Julio falagan:Pauta viasual 2 columnas 04/03/11 13:59 Página 46
Julio Falagán. La gran empresa del arte Superados sus modestos comienzos, Grupo Empresa Falagán se ha convertido en una de las corporaciones empresariales vinculadas al mundo del arte más importantes del país. Un hecho que no es únicamente debido al pésimo momento por el que pasan sus competidoras sino a la inteligencia y visión comercial de su fundador, Julio Falagán. Texto: Eduardo Bravo
visual 46
“El otro día me llamaron por teléfono. ‘¿Empresas Falagán? No sé si tenemos que hablar con usted’. Y yo, sí yo soy el presidente, yo soy el secretario...’. Querían unos rótulos para su empresa y estamos negociando”. Con esa sencillez que caracteriza a los emprendedores como Bill Gates o Francisco Herrero, Julio Falagán desgrana el día a día del Grupo Empresa Falagán, compañía de la que es, además de fundador, máximo y mínimo responsable. Un holding empresarial dedicado a la realización artesanal de rótulos comerciales que opera en dos de las costas de la Península Ibérica, y en cuyos planes de expansión se encuentra su desembarco en otros países de la Unión Europea, tal vez el continente americano y, por supuesto, la costa cantábrica que le queda por explorar. Un ambicioso proyecto comercial que comenzó de forma humilde en un popular barrio madrileño. “Cuando vine a Madrid vivía en Lavapiés y ahí encontré un montón de tiendas antiguas cerradas. Ahora apenas hay porque están ocupadas por chinos o, en el caso de Lavapiés, por gente procedente de la India. Entre esas tiendas había una galería que se llamaba Wolf Vostell que tenía un vinilo colgado en la puerta. Desde que yo llegué siempre estuvo cerrada, así que cuando v i el vinilo colgando en plan banderola, que se podía sacar y volver a meter, pensé ‘esto me lo llevo a casa, lo repinto y lo vuelvo a colgar’. De ahí salió todo”. Ese pequeño acto que muchos calificarían de ingenuo o naif fue en realidad el detonante de la puesta en marcha del Grupo Empresa Falagán, cuya filosofía, estructura y funcionamiento fueron pronto vertidos por su fundador en un escrito con el que se presentó a la convocatoria de propuestas 09 de AVAM, entidad que estudió la viabilidad del proyecto y no dudó en proporcionarle cierto apoyo económico. “Lo que en principio iba a ser una cosa pequeña, al tener dinero empezó a crecer. Sin esa ayuda se hubiera quedado como algo anecdótico reducido a Madrid pero conseguimos hacerlo por toda España, Andalucía, Valencia, por Portugal... Nos faltó la costa norte que está todavía por hacer. En una ocasión también estuve a punto de trabajar en Andorra pero allí hubo problemas”. Aunque pudiera pensarse que esos problemas se debieron a un desagradable desen-
Julio falagan:Pauta viasual 2 columnas 04/03/11 13:59 Página 47
cuentro con las autoridades del Principado, en realidad los inconvenientes fueron meteorológicos. A día de hoy, Grupo Empresa Falagán nunca ha tenido problemas con las fuerzas del orden gracias, entre otras cosas, a su eficaz protocolo de actuación. “Hay que cubrirse las espaldas. Por si viene la policía, acostumbro a trabajar con mi chaqueta con el nombre de Rótulos G.E.F. (que son las siglas de Grupo Empresa Falagán) y siempre de lunes a viernes, en horario laboral. Cuando era joven me acuerdo que íbamos a las siete de la mañana de un sábado, pero con el paso del tiempo te das cuenta de que hay que hacer todo lo contrario. Si lo hago a las once de la mañana de un lunes, ataviado con el atuendo, con la escalera y sin mirar a los lados... no hay problemas”.
Los comienzos o cómo hacerse a sí mismo Antes de emprender su exitosa carrera como empresario, Julio Falagán tenía una vida desordenada y sin horarios, en parte por su natural tendencia a la bohemia y las bellas artes; en parte por las perniciosas dinámicas del mundo de la publicidad, sector en el que tuvo que empeñar parte de su salud y talento para poder subsistir. “Cuando vine a Madrid lo hice pensando desarrollar mi carrera artística. En Valladolid y Salamanca lo que yo hacía no estaba muy aceptado, pero en Madrid me habían dado algún premio y eso me daba cierta esperanza. Sin embargo, al llegar aquí fue como darme un golpe en la cabeza y me tuve que meter en publicidad porque era lo más rápido. En aquél entonces era fácil. Te metías de becario, funcionabas bien, te querían seguir explotando de becario, te negabas, les decías que t e ibas, te decían que te quedases, te hacían indefinido, te ibas a otra empresa porque te pagaban más o porque te molaba más y así, escalando hasta que encontrabas un sitio que te gustaba. Era como un sueño hecho realidad, siempre que no tuvieras otras expectativas en la vida porque, si tienes otras, trabajar doce, quince horas al día, acaba minando tu otro yo. Además, cuando lo dejas te das cuenta de que h as estado trabajando para el enemigo porque, aunque el veinte por ciento de las campañas pudieran ser positivas, el resto eran cosas para bancos, alcohol, tabacos, hacer campañas para que los menores fumen...”.
