IONTOFORESIS
M. ELENA FERNANDEZ CANET VICENT PASTOR FOMBUENA PASCUAL GIMÉNEZ CHISBERT
INDICE.
1. TÉCNICAS DE ELECTROTERAPIA 2. CORRIENTE GALVÁNICAS 3. Características físicas 4. Efectos biofísicos 5. IONTOFORESIS 6. Definición de iontoforesis 7. Galvanizador: características técnicas 8. Historia 9. Fundamentos biofísicos de iontoforesis 10. Factores que influyen en la absorción transdérmica de medicamentos por iontoforesis. 11. Efectos biológicos de iontoforesis 12. Indicaciones y contradicciones para la aplicación de iontoforesis. 13. Contraindicaciones para la aplicación de iontoforesis. 14. Metodología de aplicación de iontoforesis. 15. Consideraciones sobre la técnica 16. Ventajas de la iontoforesis 17. Desventajas de la iontoforesis 18.Precauciones y efectos adversos de la iontoforesis 19. Complicaciones de la iontoforesis 20. Conclusiones. 21. Bibliografía.
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TECNICAS DE ELECTROTERAPIA
CORRIENTE GALVÁNICA Características físicas Corriente continua es aquella cuya dirección es constante. En ella, el flujo de cargas se realiza en el mismo sentido: del polo negativo al positivo para las cargas negativas, o del positivo al negativo si consideramos el flujo de cargas positivas. En las aplicaciones médicas, utilizamos un tipo de corriente que, además de continua, es ininterrumpida y de intensidad constante. A esta corriente se la denomina galvánica. En cuanto a sus características físicas, la corriente galvánica es de baja tensión (60-80 V) y baja intensidad, como máximo 200 mA. Se le denomina también constante, porque mantiene su intensidad fija durante el tiempo de aplicación. En la aplicación de la corriente galvánica se distingue la fase de cierre del circuito, en que la corriente aumenta su intensidad de modo más o menos brusco, hasta alcanzar la previamente establecida; la fase o estado, estacionaria, de intensidad constante, que constituye la auténtica corriente galvánica, y la de apertura del circuito, al final de la aplicación, en la que la intensidad de la corriente desciende a cero (fig.11.1). Existen dos formas fundamentales de producción de corriente galvánica: mediante la utilización de pilas o baterías recargables, o mediante la rectificación de la corriente alterna de la red. Los aparatos portátiles de corriente galvánica emplean habitualmente las pilas como fuente de alimentación, o utilizan las baterías recargables, por su economía. En ellos, la aplicación de la corriente que sale de la fuente es directa al circuito. Si se utiliza la corriente alterna de la red, hay que proceder previamente a rectificarla. En la actualidad, se emplean rectificadores de semiconductores y, con más frecuencia, rectificadores de selenio. Los generadores de corriente galvánica tienen dos terminaciones o polos: uno se denomina polo positivo y el otro polo negativo. En los aparatos utilizados en terapéutica, vienen diferenciados por colores (rojo el positivo o ánodo, y negro el negativo o cátodo) y el conmutador de polaridad tiene tres posiciones: + la derivación roja es positiva con respecto a la negra; – la derivación roja es negativa con respecto a la negra; 0 no se suministra corriente. Por definición, el estimulador de corriente directa continua no tiene pulsos y, por consiguiente, no tiene formas de onda o parámetros de pulso. El cierre y la apertura del circuito se realizan manualmente, con un conmutador on/off. Existen aparatos más sofisticados, informatizados, en los cuales pueden preestablecerse los intervalos de tiempo de interrupción, arranque y reversión de la polaridad, antes de iniciar la aplicación.
