200 años Guatemala | Tomo I (1800-1892)

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Municipalidad de Guatemala

Ricardo Quiñónez, Alcalde / Carlos Soberanis, Síndico 1 / Fernando Rodríguez, Gerente de Planificación / Mario Roberto Paz, Presidente del Consejo Consultivo / Adolfo Méndez Vides, Presidente del Consejo Cultural / Ricardo Rodríguez, Unidad del Bicentenario

Dirección del Centro Histórico

Griscelda Cruz, Directora / Luisa Castellanos, Diseño y Diagramación / Aníbal Chajón, Investigación y Texto / Jose Miguel Del Cid, Edición de Texto y Selección Fotográfica / Edy Muñoz, Coordinación de Fascículos

Dirección de Planificación Urbana

Silvia García, Directora / Guillermo Aguirre, Ilustración

TOMO 1 / 1800-1892

Esta es una producción de la Municipalidad de Guatemala, con el apoyo de Banco Industrial para el fortalecimiento de la educación en Guatemala.

Ricardo Quiñónez

Alcalde de la ciudad de Guatemala

Guatemala es rica por su entorno natural. Tiene tierras fértiles, imponentes volcanes y montañas, y hermosos ríos y lagos. A eso hay que agregarle la simpatía y laboriosidad de su gente. Hemos pasado por cientos de sucesos y cada uno ha marcado el rumbo de nuestra historia. La antigua civilización maya, por ejemplo, nos enseñó mucho sobre agricultura, matemática, ingeniería, arquitectura, urbanismo, comercio y astronomía. Transcurrieron los siglos hasta que, en 1492, los pueblos originarios de América se encontraron con los españoles, un hecho que marcó un importante punto de inflexión en nuestro destino.

Entre 1524 y 1773, la Ciudad de Santiago de los Caballeros estuvo en tres distintos lugares: en Iximche’, Chimaltenango; y en los valles de Almolonga y de Panchoy, localizados en Sacatepéquez. Finalmente, en 1776, fue trasladada al llano de la Virgen, donde al poco tiempo adquirió el nombre de Nueva Guatemala de la Asunción, nuestra actual capital. Lógicamente, hubo muchos otros sucesos a partir de entonces, como la firma del Acta de Independencia, la proclamación de Guatemala como República, y la época de cuando la Ciudad empezó a tomar elementos arquitectónicos y urbanísticos de la París de finales del siglo XIX.

Los eventos anteriores forman parte de los primeros cuatro capítulos, de un total de 12, que componen esta investigación elaborada por la Municipalidad de Guatemala. Los invito a sumergirse en estas páginas para conocer más sobre nuestra historia. Estoy convencido de que este material será valioso en la formación y educación de nuestros ciudadanos.

Construir una nación

Crear una nación no es una tarea fácil; requiere un esfuerzo en común de todos los ciudadanos para buscar quiénes quieren ser, qué quieren crear y cómo lo harán. Este plan de acción es aún más difícil de formular y ejecutar cuando se habla de un país multicultural y diverso como lo es el nuestro.

Para Banco Industrial, es importante educar a los jóvenes sobre la historia de su país y de los primeros pasos que se tomaron para que Guatemala sea lo que es hoy. Buscamos el desarrollo de nuestra comunidad a través de compartir el conocimiento de los eventos históricos antes, durante y poco después de la Independencia.

La historia de nuestra nación nos permite ver la evolución de nuestros sistemas, ideologías, gobierno, cultura y tecnologías. Los cambios que han hecho de nuestra nación lo que es ahora y cómo ha sido formada la identidad de cada guatemalteco por los millones de habitantes que han tocado el mismo suelo en el que ahora caminamos.

Vemos hacia el pasado para buscar un futuro lleno de cambios, de innovación y de un progreso lleno de amor hacia nuestra patria y un desarrollo perpetuo. Banco Industrial te invita a leer estas páginas, descubrir y aprender más acerca de lo que nos impulsa a ir siempre hacia adelante.

Presentación

Aprincipios del siglo XIX empezaron las ideas de libertad, lo cual provocó inestabilidad económica, política y social en el Reino de Guatemala. Eso se evidencia con la misma firma de Independencia, el 15 de septiembre de 1821, pues en tan solo tres meses, el Istmo decidió su anexión a México.

Fue hasta el 1 de julio de 1823 que se firmó la emancipación definitiva, pero la fragmentación centroamericana ya era evidente. En esa misma centuria quedaron formados cinco nuevos países: Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica; de hecho, el territorio guatemalteco se declaró República el 21 de marzo de 1847. Fue hasta entonces que se empezaron a tomar decisiones diplomáticas y comerciales de forma autónoma; había empezado una nueva era.

A partir de la segunda mitad de ese mismo siglo, Guatemala se unió a la tendencia globalizadora a través de la exportación del café. La capital adquirió nuevos bríos con la construcción de edificios, bulevares, paseos, parques y quioscos al estilo europeo. Eso, lamentablemente, provocó una ruptura con las culturas originarias. No obstante, con el paso del tiempo, la sociedad guatemalteca ha logrado apreciar lo extranjero sin demeritar sus grandiosas y admirables raíces.

Tabla de Contenidos

Capítulo 1 / Guatemala antes de la Independencia

Política

Arquitectura y Urbanismo

Personaje Histórico / Atanasio Tzul y el levantamiento de 1820

Economía

Población / El levantamiento de Santa Catarina Ixtahuacán

Capítulo 2 / Guatemala y su Independencia

Economía

Personaje Histórico / Dolores Bedoya de Molina

Arte y Cultura

Política

Sociedad / La Iglesia católica en el proceso de Independencia

Población / La liberación de los esclavos

Indumentaria

Arquitectura y Urbanismo

Capítulo 3 / La República de Guatemala

Política

Sociedad / Una nueva devoción

Personaje Histórico / Rafael Carrera y la sociedad de su tiempo

Indumentaria

Arquitectura y Urbanismo

Población / El Ómnibus

Economía

Arte y Cultura

Capítulo 4 / La pequeña París

Economía

Política

Sociedad / Vicenta Laparra de la Cerda, José María Reyna Barrios

Arquitectura y Urbanismo

Personaje Histórico / Rafael Álvarez Ovalle

Indumentaria / La moda de la pequeña París

Arte y Cultura

Créditos

Glosario Agradecimientos

Capítulo 1: Guatemala antes de la Independencia

¡Guatemala feliz…! que tus aras no profane jamás el verdugo; ni haya esclavos que laman el yugo ni tiranos que escupan tu faz.

Guatemala antes de la Independencia

El primer cuarto del siglo XIX constituye un periodo que abunda en altibajos. La fluctuación que lo caracteriza se debe a que en esta época tienen lugar varias situaciones que, combinadas, dan origen a la leve pero siempre irresistible idea de la libertad.

Fue la época de Napoleón y José Bonaparte, de Carlos IV y Fernando VII; de las Cortes de Cádiz y Antonio Larrazábal, de Miguel Hidalgo, de José de Bustamante y Atanasio Tzul, de los levantamientos de El Salvador y León, de Tegucigalpa y la Conjura de Belén…

Pero también fue el espacio temporal para que la capital del reino de Guatemala se asentara osada en un nuevo territorio, mostrándose esperanzada en un futuro de mayores glorias… es el momento de la llegada del Neoclasicismo; es el periodo brillante de José de Sierra, de Bernardo Ramírez y Pedro Garci Arguirre, de Santiago Marquí y Francisco Cabrera. Lo es también para los vestidos estilo primer imperio, para las primeras mengalas y los cortes tipo morga. Para la lectura de Voltaire, de Rosseau, Montesquieu y Holbach (aunque estuvieran prohibidas).

No podría haber sido de otra manera: habían transcurrido un poco más de 3 siglos de la conquista y establecimiento de las potencias europeas en América. El dominio era insostenible para entonces. No obstante, para que la llama de la libertad flameara en el nuevo continente, debieron ocurrir varias cosas allá, que, sumadas a las de aquí, dieron como resultado un feliz término, no sin antes teñir de rojo nuestro suelo americano, en algunos sitios más que en otros.

El presente fascículo aborda los hechos suscitados en la época previa a la Independencia, las instituciones y personajes sobresalientes, las estrategias implementadas y, de forma general, el panorama mundial en los días próximos al ocaso del dominio europeo.

Política

Diferentes épocas mismas inquietudes

En la actualidad se tiene la impresión que los inicios del siglo XIX fue una época serena, organizada y bucólica. Sin embargo, la realidad fue distinta. Los seres humanos de aquel tiempo, como los actuales, tenían las mismas inquietudes, sueños y necesidades que los de siempre. Fue la época en que se proclamó la Independencia, que fue producto de diversos factores, entre los que se pueden mencionar los sociales, religiosos, políticos y económicos.

El reino de Guatemala

Desde el siglo XVI se había organizado un territorio controlado desde la ciudad de Guatemala1, era conocido como reino de Guatemala, aunque su organización se debía a que contaba con un supremo tribunal de justicia, denominado Real Audiencia. El territorio abarcaba desde el actual Chiapas hasta Costa Rica. Cada provincia contaba con sus autoridades, pero todas dependían de la ciudad de Guatemala.

Las decisiones de la monarquía

Para 1800, la situación política no era favorable. Desde el gobierno de Felipe V (1700-1746) pero mucho más durante el reinado de Carlos III (1759-1788), las élites locales habían sido desplazadas de los puestos importantes por españoles recién llegados, llamados peninsulares o chapines. Así, las élites conformadas por españoles cuyos antepasados se habían establecido en Guatemala desde los siglos XVI y XVII, conocidos como criollos, estaban resentidos ante las decisiones de la monarquía. Por otra parte, se habían eliminado los privilegios a las élites indígenas, descendientes de la nobleza originaria. La crisis más fuerte de este fenómeno se vivió en Perú, en una revuelta entre 1780 y 1781 que cobró millares de víctimas indígenas. En Guatemala no hubo violencia, pero sí se empobreció a las élites nativas. Por otra parte, el poder centralizado de la ciudad de Guatemala disminuyó notablemente en 1785 y 1786, cuando Carlos III dividió el reino en Intendencias, lo que también perjudicó a la élite capitalina.

1 En España se crearon las Leyes Nuevas; esto dio lugar a que en 1544 se estableciera la Real Audiencia de los Confines. Luego de tener por sede Gracias a Dios, las autoridades de la Real Audiencia se trasladaron a Santiago de Guatemala, convirtiéndola de esa manera, en la capital del reino.

3 Carlos III retratado hacia 1765 por Anton Raphael Mengs, Museo del Prado | https://es.wikipedia.org/wiki/Carlos_III_de_Espa%C3%B1a

Una demostración de poder

Otra medida notable de Carlos III fue la intención de demostrar a toda la población que el rey era la única autoridad en sus dominios. Cuando sus consejeros acusaron a los jesuitas de un atentado contra el rey, en 1766, ordenó que fueran expulsados de todos sus territorios, orden que se cumplió en 1767. Todos los religiosos quedaron sorprendidos porque esto podría ocurrirle a cualquiera que se opusiera, efectiva o supuestamente, contra el monarca. En Guatemala, el gobernador Martín de Mayorga convenció al rey que una forma de demostrar su poder era trasladando la capital, con el pretexto de los terremotos de 1773. El arzobispo Pedro Cortés y Larráz se opuso, argumentando que las dos iglesias que existían en el valle de La Ermita habían sido destruidas por los sismos, pero Mayorga sabía que con el traslado empobrecía a las órdenes religiosas, con lo que disminuía su poder y prestigio.

Un ejemplo fortuito

Por último, Carlos III, aliado con su primo Luis XV de Francia, participó en todas las guerras que se produjeron contra Gran Bretaña, incluida la de independencia de Estados Unidos (1776-1783). Sin embargo, al financiar la independencia de Norteamérica, les presentó a los hispanoamericanos un ejemplo claro de separación política respecto a los reinos europeos. De hecho, los franceses, motivados por la indepen-

dencia estadounidense, reaccionaron con la Revolución Francesa (1789-1799), que acabó con la monarquía en ese país y con la vida de Luis XVI. Las medidas de Carlos III propiciaron que su sucesor, Carlos IV (1788-1808), actuara como la única autoridad en sus dominios, lo que generó resentimiento de diversos sectores americanos contra la monarquía.

La Constitución de Cádiz

Otra guerra contra Gran Bretaña provocó que, en 1808, el gobernante francés, Napoleón Bonaparte, tratara de cerrar los puertos portugueses a los británicos. Para ello, invadió España, depuso al rey y lo sustituyó con su hermano, José Bonaparte. La crisis institucional que se produjo fue terrible. Las élites españolas desconocieron a José Bonaparte. Se organizaron juntas en cada provincia o reino en la Península y una Junta Central, para administrar el territorio mientras estuvieran los franceses. Al mismo tiempo se libró una guerra, llamada de Independencia, contra los invasores. Al enterarse de la situación, se formaron Juntas en varias ciudades americanas, como Buenos Aires, Santiago de Chile y Caracas. Pero el hecho más dramático ocurrió en Nueva España, ahora México, en 1810, cuando el sacerdote Miguel Hidalgo dirigió a un ejército de personas empobrecidas por las medidas económicas de Carlos IV, ocasionando muertos, heridos y mucha destrucción. Mientras esto ocurría, la Junta Central en España había dado origen a un congreso que debía dar una constitución al

4 Napoleón cruzando los Alpes, obra de Jacques-Louis David | https://es.wikipedia.org/wiki/Napole%C3%B3n_Bonaparte#/ media/Archivo:Napoleon_at_the_Great_St._Bernard_-_Jacques-Louis_David_-_Google_Cultural_Institute.jpg

5 Retrato de Carlos IV, por Francisco de Goya, Museo del Prado | https://es.wikipedia.org/wiki/Carlos_IV_de_Espa%C3%B1

6 Antonio Larrazábal | https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Antoniolarrazabal1812.jpg

reino, similar a la que tenía Estados Unidos. Por ello, entre 1810 y 1812, diputados de todas las provincias españolas, incluida América y Filipinas, elaboraron la Constitución de Cádiz, que limitó la capacidad de acción del monarca, creó mecanismos eleccionarios para autoridades locales, permitió la libertad de prensa y suprimió los tributos indígenas. El representante de Guatemala fue el sacerdote Antonio Larrazábal.

Los primeros movimientos

Mientras, el gobernador de Guatemala, José Bustamante y Guerra (1811-1818), suprimió cualquier tipo de levantamiento que intentara establecer algún cambio. Lo hizo en San Salvador, en 1811; en León, de 1811 a 1812; Tegucigalpa, en 1812, Chiquimula, el mismo año, y durante la Conjura de Belén en

la capital, en 1813. En 1814, una alianza europea venció a Napoleón y se restituyó la monarquía española, en el hijo de Carlos IV, Fernando VII. Al regresar a España, la primera medida de Fernando VII fue suprimir la Constitución de Cádiz y encarcelar a los diputados. Esto rebasó la tolerancia de las élites americanas y se inició una nueva etapa, la de la guerra de independencia, ahora de América respecto a España. En 1820, una revuelta militar obligó a Fernando VII a aceptar la Constitución de Cádiz, pero la situación era ya irreparable, Sudamérica y México estaban en guerras de separación. El gobernador de Guatemala, Carlos de Urrutia (1818-1821), mantuvo la estabilidad en el reino, pero por poco tiempo. Fue en ese contexto político que se presentó un líder k’iche’, afectado por todas las medidas de Carlos III y Carlos IV, Atanasio Tzul, considerado un antecedente notable en la Independencia guatemalteca.

Arquitectura y urbanismo

La Nueva Guatemala de la Asunción

La ciudad fue asentada en el valle de La Ermita o las Vacas en 1776, al suroeste del pueblo de La Ermita, en el camino real que comunicaba a la antigua capital, Santiago de Guatemala, con el Golfo Dulce, ahora lago de Izabal, salida de las exportaciones de añil hacia el Caribe para llevarlas a Inglaterra. El asentamiento recibió el nombre de Nueva Guatemala de la Asunción. El ingeniero Luis Díez de Navarro trazó las calles y manzanas tomando como modelo Santiago, para poder distribuir solares idénticos a los que tenían los propietarios en el valle de Panchoy. El arquitecto Marcos Ibáñez, llegado al poco tiempo del traslado, hizo pocos cambios a la traza. Además, se ordenó la mudanza de pueblos de indígenas para abastecer a la ciudad: Jocotenango, Almolonga o Ciudad Vieja, San Pedro Las Huertas y San Gaspar.

