Revista oaxaqueña de Antropología Filosófica

Aﾃ前 I - Nﾂｰ1 - marzo 2015

MARZO 2015

3 Editorial 4 Infografía. Estadísticas 5 Noticia detonadora 6 El bullying no es cuestión de estadística 8 Destello filosófico sobre el bullying 9 Atropello contra la individualidad 11 El bullying… desde mi mirada 13 ¿El hombre es “bueno o malo” por naturaleza?

14 ¿Acaso soy el guardián de mi hermano?

16 El bullying… mi testimonio 18 Hacer frente… un rechazo total a la indiferencia 21 Colaboradores

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«¿Dónde está tu hermano Abel?»

«No sé. ¿Soy yo acaso el guardián de mi hermano?»

(Gén 4, 9).

Sí, cada hombre es «guardián de su hermano», porque Dios confía el hombre al hombre.

S. Juan Pablo II, Evangelium vitae

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n nuestros días se ha vuelto habitual leer en periódicos, portales de noticias y otros tipos de medios de información, desagradables noticias sobre casos de bullying escolar, crónicas dignas de un cuento de ficción o en el peor de los casos, llenas de horror, tragedias cotidianas, películas con un final nada feliz. Pareciera que asistimos al espectáculo de la violencia cotidiana, un espectáculo que se presenta con dos caras sobre el escenario: lo estruendoso del fenómeno y la banalidad del mismo.

Nos escandalizamos, nos consternamos por un lado, pero por otro mostramos indiferencia, apatía y olvido rápido del hecho, más aún de sus consecuencias e implicaciones.

La revista oaxaqueña de Antropología Filosófica ha decidido dedicar este número y su esfuerzo intelectual al problema del bullying escolar, como un fenómeno socioeducativo que involucra a la persona, al hombre.

Sin dejar de lado la perspectiva con la que aquí se abordan distintas temáticas, la intención fue invitar a nuestros colaboradores a poner como centro de su reflexión “El bullying escolar como un problema antropológico” ¿Qué pasa en el fondo, no con las estadísticas, sino con la persona? ¿En qué consiste este “mal” que aparece en este fenómeno? ¿Por qué aparece en la vida cotidiana de niños que aparentemente no son “personas malas”? ¿En dónde queda el respeto que me impone la presencia del “otro”? ¿El hombre es “bueno o malo” por naturaleza? ¿La sociedad lo corrompe? ¿Por qué la violencia en “pequeña” escala puede lograr la violencia en “gran” escala? ¿Qué es de la persona en medio del fenómeno del bullying? Ya sea como víctima o victimario.

Ayudó mucho en la conformación de la revista, que los amigos que aquí colaboran, pudieran “mirar” y “alumbrar” este problema desde su saber, su área, su disciplina, su experiencia, su realidad concreta.

Reformulando la pregunta a la luz de esta precisión podríamos decir: Desde sus circunstancias (intelectuales, vitales y laborales) ¿qué pasa con la “persona” en el fenómeno del bullying escolar? La idea al final fue poder tener una mirada crítica sobre este problema de esta comunidad de colaboradores, personas que como dijo Publio Terencio “Homo sum, humani nihil a me alienum puto”, hombre sois y nada humano les es ajeno.

Por otra parte también se apeló a su perfil profesional, a su proceso formativo, a su área de trabajo, para enriquecer la mirada de lo humano en este problema, integrando la “mirada” desde un seminarista hasta la de un alumno de secundaria de doce años, pasando por la de un educador, una psicóloga, un filósofo, una estudiante de lingüística y del mundo, y una mujer que hace poesía sin ser poeta, que entiende lo humano sin ser filósofa y busca con “pequeñasgrandes” acciones de voluntariado hacer este mundo más humano.

Sin lugar a dudas, este número especial de nuestra revista ha sido una experiencia enriquecedora desde el mismo instante en que se fue gestando la idea de conjuntar un grupo de colaboradores que miraran en el fenómeno del bullying también un problema antropológico como quien escribe estas líneas, no sólo son un grupo de colaboradores, sino personas preocupadas por lo humano, amigos y hermanos de mundo, deseosos de paz, de amor, de un mundo mejor, de un mañana feliz y de que nada de esto es posible sin un presente de acción.

Víctor Vásquez Ibáñez

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Infografía – Estadística

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Noticia Detonadora

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einte días después de su cumpleaños número ocho, Néstor, estudiante de una primaria rural del Valle de Etla, Oaxaca, falleció como consecuencia de una golpiza propinada por un grupo de niños de su misma edad. El niño era víctima de bullying o acoso escolar.

La mañana del 7 de mayo de este año Néstor fue golpeado durante el recreo por varios niños. A su casa llegó con el brazo fracturado y el cuello lastimado, días después falleció.

Día antes de ser golpeado y 15 días antes de morir contó a su madre que era víctima de burlas y golpes. “El niño que lo golpeó le decía que traía al diablo adentro y que un día iba a matar a alguien. Lo único que le dije, no hagas caso mijo. Si yo hubiera adivinado lo que iba a pasar, le hubiera dicho que se defendiera”.

La mujer lo hizo del conocimiento del director de la escuela pero el caso fue ignorado por el inicio de la jornada de paro magisterial “en defensa de la educación”.

Debido a los golpes, la salud del niño comenzó a deteriorarse. Presentaba fiebre, constante dolor de cuerpo, problemas para caminar y finalmente, después de 15 días de lo ocurrido, murió en el sillón de su casa porque, a falta de dinero, no recibió atención médica.

“Yo estoy inconforme. Pero yo no puedo pedir justicia porque para eso se necesita

dinero, entonces o busco justicia o comen mis otros hijos. Cuando él falleció yo pretendía hacer justicia con mis manos, pero tengo a mis otros hijos y ahora todo lo dejo en manos de Dios” Lucia, es originaria de San Lázaro, una comunidad escondida en el municipio eteco, es madre soltera, con discapacidad leve, se dedica a la venta de tortillas y sólo terminó la educación primaria. Vive en casa de sus padres en cuartos de carrizo, adobe y una pieza de material a medio construir.