Efectos biofísicos
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El flujo de corriente eléctrica a través de un medio biológico conductor origina tres efectos básicos: electrotermal, electroquímico y electrofísico. Teóricamente, cada vez que la corriente fluye por el organismo se producen los tres efectos. IONTOFORESIS
Definición de iontoforesis Es una técnica de electroterapia que consiste en la introducción en la epidermis y mucosas de unos iones fisiológicamente activos, aplicados tópicamente. Se introducen en el organismo radical medicamentoso (iones y moléculas ionizadas). La entrada de estos se realiza por vía transcutánea, y con la ayuda de la corriente galvánica u otras corrientes derivadas de esta. Al contrario que en la electrólisis donde cada electrodo atrae los iones de signo contrario, la iontoforesis se basa en la migración o transferencia iónica provocada por la corriente continua, que hace que los iones del polo de igual signo se repelan y migren hacia el polo de signo opuesto. Así, los iones cargados con valencia positiva o negativa son repelidos dentro de la piel por una carga idéntica del electrodo colocado sobre la piel. La selección de la polaridad correcta del electrodo activo será, por lo tanto, muy importante. Galvanizador;
características técnicas
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Historia Las experiencias realizadas durante el siglo XVIII con electricidad obtenida
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por frotamiento ya comenzaron a mostrar su acción biológica. En 1791, Galvani publicó un opúsculo titulado De viribus electricitatis in motu muscularis (Sobre la acción de la electricidad en el movimiento muscular), en el que sostenía que los seres vivos eran productores de electricidad. Volta, analizando las experiencias de Galvani, intuyó la posibilidad de producir electricidad por medios químicos; en 1800, construyó la primera pila eléctrica mediante la aplicación –de ahí el origen del nombre– de disco de cobre y cinc superpuesto, separando cada par con un fieltro empapado de agua acidulada. A la corriente continua así obtenida, Volta le puso el nombre de corriente galvánica, en honor a aquel investigador, pero acunando algo en lo que Galvani no creyó: la producción química de la energía eléctrica. De modo inmediato a los descubrimientos de Volta y Galvani comenzaron, ya durante el siglo XVIII, las aplicaciones médicas de la corriente galvánica. Durante el siglo XIX, el descubrimiento del fenómeno de la inducción por Faraday introdujo en terapéutica el primer tipo de corrientes variables, bautizado, por su descubridor, con el nombre de corrientes farádicas. Finalmente, el descubrimiento y la aplicación terapéutica, ya en siglo XX, de las corrientes variables de alta frecuencia (diatermia, onda corta, radar, ondas decimétricas), de características físicas y biofísicas muy distintas a las bajas frecuencias, han ampliado enormemente este campo de la electroterapia. La iontoforesis se utiliza desde hace más de medio siglo, aunque su uso ya aparece mencionado a finales del siglo XVIII y XIX. Aunque actualmente no es de las técnicas más utilizadas en medicina física, la iontoforesis está indicada en el tratamiento del edema, úlceras isquémicas, dolor muscular, enfermedad de Peyronie, hiperhidrosis, artritis, infecciones fúngicas, bursitis y tendinitis. Actualmente existen aparatos diseñados específicamente para la aplicación exclusiva de iontoforesis. El tratamiento no es la corriente directa, sino los iones introducidos. Existe una larga lista de iones disponibles para su aplicación en un amplio espectro de situaciones patológicas. Diversos experimentos han sido decisivos en el conocimiento y el uso de la iontoforesis. Fundamentos biofísicos de iontoforesis El cumplimiento de los requisitos físicos para que se produzca el efecto de la iontoforesis depende del componente galvánico de la corriente que se emplea. La corriente ideal para lograr los resultados es la corriente galvánica o corriente continua cuyo componente galvánico es del 100 %. Con este tipo de corriente, se asegura la máxima transferencia de ión por unidad de superficie. Sin embargo, en determinadas circunstancias y con determinados pacientes, es posible que la corriente galvánica se considere algo “agresiva” (en presencia de dolor agudo o pacientes en edades límites, o con antecedentes de hipersensibilidad de la piel). En este caso se puede aplicar la iontoforesis, por ejemplo, con una corriente diadinámica de tipo difásica que, como se expondrá más adelante, posee componente galvánico del 66 %, además, tiene un efecto analgésico y circulatorio por sus características físicas.