La traza quedó de 10 manzanas de norte a sur e igual número de este a oeste. La ciudad fue una reproducción de Santiago, por materiales constructivos, cantidad de edificios públicos y otros servicios. Para abastecerse de agua, el Fontanero y Arquitecto Mayor de la Ciudad, Bernardo Ramírez, dirigió la construcción de dos acueductos, uno desde La Brigada, en Mixco, y otro desde Santa Catarina Pinula, para lo que utilizó el Montículo de la Culebra, construido por los cholanos hacia 200 a. C. Los habitantes de Jocotenango se vieron forzados a construir todos los edificios

2 También llamadas “aguadas”, cuya función era almacenar agua para que esta sirviera en tiempos de estación seca, con fines agrícolas.

de la ciudad, desde las casas hasta templos, conventos y obras públicas. Se desecaron antiguas lagunas artificiales prehispánicas2, especialmente donde se estableció la Plaza Mayor y otra en la calle del Carmen (actual 8ª avenida y 12 calle), mientras que permanecieron la del Soldado y la de San Juan de Dios; se demolieron montículos para aplanar terreno, como el que se localizaba donde se construyó el Palacio Real, pero no se pudo con el de Los Remedios, El Cielito y El Calvario. Se empedraron las calles con un declive para drenaje por escorrentía y se construyó un puente para comunicar con San Pedro Las Huertas, en la barranquilla de La Palma3; se aprovechó el puente del Castañedo para la salida al Golfo Dulce y el camino natural a Mixco, Petapa y Amatitlán. En las entradas se colocaron puestos de cobro de impuestos a los comerciantes, llamados guardas4

Plaza

Vieja

La plaza iba a estar originalmente cerca de un barranco, considerado como liberador de los gases que provocaban los terremotos, conocido también como Barranca del Ojo de Agua. Sin embargo, se trasladó 200 varas al poniente, según lo determinó Marcos Ibáñez.

Conjuntos conventuales

Los conventos masculinos recibieron un terreno equivalente al que tenían en Panchoy y, de esa cuenta, Santo Domingo quedó al oriente; La Merced, al norte; San Agustín, al poniente; el Colegio de Cristo o La Recolección, al norponiente; Nuestra Señora de Belén, al suroriente, y San Francisco, al sur poniente. Los franciscanos cambiaron su predio original por uno adyacente a la ciudad pues el original se consideró muy lejano (actual Hogar Rafael Ayau). En cambio, los oratorianos de San Felipe Neri quedaron al costado poniente del Palacio Real, aunque con menos terreno que en Panchoy. A las monjas, se les asignaron predios de una manzana cercanos a la Plaza: el de la Concepción, al costado norte del Ayuntamiento; Santa Catalina, al nor poniente; Santa Clara, al sur; Santa Teresa, al nororiente; Capuchinas, al suroriente. Los beaterios también recibieron una manzana: el de Santa Rosa, Nuestra Señora del Rosario y de Belén. Los hospitales de Santiago, San Pedro y San Lázaro fueron concentrados en uno, el General, administrado por la orden de San Juan de Dios, con un poco más de una manzana al poniente y separado de la ciudad por más de una cuadra. El de convalecientes de Belén, recibió una manzana.

3 Actualmente la localización de los montículos sería la siguiente: de Los Remedios, en el lugar que ocupa el Parque Enrique Gómez Carrillo; El Calvario, crucero de el Paseo de la Sexta y 18 calle; El Cielito, donde se encuentra el edificio El Cielito. Todas estas estructuras monticuladas desaparecieron durante el siglo XX. El puente de la Barranquilla se construyó donde hoy se ubica la 10a avenida frente al Estadio Doroteo Guamuch.

4 La topografía del terreno donde se proyectó la nueva ciudad favoreció el control del flujo de mercancías y el cobro de impuestos.

Templos

La parroquia de San Sebastián fue agraciada con otra manzana, mientras que la de Los Remedios fue fusionada con el Calvario y, por haberse construido sobre un montículo, tuvo poco espacio; la Candelaria se estableció fuera del perímetro urbano, al norte. El templo de San José recibió una manzana irregular, en el extremo nororiente, en la vía hacia Candelaria y el antiguo pueblo de La Ermita, conocida ya como Parroquia Vieja. El sacerdote Pablo Jáuregui patrocinó la construcción de un templo particular, el Santuario de Guadalupe, cercano al Hospital General, en las afueras de la ciudad.

Servicios públicos

Cambiaron de ubicación respecto a la Plaza los edificios de la Universidad y el Seminario de la Asunción. En cambio, los edificios públicos continuaron frente a esta: el Palacio Real y el Ayuntamiento. Además, al costado sur se estableció la Aduana que, en Panchoy, estaba alejada del centro. Los predios para la construcción de vivienda fueron sorteados5. Sin duda la mayor

innovación fue el establecimiento de pórticos en los edificios frente a la Plaza Mayor, que le dio un aspecto unificado al espacio. Además, se instalaron pilas públicas en varios puntos: frente al beaterio de Belén, convento de Santa Catalina, al convento de La Recolección, a la parroquia de Los Remedios, a la parroquia de Candelaria y fuentes en el extremo de algunas calles, como la de La Merced.

Población

La ciudad fue cobrando un aspecto agradable hacia 1790, cuando las casas ya estaban terminadas y, hacia 1820, la mayoría de edificios públicos, aunque faltaban obras como el templo de San Francisco y el de La Recolección. Se estima que la población de la ciudad a principios del siglo XIX era de unas 20 mil personas, menos que los habitantes que tuvo Santiago en el XVIII6, aunque se mantenía la predominancia de los mestizos y mulatos sobre españoles e indígenas.

5 Pese a que la adjudicación de los predios para la construcción de vivienda fue realizada según un sorteo, se cree que el mismo estuvo viciado; esto debido al interés que las familias criollas quedaran ubicadas en las inmediaciones de la Plaza Vieja, mientras que los chapines o peninsulares quedaran en las cercanías de la Calle Real, en tanto que la población común quedó distribuida al norte y poniente.

6 Se estima que la población de Santiago de Guatemala, previo a los terremotos, era de 50,000 habitantes.

Atanasio Tzul y el 1820

levantamiento de

Nobleza K’iche’

Atanasio fue un indígena principal, es decir descendiente de nobleza prehispánica, que gozó de ciertos privilegios durante el período hispano; Tzul nació en la población de Totonicapán hacia 1760, ignorándose la mayoría de datos de su vida. De lo poco que ha llegado hasta el presente se sabe que estaba casado con Felipa Soc. A juzgar por el apellido de la cónyuge es probable que fuera oriunda de Santa Catarina Ixtahuacán o de la parcialidad de Nahualá, ya que dicho apellido es común en esas

7 En 1820, Fernando VII fue obligado a poner en vigencia nuevamente la Constitución de Cádiz, pero la Audiencia de Guatemala optó por ignorar la abolición del tributo y continuó con el cobro. Tras varios intentos de los principales de aclarar esta situación por medio del Alcalde Mayor, sin obtener respuesta, la población resintió el hecho, dando origen al conflicto.

Aunque este es uno de los levantamientos indígenas más mencionados, es importante señalar que hay registros de alrededor de 26 rebeliones en el período de 1589 a 1821, dirigidas contra funcionarios, 9 de las cuales fueron en los años previos a la Independencia.

Alcalde justo

En 1816 ostentó el cargo de alcalde de Totonicapán y procuró exigir lo justo, siete reales para pagar al párroco y a las autoridades. Tiempo después, en 1820, se supo en la región que Fernando VII había suprimido otra vez el tributo para la población indígena, motivo por el cual Atanasio Tzul y Lucas Aguilar realizaron diligencias para confirmar tal noticia. Como no encontraron respuesta, convocaron a un cabildo abierto en donde acusaron a las autoridades locales de abusos7. Por su parte Aguilar era una persona del común del pueblo8. El 5 de julio de 1820, Aguilar mandó a publicar, que el tributo estaba suprimido instando a los pueblos de San Cristóbal Totonicapán, San Francisco El Alto, San Andrés Xecul y Momostenango a dejar de pagarlo. Dentro del ideario popular existe la creencia que el 12 de julio los manifestantes coronaron

como reyes a los esposos Tzul y Soc, colocándole a él la corona de San José y a ella la de Santa Cecilia, sin embargo, lo que en realidad sucedió es que se nombró gobernador indígena, respetando la supremacía del monarca español.

Las autoridades consideraron que era una revuelta y fue sofocada por una tropa procedente de Quetzaltenango, al mando de Prudencio Cozar. Tzul fue hecho prisionero, encarcelado, azotado y referido a la prisión de Quetzaltenango. A inicios de 1821 los prisioneros pidieron el indulto el cual les fue concedido en marzo. Se ignora qué fue de Tzul y de su esposa después de su participación en el motín de 1820, de igual forma no se sabe la fecha en que falleció el líder indígena ni de su compañero, Lucas Aguilar.

8 En el período hispánico se denominaba "común del pueblo" a las personas que no pertenecían a la nobleza indígena, conocidos como "principales".

Intendencias actividad comercial y su Las

El reino de Guatemala estaba formado por 6 provincias y Carlos III lo separó en Intendencias.

Se registra un descenso en la compra de añil.

Se crea la intendencia de El Salvador.

Se crearon las intendencias de Comayagua, Honduras; León, Nicaragua que incluía Costa Rica, y Ciudad Real de Chiapas.

Las relaciones entre Guatemala y el Salvador se volvieron aún más tensas debido a la disminución de exportación de añil.

Guatemala: en el occidente se producía hortalizas, frutas y cereales, así como textiles que se vendían en la parte central y El Salvador. Mientras que el oriente abastecía de pieles de res y mulas para la exportación del añil.

1. México

2. Veracruz

3. Oaxaca

4. Ciudad Real

5. La Nueva Guatemala

6. Comayagua

7. Tegucigalpa

San Salvador: era la intendencia que más añil producía y lo comercializaba a través de Guatemala.

8. San Salvador

9. León

10. San Juan del Norte

11. Cartago

12. San José

13. Panamá

1804 Vales Reales

Carlos IV emitió una ley llamada Consolidación de Vales Reales, que consistía en cobrar las hipotecas que existían a favor de las comunidades religiosas.

Nicaragua: producía brea, madera y otros productos hacia Perú.

Honduras: enviaba grandes cantidades de ganado a Cuba.

Costa Rica: comerciaba frutas y verduras con Panamá.

1805 empobrecedora Una política económica

El rey ordenó la ejecución de las hipotecas y con esto las órdenes quedaron notablemente afectadas.

En el reino de Guatemala la sociedad en general se empobreció por decisión del rey. A las pocas exportaciones se unió la salida del capital y, en especial, de toda la moneda circulante, lo que ocasionó más pobreza.

Se suspendió la constitución de Cádiz y con esto las autoridades se apresuraron a restablecer el tributo indígena, porque era indispensable para financiar el funcionamiento de la administración pública.

La población indígena estaba empobrecida porque no vendían sus productos como antes, no había exportaciones. Lo mismo ocurría a los ganaderos, además los fabricantes de telas habían quebrado en la región occidental.

Naipes, aguardiente y tabaco

Poco antes de la Independencia, la única fuente importante de ingresos para la Real Hacienda era el cobro de estancos, es decir los monopolios que controlaba la Corona: naipes, aguardiente y tabaco, pero era insuficiente para mantener la administración.

d) Puerto de Bodegas del Golfo, en el lago de Izabal, Guatemala | Guillermo Aguirre

e) Castillo de San Felipe, para la defensa del Río Dulce, Guatemala | Guillermo Aguirre

f) Puerto y Fortaleza de San Fernando de Omoa, Honduras | Guillermo Aguirre Virreinato de Nueva Granada

Se tenía una deuda acumulada de más de 4.5 millones de pesos. Por ello había un importante grupo de personas vinculados al gobierno y al tanto de la situación financiera, que pensaban que no era prudente una independencia, puesto que el gobierno era totalmente insolvente.

de El levantamiento de Ixtahuacán 1814

Santa Catarina Ixtahuacán era una antigua población de origen k’iche’ perteneciente a la alcaldía de Totonicapán, la cual en 1814 se vio convulsionada por un levantamiento en contra de las autoridades locales comandado por una mujer: Francisca Xcaptá.

Santa Catarina

Todo empezó el 2 de noviembre de 1814 cuando Francisca de aproximadamente 40 años, dirigió un motín contando con la participación de varios hombres de la comunidad, entre ellos Diego Mas, su esposo. El problema se debió a que el 31 de octubre los alcaldes y justicias del pueblo de Santa Catarina Ixtahuacán capturaron a un matrimonio, lo cual no fue del agrado de un gran sector de la población que, armados atacaron a las autoridades. Los inconformes alegaban que la detención fue injusta y que los captores se encontraban en es-

tado de ebriedad. Xcaptá logró el apoyo de personas de la entonces parcialidad de Nahualá, entre ellos carpinteros, quienes armados entraron al pueblo y atacaron la prisión liberando al matrimonio. Los cabecillas del motín dieron voces por todo el pueblo indicando que tenían el mismo poder de los alcaldes y que, por ende, Santa Catarina Ixtahuacán se declaraba en total insubordinación. Se sabe que Xcaptá agredió al alcalde Nicolás Xquén, a quien le quitó la vara edilicia con la intención de llevarla a la ciudad de Guatemala. Esta situación llama poderosamente la atención, ya que en esa época no se pensaba que una mujer, especialmente indígena, se atreviera a tanto. Sin embargo, Xcaptá lo hizo.

La noticia llegó a oídos de las autoridades, quienes enviaron refuerzos para capturar a los implicados en el levantamiento

que fueron puestos en prisión y enviados a juicio. Las pesquisas tardaron varios meses, sin lugar a dudas Xcaptá y sus compañeros tuvieron que hacer uso de un intérprete durante su proceso, ya que para esa época eran pocos los indígenas y menos aún las mujeres que podían hablar castellano.

El 8 de junio de 1815, el abogado defensor solicitó al juez la liberación de sus defendidos, aduciendo que Francisca Xcaptá había actuado motivada por la caridad, que era “una pobre mujer, cargada de familia, preñada de meses mayores esperando su parto”. Lamentablemente hasta allí llegan los datos sobre Xcaptá y el levantamiento de 1814, ignorándose el destino de todos los implicados. Pero, dado que existían temores a lo que ocurría en Nueva España, Bustamante procedió con cautela para no provocar un levantamiento de mayores proporciones.

Sociedad

9 Una característica diferenciadora de la colonización española respecto a otros países de Europa fue el intenso proceso de mestizaje entre conquistadores, las mujeres indígenas y las esclavas afrodescendientes.

Al iniciar el siglo XIX la sociedad guatemalteca continuaba con la estratificación social de las centurias anteriores; los peninsulares se encontraban en la cúspide de la pirámide social, no obstante, ser un grupo minoritario, ostentaban el poder, los principales cargos públicos y eclesiásticos. Dentro de estos destaca el marqués Juan Fermín de Aycinena, un inmigrante español que había ascendido económicamente por sus matrimonios y servicios que prestó durante el traslado de la ciudad del valle de Panchoy al valle de las Vacas, así como empréstitos durante la guerra de independencia estadounidense. Otros chapines famosos eran los Vidaurre, Larrazábal, Irisarri y Pavón. Le seguían los criollos, es decir aquellos hijos de españoles nacidos en el país, muchos eran comerciantes y hacendados, como los Arrivillaga, Batres y Asturias.

El segmento más numeroso dentro de la sociedad eran las castas o mestizos9 , fruto de las uniones entre españoles, indígenas y afrodescendientes. Se dedicaban a labores artesanales, comercio al menudeo y agricultura. Los indígenas eran otro sector numeroso, los cuales se ubicaban principalmente en los pueblos de los alrededores. La mayoría vivían en situación de pobreza, tributaban a la corona española y tenían que prestar servicios personales a los criollos y peninsulares a cambio de una poca o nula remuneración.

Conservaban el uso de sus idiomas maternos, indumentaria y expresiones religiosas, en donde las cofradías jugaron un papel fundamental, ya que fueron un espacio para mantener gran parte de su cultura ancestral entremezclada con elementos traídos de España, como el cristianismo. Finalmente se encontraban los esclavos afrodescendientes, quienes trabajaban en trapiches de azúcar, muchos de ellos propiedad de la orden dominica. Otros prestaban servicios en las casas de las élites capitalinas, como cocheros en el caso de los hombres y amas de llave, damas de compañía y nodrizas en las mujeres.

Espiritualidad

La religión era parte fundamental en la vida de la sociedad guatemalteca en los albores del siglo XIX. El catolicismo era la única religión permitida y la educación estaba controlada por la Iglesia. Dentro de las devociones populares destacaban las de Jesús Nazareno de la Merced y la Virgen del Socorro, veneradas en los templos de La Merced y Catedral Metropolitana respectivamente, que contaban con fieles españoles; mientras que para los mestizos destacaba el Nazareno de Candelaria y el de los Milagros, así como San Benito de Nursia, en San Francisco, y Santa Ifigenia, en La Merced.

Indumentaria

La moda forma parte de los cambios sociales y culturales de un país, se puede decir que la historia no estaría completa si tratara de obviar este tema, el cual para muchos pudiera parecer banal, pero que para otros es de suma trascendencia.

Lamentablemente en Guatemala son escasos los retratos de tipo civil que se conservan. Esto limita de manera considerable el estudio de las formas de vestir que utilizaban las personas en la época de la Independencia.

Sin embargo, existe una serie de pinturas en miniatura (muchas de ellas forman parte de colecciones privadas) realizadas en la primera mitad del siglo XIX por el artista Francisco Cabrera (17811845), que se constituyen en grandes aliados para reconstruir la indumentaria utilizadas por los guatemaltecos, especialmente los de las élites.

