El rescate del patrimonio regional Basta mirar un paisaje de la zona para describir a la Araucanía como un territorio en donde se confabulan lo terrenal con lo misterioso. Es una región donde la diversidad cultural prima; donde enfoques y posturas convergen en la misma tierra en la que conviven mapuches, inmigrantes europeos y chilenos. Todos ellos dotan a la región de una mezcla de identidades que se transforman en su personalidad única, diferenciadora e inigualable. Sin embargo, este territorio no es únicamente un espacio abundante en belleza natural, es también madre de talentosos y connotados artistas chilenos. No solo porque vio nacer a muchos de ellos, sino porque los nutrió de belleza, mitos e historias que se transformaron en prosa, trazo o ilustración. Este espacio, desde un enfoque fenomenológico, permite entender la manera en la cual los artistas locales experimentan y entienden el mundo. Códigos visuales y narrativos, que van desde la poesía de Jorge Tellier –quien en su prosa construye un sur mítico y lluvioso–, hasta la del mismo Neruda, donde los lugares provinciales se enmarcan en referencias simbólicas que se transforman en códigos universales. Así como Pablo Neruda, quien recordara su infancia y la figura de su padre entre carboneras y maestranzas en los trenes de La Araucanía, están los sueños azules de Elicura Chihuailaf, que describen los paisajes teñidos del notro en flor, el otoño que es una primavera, el desnudo sutil de los árboles al son del viento, la vida en torno a la cocina a leña y la madre hilando; el trazo y estética mapuche que ofrece Eduardo Rapimán; el grabado de Santo Chávez, más cercano
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fotografía archivo sede villarrica uc
POR_Valentina Díaz Investigadora de la Sede Villarrica UC I vdiaze@uc.cl
Jorge Tellier, Pablo Neruda, Elicura Chihuailaf y Santo Chávez son solo algunos de los artistas que se han dejado inspirar por el paisaje araucano, imagen que nutre de belleza, mitos e historias a las creaciones que ahí nacen.
a los límites de la región (Arauco), pero no menos identitario y conectado con las raíces y materialidad del pueblo mapuche. Y el colorido de los relatos
visuales del crew Alapinta, que rescatan lo patrimonial, la cosmovisión, la naturaleza y la diversidad orgánica que caracterizan a este espacio.