editorial
Reencuentro con los pueblos originarios EN ESTA EDICIÓN, REVISTA UNIVERSITARIA NOS INVITA A RECORRER LA CULTURA DE LOS PUEBLOS ORIGINARIOS A TRAVÉS DE UNA IMPRONTA MAPUCHE que se refleja en su poesía, su lengua, su tradición y su toponimia, la que nombra lugares que han habitado por siglos. Resulta fundamental conocer su gente, su historia y sus sueños, para alcanzar el reencuentro con nuestras raíces que tanto anhelamos, hacia la construcción de un pueblo más fraterno. La demanda transversal que ha surgido de ellos, reflejada en recientes encuestas en la zona de la Araucanía, manifiesta en forma profunda su frustración, porque su cultura no sea verdaderamente apreciada y respetada dentro de la sociedad chilena. Como universidad, hemos estado atentos a fomentar la integración intercultural y lingüística de los pueblos originarios, para aportar a este reencuentro y al diálogo. En especial, en lo referido a la complejidad de la cuestión mapuche, su larga historia, lo denso de su cultura y a la coyuntura sociopolítica del último tiempo. Desde el Centro de Estudios Interculturales e Indígenas, cuyo director es el antropólogo y profesor de nuestra universidad Pedro Mege, se desarrolla investigación interdisciplinaria y colaborativa Como universidad, hemos en temas vinculados a relaciones interculturales en un trabajo abierto a disciplinas como Antropología, Ciencia Política, Sociología, Psicología, Arte, Historia, Educación, Lingüística, estado atentos a fomentar Economía, Literatura y Ecología. la integración intercultural Las líneas de investigación de este centro han colaborado ampliamente con la articulación de políticas públicas y su impacto en contextos con población indígena. También, con aspectos y lingüística de los pueblos de desarrollo, medioambientales y sus consecuencias. estudios que allí se realizan contribuyen a valorar el patrimonio cultural de las comunidades originarios, para aportar a Los indígenas, relevando su producción artística simbólica y acercando a la sociedad chilena a una este reencuentro y al diálogo. mejor comprensión de la trayectoria cultural de los pueblos originarios. material que se ha producido desde la Antropología y otras ciencias sociales en relación al En especial, en lo referido a Elpueblo mapuche en los últimos años es enorme, tomando diversos aspectos socioculturales la complejidad de la cuestión y políticos. Por otra parte, es muy resaltable a partir de fines de los años 80, la participación cada vez mayor de intelectuales de esta etnia, tanto hombres como mujeres, en la producción mapuche, su larga historia, científica, humanista y literaria nacional; destacando, especialmente, en ámbitos como las lo denso de su cultura y a la artes visuales, la poesía y el periodismo. En el caso de su arte poético, vemos que ha iluminado la esencia de su cultura. La poesía coyuntura sociopolítica del mapuche contemporánea se ha transformado en un factor de identidad y de revitalización de último tiempo. esta cultura en sus claves más profundas, con un reconocimiento en Chile y el extranjero a la calidad de sus obras. Aspectos relacionados con la educación, salud, política y Estado son fundamentales de analizar al momento de buscar este reencuentro, en el que la Universidad Católica trabaja incansablemente. Se ha fortalecido el vínculo entre investigación y territorios donde se desempeñan académicos UC junto a pueblos indígenas; hemos promovido la difusión del arte mapuche por medio de publicaciones, documentos audiovisuales y exposiciones en salas y museos; se ha trabajado en el desarrollo de procesos de revitalización lingüística a través de la educación continua o de la incorporación de una mención de mapudungún en Pedagogía Básica en el campus Villarrica, además de proyectar carreras asociadas a las lenguas indígenas y a la interculturalidad. Los invito a conocer algo más sobre los pueblos originarios y la cultura mapuche con la presencia UC a la luz de las páginas de esta versión de Revista Universitaria. IGNACIO SÁNCHEZ DÍAZ Rector
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AGOSTO - SEPTIEMBRE
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Vicerrectora de Comunicaciones Paulina Gómez Lorenzini
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Las opiniones vertidas en los artículos no representan forzosamente el pensamiento de la Pontificia Universidad Católica de Chile o de la Revista Universitaria y son responsabilidad exclusiva de su autor / ISSN 0250-3670 / ©Pontificia Universidad Católica de Chile, 1996|Prohibida su reproducción / Revista Universitaria es citada: ULRICH, International Periodicals Directory /
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REVISTA UNIVERSITARIA UC
contenidos 6 MIRAMUNDO
Arnold Harberger: Rompe el estereotipo POR MIGUEL LABORDE DURONEA
El reconocido padre de los “Chicago Boys” no se parece a ellos. Su estilo de vida logra desmoronar la imagen construida durante tantos años en torno a su figura.
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Francisco Rosende: Un discurso al margen de las ideologías Entrevistamos al histórico decano y profesor de la Universidad Católica en un punto de quiebre. Un cáncer terminal le auguraba un final cercano.
18 ARTE FRESCO
Señales de una identidad POR PHILIPPE BLANC CAVIERES
Patrimonio arquitectónico UC. Fragmentos de una obra, es el título del libro que reúne imágenes capturadas por Philippe Blanc Cavieres, en un proceso que duró dos años y medio.
24 TALENTO PÚBLICO
La otra piel de Nona Fernández POR MARGARITA SERRANO PÉREZ
La exalumna de Teatro UC, Nona Fernández asegura que gracias a esa carrera ha sido capaz de redactar novelas, dramas y teleseries. Tanto le gusta actuar, que se da el gusto de escribir obras para poder hacer personajes que le interesen.
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SELLO DE ORIGEN
Voces únicas del mundo ilustrado POR VIOLETA BUSTOS VACCIA
En Chile existen cerca de 400 ilustradores y cuatro de ellos, Antonia Herrera, Felipe Muhr, Francisco Olea y Paloma Valdivia, son parte de un panorama consolidado en el área. Los exalumnos UC revelan algunas de sus obsesiones infantiles, se autoaconsejan e indagan en la voz propia en sus creaciones.
36 RED GLOBAL
Develando los misterios del desierto POR NICOLE SAFFIE GUEVARA
En una década, la Estación Atacama UC ha realizado importantes aportes en el estudio de agua de niebla, energía solar y biodiversidad. Este año, nueva infraestructura permitirá aumentar la investigación más allá de nuestras fronteras.
42 CHILENOS TODOS
En busca de la confianza perdida
POR CAMILA CARREÑO CARRASCO
Cuando se acercan las elecciones municipales, los vecinos persiguen los atributos de cercanía y transparencia en su futuro líder y en esta institución pública. Un estudio del Centro de Políticas Públicas UC entrega algunas pistas sobre cuáles son las claves para fomentarlas y promover la participación. Más allá de los reclamos ciudadanos, también existe un llamado a que las personas se empoderen en su rol de aportar con propuestas y colaboraciones concretas.
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DOSSIER
Palabra de mapuche La descolonización de la lengua POR VIRGINIA SOTO-AGUILAR CORTÍNEZ Y DANIELA FARÍAS GONTUPIL
Entrevista a Elisa Loncon Antileo, referente internacional en derechos lingüísticos de los pueblos originarios, con magíster en lingüística de la Universidad Autónoma Metropolitana (México) y doctoranda en la Universidad de Leiden (Holanda), quien ha consagrado su vida a promover que en los colegios chilenos se enseñe el mapudungún. Hablantes vulnerables POR ISABEL ANINAT SAHLI Y RICARDO GONZÁLEZ TORO
Un estudio del Centro de Estudios Públicos (CEP), publicado este año, refleja la actual precariedad sociolingüística del mapudungún en nuestro país. Entre 2006 y 2016, la proporción de personas mapuche que declara no hablar ni entender ese idioma creció en once puntos porcentuales. La única esperanza, dicen los integrantes de esta etnia, es la enseñanza obligatoria de “la lengua de la tierra”. Versos desde la raíz SELECCIÓN DE PAULA MIRANDA HERRERA Y ALLISON RAMAY MONROE
El arte de la palabra es atávico en Chile y su cultivo sigue vivo en poetas mapuches contemporáneos, aunque ahora su paisaje sea urbano, tomen micro y anden en metro. Entre los consolidados destacan David Aniñir, Graciela Huinao, Elicura Chihuailaf y Jaime Huenún.
El paisaje ancestral de la poesía chilena
Inauguramos esta nueva sección con la experiencia vivida por el físico matemático Rafael Benguria, Premio Nacional de Ciencias Exactas 2005, cuya vida cambió cuando era adolescente al leer un texto de divulgación científica de Max Born, uno de los físicos más destacados del siglo XX.
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En el campus Villarrica se realizan experiencias educativas y se produce material didáctico en mapudungún para la educación de los niños que hablan ese idioma, apoyando el trabajo del Consejo Territorial Mapuche de Galvarino, la primera comuna donde se ha oficializado esta lengua. La autora produjo el libro Kimün, que se ha distribuido en la Región de la Araucanía, de los Ríos y de los Lagos.
ALTER-NATIVO
Destacados académicos e intelectuales se refieren a lo último en tendencias en redes sociales, internet y tecnología.
Mapudungún en el aula: el fin del silencio POR MARÍA ISABEL LARA MILLAPAN
Un delicado equilibrio POR RAFAEL BENGURIA DONOSO
POR PAULA MIRANDA HERRERA
El universo mapuche se ha plasmado en la escena poética chilena en un diálogo que fluye a través de los ríos del sur, de sus volcanes, bosques y neblinas, elementos que han nutrido los versos de Pablo Neruda, Jorge Teillier, Raúl Zurita, Gabriela Mistral y Violeta Parra. La grandeza de sus letras se conecta en lo más íntimo con las raíces de nuestros pueblos originarios y su cultura.
EL LIBRO QUE ME MARCÓ
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LA TRASTIENDA
La escena que captura un momento detrás de la labor de la Universidad Católica.
MÁNDANOS TUS COMENTARIOS Si tienes interés en colaborar en la revista o proponer algún tema, todas las opiniones son bienvenidas en el mail runiversitaria@uc.cl 5
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LOS DISCÍPULOS. En la imagen aparecen de izquierda a derecha Carlos Massad, Ernesto Fontaine, Pedro Jeftanovic y Sergio de Castro. Sentados aparecen Luis Arturo Fuenzalida Carlos Clavel y6Víctor Ochsenius. REVISTA UNIVERSITARIA
Rompe Arnold Harberger:
el estereotipo
El reconocido padre de los “Chicago boys” no se parece a ellos. Su estilo de vida logra desmoronar la imagen construida durante tantos años en torno a su figura y la de sus discípulos. Aunque no recibió el Premio Nobel de Economía, como Milton Friedman, se siente orgulloso de sus alumnos que –políticamente variados– impulsaron cambios que mejoraron las condiciones de vida de millones de personas, gracias a una economía más científica. Por MIGUEL LABORDE DURONEA 7
FOTOGRAFÍA CÉSAR CORTÉS
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A
l preguntarle a Arnold Harberger por la imagen de los “Chicago boys” en la cultura popular chilena, asociada a capitalismo duro y neoliberalismo puro, a lucro y consumo desatados, brilla una chispa en su mirada de zorro viejo, de 92 años. Se divierte y detalla la ropa que lleva puesta: “Estos zapatos me costaron 20 dólares, los pantalones 25, la camisa de 12 a 15, el saco menos de 100 dólares”. Y agrega: “Todo lo que podrías ver en mi casa viene de un local que me queda a la vuelta de la esquina y que se llama ‘0.99’, así es que me equipé por menos de 100 dólares; lo más caro fue el microondas, pero el anterior lo compré por 55 y lo ocupé por diez años”. Entonces suelta una idea que lo caracteriza: “A muchos economistas nos parece mal ver cómo tantas personas gastan sus ingresos, sin ningún cálculo, sin ahorros”. Esa sería la primera señal de que un Chicago no es lo que se cree en Chile. Después se dará el gusto de desconcertarnos con una pregunta: “¿Sabes dónde están los adversarios más opuestos a las ideas que se asocian con nuestra Escuela de Economía?... Allá, en la misma universidad”. Uno entiende entonces que el gran homenaje internacional del año 2003 –cuando cumplió medio siglo haciendo
LOS JÓVENES DE CHICAGO. Los discípulos del modelo de la Universidad de Chicago continúan enseñando a nuevas generaciones. En las imágenes vemos en primer plano a los académicos Klaus Schimdt Hebbel y a la derecha a Rolf Lüders, Gonzalo Edwards y Fernando Coloma.
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clases–, tuviera al chileno Sebastián Edwards en el discurso inaugural, un economista ajeno al perfil típico de los cercanos a Sergio de Castro y su “ladrillo” de medidas que se aplicaron en el gobierno de Augusto Pinochet.
CHILE VERSUS CUBA Estuvo en Chile este año al cumplirse seis décadas del convenio entre la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la UC y la Universidad de Chicago de Estados Unidos. Él fue el principal gestor de este vínculo, desde que vino por primera vez en 1956. Esta alianza fue un hecho relevante para ambas instituciones y motivó el viaje de estudiantes chilenos a ese país para realizar posgrados y doctorados. Nació así la leyenda de los “Chicago boys”. Todo comenzó cuando Allan Patterson, a cargo de la cooperación internacional de Estados Unidos, pensó que muchos de los males de la región tenían el mismo origen: la falta de conocimiento técnico. Frente a la seductora Revolución Cubana, Chile sería, en palabras de Lyndon B. Johnson, “la vitrina” de un modelo diferente, con mercado libre. En el seminario “Chicago boys, 60 años después”, organizado por el centro de alumnos, la testera la compartió con su
miramundo SEIS DÉCADAS. Arnold Harberger estuvo en Chile este año, al cumplirse seis décadas del convenio entre la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la UC y la Universidad de Chicago de Estados Unidos.
exalumno y amigo Sergio de Castro, el que estuvo entre los primeros en partir a un posgrado al país del norte para ser más tarde el líder de las políticas de libre mercado en el Chile de los años 70, en un contexto de medidas pragmáticas que cambiaron la economía nacional y mejoraron la mayoría de sus índices. Tan cerca ha estado de Chile, que el año 2003, cuando se le rindió un homenaje internacional de dos días en la Universidad de California (UCLA) por su trayectoria de 50 años de docencia –actualmente es Distinguished Professor Emeritus de esa institución– destacaron ocho oradores chilenos: Sebastián Edwards, como coanfitrión, Juan Carlos Méndez, Ernesto Fontaine, Rolf Lüders, Harald Beyer, Vittorio Corbo, Ricardo Ffrench-Davis y Juan Andrés Fontaine. La sala de reuniones del decanato de Economía donde nos encontramos, en el campus San Joaquín, tiene dos retratos que parecen ofrecer un contraste, a primera vista: El Padre Hurtado y el Papa Francisco. Bajo sus miradas recorrerá el profesor Harberger seis décadas de historia. En 1956 éramos un país sumido en esa pobreza que hizo visible el Padre Hurtado. A los ojos de Harberger –“Alito” para sus seguidores– y de sus colegas enviados también a Chile, ello se debía a un exceso de retórica y falta de conocimiento. Dos jóvenes alumnos lo esperaban en el modesto aeropuerto de Los Cerrillos, Sergio de Castro y Ernesto Fontaine. Ese mismo día se inició una relación tan cercana con los estudiantes
“Es un error de los economistas fanáticos del libre comercio decir que no hay perdedores. Lo cierto es que no todos ganan y los que sufren se enojan, por supuesto, pero la globalización ha sido uno de los elementos más positivos que han existido para los pobres del mundo”.
locales que serían ellos quienes le presentaron a la chilena Anita Valjalo, de la que enviudó en 2011.
EL SHOCK DEL PASADO —¿Cuál fue su primera impresión del medio nacional? —La Facultad de Economía no tenía profesores full time, recuerdo que uno de nosotros estaba escandalizado por eso, fue el primer choque. Se suponía que debíamos evaluar si era viable hacer un convenio en Chile, crear un programa con cuatro de los nuestros, pero tener profesores jornada completa era lo mínimo. Lo que vi acá me interesó. Insistí para un acuerdo de cinco años, luego tres más y fue muy positivo porque de los primeros becarios que fueron allá, como Carlos Massad de la Universidad de Chile y Dominique Hachette de la Católica, impulsarían muchos cambios positivos. Ellos y yo creíamos que, si desde las dos principales facultades se daban buenas lecciones, se podía lograr una influencia importante para el país. Ustedes no se dan cuenta, pero ahora hay un grado de sofisticación para hablar de economía de parte de profesores, de periodistas, de la gente en general. No era así antes y es poco común en el mundo. No es normal que en la prensa escriban como si tuvieran un máster en esta materia. Desde entonces, ha sido un testigo permanente de viajes anuales. Su memoria parece no olvidar ningún número. Al preguntarle por sus visitas a Chile, precisa que vino cada año salvo en 1957, 1967 y 2007. Aunque Jorge Alessandri no acogió sus propuestas, el gobierno de Frei Montalva aplicó algunas en relación al tipo de cambio; pero la imagen de Chicago quedó asociada a Pinochet y su dictadura. —¿En toda América Latina tiene esa connotación tan ideológica? —Al principio, cuando tuve casa en el barrio Bellavista, en varios cócteles recibí a personas como Aníbal Pinto y Osvaldo Sunkel de la Universidad de Chile y los argumentos se daban a un nivel decente. Como en esta área los argumentos no son FOTOGRAFÍAS CÉSAR CORTÉS
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suficientes, tenemos que construir una política de acuerdo con nuestros valores, pero sin contravenir los principios económicos fundamentales. Esto se logró discutir técnicamente y también dicté cursos en la Universidad de Chile porque se trataba de trabajar con datos, con leyes económicas, como he hecho en otros países. —En Chile los “Chicago boys” se asocian a una economía extractiva y cortoplacista, con medidas eventualmente útiles a largo plazo pero solo aplicables en dictadura, por sus costos humanos. — Las medidas más importantes tomadas en Chile no se adoptaron durante ese periodo. Fueron los gobiernos democráticos y nada era antidemocrático. Los aranceles se fueron reduciendo paulatinamente, pero la Concertación fue la que bajó al 6%, y muchos productos al 0%, por los Tratados de Libre Comercio, en promedio un 2%. Con esto el país llegó a ser uno de los menos proteccionistas del mundo. Los pasos más dramáticos fueron hechos por la Concertación. Tampoco cree que una democracia no pueda abrirse al mundo de la economía global, tal como lo están haciendo ahora Colombia y Perú: “En los años 70 no había un ambiente para esas ideas en el mundo, y menos en América Latina. Pero ahora son pocos los gobiernos democráticos que tienen precios controlados”, destaca.
—En cierto momento se creyó que las economías abiertas, según el modelo neoliberal, eran las más sensatas y se habló del fin del Estado de Bienestar. Pero esto parece haber cambiado, hay insatisfacciones, se plantean críticas y ajustes al modelo. ¿Qué le parece este fenómeno? —Tenemos en el mundo una globalización que ha cambiado la cara de la producción. Hay ventajas comparativas en manufacturas que antes tenían Europa y Estados Unidos, y los países en desarrollo se protegían de ellas con barreras arancelarias fuertes, era el viejo sistema. Pero la globalización es un terremoto mundial; las ventajas comparativas pasaron a Japón, luego a Taiwán, Indonesia, Malasia y finalmente a China. Como resultado hay quejas en todo el planeta, hasta nuestras fábricas de zapatos y camisas quebraron.
ESPÍRITU LIBRE Sus escritos, sus discursos, poco se parecen a la imagen de los “Chicago boys”. Es más, a sus 92 años, dice que sigue revisando los conceptos más básicos como oferta y demanda, con la calma y visión que le dan sus décadas de análisis: —Es un error de los economistas fanáticos del libre comercio decir que no hay perdedores. Lo cierto es que no todos ganan y los que sufren se enojan, por supuesto, pero la globalización ha sido uno de los elementos más positivos que han
LA MUJER DETRÁS DE HARBERGER. La chilena Anita Valjalo y Arnold Harberger se casaron en Londres en 1959. Ella fue un lazo más del economista con este país. El matrimonio siempre acogió a los visitantes latinos en su casa en Estados Unidos. Harberger enviudó en 2011.
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FOTOGRAFÍA GENTILEZA DE ROLF LÜDERS
“A pesar de ser economista yo casi soy budista, mi presupuesto mensual en comida es de 50 dólares semanales, y de 300 a 400 anuales en ropa”.