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Desde el punto de vista cuantitativo, los fenómenos de la electrólisis fueron estudiados, por Faraday, quien formuló las leyes de la electrolisis: 1. El peso de la sustancia acumulada producto de la electrólisis es proporcional a la cantidad de electricidad que pasa a través de la solución y no depende de ningún otro factor. 2. Para la separación de la solución del electrólito, de un solo gramo equivalente de cualquier sustancia, será necesario dejar pasar, a través de la solución, 96 491 coulombs. Sin embargo, la iontoforesis no se subordina totalmente a estas leyes, debido a que el método está condicionado por una serie de factores, entre los que se destaca, la actividad electroquímica propia de la piel. Desde el punto de vista biofísico, se han relacionado tres mecanismos que parecen asegurar la efectividad de esta técnica. Estos son: 1. Electrorrepulsión. 2. Electroósmosis. 3. Perturbación física de la barrera que ofrece la piel al paso de corriente. El más importante de estos mecanismos se basa en el fenómeno físico de repulsión-atracción de cargas eléctricas. Se introducen en el organismo iones colocados en el electrodo de su misma polaridad. Son utilizadas las reacciones polares para descomponer un medicamento e introducir sus principios activos. Para esto el medicamento se ubica bajo el electrodo que posee la misma carga o polaridad del principio activo que interesa introducir. Al contrario de la electrólisis –donde cada electrodo atrae los iones de signo contrario–, la iontoforesis se basa en la migración o transferencia iónica provocada por la corriente continua, que hace que los iones del polo de igual signo se repelen y migren hacia el polo de signo opuesto. Así, por ejemplo, los iones cargados con valencia positiva son repelidos en el electrodo positivo y a la vez impulsados dentro de la piel. Durante la sesión de trabajo y en las sesiones subsiguientes, los radicales activos “que interesa introducir” se acumulan en pequeñas proporciones dentro de las capas superficiales de la piel, a nivel del espacio intersticial. Se forma así, lo que se conoce como depósito cutáneo. Está definido que las vías más efectivas para garantizar el transporte son los conductos naturales, como son las glándulas sudoríparas. Desde este depósito cutáneo, los iones se difunden lentamente. Se produce un drenaje de estos a través de la circulación, que los extrae poco a poco, y una vez que los radicales caen en el torrente capilar, en la microcirculación, o en los vasos linfáticos, pasan entonces a los tejidos diana para ejercer su efecto. Una parte de la sustancia que queda dentro del estrato córneo, puede eliminarse luego con las escamas córneas. En todo este proceso se pudieran definir dos fases diferentes: la primera está relacionada con la permeabilidad de la piel y la formación del depósito cutáneo, la segunda fase es la de penetración definitiva de la sustancia al organismo, a esta fase también se le ha denominado de eliminación.
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La concentración de radicales, que llega a su objetivo, es muy limitada y su efecto tiene un carácter fundamentalmente local, pero a la vez muy específico, según el objetivo que se persiga. La selección de la polaridad correcta del electrodo activo será, por lo tanto, muy importante, así como la colocación del electrodo activo lo más cercano posible al sitio de la lesión sobre la que se quiere influir. Tal y como se puede apreciar en la obra del profesor Ulaschik, en la literatura internacional así como en sus propias investigaciones, se ha estudiado a nivel de detalles la permeabilidad de la piel para la iontoforesis. Se exponen numerosas tablas donde se refleja la cantidad de miligramos que penetra, para diferentes sustancias, en la piel de cada parte del cuerpo, según la concentración de la solución, y en relación con la edad del paciente. Dentro de las sustancias que se han estudiado se encuentran ácido ascórbico, novocaína, benzohexona, tiamina, heparina, salicilato de sodio y ácido nicotínico. Sin embargo para algunos medicamentos no se ha llegado a un acuerdo entre los diferentes autores. Un ejemplo resultan los esteroides. La experiencia de los autores rusos no es buena con el uso de los esteroides por vía de la iontoforesis. Sin embargo, el profesor Rioja ha tenido muy buenos resultados en la iontoforesis con fosfato sódico de dexametasona en varios procesos inflamatorios; estos han sido compartidos por otros autores. Se pudiera pensar que aplicar el mismo medicamento a través de una infiltración local es mucho más rápido, seguro y efectivo, que hacerlo a través de la iontoforesis. Pero hay que tener en cuenta también los “costos” o los efectos adversos de cada uno de los procedimientos. En el caso de las infiltraciones, se sabe que pueden debilitar a la larga los tejidos y provocar rupturas como puede ocurrir, por ejemplo, en la fascitis plantar. Factores que influyen en la absorción transdérmica de medicamentos por iontoforesis Existe un grupo de factores que influyen en el proceso de absorción transdérmica y penetración de los principios activos. A continuación se exponen en un orden lógico, acorde con el que se presenta. Preparación de la solución. En la iontoforesis se deben evitar para los preparados terapéuticos que no son solubles en agua y se preparan en forma de suspensiones, como hidrocortisona y vitaminas solubles en grasa. Como es conocido, los diversos disolventes poseen distinta capacidad de provocar la disociación electrolítica de las sustancias en estas disueltas. Lo más oportuno es utilizar agua destilada, la cual coadyuva a una buena disociación de los medicamentos en la solución. Las soluciones de las sustancias medicinales, destinadas a la iontoforesis, deben ser limpias y solamente contendrán los preparados que estarán sometidos a la incorporación al organismo. Concentración de la solución. El aumento de la concentración de las soluciones eleva la cantidad de sustancia introducida por la piel. Sin embargo, no siempre se presenta como un proceso directamente proporcional. Existe un límite de concentración sobre el cual vuelve a
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descender la cantidad de sustancia introducida. Estas afirmaciones fueron corroboradas en los estudios de Shatrov, Parfenov y Tarachemko. Estos autores fueron citados por Ulaschik(Tabla 21.1). Tabla 21.1. Relación entre la acción anestésica de la electroforesisnovocaína y la concentración de las soluciones de trabajo.