Tiene otros tres hijos.

En la esquina de la casa, Lucía colocó un altar con la foto de Néstor en la graduación del preescolar. Adornó con flores y colgó el juguete favorito de su hijo: un carrito negro.

En otra esquina colgó otra foto de Néstor.

Frente a la imagen la mujer llora de impotencia porque “no tengo palabras para defenderme”.

En la escuela Primaria “Benito Juárez” ubicada en la Comunidad de San Lázaro, las actividades transcurren como si nada hubiera pasado. Los maestros recuerdan el caso pero evitan hablar de ello.

Después de la muerte de Néstor, el director de la escuela Adelfo García, fue rotado a otro plantel como parte de la “solución”. Los niños responsables de los golpes contra Néstor continúan en la institución pero sin un seguimiento psicológico.

CITLALLI LÓPEZ/Fotos: Mario Jiménez Leyva. Jue, 09/06/2012 01:22, http://www.noticiasnet.mx/ portal/general/gruposvulnerables/115098-bullying-de-vida-o-muerte

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EL BULLYING NO ES UNA CUESTIÓN DE ESTADÍSTICAS Por Víctor Vásquez Ibáñez

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as estadísticas pueden ayudar a entender mejor la magnitud del problema que estamos enfrentando, pero también puede alejarnos de una realidad que es imposible eludir y minimizar en el fenómeno del bullying: la persona.

Como lo afirma Rodrigo Guerra, siguiendo el itinerario del método antropológico de Karol Wojtyla: … si se toman como punto de partida los datos provistos por la experiencia, el sujeto humano aparece como un ser que posee una peculiar experiencia de sí mismo… muestra a la persona como algo diverso, como alguien que se destaca por su valor intrínseco, como una realidad que no puede ser reducida al resto del mundo. (2001: 11) El fenómeno del bullying escolar nos hace plantarnos ante lo “irreductible”, nos exige una comprensión de quién en él participa, no de tipo estadístico, ni meramente psicológico, sino una comprensión personalista que implique una atención absoluta a las personas involucradas.

Esta realidad personal que exige ser tomada en cuenta en este problema puede quedar eclipsada por la concepción abstracta del mismo o incluso por las acciones, estrategias y políticas públicas que se propongan para erradicarla, pues en su pretensión de generalidad una campaña contra el bullying puede obviar el nombre de las personas,

sus contexto vital, su historia de vida, sus circunstancias, su posible drama existencial, sus necesidad afectivas, su concepción de mundo, entre otros aspectos.

El bullying escolar nos vende caro el develamiento de la persona que hay detrás de los casos, de la estadística, de las gráficas. Hasta cierto punto tratar este problema a partir de datos estadísticos puede llegar a ocultarnos características esenciales de la persona, a saber: a) La persona (el “yo” concreto y singular) es indefinible, porque solamente las cosas son definibles y evidentemente la persona no es una cosa; b) por lo tanto, una persona no puede ser tratada como “cosa”, objetivada en un sentido llano, matematizada en sus menesteres existenciales, sino que exige un “trato” distinto; c) una persona es de facto siempre un fin en sí mismo, no un medio, lo que la hace ser valiosa en sí misma, digna. La dignidad de la persona no tiene credencial de elector, ni certificado de estudios, la dignidad es y está en ella independientemente de circunstancias accidentales como la edad, sexo, religión, raza o nacionalidad; d) la persona es interioridad y exterioridad, a diferencia de lo que los números puedan decir o las gráficas puedan mostrar, existe un universo interno en la persona en donde se juega en gran medida su ser y es precisamente esta interioridad la Ecce Homo -Mzo 2015

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que escapa muchas veces al análisis estadístico del bullying; y finalmente, e) la persona es un ser inacabado, su existencia es un menester como dirá Ortega y Gasset, tiene ante sí la tarea ineludible de ser-hombre, serhumano. ¡Bendita tarea! Y no sólo lo digo de forma irónica, sino que es gracias a esa indeterminación absoluta de su existencia que el hombre puede cambiar aquello que obstaculiza su ser pleno, por ejemplo, el bullying. ¿Qué fuera de nosotros si estuviéramos condenados a ser lo que ya de origen somos? El hombre como dice Lorda “crece en el ser –es más hombre- cuando aumenta sus relaciones humanas, cuando se comunica, cuando se entrega,

cuando ama.” (1996:44). La persona tiene la posibilidad de incrementar su ser y orientarlo a aquello que le haga posible ser mejor lo que ya es. Si retomamos la idea de Lorda, en perfecta armonía con la de Gabriel Marcel notamos que la violencia escolar no es la mejor forma de relacionarse con los otros, ni de amarlos.

De lo anterior podemos concluir que el bullying escolar es un problema que en lugar de posibilitar el “crecimiento en el ser”, obstaculiza y logra el efecto contrario, la persona, niño o niña, adolescente o adulta, se hace menos cuando participa de un fenómeno empobrecedor como éste.

Guerra, R. (2001). Volver a la persona. El método filosófico de Karol Wojtyla. Disertación presentada a la Academia Internacional de Filosofía del Principado de Liechtenstein como requisito para la obtención del Grado de Doctor en Filosofía.

