Axis Mundi c贸smica, eje del mundo, pilar del mundo, centro del mundo Expresa un punto de conexi贸n entre el cielo y la tierra donde los cuatro puntos cardinales se encuentran. La imagen axis mundi aparece en todas las regiones del mundo y adopta muchas formas En este punto, los viajes y la correspondencia se hace entre los reinos superiores e inferiores.
“El cielo se concibe como una inmensa tienda sostenida por un pilar central; la estaca de la tienda o el poste central de la casa se asimilan a los Pilares del Mundo. Al pie del poste central tienen lugar los sacrificios en honor del Ser supremo celeste; esto da una idea de la importancia de su función ritual… se concibe como una escalera que lleva al cielo: los chamanes trepan por él en su viaje celestial, y es por la abertura superior por donde salen volando”. • M. Eliade, Le chamanisme et les techniques archaiques de l'extase, París, 1951, pp. 238 ss.
Templo Amarnath, India El monte Kailash
Constantin BrâncuĹ&#x;i
La Columna del Infinito, el obelisco de Brancusi
Arbol de higuera de Bengala, india
Paisaje con el sueño de Jacob, C. 1690, by Michael Willmann 1690, por Michael Willmann
Los ángeles Escalera de Jacob en la fachada oeste de la Abadía de Bath.
โ ข El simbolismo del pilar de las viviendas campesinas depende asimismo del "campo simbรณlico" del axis mundi. En muchas habitaciones arcaicas el pilar central sirve, en efecto, como medio de comunicaciรณn con el cielo.
El vuelo mágico"expresa la inteligencia, la comprensión de las cosas secretas o de las verdades metafísicas......Aquel que comprende tiene alas". Mircea Eliade
• El vuelo Supremo de Mircea, es un equivalente de la felicidad puesto que simboliza la ascensión, la trascendencia, la superación de la condición humana. El vuelo proclama que la gravedad ha sido olvidada, que se ha efectuado una mutación ontológica en el ser humano. Universalmente extendidos son los mitos, cuentos y leyendas relativos a los héroes o a los magos que circulan libremente entre la tierra y el cielo.
• Las limitaciones materiales y temporales del hombre, han provocado siempre en éste un deseo de búsqueda de lo esencial y lo eterno. • Es en el pensamiento religioso donde se encuentra la clave de la trascendencia. • "Envidiamos la suerte del pájaro y prestamos alas a lo que amamos, porque sabemos por instinto que, en la esfera de la felicidad, nuestros cuerpos gozarán de la facultad de atravesar el espacio como el pájaro el aire". El vuelo está relacionado con el espacio y con la luz; psicológicamente es un símbolo del pensamiento y de la imaginación. • Según Toussenel, en Le Monde des Oiseaux
• La imagen del árbol cósmico proporciona un símbolo del eje que une los tres planos: el cielo (ramas), tierra (tronco) y el inframundo (raíces).
TEMPLO, BASÍLICA, CATEDRAL
Esto no quiere decir tan sólo que la «geometría celeste» haya hecho posible las primeras construcciones, sino ante todo que los modelos arquitectónicos, por encontrarse en el Cielo, participan de la sacralidad urania. la santidad del templo está al servicio de toda corrupción terrestre, y esto por el hecho de que el plano arquitectónico del templo es obra de los dioses y, por consiguiente, se encuentra muy próximo a los dioses, al Cielo. Los modelos trascendentes de los Templos gozan de una existencia espiritual, incorruptible, celeste. Por la gracia de los dioses, el hombre accede a la visión fulgurante de esos modelos y se esfuerza, acto seguido, por reproducirlos en la tierra.
En las grandes civilizaciones orientales —desde Mesopotamia y Egipto a la China y a la India—, el Templo ha conocido una nueva e importante valoración: no es sólo una imagro mundi, sino que es la reproducción terrestre de un modelo trascendente.
«Tú me has ordenado construir el Templo en tu santísimo Nombre, así como un altar en la ciudad donde Tú habitas, según el modelo de la muy santatienda que habías preparado desde el principio» (Sabiduría, IX, 8).
Para el pueblo de Israel, los modelos del tabernáculo, de todos los utensilios sagrados y del Templo fueron creados por Yahvé desde la eternidad, y fue Yahvé quien los reveló a sus elegidos para que fueran reproducidos en la tierra. Se dirige a Moisés en estos términos: «Construiréis el tabernáculo con todos los utensilios, exactamente según el modelo que te voy a enseñar» (Éxodo, XXV, 8-9); «Mira y fabrica todos estos objetos según el modelo que se te ha enseñado en la montaña» (Ibid., XXV, 40).
“Universo”
Cúpula
N
"Puerta del Paraíso"
Basílica Santa Lucia O
E
“Tierra” S
El umbral
SĂmbolos
En los niveles más arcaicos de cultura esta posibilidad de trascendencia se expresa por las diferentes imágenes de una abertura: allí, en el recinto sagrado, se hace posible la comunicación con los dioses; por consiguiente, debe existir una «puerta» hacia lo alto por la que puedan los dioses descender a la Tierra y subir el hombre simbólicamente al Cielo
Templo de Vesta Techo era cónico con una abertura para permitir la salida del humo. Dentro de la cella no se encontraba la estatua de culto, sino solo el fuego sagrado.
COSMOGONÍA Y SACRIFICIO DE CONSTRUCCION
En el sudeste de Europa, estos ritos y creencias han dado origen a admirables baladas populares que escenifican el sacrificio de la esposa del maestro albañil, a fin de que una construcción pueda terminarse En la cultura de la India se trata de equiparar la casa al Cosmos No se cambia de morada con ligereza, porque no es fácil abandonar el propio «mundo». La habitación no es un objeto, una «máquina de residir»: es el universo que el hombre se construye imitando la Creación ejemplar de los dioses, la cosmogonía.
Monasterio de Argesh en Rumania
La arquitectura sagrada no ha hecho sino recoger y desarrollar el simbolismo cosmológico presente ya en la estructura de las habitaciones primitivas. A su vez, la habitación humana había sido precedida cronológicamente por el «lugar santo» provisional, por el espacio consagrado y cosmizado provisionalmente . Dicho de otro modo, todos los símbolos y los rituales concernientes a los templos, las ciudades y las casas derivan, en última instancia, de la experiencia primaria del espacio sagrado.
Bibliografía • M. Eliade, Le chamanisme et les techniques archaiques de l'extase, París, 1951, pp. 238 ss.