Es importante observar que no hay correspondencia entre el contenido de la novocaína en la almohadilla y su acción anestésica. La máxima duración de la anestesia de la piel se observó después de la electroforesis con una solución de novocaína al 1 %. pH de la solución donante. El pH está determinado por la proporción de iones hidroxílicos (OH-) e iones hidrógeno (H+) de la solución. La importancia de este indicador físico-químico se explica por su influencia sobre la movilidad de la iontoforesis y la actividad farmacológica de las sustancias medicinales. El aumento de la acidez en la solución lleva al aumento de la permeabilidad de la piel para los aniones introducidos; mientras que una disminución de la acidez lleva al aumento de la permeabilidad para los cationes. Lo contrario ocurre para la alcalinidad de la solución. Temperatura. El aumento en la temperatura de la solución, incrementa la velocidad de desplazamiento de los iones a través de la piel. Polaridad del medicamento o del principio activo que se quiere introducir. Debido a que la superficie de los poros de la piel tiene carga negativa, existirá una mejor penetración de los cationes que de los aniones. Polaridad del electrodo. Se debe tener el cuidado al hacer coincidir la carga eléctrica del ión que se pretende introducir, con el polo de igual signo. En caso contrario, no se producirá el efecto físico de repulsión esperado y, por ende, no se introducirá en la piel. Tipo de corriente utilizada. Lo clásico es trabajar con una corriente de tipo galvánica. Los equipos modernos aportan una corriente galvánica interrumpida que logra buena eficacia con menos riesgo. Se pueden utilizar, además, otros tipos de corrientes polares. Sin embargo, recientemente se encontró que una corriente alterna simétrica y rectangular puede aumentar el transporte transmembrana, tanto de las moléculas iónicas como las neutras.
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Intensidad de la corriente. Cuando se incrementa la intensidad, se eleva también la cantidad de sustancia que pasa a las capas de la piel. Dos maneras seguras de incrementar la intensidad sin riesgo de quemadura, serían utilizar una corriente con menor componente galvánico, lo cual permite elevar la intensidad, o aumentar el tamaño del electrodo y así aumenta el área de exposición a la corriente. Duración de la corriente. Resulta muy interesante el hecho de que un tiempo de exposición entre 10 y 30 min no garantiza un incremento de la cantidad de sustancia transportada, sino que mantiene constantes los valores de permeabilidad. Mientras, un tiempo de exposición mayor de 60 min, trae consigo una disminución del índice de transportación o penetración de la sustancia a través de la piel. Pillai y su grupo encontraron que la permeabilidad para péptidos largos, como la insulina, depende de la intensidad y la duración de la corriente. Presencia concomitante de otras moléculas o de coiones. El uso de sustancias en base de grasa, disminuye la penetración a través de la piel; mientras, el uso de una combinación de alcohol y éter aumenta de manera significativa el índice de penetración, con una disminución de entrada de iones parásitos, que habitualmente se encuentran en la superficie de la piel. Grado de humedad de la piel. La humedad y la descamación previa de la piel, al aplicar una solución de hialuronidasa, favorecen el transporte; mientras la resequedad de la piel que produce la aplicación de formalina disminuye el transporte. Zona de la piel donde se efectuará la aplicación. Se ha podido constatar que existen diferencias en cuanto a la permeabilidad de la piel en distintas partes del cuerpo. La mayor permeabilidad para la iontoforesis se ha demostrado en la piel del abdomen, le siguen el pecho, hombro, antebrazo, muslo y pierna. Estos son hallazgos experimentales, de ninguna manera quiere decir que a un paciente con una afección de rodilla, se le hará la iontoforesis en el abdomen. Características del principio activo y su penetración al organismo. Los iones y las sustancias introducidos pueden encontrarse en los depósitos cutáneos desde 1 a 2 días (como es el caso de la heparina, antibióticos, novocaína), hasta 15 a 20 días (como es el caso de la adrenalina y el zinc). La duración del depósito va a estar determinada por las características físico-químicas de las sustancias y su interacción con las proteínas de