visual 47
Julio falagan:Pauta viasual 2 columnas 04/03/11 13:59 Página 48
Bajo la apariencia de desgracias, la vida oculta oportunidades que solo los más avezados saben discernir. Así sucedió con Julio Falagán que, aprovechando el subsidio de desempleo tras abandonar la agencia de publicidad en la que trabajaba y antes de fundar el grupo de empresas que lleva su nombre, retomó sus inquietudes artísticas, lo que llevó a exponer en ferias internacionales tan prestigiosas como ARCO. “Aproveché el paro, luego tuve suerte y enganché algún premio de arte, alguna venta... Viviendo prácticamente al día y pensando cada vez que caía algo ‘dos meses más de vida”, ‘tres meses de vida’. Luego llegó la oportunidad de exponer en ARCO. Solía acudir todos los años y una edición decidí pasarme con una obra debajo de la chaqueta. Seleccioné la galería que más me gustaba y la colgué. Luego les mandé un mail en el que les daba las gracias por darme la oportunidad de exponer con ellos y en el que les decía que la obra era un obsequio para ellos por ser la galería que más me había gustado ese año. Eso lo he repetido en varias ediciones, aunque el último año el proyecto varió un poco porque fui a la feria, la vi, colgué la obra en la galería que más me gustó y por la tarde la robé. Luego les escribí pidiéndoles perdón por no habérsela donado como hacía en otros años”. Después de su éxito en ARCO y sin abandonar nunca su faceta como creador plástico, Julio Falagán puso en marcha el ya mencionado grupo de empresas que ha llamado la atención no solo del público, sino también de destacadas figuras del mundo de la empresa nacional e internacional como Gerardo Díaz Ferrán o Bernard Madoff, quienes no han dudado en aplicar los consejos de Falagán para sus propios negocios. “Normalmente hago una ruta por la ciudad y, cuando veo un sitio, saco el metro que llevo siempre encima con la libretilla, lo mido, apunto las dimensiones, lo hago tranquilamente en el estudio y luego voy un día y lo monto. Cuando estoy fuera de Madrid los tengo que hacer in situ con las pinturas y los materiales que acostumbro a llevar siempre conmigo cuando viajo en coche. Los sitios que elijo son comercios abandonados y nunca trabajo en lugares donde el rótulo pudiera resultar molesto a los vecinos o
visual 48
Julio falagan:Pauta viasual 2 columnas 04/03/11 13:59 Página 49
pudiera provocar problemas a otros comercios. Primero por respeto y segundo porque va a durar dos días y buena gana de trabajar en vano”. El trabajo de Grupo Empresa Falagán destaca, además de por su magnífico acabado y trazo, por su gran dominio de los códigos estéticos y gráficos que recrea, que permiten que los rótulos por ellos realizados encajen como un guante con el sector y época del comercio en el que se ubican. “A la hora de hacer el diseño me imagino lo que podría haber sido el local. Me fijo en rótulos originales que hayan existido en realidad y luego incorporo elementos o frases que vayan bien con el proyecto, como en el caso de la numismática, cuyo lema era ‘nuestra filosofía es el dinero’, o el de la fontanería, que no tenía nada más que la reproducción de detalles de otro rótu lo que existía de verdad y con el que seguro que el dueño trabajó toda la vida sin ningún problema”. A día de hoy, después de varios años en el sector de los rótulos, el ochenta por ciento de los trabajos del Grupo Empresa Falagán sigue en pie. Aquellos que han desaparecido lo han hecho por causa de la piqueta o por decisión de los propietarios del inmueble que, en sus rutinarias visitas para comprobar el estado de sus bienes, deciden retirar el cartel. Una acción que comienza a ser compartida por coleccionistas y aficionados al arte, pues es notorio el gran interés que la labor del Grupo Empresa Falagán está despertando entre la población de todas las edades, especialmente entre los jóvenes que desean iniciar su carrera laboral al costado de un talento comercial como el de Julio Falagán. “Por una parte está muy bien lo de que valoren la obra pero por otra parte es una faena porque me quitan los negocios. También es una satisfacción que la gente se interese laboralmente por mis empresas. He recibido currículos de personas ofreciéndose para trabajar conmigo. A todos les respondo muy correctamente diciéndoles: ‘Hemos guardado su currículum. Nos agrada mucho que le interese nuestra empresa. En el momen to que haya una vacante libre nos pondremos en contacto con usted. Tenga en cuenta que todo esto es por amor al arte y que en caso de ser seleccionado no va a cobrar...’. Todo muy correcto pero dándole a entender que se ha equivocado”. ß
visual 49
Julio falagan:Pauta viasual 2 columnas 04/03/11 13:59 Página 50
Evolución del proceso de creación de un “Cuadro popular” de Julio Falagán.
