HABLANDO DEL CEREBRO
TAXI BRAIN ¿A dónde lo llevo joven? ¿Cómo funciona el cerebro de un taxista?
EN NUESTRA VIDA DIARIA, DAMOS POR SENTADO QUE EL TRANSPORTARNOS DEL PUNTO “A” AL PUNTO “B” REQUIERE SÓLO DE SUBIRNOS A UN AUTOMÓVIL Y CONDUCIRLO. CUANDO SURGE LA NECESIDAD DE EMPLEAR UN TAXI, TAMBIÉN ASUMIMOS QUE LA TAREA DEL TRASLADO SÓLO SE RESUELVE AL CONTESTARLE AL TAXISTA CUANDO PREGUNTA: “…¿A DÓNDE LO LLEVO JOVEN?...” Pero, ¿cómo le hace el taxista cuando le decimos que queremos ir a determinado lugar?, es decir, ¿en qué momento, y, cómo su cerebro “imagina” un mapa y traza la mejor ruta? En una serie de experimentos muy originales desarrollados en Londres, se demostró que los taxistas en dicha ciudad contaban con ”mapas mentales”, los cuales les permitían navegar espacialmente –de manera muy eficiente- y llegar a los destinos rápidamente. Uno podría argumentar que los años tras el volante serían la explicación más obvia a esta eficiencia. Describamos brevemente uno de estos estudios: Dos grupos de conductores (uno de voluntarios y otro de taxistas) fueron ubicados en una ciudad desconocida para ambos grupos y, se les pidió que manejaran hasta encontrar un sitio específico en el menor tiempo posible. El grupo de taxistas, comparado con el grupo de conductores voluntarios, llegó al sitio meta en un tiempo más corto. La interpretación de este experimento fue que los taxistas contaban con la capacidad de aprender el diseño calles, en este caso en una ciudad nueva para ellos, y elaborar mapas cerebrales de navegación espacial. Estos mapas cerebrales van acompañados de cambios en áreas de nuestro sistema nervioso central (SNC). Empleando resonancia magnética nuclear (técnica que permite la visualización de estructuras, como el cerebro) se encontró que los taxistas mostraban un aumento en el
volumen del hipocampo (región del SNC relacionada con el aprendizaje y memoria). Es importante recalcar que los cambios estructurales en el hipocampo de taxistas, si bien pueden ser atribuidos al entrenamiento y años de práctica, también podrían deberse a otras condiciones, como por ejemplo la expresión de genes que favorecen el crecimiento hipocampal. Podemos entonces asumir que la adquisición de conocimiento, el cual incluye aspectos de aprendizaje y memoria espacial, favorece cambios estructurales en nuestro cerebro los cuales se encuentran ligados con la navegación espacial.
PARA SABER MÁS… · Woollett K, Maguire EA. Acquiring “the Knowledge” of London’s layout drives structural brain changes. Curr Biol. 2011; 21: 2109-14. · Woollett K, Maguire EA. The effect of navigational expertise on wayfinding in new environments. J Environ Psychol. 2010; 30: 565-573.
Eric Murillo Rodríguez. Email: eric.murillo@anahuac.mx Laboratorio de Neurociencias Moleculares e Integrativas Escuela de Medicina, División Ciencias de la Salud Universidad Anáhuac Mayab. Mérida, Yucatán. México Número 5, Año 2012 · Mayo