Liechtenstein: s/e

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Lorda, J. (1996). Antropología. Del Concilio Vaticano II a Juan Pablo II. Madrid: Palabra

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DESTELLO FILOSÓFICO SOBRE EL BULLYING Por Herman Rosales Flores

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l hombre es un ser naturalmente violento, así lo expresa Thomas Hobbes en su vertiginosas palabras “homo homini lupus”, el hombre es el lobo del hombre, un ser que se devora así mismo, que se destroza buscando el predominio por encima de sus congéneres, estas palabras parecieran un tanto atrevidas, sin embargo, cómo hacer caso omiso a una realidad que es tan palpable, que lastima a quemarropa y que día a día se manifiesta en la multitud de eventos que vemos en nuestra sociedad, ya sea por los medios masivos de comunicación o de forma directa.

Es duro observar al hombre autodestruirse con el paso del tiempo, pero es más duro observar esta misma violencia en los niños, adolescentes y jóvenes que serán los protagonistas del futuro, bullying es el nombre que ha adquirido esta última y denigrante situación, que para algunos es tan sólo un modismo, un adorno más de nuestra multifacética sociedad, que no quiere quedarse en el retraso tecnológico y doctrinario, que busca sobrevivir a toda costa en un mundo donde la tecnocracia es el modelo de vida actual.

En este mundo caótico, tóxico, de guerra, de lucha, de robos, asaltos, violaciones, secuestros exprés, pornografía, suicidios y otros tantos problemas sociales, encontramos el bullying, una situación real, auténtica que tiene sus raíces en el acoso psicológico y que se presenta como “un proceso mediante el cual un agresor busca a sus compañeros para molestarlos y hostigarlos

constantemente” (Zatarain, 2009:79), es un error pensar que esta problemática es un modismo, cuando nosotros mismos, hemos vivenciado esta situación, ya sea desde la escuela o desde nuestros hogares, con nuestros amigos o familiares.

Otro ejemplo más de la naturaleza humana se presenta en esta situación, pero ¿Qué ha hecho el hombre para resolverla? ¿Qué ha hecho el hombre para remediar su situación de inexistente identidad?

Recordemos las palabras de Sófocles “Muchos son los misterios, pero nada tan misterioso como el hombre”, muchas son las situaciones que rodean al hombre, pero es el mismo hombre quien las crea, es él mismo quien produce sus grandes misterios y es él mismo quien da solución a sus problemas.

Por eso, el hombre es, a decir de Cassirer “una criatura constantemente en búsqueda de sí misma”, es decir, sabe que es violento, ignorante, capaz de las mayores atrocidades de este mundo, pero es consciente también de la imperante necesidad de dar respuesta a cada uno de sus problemas o interrogantes para descubrirse así mismo. El bullying es pues, una de estas estrechas puertas que el hombre debe seguir de cerca para conocer un poco más de sí, y descubrir que sigue siendo un ser humano, imperfecto y perfecto a la vez.

Zaratain, F. (2009). Contra el bullying. México: Color

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INDIVIDUALIDAD ATROPELLADA Por Úrsula A. Woolrich Bolaños Cacho

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uando se me invitó a escribir acerca del bullying escolar pensé que de por sí es una tarea compleja intentar entender la violencia en los adultos, como para intentar además, entender la violencia en los niños… y ello en tan solo una cuartilla. Por tanto, a ti que lees este artículo, te invito a tomar mis palabras como un borrador con ideas que necesitan profundizarse y eventualmente reformularse.

Desde la perspectiva psicológica, la violencia o agresividad está fuertemente vinculada al llamado “trastorno de personalidad antisocial”, el cual consiste en un “patrón general de desprecio y violación de los derechos de los demás” (DSM-V) que aunque se diagnostica a partir de los 18 años, se pueden advertir ya desde la infancia.

Este patrón es persistente e inflexible y se extiende a una amplia gama de situaciones personales y sociales provocando distorsiones en cuatro ámbitos: cognición, afectividad, actividad interpersonal y control de impulsos.

Dado que en mi experiencia he visto como primordial el aspecto cognitivo ya que las cogniciones derivan en afectos y ellos a su vez en acciones (las cuales implican controlar o no los impulsos) quisiera centrarme en este artículo, en dicho aspecto cognitivo: concretamente en los esquemas mentales.

Pero ¿qué es un esquema mental? un esquema mental una estructura del pensamiento que permite a la persona interpretar la realidad y organizar su experiencia; se forma en la infancia por medio de las relaciones con personas significativas como los padres, hermanos, abuelos, maestros, amigos, etc. A través de

los esquemas mentales se representan un conjunto de ideas con respecto a “sí mismo”, a los “otros” y al “mundo”.

Estos esquemas mentales pueden ser flexibles y realista o rígidos e irrealistas; éstos últimos son conocidos como “esquemas maladaptativos tempranos” (EMT) y se refieren a un patrón disfuncional de los recuerdos, las emociones, las cogniciones, y las sensaciones corporales sobre uno mismo y las relaciones con otros, desarrolladas en la infancia o en la adolescencia y elaboradas a lo largo de la vida (Young, 2003).

Pongamos un ejemplo: una persona con un esquema flexible y realista de sí mismo, pensaría “no soy ni superior, ni inferior a los otros, simplemente tengo características que me hacen ser diferente”; una persona con un esquema rígido e irrealista pensaría “soy superior que los demás o soy inferior que los demás por x o y”. ¿Cuáles serían las consecuencias de cada uno de dichos esquemas mentales? En el primer caso, la consecuencia sería el respeto a sí mismo y a los otros, ya que se sabe igual de valioso que los otros, con los mismos derechos y responsabilidades que cualquier ser humano. En el segundo caso, la consecuencia sería el percibirse como “mejor” y por tanto con más derechos que el resto de los simples mortales o como “peor” y por ende, con pocos derechos –o en casos extremos- sin derecho alguno.

Empezamos entonces a vislumbrar un factor primordial del bullying que por su naturaleza no puede observarse directamente: los pensamientos, concretamente los esquemas tempranos maladaptativos tempranos.

