Un libro en el que caben 700 pingüinos Tras el inesperado éxito entre el gran público del libro “Penguin by design” de Phil Baines en el que, con motivo del 70 aniversario del nacimiento de la editorial inglesa, se hacía un repaso a la historia gráfica de Penguin, esta compañía ha dado un paso más allá y ha puesto a la venta “Seven hundred penguins”. Con este nuevo título, los responsables de la editorial han querido responder a una pregunta
trascendental para el éxito de una empresa como la suya: “¿qué es una buena o mala portada?”. Después de consultar a diferentes personas, la conclusión a la que llegaron es que hay tantas respuestas como individuos preguntados, razón por la cual decidieron reformular la pregunta. En este segundo intento, la redacción fue tan sencilla como: “¿cuál es tu portada de Penguin favorita?”.
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De esta forma, trabajadores de todas las oficinas de Penguin del mundo han confeccionado este libro de libros que contiene una colección de setecientas piezas, algunas de las cuales llevan la firma de diseñadores de la talla de Jan Tschichold o David Pelham y que ya forman parte de la historia del diseño del siglo XX. Un volumen que, en palabras de uno de sus artífices, Jim Stoddart, funciona
como una estantería en la que se acumulan recuerdos, memoria y sentimientos. Un trabajo que pone de manifiesto la importancia y trascendencia de las cubiertas de Penguin. Según Stoddart, que un libro sobreviva 20 ó 30 años es todo un logro. Que lo haga 50, 60 ó 70 años, como les sucede a muchos de los títulos de esta editorial, es un hecho que los cataloga como antigüedades. Sin embargo, a
diferencia de lo que ocurre con ese tipo de productos, que suelen alcanzar precios desorbitados, los libros de Penguin pueden comprarse en puestos de segunda mano por menos de lo que cuesta un paquete de cigarrillos. Un magnífico ejemplo que demuestra, una vez más, esa filosofía que ha hecho tan popular a esta editorial: publicar buena literatura y hacerlo con una presentación
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exquisita sin que ello suponga un coste económico excesivo. Algo que llevan haciendo desde aquellos tiempos remotos de las sencillas cubiertas de franjas naranjas, hasta la actualidad con, por ejemplo, la reciente reinterpretación de los clásicos a través de las portadas realizadas por grandes artistas del cómic internacional como Art Spiegelman, Cris Ware, Charles Burns, Seth o Jason. l