FOTOGRAFÍA GENTILEZA DE ROLF LÜDERS
EXPONENTES DEL MODELO. En la imagen vemos de izquierda a derecha a Arnold Harberger; Juan Ariztía; Joaquín Figueroa; Milton Friedman; Rolf Lüders; Carlos Langoni y Javier Vial, en un encuentro en Chile en marzo de 1975.
existido para los pobres del mundo. En los últimos 25 años tenemos la reducción de la pobreza más grande de la historia humana, en parte porque los chinos más que duplicaron sus ingresos al pasar del campo a la ciudad. Pero la industria en Estados Unidos disminuyó sus rentas. Esas pérdidas hay que reconocerlas y ayudar directamente a los que sufren las consecuencias, dar capacitación a las personas “perdedoras”. Eso sí, esas mermas están más que compensadas por las ganancias. La capacidad de elevar la calidad de vida de tanta gente que vive con salarios limitados es difícil de exagerar. Habla por experiencia. Él mismo recibió ayuda para reintegrarse y estudiar luego de estar casi tres años enlistado por la Segunda Guerra Mundial. Estas son fechas que su numérica memoria todavía no olvida: “del 3 de abril de 1943 al 25 de marzo de 1946”. —¿Por qué entonces la mala imagen del libre mercado, es mala comunicación de ideas? —Yo estaba consciente hace 50 años de que se trataba de cosas que era difícil que se entendieran, por eso valoro la sofisticación de la prensa chilena, y no solo de editorialistas y columnistas. Es muy importante entender que aquí lo que se está promoviendo es el uso de una metodología científica para analizar fenómenos, actitud que produjo un gran consenso en Chile y que ha regido a este país desde fines de los años 70 hasta la situación actual, aunque ahora ya no sé si va a continuar. —¿Cree que la desigualdad y el consumismo, le hicieron daño? — Eso es ajeno, yo a pesar de ser economista casi soy budista, mi presupuesto mensual en comida es de 50 dólares semanales, y de 300 a 400 anuales en ropa. Frank Knight, uno de mis grandes profesores, un grande de los años 20 y 30, pensaba que la gente era medio loca para elegir en qué gastar. Yo también creo eso pero no voy a sicoanalizarlos como científico, yo puedo pensar que es tonta su política de gastos, su consumo, pero eso es un juicio, no es economía. En parte esto viene de mi familia, “los bienes materiales no proporcionan la felicidad”, aprendí de niño, porque mis cuatro abuelos de Austria, Suiza, Alemania, eran todos fieles metodistas. Esto era muy claro para ellos.
“Las medidas más importantes tomadas en Chile se adoptaron durante los gobiernos de la Concertación. Con esto el país llegó a ser uno de los menos proteccionistas del mundo”. —¿Cuál es el problema, entonces? —Ahora estoy preocupado, hay un desvío en el consenso que funcionó tanto tiempo. Un gobierno puede decir que gastará un 30% de su presupuesto en lo social, y el otro dice 45%, pero ambos pueden fracasar. Nada dice que por determinada finalidad se está haciendo buena economía; en el diseño de cada ley puede haber elementos nefastos, por lo que debe haber gente que pare lo que va en una mala dirección económica. Parte del problema de Brasil es el diseño de su Constitución. Los impuestos se dividen entre el gobierno central y los Estados, pero estos tienen garantizadas ciertas rentas por impuestos, las que son más de lo necesario. Mientras, el gobierno central tiene menos de lo que necesita. Pero los Estados, como tienen fondos los gastan en cosas sin prioridad, y entonces el central, que queda estrecho, recurre a trucos para hacer lo mínimo. De Chile, prefiero no hacer comentarios porque no soy experto en lo que está sucediendo aquí. Así lo recuerdan los alumnos, exigiendo rigor científico, hechos y datos, no impresiones ni opiniones personales. Termina la entrevista al entrar Sergio de Castro, el que viene a buscarlo para ir al acto de aniversario. Tiene dificultades para desplazarse, pero no acepta ayuda para caminar. Escueto dice “vivo solo”, refiriéndose a la muerte de su esposa Anita Valjalo, tan acogedora con nuestros compatriotas que quedó para la historia como “la mamá de los ‘Chicago boys’”, tal como a él lo consideraban, más que un mentor, un padre. Es su orgullosa independencia la que cuida, su autonomía. La misma que lo llevó a rechazar trabajos en gobiernos, fueran en Chile o incluso, en Estados Unidos.
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Francisco Rosende:
Un discurso al margen de
las ideologías Entrevistamos al histórico decano y profesor de la Universidad Católica en un punto de quiebre. Un cáncer terminal le auguraba un final cercano y el tratamiento lo dejaba exhausto; pero en esos días se celebraban los 60 años del convenio con la Universidad de Chicago, y el propio Arnold Harberger con sus 93 años a cuestas, vendría al acto para despedirse y hablar por última vez con el destacado economista chileno. Por MIGUEL LABORDE DURONEA Fotografías de CÉSAR CORTÉS DELLEPIANE
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FOTOGRAFÍA ÁLVARO DE LA FUENTE.
LAZOS FAMILIARES. Francisco Rosende estuvo casado con la ingeniera comercial Karin Jürgensen, con quien tuvo cinco hijos (fotografía a la derecha): María Gracia; Catalina; Francisco; Constanza y Magdalena. Además aparece una imagen de su juventud en un viaje a Japón.
“Es imprescindible que las sociedades tengan redes de protección para los más vulnerables, eso está en todo modelo; pero si grupos de presión las capturan y los recursos no llegan a los más necesitados, no funciona. La crisis del Estado de Bienestar ocurre porque se pasó la línea demográfica”. 14
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stuvimos con Francisco Rosende Ramírez poco tiempo antes de su fallecimiento. El cuerpo se le cansaba pero nos recibió, interesado como siempre en comunicar sus ideas. Quería terminar un último libro y cuidaba su limitada energía: “Me podría haber tocado el cáncer de Steve Jobs, que era mucho más benigno”, comentó. Irónico y tranquilo, con una paz interna apoyada en su mujer –la ingeniero comercial UC Karin Jürgensen– y sus cinco hijos. Fue un espectador lúcido de nuestro tiempo, conmovido por lo que estaba sucediendo con la economía argentina por razones políticas: “Su PIB era superior al de Francia hace un siglo. Todo lo que pasa en América Latina es entre fascinante y terrible”. Había visto cambiar a Chile, desde la pobreza de los años 60 y las hileras de personas para comprar azúcar o aceite en la década de los 70. Alcanzó a conocer la frustración ante esa realidad que parecía inamovible, un fatal destino, ser subdesarrollado para siempre. Seguía fiel a una vocación que nació en él apenas adolescente, y que nunca aceptó mirar con ojos ideológicos: “En Chicago, el profesor Robert Lucas, Premio Nobel, tenía a su principal oponente en la oficina ubicada exactamente al lado”, afirmó.
tributo No perdió la paciencia ese día cuando nos recibió –parecía más sereno que nunca- ni cuando le preguntamos por la imagen de los economistas neoliberales y sus drásticas políticas de shock. Seguía deseando que los países, y también las personas, fuéramos más eficientes a la hora de gastar nuestros limitados recursos. Y que la ciencia económica se respetara como tal: “Lo que nosotros aprendemos, y tratamos de promover en la toma de decisiones, es un método para mirar la realidad”. Queríamos saber, justamente, cuál era su mirada del presente.
LIBERTAD PARA CRECER En el campus San Joaquín caían las últimas hojas de un otoño extraño, demorado, cuando nos encontramos –él ya visiblemente más delgado– en su oficina de siempre para recorrer su trayectoria. Aquella que inició mientras era alumno del Liceo 11 de Las Condes y cayó en sus manos un libro que le cambió la vida. No recuerda su título: “Me dejó la impresión de saber que lo que veíamos en las calles, de escasez y frustración, no tenía por qué ser para siempre. También me llamó la atención un artículo de la revista Portada sobre capitalismo y libertad que leí en Segundo Medio; no entendí mucho pero me llevó a pensar en esos temas”. Había que realizar cambios profundos en los países pobres, redefinir estrategias, pensar y estudiar Economía. Desde ese momento comenzaría su preocupación por los procesos financieros y económicos de Chile y el mundo. Este interés se desarrolló por cerca de medio siglo y, hasta su último libro, El gran descalabro. La Macroeconomía de la Primera Crisis Financiera del Siglo XX (Ediciones UC, 2014), donde plantea que, a pesar de un largo periodo de estabilidad económica en Estados Unidos, por no cumplirse las reglas –al ofrecer créditos hipotecarios a personas de alto riesgo–, la principal economía del planeta se vino abajo y, de paso, arrastró al resto de las naciones. —Usted comenzó su carrera en la Universidad de Chile pero luego de Chicago se trasladó a la Universidad Católica ¿Fue un cambio muy radical? —Desde adentro era distinto, todos estábamos convencidos de la necesidad de profesionalizar el mundo de las políticas económicas, que las decisiones debían tener un respaldo en los hechos, que había que ganar un espacio para la ciencia económica. Por lo mismo, desde las dos universidades fuimos a Chicago. A todos nos parecía algo subyugante que había que llevar al debate público, así es que tengo buenos recuerdos de profesores y alumnos de la Universidad de Chile; fue después cuando el instituto de Economía se dividió según marxistas y no marxistas.
“Las presiones distorsionan los cambios. Por ejemplo, es necesaria la reforma educacional en Chile, la que por lógica debía comenzar en prekínder y kínder, pero los grupos movilizados la empujaron en otra dirección. La previsión y la salud también hicieron colapsar ese modelo, lo que obliga a modificarlo”.
La construcción de su destacada carrera 1956: Nace en Santiago de Chile. 1979: Se titula como ingeniero comercial de la Universidad de Chile. 1983: Se gradúa como master of arts en Economía, en la Universidad de Chicago, en Estados Unidos. 1984: Ingresa a la UC como profesor auxiliar de macroeconomía. 1985-1987: Es jefe del departamento de estudios del Banco Central. 1987-1990: Ocupa el cargo de gerente de estudios del Banco Central. 1990: Se convierte en académico de jornada completa en el Instituto de Economía UC, principalmente en las áreas de economía monetaria y macroeconomía. 1995-2013: Es nombrado decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas. 2013: Recibe el Premio a la Excelencia Docente en la UC. 2016: Obtiene el Premio Monseñor Carlos Casanueva en la UC. 2016: Muere el 27 de agosto a los 60 años.
A todos nos resulta violenta la desigualdad y su aumento en el mundo, lo dice el mismo Alan Greenspan en sus memorias en relación a Estados Unidos, que es una realidad que se debe investigar y explicar, antes de plantear qué se puede hacer. —¿Crear teorías nuevas? —Es que hay hechos concretos que obligan a repensar muchas cosas. Es razonable decir que con el impacto del ingreso de China al mercado mundial se duplicó la mano de obra en el mundo. Todos debemos tener la paciencia de explicar y de oír, para responder a esta nueva realidad.
—¿Mantiene contactos, vínculos? —Algunos como Sergio Aguiló, Víctor Barrueto y Nicolás Eyzaguirre, entre otros.
CHICAGO EN CHILE
—¿Le tocó estudiar el sello UC y la senda abierta por Monseñor Carlos Casanueva? —Es una figura gigantesca para la UC y para toda la Iglesia Católica chilena, y los profesores con los que comencé aquí lo tenían como referente. Tal vez por culpa nuestra, porque con frecuencia los economistas no sabemos explicarnos, ahora falta diálogo con la Iglesia. Se tiende a creer que damos recetas y no se percibe que es un método para actuar en la realidad. Hemos organizado diálogos con obispos, sacerdotes, pero falta mucho por hacer.
—¿Milton Friedman ha sido sobrevalorado en el país, se ha creado una caricatura en torno a su imagen? —Es cierto que hay caricaturas, como eso de que Chile fue un fenómeno de cambios apoyados por la dictadura. Lo cierto es que en 1973 era indispensable tomar medidas drásticas, por la situación que había. Pero hay que considerar también que, sin Friedman ni sus seguidores, hay muchos países, con diferentes tendencias, que también han tenido que aplicar medidas de shock, no muy distintas a las que aquí se aplicaron. En caso contrario, se llega a la frustrante realidad de Argentina, a su estancamiento. 15
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5 HITOS DE SU TRAYECTORIA. En las imágenes solo algunos momentos de su destacada historia: 1. En junio pasado recibió el premio Monseñor Carlos Casanueva en la Universidad Católica, la máxima distinción que puede obtener un académico en esa casa de estudios. 2. Rosende junto a su maestro Arnold Harberger. 3. De izquierda a derecha aparecen Jorge Cauas, Rolf Lüders, Luis González Carrasco y Francisco Rosende. La foto corresponde a un acto realizado en julio de 2012, para conmemorar los 100 años del nacimiento de Milton Friedman.
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3 4. Francisco Rosende en un encuentro con el destacado economista Ernesto Fontaine. 5. El profesor Rosende junto a Vittorio Corbo; Carlos Massad y José de Gregorio. 6. El académico en un encuentro con la exprimera ministro de Reino Unido, Margaret Thatcher.
“Era previsible que el proceso de apertura y liberalización trajera un aumento de la desigualdad, porque promueve un orden de cosas que favorece a los que emprenden mejor; luego, cuando se mejoró el sistema, vino la crisis mundial y brutal de 1982. En todo caso, no es inherente al modelo económico, ni es Chile el más afectado en ese sentido y no es consecuencia de esa estrategia”.
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—El término neoliberal es hoy una suerte de insulto, muy lejos de lo que fue el liberalismo económico… ¿Qué los diferencia? —El uso de los slogans es muy pegajoso, aquí en América Latina se usan para estigmatizar, tal como el concepto progresista suena bien, pero no implica nada. En concreto, no hay debate teórico entre liberales y neoliberales, no es un tema técnico. El dar libertad a las personas y al mercado para que sean productivos, y permitirle al Estado cobrar impuestos para que los use en emparejar la cancha, son opciones indiferentes a los modelos. Es como cuando se aplicó aquí el mapa de la extrema pobreza para asignar mejor los recursos escasos. Es lógico que el Estado asuma lo que los privados no pueden hacer bien, y que los deje hacer lo que ellos pueden hacer mejor. —¿Cuál es su imagen de la Universidad de Chicago? A veces se representa como una escuela de adoctrinamiento, pero hay egresados como Ricardo Ffrench Davis, que desde Cieplan fue un crítico de su modelo. —Es lo mismo, caricaturas. Las grandes universidades de Estados Unidos no se prestan para eso, ninguna, y allá mismo en Chicago se discutían mucho las ideas de Friedman y había profesores de mucho prestigio que pensaban distinto. Y así es en Harvard o en el MIT, no piensan todos igual.
Los protagonistas de la “ciudad del viento” Esta obra recoge reminiscencias personales -“sin tecnicismos”- de un nutrido y destacado grupo de economistas chilenos que asistieron a la Universidad de Chicago en los últimos sesenta años. Su formación, orientada a fomentar la investigación básica de la economía en Chile y, a promover un análisis riguroso de las políticas públicas, es considerada un factor incidente en el buen desempeño de la economía chilena a lo largo de varios años. En su prólogo, el Premio Nobel de Economía James Heckman comenta que “Los autores de estos ensayos tienen un orgullo justificado de haber participado en esta empresa conjunta, la cual ha traído grandes beneficios a la gente de Chile y ha servido como un modelo para toda América Latina”.
—¿Qué piensa de quienes plantean que el Estado de Bienestar era lo adecuado para la demografía de mediados del siglo XX, pero que fracasa al aumentar los años de vida y la población pasiva? Es imprescindible que las sociedades tengan redes de protección para los más vulnerables, eso está en todo modelo; pero si grupos de presión las capturan y los recursos no llegan a los más necesitados, no funciona. La crisis del Estado de Bienestar ocurre porque se pasó la línea demográfica, efectivamente, lo que está causando problemas en todo el mundo. Las presiones distorsionan los cambios. Por ejemplo, es necesaria la reforma educacional en Chile, la que por lógica debía comenzar en prekínder y kínder, pero los grupos movilizados la empujaron en otra dirección. La previsión y la salud también hicieron colapsar ese modelo, lo que obliga a modificarlo.
Como aporte al debate sobre una eventual “escuela de Chicago” y sus características, así como su incidencia en los países del cono sur, exalumnos chilenos describen el ambiente intelectual que allá conocieron. Algunos fueron a fines de los años 50 y comienzos de los 60 –periodo muy identitario y marcado por Milton Friedman y George Stigler–, mientras otros estuvieron en la “ciudad del viento” en los 80, cuando eran Gary Becker y Robert Lucas los referentes, etapa en que las enseñanzas de Chicago y las de Harvard, MIT o Yale se asemejan más. A todo lo largo se reitera la presencia de Arnold Harberger, “el padre de los Chicago boys”, así como la de su esposa chilena, Anita Valjalo. Más allá de las teorías, los testimonios vivenciales facilitan la lectura para los no especialistas.
LA ESCUELA DE CHICAGO Francisco Rosende, editor Ediciones UC Segunda edición, 2016
“Hay cambios mundiales, huelgas y demandas, hay problemas reales y es fácil pensar que tal vez el Estado puede corregirlos. El bajo crecimiento actual, que seguirá al parecer, aportará calma; muchos que ya se acostumbraron a viajar, a comprar productos electrónicos, lo van a resentir”.
resentir. Países como Francia e Italia, que avanzaron hacia más Estado por décadas, pero sin aumentar los empleos, están pagando costos enormes.
—¿Por qué se culpa a los “Chicago boys” de la desigualdad en Chile? — Era previsible que el proceso de apertura y liberalización trajera un aumento de la desigualdad, porque promueve un orden de cosas que favorece a los que emprenden mejor; luego, cuando se mejoró el sistema, vino la crisis mundial y brutal de 1982. En todo caso, no es inherente al modelo económico, ni es Chile el más afectado en ese sentido y no es consecuencia de esa estrategia. Por eso es tan importante la reforma educacional, y también el considerar cómo influye cada política en el empleo, porque la educación y el trabajo son las grandes herramientas para disminuir la inequidad.
—¿Cómo es que los alemanes y los escandinavos parecen haber logrado un equilibrio adecuado entre iniciativa privada y un Estado poderoso y sindicatos fuertes? —Hay lecciones interesantes en esos países. Alemania tiene un Estado eficiente, más transparente, y eso hay que aprenderlo, pero crece muy poco; el Estado proveedor cambió porque el empleo no aumentaba y la empresa privada se ahogaba para seguir financiándolo. Lo que tienen a favor es un equilibrio que aquí no tenemos; allá hay otra actitud frente al emprendedor, una cultura que valora al industrial, el saber que un país no crece sin empresarios.
—Las reformas recientes parecen volver al Chile clásico, estatista y desconfiado del mercado, sin fe en la empresa privada… Hay una tendencia mundial, incluso en Estados Unidos y Alemania, en esa misma dirección. Esto tiene mucho que ver con la dinámica en el debate de las redes sociales, de ideas fugaces que no se discuten en detalle. Hay cambios mundiales, huelgas y demandas, hay problemas reales y es fácil pensar que tal vez el Estado puede corregirlos. El bajo crecimiento actual, que seguirá al parecer, aportará calma; muchos que ya se acostumbraron a viajar, a comprar productos electrónicos, lo van a
Sus convicciones lo hacían levantarse de la cama y partir a la oficina. Las mismas que lo llevaron a optar por la sobriedad de la academia mientras muchos de sus compañeros buscaban ser emprendedores prósperos. Como varios, sintió que era indispensable que la ciencia se pusiera al servicio del desarrollo, economía mediante. Con políticas prácticas y eficientes, tal como lo aclaró el jerarca chino: Lo que importa no es el color del gato, sino que cace ratones”. No estaba muy seguro si Chile había aprendido la misma lección que los chinos; es por eso que seguiría trabajando hasta el final, para intentar dejar un legado lo más claro posible. 17
arte fresco
Campus Casa Central, hall de acceso.
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Señales de una
identidad El libro Patrimonio Arquitectónico UC. Fragmentos de una obra reúne las imágenes capturadas por Philippe Blanc Cavieres y tienen como protagonista los distintos espacios y terrenos de la Universidad Católica en el país. En el proceso, que duró dos años y medio, el fotógrafo hizo más de diez mil tomas en blanco y negro con dos cámaras análogas, esperando el momento y la luz perfecta, muchas veces antes del amanecer. A través de ellas se hace visible la complejidad histórica de los ideales y acciones que han dado forma a esta institución a lo largo del tiempo. Esto le permitió, como testigo privilegiado, conocer el amplio alcance de la universidad y “experimentarla con el cuerpo”, según declara.
PHILIPE BLANC CAVIERES. Doctor en Arquitectura y Estudios Urbanos por la Universidad Católica. Dibujante y fotógrafo formado por Luis Poirot y Fernanda Larraín.
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Escuela de Diseño, campus Lo Contador.
Patio de Los Naranjos, campus Lo Contador.
as edificaciones, los espacios educativos, las sedes, las estaciones de investigación. El fotógrafo Philippe Blanc Cavieres recorrió todo el territorio nacional para registrar con su lente la huella arquitectónica de la UC. El resultado fue cerca de un centenar de imágenes que se dividen en dos categorías. Aquellas dedicadas a los campus, entre los que se encuentran Casa Central, Lo Contador y Villarrica, que son compuestas desde la perspectiva del detalle, con la intención de captar fragmentos y atmósferas. Junto a ellas están las que representan la visión de futuro de la institución, de paisajes y de los distintos lugares donde equipos de la UC se encuentran realizando investigación de frontera: Las Cruces, Alto Patache, Bahía Exploradores, San Carlos de Apoquindo, entre otros. “La idea fue que la serie de fotos que van incluidas en el libro fueran un texto más. Hablan por sí mismas, no solo están para ilustrar. Concebirlas así fue un privilegio, porque te da bastante libertad en la manera de captar las imágenes”, explica Blanc. El resultado del trabajo de este arquitecto está atravesado por una pulcritud que todo lo desnuda, hasta la piedra o el hueso. Su opción para enfrentar el patrimonio arquitectónico de esta institución no fue distinta, por lo que, muy acertadamente, el libro que se hizo con este “capital cultural” lleva el título de Fragmentos de una obra. Lejos de sumar fachadas con ángulos que potenciaran una pretensión de monumentalidad, Blanc acompaña el ojo de un transeúnte, de un caminante, de un estudiante, ante cuya mirada será más valioso un escaño a la sombra, la luz de un vitral, la textura de un muro de ladrillos o de hormigón. Más allá del pasado histórico de los edificios que integran este patrimonio, su trabajo es actual y seduce desde un presente que, como representan algunos edificios vanguardistas, tiene el aire y la apertura de aquello que se asoma a un futuro desconocido. Su obra no se cierra entonces, queda abierta. El conocimiento y la técnica importan mucho en la fotografía. En este trabajo, la mayoría de las imágenes son análogas –captadas con una Hasselblad de medio formato y una cámara de placa de 4x5 pulgadas– y los negativos y sus copias fueron trabajados por el propio Blanc en su cuarto oscuro. El resultado es atemporal para quien lo observa y eso constituye parte del valor de cada toma. Habría que celebrar el criterio editorial de entregar al artista una gran libertad creativa. Esto permitió que las fotografías realizadas constituyan un trabajo universitario contemporáneo y se perciban como lo que finalmente son: “señales de una identidad”. Reseña por MIGUEL LABORDE DURONEA y CONSTANZA FLORES LEIVA
Alto Patache.