Y ¿por qué son maladaptativos? Pues

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precisamente porque la persona los elaboró buscando “adaptarse” al entorno y puede haber sido una adaptación sana en su momento evolutivo, pero con el paso de los años se fosilizó en lugar de readaptarse a un ambiente cambiante y a una personalidad cambiante. Es decir, para un niño de 3 años, es vital tener una dependencia hacia sus padres ya que ellos lo alimentan y protegen; pero si ese niño crece y a los 40 años sigue teniendo ese esquema de dependencia, viviendo en casa de su padres y dependiendo de que ellos lo alimenten y lo protejan algo anda muy mal en él.

En una reciente investigación (Tremblay y Dozois, 2014) acerca de los esquemas maladaptativos tempranos (EMT) y el rasgo agresivo se encontró que los EMT que se relacionaron más fuertemente con el rasgo de agresividad fueron Desconfianza, Grandiosidad y Autocontrol Insuficiente. ¿En qué consisten estos EMT?

Y entonces el individuo más débil, la víctima ¿qué esquemas mentales tiene, que le hacen sentirse merecedor de dichos maltratos?

La psicoterapia cognitiva afirma que, los sentimientos y las acciones son las consecuencias de nuestros pensamientos.

Ayudemos entonces a nuestros alumnos a tener pensamientos más realistas y flexibles: que aquel que ve el mundo como un lugar inseguro empiece a mirar sus fortalezas y no solamente sus debilidades; que quien ve solamente “negro o blanco”, empiece a ver tonalidades de grises; que aquel que ve desesperanza, empiece a fijar su mirada en aquello que brinda esperanza, aunque simplemente sea “el dulce verde, de la hierba del sendero” como dice uno de mis cantantes favorito, Eros Ramazzotti.

1) Desconfianza / abuso. Es la expectativa de que los demás harán daño, abusarán, humillarán, engañarán, mentirán, manipularán o se aprovecharán y la percepción de que el daño es intencional o por negligencia.

2) Superioridad / grandiosidad. Es la creencia de ser superior a los demás y con derecho a privilegios y derechos especiales.

3) Autocontrol insuficiente. Dificultad o negativa a ejercer el autocontrol, la tolerancia a la frustración aunados a una expresión excesiva de emociones e impulsos.

Si comprendemos esto, no es de extrañar que un estudiante que tenga esquemas mentales de desconfianza, grandiosidad y autocontrol insuficiente, será un estudiante que acose física y/o psicológicamente a quien se deje. Será una persona que en sus relaciones interpersonales intentará imponer “su propio ser a la individualidad atropellada del más débil” (Lewis, 1996).

American Psychiatric Association (APA). Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales DSMIV-TR. [En línea] Consultado el 26 de febrero del 2015. http://www.psicomed.net/dsmiv/dsmiv16.html Young, J.E. (2003). Terapia de Esquemas, guía práctica.

Bilbao. Desclée de Brouwer.

Tremblay, P.F. y Dozois, D. J. A. Otra perspectiva sobre el rasgo agresivo: superposición con esquemas maladaptativos tempranos. [En línea] Consultado el 26 de febrero del 2015. http://www.catbarcelona.com/uploads/rets/Ret72_2.pdf Lewis, C. S. (1996). Cartas del diablo a su sobrino. Chile.

Andrés Bello.

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EL BULLYING… desde mi mirada Por Geovana Sánchez Martínez

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ienvenidos a la vida, al circo de lo humano, al mundo real, al control de la vida y de la naturaleza desde cualquier punto geográfico. Bienvenidos a la belleza de vivir y al mismo tiempo a todo tipo de perversión que ya no respeta sexo, condición política, género y lo más impactante de todo, ya no repeta edad. El mundo globalizado se vuelve un mounstro transmisor de infromación, apta y no apta para todo público, se engendra el mal y el bien en la casa, a través de la presión social, a través de los medios de comunicación que, si bien nos mantienen interconectados y nos facilitan la vida, amoldan nuestra mente al gusto de otros, de otros con más ideas y de otros tal vez, con mas recursos. El consumismo y la opulencia programada nos parece amigable sin siquiera conocerla; llena nuestro espacio de amor con un espacio elementalmente material. Las relaciones entre personas cercanas se alejan, la propia familia deja entrar la violencia como un integrante más, adueñándose, apropíandose lentamente.

Sin entrar en discusiones religiosas, hasta en la religión misma nos enseñan y nos recalcan que el niño es puro, inocente, un ser llegado al mundo sin mancha de pecados, sin conocimiento de los males, de las enfermedades o de cualquier otra cosa referida a la violencia o al abuso. Entonces ¿cómo es posible que un ser humano con

apenas escasa década de edad promueba la violencia y muestre desprecio a sus semenjantes? ¿Qué orilla a la violencia del projimo a tan corta edad? De mi experiencia personal con los niños y de mi niñez misma la respuesta a nuestros comportamientos y a la manera en que nos formamos y establecemos nuestra personalidad, muchas veces está relacionada a partir de dos vertientes: le primera, cual sea nuestro ambiente familiar en el que nos desarrollemos y segunda, como es que nuestros padres o las personas con las que crecemos nos enseñan a resolver nuestros problemas y nuestras dudas del mundo, es decir como nos enfrentamos a él. Me parece que el segundo aspecto tiene más que ver e influye de forma sustancial, pues a pesar de que el niño pueda vivir en un ambiente no muy propio o hasta violento, la forma en que él encuentre, con ayuda de otros, para resolver sus problemas o sus deficiencias, determinará sin duda como se enfrente a sus problemas y como enfrente la vida misma.

