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Infarto agudo al miocardio y terapia de reperfusión: Oportunidades de cardioprotección
- La Importancia de hacer Ciencia en Salud ..... Pag.03
El reto biomédico de las enfermedades neurodegenerativas en el siglo XXI Parte II: Una oportunidad para los cannabinoides
- Ciencia, Tecnología y Salud ........................................... Pag.08
Servicio social... ¿En investigación?
- Reportaje .................................................................................... Pag.13
- Consejo Editorial
- Redacción y Corrección de Estilo
Mtro. Miguel Enrique Perez Gomez Dr. Narciso Acuña González Dra. Susana Guzmán Silva Dr. Jaime Zaldivar Rae Dr. José Manuel Echeverría y Eguiluz
Dr. Eric Murillo Rodríguez
- Director General Coloquialmente el término inteligencia artificial se aplica cuando una máquina imita las funciones «cognitivas» que los humanos asocian con otras mentes humanas, como por ejemplo: “aprender” y “resolver problemas”. A medida que las máquinas se vuelven cada vez más capaces, tecnología que alguna vez se pensó que requería de inteligencia se elimina de la definición.
Dr. Eric Murillo Rodríguez
- Edición y Diseño Mtra. Florangely Herrera Baas LDGP Roberto Ortega Ríos-Covián
- Fotografías e Ilustraciones Dr. Javier Fernández-Ruiz Dra. Cecilia Zazueta Fernanda E. Rodríguez Magaña
Estimados amigos del Boletín de Divulgación Científica K’ah óolal, les mando un cordial saludo, y aprovecho la oportunidad, para compartir con todos Ustedes, el siguiente ejemplar de nuestro Boletín. En el presente número, La sección “Ciencia, Tecnología y Salud”, desarrollada por el Dr. Javier Fernández-Ruiz de la Universidad Complutense de Madrid, describe el tema “El reto biomédico de las enfermedades neurodegenerativas en el siglo XXI Parte II: Una oportunidad para los Cannabinoides”, comparte su visión sobre la importancia del sistema de cannabinoides en aspectos de salud. Por otro lado, la sección “La importancia de hacer Ciencia en Salud”, incluye el tópico “Infarto agudo al miocardio y terapia de reperfusión: Oportunidades de Cardioprotección” escrito por la Dra. Cecilia Zazueta, del Departamento de Biomedicina Cardiovascular, del Instituto Nacional de Cardiología. Ciudad de México. México, comparte una revisión sobre opciones terapéuticas en el área de cardiología. Por último, en la sección “Reportaje”: “Servicio social...¿En investigación?” Narrado por Fernanda E. Rodríguez Magaña, estudiante de la Escuela de Medicina de nuestra Institución, narra su experiencia realizando actividades de investigación durante su Servicio Social. Los colaboradores de este ejemplar, y este su servidor, espermamos que los temas del presente Número del Boletín, sean de su interés.
- Eric Murillo Rodríguez Director de Boletín de Divulgación Científica K’ah óolal Coordinación de Investigación, Escuela de Medicina División Ciencias de la Salud Universidad Anáhuac Mayab Mérida, Yucatán. México Grupo de Investigación en Envejecimiento Universidad Anáhuac Mayab. Mérida, Yucatán. México Contacto: eric.murillo@anahuac.mx
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Oportunidades de cardioprotección Dra. Cecilia Zazueta Departamento de Biomedicina Cardiovascular. Instituto Nacional de Cardiología, Ignacio Chávez. Ciudad de México. México
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as enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en el mundo y en nuestro país. Destacan las cardiopatías isquémicas, en particular el infarto agudo al miocardio que en muchos casos está relacionado con la obstrucción de una arteria coronaria tras la ruptura de una placa ateroesclerótica y la formación de trombos. El aumento en la incidencia de esta patología es el resultado de nuestro estilo de vida actual, cada vez más sedentario, donde los niveles de estrés son muy altos y se abusa del consumo de grasas y azúcares en la dieta. El panorama es poco alentador, pues esta situación se mantendrá según algunas estimaciones hasta el 2030.