la piel. Finalmente y no menos importante, todo este proceso va a estar influenciado por el estado morfofuncional de la piel y el funcionamiento del Sistema Nervioso Central. Efectos biológicos de iontoforesis Las sustancias introducidas por iontoforesis provocan una estimulación o irritación de los receptores y terminaciones nerviosas, y luego penetran en profundidad a través del drenaje circulatorio de la piel. El proceso es considerablemente lento, por lo que el estímulo a nivel de la piel perdura mayor tiempo, comparado con la misma cantidad de sustancia infiltrada en piel a través de una inyección. Al mismo tiempo, se reducen al mínimo las posibilidades de reacciones adversas de los medicamentos utilizados, estos
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son acumulados sin el daño, el dolor, y los daños secundarios que provoca la infiltración. Los efectos biológicos específicos, en el caso de la iontoforesis, están en relación con el tipo o género de medicamento utilizado. De esta manera, se puede utilizar un elevado número de compuestos con diferentes propósitos, como antiinflamatorios, medicamentos analgésicos, anestésicos, antihistamínicos, fibrinolíticos, antibióticos, entre otros. La acción del ión específico dependerá de varios factores. Los iones penetran a través de los orificios de las glándulas sudoríparas, sebáceas y folículos pilosos, que son áreas de impedancia disminuida. La penetración es, generalmente, menor que 1 mm; la absorción más profunda se produce mediante la circulación capilar y el transporte transmembrana. Una vez traspasada la epidermis, los iones depositados se almacenan como componentes solubles o insolubles y actúan localmente. Es posible que ciertas sustancias irritantes sobre la mucosa gástrica, como la hidrocortisona o los salicilatos, puedan introducirse localmente con pocos efectos adversos sobre la mucosa gástrica. Casi todas las sustancias utilizadas son elementos básicos, además de varios radicales de valor fisiológico. Al actuar localmente, se precisan concentraciones de iones muy bajas, para conseguir eficacia en su administración. Es posible aumentar la penetración de la sustancia introducida, si se combina el tratamiento con otras técnicas de la medicina física, como puede ser la magnetoterapia, las altas frecuencias y el ultrasonido. El efecto final estará relacionado con los parámetros físicos utilizados en la combinación, así como con el orden en que se realiza la aplicación. En líneas generales, cuando se aplican los medios físicos antes de la iontoforesis, se estimula la permeabilidad de la piel y, por tanto, la introducción del principio activo. Este proceder es muy conveniente en el tratamiento de procesos superficiales. Si se utiliza el agente físico después de la iontoforesis, se puede activar la absorción desde la piel hacia el torrente sanguíneo y llevar el efecto a una mayor distancia. Este aumento de la penetración es ideal en el tratamiento de enfermedades internas, según refleja el profesor Ulaschick, y que ha sido verificado también en la experiencia de los compañeros del Servicio de Medicina Física y Rehabilitación del Hospital “Carlos J. Finlay”, en Cuba. Ha sido reportado que el ultrasonido a dosis de 0,5 W/cm, si se aplica 30 min antes de la iontoforesis, aumenta significativamente la permeabilidad de la piel. El campo eléctrico de la ultra alta frecuencia también aumenta la permeabilidad de la piel. En el caso de las microondas, producen un aumento de la permeabilidad de la piel, pero solo entre 1 y 3 h después de la aplicación. Las ondas centimétricas, aplicadas luego de la iontoforesis, coadyuvan a la eliminación reforzada (hacia el torrente sanguíneo) de las sustancias introducidas en la sección cutánea, aceleran y aumentan la penetración de estas sustancias hacia el organismo. Por su parte, las ondas decimétricas influyen de manera menos significativa en la permeabilidad de las sustancias introducidas con iontoforesis. Indicaciones y contraindicaciones para aplicación de iontoforesis
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Indicaciones Están muy relacionadas con el tipo de radical con el que se trabajará y con la técnica a emplear. Se debe tener en cuenta que los efectos son fundamentalmente limitados al área de acción. En la tabla 21.2 se exponen las soluciones más utilizadas para la iontoforesis en la práctica clínica.