No hay otro lugar donde un niño aprende la violencia o las malas actitudes o modales que en la propia casa, los padres son el ejemplo y a la vez el espejo en donde los pequeños seres humanos en formación se reflejan. ¿Qué otro lugar sino el hogar? Es ahí donde el niño aprende a hablar, empieza a diferenciar a personas conocidas de desconocidas, se familiariza con la madre, el padre y los hermanos, adquiere vocabulario, formas de hablar, responder y de actuar. A mí si me consta, que un niño te imita, que un niño te pregunta y entre menos sensatas sean las respuestas más se va construyendo un mundo imaginario en el niño, el problema viene cuando hay que enfrentarse a la realidad, y la realidad no es más que enfrentarse a las mil y un maneras diferentes de las persoans de educar a sus hijos. Mi hermano de siete años, copió un sonido que tengo cuando algo me parece gracioso o absurdo y no convivimos mucho.

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Copió frases de mamá cuando se enoja, frases de papá cuando termina de explicar la vida y lo difícil que es; me ve pintar y pinta, me pregunta, le surgen dudas de lo que ve en la televisión y siempre procuramos que los hechos violentos no los vea, ya tendrá un poco de más madurez para detectar las razones por las cuales el ser humano se comporta así. Cuando una mentira no se le es castigada la repite y cuando una buena acción no es alentada la deja de hacer. El niño se forma en casa y las actitudes violentas proyectadas a los demás son un reflejo de lo que se vive en la propia familia. El bullying es para mí el reflejo de la falta de atención y de tal vez, la mala educación y ejemplo que han dado los padres.

Realmente no es necesario ser un especialista, se necesita vivir en familia para saberlo, se necesita convivir con niños, entrar en su mundo, involucrarse en su escuela, escuchar lo que tiene que decir y sobre todo pensar como ellos al tratar de entenderlos. Para saber que el bullying escolar es un problema iniciado por los adultos solo es necesario observar, ver los casos en las noticias, escuchar a los niños acerca de lo que tienen que comentar de lo que viven en su escuela, ir por ellos y ver a los papas. Por supuesto que tiene sentido, es un mundo totalmente diferente el ir a una escuela y ver a toda la gente que recoge a sus hijos, desde como se viste hasta como habla de sí y relacionarlo con cómo se expresan los niños de otros niños. Es cuestión de observación para darse cuenta que el bullying no es una cosa solamente de niños, de la “etapa”, esto tiene un pasado, un “atrás”, esto no es producido por generación espontánea.

Si realmente se desea combatir esta actividad escolar denigrante no hay que atacar y prevenir sólo desde las escuelas, de los niños, de los estudiantes, se tiene que atacar desde la casa, de la familia, desde los propios padres. Desde los padres de las víctimas como de los padres de los agresores. ¿Qué les estamos enseñando a

los niños? Esa es la pregunta ante el bullying, ante la agresión escolar, ante la lastimosa realidad de saber que un niño es capaz de agredir a otro al grado de quitarle la vida, al grado de sentirse satisfecho al lastimar y herir al otro. ¿De donde lo copió? ¿Dónde lo vio? ¿Quién se lo enseñó?

Hasta el mismo proceso cognitivo lo menciona, somos seres humanos y no nacemos sabiendo. El hecho de vivir en una sociedad nos llena de reglas, formas, lenguaje, historia y una cosmovisión específica. Para mantener nuestra raza necesitamos de la transmisión de conocimientos, todo se archiva en nuestra cabeza como en un ordenador, se guarda, se manifiesta, se transforma en palabras y acciones, en creencias y en visiones del futuro.

Es el ejemplo mal dado el que permite esta agresión, agresion que ya no espera edad, porque aquello con lo que más nos relacionamos es lo que más proyectamos al mundo. El combate al bullying es un trabajo para todos, donde los menos culpables al final del día son los niños, que llevados por la imitación y el aprendizaje lo hacen, lo copian, lo sufren y lo proyectan. Todo inicia en casa, en el ejemplo y la atención de los padres a los hijos; este mundo globalizado es demasiado peligroso como para darse el lujo de no cimentar buenos valores, un riesgo demasiado peligroso como para descuidar, encima de todo, la atención que se da a los hijos.

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¿EL HOMBRE ES “BUENO O MALO” POR NATURALEZA? Por Michele Jean Hegg

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o creo. Es difícil pensar que desde el nacimiento haya algo en nuestros genes que nos cause ser malos. Sin embargo, puede ser una pregunta como ¿qué vino primero: el huevo o la gallina? De lo que he visto como profesora de inglés y por mi propia experiencia es que los bebés y los niños están copiando todo lo que ven de sus alrededores. Al cuidar unas niñas de tres y cinco años, inmediatamente me fijé en cómo querían actuar como si fueran adultas y mientras jugaban, estaban imitando a los adultos que habían visto en su vida cotidiana: sus padres, sus maestros, su niñera y otras personas.

Lingüísticamente, cuando un niño/a está aprendiendo a hablar copia lo que dicen sus padres (y cuando no nos fijamos, por accidente nos copian una o dos palabrotas), pareciera que desde una edad muy temprana absorben la manera de actuar de los adultos en la sociedad.

En una reflexión muy general, a los seres humanos nos gusta ser parte de una comunidad y generalmente rechazamos lo que sea diferente de nosotros. Podemos notar la violencia que existe en el mundo sólo porque un grupo de personas creen algo diferente que otro grupo. Entonces, creo que el bullying puede ser causado por la misma razón: los victimarios típicamente son parte de un grupo, una mini-comunidad a la que pertenecen y que alimenta su confianza. La víctima típicamente es alguien “diferente” en comparación con el grupo y de ahí que sea rechazada.

Regularmente en las situaciones de bullying que he visto, las víctimas son diferentes por su raza, su lengua, su estatus económico, o cualquier rasgo que le separa de los demás.

Regresando al plano lingüístico, cuando un niño/a empieza a aprender su idioma, no sólo copia lo que dicen sus padres, también empieza a inventar su propia forma de hablar por prueba y error, entonces

empieza por averiguar cuándo se puede decir algo y en qué momento hacerlo. Creo que lo mismo pasa en la situación de bullying. Los niños están en el proceso de aprender cómo funciona la sociedad humana exactamente y empiezan por averiguar basados en el método de prueba y error.

