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Los marginales
Los marginales.
Los SAJÁROV.
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(Alexandre Sajárov, Mariúpol, Rusia, 26 de mayo de 1886 - Siena, Italia, 25 de septiembre de 1963).
Clotilde von Derp (Berlín, 1895 - Roma, 11 de enero de 1974).
La irradiación artística de la pareja de bailarines que forman Alexandre y Clotilde Sajárov no puede afiliarse a la corriente de la danza expresionista de la Europa central, igualmente que no puede adscribirse a la de la modern dance americana. No obstante, por el espíritu y la forma de su danza, los Sajárov ofrecen a la historia de la danza moderna una obra de gran honradez que puede asimilarse a una auténtica forma de nueva expresión desligada de la utilización de la técnica clásica tradicional.
Juntos, los Sajárov realizan una brillante carrera de bailarines independientes interpretando sobre todo solos compuestos por Alexandre. Los dos se expresan libremente fuera de toda servidumbre técnica. Para ellos, su danza es el reflejo sincero de la emoción que sienten y que traducen por su propia música del movimiento, sin creación de una técnica particular; la música es, para Alexandre Sajárov, el elemento primordial que dirige su composición coreográfica.
Siguiendo el ejemplo de los pioneros de la danza moderna, Isadora Duncan y Ruth St.Denis, estos dos bailarines europeos conciben y transportan la música con sus danzas, de una manera visual.
Alexandre Sajárov tiene la pretensión de percibir distintamente la «materia íntima de cada sonido» de la composición musical, lo que le permite visualizar la música, expresando con sus propios movimientos corporales los diferentes sonidos.
En lo que concierne a la transposición de la obra musical en movimientos, Sajárov dice: «Es necesario introducirse, comprendiendo el sentido, la vida. Es preciso hacerla entrar en nuestro espíritu e impregnar todo nuestro cuerpo, uno mismo debe abandonarse para convertirse en la obra», y prosigue: «si realizamos la obra con nuestro cuerpo, no hace falta que la melodía parezca fluir de éste —esto sería todavía demasiado poco—, sino que ésta debe emanar de nosotros mismos, ya que nosotros la hemos encarnado. Es entonces cuando se puede decir que los movimientos expresan verdaderamente la música».
Alexandre Sajárov no compone únicamente las danzas que interpretan Clotilde y él mismo; crea también todos los trajes, generalmente lujosos, que llevan en escena. Desde su más tierna edad se sintió atraído por la pintura, por la cual manifestó siempre una gran inclinación. Antes de ser bailarín, deseaba convertirse en pintor; la pintura le había sido revelada por un telón de fondo de un teatro, que
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representaba una puesta de sol sobre la bahía de Ñapóles, cuando era todavía un niño.
En lo que concierne a la indumentaria de danza, Sajárov desea que el atuendo sea «la envoltura exterior que está estrictamente dictada por todo lo que contiene y expresa la danza» y quiere que «el vestuario esté en armonía perfecta con el espíritu de la danza, con los movimientos, y debe ser concebido para la danza misma».
Para la historia de la danza, serán un «momento», el caso aislado de «los Sajárov». No han creado escuela. No han ejercido ninguna influencia en Europa ni en Estados Unidos. No han sido un foco de estimulación para nuevas generaciones; no fueron más que los realizadores más logrados de lo que, mucho antes que ellos, Isadora Duncan y sobre todo Ruth St.Denis habían innovado con su procedimiento de danza-visualización.
Su obra, que no tiene nada de revolucionaria, es un ejemplo único de conciencia artística, de fidelidad a un mensaje que no tiene otra ambición que la de expresarse en un lenguaje personal que rechaza toda influencia exterior que no sea su amor por la danza, al servicio de un abanico musical que se extiende desde Lully hasta Ravel, pasando por Bach, Haendel, Chopin, Schuman, Chabrier, Fauré, Albéniz, Debussy y otros compositores menos conocidos.
Su vida, su carrera.
