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“Bravos. Diseño español de vanguardia” Un repaso a los diseñadores industriales españoles más interesantes e innovadores de la mano de Juli Capella y de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo. Diseño y negocio en un sólo volumen. Texto: Eduardo Bravo
“¿Pinta algo España en el mundo del diseño actual?”, se pregunta Juli Capella en el prólogo de Bravos. Diseño español de vanguardia. La respuesta parece ser un sí rotundo. Al menos a la vista del contenido de este voluminoso libro que recoge la obra y las reflexiones que sobre esa disciplina tienen veintiún de los diseñadores más destacados del país, nacidos con posterioridad a 1960 y entre los que se encuentran figuras ya consagradas, como Martín de Azúa, Curro Claret, Patricia Urquiola, Martí Guixé o Ramón Úbeda, y otras de aparición más
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reciente pero que no tienen nada que envidiar a sus predecesores, como Jaime Hayón, Guillem Ferran, Luis Eslava, El último grito o Stone Designs. Aunque para Capella el diseño español surgido con el nuevo siglo no tiene una unidad debido a la ausencia de escuelas o tendencias claras y homogéneas, lo cierto es que sí que hay una serie de características compartidas, en mayor o menor medida, por esos profesionales. Aspectos como la individualidad, su preocupación por los temas medioambientales, la búsqueda de solucio-
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nes a problemas de nuestra sociedad a través de la creación de objetos, la experimentación, la eliminación de las fronteras entre las diferentes disciplinas relacionadas con su actividad o el humor y la ironía presentes en muchas de sus propuestas. De entre todas esas características enunciadas por Capella, la que más sorprende es la que hace referencia a los “Concursos y becas”, sobre la cual afirma el autor que los diseñadores españoles actuales “se han vuelto profesionales de las ayudas oficiales, de los concursos y de las becas”. Un hecho que no
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sorprende, dado el interés de las autoridades e instituciones por promocionar especialmente (tal vez deberíamos decir únicamente) aquellas facetas del diseño que se puedan cuantificar en datos de exportación y rendimientos económicos tangibles. Buena prueba de ello es el hecho de que el co-editor de este volumen junto con Lunwerg sea la AECID (Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo), cuya Secretaria de Estado afirma en el texto “el diseño como imagen de una nueva españa (sic)” que “Bravos es un libro
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destinado a divulgar nuevas experiencias artísticas, y orientado también a promocionar la industria”. En todo caso y sea cual sea su intencionalidad política última, lo cierto es que Bravos es un interesante catálogo de lo que está pasando en el diseño industrial actual a través de los testimonios de aquellos que lo están haciendo realidad. Un libro al que merecerá la pena regresar de cuando en cuando para ver si el paso del tiempo ha sido justo y no excesivamente severo con los objetos y reflexiones que en él se contienen. l