Tabla 21.2. Compuestos utilizados para la iontoforesis y sus efectos
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Se le ha dedicado un gran esfuerzo en investigación, al tema del alivio del dolor. Nitin34 comenta acerca de un parche medicamentoso aprobado por la FDA para aplicar con iontoforesis, que contiene lidocaína y epinefrina para el tratamiento del dolor localizado. Otros autores, como DuPont, hacen aportes positivos al tratamiento del dolor de tipo superficial. A pesar de que la absorción se produce a niveles muy superficiales de la epidermis, en el caso de la lidocaína al 4 %, se ha corroborado una penetración hasta 1 cm de profundidad. Existen muy buenos resultados en la utilización de iontoforesis en enfermedades que involucran elementos anatómicos de cierta profundidad. Por ejemplo, con ácido acético al 5 %, Rioja reporta el 94 % de desaparición o remisión casi completa, del dolor en tendinitis y del 85 % en los casos con tendinitis calcificante de hombro. Al vincular la iontoforesis con ácido acético al 5 %, con ultrasonido, Rioja encontró cambios significativos en el tamaño de la calcificación (en el 46 % de los hombros tratados desapareció la calcificación y en el 18 % disminuyó). La hipótesis planteada es que la iontoforesis es capaz de transformar el fosfato y carbonato cálcico, insolubles, en un acetato cálcico soluble. La eficacia de la iontoforesis y su asociación con ultrasonido ha sido expuesta en otros estudios. Por su parte, Tagirov recientemente reportó su experiencia en el tratamiento del dolor y la disfunción de origen visceral. Este autor agregó al tratamiento convencional de 140 pacientes con urolitiasis, electroforesis con tiosulfato de magnesio en la región renal. Este grupo de estudio tuvo un alivio mayor y más rápido de los síntomas. Se constató mejoría en relación con el control, en cuanto al índice de eliminación de piedras y parámetros de la función renal. Los reportes de efectividad en trastornos viscerales como gastritis, colecistitis, úlcera péptica, neumonía aterosclerosis, pancreatitis, y hepatitis, habían sido planteados por Ulaschik anteriormente. Uno de los modelos de tratamiento más estudiados es el de la hiperhidrosis palmo plantar. El mecanismo de acción de la iontoforesis en el caso de la hiperhidrosis ha sido ampliamente discutido por Sato et al. Haulot et al7Wollina et al. Hill et al., Rioja et al., y Karakoc et al., en estos se observa una heterogeneidad de los hallazgos. Aún cuando el mecanismo de acción de la iontoforesis, en el caso de la hiperhidrosis palmar, es un enigma sin resolver, estudios recientes han objetivado que la hiperhidrosis palmar implica cambios morfológicos en relación con la normalidad. El tratamiento por iontoforesis, más agua corriente (del grifo) permite abrigar la esperanza de una reversibilidad a medio plazo. En general, la eficacia terapéutica de la corriente galvánica ha sido demostrada de forma exhaustiva, si bien autores, como Reinauer et al. Muestran la ausencia de menoscabo terapéutico con corriente alterna más corriente directa, no observándose virtualmente ningún efecto con la
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corriente alterna pura. Posteriormente, Reinauer et al. en 1995, observaron también una disminución importante de los efectos electrobiológicos secundarios a esta terapéutica, con la administración de corrientes directas pulsadas de media frecuencia. Béseler64 expone una experiencia muy interesante al aplicar sustancias fibrinolíticas administradas mediante iontoforesis en sesión diaria: 100 U turbidométricas en 2 mL de suero fisiológico en polo negativo, 0,1 mA/cm 2, tiempo de aplicación de 10 min con el aparato Endomed 581. De esta manera alivia un caso de ciatalgia por fibrosis glútea. En fisioterapia, frecuentemente, se analizan procesos patológicos que se expresan con algún grado de fibrosis. Las mucopolisacaridasas son enzimas de naturaleza proteolítica, con acción específica sobre la matriz fundamental del tejido conectivo, al disociar los puentes de colágeno por despolimerización de los ácidos condroitinsulfúrico e hialurónico. Esta sustancia se carga negativamente al paso de la corriente eléctrica y migra rápido desde el cátodo, si el pH es ácido. Por su parte, Adamian et al. Validan experimentalmente la aplicación electroforética de la hialuronidasa, en la prevención de adherencias posquirúrgicas. Diversos trabajos recogen la utilidad de la iontoforesis en el tratamiento de la enfermedad de Peyrone, epicondilitis, en el tratamiento de úlceras venosas o en los casos de tendinitis calcificante, así como en fenómenos complejos, como el de Raynaud. Los medicamentos más utilizados en este medio y con resultados también significativos son los anestésicos, los fibrinolíticos y las vitaminas. Contraindicaciones para la aplicación de iontoforesis Son similares a las mencionadas para la aplicación de la corriente galvánica. A estas, se le adicionan las contraindicaciones correspondientes a cada molécula, medicamento o producto que será utilizado en la iontoforesis.