Cuadros populares. Pintura por sufragio y mayoría visual 50
En paralelo a su faceta como hombre de negocios, Julio Falagán continúa desarrollando su pasión por la pintura y las bellas artes. Entre su vasta producción destaca su intervención en antiguos cuadros de salón sobre los que incorpora elementos de la cultura popular e ingeniosos eslóganes, que igual pueden ser entendidos como delirantes descripciones de nuestra sociedad o incendiarias consignas contra ella. “Los eslóganes de mis cuadros son vivencias. ‘Si te vas no vuelvas’ por ejemplo. ¿Cuántas veces te lo habrán dicho? Son frases que, partiendo de lo más banal, buscan alcanzar algo más profundo, aunque tampoco es una necesidad que leas o te des cuenta de esa profundidad, porque para mí lo principal es hacer cosas interesantes que tengan diferentes niveles de lectura para que las pueda disfrutar todo el mundo. Por ejemplo, a mi padre lo que le molaba de mis cuadros eran los ciervos. Decía ‘pero qué bien pintado está’. Es verdad que yo me callaba para no quitarle la ilusión pero, en todo caso, lo importante era que le había llegado. Lo mismo sucede con lo de escribirlo en español. Mucha gente me dice ‘¿por qué no los haces en inglés?’. Pues porque mi forma de pensar es en español y mis chascarrilos si los pongo en inglés no son iguales. Cuando mi obra sale al exterior, cosa que no sucede muy a menudo, el problema del idioma se soluciona acompañando las obras con un cuaderno de sala con la traducción. Hay otros trabajos que sí los hago en inglés porque lo pide el proyecto. Por ejemplo, una serie de máquinas que tengo, porque me da la sensación de que a la gente una máquina española le parece que funciona peor”. En ese afán por hacer a la gente partícipe de su obra, Julio Falagán ha desarrollado lo que él llama “Cuadros populares”. Obras colectivas fruto de las sugerencias que sus seguidores, o incluso usted mismo si lo desea, le hacen a través de la web www.juliofalagan.com y que él posteriormente plasma sobre el lienzo. “Este proyecto surgió a través de la publicidad. Les encargué mi página web a unos compañeros de la empresa en la que trabajaba y ellos pensaron que había que buscar una fórmula para que la gente entrara de forma continuada. La idea surgió sola: ‘El proyecto de los cuadros populares’. Subiríamos a la web un paisaje típico de salón y lo usaríamos como escenario de las locuras de los
Julio falagan:Pauta viasual 2 columnas 04/03/11 13:59 Página 51
visitantes de mi web. Todo aquel que entre en ella puede aportar ideas sobre lo que le gustaría que sucediera dentro de él. En un ‘Cuadro popular’ nunca hay ideas mías. Son todas de la gente, pero yo las reinterpreto e incluso tengo la última palabra sobre si se incluye o no una idea porque la gente pone cada cosa... La propuesta además supone que, si yo incluyo en la obra tu idea, te mando una imagen digital en alta con un tamaño cercano al A2 para que hagas con ella lo que quieras siempre que no la comercialices. Cuando tenga diez o quince obras, mi intención es hacer una exposición con cartelas en las que aparezca la gente que ha participado, se señale qué cosa ha hecho cada uno e invitarlos a la inauguración en calidad de autores. Para concluir, lo ideal sería hacer un libro recopilando todos los cuadros y el proceso de creación de cada uno de ellos, pero para eso hay que tener financiación”. Aunque resulte sorprendente viniendo de una persona con semejante éxito en los negocios, la financiación sigue siendo clave para el futuro de su carrera artística. Algo que solo se consigue a través de becas, premios y compradores dispuestos a destinar parte de sus ahorros para la adquisición de una obra de arte, a pesar de que algunas de ellas sean ataques directos contra su estilo de vida. “Es cierto que los compradores de mis cuadros son destinatarios de muchas de las críticas que aparecen en ellos. Sin embargo no dejan de ser reflexiones sobre mí mismo, sobre la sociedad, sobre nuestro entorno. Por ejemplo, en uno de mis cuadros pone ‘odio los hombres de traje’ y es posible que sea un hombre de traje el que lo quiera comprar. Si eso sucede, demuestra que esa persona tiene sentido del humor y autocrítica porque, por otra parte, ¿quién te va a comprar ese cuadro? ¿un hombre con chándal? De cualquier manera, si hay alguien capaz de pagar dinero por una pieza mía es que la valora y gracias a eso podré hacer otra pieza más. Si la gente no lo valorase tendría que desdoblarme y dejar de hacer cuadros para hacer otra cosa con la que poder subsistir. Hay gente que piensa que vender cuadros es prostituirse, que el verdadero arte está fuera del mercado. Para mí vender una obra significa tener algo más de tiempo y dinero para poder producir otra. Eso es libertad, y sin libertad no hay arte.” ß
Ejemplos de cuadros y “collages” realizados por Julio Falagán.
visual 51