres mi Dios y mi Salvador.
No estés eternamente enojado, No estés eternamente enojado, Perdónale, Señor.
Mira mi angustia, mira mi pena, Dame la gracia de tu perdón.
Injustamente te condenaron, Siendo nosotros los extraviados, PERDONALE, SEÑOR.
Mi corazón busca tu rostro, Oye mi voz Señor ¡ten piedad!
Nadie en el juicio te defendía, Te maltrataban, nada decías...
No pongas fin a tu ternura, Haz que me guarde siempre tu amor.
Pos nuestras culpas te castigaron, Con tus heridas nos has sanado...
Sana mi alma y mi corazón Porque pequé, Señor contra Ti.
De nuestra tierra te arrancaron, nuestros pecados te asesinaron...
Tú sabes bien, Señor, mis pecados, Ante tus ojos todos están.
porque sufriste nos haces buenos, porque venciste somos tu pueblo...
Abre mis labios para cantarte, Dame el gozar de la libertad.
por las heridas de pies y manos, por los azotes tan inhumanos... por los tres clavos que te clavaron, por las espinas que te punzaron...
Feliz el hombre a quien Dios perdona
Todas sus faltas, todos su error.
por las tres horas de tu agonía, en que por Madre nos diste a María...
Aunque mis padres me abandonaran, Me acogería siempre a mi Dios.
por la apertura de tu costado, por el silencio de tu sepulcro... ahora te vemos lleno de gloria, lleva a tus pobres la victoria...
Tu, mi alegría, tú, mi refugio, Todos los sontos te cantarán.
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3. PEQUE DIOS MIO
5. LLAGA
PEQUE, PEQUE, DIOS MIO PIEDAD, SEÑOR, PIEDAD SI GRANDES SON MIS CULPAS MAYOR ES TU BONDAD.
Busco yo no se que busco Creo, yo no sé qué busco Creo que es un rostro que una vez perdí Siento, siento una nostalgia De algo que me falta desde que nací.
Por tu cruel sentencia, piedad Señor piedad... por tu madre afligida... por tu rostro imprimido. Por tu triste caída. Por tu cruz tan pesada. Por la cruz en que mueres. por tu sepulcro nuevo. Por nuestras cobardías. Por tantas injusticias. Por la desigualdad.
LLAGA, LLAGA SIEMPRE ABIERTA LLENO DE VACIO ESTOY LLAGA SOY TODO UNA LLAGA QUE TAN SOLO AL VERTE CICATRIZARE. Nombre, yo no sé tu nombre Pero sé que rondas Muy cerca de mí. LLAGA, LLAGA SIEMPRE ABIERTA LLENO DE VACIO ESTOY RIO SOY UN RIO TURBIO Y TU MAR INMENSO, GUÍAME HACIA TI.
4. MIENTRAS RECORRES LA VIDA Mientras recorres la vida tú nunca solo estás; contigo por el camino Santa María va.
6. DULCE, JESUS MÍO Dulce, Jesús mío, Mirad con piedad Un alma perdida Por culpa mortal.
Estribillo Ven con nosotros al caminar; Santa María, ven. Ven con nosotros al caminar; Santa María, ven.
Pilato a Jesús, a muerte condena, Cuando al hombre toca, sufrir esa pena,
2. Aunque te digan algunos que nada puede cambiar, lucha por un mundo nuevo, lucha por la verdad.
Con la cruz a cuestas caminó Jesús: Cuando el hombre debe llevar esa cruz. Jesús y su madre se encuentran acaso, Y ambos pechos sienten tan amargo paso.
3. Si por el mundo los hombres sin conocerse van, no niegues nunca tu mano al que contigo está.
Jesús por salvarnos al calvario va, Cuando el hombre debe su culpa expiar.
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7. POR LA CRUZ A LA LUZ
9. UMANDAMIENTO NUEVO
1. Si la semilla no muere, no nacerá la espiga. Si no aceptamos la cruz, ¿cómo alcanzar la vida? ¿cómo alcanzar la vida?
UN MANDAMIENTO NUEVO NOS DA EL SEÑOR: QUE NOS AMEMOS TODOS COMO NOS AMA DIOS.
1. La señal de los cristianos es amarnos como hermanos. 2. Quien a sus hermanos no ama, miente si a Dios dice que ama. 3. Cristo, Luz, Verdad y Vida, al perdón y amor invita. 4. Perdonemos al hermano como Cristo ha perdonado. 5. En trabajos y fatigas Cristo a todos nos anima. 6. Comulguemos con frecuencia para amarnos a conciencia. cárcel,
(Estribillo) POR LA CRUZ A LA LUZ, FUENTE DE AMOR Y VIDA. (BIS) 2. No simboliza la muerte, es signo de victoria, porque abrazado a la cruz nos mereció la gloria, nos mereció la gloria. 8. CAMINARÉ EN PRESENCIA DEL SEÑOR
10. A TÍ LEVANTO MIS OJOS
Caminaré en presencia del Señor, Caminaré en presencia del Señor...
