HABLANDO DEL
Universidad Anáhuac Mayab. Escuelas de Medicina y Psicología . Número 4, Año 2010- Octubre
CEREBRO
¡Tienes cerebro de pájaro! Aunque alguien te dijera: “..¡Tienes cerebro de pájaro!..” no sería del todo un insulto. El cerebro de las aves ha mostrado a la ciencia mucho sobre el lenguaje. Las semejanzas entre aprender a cantar y a hablar son increíbles.
lenguaje verbal. Los ganglios basales contienen un circuito denominado vía prosencéfalo anterior (VPA) la cual es importante en el aprendizaje del canto, de tal modo que si se lesiona cuando el ave es joven, se induce una incapacidad para aprender a cantar.
En el reino animal existen pocos ejemplos de aprendizaje vocal; si bien muchos animales producen sonidos, pocos aprenden a reproducirlos mediante la observación de otros animales, entre estos tenemos a las ballenas, delfines, murciélagos, y al hombre.
Este efecto es semejante al observado en niños con lesiones en los ganglios basales quienes presentan problemas en el habla. Por otro lado, los ganglios basales también participan en el aprendizaje de idiomas. En nosotros, ciertas áreas de esta estructura se activan cuando hablamos un idioma que estamos aprendiendo, pero no cuando hablamos nuestra lengua materna. Es decir, nuestro cerebro funciona de manera diferente cuando hablamos español que inglés, por ejemplo.
Las aves cantoras también aprenden a vocalizar observándose mutuamente. De hecho, así como un niño que aprende a hablar lo hace escuchando e imitando a un adulto, un pájaro cantor al oír los sonidos de las aves adultas, es capaz de escuchar su propia “voz” y la de los otros y así, aprender a cantar. Se sabe que las aves necesitan retroalimentación sensorial para ajustar y perfeccionar sus interpretaciones; es decir, requieren de practicar, practicar y seguir practicando. Esto es semejante a lo observado en el progreso del habla en niños, que empiezan balbuceando hasta vocalizar frases completas. Pero, ¿qué parte del cerebro del ave lo hace cantar? Un grupo de estructuras cerebrales denominadas ganglios basales participan en el canto y, aunque evidentemente no somos pájaros, compartimos con esta especie dicha estructura cerebral. En nuestro caso esta región se encuentra relacionada con el
Pero regresemos a las aves; ellas no siempre cantan igual. Se sabe que cuando cantan de forma habitual, muestran una actividad en las neuronas del VPA, pero cuando cambian de tono, la actividad de las neuronas en esta región también se modifica. Y más aun, así como nosotros empleamos el lenguaje verbal para socializar, las aves utilizan su canto para interaccionar entre ellas. Experimentos desarrollados en el pinzón cebra, un pajarito con las mejillas de color naranja brillante, muestran que cuando el macho adulto canta solo, la actividad de las células del VPA es irregular así como la estructura del canto. Todo esto cambia si una hembra se encuentra
cerca. Los machos cambian de tono -aun cantando la misma canción- y la actividad de las neuronas en VPA es más regular. Es decir, la presencia del sexo opuesto cambia por completo la actividad del cerebro del ave macho y por consiguiente, la estructura del canto. Al conocer cómo el cerebro de un pájaro genera el canto, aprenderemos sobre el lenguaje, tan importante en especies que socializan, como la nuestra.
Referencias: • Iyengar, S., and Bottjer, S.W. (2002) The role of auditory experience in the formation of neural circuits underlying vocal learning in zebra finches. Journal of Neuroscience 22: 946-958. • Kojima, Satoshi, and Doupe, Allison J. (2009) Activity Propagation in an Avian Basal Ganglia-Thalamocortical Circuit Essential for Vocal Learning. The Journal of Neuroscience 29(15): 4782– 4793 Carlos Eduardo Rodríguez Solís y Dr. Eric Murillo Rodríguez Laboratorio de Neurociencias Moleculares e Integrativas Escuela de Medicina, División Ciencias de la Salud Universidad Anáhuac Mayab. Mérida, Yucatán. México Email: eric.murillo@anahuac.mx