Por medio de las miniaturas de Cabrera se sabe que en Guatemala durante el primer tercio del siglo XIX estaba de moda los vestidos de corte primer imperio para las mujeres con mayor poder adquisitivo. Eran vestidos de cintura alta, escotados y rectos, que se pu-

sieron de moda en Europa durante el gobierno de Napoleón Bonaparte. Las damas guatemaltecas, aparecen elegantemente vestidas ya sea con trajes de día, de noche o festivos, de manera que en ellos se pueden apreciar que existía:

« amplia gama de bordados y telas… los encajes, los accesorios como abanicos y chales, los tocados como diademas y flores, y las joyas como guardapelos, cruces, brazaletes de oro, broches de mosaico y de filigrana, en su mayoría con pendientes a juego, camafeos, cadenas de oro y leontina 10.»

Muselina, mangas cortas y encajes

Los estudiosos en la moda indican que varias de las mujeres retratadas por Cabrera visten trajes elaborados en tela de muselina, un tejido fino. Por lo regular las mangas eran cortas y abombadas; otras largas y no podían faltar los encajes. El cabello se utilizaba recogido y con bucles en la frente. Es sabido que en esa época era mal visto que las mujeres y sobre todo, las damas de sociedad, llevaran el pelo corto.

10 Herrera, Silvio en: Francisco Cabrera y el arte de la miniatura en el siglo XIX. Fundación G&T, Guatemala, 2008, página 29.

Huipiles y cortes tipo morga

Para la población indígena los datos son sumamente escasos, se deduce que la indumentaria no presentaba la amalgama de colores y diseños que fueron adquiriendo durante el siglo XIX. Lo que sí es seguro es que las mujeres vestían huipil y corte. Posiblemente los cortes eran del tipo morga11, es decir de tela color oscuro, generalmente azul, a base de añil. Por su parte los hombres vestían camisas de manta y pantalones cortos, el sobrero no podía faltar, y por lo general, hombres y mujeres iban descalzos, aunque se sabe que utilizaban sandalias para las festividades, denominadas caites. El atuendo indígena variaba, como en la actualidad, según la región y la etnia.

En esa época se popularizó entre la población mestiza el traje llamando mengala, constituido por una blusa de mangas abombadas y largas faldas en colores contrastantes. El uso de esta indumentaria prevaleció ya entrado el siglo XX, siendo famosas las mengalas de Amatitlán, aquellas vendedoras de los dulces tradicionales de la referida población.

Pantalones cortos, medias blancas y zapatos de charol

Por su parte los hombres vestían chaquetas y camisas de cuello alto almidonadas; chalecos, pantalones cortos y tallados al cuerpo, medias, generalmente blancas; zapatos de charol con cintillos, en algunos casos de oro y pañuelos. Las telas empleadas para la indumentaria masculina eran entre otras: muselina, satín y terciopelo. El cabello lo llevaban corto y en la frente peinados con flequillos.

11 Actualmente este tipo de corte se denomina móreo.

Arte y cultura

Coexistían varios pueblos en la sociedad guatemalteca de principios del siglo XIX. Estaban los indígenas, que conservaban sus tradiciones y costumbres; los españoles, que formaban la élite social, y los mestizos que, por su ascendencia mixta, tenían características españolas, como el idioma y vestuario; con indígenas, como el uso del maíz y conceptos de salud. La herencia africana era menor, pero importante, como el uso de la marimba que había permeado a los grupos indígenas y mestizos. El principal elemento cohesionador de la sociedad era la religión católica, impuesta desde el siglo XVI como la única permitida en el territorio.

Educación de carácter religioso

La educación durante la ocupación española estuvo fuertemente influenciada por las instrucciones estrictas de la Iglesia. Desde el siglo XVI el territorio fue dividido en regiones: al norte de la ciudad de Santiago de Guatemala, incluido el actual departamento de Guatemala, la Verapaz, norte de Izabal y Quiché para ser evangelizado por los dominicos; al sur y occidente de la ciudad, Suchitepéquez (con Retalhuleu), Sacatepéquez, Chimaltenango, Sololá, Totonicapán y Quetzaltenango, para los franciscanos; San Marcos y Huehuetenango por los mercedarios, y el oriente para los sacerdotes seculares. En diferentes épocas se intentó que cada pueblo tuviera una escuela. Pero salvo el caso de Chiquimula, que tuvo maestro constante desde el siglo XVII, en los otros las escuelas fueron temporales. Así que la educación se concentró en la capital donde funcionaban escuelas para los españoles. El convento de Belén ofrecía escuela para niños indígenas y mestizos. A los estudios superiores solo tenían acceso los españoles acaudalados y algunos indígenas descendientes de la nobleza, ya fuera en los colegios de las órdenes o en la Universidad de San Carlos, establecida en el siglo XVII.

Las mujeres podían recibir instrucción en los conventos y beaterios femeninos, como Santa Rosa para españolas y el del Rosario para indígenas. En Santiago fue importante el colegio de los jesuitas, pero en la Nueva Guatemala de la Asunción ya no existió debido a la expulsión de la orden religiosa por Carlos III, en 1767.

Farmacopea local

Los conceptos de salud que se impusieron en la ciudad eran los que prevalecían en Europa desde la Edad Media, basado en los humores, y los prehispánicos, fundados en las ideas de caliente y frío. Sin embargo, se enriqueció con la farmacopea local. Había farmacias en los conventos y los médicos, egresados de la Universidad de San Carlos ofrecían sus servicios aunque el costo era elevado. Por ello, eran importantes los hospitales..

Pacientes al cuidado de religiosos

Como se ha visto, en Guatemala se fusionaron el de Santiago, que era para españoles, al que ya se había adicionado el de indígenas de San Alejo, originalmente de dominicos; el de San Pedro, para sacerdotes, y el de San Lázaro, para leprosos, en uno solo: el General, que era atendido por los hermanos de San Juan de Dios. Para convalecientes, existía el Hospital de Belén, una institución guatemalteca fundada en 1653 por el Hermano Pedro de Betancur. De este hospital se originó una orden religiosa, la de los betlemitas, aprobada por el Papa Inocencio XI. Ya en 1687 era una orden religiosa establecida con estatutos y dedicada al cuidado de los más necesitados de la ciudad, especialmente los que no tenían recursos para gastos médicos como indígenas, afrodescendientes y mestizos.

La vacuna de Jenner

Entre las innovaciones sanitarias destacó la vacuna contra la viruela. Desde el siglo XVI, cuando fue introducida involuntariamente por los españoles, la viruela era la principal causa de muertes infecciosas en el territorio. En el siglo XVI estas epidemias acabaron con el 75% de la población y, en la segunda mitad del siglo XVIII, pueblos enteros desaparecieron, como Santiago Cotzumalguapa, por ejemplo, cuyos sobrevivientes fueron trasladados a Santa Lucía. En 1805, el gobierno implementó la primera campaña masiva para introducir la vacuna contra la viruela. La vacuna había sido descubierta en 1796, por el médico inglés Edward Jenner.

Espiritualidad femenina

Las mujeres de la élite española podían dedicarse a la vida religiosa, en los dos conventos concepcionistas, el carmelita, el de clarisas y el de capuchinas. También podían ingresar a los beaterios dominicos de españolas, Santa Rosa, y de indígenas, el del Rosario, así como al betlemita. Las niñas que podían recibir educación contaban con un colegio llamado Nuestra Señora de la Presentación o Niñado, ubicado en el extremo poniente de la ciudad, una cuadra antes del Hospital General. Para la construcción de los templos y conventos se contó con importantes arquitectos, como Bernardo Ramírez (Santa Rosa y Capuchinas); Pedro Garci Aguirre (Santo Domingo), José de Sierra (La Merced) y Santiago Marquí (Catedral).

Cinco pensadores, una enciclopedia

Durante la época previa a la Independencia, en Europa se encontraba en auge el movimiento intelectual conocido como la Ilustración que se basaba en la filosofía racionalista, es decir que daba prioridad a la razón por encima, incluso, de la fe. La Iglesia católica se opuso a la Ilustración, pero no tuvo éxito. El principal medio de difusión de esta corriente intelectual fueron los libros, que se leían en tertulias en las casas de los acaudalados e intelectuales, la mayoría egresados de la Universidad de San Carlos o vinculados con ella. El libro más importante fue la Enciclopedia, publicada entre 1751 y 1772, en Francia, por Denis Diderot y Jean d’Alembert, que incluyó las ideas de los principales ilustrados franceses: Voltaire, que se oponía al poder de los religiosos; Jean Jacques Rousseau, que destacaba la importancia de la educación racional para los niños (su pensamiento influyó en el arzobispo Cayetano Francos y Monroy, fundador de colegios en la capital, uno de los cuales todavía existe); el barón de Montesquieu, que difundió los beneficios del sistema político británico, con separación de poderes en legislativo, ejecutivo y judicial; Turgot, economista que promovía el libre comercio; el alemán barón de Holbach, defensor del ateísmo; y que contenía importante información técnica y científica de la época. Los lectores sabían francés o bien utilizaban traducciones y, aunque estaba prohibida por la Iglesia, fue el difusor de las ideas políticas que provocaron la independencia estadounidense y la Revolución Francesa.

Barrocos y neoclásicos

La música había sido ampliamente desarrollada en los siglos precedentes, especialmente religiosa, con órgano e instrumentos de viento. Las principales escuelas eran las de música y eran excepcionalmente cuidadosas las de Huehuetenango y norte de Quiché, además de las capitalinas, cuyo centro era la Catedral. En ellas se hicieron composiciones musicales para celebraciones religiosas, de las que se han conservado varios villancicos. Entre los compositores más importantes que trabajaron en la Nueva Guatemala de la Asunción se encuentra Rafael Antonio Castellanos (1725-1791), autor de 176 obras conservadas; así como Pablo Estrada Aristondo (fallecido en 1804) y José Eulalio Samayoa (1781-1855). Tanto Castellanos como Estrada eran barrocos, mientras que Samayoa ya es considerado un neoclásico. Además, existía una amplia difusión de música popular, utilizada en fiestas y reuniones sociales, principalmente ejecutada con vihuela y guitarra. Mientras que, en los pueblos indígenas, se conocían las zarabandas o festejos amenizados con marimba e instrumentos locales, como pitos, tunes, caparazones de tortuga y sonajas (chinchines), e introducciones españolas, como la chirimía.

Valladares y Rosales

Destacaron pintores como José Valladares (1710-1775), una de cuyas obras es la Apoteosis de la Orden Mercedaria, en la sacristía del templo de esa orden, que representa la etapa final del barroco, y Juan José Rosales (1751-1816), un pintor considerado ya como neoclásico, autor de la obra Cristo de los Ángeles, inspirada en una obra barroca del francés Charles Le Brun, pero que Rosales convirtió en neoclásica, al transformar el manejo de la luz. Esta obra permite comprender la diferencia entre las obras barrocas, realizadas para conmover emotivamente al espectador, mediante el manejo de la luz provocando claroscuro y creando sensación de movimiento, mientras que las neoclásicas buscan luminosidad y serenidad en los rostros, un equilibrio racional que evidencia que ya se había difundido la Ilustración entre los artistas y patrocinadores de arte.

Ibáñez y compañía

El español Marcos Ibáñez (1741-1783), quien había trabajado en el palacio El Pardo de Madrid bajo la dirección del italiano Francisco Sabatini, el principal arquitecto de Carlos III, llegó a Guatemala en 1777 e introdujo el neoclásico que empezaba a despuntar en Europa y Estados Unidos. Después de la Revolución Francesa, el neoclásico se convirtió en el estilo de boga para las nuevas construcciones. Ibáñez diseñó la Catedral y los palacios, así como la Aduana, con los tres portales de la Plaza mayor. Cuando regresó a España, en 1783, continuó su obra Antonio Bernasconi (1710-1785)12, siempre bajo la dirección de Sabatini. Bernasconi concluyó los palacios, la Aduana y se le atribuye el templo de San Sebastián, el Palacio Arzobispal y el Hospital General. Diseñó el monumento Carlos III y Carlos IV para la Plaza Mayor, ejecutado por Manuel Barruncho y terminada en 178913. Sin embargo, se levantaron todavía dos templos de fachada ultra barroca, con pilastras almohadilladas, en la ciudad. El primero fue el de San José, en 1783, y el segundo, el de San Miguel de Capuchinas, en 1789, obra de Bernardo Ramírez (1741-1818). En transición entre el barroco y el neoclásico estuvo la obra de Pedro Garci Aguirre (1775-1809), español de ascendencia italiana que dirigió el templo de Santo Domingo, inaugurado en 1808. En cambio, fue neoclásica la fachada del templo del Calvario, inaugurada en 1787; y la iglesia de Santa Rosa, también de 1787, esta obra del mismo Ramírez; así como el proyecto para la fachada de La Merced de José de Sierra, de 1813. Sin embargo, el mayor propulsor del neoclásico fue Santiago Marquí (1767-1831) español de origen italiano que llegó en 1804 para continuar con la Catedral, obra que concluyó en 1815, indicando claramente que debía ser blanca y sin los antiguos retablos barrocos, que le parecían ajenos al nuevo estilo. A Marquí se atribuyen el templo de Santa Teresa y los diseños definitivos de San Francisco y La Recolección, obras del más puro neoclasicismo, aunque finalizados mucho después de su muerte.

12 Antonio Bernasconi había llegado a Guatemala junto a Marcos Ibáñez, luego de trabajar en el palacio de Aranjuez.

13 Actualmente este monumento se localiza en la Plaza España.

La presencia de Descartes

Desde la expulsión de los jesuitas, en 1767, los franciscanos lograron introducir varias innovaciones en la Universidad de San Carlos. El líder de este movimiento fue Antonio de Liendo y Goicoechea (1735-1814) quien introdujo la matemática y la física experimental. Para ello, consiguió equipo de laboratorio en España y Francia, que le permitieron producir grandes avances en la Universidad de San Carlos en temas como: geometría, óptica, geografía y astronomía. Antonio Liendo también introdujo en la universidad las ideas de Descartes.

Arquitecto y Arquélogo

El arquitecto Antonio Bernasconi colaboró en la segunda expedición que se hizo para explorar Palenque, en Chiapas, en 1785. Realizó las ilustraciones, abriendo el camino para las investigaciones sobre la antigua cultura cholana.

De gacetas, editores y amigos

Los periódicos fueron relevantes en cuanto a las artes literarias. La primera publicación fue en 1729, la Gaceta de Guatemala, que reapareció en 1792. Sin embargo, los periódicos relevantes de la época fueron El Editor Constitucional, editado por Manuel y Juan Montúfar, Marcial Zebadúa, José Francisco Barrundia, José Beteta, Vicente García Granados y Pedro Molina, asistentes a las tertulias realizadas en la casa del sacerdote José María Castilla y que se convirtió en el principal medio de difusión de las ideas independentistas. Se publicó entre 1820 y 1821. El otro periódico relevante fue El Amigo de la Patria en el que participaron José Cecilio del Valle, Mariano Larrave, Antonio Robles e Ignacio Foronda, donde expresaron las limitaciones que tenía el reino para convertirse en un país independiente, sobre todo por la crisis económica.

Hubo varios autores que dejaron constancia de la época, entre ellos María Josefa García Granados, José Batres Montúfar, Alejandro Marure y Miguel García Granados, cuyas obras se han convertido en testimonios de la forma de vida de la población, especialmente de la élite, y las vicisitudes que afrontaron.

Capítulo 2: Guatemala y su Independencia

Si mañana tu suelo sagrado lo amenaza invasión extranjera, libre al viento tu hermosa bandera a vencer o a morir llamará.

Guatemala y su Independencia

Aunque el Himno Nacional proclama que “nuestros padres lucharon un día… y lograron sin choque sangriento” conseguir la separación política respecto a España. La realidad de la firma de la Independencia, el 15 de Septiembre de 1821, es compleja. En este acontecimiento destacó la figura de Dolores Bedoya de Molina. La separación provocada por el gobierno español, a partir de 1785, y por la Constitución de Cádiz, después de 1812, así como el traslado de la capital, que la convirtió en una pequeña ciudad, provocaron la formación de cinco repúblicas y un estado mexicano. La población de la capital fue obligada, por las circunstancias, a dividirse entre La Antigua Guatemala, Quetzaltenango y la Nueva Guatemala de la Asunción. Así, se hizo que esta no ofreciera el atractivo económico que a otras capitales les permitió mantener extensos territorios, como México y Lima. Por todo ello, en las semanas siguientes a la firma del Acta de Independencia, las provincias evidenciaron sus intenciones separatistas. Para impedir la desintegración del reino, se firmó la anexión a México, tan solo tres meses después de la emancipación. Esto no solucionó las tensiones políticas y económicas. La crisis, provocada por las medidas del rey Carlos IV en 1804 y por la caída de exportaciones ante el desinterés británico por el valioso añil, era evidente en todos los estratos sociales, pero más entre los artesanos mestizos o ladinos. Los representantes centroamericanos pudieron comprobar que al imperio mexicano le interesaba muy poco la región ístmica, pues tenía sus propios y complejos problemas. Así que terminó imponiéndose la Independencia definitiva, firmada el 1 de julio de 1823. Fueron tiempos difíciles, pero no insuperables para una sociedad como la guatemalteca, siempre dispuesta a enfrentar la adversidad y a levantarse nuevamente. Así lo ha hecho en el pasado y, mientras seamos guatemaltecos, seguiremos buscando un mejor futuro para nuestros descendientes.