Campus Oriente.
Taller de herramientas, campus Lo Contador.
Templo Mayor, campus San JoaquĂn.
Biblioteca de Derecho y Comunicaciones, campus Casa Central.
San Carlos de Apoquindo.
Estación Costera de Investigaciones Marinas, de Las Cruces.
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Facultad de Artes, campus Oriente.
Edificio Centro de Innovación, campus San Joaquín.
Edificio Patio Alameda.
arte fresco
BahĂa Exploradores.
Templo y patio central, campus Oriente.
Alto Patache.
Terrenos de reserva universitaria, San Carlos de Apoquindo.
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talento público
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Nona Fernández La otra piel de
Asegura que gracias a haber estudiado Teatro ha sido capaz de redactar novelas, dramas y teleseries. Es tanto lo que le gusta actuar, que se da el gusto de escribir una obra para poder hacer un personaje. Así es también su sentido del humor, el que usa para hacer crítica social y política, sin los lugares comunes que ya aburrieron a la sociedad, logrando que los espectadores y lectores vivan una experiencia diferente, además de un buen rato. Por MARGARITA SERRANO PÉREZ Fotografía de TITI SANTOS SEGOVIA
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LA RECONSTRUCCIÓN DE LA MEMORIA. Liceo de Niñas, estrenada en 2015, es la segunda obra de teatro que Nona Fernández realiza y en la cual también actúa. Este trabajo refleja la realidad vivida en el país por las movilizaciones estudiantiles en la actualidad y también durante la dictadura. FOTOGRAFÍA KARINA FUENZALIDA
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s actriz de profesión y por entretención. Pero le apareció la veta de la escritura y no pudo disimularla más. Esta creció y se potenció de tal manera que sus cuentos empezaron a ganar elogios y su primera novela Mapocho (2002) logró obtener el premio Altazor. Pasó a ser invitada por las ferias del libro de Lima, Buenos Aires y hasta Guadalajara, en calidad de escritora joven. Pero todavía no se lo creía mucho. Cuando le entregaban ese papelito para llenar los datos personales en los aviones, ella seguía poniendo “actriz”. Hasta que en la Feria del Libro de Guadalajara la seleccionaron como “uno de los 25 tesoros literarios a la espera de ser descubiertos”. Ese sí que es un lindo título, pensó. Desde entonces empezó a llenar los papeles de inmigración con su profesión asumida: escritora. Porque además de sus textos de relatos (como El Cielo) y sus novelas, Nona Fernández aprovechó de mezclar el bagaje de actriz que tiene impregnado al cuerpo con la escritura y se lanzó a redactar guiones para televisión y teatro. Sería larga la lista, pero para mencionar algunas teleseries de TVN que ha realizado, o bien adaptado, están El laberinto de Alicia y Dónde está Elisa. Y entre las series más premiadas, Los archivos del Cardenal. Después de ver Liceo de niñas, la obra de teatro que terminó de darse con mucho éxito de crítica y de público en el Teatro de la UC, en la cual Nona es la autora y además una de las tres protagonistas, me pregunto con curiosidad de dónde salió esta mujer. ¿Es posible que esa actriz, joven, larga y delgada, que salta, se sube a las mesas, corre y recorre el escenario en cosa de segundos, y logra expresarse solo con su cuerpo porque hace el papel de muda, sea la misma que escribe un drama lleno de historia, de ironía, de crítica sutil y de humor? ¿De dónde salió?
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“Debe haber una complicidad muy grande entre autor y director. Sobre todo porque yo tengo mucho de mí expresado allí. No estoy leseando cuando escribo, no es solo contar una historia bonita”. Pues del barrio Matta de Santiago de Chile, de una madre soltera y de un padre que casi nunca vio. Nació en 1971 y asistió al Liceo Santiago, que más tarde fue adquirido por unas monjas suizas y se llamó Colegio Santa Cruz. Su madre era dentista y trabajaba duro. Su abuela vivía con ellas y era su gran compañera. Pero nadie en su familia había escrito nunca. Ni tenían muchas ideas. Ni se habían subido a un escenario. Nada de lo que motivó a esta niña de ojos azules más tarde en su vida. Sin embargo, estas dos mujeres esforzadas y fuertes leían y le exigían lo mismo a ella. No se referían solo a los clásicos, sino a cualquier novela buena. Además, iban con ella al teatro. Algo poco común entonces y ahora.
NERVIO EXPRESIVO Le mando un mail para hacer una cita. Responde de inmediato –igual que en la obra: rápida, urgente–, agradece pero pone condiciones. “Espero que no seas de las periodistas que escribe literalmente todo lo que uno dice…”, o algo así. La tranquilizo. Nos juntamos en un bar de la Plaza Ñuñoa. Está ahí cuando llego. Alta, de vestido corto y de linda sonrisa. Pedi-
talento público mos agua mineral, hace mucho calor. Pero ella está contenta y nada le molesta mucho. Se expresa muy bien, usa mejores adjetivos que el resto de la gente y son precisos. —Cuando crea una obra de teatro, ¿le pone caras a sus personajes? —Sí, en parte. Porque hacer teatro es algo muy colectivo, lo terminamos entre todos. Pero cuando yo escribo, lo hago de forma muy concreta. Pienso en un colectivo, en el director, en mi grupo de actores, hasta en los diseñadores… No es como escribir una novela, que allí uno siembra y los lectores imaginan el resto. En el teatro, el director le da el tono al texto, los actores opinan, nos damos cuenta cuándo algo está de más o de menos. Yo sé que cuando escribo, mi punto de vista va a estar complementado por muchos puntos de vista. —¿Por qué se adjudicó el papel de muda (en Liceo de niñas)? —Porque consideré que no podía darle ese personaje a nadie más… Era poco glamoroso, muy fome. —Pero usted se transforma en mimo arriba del escenario… —(Se ríe a carcajadas) Esa no era la idea, pero cuando me di cuenta que estar en un escenario sin hablar es igual que desaparecer, empecé a expresarme con todo el cuerpo. Esta es la segunda obra de teatro que escribe. La primera se llama El Taller, basado en cómo sería el taller literario que hacía Mariana Callejas en su casa de Lo Curro, mientras en el piso de abajo, su marido Michael Townley coordinaba con la Dina sus posteriores asesinatos. A Nona le fascinó el tema, a pesar de que fue difícil obtener información a través de algunos alumnos o testigos. Contradicciones como esta le inspiran mucho humor. Sus dos obras de teatro hablan del tiempo de la dictadura de Pinochet –también sus cuentos y novelas–, sin embargo, lo hace sin rencor ni rabia. Sí con dolor, pero con mucho más humor. El director de ambas obras es Marcelo Leonart, su pareja de siempre, con quien tiene un hijo de 12 años, Dante. Ambos crearon la compañía La Fusa que hoy se llama Pieza Oscura. Se nota que lo pasan muy bien en esta explosión creativa,
—¿Trabajaría con otro director? —No sé bien. Es muy delicado el asunto. Porque mi experiencia como espectadora me dice que en general los directores no trabajan bien los textos. No los respetan. Debe haber una complicidad muy grande entre autor y director. Sobre todo porque yo tengo mucho de mí expresado allí. No estoy leseando cuando escribo, no es solo contar una historia bonita, no, hay allí un nervio expresivo muy claro, estoy contando algo profundo mío. —¿Es difícil trabajar tan intensamente con el marido? Porque hay que pelear en el teatro y en la casa… —(Sonríe) Los trabajos colectivos requieren mucha discusión. Pero ya estamos grandes, hemos trabajado juntos en muchas cosas, por eso sabemos mejor separar la relación artística y laboral de la relación de pareja. El trabajo apasionado que se da arriba del escenario es siempre muy fuerte, ahí yo intento centralizar los conflictos. —¿Y cuáles son los de la casa? —Allí se dan los problemas que no le interesan a nadie. Los que tenemos todos.
SACAR LOS DEMONIOS No habla de amor. A pesar de lo expresiva que es, de lo bien que mueve las manos y las piernas, no entra en lo personal. Debe haber sido una niña solitaria, que leía mucho –por eso su vocabulario–, que observaba todo y que montaba sus sueños sobre los detalles que percibía en soledad. Por eso es tan imaginativa y original en su mirada sobre las cosas. Nació justo antes del golpe militar y vivió ese tiempo desde su colegio, donde concurrían variados estratos sociales y económicos. A pesar de las restricciones de la época, les permitían tener centro de alumnos y protestar de alguna u otra manera. Muy pronto se formó su punto de vista y eran tantas las expectativas de esa generación con la llegada de la democracia, que todavía están esperando respuestas.
EN ESCENA. La obra El Taller refleja con humor negro la contradicción vital que se producía en el taller literario que Mariana Callejas realizaba en el segundo piso de su casa, en Lo Curro. FOTOGRAFÍA GENTILEZA DE NONA FERNÁNDEZ
“Para mí ha sido siempre una inquietud revelar lo que todavía no se sabe. Entonces me pasó que sentí que no estábamos haciendo bien la pega. Que había que contar lo que vivimos en silencio, pero actualizado”.
donde se discute y se pelea hasta dar con los tonos, pero también se juega. Nona reconoce que es su gran divertimento.
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FOTOGRAFÍA MAGLIO PÉREZ
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ABRIR LA CABEZA. Nona afirma que conoció el Teatro UC durante su infancia y que quiso estudiar ahí porque fue un lugar lleno de inspiración para ella y le tenía mucho respeto.
—Para mí ha sido siempre una inquietud revelar lo que todavía no se sabe. Entonces me pasó que sentí que no estábamos haciendo bien la pega. Que había que contar lo que vivimos en silencio, pero actualizado. Reactualizado, porque yo me di cuenta que la gente ya no quiere ver esas historias de la dictadura, qué lata. Entonces se debía cambiar la manera de expresarlo. Cuando supe que a comienzos de los años setenta, Mariana Callejas había hecho un taller literario, se me prendió la ampolleta. Se podía hacer una comedia negra, la metáfora era preciosa: estaban en el epicentro de la locura y no se daban cuenta. Era lo que pasaba en Chile en ese momento. Me pareció fascinante imaginarme hacer una obra con todo eso y actuarla. En realidad la escribí para actuar en ella. Y funcionó muy bien. Cuando salió del colegio entró a estudiar Teatro a la Universidad Católica, porque ya lo conocía bien y le tenía mucho respeto. En esa sala se le había “abierto la cabeza” con una obra de Juan Radrigán y con otras de Egon Wolff. Por eso entró a la escuela de la UC, que no conocía. —Me viví toda la transición allí. Pero me sentía guacha… perdida. A pesar de estar haciendo lo que quería, no sentía ninguna pertenencia. Finalmente, yo venía de un mundo popular y aquí había gente que no lo conocía. Yo también era súper huasa, ¡no sabía ni cómo ir al Apumanque! Me hacía falta un grupo de referencia. Y sentía que todo lo que habíamos luchado en el colegio contra la dictadura era bastante tonto, que ya no importaba la política, que la transición nos daría respuestas que no llegaban. El discurso de nuestros años escolares ya no servía. Pero bueno, me titulé y me fue muy bien. —Ahí conoció a su marido, ¿eran compañeros de curso? —Sí, ahí conocí a Marcelo –y rápidamente nos lleva a otro tema–. La universidad estimulaba mucho la escritura y ¡eso me encendió muchísimo! Yo era bien tímida y el hecho de escri28
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El Taller al GAM Entre el 14 y el 18 de diciembre volverá a presentarse la obra El Taller en el GAM, en lo que fue definido por Nona Fernández como “un antihomenaje a Mariana Callejas”, a quien ella representa en el escenario. Además, la escritora publicará en noviembre el libro La dimensión desconocida, de editorial Mondadori, inspirada en Andrés Valenzuela Morales, “el Papudo”, un agente de inteligencia durante la dictadura.
“Tengo especial recuerdo de las clases de Egon Wolff. Él venía de la Ingeniería Química y de repente le dio por escribir teatro, por eso su mirada era muy libre, sin recetas. No había certezas para él, había que entrar no más y soltar los demonios que teníamos dentro”.
bir me ayudó. Pero tengo que reconocer que en esa escuela de teatro fue donde hice grandes amistades y aprendí mucho. Ser actriz me ha ayudado a crear tanto novelas como obras de teatro, porque al final, lo que uno aprende es a ponerse otra piel. —¿Algún mentor? —Sí…Tengo un especial recuerdo de las clases de Egon Wolff. Él venía de la Ingeniería Química y de repente le dio por escribir teatro, por eso su mirada era muy libre, sin recetas. No había certezas para él, había que entrar no más y soltar los demonios que teníamos dentro. Y así es. (Baja la voz) Esto nunca se lo he dicho… Ya pololeaba con Marcelo Leonart cuando se titularon y se fueron con mochilas a recorrer Europa. Por cuatro o cinco meses. Quedaron tan maravillados por la libertad creativa de Barcelona, que decidieron volver a vivir allí. Estuvieron metidos en todo el proceso artístico de esa gran ciudad durante un año y medio. Cuando Nona quedó embarazada, decidieron volver a Chile. —¿Le cambió la vida la maternidad? —Sí, absolutamente. El paradigma es otro desde que soy madre. Soy una mejor persona desde que soy madre. Soy bien trabajólica para encerrarme a hacer guiones para la tele –de eso vivo– y mis libros y ensayos. Pero sé que nada de eso se podría sostener si no soy madre. Es el mejor regalo que me han dado. —¿Cómo ha vivido el tema de la fama? —¿La fama? Pero si yo no conozco la fama, no me siento famosa en absoluto. Bueno, ahora he estado un poco más sobreexpuesta, con más prensa y eso no me acomoda mucho. Aquí estoy contigo hablando de mi infancia, cosa que no hice nunca. Porque yo dejo lo mejor en lo que escribo, no en mí. Prefiero que vayan a ver la obra y no que me pregunten.
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Felipe Muhr
Antonia Herrera
Paloma Valdivia
Francisco Olea
sello de origen
Voces únicas del mundo
ilustrado
En Chile existen cerca de 400 ilustradores y cuatro de ellos, Antonia Herrera, Felipe Muhr, Francisco Olea y Paloma Valdivia, son parte de un panorama consolidado en el área. Los exalumnos UC revelan algunas de sus obsesiones infantiles, se autoaconsejan e indagan sobre la identidad de sus creaciones.
Por VIOLETA BUSTOS VACCIA Fotografías de KARINA FUENZALIDA BARRAZA y RAFAEL ZANETTA BENGURIA
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sello de origen
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ILUSTRACIÓN DE ANTONIA HERRERA
ligieron la ilustración para contar historias. Son capaces de transformar una línea, color o espacio en blanco en un mensaje. Cuatro ilustradores, exalumnos de la UC. Antonia Herrera, Felipe Muhr, Francisco Olea y Paloma Valdivia entregan pistas sobre sus singulares universos de inspiración: prédicas, descubrimientos de fósiles, incógnitas familiares o animales ausentes. Estos artistas son parte de los 400 chilenos dedicados a esta disciplina según la red de profesionales Grafiscopio, explica Claudio Aguilera, socio de Plop!, la primera galeríalibrería del área en Chile. Ellos integran un panorama estable, pues ya no sería exacto hablar de un boom que, según el periodista, explotó hace dos años. Hace dos años Antonia dibujaba un oso que alcanzaría el Oscar; Felipe hacía un posgrado en Nueva York, mientras que Francisco y Paloma lanzaban sus primeras novelas gráficas. “Hay que distinguir”, recomienda Aguilera, pues si bien a todos ellos los une la ilustración, también se hacen presentes en animación e historieta. La consolidación de esta escena continúa y viene con el desafío de crear una asociación y canalizar el talento. “Un camino es la internacionalización. Ahora andan cinco chilenos en la ComicCon de San Diego y otro grupo fue a la feria de Bolonia, una de las más importantes”, cuenta Aguilera. Claudio junto a su pareja y socia de Plop!, María Isabel Molina, acaban de terminar un libro sobre la historia de este arte en el país, que de acuerdo a su investigación tiene más de un
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siglo. “Este texto busca que los ilustradores del presente sepan cómo se ha desarrollado esta disciplina en Chile. Hemos encontrado reseñas, publicaciones reeditadas y es sorprendente la cantidad de exponentes. Es un patrimonio que está vivo y que es cercano”, destaca Claudio.
UN OSCAR EN EL LIVING Aunque trate de hacer dibujos “para grandes”, a veces sus trazos son infantiles, reconoce Antonia Herrera (31), una de las ganadoras del Oscar con Historia de un oso, corto que hizo junto a su esposo (Gabriel Osorio) y su prima (María Elisa Soto-Aguilar), parte de la productora PunkRobot. La mayoría de sus proyectos son familiares. Por ejemplo hizo su primer libro (Donato, el gato que se cansó de descansar) con una de sus hermanas, lo mismo que el segundo en camino. Pero antes de la fraternidad artística, hubo un tiempo de soledad. A los 12 años vivió en Arizona junto a su madre, época en que veía muchos monos animados y tuvo una revelación: comenzó a fijarse en los créditos. “Estaba sola en un colegio gringo inmenso”, relata Antonia, quien en ese entonces escribía para el diario escolar y dibujaba animales. Su personaje más repetido: su mascota, Fermín el hurón. Cuatro años después, de vuelta en Chile, su vocación era clara. Se convirtió “en la compañera del curso a la que le pedían dibujar”; caricaturizó a sus amigos en el anuario y, una vez fuera del colegio, buscó dónde estudiar animación, pero aquí no existía ningún lugar. Esto la llevó a ingresar a Licenciatura en Arte en la UC. “Lo que más quería era dibujar, pero la mayoría eran ramos conceptuales, me costaba”, confiesa. Así, decidió tomar todos los ramos de dibujo que pudo, persiguió las cátedras del profesor Juan Bustamante, retrató el cuerpo humano y hoy extraña esas horas frente a un gran atril. Su trabajo de medio tiempo en la productora no incluye atril, pero sí un retorno a los animales de su adolescencia, convertidos en nuevos personajes que le han cambiado la vida. No sabe cuántas veces ha visto al oso que la hizo ganar el Oscar e incluso lo ha vuelto a dibujar, pues en agosto salió a la venta el libro. También, adelanta, planean un largometraje de la historia. Antonia se recuerda a sí misma muy sorprendida esa noche, con la producción más esmerada de su vida, “me arreglé más que en mi matrimonio”, dice sin maquillaje. No daba fe a que pudieran ganarle a Pixar, explica, pero la estatuilla está hoy en su living. Ahí pasa horas dibujando, entre acuarelas junto a su hijo de un año, viendo monitos como Avatar y Gravity Falls. Una década después de su egreso las cosas han cambiado. Por ejemplo, su biblioteca ilustrada ha crecido con la excusa de que son libros para su hijo; y cuando sale a la calle con su esposo les piden selfies y les preguntan si son millonarios. Además, hoy existen ocho universidades que imparten animación.
DE OSOS Y GATOS. Recientemente, Antonia Herrera publicó la edición ilustrada de Historia de un oso. El cortometraje animado, que obtuvo un Oscar, extiende así su fama a las páginas de un libro de colección.
ILUSTRACIÓN DE FELIPE MUHR
Felipe Muhr cuenta que cuando era niño tenía algo parecido a una obsesión: dibujar dinosaurios sin parar. Hoy, los traza profesionalmente.
EL NACIMIENTO DE UN CLÁSICO. En 2011 Felipe Muhr ganó un concurso organizado por Plop! al imaginar y dibujar el día en que nació Condorito.
