ramiro 149:Pauta viasual 2 columnas 04/03/11 13:22 Página 8
¿Y con la gráfica, qué hacemos?
No sin su calva Texto: Ramiro Seva (www.ehratas.com) Lo que más define una fotografía es qué muestra y qué oculta. Al igual que un periodista, el fotógrafo decide qué información sacrifica y qué otra protagoniza su mensaje y en esto se la juega. La técnica ayuda a que se entienda más o menos, y puede engrandecer o estropear su comunicación, pero lo más importante siempre es su labor de seleccionador. En ella, lo que queda dentro de campo cuenta, lo que aparece parcialmente orienta o intriga y lo que está fuera no existe. La foto del actor que nos acompaña me sorprendió muchísimo más por lo que oculta que por lo que muestra, pero primero repasemos algunos antecedentes. Johnnie Walker, como White Label, son marcas de whisky que apuestan por el carisma de determinados personajes. Estos últimos han recurrido a de Jeremy Irons, Liam Neeson, Jamie Lee Curtis, Quentin Tarantino, Robert de Niro y unas cuantas celebridades más que me dejo en el tintero para sus campañas. Que Johnnie Walker haga lo propio para potenciar su marca no es lo importante, aunque eso de que elija a Luis Tosar suma mucho a su favor. Desde luego, carisma no le falta. Difícilmente se puede encontrar a alguien con esa capacidad de conmover en registros que van del silencio al grito. Pero no sin su calva. Aún no puedo entender cómo se le pasó a alguien por la cabeza hacerle eso a la de Tosar. Ni siquiera estamos hablando de un primerísimo primer plano que justifique ese corte. A un personaje como él le define más la calva que la parte inferior de la cara y cortársela es como intentar lucir a Woody Allen quitándole las gafas. Por suerte no es algo que parezca tan intencionado como lo que pasó con los carteles electorales de Joaquín Almunia para las elecciones del 2000. En esa campaña alguien dedicó muchos esfuerzos para que la población se olvidara de que el candidato socialista era calvo. Es difícil saber si esa maniobra fue fatídica, pero lo que está claro es que no fue de gran ayuda para frenar su descalabro electoral. Que sí, que los presidentes calvos son más difíciles de ver (y más en Europa)
que la objetividad en un telediario, pero si un partido apuesta por un candidato calvo, más le vale no intentar ocultar su alopecia... Me temo que esos esfuerzos les cundirían más ocultándonos lo realmente malo. Para un profano en la materia sólo hay un par de tipos de calvo, los integrales (tipo Don Limpio) y los parciales, que conservan parte de su cabellera como Tosar. Sin embargo, según uno se documenta un poco, descubre que hasta existe una escala que mide con rigor científico los distintos estadios de la alopecia androgénica. Se trata de la escala Hamilton-Norwood y cuenta con siete niveles para medir de manera estandarizada la desaparición del pelo. Para hacernos una idea, podríamos decir que Luis Tosar se sitúa en el quinto y Almunia en el sexto. Aunque en base a las piezas gráficas comentadas sólo podríamos aventurarnos a situarlos en estadios dos o tres. Estas líneas no tendrían el menor sentido si la maniobra se hubiera realizado con un Nicolas Cage, o con cualquier otro personaje de esos que intentan despistarnos jugando con la limitación de una frente que aparece y desaparece como el Guadiana. Tampoco con los que se empeñan en ocultar los brillos de su cabeza cruzando (en sentido vertical u horizontal) largos pero exiguos cabellos que dibujan sobre ella algo así como un código de barras. No, en esos casos, ayudarles a esconder lo que les avergüenza no sería más que un acto de buena voluntad. Pero volviendo a Tosar, decía que es diferente al caso de Almunia (y evidentemente al de los otros descritos) porque, al menos en otras piezas gráficas de la misma campaña, sí que han lucido su cráneo sin pudor. Por eso especialmente me llevé un chasco cuando me topé con él de esta guisa. Bueno, lo cierto es que el chasco no me lo llevé al instante, tardé algo más de lo habitual en reconocerle, pero supongo que hay quien prefiere perder parte de la esencia con tal de lucir sólo lo mejor. Si Rubalcaba llega a candidato, veremos hasta qué punto quieren ocultar lo evidente. ß
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