La importancia de hacer ciencia en la salud
Infarto agudo al miocardio y terapia de reperfusión:
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La importancia de hacer ciencia en la salud
El término infarto agudo al miocardio se refiere a la muerte de las células cardiacas, que dejan de recibir oxígeno y nutrientes al obstruirse un conducto arterial en el corazón. La mayor parte de los infartos transcurren durante varias horas, por lo que es conveniente buscar ayuda si se sospecha que un infarto está empezando. Aunque en algunos casos no hay síntomas claros, el infarto al miocardio produce dolor en el pecho, disminuye la capacidad para respirar, provoca mareo, desvanecimiento y/o nausea. Muchos pacientes describen el dolor como si un puño gigante encerrara y exprimiera el corazón. Si el ataque cardiaco es moderado, puede producir una sensación constante o intermitente semejante al que ocasiona la acidez; las mujeres refieren otros síntomas, como una sensación de plenitud en el pecho o dolor en el brazo, cuello, espalda y quijada. La gravedad del infarto depende de la zona en donde ocurre el daño y del tiempo que permanece cerrada la fuente de flujo sanguíneo, por lo que el tratamiento indicado consiste en eliminar oportunamente la obstrucción y permitir la reperfusión del tejido (Figura 1). Esto se consigue administrando fármacos con propiedades anticoagulantes que destruyen el trombo (terapia trombolítica) o mediante un procedimiento mecánico, que consiste en la inserción de un catéter con un globo en el extremo a través de una incisión quirúrgica en una arteria del brazo, de la muñeca o de la parte superior de la pierna (ingle). El médico inyecta un tinte de contraste en el cuerpo, para observar el flujo sanguíneo a través de las arterias mediante imágenes de rayos X en vivo y para guiar el catéter hasta el sitio de la oclusión en el corazón. El globo se infla para abrir el vaso, restableciendo el flujo sanguíneo y evitando que aumente el tamaño del infarto.
Daño por reperfusión y cardioprotección. Paradójicamente, en muchos casos la reintroducción de sangre al corazón ocasiona daño adicional al que se produjo durante la isquemia. Como consecuencia del “daño por reperfusión” aumenta la muerte (necrosis) de las células cardiacas hasta en un 50%, se producen arritmias y otros fenómenos que pueden llevar al paciente a la muerte. Por ello,
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Figura 1. Infarto agudo al miocardio antes y después de la reperfusión. A) Territorio afectado por la constricción de la arteria coronaria izquiera durante el infarto agudo al miocardio y B) Imagen de la zona tras la intervención coronaria percutánea y restauración del flujo sanguíneo (reperfusión).
Señales de cardioprotección.
Figura 2. Modelos para estudiar el infarto agudo al miocardio y el daño por reperfusión. A) Sistema de corazón aislado tipo Langendorff: se produce la isquemia evitando la perfusión de un medio rico en oxígeno y nutrientes al corazón que se encuentra colgado en una cánula. La reperfusión se produce abriendo la perilla de flujo y permitiendo que el medio vuelva a llegar al órgano. B) Modelo in vivo: el infarto agudo se induce cerrando el flujo sanguíneo de la arteria coronaria descendente mediante una ligadura. La reperfusión se produce al eliminar la ligadura. En ambos modelos se registra la función cardiaca, monitoreando la frecuencia y la presión del ventrículo mediante sensores especiales. (Tomado de Hernández Reséndiz S, Tesis 2014).
Actualmente estamos enfocados en investigar cuáles son las señales intracelulares que se activan en las células cardiacas como respuesta a una maniobra mecánica conocida como “post-acondicionamiento”, que consiste en la aplicación de una reperfusión gradual y controlada. Su descripción conceptual surgió en el año de 2003, cuando el grupo de Vinten-Johansen en los Estados Unidos reportó que la aplicación de breves episodios de isquemia justo antes de la reperfusión disminuía significativamente el tamaño del infarto y conservaba la función endotelial (Zhao et al, 2003). A la fecha, se ha demostrado que esta maniobra reduce el daño por reperfusión a nivel experimental en diversos modelos animales. En nuestro laboratorio utilizamos modelos murinos en los que simulamos el infarto agudo al miocardio, la reperfusión y en los que podemos evaluar el efecto de esta terapia (Figura 2). Al igual que otros grupos de investigación, hemos asociado la respuesta cardioprotectora con la activación de proteínas que forman parte de diferentes
La importancia de hacer ciencia en la salud
se ha buscado mejorar la eficacia de las terapias de reperfusión utilizando tratamientos cardioprotectores coadyuvantes cuando ya no es posible modificar el tiempo de isquemia. El desarrollo de estrategias de cardioprotección se basa en el conocimiento de los mecanismos fisiopatológicos que ocurren como consecuencia de la reperfusión miocárdica. Es por esto, que nuestro grupo de trabajo está interesado en estudiar los procesos bioquímicos que ocurren a nivel celular durante el daño por reperfusión para proponer posibles estrategias cardioprotectoras que eviten el daño adicional y que garanticen el éxito de la terapia de reperfusión. Al hablar de cardioprotección nos referimos a todas aquellas intervenciones que disminuyan la progresión de la muerte de las células cardiacas.