Economía

60 pesos y medio real

Después de la caída de las exportaciones de añil la situación económica era alarmante. Para las provincias, las condiciones eran distintas, debido a que cada una mantenía los lazos comerciales con sus respectivos compradores. Sin embargo, no estaban en condiciones realmente favorables. En este orden de ideas, la élite de León y Granada, por ejemplo, deseaban liberarse de tener que verse obligados a mantener al gobierno en Guatemala, lo mismo ocurría en Comayagua y Cartago. El caso era más dramático en San Salvador, atacada y vencida por tropas que, si bien eran de origen mexicano, contaban con militares guatemaltecos. Como ejemplo de la grave crisis financiera, en las cajas de gobierno, el 29 de septiembre de 1821, había 60 pesos y medio real, como informó el tesorero Manuel Vela. La deuda pública llegaba ya a los 4.5 millones de pesos y, con suerte, se esperaba recaudar 1.5 millones en un año. Al suspenderse el tributo indígena, que era la principal fuente de recursos, y no recaudarse fondos por exportaciones de añil, el país estaba en bancarrota. Quedaba la renta de tabacos, pero no servía de mucho.

La recaudación se convierte en desafío

En 1822 se confiscaron los bienes de las cajas de comunidad indígena, es decir los fondos que recaudaban localmente los ayuntamientos indígenas para su funcionamiento y para obras de urgencia, sobre todo en inundaciones y terremotos. Pero, para costear la guerra contra San Salvador, Filísola agotó esos recursos. Se establecieron impuestos a los españoles que dejaban el país, especialmente por artículos de oro y plata, pero no se recaudó ninguna cifra importante. Así que los impuestos se concentraron en el aguardiente de caña, cacao y chicha. Durante la anexión a México se esperaba un subsidio que nunca llegó, México necesitaba sus propios recursos.

Para la población indígena y la recién establecida comunidad garífuna (desde 1802), las cosas eran distintas, pues eran sociedades que se autoabastecían y los principales productos importados eran los asociados al culto católico: cera para las ceremonias, vino de uva para las misas y aceite de oliva para las lámparas de los sagrarios. En cambio, producían sus propios alimentos, indumentaria y viviendas.

Por lo tanto, los más perjudicados eran los comerciantes pues tenían dificultades para colocar los bienes importados y no tenían productos para exportar. Los grandes hacendados y terratenientes siempre podían contar con ganado y cosechas, pero los precios eran bajos. Así que los artículos suntuarios se limitaban a las herencias de tiempos pasados, incluidos muebles y objetos ornamentales.

El entusiasmo por una nueva forma de gobierno

Al quedar claro, sobre todo para los criollos y mestizos del occidente guatemalteco, que el imperio mexicano no tenía la capacidad de resolver los problemas centroamericanos, el colapso del imperio no significó ningún cambio. Por eso, todos los políticos se concentraron con entusiasmo en la formación de un nuevo país, al que dieron la figura federalista. Para ganar adeptos, anunciaron un gran desarrollo económico gracias a exportar nuevamente añil, vainilla, algodón, cacao y tabaco, incluso se propusieron el café y la grana. Pero la competencia era enorme. Por ejemplo, los estados sureños norteamericanos abastecían de tabaco y algodón a su propio país y gran parte de Europa, gracias al trabajo de esclavos de origen africano. Mientras que, la República Federal abolió la esclavitud. De cualquier manera, las condiciones eran adversas. Por otra parte, muchos de los recursos de los criollos y peninsulares fueron invertidos en armas. Por ejemplo, el primer empréstito extranjero realizado por la República Federal a Gran Bretaña, bajo la presidencia de Manuel José Arce, fue autorizado para invertirse en escuelas, caminos, hospitales y un puerto en el Caribe. Sin embargo, ante una sublevación salvadoreña, Arce lo gastó en armas. Esto favoreció a los comerciantes de equipo bélico, todos de origen extranjero afincados sin problemas en la nueva República Federal de Centroamérica. Habría que esperar hasta el decenio de 1840 para que Guatemala encontrara la recuperación económica, al tiempo que lo lograban las otras provincias centroamericanas, basados en distintos productos. Pero, para entonces, la Federación no existía. Fue disuelta en 1838 cuando Nicaragua, Honduras y Costa Rica se separaron y la Asamblea Legislativa ratificó la disolución en 1839

Dolores de Molina

Bedoya

De educación tradicional y un matrimonio a distancia

Dolores Bedoya de Molina es la figura femenina relacionada con la Independencia por antonomasia, aunque mucho de su vida se desconoce. María Dolores Antonia de San Mateo Bedoya González fue hija de Pedro José Bedoya y de Manuela Antonia González; nació en la Nueva Guatemala de la Asunción el 21 de septiembre de 1783. Se sabe que tuvo cinco hermanos: Julio, Josefa, Gabriela y los más célebres, Mariano y Cayetano, esto debido a su actuar en movimientos previos a la Independencia.

Con toda probabilidad Dolores o Lolita como se le llamaba cariñosamente recibió la educación que para aquella época estaba destinada a las mujeres de su tiempo: saber leer y escribir, bordar, guisar y posiblemente aprender a tocar algún instrumento musical. Cuando tenía alrededor de 15 años conoció a Pedro Molina, un estudiante de medicina, amigo de sus hermanos, con quien contrajo matrimonio a distancia, en 1804. La modalidad del enlace se debe a que el doctor Molina se encontraba en Granada, Nicaragua, por motivos de trabajo. A este lugar viajó Bedoya, viviendo allí durante varios años. El matrimonio tuvo siete hijos: Pedro Esteban, Dolores Concepción, Felipe Francisco, Ramón José, Manuel Ángel, Luis y José Vicente.

La Conjura de Belén y la defensa de sus hermanos

La familia Bedoya González era partidaria de la Independencia, es por ello que Mariano y Cayetano se vieron inmiscuidos en la Conjura de Belén de 1813, siendo apresados por las autoridades.

Dolores no dudó en solicitar la libertad de sus hermanos, en una carta fechada el 9 de agosto de 1815 al gobernador José de Bustamante y Guerra.

El fundador de El Editor Constitucional

El esposo de doña Dolores Bedoya, don Pedro Molina, también era un ferviente simpatizante de la separación de España. De hecho, en 1820, fundó un periódico llamado El Editor Constitucional, que pasó a constituirse en el principal medio de divulgación de las ideas independentistas, en contraposición a los ideales del Amigo de la Patria, rotativo dirigido por José Cecilio del Valle. Con toda probabilidad, la Independencia, desde su gestación, realización y los hechos que de esta se derivaron, marcaron la vida de los Molina Bedoya.

Cohetillos y marimba en la Plaza

Dentro del ideario popular existe la creencia que luego de que llegaron a Guatemala, el 14 de septiembre de 1821, noticias procedentes de Chiapas, donde esta región se unía a México que ya era independiente; Dolores Bedoya en compañía de Basilio Porras quienes ya conocían los pormenores de la carta chiapaneca, se encaminaron por los barrios de la Nueva Guatemala de la Asunción, invitando a los sectores populares a que se dieran cita el 15 en la Plaza de Armas para pedir la separación de Guatemala respecto a España. También se cuenta que la mañana del referido día, Dolores Bedoya hizo llevar cohetes y música de marimba, pidiendo a gritos la Independencia, hecho que se consumó el mismo día.

14 Así se refería afectuosamente el Doctor Molina a su esposa.

Activismo puro

Se sabe que luego del 15 de Septiembre de 1821, la vida de los esposos Molina Bedoya estuvo llena de sobresaltos, ocasionados muchos de ellos por el activismo del patriarca y algunos hijos, quienes inclusive tuvieron que marcharse al exilio. Los últimos años de Dolores Bedoya estuvieron llenos de penumbras, se cuenta que Bedoya instaló una venta de telas en La Antigua Guatemala a donde se había marchado viviendo con su única hija, Concepción. Falleció el 9 de julio de 1853, a los 69 años de edad. A los pocos meses después de la partida de su Loló14, falleció el doctor Pedro Molina Mazariegos; esto sucedió el 21 de septiembre de 1854.

Debido a la trascendencia histórica de Dolores Bedoya de Molina, en 1983, se estableció la orden que lleva su nombre, que tiene por fin condecorar a todas aquellas mujeres guatemaltecas o extranjeras que de una u otra forma hayan coadyuvado al bienestar y desarrollo del país15.

15 La orden Dolores Bedoya de Molina surgió en 1983, en conmemoración del bicentenario de su nacimiento. La primera dama en ser condecorada con esta orden fue María Teresa Sosa de Ríos; le siguieron Graciela Quan, Luz Méndez de la Vega, Odilia Palomo, entre otras damas.

Arte y cultura

Las ideas de liberales y conservadores

A partir de los eventos que crean los movimientos de Independencia en el territorio centroamericano, son relevantes en la vida política de los crecientes estados, personajes como Francisco Barrundia y Mariano Gálvez, los cuales jugaron un papel fundamental en la historia del territorio guatemalteco, como representantes del bando liberal, y Mariano de Aycinena, por el de los conservadores. Al producirse la Independencia definitiva, en 1823, se organizaron estos dos partidos. Los liberales tomaron su nombre de la corriente que existía en Gran Bretaña y promovían dos cosas: la supresión del poder de los eclesiásticos en el gobierno y el proteccionismo estatal ante las medidas de Carlos IV, pues se pretendía proteger a los fabricantes de telas, de aguardiente y a los cosecheros de tabaco. Por el contrario, los conservadores, quienes también tomaron su nombre de la corriente británica, buscaban mantener los privilegios de la élite comerciante y, por lo tanto, querían libertad de comercio, para poder exportar e importar sin limitaciones; además, muchos de sus miembros eran eclesiásticos, por lo que promovían que los religiosos tuvieran participación en el poder político, especialmente porque los egresados universitarios, considerados los mejor preparados, eran casi todos sacerdotes.

Elecciones y guerra civil

En 1825 se realizaron las primeras elecciones y, aunque ganó por mayoría el conservador hondureño José Cecilio del Valle, los diputados de la Asamblea lograron hacer una maniobra que dio el poder al liberal salvadoreño Manuel José Arce. Sin embargo, la desilusión que tuvieron los salvadoreños en el accionar de Arce provocó la primera guerra civil en el istmo, que se prolongó de 1826 a 1829, terminando con el sitio y asalto de la ciudad de Guatemala por las tropas liberales, al mando del hondureño Francisco Morazán, que terminó con un terrible saqueo que dio origen a la expresión “Se fue con Pancho”. El militar hondureño encarceló y exilió a numerosos conservadores, entre ellos los religiosos, incluido el arzobispo Ramón Casaus. Además, aprovechó para expropiar numerosos bienes eclesiásticos, como fincas y conventos. Morazán pretendía abrir un espacio para que las políticas liberales lograran impulsar reformas tanto en lo político como en lo económico, especialmente para los productores de textiles, aguardiente y tabaco. Mientras Morazán gobernó la República Federal, el estado de Guatemala fue dirigido por el abogado Mariano Gálvez, de 1831 a 1838. Por órdenes de Morazán, pero en consonancia con las ideas liberales, se censuró la correspondencia eclesiástica, se tomaron propiedades y fondos de la Iglesia, se abolió la recolección del diezmo, se eliminaron varias festividades religiosas, se estableció el Código Civil, en el que el matrimonio, divorcio, registro de nacimientos y defunciones pasó de las parroquias al Estado.

La educación

Para el año de 1821, se había reportado la existencia de siete escuelas para la instrucción de niños, entre ellas San José de Calasanz, San Casiano y San José de los Infantes, fundadas por el arzobispo Cayetano Francos y Monroy en el siglo XVIII, en las que incluyó las manifestaciones visionarias, las influencias recibidas de Juan Jacobo Rousseau y otras ideas propias de la Ilustración. También se reportó la existencia de dos escuelas encargadas de la educación de las niñas, todas en la capital. Lamentablemente se dejaba fuera de la instrucción a los grupos indígenas; mientras que la mayoría de las mujeres, de todos los grupos sociales, carecían de acceso a la educación, salvo las excepciones de quienes podían asistir a los centros mencionados.

En la Constitución de 1823 se asignó al gobierno el deber de dirigir la educación, estableciendo los fines principales para conformar el sistema popular y al progreso de las artes útiles y de las ciencias. El gobierno liberal de Mariano Gálvez intentó hacer reformas educativas, pero no tuvo éxito al carecer de fondos para implementarlas. Una de las novedades consistía en el método lancasteriano, basado en monitores que podrían instruirse y formar a otros equipos de niños y niñas. Sin embargo, en la práctica se convirtió en abuso de los alumnos mayores en contra de los más pequeños. Por otra parte, al ser expulsados los religiosos, en 1829, la Universidad quedó sin docentes. Por ello y para eliminar la predominancia religiosa, en 1834, se readecuó como Academia de Ciencias. También se crearon, bajo su gobierno, la Biblioteca Nacional y el Museo Nacional, promoviendo las ideas liberales de pensamiento. Con ello se buscaba lograr que la población se encaminara en el destino de las artes y la cultura europea… en oposición a los conservadores, que consideraban indispensable la enseñanza del catolicismo.

El Plan de

Iguala

Con el Plan de Iguala se concluyó una fase bélica de la Independencia de México y el retorno a la estabilidad, rota en gran parte del territorio, especialmente en el sur.

1811

Los independentistas mexicanos habían obtenido éxitos importantes, ya que la lucha armada había proseguido al mando de líderes como Vicente Guerrero.

1820

Se restableció la Constitución de Cádiz, que limitaba los privilegios de la élite mexicana, lo cual provocó que los que apoyaban al rey español Fernando VII empezaran a considerar la Independencia.

Febrero de 1821

Agustín de Iturbide junto a Vicente Guerrero, proclaman el Plan de Iguala, que establecía la Independencia de Nueva España, se garantizaba la religión católica y la igualdad legal de todos los habitantes.

Septiembre 1821

Se precipitó la emancipación del reino de Guatemala respecto a España, producto de la situación en Nueva España, ahora México.

Los primeros en anexarse

28 de agosto

s Matías de Córdova promovió la adhesión al Plan de Iguala en Comitán, Chiapas. Ese día se firmó la Independencia de Comitán y su adhesión al nuevo imperio de Iturbide.

La intendencia guatemalteca de Chiapas mantenía importante comercio con Oaxaca por lo que, si ocurría algo adverso, su situación económica, más estable que las del centro de Guatemala y El Salvador, corría peligro.

3 de septiembre

s Al ser Comitán parte de Chiapas, cuando llegó la notificación, en Ciudad Real (ahora San Cristóbal de las Casas), se tomó la decisión de imitar a Comitán.

a) Gabino Gaínza llega a la reunión convocada a las 08:00 horas | Guillermo Aguirre

14 de septiembre

s Llega la noticia a la ciudad de Guatemala. El jefe político superior, Gabino Gaínza, convocó a una reunión de urgencia en el Palacio Real.

Casaus, Castilla y del Valle

El arzobispo Casaus y Torres expuso que lo más conveniente era esperar para saber a ciencia cierta qué ocurriría en México. El expositor a favor de la Independencia fue el sacerdote José María Castilla, quien estaba convencido de los ideales de la Constitución de Cádiz. Al final, prevaleció la opinión del hondureño José Cecilio del Valle, que se declarara la Independencia y se organizara un congreso para tomar las decisiones definitivas. Por eso, el Acta de Independencia indica:

Siendo públicos e indudables los deseos de Independencia del gobierno español, que por escrito y de palabra ha manifestado el pueblo de esta capital; recibidos por el último correo diversos oficios de los ayuntamientos constitucionales de Ciudad Real, Comitán y Tuxtla… congregados todos en el mismo salón: leídos los oficios expresados: discutido y meditado detenidamente el asunto; y oído el clamor de “Viva la Independencia”, que repetía lleno de entusiasmo el pueblo que se veía reunido en las calles, plaza, patio,

Un jefe político

consciente

Gaínza de la crisis

Fue trasladado a Guatemala el 5 de marzo de 1821 sustituyendo a Carlos Urrutia.

En la reunión realizada el 14 de septiembre, Gaínza invitó al arzobispo, miembros del cabildo eclesiástico, ministros de la Audiencia, del Ayuntamiento, de las corporaciones, de cada cuerpo militar de la guarnición, al auditor de Guerra, protomédico, un prelado de cada orden, curas de la ciudad y secretarios de Gobierno y de Diputación Provincial. Ante la noticia, el síndico Mariano Aycinena y el médico Pedro Molina enviaron a varias personas a los barrios de la ciudad para convocar al mayor número de personas posibles al Real Palacio el día 15. La reunión se celebró como estaba prevista, pero con mayor asistencia.

correderos y antesala de este palacio, se acordó por esta Diputación e individuos del excelentísimo Ayuntamiento: Primero. Que siendo la Independencia del gobierno español la voluntad general del pueblo de Guatemala, y sin perjuicio de lo que determine sobre ella el congreso que debe formarse, el señor jefe político, la mande publicar para prevenir las consecuencias que serían terribles, en el caso de que la proclamase de hecho el mismo pueblo...