FRENTE AL ACUARIO VACÍO Este año, Felipe Muhr (29) paseó por el aeropuerto de Santiago con dos maletas, una de ellas con 80 cómics chilenos. Viajaba para atender por tercera vez un stand de MoccaFest, el festival más grande de cómic independiente en Nueva York y era la primera vez que se transformaba en un puente de difusión en el extranjero. El ilustrador y artista visual había vivido dos años en esa ciudad cuando hacía un magíster en ilustración, tras egresar de Licenciatura en Arte de la Universidad Católica. Ahora lleva un año en Chile, dedicado a la ilustración independiente, colaborando para Km Cero, Sky y publicaciones científicas, “proyectos editoriales diversos”, explica ad portas de comenzar a dictar un curso sobre esta materia de Educación Continua en la UC. Muhr es parte de una familia creativa, su padre, Hans Muhr, es el director de Desarrollo Patrimonial UC, sus seis hermanos se dedican a disciplinas como la escultura, la música y el teatro. Creció en el cerro Arrayán, rodeado de pájaros sin nombre, perros, gatos e iguanas, interacción que lo llevó a explorar la “relación entre el lenguaje y la naturaleza”. Cuando era niño, cuenta, tenía algo parecido a una obsesión: dibujar dinosaurios sin parar. Hoy, los traza profesionalmente, los colecciona en plástico y sigue fascinándose cuando un descubrimiento propone una nueva forma de mirarlos.
Desde esta incursión repetitiva de su infancia hasta su actual webcómic, Natural Stories, Felipe ha transitado por diversos estilos. Ha decidido no decidir, no optar por uno solo. “Me gusta la variedad (…), pero estoy seguro de que hay algo en común (entre sus ilustraciones), el punto de vista”, dice y explica que este nació en sus años en la universidad, cuando recibía la parte más técnica de su formación. Uno de sus trabajos más recientes –en Natural Stories–, tiene que ver con un pez dorado llamado Ishibashi que él adoptó como mascota, y que acaba de fallecer, meses después que su compañero de acuario, Tomoya. Originalmente, ambos peces formaban parte de una obra del artista japonés Ishibashi Tomoya, quien participó en la última Bienal de Artes Mediales, pero una vez terminado el encuentro, junto a su pareja la también artista Paz Ortúzar, decidieron llevárselos a su casa. La historia trata “sobre la posibilidad de que (Isibashi) sea inmortal. Quiero pensar que vivió miles de años antes de ir a mi inodoro”, explica sentado en Plop! galería, sin dejar de sostener un lápiz de tinta negra con aires de pincel, el favorito del ilustrador, quien añade algo más sobre las posibilidades de la ilustración. Para Muhr, este arte debería tener mayor visibilidad a nivel de apoyo estatal, con el fin de que se valore la labor específica y las potencialidades que, por ejemplo, tiene el cómic en ámbitos como la educación. “Son un método muy eficiente para aprender”, opina dispuesto a asumir que en clases sus cuadernos se llenaban más de dibujos que de apuntes. 33
UNA DECISIÓN. El ilustrador Francisco Olea manifiesta una predilección por los grises. En este “oleísmo” es posible apreciar su elección.
ILUSTRACIÓN DE FRANCISCO OLEA
“Siento que mi trabajo es ‘silencioso’, habla bajito, y el color es ruido, es música, carnaval”, explica el ilustrador Francisco Olea.
DÍAS LARGOS, COLORES GRISES
Inspiraciones divergentes —¿Haces algo mientras dibujas? —Antonia Herrera (AH): Escucho música, aunque a veces no escucho nada y me concentro así. Me gusta la música gringa, Yeah yeah yeahs!, por ejemplo. —Felipe Muhr (FM): Siempre escucho música. Paso por épocas, ahora me agrada mucho el funk, pero lo que más me ayuda a concentrarme es la música más brutal posible, el metal. Trato de oír melodías que liberen la mayor cantidad de energía. —Francisco Olea (FO): Escucho de todo. Muchas veces estoy dibujando cualquier cosa y una frase en la letra de una canción me cambia todo el dibujo. También, buscando inspiración, escucho cosas tan disímiles como prédicas de pastores evangélicos, entrevistas antiguas, charlas TED o discursos de presidentes. —Paloma Valdivia (PV): Reviso documentales, los dejo en la ventana chica del computador, miro y no miro. —¿Cuáles son tus influencias favoritas? —AH: John Lasseter y los realizadores del estudio Ghibli. —FM: Themo Lobos, Quino, también leía Tintín, Asterix y Moebius. —FO: Quino. —PV: Un descubrimiento reciente es un argentino muy bueno que se llama Jorge González, pero la inspiración la saco más de la pintura o la literatura, sino todo se vuelve muy circular.
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“Esto no se trata de dibujar bien”, es el consejo que se habría dado a sí mismo Francisco Olea si viajara al pasado. Olea es quizás uno de los ilustradores chilenos cuyo trabajo se ha hecho más visible los últimos años. Es diseñador de El Mercurio desde 1999 y ha publicado diversos libros. Además de ser exalumno de Diseño UC, se ha desempeñado como docente en la universidad. El artista de 41 años hoy vive sus días entre jornadas laborales, exposiciones, ferias, talleres, familia y oleísmos, ilustraciones que expone en su blog (http://oleismos.blogspot.cl/) y que define como “todo lo que cabe dentro de un lápiz”. Un oleísmo, profundiza, “es una especie de disparador de reflexiones que a veces funciona desde la vereda del humor y otras no”. A Olea lo inspira “todo”, desde los temas de la pauta, conversaciones de pasillo, hasta las biografías y “el ciudadano anónimo y gris”. Los grises son justamente sus tonos preferidos. “Siento que mi trabajo es ‘silencioso’, habla bajito, y el color es ruido, es música, carnaval. Me acuerdo que leí un libro de cartas entre Vincent y Theo Van Gogh y en una de esas Vincent le contaba a Theo, profundamente emocionado, una especie de epifanía que había experimentado al descubrir los grises”, expresa Olea, quien a través de sus personajes muchas veces muestra cómo ve el país. Si tuviera que dibujar Chile, el artista manifiesta que seguramente lo representaría a través de aquellos edificios patrimoniales que son modernizados a la fuerza “con muros de vidrio y planchas de metal perforado. Somos un pastiche. Un país que necesita afanosamente ser moderno. En cualquier momento cromamos las vacas”, pronostica. El artista se confiesa “muy malo para las entrevistas” y rápidamente pasa de la fachada de los edificios a cómo es un día ideal en su hogar: levantándose a comprar algo en la mañana para preparar el almuerzo, luego abrir una botella de vino, cocinar, hacer un asado con amigos, oír música, conversar, cantar, jugar con los niños, volver a cocinar y abrir otra botella. “Me gustan esos días largos e inciertos que parecen durar más horas”.
ILUSTRACIÓN DE PALOMA VALDIVIA
sello de origen
“No hay temas para grandes. Creo que cualquier aspecto se puede tratar con un niño, pero siempre se debe dejar una esperanza”, afirma Paloma Valdivia.
REFERENTES. Paloma encuentra su inspiración en el art brut o la pintura indígena. Este arte es capaz de retratar el mundo de manera intuitiva y original.
TODO SE PUEDE EXPLICAR Cuando era niña, Paloma Valdivia (37) pasaba horas de “guata en el suelo” dibujando hileras de embarazados. Reconoce que preguntar no era su fuerte y que por muchos años creyó que hombres y mujeres eran capaces de llevar bebés en su vientre y ellos dentro, podían saltar la cuerda y recoger flores. Valdivia estudió Diseño, hizo carreras paralelas con Arte en la UC y hace poco dejó la docencia para dedicarse a los libros y formar una editorial. Textos para niños, adultos y novelas gráficas, han sido su especialidad. Ha buscado explicar temas complejos, por ejemplo, en Es así profundizó sobre cómo entender la muerte en la niñez y en Diario de un embarazo ahondó sobre la maternidad. Según Paloma, “no hay temas para grandes. Creo que cualquier aspecto se puede tratar con un niño, pero siempre se debe dejar una esperanza”. Una característica de su trabajo, reconoce, es que es autobiográfico; ahora indagará sobre la relación madre e hijo en un nuevo libro. Otro en camino trata “de lo pequeños que somos los seres humanos frente al resto del universo”.
Este último concita hoy la atención de la artista, quien se entrega al proceso de creación las tres semanas que su hijo pasa con su padre en España, su expareja. Sin embargo tener tiempo no es tan usual en su vida, pues se debate entre encargos de ilustraciones para Estados Unidos, trabajo independiente y crianza. Además, tomará clases de astronomía. Paloma se autodefine como “matea”. Decenas de papelitos en su ventana le recuerdan sus tareas, pero al mismo tiempo padece por la lentitud de sus proyectos propios, aquellos no remunerados al momento de realizarlos. “Me demoro como tres años en cada libro”, lamenta, pues asegura que es lo que más le gusta. Su exploración científica no solo tiene que ver con una de sus publicaciones más próximas, sino con un proyecto a futuro. Si tuviera que resumir el formato, sería algo así como un documental dibujado, uno en memoria de su padre, quien falleció en 2012. “Nunca viví con él, pero era un tipo muy choro, era geólogo, vivió en la Antártica, viajó mucho, le gustaba la música, sabía mucho del cielo”, relata Paloma, quien vivió siete años en Barcelona y cuando llegó a Chile, dispuesta a hacerle mil preguntas al padre, ya no era posible. A la par que imagina sus historias, Paloma busca entregarle sus propias respuestas a su hijo, quien suele decirle que no le gusta dibujar, pues lo relaciona con trabajo debido a que sus dos padres se dedican a eso. “He hecho grandes esfuerzos para que le agrade, horas dibujándole superhéroes, enfermedades inventadas, como la cerebritis (…), pero creo que es más científico”, revela. Además, le lee cuentos cada noche. Paloma encuentra también su inspiración al observar el llamado art brut o la pintura indígena. “Mis referentes vienen de ahí, de alguien que no estudió y es capaz de retratar el mundo según lo ve”, explica. En este sentido, agrega, existe un desafío importante en Chile: dejar de dibujar “igual a los demás”. Según Paloma, en el mundo de la ilustración, “la única manera que te vaya bien es tener una voz única aunque sea fea”. 35
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Develando los misterios
del desierto
Durante una década, la Estación Atacama UC ha realizado significativos aportes en el estudio de agua de niebla, energía solar y biodiversidad. Este año, nuevas instalaciones, como los domos que vemos en la imagen, permitirán aumentar la investigación más allá de las fronteras. De esta forma se fortalecerá la colaboración internacional y el intercambio de investigadores y estudiantes. Es el caso del trabajo desarrollado en conjunto con la Fundación Fraunhofer Chile Research, la Universidad de Heidelberg y la Universidad de Tübingen. Instituciones y disciplinas abocadas a descubrir las potencialidades de este gigante de arena, que representa un tercio del territorio nacional y tiene un valor clave para el país. Texto y fotografías de NICOLE SAFFIE GUEVARA
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red global GOTA A GOTA. La Estación Atacama UC cuenta con un registro de agua de niebla desde 1997, probablemente el de más larga data del país. Esta proviene de la densa camanchaca que se forma en el mar, la que luego asciende y entra al territorio.
e lejos parece una base lunar. Unos domos blancos, casi radiantes, irrumpen en el paisaje completamente árido en medio del desierto de Atacama. Es el sector de Alto Patache, ubicado en plena costa de la región de Tarapacá, a 800 metros sobre el nivel del mar y a unos 65 kilómetros al sur de Iquique. Aquí se encuentra la nueva Estación Atacama UC, inaugurada en junio pasado luego que las sencillas instalaciones que existían fueran arrasadas por un aluvión, el 9 de agosto de 2015. Es en este lugar donde, desde 2006, académicos UC desarrollan labores de investigación, educación y conservación, liderados por el Instituto de Geografía. Esto gracias a la entrega de un predio de 1.114 hectáreas en concesión a la UC, por parte del Ministerio de Bienes Nacionales, el cual integra una red de estaciones que la universidad ha impulsado a lo largo del territorio nacional. Como expresa el rector Ignacio Sánchez, “es muy importante para nosotros estar en terreno para desarrollar proyectos de investigación, innovación y transferencia, utilizando un laboratorio natural. Nos interesa establecer y estrechar contacto con las universidades regionales y colaborar con las comunidades locales”. En ese sentido es clave la mirada interdisciplinaria que entregan las distintas facultades que participan en la estación: Historia, Geografía y Ciencia Política; Ciencias Biológicas; Ingeniería; Agronomía e Ingeniería Forestal; y Arquitectura, 38
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Diseño y Estudios Urbanos. Gracias a esto se han desarrollado novedosas líneas de trabajo en temas país, tales como recursos hídricos, energía y biodiversidad. Alto Patache cuenta con el registro de agua de niebla probablemente de más larga data e ininterrumpido del país, desde 1997. Varas de madera y malla raschel –conocidos como “atrapanieblas”– captan una a una las gotas de la densa camanchaca que se forma en el mar, la que luego asciende y entra en el territorio, formando lo que se conoce como “oasis de niebla”. Este ha generado un ecosistema con diversidad de líquenes y especies vegetales. De hecho, las semillas endémicas han sido materia de estudio por parte de académicos y alumnos de doctorado de la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal. Este lugar es único. Su combinación de desierto costero, niebla y pampa, permite realizar diversos trabajos sobre el recurso solar, aerosoles atmosféricos y variabilidad de producción fotovoltaica en climas costeros. También se cuenta con una estación meteorológica en la cordillera de la costa. A esto se suma el análisis del cambio climático, específicamente a través de especies vegetales. Todas estas condiciones han llamado la atención de académicos y estudiantes de diversas disciplinas, desarrollándose hasta la fecha 15 tesis de pregrado y dos de doctorado. Actualmente, gracias a la nueva infraestructura, la mirada está puesta más allá de las fronteras. Como afirma la vicerrectora de Investigación Sol Serrano, “tenemos una estación que une la investigación chilena con la internacional, ya que forma parte de una red mundial de centros de estudios del desierto. Es nuestra vocación: ser una universidad de investigación regional, nacional y mundial”.
A LA LUZ DEL SOL “Este sitio permite que la universidad tenga una presencia en el desierto, el que constituye un tercio del territorio nacional y que tiene un valor productivo clave para el país”, dice el director de la Estación Atacama UC Pablo Osses. De ahí que la generación de agua y energía sea una de las principales líneas de trabajo. Para desarrollarla se cuenta con el Centro de Energía Solar, conformado en 2013 por la UC, CORFO y la Fundación Fraunhofer Chile Research, institución que promueve la cooperación germano-chilena en la investigación aplicada y que tiene como objetivo el desarrollo y transferencia de soluciones tecnológicas, y la adaptación de tecnologías solares a las condiciones particulares de nuestro país. Aquí participan 16 académicos UC de distintas facultades como Historia, Geografía y Ciencia Política; Ingeniería y Química. Además cuenta con un financiamiento de 1.600 millones de pesos en un periodo de ocho años, lo que permitirá atraer investigadores y estudiantes tanto nacionales como extranjeros, para el desarrollo de diversas investigaciones. Como explica Rodrigo Escobar, académico de Ingeniería, uno de los desafíos es lograr la integración entre los atrapanieblas y la energía solar. En otras palabras, bombear el agua captada de la camanchaca con la energía producida por paneles fotovoltaicos, desarrollando aplicaciones para generar agricultura en pleno desierto y también para el consumo residencial en caletas y poblados aislados. Una segunda etapa será la desalinización de agua de mar. Otra área de investigación es la durabilidad de materiales, componentes y sistemas. “Estos son diseñados en el extranjero de modo estándar, pero en el desierto sufren serios problemas de corrosión”, explica Escobar. De ahí que ya se está experimentando con diferentes productos como inhibidores de corrosión, nuevos materiales y recubridores, y hasta otros sistemas de distribución. También se está estudiando el desempeño y ensuciamiento en sistemas fotovoltaicos, y la caracterización del recurso solar y eólico. Esta alianza con Fraunhofer permitirá a la UC asociarse con instituciones europeas, como la Plataforma Solar de Almería en España y universidades alemanas para realizar proyectos de colaboración, pasantías de investigación y el desarrollo de tesis de pregrado y postgrado.
UN OASIS. Si se logra que la energía producida por los paneles fotovoltaicos bombeen las gotas captadas por los atrapanieblas, se podría generar agua en pleno desierto.
“Tenemos una estación que une la investigación chilena con la internacional, ya que forma parte de una red mundial de centros de estudios del desierto. Es nuestra vocación: ser una universidad de investigación regional, nacional y mundial”, afirma Sol Serrano, vicerrectora de Investigación.
Nueva infraestructura para investigar Son seis los domos que conforman las nuevas instalaciones de la Estación Atacama UC, inauguradas el pasado 11 de junio. La ceremonia fue presidida por el rector Ignacio Sánchez y el ministro de Bienes Nacionales, Víctor Osorio, y en ella participaron autoridades, académicos y profesionales UC de distintas áreas. La infraestructura, autosustentable energéticamente, cuenta con una sala de conferencias para 30 personas, estaciones de trabajo y alojamiento, ofreciendo lo necesario para acoger a estudiantes e investigadores.
LAS FORMAS DE LA TIERRA ¿Cómo influyen los microorganismos, plantas y animales –lo que se conoce como biota- en la topografía o la conformación de la superficie terrestre? Esa es precisamente la pregunta que se plantea “Earthshape”, una iniciativa de investigación conjunta entre Alemania y Chile, coordinada por la Universidad de Tübingen y con fondos por 10,2 millones de euros (más de 7 mil 300 millones de pesos), que financiarán 13 proyectos, además de tesis de doctorado asociadas, donde participan investigadores de ambos países. “Hoy las investigaciones abarcan hasta Pan de Azúcar, en la Tercera Región, pero existe interés en llegar hasta el hiperdesierto, donde se encuentra la Estación Atacama UC, para indagar cómo influye la costra vegetal conformada principalmente por bacterias, hongos, líquenes, algas y otros organismos en los procesos de formación de suelo y erosión”, afirma el profesor de Geografía Pablo Osses. Esta capa cumple importantes roles en la producción primaria, mineralización y estabilización de suelos, pendientes y paisajes completos. Como explica Osses, la participación en este proyecto nos permitirá como universidad acceder a tecnología de última generación. Por ejemplo, se caracterizará la nube que cubre Alto Patache en una columna vertical a través de sensores de temperatura y humedad, y el uso de drones equipados con una cámara hiperespectral capaz de medir todo el espectro de radiación. 39
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EL CAMBIO CLIMÁTICO EN EL DESIERTO. Gracias al trabajo conjunto con la Universidad de Heidelberg y un dron de última generación, se están estudiando las tillandsias, especies vegetales claves para la investigación del cambio climático. MÁS RECURSOS. En la imagen autoridades y alumnos de la universidad, liderados por el rector Ignacio Sánchez, durante la inauguración de las instalaciones.
CREACIÓN DE NUEVO CONOCIMIENTO La internacionalización ha permitido desarrollar tesis doctorales, como es el caso del acuerdo entre la Universidad de Heidelberg y el Programa de Postgrado del Instituto de Geografía. Aquí destaca el trabajo del académico Camilo del Río, quien estudia las tilandsias, también conocidas como “clavel del aire”, que por las determinadas condiciones de altitud y humedad que necesita para desarrollarse, puede ser un buen indicador del cambio climático. La base de operaciones para su estudio es precisamente la Estación Atacama UC, desarrollándose una interesante colaboración con el académico Alexander Siegmund, que ha llevado a caracterizar esta especie con el uso de un sofisticado dron. A esto se suma el trabajo de expertos de Ciencias Biológicas, liderados por los académicos Pablo Marquet y Claudio Latorre. Otro proyecto internacional en carpeta es Quakefinder, con base en California, Estados Unidos, que busca detectar las alteraciones en el campo magnético antes que ocurra un sismo, de modo de poder anticiparse a temblores y terremotos, con enormes consecuencias para la población. Esta generación de conocimiento es posible gracias a las condiciones únicas que ofrece el norte de Chile. Es por esto que uno de los desafíos es consolidar la educación en terreno, a través de alumnos que desarrollen investigaciones de algún curso semestral o tesis de pregrado o postgrado y con estudiantes extranjeros. Asimismo, posicionar a la Estación Atacama UC como parte de una red mundial para participar en proyectos de colaboración, compartir datos y acceder a tecnologías de primer nivel. En otras palabras, llevar a la práctica dos de los ejes del Plan de Desarrollo de la universidad, “creación de conocimiento de frontera” e “Internacionalización para participar en un mundo global”.
No solo ciencia El peculiar oasis de niebla y el paisaje casi lunar donde se encuentra emplazada la Estación Atacama UC han llamado la atención no solo de científicos, sino también de artistas y creadores de distintas partes del mundo. Así fue como se convirtió en escenario del cortometraje Camanchaca, film francés de la realizadora independiente Clio Simon, que contó con la actuación de la actriz nacional Laura Pizarro.
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También se realizó el taller “Deserta”, iniciativa conjunta entre el Magíster de Arquitectura UC, Architectural Association School of Architecture de Londres y el Centro del Desierto UC. En el workshop participaron cerca de 20 estudiantes de distintos países, junto a alumnos UC, para estudiar sobre habitabilidad en el desierto y presentar una propuesta arquitectónica que aborde esta temática.
