nano 142:Pauta viasual 2 columnas
14/1/10
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Lo siento, no hablo diseño Texto: Nano Trías Mucho antes de saber que me dedicaría al diseño, yo estudié Derecho. Al menos lo intenté, aunque sin demasiada gana. Mientras mis compañeros pasaban de curso, yo me iba de oyente a Historia del Arte, o a Filosofía, o a Periodismo. En las demás facultades trataban temas mucho más divertidos y, además, nadie me iba a examinar de ellos. Mi desinterés tiene una explicación. Comenzó con la segunda clase de derecho que tuve: Derecho romano, fundamento esencial del Derecho Civil que hoy rige, sin demasiados cambios, nuestras vidas. Nunca olvidaré cómo un señor con más años que Matusalén se presentó como el catedrático Menganito y, sin mediar palabra, comenzó a recitar en latín una retahíla que se alargó durante una hora. Ignoro si aquel abuelete había memorizado a Ulpiano, o es que hablaba latín así de fluido y nos daba la bienvenida. Y no pude averiguarlo porque fue la última vez que asistí a una de sus clases. En esas horas que me quedaban libres me iba a oír a Valeriano Bozal, a Fernando Checa, o practicaba mis faroles al mus. Aunque no le volví a ver, sí aprendí una valiosa lección. Aprendí que a nadie le gusta una cosa que no comprende. Aprendí que la comunicación debe ser atractiva porque nadie presta atención a una verdad fea, por muy cierta que sea. Aprendí que las cosas que aquel ancianito daba por obvias, no eran tan obvias para los que le escuchábamos... ¡Ah! y aprendí que yo no iba a ser abogado. Muchos años después me gano el pan como diseñador gráfico. Como nos pasa a casi todos en este sector, me apasiona mi profesión. Cuando me llega la publicidad de
Alcampo veo si las planchas están desajustadas antes que las ofertas, y cuando alguien me da su tarjeta la chasqueo entre los dedos para ver el gramaje antes de leerla. He aquí que una importante papelera nos envía un pequeño libreto para mostrar lo bien que se imprime en uno de sus papeles. Bajo el título “¿Qué es diseño?” muestran las respuestas a dos preguntas: ¿Qué es diseño? y, ¿Posees algún objeto de diseño? Los encuestados van desde un logopeda a un estudiante rapero. Las respuestas, tan variopintas como los entrevistados, y el panorama, ligeramente desangelador. Unos lo relacionan sólo con la moda, otros sólo con el diseño industrial; los más relacionan el diseño con elitismo, o con futilidad, o con pijerío; algunos con algo muy abstracto que trata de mejorar algo que no sabría decirte. Pocos reconocen poseer un objeto de diseño, y alguno que afirma tenerlo lo reconoce sólo en los muebles de Ikea. ¡Hay que ver que burrita que es la gente! Mira que seguir en este plan en pleno siglo XXI. ¿Será posible que a estas alturas…? Un momento… ¡¡Nos hemos convertido en catedráticos de Derecho Romano!! ¿No os dais cuenta? ¡La sociedad no ha comprendido nada! ¡Estamos hablando en latín a un chaval de dieciocho años que no está entendiendo nuestro idioma! Esperemos que aún no haya terminado la primera clase, porque puede que éste no vuelva más. Cuando decida que no le interesa eso tan raro que no entiende, podremos cambiar el discurso tanto como queramos, que ni siquiera nos escuchará. Cuando uno descubre que es un viejo catedrático de Derecho Romano se suele asustar bastante, así que corrí a ver las opi-
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niones de quienes hablan el mismo idioma que yo, a ver si descubría cuándo abandonamos el lenguaje de la calle para empezar a hablar latín. Buscad y leed lo que pone la Wikipedia para “diseño”. Basta con que lleguéis hasta el primer apartado. Bueno, puede que la Wikipedia dé una definición demasiado formal. Quizás sea mejor ver lo que opinan los implicados: busquemos “¿qué es el diseño?” en Foroalfa. ¡Ahora si! Muchísimo más claro. No es que hablemos latín, es que en Babel eran sordomudos en comparación a la que tenemos montada aquí: hay diseño de moda, gráfico, de producto, industrial, de información, arquitectónico, urbanístico… Para unos los diseñadores somos artistas, para otros somos técnicos, para otros ingenieros y para otros programadores. Lo peor de todo es que a ninguno le falta razón, y ninguno la tiene del todo. Algunos no se si tienen razón porque no he entendido nada de lo que decían. En este caos ¿cómo queremos que la sociedad se implique? ¿Cómo convences a los responsables de una PYME que el diseño es innovación y desarrollo? ¿Cómo justificas lo que vas a cobrarles por tu trabajo? ¿Qué atención te van a prestar si no entienden a qué te dedicas? Les dará igual que nos asociemos, que nos demos premios, que creemos centros expositivos o que nos hagan un museo. Sólo iremos nosotros, porque nadie más va a entender lo que allí se dice. Debemos continuar con la labor de promoción del diseño ¡qué duda cabe!, pero antes de seguir convendría comprobar en qué idioma está ¿no? l