Gabino
b) Gabino Gaínza, óleo de Rafael Beltranena, Museo Nacional de Historia | Ismael Meneses
c) Patio del Real Palacio, la mañana del 15 de septiembre de 1821 | Guillermo Aguirre

Una medida provisional, la fragmentación del reino y la anexión

La Independencia se proclamó para evitar un derramamiento de sangre.

Fue una medida de carácter temporal, mientras se reuniría un congreso con representantes de todo el territorio bajo jurisdicción de la Audiencia. Las elecciones debían ser iguales a las establecidas en la Constitución de Cádiz y los diputados debían reunirse el 1 de marzo de 1822. El gobierno y la Iglesia permanecieron inalterados. Sin embargo, la división creada por las intendencias y por las diputaciones provinciales, a partir de 1820, provocaron una gran indiferencia por este hecho en el resto del istmo.

El 28 de septiembre

s Comayagua (Honduras) se separó de España y Guatemala, anexándose a México. s Tegucigalpa permaneció con Guatemala.

Octubre

s En León (Nicaragua), optaron por separarse de España y Guatemala para unirse a México. s Tapachula se adhirió a México. s Cartago (Costa Rica) se independizó con la intención de unirse a México.

Noviembre

s Los ayuntamientos de Quetzaltenango, Huehuetenango, Sololá y Patzicía querían unirse a México, San Salvador se oponía.

La atomización del antiguo reino solo pudo detenerse cuando, el 5 de enero de 1822, se firmó la anexión a México, aunque con una sublevación en San Salvador, donde se opinaba que debía organizarse un nuevo país. El futuro se vislumbraba lleno de dificultades.

posturas Dos

irreconciliables

Se formaron dos grupos políticos. Los integrantes de ambos partidos adoptaron posturas ideológicas absolutistas, actitud que descartaba cualquier tipo de consenso. Esta falta de experiencia política aceleró la fragmentación, desencadenando finalmente un extenso periodo de conflicto.

Partido liberal

Estaban a favor de la Independecia y se oponían a la unión con México.

Partido conservador

Consideraban prematura la Independencia y promovían la anexión a México.

La llegada de las

tropas mexicanas y la rebelión de San Salvador

Gabino Gaínza fue sustituido por el comandante Vicente Filísola, un militar de origen italiano que servía al gobernante mexicano, el nuevo emperador Agustín de Iturbide.

El peor incidente del gobierno de Filísola fue la batalla contra San Salvador. Los salvadoreños se rebelaron y Filísola, con sus tropas, los obligó a aceptar la anexión.

Los salvadoreños fueron vencidos a un elevado costo de víctimas y bienes destruidos. La relación entre salvadoreños y guatemaltecos se tornó aún más tensa, al considerar los salvadoreños a los antiguos capitalinos como traidores. De cualquier manera, a los pocos días, Filísola fue informado que un golpe de Estado había destituido a Iturbide en México y se le ordenaba retornar con sus tropas.

Chiapas confirmó su anexión

Chiapas había declarado su Independencia y anexión a México, por tal razón, a su retorno, Filísola fue instruido para que confirmara la decisión de los chiapanecos. Con el grueso de sus tropas, Filísola consultó en la cabecera de Chiapas, Ciudad Real. Los ayuntamientos votaron por la permanencia con México (aunque la disputa se prolongó hasta 1882), con lo que la Intendencia formada por Carlos III se mantuvo con su socio comercial, Oaxaca, y se separó definitivamente del antiguo reino de Guatemala.

La Independencia definitiva

Mientras Chiapas confirmaba su elección se logró convocar al congreso de representantes de las cinco provincias centroamericanas y, el 1 de julio de 1823, en el Salón Mayor de la Universidad de San Carlos, se firmó la Independencia definitiva, por la cual se estipuló que Centro América (pues se abandonó para siempre el nombre de reino de Guatemala) era independiente de España, México y cualquier otro país. Durante un año más, los diputados dieron forma a una nueva entidad política, la República Federal, con capital en la ciudad de Guatemala.

d) José Cecilio del Valle, óleo de Rafael Beltranena, Museo Nacional de Historia | Ismael Meneses

e) Manuel José Arce, óleo de Rafael Beltranena, Museo Nacional de Historia | Ismael Meneses

f) Firma del Acta de Independencia, 1821 | Guillermo Aguirre

g) Los ciudadanos arrastran los retratos de Carlos IV y Fernando VII por la Calle Real | Guillermo Aguirre

h) La efigie ecuestre del Rey Carlos III localizada en la Plaza Mayor es desarmada por el pueblo | Guillermo Aguirre

en el proceso de La Iglesia católica Independencia

En la vida de los centroamericanos del siglo XIX, el catolicismo era parte fundamental de su quehacer cotidiano. Los principales cargos como arzobispos y obispos eran propuestos por el rey al Papa, los cuales eran ocupados en gran medida por españoles, razón por la cual la alta jerarquía de la Iglesia católica fue una de las principales opositoras a la separación americana de España. Sin embargo, hubo excepciones, representadas por clérigos de origen criollo que alzaron su voz e inclusive comandaron ejércitos en mira de la búsqueda de libertad para sus regiones, tal fue el caso en 1810, de los mexicanos Miguel Hidalgo y José María Morelos, quienes pagaron con su vida el haber desafiado a España y luchar por la Independencia de México.

La Iglesia siempre tuvo la vista puesta en contra de aquellos que simpatizaban con el pensamiento ilustrado, teniendo para ello al poderoso Tribunal del Santo Oficio o Inquisición, que durante los siglos XVI y XVII se dedicó a perseguir y castigar a judíos, protestantes, mahometanos y personas que atentaban contra la ética y moral de su tiempo. Al igual que en tiempos pasados, en el siglo XIX, la censura inquisitorial llegó a los libros en el ocaso del periodo hispano, por lo que obras de Juan Jacobo Rousseau y Voltaire fueron incluidos entre los prohibidos, es decir que ningún súbdito de la Corona española debía leerlos.

En el reino de Guatemala, específicamente en El Salvador, varios presbíteros emulando a Hidalgo y Morelos, encabezaron levantamientos en contra de la Corona española, constituyéndose en los primeros intentos de emancipación centroamericana, entre ellos José Matías Delgado y los hermanos Nicolás, Vicente y Manuel Aguilar.

Además, en los últimos meses de 1813, en el convento de los religiosos de la orden de Belén de la Nueva Guatemala de la Asunción, se suscitaron varias reuniones secretas, con la participación de clérigos, médicos, abogados y empleados públicos, las cuales tenían como fin central terminar con la monarquía absolutista en el reino de Guatemala. Entre las acciones que se iban a tomar se encontraban: capturar las armas de la ciudad, liberar a los presos de las revueltas de Nicaragua de 1811 y 1812; y el envío de agitadores a otras regiones, para lo cual sería de utilidad la participación de Manuel Tot, de origen q’eqchi’. Entre los cabecillas de este movimiento que ha pasado a la historia con el nombre de la Conjura de Belén, se encontraba el prior del convento, fray Juan de la Concepción y el padre Tomás Ruíz. Los conjurados pretendían poner en marcha su plan, sin embargo, uno de los asistentes denunció a sus compañeros ante las autoridades coloniales, las cuales haciendo uso de la fuerza allanaron el recinto capturando a los conjurados, a excepción de Francisco Barrundia, quien logró

escapar. Los cabecillas fueron condenados a muerte, pero las sentencias no se llegaron a ejecutar.

Sin lugar a dudas la figura más representativa contraria a la Independencia centroamericana fue la del arzobispo Ramón Casaus y Torres, quien fuera el último en ocupar este cargo durante el período hispánico. Como la máxima autoridad de la jerarquía católica de Guatemala fue uno de los invitados a participar de la sesión del 15 de Septiembre de 1821, luego de que se conoció que Chiapas se había declarado independiente y anexado a México. Fue el primero en tomar la palabra y, como era de esperarse, su disertación fue contraria a la separación del reino de Guatemala respecto a España. El arzobispo afirmó que “derramaría hasta la última gota de su sangre, antes de ser infiel a Dios y al rey de España”. No obstante, al considerar que en el Acta se estipulaba que el catolicismo seguiría siendo la religión oficial, el religioso accedió a firmarla el 20 de septiembre de ese año.

12 Detalle del cuadro "Primer Grito de Independencia" del chileno Luis Vergara Ahumada. Al centro, José Matías Delgado | https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Primergrito_ahumada.JPG

La de los esclavos liberación

Durante el período hispano fueron traídos de África millares de personas en calidad de esclavos, a trabajar en las plantaciones de caña, algodón, así como en haciendas y en las casas de los peninsulares y criollos. Entre las haciendas que contaban con población africana estaban las de San Jerónimo, Baja Verapaz; así como las de Mixco, Amatitlán y Escuintla, de los dominicos. A pesar de que en Centroamérica la población esclava no llegó a alcanzar las dimensiones que tuvo en Brasil, el sur de Estados Unidos y el Caribe, para la época de la Independencia todavía había familias que conservaban un buen número de esclavos, de los cuales gran parte eran mujeres. Fueron sectores a los que prácticamente nadie tomaba en cuenta y, al igual que los pueblos indígenas, estaban excluidos de la vida política y social. Ninguna de las dos actas de Independencia (1821 y 1823) contemplaba mejoras para ellos. Sin embargo, hubo una voz que se alzó a favor de los afrodescendientes y luchó hasta verlos libres: José Simeón Cañas.

José Simeón Cañas y Villacorta, nació en Zacatecoluca, El Salvador, el 18 de febrero de 1767, siendo sus padres Pablo de Cañas y Lucía de Villacorta. Se trasladó a Guatemala ingresando al Seminario de la Asunción y luego a la Universidad de San Carlos donde obtuvo los títulos de bachiller, licenciado y doctor en teología. Desempeñó el cargo de vicerrector del Seminario, así como docente y rector de la Universidad de San Carlos, donde impartió la cátedra de arte.

Fue diputado de la Asamblea Nacional Constituyente y el 31 de diciembre de 1823, juntamente con José Francisco Barrundia promovió la abolición de la esclavitud en las Provincias Unidas del Centro de América. Como el Estado le adeudaba por sus honorarios, ofreció dar ese dinero para socorrer las necesidades de dicho sector de la sociedad. Falleció en la población de San Vicente, El Salvador, el 4 de marzo de 1838. Los liberados por el constituyente eran relativamente pocos y sus dueños fueron indemnizados por el gobierno.

“Vengo arrastrándome y si estuviera agonizando, agonizante vendría para hacer una proposición benéfica a la humanidad desvalida. Con toda la energía con que debe un diputado promover los asuntos interesantes a la patria, pido, ante todas las cosas y en la sesión del día, se declaren ciudadanos libres nuestros hermanos esclavos…”

José Simeón Cañas y Villacorta

Indumentaria

La mejor forma de resumir las formas de vestir de las mujeres guatemaltecas pertenecientes a los distintos grupos sociales durante el decenio de 1820, es la crónica del cónsul holandés Jacobo Haefkens, quien estuvo en el país en 1826, y anotó lo siguiente:

«La mayoría de las damas, si bien no usan fajas, utilizan vestidos, medias y zapatos, mientras que las mujeres de las clases bajas sólo tienen dos prendas de vestir, que comprenden una camisa, a menudo de muselina blanca y floreada, y, sobre esta, una falda muy holgada del mismo género, o bien de algodón estampado que siempre lleva en el borde superior una ancha cenefa de otro género, más oscuro pero floreado, o a cuadros. A veces usan también una pañoleta al cuello y, sobre todo, en las regiones más bien frías, llevan al salir a la calle una especie de chalina que suele ser de género negro, con lo que se cubren la cabeza. Las damas usan para salir un chal parecido, siempre de seda negra y, para asistir a misa, van de negro riguroso. Las mujeres de las clases bajas se peinan en dos largas trenzas, entrelazadas con listón de seda y que cuelgan como coletas sobre la espalda. A veces también se enrollan estas trenzas alrededor de la cabeza».

La indumentaria masculina consistía en pantalón, el cual ya para esa época era largo, pues en el siglo XVIII había sido corto. Las camisas llevaban cuellos rectos y las dos puntas que iban hacia las mejillas se mantenían en su lugar por medio de un pañuelo o una corbata. El sombrero de copa alta no podía faltar.

Para el caso de la población indígena existe poca evidencia sobre la manera en que se vestían, sin embargo, se intuye que era austera y no presentaba el colorido que fue adquiriendo durante la segunda mitad del siglo XIX. El corte y huipil fueron siempre la parte fundamental de la indumentaria femenina. Mientras que los hombres vestían generalmente camisa y pantalón blanco de manta, sombrero y por lo regular iban descalzos.

Arquitectura y urbanismo

De barrios y parroquias

En 1821 la ciudad de Guatemala contaba con unos 20 mil habitantes, se extendía diez manzanas de norte a sur e igual número de oriente a poniente. Los barrios también eran compactos y recibían su nombre por el templo católico que tuviera preeminencia visual y territorial en el sector, por ejemplo: La Merced, Santo Domingo y San Francisco. San Sebastián tenía un templo pequeño, pero La Recolección no tenía templo, por lo que al área norponiente se le conocía como San Sebastián, donde vivían trabajadores con telares, casi arruinados por las medidas del rey Carlos IV.

La parte sudoriental estaba limitada por la plaza de toros y, a corta distancia, el rastro, en las cercanías a la Barranquilla de La Palma16. Por ello, los vecinos de ese sector se dedicaban a las carnicerías. Sin embargo, las tareas de destace se habían asignado a los habitantes indígenas del barrio de San Gaspar, a quienes les quedaba relativamente lejano el rastro, pues San Gaspar se había establecido en dos calles convergentes en el surponiente17 En cambio, los pueblos de San Pedro Las Huertas y Almolonga o Ciudad Vieja contaban con más comodidad, pues al asignárseles el abasto de productos agrícolas, contaban con sus propios ejidos, donde plantaban y cosechaban granos, frutas y verduras18. Hacia el norte, se localizaba Jocotenango, un pueblo predominantemente de constructores19. Al consolidarse las construcciones de la ciudad, lograron dedicarse al trabajo agrícola, por lo que solicitaron ejidos y los consiguieron en una prolongación de terreno al norte de su pueblo. Como recuerdo de los pobladores originarios, las calles de esos pueblos son más estrechas que las de la capital, pues estaban diseñadas solamente para peatones, toda vez que la población indígena tenía prohibido usar caballos.

Los guardas de la ciudad

La Nueva Guatemala de la Asunción contaba con cinco garitas para cobro de impuestos a los comerciantes; eran conocidas como guardas, se localizaban en las principales entradas de la ciudad, siendo estas: Golfo Dulce, Chinautla, Incienso, Barranquilla y Mixco.

El del Golfo Dulce se ubicaba en actual cuchilla, zona 6; el de Chinautla, en la 15 avenida, cerca de la 9ª calle, zona 6; el del Incienso, en la 6ª calle y Anillo Periférico; el de la Barranquilla, en la 10ª avenida, junto al Estadio Doroteo Guamuch Flores; y el de Mixco, en el camino que conducía a los pueblos de Petapa, Mixco y Amatitlán, es decir, sobre la Avenida Bolívar hacia la 39 calle, zona 3. Por su lejanía y porque muchos comerciantes aprovechaban una calle paralela (la actual Avenida Santa Cecilia), se habilitó un nuevo guarda en el mismo camino, pero más cercano (Avenida Bolívar y 26 calle, zona 1). Por ello el más alejado fue conocido como Guarda Viejo y el más próximo como Guarda Nuevo.

16 Actual Calle Doroteo Guamuch Flores, zona 5.

17 Actuales 3ª y 3ª avenida A, de la 21 a la 24 calle, junto a la loma del Teatro Nacional.

18 Actuales zonas 5, 9 y 10.

19

Seis cuarteles

Para la organización militar de la ciudad se establecieron cuarteles. El ejército no era una institución sufragada completamente por la Corona y cada súbdito no indígena participaba con sus propios recursos. Los criollos y peninsulares recibían los grados más altos, mientras que los mestizos y mulatos los inferiores. De esa cuenta, aunque existían cuarteles no contaban con edificios propios, sino con una organización efectiva que convocaba a las milicias. El cuartel de San Agustín vigilaba la parte sur poniente; el de la Plaza Mayor el centro y norponiente; Santo Domingo, la suroriente; La Merced, la nororiente; Candelaria, el barrio de traza irregular formado desde la iglesia de San José hasta los límites con la Parroquia Vieja, y el de Uztariz, que era el antiguo pueblo de La Ermita o Parroquia Vieja.

Intercambio comercial en la Plaza

El comercio se realizaba en mercados ya conocidos por la población. El más importante se realizaba en la Plaza Mayor. Con la finalidad de obtener recursos constantes, se autorizó la construcción de locales fijos de madera y de mampostería en la plaza, estos locales fueron conocidos popularmente como cajones o cajoneras. Cuando se inauguró la Catedral, en 1815, fue necesario realizar procedimientos judiciales para desalojar el atrio de los cajones que allí se localizaban y, aun así, se utilizaba solo el atrio del Sagrario porque hubo que esperar años para su liberación.

Actual Barrio Jocotenango y Avenida Simeón Cañas zona 2.