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En busca de la
confianza perdida Frente a las próximas elecciones municipales de octubre, los vecinos persiguen las cualidades de cercanía y transparencia en su futuro líder y en esta institución pública. Un estudio del Centro de Políticas Públicas UC entrega algunas pistas sobre cuáles son las claves para fomentar esos atributos y promover la participación. Más allá de los reclamos ciudadanos, existe un llamado a que las personas se empoderen en su rol de aportar con propuestas concretas que los beneficien a todos. Por un mejor vecindario. Por CAMILA CARREÑO CARRASCO
a última vez que los chilenos se enfrentaron a una elección municipal optaron, mayoritariamente, por no acudir a las urnas. Menos de la mitad de los ciudadanos inscritos fueron a votar –apenas 43% del total– para escoger a sus alcaldes y concejales. De cara a los comicios de octubre, y en un momento en que Chile atraviesa por una crisis de confianza institucional hacia la política y los empresarios, revisamos cómo se puede mejorar este atributo y la participación a nivel local. “Lo que más afecta la confianza es el desajuste de expectativas entre lo que los vecinos esperan y lo que hace efectivamente el municipio”, explica la investigadora del Centro de Políticas Públicas UC, Daniella Innocenti. La socióloga lideró el estudio “Confianza municipal: percepciones desde la escala local” –realizado en el marco de la Incubadora de Gestión Municipal UC-BCI y el Centro de Políticas Públicas–, que buscó explorar cómo ella funciona en este nivel y qué ayuda a fortalecerla, desde la percepción de los funcionarios municipales y de los habitantes. En Chile, mientras los partidos políticos y los parlamentarios son los peores evaluados en este ámbito –87% de los chilenos dice confiar poco o nada en ellos–, los municipios reciben la mejor valoración: 38% confía en ellos, según la Encuesta Bicentenario UC-Adimark 2015. La investigación, que duró siete meses y se concentró en las
comunas de Providencia, Peñalolén, San Bernardo y El Bosque, da cuenta de la difícil tarea de estas instituciones para generar confianza y, al mismo tiempo, enfrentar las múltiples demandas y exigencias de los vecinos. Por eso, la gran recomendación, según Innocenti, es que se “prometan cosas concretas, logrables y verificables, de forma que todo se cumpla”. En esto coincide el alcalde de Estación Central, Rodrigo Delgado, quien afirma que los ciudadanos a veces tienen anhelos que sobrepasan la competencia de los municipios, como pasa con la seguridad pública, donde las atribuciones corresponden al Ministerio del Interior, Carabineros e Investigaciones. “Uno como autoridad tiene un rol educativo en esto”, señala y enfatiza que en época de elecciones es importante que los candidatos conozcan los cargos antes de hacer promesas a los electores. La alcaldesa de Peñalolén, Carolina Leitao, concuerda con Delgado: “Es un deber ser franco y realista respecto de las facultades que uno tiene y fijar plazos sensatos. Entregar transparencia en los compromisos que se adquieren y ponerlos por escrito, para luego rendir cuentas”, recomienda. Para Pablo Valenzuela, Director de Desarrollo Comunitario (Dideco) de la Municipalidad de Providencia, cuando existe un proceso realmente participativo “las expectativas no van a ser un problema, porque lo que estamos construyendo se realizará en conjunto. Por eso, no hay que tener cuidado con las expectativas, sino que con la participación”. 43
FOTOGRAFÍA GENTILEZA DE MUNICIPALIDAD DE ESTACIÓN CENTRAL
VECINOS COMPROMETIDOS
Los números de las municipales
Un ámbito en el que todos coinciden es la importancia de la participación. Para el alcalde Delgado “una herramienta potente para que las personas crean es hacerlas parte de la toma de decisiones y darles información respecto al estado en el que están sus solicitudes. Esa retroalimentación la valoran mucho”, asegura. Por su parte, la alcaldesa de Peñalolén opina que se deben “generar espacios de participación que permitan validar las expectativas como un anhelo colectivo” y traducirlos en proyectos. “Es muy relevante que todo el proceso sea un trabajo de responsabilidad compartida con los vecinos. Que ellos entiendan que los logros también dependen de su colaboración activa”, añade. Este rol fundamental de los ciudadanos aparece entre los hallazgos del estudio antes mencionado. “Las personas están cada vez más centradas en sus derechos y no en sus deberes”, comenta Innocenti, por eso se espera que también sean “propositivas en las soluciones de lo que están demandando a los municipios”. Carolina Leitao explica que, por lo mismo, esto significa no solo opinar sino que también comprometerse. El Dideco de Providencia cree que para que exista un proceso que involucre a todos, los ciudadanos deben ser informados y estar dispuestos a capacitarse. En su comuna se han preocupado de abrir estos espacios, por ejemplo, a través de la Escuela de Ciudadanía que partió el año 2015, y de construir con los vecinos una nueva ordenanza de participación.
• 23 de octubre se realizarán las municipales 2016. • 345 alcaldes serán elegidos. • 2.224 concejales se escogerán a lo largo de Chile. • 12.700 es el número aproximado de candidatos a concejal que presentaron Chile Vamos y la Nueva Mayoría. • 5.800.000 personas votaron en las elecciones de 2012.
CERCANOS Y EN TERRENO “Ya no basta con que las autoridades vayan a los territorios a saludar”, explica Daniela Innocenti, sino que “el municipio se debe acercar a las personas para facilitar la gestión, hacer me-
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jores diagnósticos y mostrar un interés real por resolver el problema in situ”. Promover la cercanía de ediles y funcionarios en terreno es otro de los aspectos clave que se identificó. Un alcalde invisible en el territorio genera desconfianza. Por eso en Peñalolén crearon el programa “Alcaldesa en el Barrio”, que les permite tener presencia en todos los sectores de la comuna durante el año. “La cercanía es clave”, dice Leitao y explica que por eso la iniciativa “ha sido un pilar fundamental, ya que las personas se sienten escuchadas y saben que las prioridades las ponen ellas. Además, me permite tener una visión adecuada para tomar las decisiones desde lo que la gente vive a diario en sus casas”. “Nunca se va a reemplazar el cara a cara, tener contacto con la gente, que sientan que uno está presente, se debe dedicar un tiempo importante a estar en terreno”, asegura el alcalde de Estación Central y ejemplifica: “Nosotros tenemos un programa de verdaderas oficinas móviles que se instalan en los distintos barrios, pues la gente también valora que su municipio esté cerca, que esté accesible”. Delgado destaca el rol que juegan las redes sociales: “Son una estrategia muy importante de cercanía con la comunidad, la gente siente que Facebook y Twitter son una verdadera puerta de entrada a conversar con los ediles y funcionarios”. Hace poco lanzaron la aplicación Vecino Estación
APOYO PERMANENTE. En el primer “Ecobazar” de Estación Central, el alcalde Rodrigo Delgado compartió con algunas de las emprendedoras y vecinos en junio pasado.
chilenos todos Central, en la que las personas pueden mandar un problema de manera georreferenciada. “Por ejemplo, saco una foto a un árbol que está tapando una luminaria o una calle, incluso se puede denunciar el maltrato animal”, relata. Esa imagen llega al director del área correspondiente con el requerimiento y las personas pueden revisar cómo avanza su solicitud. En la Municipalidad de Providencia, aseguran trabajar muy coordinados con las organizaciones. En el evento “Noches de Colores” se reúnen los vecinos y emprendedores gastronómicos y nocturnos de un determinado sector; en las mesas barriales de gestión –que actualmente funcionan en Santa Isabel, Manuel Montt y Tobalaba– hay una agenda de trabajo que conocen todos los asistentes y se toman acuerdos. “Generamos encuentros institucionalizados que demuestran cercanía y también hay un equipo territorial que está con la visión de darle una pertinencia a cada una de nuestras acciones y programas”, cuenta Pablo Valenzuela.
Lo que esperan los vecinos Expectativas específicas para los gobiernos locales • Equidad en los gastos e inversión territorial
Expectativas hacia las instituciones públicas según la OCDE
Imparcialidad
MUNICIPIOS TRANSPARENTES La transparencia es necesaria para generar confianza en los habitantes de una comuna. Innocenti explica que esperan que los municipios acerquen información de manera más preventiva que reactiva. “Que entreguen antecedentes que permitan reducir la incertidumbre e informen constantemente los criterios de priorización de los proyectos”, detalla. Y debe ser a través de los medios usados por los vecinos: internet y redes sociales, pero también los más tradicionales, como volantes, diarios y radios locales. Para la alcaldesa de Peñalolén también son fundamentales “la transparencia y la generación de instancias de fiscalización y control”. En su comuna se preocupan por el tema; además del portal de transparencia activa y su sitio web, destacan el diario comunal Todo Terreno, la plataforma “Vecinos Conectados”, las audiencias de la alcaldesa y de los directores de las unidades y el uso de las redes sociales para difundir las actividades y recibir consultas, reclamos e información sobre emergencias.
Apertura e inclusión
• Transparencia y difusión de la información sobre la gestión municipal • Involucramiento e incidencia de la participación de los vecinos en la gestión municipal
• Cercanía de la autoridad
Integridad
• Establecimiento de reglas en el territorio o fiscalización • Cumplimiento de promesas
Confiabilidad
FOTOGRAFÍA GENTILEZA DE MUNICIPALIDAD DE PEÑALOLÉN
“Es un deber ser franco y realista respecto de las facultades que uno tiene y fijar plazos sensatos. Entregar transparencia en los compromisos que se adquieren y ponerlos por escrito, para luego rendir cuentas”, recomienda la alcaldesa Carolina Leitao.
Capacidad de dar respuesta
• Adecuada gestión de recursos en las inversiones públicas • Buena experiencia en servicios municipales
LA ALCALDESA EN EL LIVING. Carolina Leitao creó durante su administración en la comuna de Peñalolén el programa “Alcaldesa en el barrio”, que apunta a escuchar a las personas en sus casas, para conocer en terreno su punto de vista.
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chilenos todos Distribución por partidos políticos de los alcaldes de las capitales regionales
DIVERSIDAD POLÍTICA. Esta tabla muestra el actual escenario (en las capitales regionales) sobre el cual se desarrollarán las elecciones municipales de octubre de 2016.
Región
Capital Regional
Alcalde
Partido
I Región de Tarapacá
Iquique
Jorge Soria
Independiente
II Región de Antofagasta
Antofagasta
Karen Rojo
Independiente
III Región de Atacama
Copiapó
Maglio Cicardini
Regionalistas e Independientes
IV Región de Coquimbo
La Serena
Roberto Jacob
Partido Radical
V Región de Valparaíso
Valparaíso
Jorge Castro
UDI
VI Región del Libertador General Bernardo O'Higgins
Rancagua
Eduardo Soto
UDI
VII Región del Maule
Talca
Juan Castro
Independiente
VIII Región del Bío Bío
Concepción
Álvaro Ortiz
Democracia Cristiana
IX Región de la Araucanía
Temuco
Miguel Becker
Renovación Nacional
X Región de Los Lagos
Puerto Montt
Gervoy Paredes
Partido Socialista
XI Región de Aisén del General Carlos Ibáñez del Campo
Coyhaique
Alejandro Huala
Partido Socialista
XII Región de Magallanes y la Antártica Chilena
Punta Arenas
Emilio Boccazzi
Independiente
XIII Región Metropolitana de Santiago
Santiago
Carolina Tohá
Partido por la Democracia
XIV Región de Los Ríos
Valdivia
Omar Sabat
Independiente
XV Región de Arica y Parinacota
Arica
Salvador Urrutia
Partido Progresista
FUENTE: Subsecretaría de Desarrollo Regional y Administrativo
FOTOGRAFÍA GENTILEZA DE MUNICIPALIDAD DE PROVIDENCIA
ESPACIOS DE PARTICIPACIÓN. Desarrollar instancias de encuentro con los vecinos, que les permitan contactarse con las autoridades y entregar su punto de vista son fundamentales en la construcción de la confianza. En Providencia desde 2015 existe la escuela de la ciudadanía, que entrega herramientas para participar en la comuna.
LA VOZ DE LOS VECINOS Además de la cercanía de las autoridades en terreno y la transparencia, a través de 16 grupos focales desarrollados durante el análisis (en cuatro comunas, con 110 participantes no organizados), los vecinos manifestaron la relevancia de dos aspectos cruciales: que los municipios entreguen una buena experiencia en los servicios que ofrecen, con un trato amable y personalizado, y que demuestren interés e intención de solucionar sus problemas. En ese sentido, una mujer opinó: “Yo no pido la información por miedo a la reacción de la persona que atiende y no debería ser así”. Los ciudadanos también esperan equidad en la inversión comunal. Es decir, que los diagnósticos y programas contemplen criterios de gasto e inversión según grupos (por rango etario y actividad), para que exista una atención focalizada, que considere la realidad de los distintos barrios y sus identidades. En otro grupo de estudio, un hombre dijo: “veo que hay mucha preocupación de la comuna por el grupo etario más
antiguo. En cambio siento que hay una baja preocupación por los jóvenes”. En este mismo tópico, otro vecino opinó: “Hay un mapa con los números de las unidades vecinales y somos los últimos(...) en el centro la municipalidad invierte mucho más porque es la vitrina de la comuna”.
LAS APUESTAS PARA LAS MUNICIPALES 2016 “Lo que yo visualizo es que lamentablemente no va a aumentar mucho más la participación con respecto al año 2012”, dice el alcalde de Estación Central, Rodrigo Delgado. “A veces la gente cree que su voto no importa, yo creo que sí, porque los municipios somos la puerta de entrada a la gran mayoría de las problemáticas comunales. La gente tiene un aliado en nosotros. Por supuesto que no da lo mismo ir a sufragar o no”, enfatiza este edil contrario al voto voluntario. “Ojalá me equivoque”, destaca. La alcaldesa Leitao, por su parte, reconoce que una de las principales razones de la baja participación ciudadana en las votaciones y actos cívicos “es la desconfianza respecto de la efectividad o real incidencia en los procesos de cambio”. “Creo que la única forma de recuperar la confianza es con hechos concretos, las personas ya no creen en los discursos y las promesas, menos en los partidos o caudillos”, aclara. Su expectativa para las municipales es más positiva: “Tengo la convicción de que en estas votaciones muchos van a ser los que acudan a las urnas para elegir a quienes los van a representar”. Los resultados de las próximas elecciones aún son una interrogante, lo que está claro es que los desafíos para los alcaldes y funcionarios, pero también para los vecinos son variados y requieren de la voluntad de ambas partes para avanzar. Revisa los resultados del estudio “Confianza Municipal. Percepciones desde la escala local” en www.politicaspublicas.uc.cl/publicaciones
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mapuche
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Palabra de La lucha silenciosa por la lengua es representada de diversas formas en las páginas siguientes. Las cifras indican que un 58% de los representantes de esta etnia consideran que la característica más importante que los define es el mapudungún. A pesar de ello, investigaciones muestran un abandono del idioma por parte de sus hablantes. Por otro lado, hay quienes han materializado con su vida el rescate de la palabra, que transitan en mitad de la selva de cemento escribiendo sus poemas y mostrando su cultura a los ciudadanos invadidos por la globalización. Con su mensaje, esta poesía ha mostrado al mundo la expresión de un pueblo que no quiere morir.
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DOSSIER PALABRA DE MAPUCHE
La descolonización de la lengua Elisa Loncon tiene un sueño: que los colegios chilenos enseñen mapudungún. En una vida de lucha contra el rechazo y la discriminación, ha aprendido que hablar un idioma diferente no es un defecto, sino que una riqueza. Ha visitado otros países ensalzando los valores de su pueblo desde la academia. Es una de las principales impulsoras del proyecto de Ley de General de Derechos Lingüísticos de los Pueblos Originarios que hace dos años descansa en el Congreso. El objetivo es fomentar la generación de políticas públicas en este ámbito. “Sin eso, nos silencian como cultura”, afirma. Por DANIELA FARÍAS Y VIRGINIA SOTO-AGUILAR Fotografías de KARINA FUENZALIDA Y CÉSAR CORTÉS
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EL IDIOMA PROHIBIDO. A pesar de los prejuicios del sistema escolar con el mapudungún, el padre de Elisa Loncon quiso que todos sus hijos fueran al colegio. A la izquierda aparece junto a su curso del Liceo de Niñas de Traiguén y a la derecha, con sus padres y dos de sus hermanos durante su licenciatura de cuarto medio.
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olpeo sin anuncios a la puerta de su oficina en la Universidad de Santiago. En ese lugar la académica pasa gran parte del día corrigiendo textos y preparando abnegadamente sus clases. En ellas aborda materias que expone con el peso de la historia que lleva a cuestas. Su simpleza y austeridad engrandecen la contundencia de su trayectoria. Elisa Loncon Antileo (53 años, una hija) ha llevado el nombre de la cultura mapuche al país y al mundo. Su cruzada por los derechos lingüísticos es una lucha personal y colectiva por preservar su identidad y la del pueblo que le dio la vida. Desde la comunidad en la que creció, cerca de Traiguén en la región de la Araucanía, fue testigo del principio del fin que espera que nunca llegue. El fin de las tradiciones, de los ritos y del lenguaje. Así, como estudiante universitaria se reencontró con el orgullo de ser mapuche. De hablar el mapudungún fuerte y claro y así lo sigue haciendo. Ha recorrido diferentes países recogiendo experiencias. La más importante fue en México, donde participó en un proyecto para que se enseñen en los colegios, según la región, las 56 lenguas que existen en ese país. Se tituló como profesora de inglés de la Universidad de La Frontera, y en 1986 fue becada por el Instituto de Estudios Sociales de la Haya (Holanda) y luego por la Universidad de Regina (Canadá). Posee un Magíster en lingüística de la Universidad Autónoma Metropolitana, Iztapalapa UAM-I (México) y es estudiante de doctorado en Lingüística por la Universidad de Leiden (Holanda). Actualmente es profesora de la Universidad de Santiago y también dicta algunos cursos en la Facultad de Letras de la UC. Desde hace varios años ha participado en diversos proyectos para promover el aprendizaje del mapudungún, como es el caso de la creación de libros para enseñarlo a escolares de primero a cuarto básico. Recientemente participó en la
elaboración del proyecto de Ley General de Derechos Lingüísticos de los Pueblos Originarios de Chile. La propuesta, que defiende el lenguaje como un derecho humano y un factor fundamental de integración, se presentó hace dos años en el Congreso, pero aún no ha visto la luz.
OPRIMIR LA CULTURA A VARILLAZOS Elisa nació en una comunidad llamada Lefweluán, que significa “lugar donde arrancaron los guanacos”. Sus padres Juan Loncon y Margarita Antileo formaron su familia con siete hijos. En su casa se hablaba el castellano y el mapudungún. Es una amante de las palabras y se relaciona con ellas desde su niñez. Por ello, las asocia a emociones positivas. “Yo crecí gozando el privilegio de tener dos idiomas”, dice, mientras recuerda juegos que hacían en su casa. Cuenta que su padre quiso que todos sus hijos fueran al colegio, a pesar de que en las comunidades indígenas había enormes prejuicios contra las escuelas porque se prohibía hablar el idioma mapuche. Así, Elisa estudió en un establecimiento unidocente y luego ingresó a la universidad.
“El sistema educativo despojó a toda la generación de su lengua. No solo la despojó, sino que generó un precedente de que ser indígena y tener un idioma propio es algo que no sirve, algo que es inmundo, algo que es sucio, algo que no tiene valor. Esto al punto de lavarles la boca con jabón a los niños que hablaban mapudungún. Así de duro fue”.
EL EMBLEMA MAPUCHE. La bandera que ahora flamea en diversos puntos del país fue creada en la década de los 90 y Elisa Loncon participó en su creación. Gracias a este proceso, los mapuche encontraron un elemento que los unificara y les permitiera sentirse orgullosos de su etnia.