Metodología de aplicación de iontoforesis Consideraciones sobre la técnica Para aplicar satisfactoriamente la iontoforesis se debe considerar que: • •
Se puede disminuir la densidad de corriente si se ubican los electrodos más grandes o se reduce la intensidad. En cuanto a la dosis, se debe tener en cuenta que, para aplicaciones de iontoforesis, la piel normal no tolera grandes densidades de corriente y que, conforme aumenta la duración de la aplicación, la impedancia de la piel disminuye, lo que incrementa el riesgo de producción de quemaduras químicas por debajo de los electrodos. Es
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preciso tener en cuenta, además, que la impedancia de la piel es, incluso, más baja en áreas donde esté lacerada o con cicatrices y en individuos de piel clara. Las reacciones electroquímicas bajo los electrodos, pueden disminuirse al reducir la densidad de corriente bajo el cátodo. Esto se consigue al aumentar el tamaño de los electrodos o disminuir la amplitud de la corriente. Generalmente se trabaja con densidades de 0,1 mA/cm2. •
Duración del tratamiento entre 10 y 30 min. El número de sesiones entre 10 y 20; la frecuencia de las sesiones, entre 5 y 3 veces por semana. Se puede repetir el ciclo, 4 semanas después de haber finalizado el primero.
•
Tener en cuenta la ubicación del medicamento según su polaridad (Fig. 21.1).
•
No se deben utilizar dos sustancias bajo el mismo electrodo, aunque tengan la misma polaridad.
•
En el electrodo que será activo, se aplica solo el medicamento en papel de filtro (alrededor de ocho capas), algodón, gamuza o en varias capas de gasa, y encima de esta se pone el electrodo. Cuando se recubre el electrodo con una esponja o almohadilla, la cantidad de agua en esta debe ser mínima, para evitar que diluya la concentración del medicamento y disminuya la efectividad de la técnica.
•
No utilizar iones en pacientes con alergia conocida.
•
Las sustancias medicinales deben diluirse en agua destilada, con el fin de evitar la introducción de otros iones que no sean los que se necesita aplicar.
Figura 21.1. En la iontoforesis es importante la ubicación del electrodo activo, que corresponde con la polaridad del principio medicamentoso. El electrodo indiferente se ubica en zona contraria al anterior para facilitar el movimiento iónico. Servicio de Fisioterapia del CIMEQ. Ventajas de la iontoforesis
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•
Puede sustituir medicamentos que tienen efectos adversos de tipo digestivo. El medicamento tiene efecto fundamentalmente local, por lo que es muy baja la posibilidad de un efecto adverso a distancia, o una sobredosificación con el medicamento utilizado.
•
La aplicación no es molesta.
•
Facilita que compuestos de alto peso molecular difíciles de aplicar por vía tópica puedan introducirse en el organismo.
•
El tiempo de absorción es más corto que la introducción pasiva del medicamento.
•
Es capaz de lograr concentraciones plasmáticas máximas y mínimas, manteniendo nivel terapéutico.
•
Se utilizan los canales fisiológicos existentes y no se rompen las barreras naturales de la piel, por lo que tiene mínima posibilidad de producir injuria al tejido.
•
Desventajas de la iontoforesis • •
Deben utilizarse, en lo fundamental, medicamentos ionizables. Es difícil precisar dosis exacta.
•
No es factible a altas concentraciones del medicamento.
•
Hay que tener precaución con medicamentos de efecto potente a baja concentración.
Precauciones y efectos adversos de la iontoforesis Hasta este punto, es muy beneficioso hacer algunas recomendaciones útiles para el trabajo diario con este tipo de aplicación terapéutica. Estas son: • •
Las almohadillas hidrófilas son para utilizar con un solo medicamento. Se coloca el medicamento en papel absorbente, algodón o gasa.
•
En caso de introducir un antibiótico, hay que agregar una sustancia buffer(solución de dextrosa al 5 %), para evitar la inactivación del principio activo.
•
Recordar que la intensidad no debe ser superior a 0,1 mA/cm 2 de área del electrodo, según la sensibilidad individual del paciente, siempre que se utilice la corriente galvánica.
•
Las soluciones se preparan con agua destilada o solución alcohólica de 2 a 5 %.
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•
Las soluciones que se preparan para iontoforesis pierden sus cualidades o caducan luego de una semana.