Principales casas comerciales

Los comercios de lujo se ubicaban en el portal de Aycinena o del Comercio, pero habían casas importantes establecidas en la calle de Mercaderes (8ª calle), como la de importaciones de García Granados; y en las avenidas donde estaban las viviendas de los chapines. Las casas de exportación más importantes eran las de Aycinena e Irisarri, situadas en la calle del Comercio y la de Larrazábal en la calle del Carmen. En la Calle Real había importantes comercios, entre los que destacaba el de Pavón20 con sus bodegas subterráneas para vino y aceite de oliva. Era en estas residencias y las situadas cerca de la Plaza Vieja, donde se vivía con lujo y ostentación. De hecho, la casa del sacerdote Castilla, en la que se realizaban las tertulias que prepararon la Independencia, estaba a un lado del Seminario (9ª calle 9-47). En ellas se encontraban los tapices, alfombras, jarrones, cortinas y menaje de lujo que las convertía en pequeños palacios.

Candil en la calle, oscuridad en la casa

Aunque ya estaban trazadas las calles del poniente (actuales 1ª a 3ª avenidas), el área estaba sin construir y todavía existía la laguna de San Juan de Dios, una antigua aguada artificial con más de 2 mil años de antigüedad, correspondiente a la época de Kaminaljuyú, a poca distancia del Hospital. Cada templo contaba con su propio cementerio, siendo el más grande El Sagrario, de una manzana de terreno (actual Mercado Central). No existía alumbrado público, sino que se colocaban teas o antorchas en las casas que así lo requirieran. Eran conocidos como candiles, que iluminaban la calle, pero no la casa. A pesar de la pobreza que había forzado Carlos IV y Fernando VII, no existían alarmantes índices de delincuencia, salvo el caso de la tradición oral conocido como Pie de Lana, un ladrón que, para no hacer ruido, cubría con tela sus zapatos, robaba a los ricos y entregaba el producto a los pobres.

20 En la antigua nomenclatura de la ciudad el nombre de las calles fue tomado del ideario popular, y generalmente, está relacionado con un hito urbano al que conducían o a la actividad principal que en ellas se desarrollaba. En la nomenclatura actual, la calle de Mercaderes es la 8a calle; la calle del Comercio corresponde a la 7a avenida; la calle del Carmen, es la 8a avenida, y la Calle Real corresponde al Paseo de la Sexta. La casa de comercio de los Pavón se localizaba en el inmueble situado en la esquina del Paseo de la Sexta y 10a calle, lugar donde funciona el restaurante y panadería San Martín.

1821

1847

Capítulo 3: La República de Guatemala

Libre al viento tu hermosa bandera a vencer o a morir llamará; que tu pueblo con ánima fiera antes muerto que esclavo será.

La República de Guatemala

Existen varias formas de organizar el Estado para un país. Después de la Independencia, se organizó una República Federal, integrada por las cinco provincias que se independizaron definitivamente en 1823. Sin embargo, la gran división y conflictos de intereses entre las distintas provincias provocaron la separación de Nicaragua, Honduras y Costa Rica, sucesivamente, entre abril y noviembre de 1838. En lo que quedaba de la República Federal, Guatemala y El Salvador, todavía intentó dividirse el estado de Los Altos, en diciembre de 1838. Guatemala se separó de la Federación en 1839 y reincorporó Los Altos, en 1840, pero la situación política no quedó definida sino hasta la proclamación de la República, el 21 de marzo de 1847. Fue a partir de este acontecimiento que se pudo tomar decisiones de carácter diplomático y comercial en forma autónoma, correspondientes solo a Guatemala. La gran potencia económica y militar de la época era Gran Bretaña que, además, se convirtió en la compradora del nuevo producto de exportación, la grana, que permitió la recuperación de Guatemala. Pero estaban en rápido ascenso Estados Unidos y los territorios que terminarían uniéndose en el imperio alemán. La proclamación de la República obedeció a ese panorama mundial: la necesidad de reconocimiento legal para el comercio internacional. Por eso, en 1859, cuando se empezó a exportar café, Guatemala ya tenía relaciones comerciales y diplomáticas con las potencias anglosajonas y el norte de Alemania. Esto marcaría la inevitable tendencia globalizadora de finales del siglo XIX. Ningún país, desde entonces, ha quedado aislado de las tendencias económicas y políticas mundiales. Fue gracias a la generosidad del suelo y clima guatemalteco que los británicos lograron los tintes de sus rojos uniformes y, posteriormente, que Europa degustó del mejor café del mundo. Fue, durante los gobiernos conservadores del siglo XIX, entre los cuales estuvo el de Rafael Carrera, que se logró la recuperación del país y la consolidación de las culturas tradicionales, que son otra evidencia de la riqueza que nuestro país tiene para ofrecer al mundo.

Política

El 21 de marzo de 1847 se fundó la República de Guatemala. La situación política había sufrido notables transformaciones en dos decenios: en 1823 se estableció el Congreso que declaró, el 1 de julio, la Independencia definitiva respecto a España, México y cualquier otro país y se abandonó para siempre el nombre de reino de Guatemala para adoptar el de Centro América; en 1824 se organizó la República Federal de Centro América y, en 1825, fue electo el primer presidente mediante una argucia del Legislativo. El vencedor en las elecciones fue el hondureño José Cecilio del Valle pero, los liberales, ganadores en el Organismo Legislativo, dieron la victoria a su correligionario salvadoreño Manuel José Arce Fagoaga.

El primer préstamo

Debido a la crisis económica, Arce promovió un empréstito en Inglaterra, que generó la primera deuda externa, con la finalidad de construir hospitales, escuelas, carreteras y un puerto en el Caribe. Sin embargo, en octubre de 1826, Arce decidió disolver el Congreso y el Senado centroamericano, lo que rompió el orden constitucional. Además, ordenó la destitución y aprehensión del jefe de Estado hondureño. Esto provocó que los liberales se levantaran en armas contra su gobierno y surgiera el caudillo hondureño Francisco Morazán.

La invasión y el saqueo

En uno de los episodios más dramáticos, el ejército salvadoreño intentó derrocar a Arce invadiendo la ciudad de Guatemala, en marzo de 1827. Las tropas invasoras llegaron hasta el extremo sur de la ciudad, pero no lograron atacar y, en su retorno, fueron masacradas en Arrazola. Arce permaneció en el gobierno pero, el 15 de marzo de 1829, el ejército comandado por Francisco Morazán venció al guatemalteco en la hacienda Las Charcas (lado oriente del puente), con lo que los invasores tomaron la ciudad el 8 de abril. Durante tres días, saquearon la ciudad, el gobierno guatemalteco capituló el 12 y, el 13, Morazán tomó el poder. Según el militar liberal Miguel García Granados, hubo “saqueos y desórdenes de que fue víctima casi toda la ciudad en los tres días”.

3 Vitrales de la Capilla del Filosofado, se ubica en la antigua finca Las Charcas, lugar donde el ejército dirigido por Morazán derrotó al ejército guatemalteco | Jose Del Cid

Un nuevo gobierno

Como presidente de la Federación, Morazán ordenó la expropiación de los bienes eclesiásticos y la expulsión del país de los líderes conservadores, muchos de ellos sacerdotes. Luego, trasladó la capital a El Salvador. Esto permitió que, mientras Morazán estuviera en el poder, en Guatemala gobernara el liberal Mariano Gálvez. El abogado Gálvez tenía grandes proyectos para el país, pero las arcas estaban vacías. Además, la élite acaudalada estaba en crisis por la invasión de Morazán así que no había de dónde extraer fondos. En 1834 Gálvez concesionó la mitad sur del actual departamento de Izabal a una compañía británica. Los primeros colonos llegaron en 1836. Esta medida era agradable para los liberales, que buscaban inversión extranjera, pero mal vista por los conservadores, que perdían capacidad de mercadear ante los extranjeros y desconfiaban de ese tipo de migraciones pues, en México, terminaron provocando la separación de Texas, en 1836. Tampoco era bien vista por los campesinos, quienes veían la posibilidad de obtener tierras y que eran concedidas a extranjeros no católicos.

Levantamientos, impuestos y epidemia

En 1835 en la región de Chiquimula, de la cual dependía Izabal, se produjo un levantamiento debido a la inconformidad con las políticas del gobierno. Además, para mejorar los ingresos fiscales se estableció un impuesto personal para cada varón, de 2 pesos al año, lo que representaba una cantidad considerable, sobre todo en el oriente del país, empobrecido por las guerras entre 1826 y 1829. Sin embargo, lo que terminó de afectar a Mariano Gálvez fue la forma en la que quiso combatir la epidemia del cólera; abusando del poder e implementando medidas sanitarias poco efectivas. Por ello, el mismo año, se inició una revuelta en el oriente, comandada por un caudillo que había sido militar entre 1826 y 1829, Rafael Carrera.

4 Escudo del Estado de Guatemala en la Federación Centroamericana | Luisa Castellanos - Museo Nacional de Historia

5 Primer Escudo de la República de Guatemala | Luisa Castellanos - Museo Nacional de Historia

DEGUATE

Un caudillo en la ciudad

A Rafael Carrera se le había encomendado una patrulla para obligar el cumplimiento de la cuarentena por el cólera, pero sus integrantes organizaron una tropa contra el gobierno de Gálvez a la que se fueron incorporando cientos de inconformes. Gálvez comprendió que, para permanecer en el poder, debía buscar el apoyo de los conservadores. Esto lo enemistó con los liberales. Así, el 31 de enero de 1838, en una alianza con los liberales, Carrera invadió la ciudad de Guatemala y exigió la supresión del impuesto. El militar liberal Miguel García Granados escribió sobre la presencia de las tropas de “cachurecos”, porque transmitían señales sonoras con cuernos o cachos de res: “Las propiedades y casas principales del comercio fueron respetadas”. Carrera no permitió el saqueo con orden de “No me deshonren”. Esto provocó la salida del poder de Gálvez, quien emigró a México.

El sexto estado

Aprovechando la crisis de poder en la ciudad de Guatemala y que Morazán estaba atendiendo otros problemas de la Federación, los liberales de Quetzaltenango decidieron crear un nuevo estado en la Federación, Los Altos, con capital en esa población y con el territorio occidental de Guatemala, los actuales departamentos de Huehuetenango (que incluía parte del territorio de Chiapas), Quiché, Totonicapán, Quetzaltenango, San Marcos (con parte de Soconusco), Sololá, Retalhuleu y Suchitepéquez. Pidieron la aprobación de Morazán y la obtuvieron. Así, el 2 de febrero de 1838 dieron vida al estado de Los Altos, al mismo tiempo que Nicaragua, Costa Rica y Honduras se separaban de la Federación. Mientras tanto, en Guatemala, con la salida de los liberales, se restableció el gobierno constitucional y, por elecciones indirectas, se eligió al conservador Mariano Rivera Paz como jefe de Estado, quien asumió el 22 de julio.

La disolución de Los Altos

En diciembre de 1839 la Asamblea en Guatemala redactó la Declaración de los Derechos del Estado y sus Habitantes, que fue de hecho una carta constitutiva. Con ella como argumento legal, en enero de 1840 se realizó una campaña militar para recuperar Los Altos. La población indígena estaba en contra del sexto estado. Mientras que en Guatemala se había suspendido el impuesto personal, en Los Altos se restableció; los pequeños comerciantes pagaban impuestos al llevar sus productos agrícolas desde Sololá a Chimaltenango, La Antigua Guatemala y Guatemala, donde les compraban los artículos; así como las telas producidas en Quetzaltenango y Totonicapán; además, los liberales altenses expropiaron tierras ejidales indígenas y daban maltrato a las autoridades nativas locales. El punto crítico se produjo el 1 de octubre de 1839, cuando las tropas quezaltecas sofocaron una revuelta en Santa Catarina Ixtahuacán, provocando la muerte de 40 personas. Los sobrevivientes buscaron el apoyo de Carrera y lo obtuvieron. Al mando de sus tropas, Carrera venció a los altenses en San Andrés Semetabaj y Sololá, para entrar triunfante en Quetzaltenango el 29 de enero de 1840, entre aclamaciones de la población k’iche’.

6 Escudo del Estado de Los Altos | Luisa Castellanos - Departamento de Comunicación de la Municipalidad de Quetzaltenango

El final del primer período liberal en Guatemala

Francisco Morazán no quería un gobierno conservador en Guatemala y, menos, que se reintegrara el territorio. Por ello, atacó nuevamente la capital y, el 18 de marzo, invadió la ciudad, pero las tropas de Carrera le coparon en la plaza de Guadalupe (actual Casa del Niño), el antiguo Calvario y San Francisco, venciéndolo en la Plaza, por lo que tuvo que huir por el barranco del Incienso. Con la noticia de otra invasión de Morazán a la capital, los altenses volvieron a formar su estado, por lo que Carrera no pudo perseguir a Morazán y regresó a Quetzaltenango. El 2 de abril de 1840, recapturó la población, ordenando el fusilamiento de 17 cabecillas. Así, quedó reintegrado el territorio occidental de Guatemala. El 13 de mayo se firmó un tratado con El Salvador, con lo que se logró un período de estabilidad política.

De protector a presidente

El jefe de Estado continuaba siendo Mariano Rivera. Rafael Carrera mantenía su atención en proteger las tierras y fondos de las comunidades frente a hacendados y especuladores criollos y extranjeros, por lo que consiguió una adhesión de los grupos de campesinos. Sin embargo, no era un conservador ni un obediente seguidor del grupo clerical.

En 1844, tanto liberales como conservadores guatemaltecos querían tener de su lado al militar más importante, Rafael Carrera. Así, el 11 de diciembre de 1844, el Organismo Legislativo eligió a Carrera como jefe de Estado. El gobierno de Rafael Carrera se caracterizó por gran austeridad y manejo adecuado de los recursos; así como por el pago de la deuda para mantener el crédito exterior, aunque a disgusto de la élite capitalina.

Establecimiento de la República de Guatemala

En noviembre de 1846, el jefe de Estado viajó al oriente para sofocar otras revueltas, provocadas por liberales hondureños, salvadoreños y guatemaltecos radicados en ese territorio.

Así, el 9 de marzo de 1847, el gobierno de Guatemala notificó a los otros estados centroamericanos la intención de establecerse como República. Se nombró una comisión para preparar una nueva constitución, integrada por el liberal Pedro Molina, el liberal moderado Alejandro Marure y por el conservador Gregorio Urruela, a la que se consultó sobre la formación de la República. La comisión estuvo a favor del establecimiento republicano. De manera que, el 18 de marzo, se presentó la decisión en el salón principal del Palacio, donde, en 1821, se había firmado la Independencia y se aprobó la creación de la República. El 21 de marzo de 1847 se declaró formalmente establecida. Honduras y Costa Rica reconocieron al nuevo país y, poco después, los sudamericanos y europeos. Así dio inicio la República de Guatemala.

7 Busto de Rafael Carrera y Escudo de la República, en moneda de 10 pesos | https://d3k6u6bv48g1ck. cloudfront.net/coin-image-10_Peso-Oro-Guatemala-UQ0KbzbihN4AAAFLgcmjltRO.jpg

7 Escudo de armas de la República de Guatemala | Luisa Castellanos - Museo Nacional de Historia

GUATIMALAE
RESPUBLICA

Una nueva

devoción

Uno de los ámbitos en los que la mujer del siglo XIX destacaba era el religioso, tal como sucedió con la quezalteca María Vicenta Rosal Vásquez, nacida en la ciudad altense el 26 de octubre de 1820. En 1838 se trasladó a la ciudad de Guatemala para hacer vida de religiosa en el beaterio de Belén, donde profesó dos años más tarde, tomando el nombre de María Encarnación del Corazón de Jesús.

La promesa

Uno de los hechos que la hizo famosa fue que, la madrugada del Jueves Santo de 1857 escuchó una voz que le dijo: “No celebran los dolores de mi corazón”. Madre Encarnación ocultó por algún tiempo lo acontecido, sin embargo, a raíz de la epidemia de cólera que se desató ese año en el país, y que llevó a la tumba a cientos de personas, decidió contarlo a sus superiores y prometerle a Cristo, cuya voz era la que había escuchado, cumplir con lo que mandaba.

Una vez obtenido el permiso y aprobación de sus superiores, madre Encarnación instituyó, dentro del Beaterio de Belén, la festividad de los Dolores Internos al Sagrado Corazón de Jesús, con el fin de desagraviar a Cristo por las múltiples dolencias que le han sido causadas por la humanidad. La nueva celebración se fijó para el 25 de agosto, tal como se sigue haciendo en el presente.

Madre fundadora

Madre Encarnación Rosal, es considerada como la segunda fundadora de la Orden Betlemita, ya que reformó la congregación luego de los sobresaltos por la que la misma atravesó derivados de la situación política de 1829.

Camino a la santidad

Fue expulsada del país en 1877, juntamente con las betlemitas por orden del presidente Rufino Barrios. Estuvo en Costa Rica, Colombia y Ecuador, país en el que falleció, en la población de Tulcán, el 24 de agosto de 1886. El 4 de octubre de 1997 fue declarada Beata por el Papa Juan Pablo II. Su cuerpo a pesar del tiempo que lleva sepultado se encuentra incorrupto, lo cual es considerado por sus fieles como una prueba de su santidad.