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vías de señalización y que regulan la función de blancos específicos dentro de la célula (Buelna-Chontal et al, 2014; Hernández-Reséndiz y Zazueta, 2014). Las proteínas de señalización transmiten el mensaje incorporando grupos químicos a otras proteínas, hasta que la señal llega a un blanco efector que modifica su función. De esta forma, la célula se prepara contra el daño por reperfusión, aumentando la actividad de enzimas antioxidantes, manteniendo cerrados canales que producen desbalance iónico e hídrico, activando enzimas que favorecen la vasodilatación, etc (Arreguín et al, 2012). La forma en que se comunican estas proteínas con sus blancos es muy compleja, pues debe existir una respuesta coordinada entre los componentes celulares para lograr una respuesta inmediata, pero también para mantener una respuesta prolongada.
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Transmisión de señales de cardioprotección dentro de la célula cardiaca. Hemos encontrado que en los corazones sometidos a post-acondicionamiento algunas de estas proteínas se agrupan y viajan en “vesículas lipídicas” a diferentes sitios dentro de la célula cardiaca llevando los mensajes de protección. Estas vesículas a las que se les ha denominado caveolas (“pequeñas cuevas” en latín) tienen diámetros de entre 45-100 nm, se forman tras la invaginación de la membrana plasmática y contienen colesterol, esfingolípidos, además de la proteína caveolina-3. Nuestros resultados indican que las cavolas que se forman en las células de los corazones post-acondicionados establecen asociaciones con las mitocondrias, que son los organelos que se encargan de proporcionar energía a la célula (Figura 3). También demostramos que existe una relación directa entre la formación de caveolas, la activación de vías de señalización y la disminución del tamaño del infarto, pues tras aplicar un compuesto que extrae el colesterol de las membranas, disminuye la
Figura 3. Imagen de microscopia electrónica donde se observan las caveolas aún integradas a la membrana celular (puntas de flecha y las vesículas caveolares (flechas) en corazones post-acondicionados (PostC). Tomado de García-Niño et al., 2017.
Bibliografía Arreguín F, García N, Hernández-Reséndiz S, Buelna-Chontal M, Correa F, Olín-Sandoval V, Medina-Campos OM,Pedraza-Chaverri P, Zazueta, C. Attenuation of oxidant damage in the post-conditioned heart involves non-enzymatic response and partial catalytic protection. Exp Physiol 2012; 97:1119-11130. Buelna-Chontal M, Silva-Palacios A, Guevara-Chávez JG, Medina-Campos N, Pedraza-Chaverri J, Zazueta C. Nrf2-regulated antioxidant response is activated by protein kinase C in postconditioned hearts. Free Rad Med Biol 2014; 74C:145-156. García-Niño WR, Correa F, Rodríguez-Barrena JI, León-Contreras JC, Buelna-Chontal M, Soria-Castro E, Hernández-Pando R, Pedraza-Chaverri J, Zazueta C. Cardioprotective kinase signaling to subsarcolemmal and interfibrillar mitochondria is mediated by caveolar structures. Basic Res Cardiol 2017;112:1-15. Hernández-Reséndiz S. El Post-acondicionamiento contra el daño por reperfusión en corazones sometidos a hipertrofia cardiaca (tesis de Doctorado). 2014, Universidad Nacional Autónoma de México, México. Hernández-Reséndiz S, Zazueta, C. PHO-ERK1/2 interaction with mitochondria regulate permeability transition pore in cardioprotective signaling. Life Sci 2014; 108:13-21. Zhao ZQ, Corvera JS, Halkos ME, Kerendi F, Wang NP, Guyton RA, Vinten-Johansen J. Inhibition of myocardial injury by ischemic postconditioning during reperfusion: comparison with ischemic preconditioning. Am J Physiol Heart Circ Physiol 2003;285:H579-88.