Por otra parte, muchos niños que actúan en maneras violentas vienen de familias donde existe la violencia doméstica. Por esta razón, es muy importante educar a los niños en contra de la violencia, educar en lo que está bien y en lo que está mal, educar para aceptar diferencias de personas –que las diferencias no son malas para evitar a la estigmatización–. Esta educación puede empezar desde la casa con los padres, pero nuestros tiempos exigen que exista conciencia del problema en las escuelas, porque ahí es cuando los niños interactúan entre ellos, creando una sociedad pequeña que refleja la sociedad grande, y donde, por prueba y error, aprenden en gran medida a comportarse como seres humanos.

Quisiera terminar esta reflexión con una anécdota: El otro día, mientras cuidaba al par de niñas que anteriormente mencioné, una de ellas, la más pequeña agarró el cabello de su hermana y lo jaló, arrancándole un poco, evidentemente la regañe y le dije: “No jales el cabello de tu hermana, ¡eso duele! Tienes que ser simpática y cariñosa con tu hermana”. Ella inmediatamente preguntó “¿Por qué?” Y ante la tentación de responder cómo habitualmente se hace en EEUU o en México “porque yo te lo digo”, me quede pensando qué decir y aunque los niños sólo tengan tres años, tenemos que explicarles bien porqué la agresión no es una buena manera de comunicarse ni de tratar a la gente.

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¿ACASO SOY EL GUARDIÁN DE MI HERMANO? Por Edgar Pérez Ruiz “Toca el corazón de quienes olvidan que somos hermanos y provocan sufrimiento y muerte.

Dales el don de la conversión.”

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sta es una parte de la oración con la que los obispos de México cierran una carta pastoral enviada en el 2010 a todas los católicos y personas de buena voluntad, en ella hacen notar la situación no tan agradable que se vive en nuestro país, y su repercusión negativa en la vida de las familias y comunidades (CEM, 2010: 2).

Uno de los problemas graves de hoy es el llamado bullying, que se puede entender como una actitud repetitivamente agresiva e intencionada, ocurrida sin aparente razón; siendo así una clara forma de deshumanización.

Al conocer el caso de Néstor, el niño que murió a causa del bullying, y revisar la noticia, se observan otras notas no tan amables, que se entrecruzan en la misma página, como la Raquel que murió a manos de su marido por una patada en la cabeza, o la de Pablo, el joven que murió unos minutos después de haber sido asaltado y acuchillado; no me quedó más que pensar en la razón que tienen los obispos.

Aunque es necesario y urgente reflexionar sobre el tema del bullying y de la violencia en jóvenes y niños, y así pretender comprender qué pasa con la persona, es importante ampliar nuestra visión, buscando cual es la verdadera raíz del problema.

Primero, parece claro que el bullying es una expresión de algo más grande, me atrevería a decir que es efecto y producto de lo que posiblemente sea un extravío antropológico; parte de la raíz del problema está entonces en la concepción que se tenga del hombre mismo, como pensamos al hombre, es de la manera como lo tratamos, los antiguos decían operari

sequitur esse, el obrar sigue al ser. En el caso del bullying esto es claro, porque el comportamiento axiológico y moral del agresor, de fondo debe contener una idea de a quien está agrediendo.

Segundo, si existe un extravío antropológico, es seguro que debe tener algunos factores que lo han propiciado. De manera sucinta podemos enumerar algunas causas posibles, que por ende llevan también a un extravío ético y moral, de tal manera que pueden ser en su raíz más profunda causa del bullying y de toda forma de deshumanización. · - La auto comprensión de sí, carente de valores y de trascendencia, que se ve reflejada en el carpe diem, el gozo del momento, cambiando la escala de valores, optando por aquellos de la gratificación inmediata y sin mayor trascendencia. · - La exclusión de Dios y el olvido del alma humana, dejando sin bases firmes y sólidas a la moral, relegándola a lo subjetivo, y cayendo en la tiranía del relativismo ético. · - El influjo de la cultura racionalista, empírica, positivista y pragmática, que considera que la medida de todas las cosas es la sola inteligencia humana, y que por tanto ella es capaz de establecer que es lo bueno y lo malo. · - El llamado pensamiento débil, que niega toda idea que parece universal, trascendente y permanente, cuyas repercusiones se palpan en la caída de las instituciones como la familia, el estado, la religión, entre otras. · -Como dicen los obispos de México, otro factor es la crisis educativa que, “se manifiesta en la falta de ideales de muchos jóvenes, en el cansancio que muestran hacia una cultura vacía, marcada por el déficit de esperanza y de futuro.” (CEM, 2012: 53).

Ante esta realidad, ¿qué propuestas claras tenemos? Si asentamos que la causa de la deshumanización, y por ende Ecce Homo -Mzo 2015

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del bullying y de toda forma de tiranía y violencia, es el desvío antropológico, entonces es necesario que tengamos que reconsiderar nuestra noción del hombre.

Repensando este problema desde el horizonte cristiano, podemos decir que: el bullying como realidad deshumanizadora, es una situación de pecado y de maldad, porque se opone a la voluntad de Dios; es un signo claro de la hamartosfera en la cual el mundo está sumido, y cuyo signo es ¿Acaso soy yo el guardián de mi hermano?, palabras caínicas pronunciadas por el primer fratricida, ante la pregunta de Dios por el otro, su hermano. Al mundo se le ha olvidado de que todos somos hermanos, y casi nadie está ahí para recordarlo, porque no es algo no que sepamos, sino que la conciencia es derrotada fácilmente y envuelta en la atmosfera de pecado que nos inclina a hacer el mal. ¿Cuál será la causa de este olvido, de este extravío antropológico?, arriba ya esbozábamos algunas reflexiones, pero desde la óptica cristiana la causa es muy simple: el hombre se ha producido sus propios dioses, y más aún, él mismo se ha aclamado como su propio dios, eliminando al Dios trascendente y personal como el fundamento de la dignidad de la persona humana. ¿El bullying no será producto de no ver en el otro a alguien con la misma dignidad que yo?.