8 Templo de Beatas de Belén | Juan Francisco Carrera

Rafael Carrera y la sociedad de su tiempo

Rafael Carrera Turcios, nació el 24 de octubre de 1814, en la población de Lo de Rodríguez, cercana a la ciudad de Guatemala, fue el hijo menor de Simón Carrera y Juana Turcios, ambos campesinos. Sus enemigos políticos lo llamaban “El Indio”, debido a su origen humilde y escasa instrucción académica. Algunos autores refieren que Carrera era de cabello liso y negro, de mirada fuerte, activo, astuto, no muy alto y de regia complexión. Fue educado por un tío que era párroco de la población de Mataquescuintla. Cuando contaba con 12 años se alistó en el ejército federal, participando como tamborilero en las tropas comandadas por Antonio de Aycinena. Durante su juventud fue comerciante de cerdos y trabajó en una finca de cochinilla en La Antigua Guatemala.

En 1835 contrajo matrimonio con Petrona García Morales, hija de un hacendado de Mataquescuintla, de ascendencia mulata. El matrimonio tuvo varios hijos: José, Ascensión, Mercedes, Francisco Xavier, José Leocadio y Teresa de las Victorias. Petrona García (1817-1857), “Toña”, fue descrita como hermosa, prudente y devota, orgullosa, de fuerte voluntad y disposición celosa. Se cuenta que en varias ocasiones acompañó a su esposo a las batallas, hasta tal punto que se aseguraba que era igual de valiente que su cónyuge, manejando tanto pistola como lanza.

de marzo de 1840, Rafael Carrera y su hermano tomando la Plaza de Guatemala en manos de Morazán | Guillermo Aguirre

Hombre de batalla

La primera aparición de Carrera fue en 1837, cuando lideró un movimiento de más de 2000 campesinos que se levantaron en contra del gobierno de Mariano Gálvez en las montañas de Mataquescuintla, razón por la cual se les conoció como “los Montañeses”. Los insurrectos fueron perseguidos tanto por Gálvez que era jefe del Estado de Guatemala, como por Francisco Morazán, presidente de la Federación Centroamericana. A inicios de 1838, tomó la ciudad de Guatemala como demanda a la política tributaria de Gálvez, siendo este uno de los detonantes que obligaron al mandatario a dejar el poder, fue sustituido interinamente por Pedro José Valenzuela y de allí por Mariano Rivera Paz en julio de 1838.

Primer gobierno

El Legislativo designó como jefe de Estado a Rafael Carrera en diciembre de 1844. Fue durante su período como presidente que se produjo la creación de la República de Guatemala, el 21 de marzo de 1847.

La batalla de La Arada

Rafael Carrera dejó la presidencia el 16 de agosto de 1848, sin embargo, no se mantuvo al margen de los acontecimientos que se suscitaron en el país, pues fue llamado para reintegrar el estado de Los Altos. También actuó cuando, en 1851, Guatemala fue invadida por un ejército integrado por guatemaltecos exiliados, salvadoreños, hondureños y montañeses orientales, cuya finalidad era derrocar al gobierno de Mariano Paredes y restablecer a los liberales. Las tropas de Carrera atacaron a las invasoras en las cercanías de San José La Arada en Chiquimula, y a pesar de ser numéricamente menores las vencieron el 2 de febrero del citado año.

De nuevo a la presidencia

Así, inició un segundo período presidencial el 6 de noviembre de 1851. Su gobierno fue de corte conservador, respetando las costumbres y tradiciones populares. Hizo regresar al país a las órdenes religiosas que habían sido expulsadas en gobiernos anteriores. En 1854 fue designado presidente vitalicio.

10 San José la Arada, 2 de febrero de 1851 | Guillermo Aguirre

Momentos difíciles

La tragedia no escapó en la vida de Rafael Carrera, en 1857 se desató una epidemia de cólera por todo el país, que produjo una gran mortandad, una de las afectadas fue la primera dama, Petrona García, quien cedió ante la enfermedad el 17 de agosto de 1857.

Fe incondicional

Rafael Carrea fue una persona muy religiosa, se cuenta que fue gran devoto de Jesús Nazareno de la Merced, a quien atribuyó su victoria en la batalla librada en contra del filibustero William Walker, en 1857, razón por la cual, según la piedad popular, Carrera nombró a la escultura como coronel del ejército. Otro acto que demuestra su religiosidad fue cuando se recuperó de una enfermedad, en 1844, que atribuyó a la Virgen de Candelaria, por lo que donó una escultura a la iglesia de Mazatenango21; así como en la victoria de La Arada, también atribuida a la Virgen de Candelaria, por lo que se remodeló el templo capitalino dedicado a esa advocación. Luego de la muerte de su esposa, designó como “Primera Dama de la Nación” a la imagen de la Virgen de Concepción elaborada en 1852 por el escultor Ventura Ramírez y venerada en la Catedral Metropolitana, Carrera le obsequió además las joyas de su difunta esposa y una paloma de plata la cual lleva en el pico el anillo matrimonial del mandatario; así como una corona imperial que ostentaba el escudo nacional de esa época.

Treinta días de luto

Rafael Carrera Turcios falleció en la ciudad de Guatemala a los 51 años de edad, el Viernes Santo 14 de abril de 1865. Pedro de Aycinena, ministro de relaciones exteriores, encargado interinamente del gobierno y con el visto bueno del Consejo de Estado decretó, entre otras cosas, que los funerales deberían celebrarse el 17 de abril siendo el cuerpo inhumado en las criptas de Catedral Metropolitana; asimismo los funcionarios y empleados públicos, civiles, militares y de hacienda debieron vestir de luto durante 30 días.

21 Actualmente esta imagen se encuentra en el mercado de Mazatenango.

11 Entrega del exvoto de la paloma de plata con la argolla matrimonial de su esposa, muerta en la pandemia del cólera, a la Virgen de Concepción de Catedral Metropolitana | Guillermo Aguirre

Moda francesa fin de siglo

Durante esta época, la indumentaria experimentó grandes cambios. La moda de Londres imperaba en los hombres, mientras que la de París en las mujeres.

Los caballeros vestían pantalones largos y ajustados, chaleco y saco; por lo general estas prendas eran de color distinto al de la primera. Regularmente las camisas eran de lino en colores claros. El uso de corbatas y lazos no podía faltar, también era común llevar levitas y abrigos. Los sombreros eran de copa alta.

Moda de reinas

Las damas llevaban vestidos cuyas faldas eran sumamente amplias y abombadas, efecto que lograban debido a la utilización de una crinolina o miriñaque, que era una estructura ligera con aros de cartílago de ballena o cañas unidos por hilos hechos de crines, de allí su nombre. El armador o crinolina permitía la amplitud de la prenda. Una de sus principales impulsadoras fue la emperatriz francesa, de origen español, Eugenia Montijo, probablemente como

La Indu-

mentaria

promoción de las fábricas francesas. Otras famosas reinas que lo pusieron en boga fueron Isabel de Austria, llamada Sisi, Victoria de Inglaterra y Carlota de México22. Con ellas, se popularizó el uso de telas estampadas o de cuadros, de marcada influencia escocesa, el uso de encajes sobre todo los importados

Comalapa

de Europa, fue de uso común en la mayoría de prendas femeninas. Por esa época se hizo común el peinado conocido popularmente como canelones el cual se adornaba con listones de seda. Mantones y mantillas formaban parte del atuendo femenino, especialmente cuando se asistía a la iglesia.

Fraile Obispo Dama
Caballero Rafael Carrera y su esposa
Campesinos Oficial Mengala
22 Eugenia Montijo reinó de 1853 a 1871, Isabel de Austria de 1854 a 1898, Victoria de Inglaterra de 1837 a 1901 y Carlota de México de 1863 a 1867. Mengala

Mengala

Nueva Guatemala

Moda europea mediados del siglo

Altiplano

Garífuna

Cobán

Mengalas

Por su parte, las mestizas utilizaban el generalizado traje de mengala, es decir una variante de los vestidos de élite, sustituyendo las crinolinas con varios fustanes almidonados, alforzas y encajes para decorar la prenda, así como sus tradicionales mangas turgentes, llamadas agüicoyadas por la forma de calabaza. En tanto que las garífunas utilizaban amplias prendas en tela de algodón de color natural, con un pañuelo en la cabeza para proteger la salud de la usuaria, según los conceptos de esa cultura.

Indumentaria que trasciende

Sobre la indumentaria de la población indígena se sabe que para el caso de los hombres estaba constituida generalmente de camisa y pantalón corto blanco, tal como se vestían en Palín y Jocotenango; mientras que en regiones como Cobán llevaban amplias capas de tela negra y sombreros de paja del mismo tono. Las mujeres de las poblaciones cercanas a la ciudad de Guatemala utilizaban morgas o cortes azules, y huipiles blancos con brocados o bordados alrededor del cuello, trenzaban sus cabellos con listones rojos los cuales anudaban al frente en forma de corona. Ya para esa época se reporta en Cobán el uso del tupuy, la cinta de lana roja con pompones amarillos en la orilla, con la que antiguamente se arreglaba el cabello, y que en el presente es utilizada por las representativas indígenas en actos ceremoniales.

Arriero Artesano Alcaldes de Quetzaltenango Cofrades de Mixco Pastor Garífuna

Arquitectura y urbanismo

San José Buena Vista y San Rafael de Matamoros

Las crisis entre conservadores y liberales, así como la incipiente recuperación económica no permitió un gran crecimiento para la ciudad. Los ataques de Francisco Morazán destruyeron parte de las edificaciones a medio concluir, como San Francisco, y otras ya existentes, como el acueducto de Mixco, dañado para obligar a los habitantes a rendirse por falta de agua. Por otra parte, la expulsión de los religiosos detuvo otras construcciones, como La Recolección. Fue con la recuperación económica por las exportaciones de grana, hacia 1840, que se pudieron emprender obras importantes, incluidas las reparaciones en viviendas de la élite y sus mobiliarios, despojadas por Morazán. A nivel de gobierno, tras la derrota de Morazán, Carrera logró la construcción de un fuerte que protegiera la ciudad por el sur, fue San José Buena Vista, edificado sobre una loma en la que existían vestigios prehispánicos. El encargado de la obra fue el agrimensor José María Cervantes y se levantó entre 1843 y 1846. El riesgo de otra invasión, desde Honduras, motivó la construcción de un segundo fuerte, San Rafael de Matamoros, edificado entre 1853 y 1856.

La bondadosa grana

Con la bonanza generada por las exportaciones de grana, se embellecieron varias residencias, sobre todo en la Calle Real, como las de la familia Urruela, y la de los Batres intervenida por Andrés Pedretti23, las que contaron con dos pisos y decoración neoclásica. Se logró terminar el templo de La Recolección, en 1845, y de San Francisco, en 1851; concluir la fachada de la Catedral, en 1867, a cargo de Andrés Pedretti y Juan Fonel, y levantar un amplio teatro, el Carrera, inaugurado en 1859. También se introdujo el alumbrado público, con faroles, en 1841, y la primera nomenclatura oficial de calles y casas, en 1855. En esa época se distribuyeron solares en la salida hacia el sur, a inmediaciones de San José Buena Vista24 y se pobló el Guarda Viejo, por refugiados de las guerras de la época.

Una ciudad en expansión

Los pueblos indígenas de Jocotenango, San Pedro las Huertas y Ciudad Vieja mantenían su autonomía y tierras, aunque el de Jocotenango solo estaba dividido de la ciudad por una pequeña franja de terreno de media manzana de grosor. Durante las ferias de agosto, esa era la parte más concurrida de la ciudad y la de mayor actividad económica. La población de la ciudad aumentó de alrededor de 22 mil en 1824, a 40 mil en 1860, que incluyó un crecimiento natural, así como inmigrantes europeos, estadounidenses y personas que se trasladaron de las poblaciones del resto del país.

23 La Casa de los Batres se localizaba donde ahora se encuentra el Gran Hotel, 9a calle y 8a avenida zona 1.

24 Actual Avenida Bolívar.

12 Fuerte de San José Buena Vista | Eadweard Muybridge en: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/c/c5/Fuertesanjose1875.jpg

13 Fuerte San Rafael de Matamoros | Museo Nacional de Historia
14 Templo de San Francisco | Edy Muñoz
15 Templo de La Recolección | Dirección del Centro Histórico
16 Templo de San Francisco | Dirección del Centro Histórico
TEMPLO DE SAN FRANCISCO
TEMPLO DE
TEMPLO DE SAN FRANCISCO
TEMPLO DE LA RECOLECCIÓN

El ómnibus

Algunas mejoras en los sistemas de comunicación se implementaron durante el gobierno de Rafael Carrera en la ciudad de Guatemala, entre ellos la introducción de un ómnibus el 19 de abril de 1856, el cual transportaría pasajeros conectándolos con varios sectores de la metrópoli. El referido transporte estaba constituido por tres unidades, las cuales trabajaban en el horario de siete de la mañana a siete de la noche. El recorrido era el siguiente: ómnibus uno: salía de la plazuela de San Francisco, recorría la Calle Real, Plaza Mayor para finalizar el recorrido en la plazuela de San José. El número dos partía también de la plazuela de San Francisco, pasando por las calles de Comercio, Mercaderes y del Cerro, finalizando en la plazuela de San José. Mientras que el tercero iniciaba su trayecto en la plazuela de Beatas de Belén, recorriendo las calles de la Universidad y de la Victoria, de Santa Teresa y Concepción, siendo el último punto la plazuela de San Sebastián25 . Las unidades operaban cada media hora y el precio del asiento era de medio real.

Además, en una época de mayor estabilidad, después de 1851, se establecieron las diligencias que se dirigían principalmente a La Antigua Guatemala, Amatitlán, Escuintla y el puerto de San José, habilitado en 1853, por el incremento del comercio desde California hasta Chile.

25 En la actualidad, el recorrido uno sería de la siguiente manera: del parque Enrique Gómez Carrillo, pasando por el Paseo de la Sexta hacia la Plaza Mayor de la Constitución, finalizando frente al templo de San José. El recorrido dos también partiría del parque Enrique Gómez Carrillo, pasando por la 7a avenida se dirigiría hacia el norte hasta la 8a calle; sobre la 8a calle seguiría hacia el oriente hasta la 12 avenida, sobre la 12 avenida continuaría hasta la 5a calle, y, de la 5a calle, hasta finalizar frente al templo de San José. El tercer recorrido iniciaría en el parqueo del Teatro Abril, sobre la 9a avenida se dirigiría hacia la 4a calle; sobre la 4a calle seguiría rumbo al poniente hasta la 7a avenida, por la 7a avenida continuaría hasta la 3a calle, y, sobre la 3a calle, seguiría hasta finalizar en el parque San Sebastián.

19 Plaza Mayor de la Constitución, hacia el norte | Jorge Cuyún
20 Portada del Real Palacio, Antigua Guatemala | Jose del Cid
21 Antigua Plazoleta de Beatas de Belén | Jose del Cid

Economía

La economía se había recuperado gracias a las exportaciones de grana, un tinte rojo que se extraía de un insecto llamado cochinilla. Este insecto se criaba en las plantaciones de nopal establecidas en la región de Antigua Guatemala y Amatitlán.

Bajo el ala de grana y de oro

Los precios que alcanzó la grana sorprendieron al poeta cubano José Joaquín Palma, hasta incluirla en el poema que presentó para ser el Himno de Guatemala: “bajo el ala de grana y de oro”.

La crianza de los insectos fue promovida en 1811 cuando José de Aycinena los introdujo desde Oaxaca. Tiempo después, el dominico Antonio López de Quintana hizo lo mismo en Joyabaj y Cubulco. Sin embargo, por la crisis política, el éxito de la producción se produjo hasta el decenio de 1830. La grana se exportaba a Francia para la confección de maquillaje, pero los principales compradores eran los ingleses, que la utilizaban para teñir su creciente producción de telas, que se expandía gracias a la industrialización.

22 Nopal | Jose Del Cid

McKlee, Skinner y Co.

Unos de los primeros exportadores fue el alemán Rudolf Klée, quien llegó en 1826 para entregar las armas que servirían para la guerra civil. Establecido en Guatemala contrajo matrimonio con la hija de un importante comerciante salvadoreño. Para 1830, Klée tenía éxito con la grana. Así que, en 1831, su comprador británico, George Skinner aumentó las relaciones, viajó a Guatemala y formaron la empresa McKlee, Skinner y Co., puesto que, al obtener la nacionalidad inglesa, Klée pasó a ser McKlee. Su primer hijo fue Jorge Skinner Klée Ubico, en honor a su socio, de donde deviene ese apellido compuesto. En 1840, con la estabilidad del gobierno conservador, Klée viajó a Hannover para obtener beneficios como exportador guatemalteco. Allí obtuvo de un tío, miembro del senado, el cargo de cónsul. En esa época, aún no se había producido la unificación alemana, por lo que buscó otras representaciones diplomáticas y obtuvo las de las ciudades Hanseáticas de Bremen, Hamburgo y Lübeck y de los reinos de Hannover y Prusia. Al regresar a Guatemala, en 1842, intentó establecer un tratado de comercio y navegación, pero le fue imposible, porque Guatemala era todavía parte de un país ya inexistente, la República Federal de Centro América. Las transacciones comerciales de Klée eran las más importantes, pero había otros exportadores hacia Inglaterra.