La importancia de hacer ciencia en la salud
cantidad de caveolas, se pierde la cardioprotección conferida por el post-acondicionamiento, además de que disminuyen algunas de las proteínas relacionadas con vías de señalización que regulan la función mitocondrial (García-Niño et al., 2017). Estos resultados pueden dar lugar al desarrollo de líneas de investigación con un enfoque traslacional que se ocupen de identificar las condiciones clínicas en las que las concentraciones de caveolinas se reducen, así como su asociación con moléculas de señalización importantes y su impacto in cardioprotección. A nivel mundial, se están realizando dos estudios clínicos fase III, uno en el Rigshospitalet en Dinamarca y en el Brigham and Women’s Hospital de Boston que permitirán determinar si el post-acondicionamiento es una estrategia clínicamente relevante para pacientes que han sufrido infarto agudo al miocardio con elevación del segmento ST en el electrocardiograma. Sin embargo, en tanto se den a conocer los resultados de esos estudios, es necesario evaluar otras estrategias que brinden beneficios adicionales a los pacientes que requieren de la indispensable terapia de reperfusión. En conclusión, se ha logrado un gran avance en el conocimiento de las señales cardiacas de transducción de señales que producen protección contra el daño por isquemia/ reperfusión y del papel que la mitocondria juega en estos procesos. Sin embargo, se requiere profundizar en estos temas para entender qué mecanismos controlan la decisión final que llevará a la supervivencia o muerte celular. El tratamiento del daño por reperfusión es una oportunidad real de disminuir la muerte celular y mejorar el pronóstico de los pacientes con infarto al miocardio sometidos a la indispensable terapia de reperfusión.
07 Licenciada en Biología en 1985, por la Universidad Nacional Autónoma de México (Escuela Nacional de Estudios Profesionales Zaragoza). Obtuvo el grado de Doctor en Ciencias por la Facultad de Ciencias, UNAM y ocupó una posición postdoctoral en el Departamento de Biología de la Universidad de San Diego, California. Ingresó al Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez en 1987, donde actualmente es Jefe del Departamento de Biomedicina Cardiovascular e investigadora en Ciencias Médicas “F” . Es miembro de la Academia Mexicana de Ciencias desde 2007 y del Sistema Nacional de Investigadores desde 1997 (actualmente nivel 3). Sus líneas de investigación incluyen el estudio de los mecanismos endógenos de protección y de las señales que los activan en corazones post-isquémicos. Es autora de 98 publicaciones en revistas indizadas con arbitraje, de capítulos en libros internacionales y de artículos de divulgación. Bajo su dirección se han concluido 5 tesis de licenciatura, una de maestría y seis de doctorado. Disfruta de la lectura, de la cocina, así como de actividades al aire libre. Contacto: azazuetam@yahoo.com.
Parte II: Una oportunidad para los cannabinoides Dr. Javier Fernández-Ruiz Departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense. Madrid, España
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n el anterior número de este boletín les estuve comentando sobre el desafío biomédico que en este momento representan las enfermedades neurodegenerativas. Lo explicamos como la consecuencia lógica del incremento de la esperanza de vida que se ha experimentado en el mundo, especialmente en los países desarrollados, y que ha hecho que estas enfermedades, para las que la edad es el principal factor de riesgo, tengan cada vez más oportunidades de hacerse visibles. El problema es que las expectativas no son nada halagüeñas. Se pronostica para los próximos 20-30 años que tanto el incremento de la población mundial, como el de las personas por encima de los 65 años, se siga acentuando, lo que va a significar multiplicar por dos en muchos países la incidencia de estas enfermedades, y seguimos como hace más de 20 años, sin estrategias terapéuticas útiles que nos permitan tratarlas con cierto éxito. En ese anterior número también reflexionamos sobre las causas que pueden explicar este fracaso reiterado en el desarrollo de terapias activas frente a la neurodegeneración, y les propuse hablar de los cannabinoides y, en general, de los moduladores del sistema endocannabinoide, por la esperanza que sus propiedades neuroprotectoras han reclutado en los últimos años. Hoy les quiero presentar algunas de las evidencias científicas en que se fundamenta esa esperanza.