—¿Sus padres pudieron ir al colegio? — Mi mamá estuvo tres años en la primaria y mi papá nunca fue a la escuela. Pero como él tenía muchas inquietudes respecto de los estudios, aprendió a leer a los 17 años en un fundo. Cuando niño quiso ir al colegio y trabajó para comprar sus materiales. Pero llegó un tío que les advirtió a mis abuelos que no era bueno, porque se avergonzaría de su familia y de sus raíces y que después no les iba a obedecer. Esto era verdad. El sistema educativo despojó a toda la generación de su lengua. No solo la despojó, sino que generó un precedente de que ser indígena y tener un habla propio es algo que no sirve, algo que es inmundo, algo que es sucio, algo que no tiene valor. Esto al punto de lavarles la boca con jabón a los niños que hablaban mapudungún. Así de duro fue. —¿Usted presenció algo así? —No, yo vi los castigos con varilla y unas picanas largas, o cuando los arrodillaban en las piedras. Mis compañeras en la universidad me contaron las historias de los lavados de la boca o cuando les pegaban a los chicos. —¿Qué otras consecuencias generaba ir al colegio? —Por ejemplo mi papá no tenía las trancas sociales de la cultura chilena. No era machista. En cambio mi mamá sí lo era, porque venía de una familia mapuche que también era evangélica. Por no tener la socialización de la iglesia ni de la escuela, mi padre tenía un pensamiento mucho más libre. —¿Eso se notaba en la casa y en la distribución de los quehaceres? —Sí, en todo, porque entre ellos hicieron una pareja muy
organizada para la crianza. Todos íbamos a vender las verduras y huevos a la ciudad. Ayudábamos en la huerta, en la chacra, cuidábamos animales, chanchos y ovejas. Mi mamá nos coordinaba y distribuía. En el caso de mi papá, por iniciativa propia aprendió a hacer muebles y tenía un pequeño taller. Nosotros crecimos en un ambiente de mucha producción, esfuerzo y trabajo en equipo. —¿Cómo era la relación al interior de la comunidad en que vivían? —La comunidad, de 15 familias, se ubicaba muy cerca de Traiguén y ya cuando éramos niños estaba más o menos mezclada, había chilenos casados con mapuche que estaban “mapuchizados” y hablaban mapudungún y también al revés. A la larga, con esa fusión se fue perdiendo la tradición. —¿En esta comunidad estaba toda la estructura del pueblo? —No, mi comunidad se “ahuincó”, en el fondo, fue asimilada culturalmente muy rápido. Incluso cuando yo era niña el lugar de la ceremonia del guillatún se transformó en un vertedero de basura de Traiguén. Estaba al medio de la comunidad, imagínate un espacio sagrado lleno de basura y los niños recogíamos los desechos. Fue terrible, trabajábamos mucho pero la pobreza era muy grande. —A pesar de eso sus recuerdos de infancia son hermosos —Claro, porque éramos una familia grande y vivíamos como 14 personas (entre tíos y primos). Más encima llegaba gente a quedarse porque habían perdido sus tierras y sus hogares. Mi casa siempre estaba abierta. Ahora mis padres siguen viviendo juntos en Traiguén. 53
dossier
LA LENGUA, UNA FUERZA DE LA NATURALEZA En el corazón del hogar de Elisa hubo una fuerte cultura oral que marcó sus intereses académicos. Se relataban historias antiguas, se conversaba, escuchaban las noticias en la radio, hacían cantos y bailes. “Tenía un tío que era fantástico para contar cuentos y nos hacía reír. Y mi hermano mayor, Ricardo, es poeta. Él actuó en una obra de teatro de Manuel Rodríguez que todos recitábamos”, narra Loncon. Sus padres ahorraban para comprar libros. “Mi casa era una ruca con piso de tierra, pero habían libros de historia y de filosofía”, detalla. “Me gustaban los de Sócrates y Platón”. Los conocimientos, ritos y tradiciones recibidos, orientaron sus estudios. Le transmitieron que la lengua es una fuerza de la naturaleza. Por eso, después de su Enseñanza Media en el liceo de niñas de Traiguén, donde estuvo muy sola y era tratada como “la india”, comenzó en 1980 su vida universitaria en Temuco. —¿Cómo recuerda sus tiempos universitarios? —Llegué a Temuco en los años 80. Vivía en un hogar donde tuvimos una convivencia muy enriquecedora con otros jóvenes indígenas. Hablábamos en mapudungún, me sentía feliz y liberada luego de haber escondido mi idioma. Aucán Huilcamán también era del hogar y él hacía la rogativa. Era buenísimo porque conocía perfecto el protocolo, eso me permitió conocer mejor las ceremonias. Como eran tiempos difíciles, nos vinculamos con la organización Admapu, que luchó contra la ley de división de las comunidades durante la dictadura. —También participó en la creación de la bandera mapuche, ¿cómo fue eso? —En el marco del Consejo de Todas las Tierras, creado en 1990 y que yo integré, nos replanteamos recuperar nuestra autonomía, para lo cual tenía que existir una bandera. Se hizo una labor de investigación en 300 comunidades que recopiló información valiosa sobre símbolos y colores que los identi54
REVISTA UNIVERSITARIA
ficaran. También participaron representantes de Argentina. Fue un proceso personal y colectivo de “descolonización” de nosotros mismos. Todos habíamos sido “colonizados” por la escuela, donde nos avergonzamos de tener una lengua distinta a la del resto de los chilenos. Al construir este emblema nos dimos cuenta de que nuestra cultura tenía mucho valor, aunque fuera diferente. —¿Qué aprendizaje rescata de sus estudios en Holanda? —En Holanda, a donde llegué becada en 1987 –junto a otros jóvenes líderes en derechos humanos de distintas nacionalidades– nuevamente viví ese gozo de lo que es tanta diversidad (…). Compartí con asiáticos, africanos, neozelandeses e indígenas de acá. Cuando volví decidí no enseñar más inglés, sino mapudungún. El inglés lo puede instruir cualquier persona, en cambio somos pocos los hablantes del mapudungún y menos los que sabemos enseñarlo.
UN IDIOMA QUE TE UNE A LA TIERRA Los mapuche dicen que a través de la lengua respira la tierra, que el mapudungún es el habla de la tierra. Así lo siente Elisa y por eso dedica su vida a que siga vivo. Con el proyecto de Ley General de Derechos Lingüísticos de los Pueblos Originarios de Chile, elaborado por la Red por los Derechos Educativos y Lingüísticos de los Pueblos Indígenas de Chile (Red EIB), organismo en el cual ella es una de las fundadoras, se busca un reconocimiento expreso a la condición plurinacional de la sociedad chilena. Se destaca que las lenguas indígenas reconocidas por el Estado de Chile deben ser las de los pueblos Aymara, Quechua, Mapuche, Rapa Nui, Likan Antay, Kaweskar, Selknam, Yagan, Diaguita y Colla. —¿Qué relevancia tiene el mapudungún para la cultura? —Transmite el sentido de ser mapuche en el mundo y no tenemos otra alternativa que su difusión a partir de nosotros mismos.
OPORTUNIDAD DE APRENDIZAJE. Elisa Loncon realiza talleres de mapudungún en la Facultad de Letras de la UC. A estos cursos asisten desde alumnos extranjeros a estudiantes mapuche de diferentes carreras, que encuentran en este espacio una oportunidad para reencontrarse con su idioma.
“El proyecto –de Ley General de Derechos Lingüísticos de los Pueblos Originarios de Chile– plantea que las lenguas sean reconocidas como preexistentes y oficializadas. También propone la creación de un instituto de lenguas indígenas que elabore políticas para que en el país convivan con el español”.
—Por eso se ha embarcado en esta cruzada por la lengua —Claro, particularmente una cruzada por la educación de la lengua. Cuando joven trabajé mucho recopilando historias de vida, porque para la recuperación de tierras tuvimos que reconstruir la memoria. —¿Cómo caracterizaría a su idioma? —Desde el punto de vista cultural te permite hablar de una visión de mundo, donde el ser humano está hermanado con la naturaleza. O sea, nosotros estamos unidos a los cerros, nuestros nombres están hermanados con los animales, con las aves: eso es nuestra identidad. —¿Busca protegerlo con este proyecto de ley de derechos lingüísticos? —Sí, el proyecto plantea que sean reconocidas como preexistentes y oficializadas. También propone la creación de un instituto de lenguas indígenas que elabore políticas para que en el país convivan con el español. Esta coexistencia tendría que ser a nivel de espacios públicos, no solo en la escuela, también en la institucionalidad y en los medios de comunicación. Se plantea el derecho de todo niño indígena a aprender su idioma, porque se ha definido que es un derecho humano fundamental, nosotros somos humanos porque tenemos lenguaje. Sin eso nos silencian como cultura, entonces el planteamiento es profundamente humano y la política todavía no llega a ese nivel. —¿Por qué no ha avanzado este proyecto? —Lo que ha pasado es que la reforma educativa no considera ni las lenguas ni los pueblos indígenas. Los proyectos de perfeccionamiento docente tampoco los mencionan. La ley de inclusión habla de diversidad, pero no se refiere al idioma ni a los derechos de los pueblos. Todas estas ordenanzas que están saliendo debieran decir expresamente que asumen la educación intercultural bilingüe como modalidad educativa,
para legislar en función de seguir desarrollando ese planteamiento, pero no lo dicen. —¿En sus clases trata precisamente de rescatar el lenguaje y la cultura perdida? —Sí. Aprendemos lo básico y también nos conectamos con oraciones, cantos y bailes. Por ejemplo, los llevo a la ruca que queda en La Pintana y allá tienen que hablar mapudungún, presentarse, van a una ceremonia, comparten alimentos. Entonces todo lo que aprenden en el año tienen que aplicarlo y hay que generar espacios de uso funcional y práctico. —¿Cuál es la palabra que más le gusta? —Ahora estamos haciendo en la universidad un programa que se llama mapudugufe, que significa hablante de mapudungún, y me volé con la palabra porque es lo que más necesitamos. Mientras más gente lo hable, mejor.
Un derecho humano más Diversos códigos y tratados internacionales respaldan la importancia de preservar el lenguaje de los diferentes pueblos: - La Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948, que en el preámbulo afirma “la fe en los derechos humanos fundamentales, en la dignidad y en el valor de la persona humana y en la igualdad de derechos de hombres y mujeres”; y que en su artículo segundo establece que “todo el mundo tiene todos los derechos y todas las libertades” sin distinción de “raza, color, sexo, lengua, religión, opinión política u otra, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición”. - La Unesco en 1954, proclamó la igualdad entre las lenguas considerando que todas sirven para la comunicación. - El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, del 16 de diciembre de 1966 (artículo 27) y, el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la misma fecha, en cuyos preámbulos se postula que el ser humano no puede ser libre si no se crean las condiciones que le permitan gozar tanto de sus derechos civiles y políticos, como de sus derechos económicos, sociales y culturales. Fuente: Red por los Derechos Educativos y Lingüísticos de los Pueblos Indígenas de Chile (Red EIB).
- La Resolución 47/135 (18-12-1992) de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas adopta la Declaración sobre los derechos de las personas pertenecientes a minorías nacionales o étnicas, religiosas y lingüísticas. - La Declaración Universal de los Derechos Colectivos de los Pueblos (Barcelona, mayo de 1990) declara que todos los pueblos tienen derecho a expresarse y a desarrollar su cultura, su lengua y sus normas de organización y, para hacerlo, a dotarse de las propias estructuras políticas educativas, de comunicación y de administración pública, en marcos políticos diferentes. - El Convenio 169 de la OIT de 1989, ratificado por Chile durante 2008, establece en su artículo 2.1: “los gobiernos deberán asumir la responsabilidad de desarrollar, con la participación de los pueblos interesados, una acción coordinada y sistemática con miras a proteger sus derechos y a garantizar el respeto de su integridad”. Algunas de las medidas que incluye son: “que promuevan la plena efectividad de los derechos sociales, económicos y culturales de esos pueblos, respetando su identidad social y cultural, sus costumbres y tradiciones, y sus instituciones; que ayuden a los miembros de los pueblos interesados a eliminar las diferencias socioeconómicas”. En tanto, en su artículo 28. 3 establece: “Deberán adoptarse disposiciones para preservar las lenguas indígenas de los pueblos interesados y promover el desarrollo y la práctica de las mismas”.
55
FOTOGRAFÍA GENTILEZA MUNICIPALIDAD DE PEÑALOLÉN
MARÍA ISABEL ANINAT SAHLI Abogada de la Pontificia Universidad Católica de Chile y máster en Derecho de la Universidad de Columbia, Estados Unidos. Es investigadora del Centro de Estudios Públicos, CEP.
RICARDO GONZÁLEZ TORO Ingeniero Comercial y Magíster en Economía de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Actualmente se desempeña como coordinador del Área de Opinión Pública del CEP.
DOSSIER PALABRA DE MAPUCHE
WE TRIPANTU EN LA CIUDAD. Cada 24 de junio, en distintos puntos de Santiago se celebra el año nuevo mapuche, que es una de las últimas tradiciones de este pueblo que se mantienen en las áreas urbanas del país. En la imagen la festividad organizada por la Municipalidad de Peñalolén.
Hablantes vulnerables El estudio del Centro de Estudios Públicos (CEP), “Los mapuche rurales y urbanos hoy”, es una clara fotografía de la precariedad sociolingüística del mapudungún en la actualidad. Las cifras son elocuentes: entre 2006 y 2016, la proporción de personas de esta etnia que declara no hablar ni entender la lengua creció en 11 puntos porcentuales. Al mismo tiempo, los que afirman tener una competencia lingüística activa de su idioma pasaron de un 24 a un 15 por ciento en los últimos diez años. La única esperanza, dicen, es la enseñanza obligatoria de la lengua. Por ISABEL ANINAT y RICARDO GONZÁLEZ
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¿Cuáles considera que son las dos características más importantes que definen a una persona mapuche? Nota: Menciones totales de la muestra mapuche, por año (se excluye “no sabe” y “no contesta”). Fuente: CEP, Encuesta “Los Mapuche Rurales y Urbanos Hoy” 2006 y 2016.
2016
2006
58% 57%
Que habla la lengua mapuche
45%
Los apellidos que tiene
24% 19% 21%
La vestimenta que usa La apariencia física que tiene
Que mantiene la cosmovisión mapuche
11% 11% 9% 11%
Que vive o se relaciona con una comunidad Que vive en tierras mapuche
Que se casa de acuerdo a la costumbre mapuche Que va donde la/el machi
3% 4% 1% 5% 1% 2%
En 2016, un 60 por ciento manifestó estar de acuerdo con la enseñanza obligatoria del mapudungún para niños y niñas de esa etnia. Esta es la última esperanza de que se pueda revitalizar su lengua y así, su cultura.
ntre los meses de marzo y mayo de este año, el Centro de Estudios Públicos (CEP) llevó a cabo una encuesta a la población mapuche, urbana y rural, y sus vecinos, con el objeto de generar información para un mayor conocimiento de esta cultura, que contribuya al diseño de una mejor política pública indígena. Esta encuesta es la sucesora de una realizada el año 2006, lo cual permite analizar la evolución de las actitudes y opiniones de quienes dicen pertenecer a este mundo en la última década. Los aspectos analizados fueron: el sentido de pertenencia e identidad; la confianza en las instituciones; el conocimiento y la participación en ceremonias; las aspiraciones políticas y culturales y las relaciones sociales interculturales, entre otros ámbitos. El universo de esta encuesta lo constituyen las personas que declaran ser mapuche, de 18 años y más, y que habitan en las regiones VIII, IX, XIV, X y XIII. De acuerdo a los datos del Censo 2002, en estas áreas vive el 90 por ciento de la población mapuche del país. Adicionalmente, el estudio incluyó una muestra de control, cuyo universo está formado por quienes 58
REVISTA UNIVERSITARIA
30%
13% 10% 12%
Que participa en ceremonias o ritos mapuche
Los hábitos de trabajo que tiene
49%
no se reconocen como parte de este pueblo, de 18 años y más, y que habitan en las mismas zonas, es decir, sus “vecinos”. Se realizaron 1.493 entrevistas personales concluidas y utilizables a representantes de esta etnia y 1.606 a una muestra de control. El margen de error en una encuesta de este tamaño –considerando a cada una de las muestras de forma independiente– y diseño (probabilidad aleatoria por conglomerados) es de +2,7 puntos porcentuales, con un nivel de confianza de un 95 por ciento. En cuanto al conocimiento y uso del mapudungún, el trabajo arroja resultados que revelan su alta valoración por parte de este pueblo, pero una precaria situación actual del mismo. Para los mapuche, hablar el mapudungún es la característica más importante que los define como tal. Lo consideraron así en 2006 y 2016 (57 y 58 por ciento respectivamente), situando este aspecto por sobre los apellidos, la participación en ceremonias y el vivir en sus tierras. Debido a esto, no resulta sorpresivo que para mantener su cultura, ellos mencionen mayoritariamente la relevancia de expresarse en esa lengua por encima de otros ámbitos, como el conocimiento de la historia del pueblo, la vida en comunidad o el vivir del trabajo de la tierra. Por su parte, para los vecinos no mapuche el idioma es también la característica más importante que otorga identidad y es necesario para preservar la cultura de esta etnia.
¿Con qué frecuencia habla usted la lengua mapuche? Submuestra de personas de esta etnia que declaran tener algún conocimiento de su lengua (44 y 30 por ciento en 2006 y 2016, respectivamente), por zona y año.
Total Mapuche
2016
Mapuche urbano
2016
5
2006
5
Mapuche rural
Nota: las cifras no suman 100 debido a la aproximación por redondeo de los números decimales.
2016
14
11
18
2006
8
7 5
3 5
8 5 3
8 5
4
5
3
32
8
4
12
9
11
38 24
33 8
1
46
11
3 5
8
12
1
25
16
14
22
2006
5
6
5
5
7 7
2 32
1
31
1
17
16
1
Todos los días Una vez a la semana Una vez al mes Sólo en ocasiones especiales No sabe / No contesta Más de una vez a la semana Varias veces al mes Varias veces al año Nunca / Casi nunca
Fuente: CEP, Encuesta “Los Mapuche Rurales y Urbanos Hoy” 2006 y 2016.
¿En qué idioma habla usted habitualmente con niños pequeños (hijos, sobrinos, conocidos) en el lugar donde vive? Submuestra de personas de esta etnia que declaran tener algún conocimiento de la lengua mapuche (44 y 30 por ciento en 2006 y 2016, respectivamente), por zona y año.
Total Mapuche
2016
Mapuche urbano
2016
Mapuche rural
Nota: las cifras no suman 100 debido a la aproximación por redondeo de los números decimales.
2016
85
9
2006
86
8
2006
78
En castellano En lengua Mapuche Otra No sabe / No contesta
2 5 1
93 81
5 1 5 0 6
89
2006
1 5
14 15
1 4 6 1
Fuente: CEP, Encuesta “Los Mapuche Rurales y Urbanos Hoy” 2006 y 2016.
EL ABANDONO A pesar de la alta valoración de la lengua, la encuesta revela un abandono de ella por parte de sus hablantes. Entre 2006 y 2016, la proporción de personas mapuche que declaran no entender ni expresarse en este idioma creció en 11 puntos porcentuales. Al mismo tiempo, los que declaran poseer una competencia lingüística activa del mapudungún (esto es, que afirman hablar esta lengua mejor, igual o peor que el castellano) pasaron de un 24 a un 15 por ciento en los últimos diez años. Por otra parte, un ocho por ciento declara tener competencia lingüística activa en zonas urbanas en 2016, seis puntos porcentuales menos que en 2006. En áreas rurales, esta competencia pasa de 40 a 33 por ciento en el mismo lapso. Todos estos descensos son significativos desde un punto de vista estadístico. Respecto del rango etario, la opción “no la hablo ni la entiendo” predomina fuertemente entre los jóvenes. De hecho, el 75 por ciento de quienes tienen entre 18 y 24 años y el 73 por ciento de quienes tienen entre 25 y 34 años escogieron esta alternativa en este último sondeo. Incluso el 57 por ciento de los representantes de esta etnia mayores de 55 años declara que no habla ni entiende la lengua, 13 puntos porcentuales más que en el año 2006. Entre aquellos mapuche con algún conocimiento de su lengua (44 y 30 por ciento en 2006 y 2016 respectivamente), su uso es
escaso. El 38 por ciento declara hablarla nunca o casi nunca, 14 puntos porcentuales más que en el año 2006, lo cual es preocupante. Tal como en 2006, el mapudungún se sigue utilizando con más frecuencia en las zonas rurales. No obstante, quienes afirmaron usarlo a diario son una minoría, incluso en el contexto más favorable (zonas rurales). A su vez, la encuesta revela que, tanto en 2006 como en 2016, la gran mayoría de los mapuche que poseen algún conocimiento del mapudungún, se comunica habitualmente con los niños en castellano. Más aún, la inmensa mayoría les se sigue hablando en español sin importar si vive en el campo o la ciudad, lo que supone un problema evidente para la difusión del conocimiento de este idioma. Este cuadro no registra variaciones significativas en términos estadísticos, entre 2006 y 2016. Probablemente por la importancia que se le asigna al habla para la mantención de la cultura y la necesidad de preservarla en un contexto de fragilidad, la mayoría de los entrevistados (60 por ciento en 2016), sin importar su nivel de competencia lingüística, está de acuerdo con la enseñanza obligatoria del mapudungún para los niños y niñas de esa etnia. Esta es la última esperanza de que se pueda revitalizar su lengua y así, su cultura. 59
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60
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DOSSIER PALABRA DE MAPUCHE
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Versos
desde la
raíz
Este es el canto ancestral que inunda el cemento. “Son los nietos de Lautaro que toman micro”, dice el poeta David Aniñir. Que andan en metro y pisan fuerte el asfalto de la ciudad para transmitir su mensaje. Sus obras se multiplican como los años de esta cultura. Esta es una pequeña muestra de cuatro exponentes de la poesía mapuche, cuyos versos se conectan con sus orígenes y enriquecen la palabra e identidad de nuestro país. La siguiente recopilación fue realizada por dos académicas de la Facultad de Letras e investigadoras del Centro de Estudios Interculturales e Indígenas de la Universidad Católica. Selección de PAULA MIRANDA HERRERA y ALISON RAMAY MONROE Fotografías de ÁLVARO DE LA FUENTE FARRÉ 61
Graciela Huinao Alarcón
Osorno, 1956
Amante del sur Siempre me ha apasionado el misterio de la medianoche. Pareciera que el firmamento dejara caer afilados cuchillos hacia la tierra, partiendo la noche en dos. Pienso en mi madre a medianoche de un 14 de octubre de 1956, cuando mi boca se llenó de sur. Fui la hija menor de un hogar obrero, donde reinaba lo justo y necesario y fue libremente feliz mi andar primero, donde mi padre cantaba siempre con el acento del mapudungún. (…) Después de tanta miseria y antes que se le apolille el terno de salida, mi padre se peleó con la vida y no se defendió. Llevó su sombrero café para que la compañera de infancia lo reconociera y un ramo de flores blancas por los ocho años de espera. Sé que juntos me miran cuando escribo algún poema. Ahora, por la esquina de mi vida el tiempo pasa severo, en un barrio marginal de Santiago y todos los días echo a cuestas mis raíces mientras mis ojos acarician la distancia entre yo y mi amante que no he podido dejar ni olvidar: EL SUR
*Fragmento de Walinto. Ediciones de la Garza Morena, Santiago, 2001.
