AUTISMO El autismo, es una enfermedad neurológica que forma parte de un grupo de trastornos referidos como, trastornos del espectro autista o ASD (por sus siglas en inglés: Autism spectrum disorders). Las características clínicas del ASD incluyen deterioros en la cognición, alteraciones en la comunicación, percepción atípica y procesamiento disfuncional de la información. La evidencia disponible hasta el momento, sugiere que diversas causas están asociadas a la aparición de ASD, incluyendo factores ambientales y genéticos. Además, se sabe que los ASD inician en edad temprana y, persisten en la adolescencia y, en la edad adulta. En la mayoría de los casos, los síntomas son evidentes durante los primeros 5 años de vida. Por otro lado, estudios epidemiológicos han señalado que se estima que la prevalencia mundial de ASD, es de alrededor del 1%. Sin embargo, también se sospecha que el número
de casos de ASD, podría ser mayor debido a diagnósticos limitados o deficientes. En México, el único estudio formal, es el publicado en el 2016, mismo que evalúa niños autistas en León, Guanajuato. En dicho estudio, se reporta que de los niños estudiados, casi el 1% tiene autismo. Una aproximación interesante para entender una posible causa de ASD, implica una alteración en la microbiota intestinal. Recientemente, varios investigadores han descrito que perturbaciones de la composición de la microbiota, estaría relacionada con el ASD. Parece que factores pre y post natales, que dan forma al desarrollo de la microbiota neonatal, están vinculados con ASD. Si estos estudios avanzan y se confirma tal relación, podríamos discutir posibles enfoques terapéuticos basados en la manipulación de la composición bacteriana intestinal, para la prevención y control de ASD.
Figura 1. Relación microbiota y autismo. Se ha demostrado que la flora intestinal contaminada con bacterias tóxicas, hongos y otra flora, expulsan a los microbios benéficos, y crean subproductos tóxicos. Estas toxinas dañinas, al salir del intestino, afectan funciones inmunológicas y cerebrales, ocasionando problemas de comportamiento (Imagen tomada de: Cryan JF, Dinan TG. Mind-altering microorganisms: the impact of the gut microbiota on brain and behaviour. Nat Rev Neurosci. 2012; 13(10):701-12. doi: 10.1038/nrn3346).
Para saber más: 1. *Fombonne E, Marcin C, Manero AC, Bruno R, Diaz C, Villalobos M, Ramsay K, Nealy B. Prevalence of Autism Spectrum Disorders in Guanajuato, Mexico: The Leon survey. J Autism Dev Disord. 2016; 46(5):166985. doi: 10.1007/s10803-016-2696-6. 2. Lai MC, Lombardo MV, Baron-Cohen S. Autism. Lancet. 2014; 383(9920):896-910. doi: 10.1016/S01406736(13)61539-1. 3. Sanchack KE, Thomas CA. Autism Spectrum Disorder: Primary Care Principles. Am Fam Physician. 2016; 94(12):972-979. 4. Felice VD, O'Mahony SM. The microbiome and disorders of the central nervous system. Pharmacol Biochem Behav. 2017; 160:1-13. doi: 10.1016/j.pbb.2017.06.016.
Dr. Eric Murillo Rodríguez
Coordinador de Investigación, Escuela de Medicina Laboratorio de Neurociencias Moleculares e Integrativas Escuela de Medicina, División Ciencias de la Salud Universidad Anáhuac Mayab. Mérida, Yucatán. México Email: eric.murillo@anahuac.mx Número 10, Año 2017-Octubre Grupo de Investigación en Envejecimiento División Ciencias de la Salud, Universidad Anáhuac Mayab