Ciencia, Tecnología y Salud
El reto biomédico de las enfermedades neurodegenerativas en el siglo XXI
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¿Qué son los cannabinoides? Se trata de moléculas con una amplia actividad pleiotrópica que se identificaron por primera vez en la planta Cannabis sativa, de donde reciben el nombre de cannabinoides, planta de la que se obtienen la marihuana y el hachís. Estudiando los mecanismos de acción de los alcaloides de esta planta, sobre todo de los responsables de sus efectos psicoactivos, se pudo observar que actúan sobre un sistema modulador activo en diferentes tejidos humanos y de otros organismos animales, de forma que hoy sabemos que nuestras células, sobre todo las células del sistema nervioso son capaces de fabricar también cannabinoides que denominamos endógenos (o endocannabinoides), que químicamente son lípidos. A este conjunto de cannabinoides de la planta (fitocannabinoides) y endocannabinoides, se suman hoy muchas moléculas sintetizadas en los laboratorios, que por tanto no existen de forma natural, pero que son activas sobre los mismos elementos (receptores, enzimas) sobre los que actúan tanto los fitos como los endocannabinoides. Lo interesante de esta investigación es que ha permitido conocer la existencia de un sistema regulador endógeno que le sirve a las células en diferentes tejidos para comunicarse entre sí, regular su propia actividad y mantener una correcta homeostasis e integridad funcional y estructural. La desregulación de ese sistema conduce al malfuncionamiento y a la muerte de las células, por lo que cualquier manipulación farmacológica tendente a potenciar su actividad o a corregir
la desregulación, tiene siempre efectos positivos sobre la supervivencia celular. Esta es la base en la que se fundamentan las propiedades citoprotectoras de los cannabinoides, algo especialmente relevante en el contexto del tejido nervioso por las conocidas dificultades que este tejido tiene para preservar, reparar, rescatar o reemplazar las células neurales, en particular las neuronas, deterioradas a lo largo de la vida.
¿Qué ventajas aportan los cannabinoides al compararlos con otro tipo de agentes neuroprotectores investigados hasta la fecha? Una ventaja importante deriva de su capacidad de reducir la acción concertada de los diferentes estímulos citotóxicos que comprometen la supervivencia neuronal. Después de años de investigación, se sabe que estos estímulos citotóxicos, entre los que podemos incluir eventos como la excitotoxicidad, el estrés oxidativo, la acumulación de proteínas o la inflamación, colaboran en el deterioro de las neuronas, y también de los astrocitos, oligodendrocitos y de sus células precursoras, en la mayoría de los trastornos neurodegenerativos. Parece difícil imaginar un control eficaz de ese deterioro empleando estrategias basadas en limitar solo uno de esos eventos citotóxicos. Esto es lo que se ha hecho hasta ahora, es decir usar antioxidantes naturales para reducir el estrés oxidativo, o antiglutamatérgicos para limitar la excitotoxicidad, o agentes antiinflamatorios para controlar la reactividad glial. Años de fracasos demuestran que se necesitan estrategias de amplio espectro, empleando fármacos “multidiana” o la combinación de diferentes agentes
terapéuticos, para ser mucho más eficaces frente a la “cooperación” que tienen los estímulos neurotóxicos. Los cannabinoides tienen un perfil de amplio espectro y ese es posiblemente el principal valor añadido que aportan cuando se les compara con aquellos agentes neuroprotectores investigados desde hace años. Es importante remarcar que, si hablamos de potencia farmacológica sobre cada uno de los eventos citotóxicos mencionados antes, los cannabinoides son relativamente similares al resto de agentes neuroprotectores investigados hasta la fecha, por ahí no parece ganarse nada. Es obvio que su ventaja no reside en eso, sino en su perfil de amplio espectro, algo que puede conseguirse usando un único cannabinoide con diferentes propiedades, o una combinación de diferentes cannabinoides con perfiles farmacológicos complementarios.
¿Qué es lo que facilita ese perfil de amplio espectro de muchos cannabinoides? Sin lugar a dudas se debe al hecho de que sean varios los elementos del sistema endocannabinoide susceptibles de contribuir a incrementar la supervivencia celular una vez activados o inhibidos, por ejemplo los receptores CB1, CB2, GPR55, o las enzimas FAAH y MAGL, con un papel específico cada uno de ellos, pero hay algo más: que estos elementos están localizados de forma singular en determinados tipos de células neurales comprometidas con el control de la supervivencia celular. Les pondré algunos ejemplos para ilustrar ese hecho determinante, que de forma esquemática se recoge en la figura adjunta.
Ciencia, Tecnología y Salud
Empezaré por abordar la siguiente pregunta, que es necesaria para saber de qué tipo de moléculas estamos hablando:
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γ α β
CB1
Neuronas
¿Nuevos mecanismos: autofagia?
¯ Mediadores inflamatorios
Glía
Control de la activación y toxicidad glial
Factores prosupervivencia
γ α β
¯ COX-2 ¯ iNOS
¿Nuevas dianas: GPR55?
¯ Mediadores inflamatorios
enzimas antioxidantes
¯ ROS
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CB2 Cannabinoides y otros moduladores del sistema endocannabinoide
Dianas desconocidas: ¿PPARs, NFκB, Nrf-2?
