Contribuciones de artistas nacionales a la danza
El BAM Actual Ballet de Santiago, elenco estable del Teatro Municipal, inicialmente, y de la Corporación Cultural de Santiago, en la actualidad. Se fundó el 13 de abril de 1959 gracias a la iniciativa del maestro Octavio Cintolesi (1924-1999), quien fue además su primer director artístico. En sus inicios la compañía logró dar a conocer los clásicos de la danza mundial en el país e integrar, además, una visión moderna en sus creaciones, ampliando el acceso a sectores más populares.
A partir de finales de los años cincuenta, en coherencia con el proceso sociohistórico de valorización de la cultura popular y de lo local, se dio inicio a la búsqueda de un lenguaje dancístico nacional que pudiera reflejar la realidad y la cultura chilenas. Los principales elencos de le época, como el BANCH y el recién fundado Ballet Municipal de Arte Moderno (BAM), comenzaron a reflexionar sobre el rol social de la danza. Desde la formación de la primera escuela de danza de la Universidad de Chile y del BANCH habían surgido figuras claves para el desarrollo de la danza moderna en el país, como Patricio Bunster, Malucha Solari, Octavio Cintolesi y Joan Turner —la que si bien era de origen británico, realizó gran parte de su carrera artística en Chile—. Estos artistas, herederos del expresionismo de Joos, dieron las primeras luces de una identidad en la danza chilena, a través de puestas en escena relacionadas temáticamente al territorio y contexto nacional. El estreno de Calaucán, en 1959, sería el hito que marcaría el inicio de una corriente propiamente americana en Chile. Creada por Patricio Bunster, y basada en el Canto General de Pablo Neruda, esta coreografía de corte histórico, fue estrenada por el BANCH. La obra narraba la historia del indígena americano de manera realista y apartándose de los códigos europeos, dando inicio a la conformación de una estética y lenguaje local propio y arraigado a problemáticas sociales. En 1965, el Teatro Municipal de Santiago se sumó a esta corriente acogiendo al Ballet Folklórico Pucará, subvencionándolo como cuerpo estable de la institución e integrando sus obras a la programación. Esto significó la diversificación del repertorio que este espacio ofrecía, pues a las coreografías de tradición clásica a cargo del BAM, se sumaría la propuesta artística de Pucará, con raíces folclóricas y un fuerte compromiso político. El mismo año se fundó el Ballet Aucamán, que a partir de 1969 se llamaría Ballet Folklórico Nacional (Bafona). Antes de dar término a la década, en 1969, el Ministerio de Educación hizo su contribución a las artes dancísticas, constituyendo el Ballet Nacional de Danza Contemporánea y la Escuela de Danzas Coreográficas.
Octavio Cintolesi dirige ensayo de ballet en el Teatro Municipal. Centro de Documentación de las Artes Escénicas (Centro DAE), Teatro Municipal de Santiago.
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Bafona: El potencial educativo de la danza • Cuaderno pedagógico