A ti levento mis ojos, a ti que habitas en el cielo. A ti levanto mis ojos, por que espero tu misericordia.
Amo al Señor porque escucha mi voz suplicante, Porque inclina su oído hacia mí, El día que lo invoco...
A ti levento mis ojos, a ti que habitas en el cielo. A ti levanto mis ojos, por que espero tu misericordia.
Caminaré en presencia del Señor, Caminaré en presencia del Señor...
Como estan los ojos de los esclavos, fijos en las manos de sus señores, a si estan nuestros ojos en el Señor, esperando su misericordia.
Me envolvían en redes de la muerte, Caí en tristeza y en angustia, Invoque el Nombre del Señor: ¡Señor, Salva Mi Vida! Caminaré en presencia del Señor, Caminaré en presencia del Señor..
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11. CON NOSOTROS ESTÁ
12. EL SEÑOR ES MI ROCA
Con nosotros está Con nosotros está y no lo conocemos, Con nosotros está, su nombre es el Señor.(Bis)
El Señor es mi fuerza, mi roca y salvación (bis). Tú me guías por sendas de justicia, me enseñas la verdad. Tú me das el valor para la lucha, sin miedo avanzaré.
Su nombre es el Señor y pasa hambre y clama por la boca del hambriento muchos que lo ven pasan de largo, acaso por llegar temprano al templo.
Iluminas las sombras de mi vida, al mundo das la luz. Aunque pase por valles de tiniebla, yo nunca temeré.
Su nombre es el Señor y sed soporta y está en quien de justicia va sediento y muchos que lo ven pasan de largo, a veces ocupados en sus rezos.
Yo confío el destino de mi vida al Dios de mi salud. A los pobres enseñas el camino, su escudo eres Tú.
Su nombre es el Señor y está desnudo, la ausencia del amor hiela sus huesos y muchos que lo ven pasan de largo, seguros y al calor de su dinero.
El Señor es la fuerza de su pueblo, su gran liberador. Tú le haces vivir en confianza, seguro de tu poder.
Su nombre es el Señor y enfermo vive, su agonía es la del enfermo y muchos que lo saben no hacen caso, tal vez no frecuentaba mucho el templo.
13. CRISTO TE NECESITA PARA AMAR
Cristo te necesita para amar, para amar, Cristo te necesita para amar. (2) NO TE IMPORTEN LAS RAZAS NI EL COLOR DE LA PIEL, AMA A TODOS COMO HERMANOS Y HAZ EL BIEN. (2)
Su nombre es el Señor y está en la cárcel, está en la soledad de cada preso y nadie lo visita y hasta dicen tal vez, ése no era de los nuestros.
Al que sufre y al triste dale amor, dale amor. Al humilde y al pobre dale amor. (2) ESTRIBILLO.
Su nombre es el Señor, el que sed tiene. El pide por la boca del hambriento, está preso, está enfermo, está desnudo, pero El nos va a juzgar por todo esto..
Al que vive a tu lado dale amor, dale amor, al que viene de lejos dale amor. (2) ESTRIBILLO.
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14. SI VIENES CONMIGO
15. ¡VICTORIA! TU REINARAS
Si vienes conmigo y alientas mi fe. Si estás a mi lado, ¿a quién temére? (bis).
¡Victoria! ¡Tú reinarás! ¡Oh Cruz, tú nos salvarás!
A nada tengo miedo, a nadie he de temer, Señor, si me proteje tu amor y tu poder. Me llevas de la mano, me ofreces todo bien. Señor, Tú me levantas si vuelvo a caer. Si vienes conmigo... (bis). ¡Qué largo mi camino! ¡Qué hondo mi dolor! Y un árbol me da sombra y escucho una canción. Será que a nadie puedo mirar ni sonreír. Señor, Tú sólo quedas, Tú sólo junto a mí. Si vienes conmigo... (bis). En cosas que se mueren yo puse el corazón. Fue tierra mi tesoro, fue vana mi ilusión. En cosas que se mueren me voy muriendo yo. Tú sólo vive siempre. Tú sólo, mi Señor.
El Verbo en ti clavado muriendo nos rescató, de ti, madero santo nos viene la redención. Sobre esta tierra oscura derrama tu claridad, oh Cruz, fuente fecunda de amor y de libertad. Tu luz señala el rumbo al pobre que descarrió; tus brazos lo conduzcan al puerto de salvación. Tus brazos nos reúnan en ronda de caridad, con todos los hermanos que buscan en ti la paz. La gloria por los siglos a Cristo libertador, su cruz nos lleve al cielo, la tierra de promisión. 16. RESUCITÓ
RESUCITÓ, RESUCITÓ, RESUCITÓ. ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA, RESUCITÓ. Muerte, ¿donde esta la muerte?, ¿donde esta mi muerte?, ¿donde su victoria? Gracias, sean dadas al Padre, que nos pasó a su reino, donde se vive de amor.