γ α β
CB1 CB2 5HT1A
Aporte vascular
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Mejoría de la homeostasis de glutamato
¯ Excitotoxicidad
Acción secuestrante
¯ ROS
apoyo de las neuronas, a través de efectos sinérgicos de los receptores CB1 y CB2.
¿Pueden los cannabinoides participar en la reparación del tejido dañado? La respuesta es sí, y esta es otra de las ventajas más importantes que pueden aportar los cannabinoides cuando se les compara con otros tipos de agentes neuroprotectores. Hay que tener en cuenta que la mayor parte de las enfermedades neurodegenerativas, sobre todo aquellas que son mayoritariamente de carácter esporádico, cuando son diagnosticadas ya conllevan un importante grado de daño neuronal. En estas condiciones, además de preservar las neuronas que quedan, el objetivo terapéutico tiene que ser también reemplazar aquellas que se han perdido. El descubrimiento hace unos años de que elementos del sistema endocannabinoide están presentes y son activos en células precursoras neurales o en progenitores de los oligodendrocitos generó expectativas acerca de un posible papel de este sistema en el control de los procesos de proliferación, maduración y diferenciación de estas células precursoras, algo que ya estamos empezando a saber que es cierto y que puede suponer que se puedan activar con cannabinoides los procesos de reemplazo y reparación celular, especialmente de las neuronas. Hay un importante camino a recorrer en esta cuestión todavía, pero los primeros estudios han resultados ser prometedores. Me gustaría finalizar este artículo reflexionando acerca de algo que seguramente es la explicación de todo lo dicho anteriormente, y es que este potencial neuroprotector y neurorreparador de los cannabinoides es posible porque se
Ciencia, Tecnología y Salud
El receptor CB1 está localizado en la mayoría de las sinapsis glutamatérgicas en el encéfalo y la médula espinal donde controla el exceso de liberación glutamato a nivel presináptico, la entrada de calcio a nivel postsináptico y el aclaramiento de glutamato por parte de astrocitos perisinápticos en los que también está presente, todo en beneficio de una mejor homeostasis neuronal. Esta presencia del receptor CB1 en los astrocitos también tiene que ver con incrementar su actividad trófica en beneficio de nuevo de las neuronas, mientras que su presencia en los oligodendrocitos o en sus células precursoras facilita la formación de mielina. El receptor CB1 también está en las células endoteliales de los vasos que irrigan el cerebro donde contribuye a mejorar el flujo sanguíneo y regula la actividad de la barrera hematoencefálica junto con el receptor CB2. Precisamente este segundo receptor es típico de los astrocitos o de las células de microglia, especialmente cuando se activan, contribuyendo a limitar el perfil neurotóxico de estas células una vez activadas. A ello parecen contribuir también los receptores GPR55, que se han relacionado también con el sistema endocannabinoide, así como otros elementos que no pertenecen a este sistema pero que pueden ser activados por algunos tipos de cannabinoides, por ejemplo factores de transcripción como Nrf-2 o NFκB, o los receptores nucleares de la familia PPAR. Por tanto, parece lógico pensar que es esta amplia oferta de sitios moleculares lo que permite que un único cannabinoide o una combinación de ellos pueda reducir la excitotoxicidad actuando a través de receptores CB1, a la vez que controla la influencia negativa de la microglía reactiva actuando a través de receptores CB2 o GPR55, o que se incremente el apoyo trófico y metabólico que ejercen los astrocitos en
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respuestas –imitar la protección endógena o corregir las señales desreguladas- podrían ocurrir de forma concomitante, y ser tratadas farmacológicamente con combinaciones de cannabinoides. El reto para el futuro es trasladar todos estos hallazgos, realizados a nivel preclínico, al ámbito clínico, algo que la aprobación de los primeros medicamentos basados en cannabinoides, por tanto disponibles para uso clínico, debería facilitar. Estas formulaciones ya aprobadas, y otras que puedan aparecer en los próximos años, presentan dos ventajas importantes: por un lado, su seguridad en controles y sobre todo en pacientes, demostrada en los pocos ensayos clínicos
Javier Fernández-Ruiz es biólogo y doctor en Bioquímica por la Universidad Complutense de Madrid. En la actualidad es Catedrático del Departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense, e Investigador del Centro de Investigación Biomédica en Red sobre Enfermedades Neurodegenerativas (CIBERNED) y del Instituto Ramón y Cajal de Investigación Sanitaria (IRYCIS). Su trabajo investigador se centra desde hace más de 30 años en la búsqueda de terapias neuroprotectoras basadas en cannabinoides para el tratamiento de diferentes enfermedades neurodegenerativas. A ello dedica muchas horas de trabajo que combina con actividades familiares, sociales y de ocio. Le gustan las actividades al aire libre sobre todo el senderismo. Contacto: jjfr@med.ucm.es
que se han desarrollado hasta la fecha; en segundo lugar, su perfil de amplio espectro que parece ser adecuado para enfermedades en las que, como ya se ha dicho, diferentes mecanismos citotóxicos cooperan para dañar grupos específicos de neuronas. Por lo tanto, es de esperar, y es deseable, que el tema atraiga en los próximos años, una cantidad importante de investigación clínica, de forma que las esperanzas generadas con este tipo de moléculas en los pacientes afectados por enfermedades neurodegenerativas progresen desde la evidencia preclínica actual a una utilización clínica real.