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Walinto
Walinto
Kiñe pichu wentru adentupelai walinto ñi pu lelfün. Chumngen chi pu ad aliwen ñi ñom ad mapu meu. Ñi pu ruku ngangeuküleyerpuingün newenke witrapürakeingün fillke antü. Üye meu yallümuwi ni kuyfike che yem amulnieam chi küpal nütram. Ñi kuku Almerinda Loi Katrilef witrakei feychi mapu meu kafud mütrong-mütrong mamüllkei deumayam kiñe wesa adentu: Küla wingka lefkontumekei kiñe williche domo niepüñenkülelu pura kuyen. Tunien ta mi toki kuwü meu kuku ingkaymi ta mi mapu. Mongeyetuy mi allfeñ ka iñche nülan tüfachi ül. Feychi antü anükonpulu chi wekufü ta mi konwe ruka meu. -pieneuKa mi newenke kuwü meu iñche kim duamün ta ñi mapu. Küme tüng trekange Traf ta mi pu laku. Walinto petu umautui. Tranachi kiñe trewa reke Traf willi Küruz meu KUKU.
Un niño tiene que haber pintado las pampas de Walinto. Por la forma de sus árboles lo simple de su geografía. Sus rucas porfiadas al tiempo se levantan en resistencia día a día. Allí engendraron mis ancestros para que la historia continúe. Mi abuela Almerinda Loi Katrilef se levanta de esa tierra a esculpir golpe a golpe una macabra escultura: Tres chilenos embistiendo a caballo a una mujer williche en su octavo mes de embarazo. Hacha en mano abuela defendiste tu tierra. Cerraron tus cicatrices y yo abro este poema. Fue el día que el diablo se instaló en su puerta -me dijoY de lo heroico de tus manos yo aprendí a querer mi tierra. Camina en paz junto a tus abuelos. Que Walinto hoy duerme como un perro echado a los pies de la Cruz del Sur ABUELA.
“Somos hijos de los hijos de los hijos”
Yo escribo desde la concepción de Mapurbe ¿Es esto acaso, un grupo de extraterrestres de la tierra de arriba, del Wenumapu? ¿Acaso un círculo literario de seres cuadrados? ¿De ciudadanos no reconocidos en la carta fundamental? ¿Una etnia reinventada? ¿Una ficción de la ciencia y los estudios sociales? No. Mapurbe es una concepción poética que, nada más, tuvo la fortuna de sintonizar con la contemporaneidad del pueblo mapuche. Creación fundida en una estética comprimida de vivencias y resignificación, de identidad mapuche en los espacios urbanos. Una poética arraigada del sentido de pertenencia histórica de las generaciones mapuche, hijas del despojo y de la usurpación territorial.
Mapurbe
David Aniñir Guilitraro Cerro Navia, Santiago, 1956
Somos mapuche de hormigón Debajo del asfalto duerme nuestra madre Explotada por un cabrón. Nacimos en la mierdópolis por culpa del buitre cantor nacimos en panaderías para que nos coma la maldición Somos hijos de lavanderas, panaderos, feriantes y ambulantes somos de los que quedamos en pocas partes El mercado de la mano de obra obra nuestras vidas y nos cobra Madre, vieja mapuche, exiliada de la historia hija de mi pueblo amable desde el sur llegaste a parirnos un circuito eléktrico rajó tu vientre y así nacimos gritándoles a los miserables Marri chi weu!!!! en lenguaje lactante. Padre, escondiendo tu pena de tierra tras el licor caminaste las mañanas heladas enfriándote el sudor Somos hijos de los hijos de los hijos somos los nietos de Lautaro tomando la micro para servirle a los ricos somos parientes del sol y del trueno lloviendo sobre la tierra apuñalada La lágrima negra del Mapocho nos acompañó por siempre en este santiagóniko wekufe maloliente.
*Fragmento de Mapurbe, Pehuén editores.
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Elicura Chihauilaf Nahuelpán Kechurewe, Cunco, 1952
Ini rume ñamvn noel chi llafe Feyti vlkantun che mu rume kvmelay, pigeken Ka fey ti mawizantu ayiwigvn ti pu aliwen ñi kallfv folil mu egvn ka ñi chagvll negvmi ti kvrvf chalilerpuy vñvm egu ti Pvnon Choyke Feyti vlkantun alvkonchi wirarvn feyti pu lalu kiñe pin ti tapvl rimv mew feyti weñagkvn feyti wecheche ñi petu zugu ñi kewvn welu ñami ñi pvllv Feyti vlkantun, ti vlkantun fey kiñe pewma feyti afvl chi mapu tami ge ka iñche ñi ge, vlcha allkvfe piwke, ka feychi vl zugulvn. Ka zoy pilayan, ini rume penolu ti llafe ini rume ñamvn nolu Ka vlkantun fey ñi vl tañi pu Kuyfikeche pukem antv mu vy lu ka chonglu feyta chi kisu zwam weñagkvn.
La llave que nadie ha perdido
Comunicación entre culturas Este relato de mis padres me sigue conmoviendo y me ha llevado a pensar también en el puente / la puerta insondable que es la poesía, la Palabra Poética, como comunicación entre culturas, y su constante revelación de que los pueblos tenemos aún pendiente la tarea de destruir los muros de las fronteras que los poderosos han levantado para alejarnos, para debilitarnos, para fragmentarnos, el maravilloso jardín del mundo. No somos solos, no estamos solos. La Palabra, la Nvtram. Conversación es el aire, el agua, nuestro común inspirar, espirar y beber; es la fuerza que nos permitirá regresar al orden natural. Por eso, en mi breve manifiesto “Relato de mi Sueño Azul”, escribí: Otra vez la Palabra Poética en la construcción de lo nombrado, y proyectando también los despojos de un cuerpo que será nuevamente tierra, fuego, agua, aire. El impulso constante de la Palabra intentando asir el misterio de la vida. La Palabra, agua que fluye pulimentando la dura roca que es nuestro corazón. La palabra, el único instrumento con el que podemos tocar aquello insoldable que es el espíritu de otro / otra con quien conversamos. La Palabra, esa penumbra en la que podemos acercarnos al conocimiento (a la comprensión) del espíritu de los demás seres vivos y también al de aquellos aparentemente inanimados. *Fragmento de La vida es una nube azul. Ediciones Universidad de la Frontera, Santiago, 2015.
La poesía no sirve para nada me dicen Y en el bosque los árboles se acarician con sus raíces azules y agitan sus ramas el aire saludando con pájaros el Rastro del Avestruz La poesía es el hondo susurro de los asesinados el rumor de hojas en el otoño la tristeza por el muchacho que conserva la lengua pero ha perdido el alma La poesía, la poesía es un gesto, un sueño, el paisaje tus ojos y mis ojos muchacha oídos corazón, la misma música Y no digo más, porque nadie encontrará la llave que nadie ha perdido Y poesía es el canto de mis Antepasados el día de invierno que arde y apaga esta melancolía tan personal. Fragmento De sueños azules y contrasueños, Editorial Universitaria, Santiago, 1995.
Jaime Huenún Villa Valdivia, 1967
Che Sungún E fablan lingüa bárbara, vuesa merced, como cogida del rayo, torcida reciamente al modo de las frondas en tierras de espesuras. Non caigo en el sentido desta idioma de árboles, áspera como pellejo de merino soleado. ¿Será de faz montuna o dirá piedad e amor? Non creo sea fácil darlos al catecismo sin convertirlos antes al acento espaniol. Verbigracia, excelencia: los niños parturientos ploran como entre nos, mas los cuncos mayiores al tiempo de penar gimen, claman sus dioses con voces de graznar. Quitar habré de cuajo el cordón desta idioma y entrañaré en sus testas el Alma y la Verdad.
Che Sungún: lengua de los hombres del sur, hablada masivamente por la población huilliche hasta comienzos del siglo XX.
Fragmento: Reducciones, LOM Ediciones, 2012.
Poeta de la tierra / Ciudadano de la página La poesía lleva por estigma y estandarte el tiempo que le toca. Y el poeta traduce a un idioma siempre perecible vestigios de la historia que debe vivir. Las marcas que de esos vestigios quedan en los poemas nunca son mayores a los rastros que la locura y la visión dejan en la palabra escrita. Escribir cansa, Cesare Pavese, escribir en y desde las fisuras de la mente y de la tierra inevitablemente cansa. Así, los poemas quedan en el limbo de la lengua,
esperando se despeje su camino hacia la memoria humana, su verdadero territorio, su destino. El poeta, mientras tanto, circula sobre su identidad fragmentada, revelando una y otra vez los torvos materiales de la desmemoria y la contramemoria. En medio de las alucinaciones y las fracturas del tiempo real, recordar y remontar hacia el origen de la sangre y la palabra es siempre un acto subversivo. Y aunque la irradiación de ese acto sea
secreta (“la poesía nunca cambia nada: sobrevive / en el valle donde es construida…” AUDEN), sus efectos, aunque imprevisibles, son siempre poderosos. Registro de la espesa niebla que oculta el sol al corazón humano, el poema traspone los umbrales de lo lícito para convertirse en conocimiento emotivo e intelectual, en una letra más de la infinita trama de versos donde no hay verdades absolutas ni palabras definitivas.
Jaime Luis Huenún, revista Pentukun 10-11, Instituto de Estudios Indígenas, UFRO, Temuco, 2000. 65
huellas
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REVISTA UNIVERSITARIA
DOSSIER PALABRA DE MAPUCHE
El paisaje ancestral poesía chilena de la
El universo mapuche se ha plasmado en la escena poética nacional en un diálogo que fluye a través de los ríos del sur. Los volcanes, la neblina, los bosques, son elementos que han nutrido las letras de cada palabra. Pablo Neruda; Jorge Teillier; Raúl Zurita; Gabriela Mistral y Violeta Parra dan pruebas de ello. La grandeza de sus versos se conecta en lo más íntimo con la raíces de nuestros pueblos originarios. Por PAULA MIRANDA HERRERA Fotografías de CRISTÓBAL SAAVEDRA ESCOBAR
no de los elementos determinantes de la gran potencia y calidad de la poesía chilena es, sin duda, la conexión que ha mantenido con su paisaje y naturaleza a través de la palabra. Como si las enormes y sublimes fuerzas telúricas y las morfologías naturales que determinan nuestro país (tanto las bellas como las hórridas, tanto las plenas como las catastróficas), solo pudiesen ser expresadas, o al menos vislumbradas, en una sola lengua, en un único idioma: el poético. Pero la relación de algunos de nuestros poetas con esa materialidad y, a veces, con cierta espiritualidad, ha estado mediada e influida muchas veces por las visiones que nuestros pueblos originarios han mantenido con esa naturaleza, especialmente la cultura mapuche. Esta conexión está marcada fundamentalmente por la palabra, la cual, según el poeta Elicura Chihuailaf, es el nvtram. “Conversación es el aire, el agua, nuestro común inspirar, espirar y beber; es la fuerza que nos permitirá regresar al orden natural”, nos dice en sus memorias La vida es una nube azul. A lo que agrega en una
entrevista: “Chile es un país muy importante en el plano de la palabra…que podría ser un puente para el diálogo” en nuestra sociedad. Pasa con Pablo Neruda, poeta de Parral, pero quien encuentra en su lluvioso y telúrico sur y en Arauco, nuestro origen como comunidad y el fundamento de su poesía. O con Violeta Parra, quien en 1957 se encuentra y deslumbra con el mundo mapuche, con su canto y ülkantufe y con la machi María Painen Cotaro e incorpora fuertemente esos sentidos a su creación. Primero en clave reivindicacionista, con “Arauco tiene una pena”, y luego desde dentro, como si estuviera asistiendo vívidamente a una ceremonia de petición y gratitud (con “El Guillatún”). Pero luego también en el sentido que adquirirá su canción: una canción que sirve para realizar acciones sobre el mundo: amar, agradecer, maldecir, sanar, conversar. De ahí que al preguntarles a mis amigos pehuenches Gerónimo Nahuelcura y Olga Domigual, cuál era la canción de Violeta Parra que más los identificaba a ellos, me contestaran, sin vacilación: “Gracias a la vida”. Porque esa canción, me dijeron, cumplía casi la misma función que su propio guillatún.
PAULA MIRANDA HERRERA Es doctora en Literatura chilena e hispanoamericana por la Universidad de Chile. Actualmente es académica asociada de la Facultad de Letras UC, donde editó el libro Chile mira a sus poetas. Además, es autora de La poesía de Violeta Parra (Editorial Cuarto Propio, 2013).
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huellas
Como si las enormes y sublimes fuerzas telúricas y las morfologías naturales que determinan nuestro país, solo pudiesen ser expresadas, o al menos vislumbradas, en una sola lengua, en un único idioma: el poético. EN BUSCA DEL SAGRADO ORDEN En el caso de Jorge Teillier, nacido y criado en la denominada “frontera”, en Lautaro, quien nos ofrece una poesía lárica que coincide en casi todos sus rasgos con el canto mapuche: vivencial, que sirve para superar la “avería de lo cotidiano”, pero que también puede ser puesta al servicio del resguardo del mito. Versos que implican una vuelta a los orígenes, a la edad de oro de la infancia y del pasado, en busca del sagrado orden que “llenaba de sentido la vida del hombre”. Una poética que al igual que esta cultura, reconoce un orden sensible y un mundo suprareal, repleto de misterio, solo desentrañable a través de la palabra poética. Incluso cuando el poeta clausura toda esperanza y posibilidad de habitar en esos tiempos, sobre todo a partir de Para un pueblo fantasma (1978), donde cede la voz, imaginariamente, a Pascual Coña. Pasa tangencialmente en Mistral, quien sin embargo se identifica a plenitud con el mundo andino: “Mi religión de nacimiento pertenece al imperio del Tahuantinsuyu”, decía. El periplo es largo, pero consistente. A Ternura le van a seguir los “Dos himnos” en su tercer poemario, Tala (1938), en los que Mistral analoga su mirada con las cosmovisiones mesoamericanas y andinas referidas a las fuerzas divinas de la cordillera y del culto solar; para rematar en un Poema de Chile (obra póstuma de 1967) en que una mama fantasma regresa y recorre Chile guiada por un niño diaguita. Pero ese sentido de pertenencia auténtico y permanente también le hizo acercarse a la cultura mapuche. Ella descubre la maravillosa capacidad arrulladora y ritual de la “música araucana” y es en su Poema de Chile, en donde mama y niño indio encuentran 68
REVISTA UNIVERSITARIA
nuevos sentidos para este territorio, en la imagen nutricia de la huerta. Ese lugar representa una economía de subsistencia básica, premoderna, matrilineal y que revalora la medicina y los conocimientos tradicionales como los sustentadores de su visión de mundo: “- Chiquito, yo fui huertera/ ese amor me dio la mama./ Nos íbamos por el campo/ por frutas y hierbas que sanan” (La Huerta, Poema de Chile) . Será recién el Neruda voluntarista e historiográfico del Canto General (1950), el que desplegará ostentosamente su versión y visión de lo indígena americano y el que se vinculará profundamente con una de las representaciones más recurridas e imperantes desde el siglo XVIII, según la etnogénesis mapuche (Boccara) y, según las crónicas del siglo XVI: el de un Arauco en rebelión. Y será en el sur de Chile, al sur del río Bío Bío, donde Neruda fijará el origen de la nación chilena, tanto en términos históricos, como míticos y geográficos. Ese lugar primigenio, abundante y voluptuoso, húmedo y femenino, está signado culturalmente y se vincula con la historia y con el mito. Ahí en medio de las raíces y del húmedo sur lo que se encuentra son anuncios de la naturaleza que se van convirtiendo lentamente en signos culturales, asociados con la cultura mapuche, que él llama araucana. Ya en “La lámpara en la tierra” (primer poema de Canto General), entre los pájaros americanos que “acuden” en medio de una “América arboleda”, todavía sin nombre ni sonidos, está la loica del sur; también entre los ríos latinoamericanos que acuden al origen de la geología continental, es el Bío Bío el que le da la voz al poeta: “Pero háblame, Bío Bío,/ son tus palabras en mi boca/ las que resbalan, tú me diste/ el lenguaje, el canto nocturno/ mezclado con lluvia y follaje”.
“MIS HERMANOS MAPUCHE ME DEVOLVIERON LA VOZ” Por su parte, la obra de Raúl Zurita sufrirá un importante giro a partir de su beca de estadía en el sur de Chile (1987 y 1988) y la publicación de La vida nueva (1994), de la cual el autor tuvo que amputar casi la tercera parte por exigencias editoriales: “Fue un error, pero fue culpa mía. Había dejado de lado toda la cosmovisión indígena y la Guerra de La Araucanía”, me dice en una entrevista. A ese intenso y revelador diálogo se suma la relación que mantiene el poeta con los boteros del sur de Chile, algunos de los cuales le relataron sus historias y sueños a través del nütram (conversación). De todo ello, Zurita concluye que la palabra poética está en el terreno de la lucha por los significados, entendida no como mero artificio, sino como acción sobre el mundo. Por eso, cuando atravesamos La vida nueva, resuenan evocaciones de diversas eras geológicas, memoria de glaciaciones, voces de muchas latitudes y culturas del mundo, de numerosas cosmologías y de las grandes catástrofes naturales e históricas. Hay allí interpretaciones humanas para los signos de la naturaleza, sedimentadas a través de los siglos. Fuerza elemental fundamental de estos ciclos de destrucción y regeneración serán aquí las aguas. La vida nueva reivindica el agua como elemento vital para los hombres de la tierra, los indígenas, que dependen de ella y sus ciclos vitales para po-
der subsistir. Un agua que se transforma en ríos que se aman y aman, que dan origen al mundo y a la circulación de la vida (arrojo), pero que también destruyen y provocan muertes. Esos ríos concretos (concretud), el Yelcho, el Michimahuida, el Futalelfú, entre otros; parecen acentuar el carácter localista y muy específico de la memoria mítica. Solo en seis textos de La vida nueva publicados en 1994 se hace referencia explícita a ese diálogo intenso que está manteniendo biográficamente con Elicura Chihuailaf y con Leonel Lienlaf. En ellos queda de manifiesto, de todas maneras, cómo ese mensaje pasa a formar parte del ciclo de las aguas y de las grandes eras geológicas de la humanidad. Lienlaf le da las claves del canto y también de lo político (de la extrema violencia que nos funda y constituye en “el hombre que hablaba con su cintura”) y Elicura le da el sentido de la palabra y del sueño, en sus funciones rituales y restitutivas. Por eso Raúl Zurita dice en el prólogo del libro de 1986 de Lienlaf: “Los peñis, mis hermanos mapuche, poco a poco me fueron devolviendo a una voz más profunda que habitaba en mí y tuve la certeza de que esta era una escena que volvía a vivir. Que en realidad a todos nos es dado —al menos una vez en la vida— una cierta experiencia de la totalidad, de esa ‘respiración del universo’”. * Este artículo fue realizado gracias a los respaldos del Centro de Estudios Interculturales e Indígenas (CIIR) de la UC (Proyecto Fondap N° 15110006) y del Proyecto Fondecyt Regular N° 1141152.
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MARÍA ISABEL LARA MILLAPAN. Doctora en Didáctica de la Lengua y Literatura por la Universidad Autónoma de Barcelona, España. Académica en el campus Villarrica de la UC y poeta mapuche. Es investigadora asociada en el Centro de Estudios Interculturales e Indígenas CIIR.
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REVISTA UNIVERSITARIA
DOSSIER PALABRA DE MAPUCHE
Mapudungún en el aula:
el fin del
silencio
La necesidad de fortalecer la enseñanza y el aprendizaje del habla de la tierra va anclada a la identidad mapuche y también de la humanidad, ya que posee valores, lógicas de pensamiento, decisiones, sentimientos y una comprensión del mundo que define comportamientos frente a la vida. Las experiencias educativas que realiza el campus Villarrica persiguen, justamente, asumir esta responsabilidad con las nuevas generaciones, fomentando la educación de niños que al reconstruir su idioma logran perpetuar su identidad. Por MARÍA ISABEL LARA MILLAPAN Fotografías de CRISTÓBAL SAAVEDRA ESCOBAR
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LA LENGUA PERPETUA. En la imagen vemos los ocho alumnos de la escuela rural de Trafún chico junto a su profesor. De izquierda a derecha aparecen Mario Jorge Neihual Calfu, alumnas Pabla Reinahuel Callicul, Victoria Cayuñir Reinahuel, Rocío Reinahuel Callicul. En la fila de abajo, de izquierda a derecha: Constanza Belén Lien Millalef, Ángel Eduardo Cayuñir Reinahuel, Antonella Yasmin Ñanculipe Millao, Bernardo Aníbal Rainahuel Callicul y Cristofer Callicul Reinahuel.