•
Durante la electroforesis se expulsan del organismo sustancias de polaridad opuesta a la introducida (electroeliminación), por ejemplo, salicílico, acrinina, fósforo, etc., que se depositan en la almohadilla y pueden producir quemaduras si no se higienizan adecuadamente. Se debe hervir en agua.
•
Generalmente pasa alrededor del 10 % del total de medicamento aplicado.
•
La electroforesis aprovecha los efectos humorales y reflejos de la corriente, y los efectos farmacológicos del medicamento.
•
Tiene acción específica compleja sobre los receptores cutáneos y a través de estos excita el sistema nervioso central y los centros neurovegetativos.
•
Debe evitarse el contacto entre electrodos, así como el contacto con superficies óseas.
•
Mientras mayor sea la distancia entre los electrodos, menor será la penetración del medicamento.
Complicaciones de la iontoforesis Uno de los principales riesgos de las aplicaciones electroterapéuticas (sobre todo en la utilización de la corriente galvánica), incluida la iontoforesis, son las quemaduras. La quemadura no debe ocurrir, si se realiza de manera correcta la metodología de la aplicación. La mayor parte de las veces se originan por uso inadecuado de la aplicación. Suelen producirse quemaduras de origen químico, por la formación excesiva de hidróxido sódico en el cátodo. El hidróxido sódico produce una esclerosis del tejido, que tarda mucho en cicatrizar. Por lo general, inmediatamente después del tratamiento aparece una lesión elevada, rosada; horas más tarde, se convierte en una herida grisácea y exudativa. El tratamiento incluirá antibióticos y cura estéril. Por su parte, las quemaduras debajo del ánodo son raras, debido a que la polaridad positiva produce un efecto esclerótico y endurece la piel; se caracteriza por un área indurada, roja, similar a una costra. Debe tratarse del mismo modo que una quemadura química. Puede estar relacionada con intensidades altas de corriente o, más probablemente, con densidades de corriente elevadas. También se pueden producir quemaduras térmicas, debido al aumento excesivo de calor, en áreas donde las resistencias son elevadas, cuando los electrodos no están bastante húmedos, cuando las arrugas evitan el buen contacto de la piel con los electrodos o cuando un electrodo rígido no se adapta convenientemente a la superficie anatómica y deja espacios aéreos entre la piel y la superficie del electrodo.
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CONCLUSIONES El interés de la iontoforesis en medicina física, como agente terapéutico efectivo, está experimentando –en la actualidad– un lento pero importante resurgir. Ello está motivado, en parte, por el aumento del interés clínico y comercial en electroterapia, lo que ha renovado la instrumentación, y, en parte por el incremento de estudios bien diseñados, los cuales han aportado pruebas que apoyan la efectividad de la iontoforesis. Aunque la iontoforesis ha pasado por una fase de crítica y escepticismo en la pasas década, la técnica no se ha abandonado. La comunidad médica, actualmente, es más consciente de las ventajas de la iontoforesis sobre otras vías de administración de determinados fármacos. La iontoforesis es una forma de tratamiento con resultados prometedores. Por esta razón, y dado que el estrato córneo es una barrera efectiva, se debe seguir investigando sobre sus usos y beneficios en terapéutica, especialmente en fármacos tan importantes como los corticoides en afecciones como la alopecia areata y los hemangiomas. Además, ha demostrado ser una herramienta útil y segura en la investigación de la patogenia de enfermedades dermatológicas. Se debe tratar de optimizar la técnica buscando excipientes y vehículos que aumenten el transporte a través de la piel, como el caso de las ciclodextrinas 25 y del ácido oleico 30. Éste facilita el transporte a través del estrato córneo por alterar la estructura laminar de los lípidos, acción que es incrementada cuando se asocia a la iontoforesis. Por otra parte, no sólo se han encontrado utilidades con terapias tópicas, sino que también se han llevado a cabo múltiples estudios en terapias sistémicas, incluso se habla de la iontoforesis reversa. Dado que la iontoforesis es un proceso simétrico donde puede haber transporte bidireccional de iones a través de la piel, existe la posibilidad de obtener información bioquímica sin tener una muestra de sangre. En este sentido, la aplicación que más interés ha recibido es la monitorización de la glucosa en los pacientes diabéticos1. En resumen, la iontoforesis es una forma de terapia que debe seguir siendo utilizada y estudiada, dados los buenos resultados y seguridad que ha demostrado hasta el momento.
BIBLIOGRAFÍA Hasson A, et al. Iontoforesis: definición y aplicaciones en dermatología Piel
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