El cristianismo propone un modelo antropológico desde donde se puede iluminar esta realidad de deshumanización, es una antropología integral, cuyo eje se centra en el hombre como “imagen y semejanza de Dios” (Gn. 1,26). Esto significa que el hombre por sí mismo, posee una dignidad sagrada y un valor trascendente, y que toda norma o ley de ninguna manera están por encima de él, significa también que al ser creado, el hombre no goza de una autonomía total en el campo de la moral, como si él fuera la

medida de todas las cosas o pudiera definir por sí mismo el bien y el mal, sino que siempre estará en referencia al creador y a la ley natural. (Sayes, 1996: 323-362).

Para que esto sea operativo, el hombre y máxime el cristiano está invitado a entrar en un proceso de conversión, entendiéndolo como un cambio de mente y corazón, cuyo camino es una auténtica autodeterminación por el bien y la verdad, porque sólo así se podrá construir la civilización del amor, cuyo contenido en último término es una persona: Jesucristo.

Sólo así, no olvidaremos que somos humanos y hermanos, y ante la pregunta ¿Dónde está tu hermano? Desde el niño pequeño hasta el anciano, podrá alzar sus manos y se verán entrelazadas por otras, diciendo “Aquí está”.

1. Entendemos por extravío antropológico al fenómeno de alejamiento, que el hombre contemporáneo experimenta respecto de sí mismo, o sea de lo que tradicionalmente ha pensado de sí.

Cfr. MARSICH, UMBERTO, Conferencia dictada en el IMDOSOC el día 13 de julio de 2011.

CEM. (2010). Que en Cristo Nuestra Paz, México tenga vida digna. México: CEM CEM. (2010). Educar para una nueva sociedad. México: CEM Sayés, A. (1996). Teología para nuestro tiempo. México: San Pablo.

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EL BULLYING… MI TESTIMONIO Por David Pérez Mijangos

E

l bullying o acoso escolar es un fenómeno que ha incrementado el índice de violencia en los alumnos y los profesores en los últimos años.

El bullying afecta tanto como a la víctima como al agresor, pues la víctima es dañada emocional y físicamente; baja su autoestima y teme a todo el mundo, incluso a sí mismo.

El agresor se libera con otros compañeros que cree que son inferiores o débiles, pero lo cierto es que lo presente, la El bullying afecta tanto hace sólo para no intimidación de sentirse mal grados como como a la víctima como s e c u n d a r i a a consigo mismo.

Pues acarrea una estudiantes al agresor larga lista de menores como de desórdenes y primaria o entre p r o b l e m a s amigos y grupos familiares. subdivididos en cada grado y sección. Hay formas Aquí en mi escuela, aunque no se que van desde los insultos y bromas reconozca como tal, el bullying está casuales hasta humillaciones y publicaciones que dañan directa y gravemente la integridad de las personas.

Todos alguna vez hemos molestado u ofendido a alguien con algo que sabemos le desagrada. Sólo lo hacemos para molestarlo y reírnos de él. Yo lo he hecho muchas veces, pero también me han ofendido a mí.

En mi opinión el bullying es una forma de expresión incorrecta y violenta.

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Los casos de “Bullying” en México aumentaron 10% en dos años

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HACER FRENTE… Un rechazo total a la indiferencia Por Víctor Vásquez Ibáñez

L

a filosofía marxista puede llegar a ser fuertemente criticada, sin embargo hay una idea que nos ha heredado para abanderar la necesidad de una filosofía práctica, estratégica, prescriptiva, que no renuncie a incidir directamente en la vida del hombre: “Los filósofos se han limitado a interpretar el mundo de distintos modos; de lo que se trata es de transformarlo.” (Marx, 1845) Hay problemas que exigen de la filosofía una actitud y orientación distinta a la pura contemplación o dilucidación teórica, hay problemas que por sus increíbles y trágicas consecuencias exigen de la filosofía más que una palabra culta, más que un ensayo erudito, más que una conferencia o simposio, este tipo de problemas demandan de la filosofía orientaciones en la vida concreta del hombre y ¿por qué no? el diseño de estrategias, líneas de acción, prescripciones, recomendaciones y sugerencias, proyectos aplicativos, entre otras opciones que hagan de la reflexión filosófica un bien en la vida concreta del ser humano.

El filósofo tarragonés Octavi Fullat en su obra Filosofías de la educación. Paideia (1992) ha donado a los apasionados por la filosofía en la educación un legado invaluable: las tareas o menesteres que le corresponden a ésta y en el fondo una idea que nos indica que la filosofía en la educación no solo paga boleto de ida, sino que amerita un viaje redondo, de ida y vuelta, en otras palabras, la filosofía en educación no es pura reflexión teórica, sino también poiesis, palabra creadora, palabra modificadora, elevación teorética y descenso praxeológico. Un ir y venir que sin asemejarse al

comportamiento científico pueda iluminar la realidad concreta, el problema específico del bullying escolar y otros más.

Fullat propone las siguientes cinco tareas para la filosofía de la educación: 1.

Análisis filosófico del lenguaje educativo 2.

Epistemología de la educación 3.

Antropología filosófica de la educación 4.

Teleología de la educación 5.

Filosofía de la Historia de la Educación De estas cinco, podemos encontrar en la cuarta tarea, teleología educativa, un indicio en la misma propuesta de Fullat de una sexta tarea: Axiología educativa.