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REVISTA UNIVERSITARIA
l proceso normal de todas las lenguas es desarrollarse en las esferas de la comunicación y en la producción de conocimientos. El mapudungún no está exento de esta propuesta y por eso su enseñanza requiere de una decisión y un compromiso de parte de nosotros los hablantes y de la apertura de las entidades, especialmente educativas, para asumir este rol mediante propuestas concretas que propicien su real aprendizaje. Hasta ahora, la mayor parte del lenguaje hablado lo aprendimos de la forma tradicional, al interior de nuestras familias. Y lo hemos mantenido a pesar de haber sido silenciado, especialmente durante la escolaridad, pues el idioma oficial y de prestigio era el español. Esto desconoce las construcciones culturales y filosofías de vida que implican hablar, pensar y sentir en un lenguaje diferente. De acuerdo a lo anterior, nuestras demandas por sostener la educación y el aprendizaje de esta lengua van ancladas a nuestra identidad y no solo para nosotros los mapuche, sino también para la sociedad chilena y toda la humanidad. Las lenguas no solo son elementos instrumentales, sino que poseen valores, lógicas de pensamiento, decisiones, sentimientos y comprensiones del mundo que van definiendo comportamientos frente a la vida. El mapudungún nos otorga ese sentido de pertenencia que reafirma nuestra identidad. En la actualidad, debido a los cambios sociales y a la evolución de las culturas, nos corresponde asumir
las nuevas prácticas de enseñanza de este idioma. Es decir, elaborar estrategias propias para el aprendizaje que no traicionan las formas tradicionales, sino que las fortalecen, siempre y cuando no se pierda el sentido que tiene hablarlas. Esto porque tampoco se trata de traducir, sino de avanzar en el aprendizaje de los diferentes niveles de uso del lenguaje, comprendiendo el significado y la trascendencia que tiene en la construcción de los saberes propios de cada pueblo. En este contexto, la Universidad Católica a través del Centro de Estudios Interculturales e Indígenas (CIIR) y el campus Villarrica, ha realizado una importante tarea de colaboración en el proceso de revitalización del mapudungún, apoyando el trabajo desarrollado por el Consejo Territorial Mapuche de Galvarino, que es la primera comuna chilena donde se la ha autorizado como lengua oficial, al mismo nivel que el castellano. A todo esto se suma la producción de diversos materiales didácticos.
REVITALIZACIÓN LINGÜÍSTICA En la primera experiencia se estableció un convenio de colaboración con el Consejo Territorial Mapuche. Una tarea concreta fue la creación en 2014 del diplomado “Revitalización Lingüística del Mapudungún y Saberes Culturales”, en el cual participaron docentes y educadores tradicionales encargados de la enseñanza de la lengua y sabiduría indígenas en las escuelas de la zona. Las áreas trabajadas se situaron en enseñar meto-
“Mapudungun, pu mapuche tañi dungun, fey mew müley taiñ tuwün, taiñ kimün ka taiñ rakiduam”. “El mapudungún es la lengua de los mapuche y nos otorga ese sentido de pertenencia que reafirma nuestra identidad”.
dologías y didácticas para abordar esta disciplina, conociendo y aplicando los componentes de la oralidad; la producción escrita, comprensión de textos literarios y no literarios y el desarrollo de elementos didácticos. Todo esto para que los profesores cuenten con ciertas herramientas para guiar el trabajo con los niños, de acuerdo a los niveles de desarrollo cognitivo y de aprendizaje de esta materia. La experiencia resultó muy enriquecedora debido a que los acuerdos de la propuesta fueron abordados en conjunto entre académicos de la universidad, miembros del consejo territorial y la comunidad de hablantes. De este modo, la UC propone una mirada horizontal en la construcción del saber, pues existen acuerdos, compromisos y un trabajo conjunto. Así, la universidad comprende que no existe una manera única de cimentar el conocimiento y entender el mundo, y va rompiendo las barreras de los prejuicios y limitaciones en la comprensión de otra cultura. Las diversas etnias con sus lenguas nos están enseñando a reconocer y a reconocernos.
CREATIVIDAD PARA ENSEÑAR El primer material producido fue Kimün, libro de literatura infantil compuesto por poesías y relatos breves, diferentes actividades de producción oral, de lectura y escritura para la instrucción del mapudungún y orientaciones pedagógicas para el profesor. Este texto tiene un formato redondo, pues está construido desde la visión circular del mundo de este pueblo, cuatro unidades que responden a los meli witran mapu, las cuatro orientaciones, espacios, tiempos, etapas del año y la familia originaria desde la filosofía mapuche. Sus unidades también responden a esta concepción del mundo que emerge desde la educación tradicional: “Mongen”, “Ayekan”, “Rakiduam” y “Alkütun”. Estas encierran los conceptos del equilibrio frente a la vida, la diversión, los juegos, el dibujo, el desarrollo del pensamiento y la capacidad de escuchar. A su vez, el libro posee subunidades: “Adümkantun” y “Pepilkantun”. La primera parte ofrece elementos de enseñanza tales como definición de palabras, expresiones, conectores, verbos y otros aspectos gramaticales. La segunda se compone de una serie de actividades a desarrollar en la línea de la producción oral y escrita. El lenguaje se desprende de las diferentes obras literarias que contiene la publicación: poemas y relatos de autores mapuche y orientaciones para que los estudiantes puedan plasmar su creatividad. Kimün ha sido obsequiado en diferentes instituciones de la región de la Araucanía, de los Ríos y de los Lagos, tales como Temuco, Galvarino, Puerto Saavedra, Curarrehue, Osorno y Chiloé. Ha tenido muy buena acogida, dada su presentación, contexto y práctica, pues además promueve el autoaprendizaje y se puede adecuar a diferentes niveles.
María Isabel Lara (Kinturayen)
2,5% Total
Nacional
97,5%
Revitalizando el habla ancestral
16,6% Región de
Arica Parinacota
Fuente: MINEDUC, Directorio Oficial de Establecimientos año 2015; Educación Intercultural.
83,4% Porcentaje establecimientos con Sector de Lengua Indígena (SLI) en la región a 2015.
6,8%
Porcentaje total de establecimientos a nivel regional y nacional. Región de
Tarapacá
ESCUELAS MULTICULTURALES. El Sector de Lengua Indígena (SLI) es un ámbito curricular que tiene como objetivo que los niños se puedan comunicar en alguna de las lenguas indígenas contempladas por la ley. Incluye los idiomas de los pueblos Mapuche, Aymara, Rapa Nui y Quechua. La formalización de SLI se sustenta legalmente en el decreto 280, del 22 de septiembre 2009, emanado del Ministerio de Educación. La norma establece que todos las escuelas del sistema educativo chileno pueden incorporar dentro de su plan de estudios esta nueva asignatura. También afirma que todos los colegios con más de un 20% de matrícula identificada como perteneciente a algún pueblo originario, deben implementar de manera obligatoria esta nueva asignatura. Como se observa en el gráfico, no todas las regiones tienen implementado en sus establecientos el SLI. La superación de la media en la región XV respecto al total nacional se explica por el escaso número de instituciones educacionales en la zona (en 2015 existían 151 establecimientos, de ellos 25 implementaban el SLI).
Total nacional de establecimientos en funcionamiento año 2015: 12.001
2,6%
Región de
Antofagasta
93,7%
0,2% Región
2,8%
6,5%
6,3%
Metropolitana
Total nacional establecimientos SLI año 2016: 296
11,1%
93,2%
99,8%
Región del
BíoBío Región de la
Araucanía
97,2%
Región de Región de
Los Ríos
88,9%
Los Lagos
93,5% 97,4%
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HERRAMIENTAS DE ENSEÑANZA. Trafún chico es una escuela de extrema ruralidad, ubicada a 78 kilómetros de la comuna de Panguipulli, en la región de Los Ríos. Desde el año 2001 se enseña la lengua mapudungún a través de diversas metodologías expositivas y textos de estudio.
TECNOLOGÍA AL SERVICIO DEL APRENDIZAJE Un paso más allá en esta experiencia pedagógica ha sido el desarrollo de un software para la enseñanza del mapudungún. Este es un trabajo conjunto entre el Centro de Desarrollo de Tecnologías de Inclusión de la UC (CEDETI), el campus Villarrica y establecimientos de la región de la Araucanía. Uno de ellos es la escuela San Isidro Labrador del Lof Chihuimpilli, de la comuna de Freire, y dos escuelas de la comuna de Galvarino, esta última siguiendo la línea del trabajo colaborativo que comenzó con el CIIR. El programa tiene por objetivo posicionarse como una herramienta de apoyo para los profesores de esta materia. Posee un enfoque didáctico comunicativo que vincula el vocabulario escrito y hablado (por medio de voces de niños grabadas en lengua mapuche para la práctica de la pronunciación), con aspectos visuales para la asociación de imágenes, especialmente fotografías y dibujos con conceptos realizados por niños. La plataforma contiene un vocabulario con alrededor de 700 palabras entre sustantivos, verbos y expresiones que permiten construir frases. Incluye además diferentes textos propios de la literatura de esta cultura tales como epew (formas de relatos), konew (adivinanzas) y piam (dichos para orientar la educación de los niños). Este trabajo y los anteriores, además de promover la enseñanza de este idioma, establecen cambios de paradigmas necesarios de asumir en tiempos actuales para la convivencia y la comprensión entre etnias diversas, pues hoy se trata de dialogar y consensuar diferentes miradas bajo la lógica del respeto y del reconocimiento del otro en un sentido horizontal. El mapudungún es una lengua del mundo y por lo tanto tiene que desarrollarse de diferentes formas y alcanzar espacios educativos más amplios, que superen la esfera de la escuela, impactando también en el mundo académico y científico, con sus particularidades y lo que de ella se desprende cuando se comunica. 74
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La UC propone una mirada horizontal en la construcción del saber, pues existen acuerdos, compromisos y un trabajo conjunto. Así, la universidad comprende que no existe una manera única de cimentar el conocimiento y entender el mundo.
“Mapudunguli alkütuafun tralkan Fey kimafun Chem dungu mew ñi femün Ka kimafun dewma tripapale antü Tañi chumngechi mongelen”. “Si hablara mapudungún Podría entender la tormenta como una respuesta Y la salida del sol Como el origen de la vida”. María Isabel Lara (Kinturayen) TE KOHANGA REO: EL EJEMPLO DE LOS MAORÍES Unos de los elementos centrales para el aprendizaje de un idioma es sostener una actitud positiva y crear las instancias de su uso. Si bien, hoy en día el mapudungún pervive mayoritariamente en los hablantes de mayor edad, quienes además la utilizan de manera trascendente, a las nuevas generaciones nos compete hacernos responsables en la continuidad de ella desde el lugar donde nos encontremos.
Los espacios educativos son una instancia clave en el aprendizaje, tal como lo he podido visualizar en la experiencia del pueblo Maorí en Nueva Zelanda, donde el idioma te reo maorí es enseñado desde la edad preescolar a través de los Te Kohanga Reo (nidos lingüísticos). En estos espacios existe una inmersión en un 100% en este idioma, asegurando su aprendizaje luego en las escuelas de primaria, secundaria y la universidad. Además, esta última ofrece la carrera de profesor de lengua te reo maorí. El kohanga reo es similar a lo que en Chile son las salas cunas y jardines infantiles, con la diferencia que su propósito es la enseñanza del maorí. Esta modalidad educativa asegura el aprendizaje y la adquisición del lenguaje nativo desde una edad temprana, bajo la lógica de que los niños adquieren el conocimiento del idioma hablado en su contexto más inmediato. Esta práctica se podría aplicar en Chile si contara con educadores de párvulos preparados para este fin. También se requiere una apertura institucional precisamente para formar a estos profesionales. Tan importante como lo anterior es el cambio cultural a nivel social, para que logremos apreciar la necesidad actual de conocer dos idiomas y, sobre todo, entender que los mapuche se deben comunicar en su lengua de pertenencia como sinónimo de identidad. Estas iniciativas que planteo son procesos que implican múltiples responsabilidades. Para su desarrollo es fundamental tener una apertura de conciencia, que permita superar los deseos de dominación y comprender la mirada holística de los pueblos originarios, en los cuales el habla se manifiesta en sus usos comunicativos, educativos y espirituales.
TEMPORADA 2016
PANCHITO VAQUERO. El primer western de títeres (+4) Compañía: Objeto-Teatro 12 de marzo al 24 de abril (cerrado 26 y 27 de marzo)
MELODÍAS EN EL AIRE (+0) Compañía: Aranwa 7 de mayo al 19 de junio
ISABEL PATAPELÁ (+4) Compañía: Teatro Atanor 2 al 31 de julio
LA PRINCESA Y LA ALVERJA (+4) ILUSTRACIÓN: MAYA HANISCH
Compañía: Pezpájaro Teatro 6 de agosto al 11 de septiembre
FRUTALIPSIS O EL LADRÓN DE SEMILLAS (+5) Compañía: Le Mat 1 de octubre al 13 de noviembre Sábados a las 16 hrs. Domingos a las 12 hrs. Entrada general: $3.500. Niños: $2.000. Convenios: 2x1.
AUSPICIAN
www.extension.uc.cl / teatroinfantil@uc.cl TEATRO INFANTIL Y FAMILIAR UC
TeatroFmiliarUC
ESTACIONAMIENTOS CERCANOS: LIRA 21 Y MARCOLETA 350
Centro de Extensión Alameda 390, Santiago. Boletería e informaciones: 22354 6507 / 22354 6546 Venta de entradas en la boletería del teatro, el mismo día de la función desde una hora antes.
FOTOGRAFÍA KARINA FUENZALIDA.
el libro que me marcó
Números que hablan
“Es extraño que exista una palabra para designar algo que, en rigor, no existe: el ‘reposo’”.
CHILE 1810-2010 LA REPÚBLICA EN CIFRAS Historical Statistics José Díaz, Rolf Lüders y Gert Wagner Ediciones UC 780 páginas 2016
Max Born
Un delicado equilibrio EL INQUIETO UNIVERSO, Max Born, segunda edición en castellano de Editorial Universitaria, Buenos Aires 326 páginas 1968
RAFAEL BENGURIA DONOSO Académico de la Facultad de Física de la UC 76
REVISTA REVISTAUNIVERSITARIA UNIVERSITARIAUC UC
E
ste es un texto de divulgación escrito por Max Born, uno de los físicos más notables del siglo XX. Me enteré de él en febrero de 1972, curioseando por los estantes de la Editorial Universitaria. Me atrajo de inmediato. Por entonces había terminado mi cuarto año de ingeniería eléctrica y durante dos había tomado varios cursos optativos de física, disciplina que cada vez me atraía más y que posteriormente llegó a ser mi profesión. Siempre me han gustado los libros y, por entonces, usaba la mayor parte de mi sueldo de ayudante para comprar aquellos que me interesaban. Lo que me impactó a primera vista de El inquieto Universo es que en los anchos márgenes de sus páginas hay una serie de figuras casi idénticas. Pero vistas con más detalle, van cambiando sutilmente de una hoja a la siguiente y, si uno las hace avanzar rápidamente, cada una se transforma en una verdadera película, como en el viejo zoótropo del siglo XIX popularizado por un suplemento del New York Times en 1905. Una de estas series muestra una partícula orbitando alrededor de otra. Además se ilustra un cañón de electrones (grupo de electrones acelerados por una diferencia de potencial eléctrico) y en total hay una docena de “películas” que representan distintos fenómenos físicos. Aunque el propósito principal de esta publicación es presentar la mecánica cuántica, cuyo desarrollo significó una revolución en la Física durante la primera mitad del siglo XX,
existe un tema subyacente que va uniendo los distintos capítulos. Este es el equilibrio dinámico de la mayor parte de los fenómenos físicos que nos atañen, de ahí el nombre del libro. Por ejemplo, el movimiento de traslación de la Tierra alrededor del Sol es el que impide que esta caiga hacia este astro, atraído por la fuerza gravitacional entre ambos. Otro ejemplo es el movimiento azaroso del increíble número de átomos que constituyen el aire que nos rodea, los cuales no vemos. Sin embargo, el efecto de este movimiento es lo que nos da la sensación de temperatura y de presión. Cuando yo era pequeño uno de los actos que más me llamaba la atención en los circos era el de los “platos chinos’’, que bailaban libres en los extremos de varios palos. Es impresionante cómo los malabaristas eran capaces de mantenerlos en movimiento, sin que se cayeran y quebraran, ejerciendo hábilmente pequeños giros de los palos. Guardando las proporciones, el “inquieto universo” que nos rodea se está moviendo continuamente y se mantiene en equilibrio gracias a las interacciones entre sus componentes. Aunque la primera edición fue escrita hace más de ochenta años, este texto es capaz de cautivar al lector con un lenguaje claro y atractivo. Para los no iniciados en Física, un dato anecdótico es que Max Born, uno de los protagonistas del enorme desarrollo científico del siglo XX, es el abuelo de la famosa actriz de cine Olivia Newton-John.
El grueso volumen de casi 800 páginas tiene cerca de 700 tablas y gráficos que permiten observar el desarrollo económico y social chileno, un material útil para todo interesado en contar con datos duros. Junto con las fuentes empleadas, el texto expone estadísticas comparadas que permiten poner en contexto los números, aspecto de gran relevancia para el análisis de diversos fenómenos. Chile logra ser así uno de los primeros países de la región en contar con bases de datos tan completas.
Ruskin en castellano JOHN RUSKIN EL BIENESTAR DE TODOS Traducción de Pablo Saavedra Ediciones UC 140 páginas 2016
El genio británico advirtió y criticó los riesgos que amenazaban a las sociedades con la revolución industrial. Su prestigio es mundial en teoría e historia del arte. Pero sus ensayos sobre economía, aunque influyeron en Tolstoi, Gandhi y los pensadores socialcristianos, no habían sido traídos a nuestra lengua hace más de cien años. De ahí la relevancia de la tarea que acometió el profesor Pablo Saavedra, del Programa de Traducción UC.
alter-nativo
Comedia, cultura y clasismo en “la vieja cuica”
ETERNA ADOLESCENTE. Francisca Feuerhake (26 años) estudió Letras en la UC. En la imagen su personaje "La Catita" que representa a las nuevas generaciones.
FOTOGRAFÍA KARINA FUENZALIDA.
F
rancisca Feuerhake ha dado vida a “la vieja cuica” y su hija “la Catita”. La respuesta ha sido inmediata y muy positiva. A pesar de que nació en la plataforma de Snapchat, sus videos en Youtube y en diversos medios de comunicación se han multiplicado y convertido en un tema de conversación ineludible entre los chilenos estos últimos meses. Estos personajes son caricaturas simples, agudas y refinadas de dos estereotipos de la alta sociedad chilena. Por un lado la dueña de casa, conservadora y bien intencionada que trata de estar al tanto de las nuevas tendencias; por otro la adolescente superficial que vive cada evento cotidiano como el más importante de su vida. Ver alguno de los videos es una risa garantizada. La genialidad de Francisca radica en que sus personajes no enarbolan grandes discursos, no realizan grandes acciones, ni están atrapados en alguna trama compleja, sino por el contrario, se muestran a través de una infinidad de detalles mínimos que delatan su forma de ser y, particularmente, las maneras en que una clase social se expresa. Bastan treinta segundos de “la vieja cuica” para saber que es cuica, da lo mismo si está cantando, abriendo un paquete y paseando en el centro de la ciudad. Su tono de voz, la selección de palabras, las expresiones que usa, los temas que toca, sus reacciones espontáneas frente a las cosas que no le resultan familiares -¡los ciclistas en el centro de Santiago le recuerdan Roma!- nos muestran inequívocamente que ella es una fiel representante de su clase. Y eso es lo interesante. La clase social
no es simplemente dinero, estatus, una posición o un rol, hoy en día es también una forma de expresión cultural que, sin alejarse de los marcadores tradicionales de clase, se fundamenta principalmente en un repertorio conductual y estético identificable. “La vieja cuica” y “la Catita” identifican su estrato y lo hacen de un modo tan natural y espontáneo que solo nos queda reírnos. La vieja cuica es optimista, bien intencionada y curiosa. A ella le gusta su forma de vida y no desprecia a otros. Pero, no puede dejar de ser cuica y portarse como tal en todo momento. Su identidad de clase es una parte central de su persona, no porque le dé importancia a las clases sociales, sino que no sabe vivir de otro modo. Y esto pone en
La clase social no es simplemente dinero, estatus, una posición o un rol, hoy en día es también una forma de expresión cultural que, sin alejarse de los marcadores tradicionales de clase, se fundamenta principalmente en un repertorio conductual y estético identificable.
evidencia las consecuencias negativas de vivir en una sociedad clasista y segregada. Ella trata las formas culturales de otros estratos como ajenos, con extrañeza y hasta con temor. Sin tener nada contra las personas de otras clases, desde su posición de ventaja, excluye y discrimina, pues si no hablas su lenguaje y no manejas sus formas estéticas, jamás tendrás acceso completo a su mundo. En la vieja cuica la discriminación no viene de la hostilidad hacia otros, sino del amor por lo propio. Y ese amor por lo propio puede ser particularmente nefasto cuando estamos en posiciones privilegiadas. Con “la vieja cuica” y “la Catita”, Francisca Feuerhake nos ha dado una lección sobre cómo funciona el clasismo en Chile.
HÉCTOR CARVACHO Profesor de la Escuela de Sicología UC 77
El Premio Nobel de Literatura 2003, John Maxwell Coetzee visitó por quinta vez el ciclo la "Ciudad y las Palabras". En la ocasión premió a escolares de Colina y Til Til, en un concurso literario que lleva su nombre, y los invitó a "celebrar la Literatura". Campus Lo Contador, 5 de septiembre 2016 Fotografía de César Cortés Dellepiane
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REVISTA UNIVERSITARIA UC