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basa en imitar una respuesta protectora endógena asociada al propio sistema endocannabinoide que se activa frente a estímulos que dañan la homeostasis neuronal. Esto fue propuesto en 2011 por Raphael Mechoulam, el padre de la investigación en cannabinoides, para explicar lo que estudios de muchos años parecían sugerir: que las alteraciones de los endocannabinoides y de sus receptores, o de sus enzimas de síntesis o degradación, en las estructuras cerebrales afectadas en las diferentes patologías neurodegenerativas, no son sino una suerte de respuesta endógena de este sistema para limitar el daño neuronal causado por estímulos de tipo inflamatorio, excitotóxico, traumático u oxidativo. Si esto es así, es fácil imaginar que esta respuesta puede ser potenciada mediante la manipulación farmacológica de este sistema, por ejemplo, la elevación de los niveles tisulares de endocannabinoides, que aparece asociada con neurodegeneración, podría potenciarse administrando los propios endocannabinoides o inhibidores de su inactivación enzimática. Lo mismo puede plantearse en relación al incremento de los receptores CB2 que ocurre de forma reiterada en células gliales reclutadas en las estructuras del SNC afectadas en las diferentes enfermedades neurodegenerativas. Estos receptores pueden ser activados para reducir la reactividad glial, la inflamación y, consecuentemente, el deterioro neuronal. Sin embargo, también es posible imaginar que la eficacia de los cannabinoides se deba a que también son capaces de corregir eventuales desregulaciones del sistema endocannabinoide que pudieran contribuir al proceso patogénico, por ejemplo elevaciones en las enzimas de degradación de los endocannabinoides. En cualquier caso, lejos de ser mutuamente excluyentes, ambos tipos de
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Fernanda E. Rodríguez Magaña Medico Pasante de Servicio Social en Investigación. Escuela de Medicina, División Ciencias de la Salud. Universidad Anáhuac Mayab. Mérida, Yucatán. México.
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omo todos sabemos, hacer servicio social es un requisito indispensable para graduarse de cualquier carrera, y el servicio social en Medicina es especialmente duro, ya que en la mayoría de las ocasiones es necesario pasar fuera de casa el año que dura el servicio para vivir en una clínica comunitaria y poder brindar atención a los miembros de la comunidad en el momento que lo requieran.
Reportaje
Servicio social... ¿En investigación?
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Reportaje
Pero, ¿a qué me refiero con la mayoría?.. Existe otra modalidad de servicio social: Servicio social en investigación, el cual tiene como objetivo principal formar recursos humanos en el área de la salud con interés por la investigación, y favorecer el desarrollo de proyectos de investigación en alumnos de Medicina que estén por egresar. Muchos piensan que esta es la forma “light” o “barco” de hacer servicio social sin embargo, requiere de dedicación y experiencia previa en el área, ya que algunos de los requisitos son tener antecedentes de participación en actividades de investigación y tener un tutor responsable del proyecto que se va a presentar. En mi caso, admito que yo no conocía esta modalidad de servicio social y durante toda la carrera me imaginé en un centro de salud comunitario, como todos mis compañeros. Sin embargo, recuerdo que a principios de la carrera llevamos materias como bioestadística y metodología de la investigación, en las cuales los profesores nos platicaban de sus experiencias en la investigación y la importancia de generar conocimiento, por lo que me surgió la curiosidad de conocer la investigación aplicada a mi área, ya que al momento no tenía ni idea de qué se podía hacer en este campo. Además, también conocí las materias de biología molecular y genómica, que me resultaron muy interesantes y aumentaron mi curiosidad por la investigación. Por este motivo decidí acercarme a los profesores investigadores de la escuela de Medicina, para formar parte de las actividades que realizaban en el laboratorio, con alumnos con el mismo interés de ampliar sus conocimientos y encontrar aplicaciones útiles del mismo a diferentes problemas en el área de salud. En este primer acercamiento a la investigación comprendí que la curiosidad es básica para el desarrollo de un proyecto, y después de cierto tiempo una de mis principales dudas era ¿cómo se desarrolla un proyecto de investigación en la vida real?, porque ya conocía la teoría que nos habían enseñado en clase pero nunca había estado involucrada en toda la planeación y el desarrollo de un verdadero proyecto. Motivada por esta duda me acerque a mi tutora y le comenté mi inquietud sobre desarrollar un proyecto. El proyecto que llevamos a cabo consistía en identificar