Ahora bien, si tomamos en cuenta que la tercera tarea (antropología filosófica de la educación) escudriña las profundidades de ese misterio llamado hombre, en cuanto ser que se educa (homo educandus); la cuarta tarea (teleología educativa) cuestiona y pretende esclarecer los fines de la educación (el teleos educativo); y la incipiente sexta tarea (axiología educativa) analiza críticamente los valores que se ponen en juego cuando se educa (axios), entonces podemos hacer algo, no sólo pensar,

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para resolver el problema del bullying escolar desde la filosofía, desde la filosofía que más cerca está de este problema.

establecidos explicita e implícitamente en los sistemas educativos, en los procesos de enseñanza aprendizaje, en los perfiles de egreso de la educación El reto es enorme, pero si básica, media y superior, para desde estos menesteres de la filosofía pronunciarse públicamente ante los de la educación absolutismos, la plantamos cara al Hay problemas que exigen de m a n i p u l a c i ó n problema de la cívica, los la filosofía una actitud y violencia escolar, despotismos, las aseguraremos pretensiones de orientación distinta a la pura aumentar las totalitarismos, las condiciones que ideologías contemplación o nos permitan, no imperantes que dilucidación teórica encontrar una atenten contra la solución definitiva, paz, contra la pero si más posibilidad de hallarla. vida, contra la dignidad de las personas.

Desde la antropología b) Modelar en armonía con la filosófica de la educación se puede: naturaleza de la persona los procesos educativos, de tal manera que esta a) Esclarecer la concepción de tarea coadyuve a la creación de hombre (persona) que subyace en los “filosofías institucionales” que desde sistemas educativos vigentes y la teoría posibiliten la trascendencia denunciar públicamente los humana y el respeto-compromiso con reduccionismos, atropellos, la realidad. exaltaciones, tendencias y olvidos c) Mirar hacia el futuro sin olvidar que puedan acarrear dichas el presente y el pasado. Analizar concepciones. críticamente los desafíos que el futuro b) Proponer la incursión de la nos lanza, reflexionar sobre los retos antropología filosófica como materia que el mañana pone delante del común para todo aquél que se educa, hombre, proyecta hacia dónde se en algún momento de su proceso dirige la educación, el hombre, la formativo, de tal manera que humanidad. conozcamos la visión holística de d) Asesorar política educativa hombre que proyecta esta rama de la para generar reformas y proyectos filosofía. educativos. c) Enseñar lo irreductible y valioso de la persona humana, Desde la axiología educativa se partiendo de los contenidos puede: antropológico-filosóficos pero a través a) Cuestionar los valores de estrategias pedagógicas que nos vigentes en los procesos educativos, permitan educar a la persona y en la en las instituciones educativas, en las persona. familias e inclusive en la sociedad, para fundamentar su vigencia o Desde la teleología educativa se denunciar su irrelevancia, pero en el puede: peor de los casos denunciar el a) Cuestionar los fines fomento de antivalores.

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La filosofía en educación es poiesis, palabra creadora, palabra modificadora, elevación teorética y descenso praxeológico. b) Proponer contenidos serios, apegados a los estudios éticos y axiológicos para materias como “ética y valores”, “civismo”, “ética profesional”, entre otras. c) Diseñar en conjunto con la pedagogía proyectos vivenciales de valores, que vayan encaminados a hacer del valor no un concepto teórico bien aprendido, sino un valor vivido. d) Asesorar para proyectar en los valores institucionales el ideal axiológico de una sociedad humana plena. e) Realizar en un trabajo transdisciplinario para vivir cotidianamente los valores, para

formar a los alumnos y maestros en valores que potencialicen el ser de la persona. f) Incursionar mediante proyectos de valores en la educación informal, que se encuentra fuera de toda sistematización.

Las anteriores recomendaciones no pretenden agotar el quehacer de la filosofía de la educación de cara al problema del bullying, sino son el reflejo de un esfuerzo por pensar el grado de injerencia que puede llegar a tener la primera en el ámbito educativo, de tal manera que aporte a la solución de este problema social y antropológico.

Fullat, O. (1992). Filosofías de la educación. Paideia.

Barcelona: CEAC Marx, K. (1845). Tesis sobre Feuerbach. Consultado el 20 de febrero del 2015 y disponible en https://www.marxists.org/espanol/m-e/1840s/45feuer.htm

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Víctor Vásquez Ibáñez Es estudiante de la maestría en Ciencias Humanas de la Universidad Anáhuac Oaxaca.

Se desempeña como docente de la Universidad del Golfo de México de Oaxaca y es originario de Tlaxiaco, Oaxaca.

Geovana Sánchez Martínez Es estudiante de Relaciones Internacionales en la Universidad Iberoamericana Puebla. Es originaria de Oaxaca de Juárez, Oaxaca y es voluntaria en la Organización No Gubernamental Un TECHO para mi país

Herman Rosales Flores Es Licenciado en Filosofía por la Universidad del Desarrollo de Puebla.

Se desempeña como docente del Instituto CUMBRES de Oaxaca y es originario de San Pedro Totolapa, Oaxaca.

David Pérez Mijangos Es un estudiante de doce años de Secundaria en Colegio Motolinía de Antequera y es originario de Oaxaca de Juárez, Oaxaca.

Michele Jean Hegg Es estudiante de la maestría en Lingüística española en la New York University con sede en España.

Es originaria de Spokane, WA, en Estados Unidos de América.

Edgar Pérez Ruíz Es estudiante de Teología en el Seminario Pontificio de la Santa Cruz.

Originario de Oaxaca de Juárez, Oaxaca.

Úrsula Woolrich Bolaños Cacho Es licenciada en Psicología y estudiante de la maestría en Psicoterapia cognitiva. Originaria de Oaxaca de Juárez, se desempeña como docente en el Universidad de La Salle Oaxaca.

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