Desde su adolescencia, Alexandre Sajárov manifestó una acentuada atracción por las artes y particularmente por la pintura. Así que renunció sin pena a sus estudios de derecho y, a los dieciocho años, lo encontramos en París donde, primero, fue alumno de Bouguereau en la Academia Julián. Pero un día asiste a una representación de Sarah Bernhardt. Es para él el instante de la conversión. Súbitamente, decide convertirse en bailarín, vivamente emocionado por la interpretación y el «gesto» de la célebre trágica.
Se pone entonces a trabajar a fin de hacer de su cuerpo un instrumento maleable para la expresión corporal. Practica especialmente ejercicios de acrobacia. En 1905 se traslada a Munich con la intención de estudiar seriamente la danza, pero allí encuentra sobre todo pintores: Jawlensky, Marianne von W erefkin, Kandinsky, Paul Klee, Gabrielle Münter, Bechtéiev, que en su mayoría son miembros de la asociación Blaue Reiter. A la manera de estos artistas pintores que renuncian al estilo tradicional, Alexandre Sajárov renuncia también a lo tradicional. Señalado como el más representativo de una «danza absoluta», su estilo es considerado como un estilo de «libre música de movimientos».
Es asimismo en Munich, en 1912, con motivo de una fiesta de la prensa, donde encuentra a Clotilde von Derp, que se convertiría en su mujer —se casaron en 1919 en Zurich— y será sobre todo su fiel colaboradora.
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Clotilde es una joven y encantadora alemana que ha estudiado el violín desde la edad de cinco años, y también la danza, para la cual muestra desde muy joven unas disposiciones excepcionales. Cuando encuentra a Alexandre Sajárov, ha comenzado ya su carrera de bailarina en las producciones de Max Reinhardt. Ha hecho ya su aparición en Londres con El sueño de una noche de verano y creado en Munich, en el Residenz Theater, las dos danzas de la ópera de Richard Strauss Ariadne aufNaxos.
En 1914, Clotilde von Derp se reúne con Sajárov y ambos deciden proseguir juntos su carrera de bailarines. Dan sus primeros recitales. En 1918 viajan por Alemania y Escandinavia para ofrecer sus representaciones. En 1920, bailan en Nueva York, a donde no volverán más que otra vez en el curso de su carrera.
En 1921 es cuando Alexandre y Clotilde Sajárov hacen su debut en París; aparecen en la cartelera del Teatro de los Campos Elíseos, del Trocadero y del Teatro Mogador. En 1925 participan en las manifestaciones de las Artes Decorativas. En 1926, Alexandre crea su Dame Macabre (Danza macabra) (m: C. Saint-Saens).
Desde. 1930 empiezan sus giras internacionales que proseguirán durante veinte años. Van dos veces a Extremo Oriente, en 1930 y 1932 (China, Japón, Java). Bailan en Egipto en 1932. En 1935 se trasladan a América del Sur (Brasil, Uruguay). Mientras tanto, se presentan con frecuencia en París. En 1931, Alexandre Sajárov crea La Bourrée Fantasque (m: E. Chabrier) con un traje inspirado en los dibujos de Jacques Callot. En 1937, inauguran el Théátre du Bosquet des Rocailles, en Versalles, y el año siguiente bailan ante el Palacio de los Papas, en Aviñón.
En 1940 la guerra les sorprende en París, parten entonces hacia Lisboa, antes de emprender un largo periplo que les conducirá a numerosos países de América del Sur: Brasil, Uruguay, Argentina, Chile y Perú.
En 1949 vuelven a París, donde bailan en el Teatro de los Campos Elíseos. Algunos años más tarde aparecerán por última vez en público en Roma y después en Siena, en la cripta de la Catedral de San Domenico.
Los Sajárov acaban su carrera en Italia, donde, desde 1955, reparten su actividad de profesores entre Siena, en la Academia Musical Chigiana, y Roma, donde abren una escuela en el Palacio Doria.
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