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Reportaje
los efectos sobre los marcadores bioquímicos de síndrome metabólico derivados de la suplementación con omega 3 en un modelo murino que simulaba ese padecimiento. Ese proyecto resultó ganador del 3er lugar en el 9o Concurso de Carteles Científicos de nuestra Universidad. Esto fue una experiencia muy satisfactoria ya que nunca había participado en un evento de este tipo y además, recibí buenos comentarios sobre el trabajo que presenté. Continué colaborando con proyectos, especialmente durante los períodos de verano, hasta que entré a internado, donde me dediqué exclusivamente a las actividades del hospital, y fue en este período en el que nos informaron sobre la posibilidad de hacer servicio social en investigación. El proceso para solicitar una plaza de servicio social en investigación requiere que el candidato tenga un tutor, (en mi caso fue mi tutora quien me propuso tomar en cuenta esta modalidad de servicio), y de manera conjunta se desarrolla un proyecto de investigación durante el año de servicio, el cual se presentará al final del período que dura esta actividad para ser acreedor a la carta de liberación. Un aspecto muy importante, y que en mi experiencia he notado que muchos no saben, es que estas plazas no son otorgadas por ninguna autoridad de la universidad, sino son ofertadas a nivel nacional a través de una convocatoria publicada en la página del CIFRHS (Comisión para la Formación de Recursos Humanos en Salud) en la que se mencionan todos los documentos necesarios y los requisitos, entre los que se encuentra una entrevista realizada por un miembro del Cómite; y los compromisos del pasante de investigación, entre los que se encuentra tomar un curso de metodología de la investigación durante el primer semestre del servicio y enviar reportes de avances del proyecto. En mi caso, la convocatoria salió en abril de 2017 y los resultados de la selección fueron publicados en julio de este mismo año. A pesar de que es un trámite que no se hace directamente a través de la universidad, es necesario asistir al evento de selección de plazas, ya que ésta es una plaza otorgada por la Secretaría de Salud y es necesario firmar los documentos que nos presentan ese día para darnos de alta ante esta institución como médicos pasantes en investigación
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Reportaje
y para que se respete nuestra beca (menciono este último punto porque también me preguntan mucho al respecto). Actualmente estoy a pocos meses de terminar mi año de servicio social en el que desarrollamos un proyecto en la línea de las enfermedades crónico degerantivas, específicamente osteoartritis en manos y la relación con la composición corporal y la evaluación de marcadores bioquímicos y clínicos de progresión de la enfermedad. Además, he tenido la oportunidad de colaborar en distintos proyectos de investigación y de volver a participar en un concurso de carteles de la universidad. También, es una experiencia muy agradable poder colaborar con los alumnos que sienten interés por la ciencia y poder compartir los conocimientos que yo he adquirido, y que aún continúo reuniendo. Es realmente motivador que cada vez haya más personas que sienten interés en esta área, ya que con frecuencia tendemos a pensar en Medicina como una ciencia exclusivamente clínica. Finalmente, considero que esta fue una gran oportunidad para desarrollarme en esta área de ciencias de la salud, que generalmente no nos enseñan durante la carrera y que, desde mi punto de vista, debería ser del interés de todos, o la mayoría, ya que permite que tengamos las herramientas para ser profesionistas más completos, dándonos las herramientas para buscar el conocimiento y, ¿por qué no?, nosotros mismos contribuir a ampliarlo.
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Fernanda Rodríguez es médico pasante de servicio social en Investigación de la carrera de Médico Cirujano en la Universidad Anáhuac Mayab. Actualmente participa en proyectos de investigación desarrollados en el Laboratorio de Genómica, bajo la tutela de la Dra. Elda Pacheco. Disfruta de actividades como el ballet, pasear a su mascota y convivir con su familia y amigos. Contacto: ferm0206@gmail.com