Motivación económica

Mientras tanto, el cónsul británico era Frederick Chatfield pero, cada vez que abordaba el tema de la situación económica guatemalteca y su deuda externa, se le pedía una solución a la ocupación inglesa en Belice, asunto para el que no tenía facultades legales. Por otra parte, la política británica prefería países separados en el istmo en vez de una sola entidad política y mostraba cada vez más inquietud ante la relevancia continental que estaba cobrando Estados Unidos.

Por otra parte, el ministro José Antonio Azmitia sugirió a Rafael Carrera establecer una alianza con Estados Unidos, lo que le permitiría recuperar Chiapas y Soconusco, pero a esto se oponía el cónsul Chatfield. Por ello, a inicios de 1847, había dos diplomáticos interesados en la formación de la República de Guatemala: Chatfield y Klée. El otro gobierno representado en Guatemala era el francés, del período del reinado de Luis Felipe que, en 1842, inició una política de expansión al África y, en 1846, estaba en crisis económica, que no manifestó un interés directo pero sí la conveniencia para su país y para Guatemala de constituirse en una república separada del istmo. En esas condiciones se produjo la proclamación de la República, en 1847.

23 Capacitación en campos de cultivo de café, Santa Ana, Santa Rosa | Jose Del Cid

Economía próspera

Las condiciones económicas eran buenas. Existía una recuperación con las exportaciones de grana; una administración gubernamental austera, y las comunidades indígenas, mestizas y garífuna gozaban de gran autonomía local, lo que les permitió consolidar sus culturas y sus sistemas de autoconsumo. Sin embargo, permanecían los problemas entre conservadores y liberales por controlar el país; había presencia de algunos extranjeros afincados por una migración belga acontecida en 1844, y por las exitosas exportaciones. Esta situación motivó al clero a recuperar sus privilegios ante el gobierno debido que había recuperado su posición económica y social.

De la grana al café

El gobierno de Carrera no se confió solamente del éxito de la grana. Se observó el éxito que, a partir de 1843, tenían los exportadores de café costarricenses y, poco después, se promovió el cultivo en Guatemala, lográndose la primera exportación en 1855, aunque oficialmente se reconoce que fue hasta 1859, cosechada en fincas establecidas alrededor de La Antigua Guatemala.

Promesa incumplida

Ese mismo año, para mantener las compras británicas a la grana y poder continuar adquiriendo armas inglesas, el gobierno se vio forzado a reconocer el dominio británico en Belice pero solicitó a cambio la construcción de una carretera que nunca se realizó, por lo que todavía existe un reclamo diplomático sobre el acceso al mar Caribe por Guatemala.

24 Secado de café en camas africanas, Santa Ana, Santa Rosa | Jose Del Cid

Arte y cultura

En al ámbito artístico, en el siglo XIX se continuó utilizando el estilo neoclásico en las diversas manifestaciones arquitectónicas y, poco a poco, se introdujo el romanticismo en la literatura. De esa cuenta, los edificios concluidos en la época de la creación de la República eran neoclásicos: la fachada de la Catedral, de Pedretti y Fonel; el templo del Colegio de Cristo Crucificado, conocido como La Recolección, obra diseñada por Pedro Garci Aguirre en 1797, pero sustituida por otra de Santiago Marquí, planificada en 1809, y concluida hasta 1845; el otro templo importante fue San Francisco, también diseñado por Marquí pero concluido por Miguel Rivera Maestre en 1851; la tercera obra importante, el Teatro de Carrera, que fue planificado por Rivera pero construido por el ingeniero germano José Beckers quien le agregó el pórtico de la fachada, inspirado en los templos griegos, con diez columnas impresionantes al frente, de orden dórico, para dar la bienvenida y el resguardo de sus visitantes.

25 Catedral Metropolitana de Santiago de Guatemala | Museo Nacional de Historia
Detalle interior de Catedral Metropolitana | Arturo Portillo

El origen del Teatro Carrera

Según algunas narraciones, el presidente Carrera habría tenido un intenso amorío con una cantante y actriz de ópera conocida como Josefa Silva, la cual lo convenció de construir un teatro en la ciudad, aunque en realidad Silva era la hija de un hacendado salvadoreño. Carrera comisionó a los empresarios Juan Matheu y a Miguel Ruiz de Santisteban para que coordinaran la construcción del edificio en la Plaza Vieja o emplazamiento original para la plaza mayor. Luego de su inauguración, se presentaron grupos de ópera y zarzuelas a los cuales llegaban hermosas mujeres, que descendían de carruajes luciendo joyas y elegantes vestidos elaborados con seda y encaje, las cuales eran acompañadas de hombres distinguidos que vestían con leva, bastón y sombreros.

De talla internacional

Las compañías que presentaban óperas y zarzuelas en el teatro eran internacionales pues se presentaban en Guatemala en giras que iban de Norte a Sudamérica o viceversa. Una de las visitas artísticas más recordadas fue la llegada de la diva italiana Galicurci que presentó en Guatemala la ópera Carmen, de Bizet.

Al estilo italiano

En cambio, los edificios defensivos o fuertes, fueron diseñados por Cervantes siguiendo la traza italiana, es decir un tipo de fortaleza reforzada para resistir ataques de artillería y con capacidad de tiro muy amplio, lo que hubiera impedido cualquier invasión a la ciudad.

Teatro Carrera | Eadweard Muybridge - Museo

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Educación clerical

En el aspecto educativo los gobiernos conservadores se preocuparon por aumentar la cobertura escolar. Por ello, en 1852 se elaboró una ley para promover la educación, fue conocida como Ley de Pavón, por su impulsor, el ministro Manuel Francisco Pavón Aycinena. Consistía en obligar a las parroquias y municipalidades a costear dos escuelas en cada pueblo, una para hombres y otra para mujeres, sin que el Estado tuviera que hacer gastos que no podía cubrir. Al estar financiadas por la Iglesia, el tema principal de aprendizaje era el religioso y moral, lo que detestaban los liberales. Se estipuló la forma en que fueran supervisadas: la tarea recaería en el párroco, una persona nombrada por el ayuntamiento y otra por la comunidad. Dicha comisión era la encargada de nombrar a los maestros, los cuales deberían tener la autorización del gobierno. La ley estipulaba que los maestros debían poseer una conducta intachable que serviría de ejemplo para los infantes. Aunque no se exigían características para la preparación del docente, pero cada pueblo contaba ya con escuelas donde los niños y niñas podían aprender a leer y escribir. En la capital, muchos docentes eran extranjeros y solicitados para enseñar francés, alemán e inglés a los niños y niñas. En 1851, se autorizó el retorno de los jesuitas y se encargaron de dos establecimientos, la Universidad de San Carlos y el Seminario de la Asunción. Allí establecieron el primer sismógrafo del país. Además, el gobierno ordenó el establecimiento de un colegio en Chiquimula, con la finalidad de preparar a los jóvenes para la universidad, en 1856, que sirvió para la fundación de establecimientos posteriores. Entre 1864 y 1866, se estableció el Colegio Clerical, a cargo de la Congregación de la Misión o paulinos, un centro educativo en el extremo sur poniente de la ciudad (actual Paraninfo). Para la atención de los hospitales, especialmente en la capital, Quetzaltenango, La Antigua Guatemala y Amatitlán, se contó con las Hijas de la Caridad, también paulinas, desde 1866, quienes establecieron la Casa Central, también con fines educativos. Además, en 1860, se encargó a las Hermanas de Nuestra Señora, la educación de mujeres en el antiguo Hospital de Belén.

Los inventos de James Watt y Samuel Morse

En el aspecto tecnológico, el desarrollo industrial logrado por Gran Bretaña la convirtió en la primera potencia mundial, gracias al uso de máquinas de vapor, patentada por James Watt en 1769, pero ampliamente desarrollada a partir de 1800. Robert Fulton aplicó con éxito esta máquina a la navegación comercial en Estados Unidos, mientras que el ferrocarril fue perfeccionado en Inglaterra. Por su parte, Samuel Morse desarrolló el telégrafo en 1844. Estas innovaciones fueron introducidas tiempo después en Guatemala.

De sultanas y marquesas

El avance industrial abrió un mercado para la importación de objetos provenientes de modelos europeos especialmente de Francia y España, como muebles de uso ejecutivo, entre ellos los escritorios de tres gavetas de poca profundidad, decorados con aplicaciones. También fueron introducidos a la vida cotidiana de los hogares los sillones acolchonados que se adaptaban al vestuario femenino de la época, también se incorporaban mesas especiales para entretenimiento. Otra innovación que hasta hoy en día persiste es el mueble conocido como la marquise, traducido en la actualidad como la marquesa, mueble de habitación con espejo grande propicio para el arreglo personal. Un mueble muy popular durante la década de 1850 fue la sultana, un sofá con los dos extremos redondeados, la cual era el gusto de las personas acomodadas de la época.

28 Capilla de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa, Casa Central | Edy Muñoz

Los periódicos como medio de difusión de la literatura

En el campo de la literatura destacó el primer romántico de Guatemala, el escritor José Milla y Vidaurre, conocido como uno de los fundadores de la novela guatemalteca. Especialmente, exploró el género de la narrativa histórica. Algunas de sus obras literarias fueron firmadas con el anagrama Salomé Jil. Fue alumno del Seminario de la Asunción y de la Escuela de Derecho de la Academia de Ciencias de Guatemala. Fue colaborador en dos de los periódicos más importantes de la época: La Gaceta Oficial y La Semana. Durante su colaboración en el periódico titulado La Semana publicó sus Cuadros de Costumbres y otras novelas históricas. En este sentido los periódicos fueron necesarios para divulgar la literatura al pueblo guatemalteco. También es importante resaltar que dichas publicaciones llegaban a un limitado público, el lector. Dentro de las obras más importantes de José Milla pueden mencionarse: La hija del Adelantado, El Visitador, Los Nazarenos y El libro sin nombre. Otro de los más importantes escritores guatemaltecos fue Antonio José de Irisarri, el cual inició sus trabajos colaborativos en el periódico El Guatemalteco, también fue colaborador de diarios en Chile y Ecuador. Su obra más reconocida es El Cristiano Errante.

29 José Milla y Vidaurre | E. Goubaud y Cía., via Wikimedia Commons

30 Antonio José de Irisarri | Fotografía Díaz y Spencer en: https://es.wikipedia.org/wiki/ Antonio_Jos%C3%A9_de_Irisarri#/media/Archivo:AntonioJoseIrisarri1880.jpeg

Capítulo 4: La pequeña París

De tus viejas y duras cadenas tú forjaste con mano iracunda, el arado que el suelo fecunda y la espada que salva el honor.

La pequeña París

Al finalizar el siglo XIX la ciudad de Guatemala fue engalanada con varias obras públicas: edificios, bulevares, paseos, parques y quioscos, y se convirtió en receptora de migrantes europeos, por ello se acuñó que pretendían convertirla en una “pequeña París”. Lamentablemente, esa admiración por la cultura europea y los avances tecnológicos de ese momento provocaron una desvalorización, entre élites y gobernantes, de las culturas guatemaltecas. Volcar la visión a París no requería darle la espalda a la milenaria cultura maya o la centenaria cultura mestiza, pero se hizo. Esta percepción provocó una nociva relación con las culturas originarias. Las condiciones laborales no eran adecuadas para las personas indígenas y gran parte de la riqueza de la que se beneficiaron los liberales se basó en una relación anómala respecto a la mayoría de la población. Precisamente por ese intento de europeización se impusieron los cánones foráneos para toda la creación guatemalteca, desde la arquitectura hasta la música. Por ello, fue en esa época en que, siguiendo los estándares europeos, se compuso el Himno Nacional, cuya música se debe al célebre comalapense Rafael Álvarez Ovalle. El Himno fue estrenado en la obra conservadora por excelencia, el Teatro Nacional, posteriormente denominado Colón. Fue la época de la intrépida escritora Vicenta Laparra de la Cerda, que compuso sus obras y ejerció el periodismo sin importar las limitaciones de movimiento que le aquejaron. A pesar de todo, quedó el impulso de admiración por las culturas foráneas que aún se percibe en la sociedad guatemalteca, ahora tamizado con la ventaja de apreciar lo extranjero sin demeritar lo propio. Guatemala es un lugar de grandes maravillas y fueron esos inmigrantes los que se encargaron de hacerlo notar en sus países de origen, sobre todo Estados Unidos y Alemania.

Economía

Una nueva élite

Los liberales con Rufino Barrios al mando crearon una nueva élite: la de los propietarios de las tierras ejidales. Mientras tanto, la población nativa quedó limitada a trabajar por pago en especie en las fincas formadas a partir de la expropiación de sus tierras comunales. Este mecanismo convertía paulatinamente a los trabajadores en deudores constantes de la finca, al extremo de comprometer todo el trabajo de su vida, el de sus hijos y nietos. Como resultado, la posibilidad de desarrollo económico para el área rural era nula, pues su sistema monetario terminó destrozado.

Ampliación de estratos

Por otra parte, se ampliaron los estratos medios, con los comerciantes urbanos locales y los migrantes recién llegados a ciudades como Quetzaltenango, Retalhuleu, Mazatenango, Escuintla, Amatitlán, Zacapa y Guatemala. En estos cambios estuvo el gobierno de Reyna Barrios, que, como se expuso con anterioridad, impulsaba proyectos ambiciosos y pretendía promoverlos a través de la exposición centroamericana; con ocasión de esta exposición, procuró embellecer la capital.

Impuesto a las exportaciones

Los ingresos fiscales habían mejorado notablemente al establecerse el impuesto a las exportaciones de café. Sin embargo, el precio del grano era fluctuante. Por ejemplo, en 1885, durante el gobierno de Barillas, se suspendió ese impuesto para no asfixiar a los exportadores ante la baja del precio. Esto representó una pérdida de 126 mil pesos al erario. Pero, al recuperarse el valor del café, en 1887, se restableció la tributación y mejoraron los ingresos.

La caída de los precios del café

Entre 1894 y 1895, el precio del café subió de US$25 a US$37 el quintal, lo que permitió a Reyna Barrios ejecutar sus proyectos. En 1893 se inauguró la principal obra del gobierno de Barillas y la primera de Reyna, el canal de Chiquimulilla que, con 120 kilómetros de extensión y paralelo a la costa del Pacífico, se esperaba que permitiría una mejor comunicación en la región sudoriental del país. No obstante, en 1896, se inició la caída del precio del café, hasta llegar a los US$14 en 1897, ocasionada por la sobreoferta de Brasil y Colombia.

3 Cultivo de café, finca de la familia Roca, Chimaltenango | Edy Muñoz

Deuda pública

Debido a este problema, el Gran Certamen fue un fracaso, sumando su costo a la deuda pública, calculado en 3 millones de pesos. Mientras se realizaba, muchos finqueros perdían sus propiedades ante los bancos alemanes con los que tenían hipotecados sus inmuebles, incapaces de pagar por la baja precipitada del café. De esa cuenta, numerosas fincas situadas en la región sur pasaron a bancos germanos que, en lugar de revender las propiedades para recuperar el dinero, enviaron ingenieros y agrónomos para mejorar la producción y beneficiado de café.

El tren de Verapaz

Además, emigraron otros alemanes, dedicados a la banca y el comercio de exportación como empleados de las firmas en Europa. Esta migración se encontró con los alemanes que, desde hacía una generación se habían dedicado al comercio y agricultura en el país, muchos de ellos ubicados en la región norte. Allí se estableció, en 1894, el ferrocarril privado Verapaz, que permitía transportar el café hacia el puerto fluvial de Panzós; de donde pasaba al río Polochic, luego al lago de Izabal, llegando finalmente a Lívingston.

Un país en crisis

En abril de 1897 se evidenció el problema: debido a la urgencia de pagos, se sacó la plata de circulación, ocasionando una crisis parecida a la de 1804. Para evitar más gastos, el presidente cerró todo el sistema educativo del país, puesto que los salarios de los maestros representaban una partida importante del presupuesto del Estado. Esto provocó malestar entre docentes, alumnos y padres de familia. La situación era por demás apremiante: no había circulante, el sistema educativo estaba suspendido, las exportaciones estaban mal y, adicionalmente a esto, parte del Ejército y grupos políticos se oponían al presidente. Así estaban las cosas cuando se produjo el levantamiento en Quetzaltenango, que Reyna Barrios logró sofocar. Sin embargo, los problemas no estaban resueltos. La vinculación del asesino de Reyna con los quezaltecos hizo suponer una conspiración de la que resultó beneficiado su sucesor, Manuel Estrada Cabrera. Sin embargo, tras la muerte de Reyna Barrios se acabó el sueño de “la pequeña París” y quedó un inmenso problema financiero para el país.

4 Parque Central de Escuintla, en este departamento se construyó el Puerto de Iztapa, uno de los proyectos más ambiciosos del gobierno de José María Reyna Barrios | Jose Del Cid

Política

Final de un ciclo

El régimen conservador finalizó en 1871, debido al triunfo armado de los liberales. Rafael Carrera había muerto como presidente vitalicio, en 1865, y fue sucedido por el conservador Vicente Cerna, electo por la Asamblea Legislativa. El designio de ampliar arbitrariamente su mandato provocó el levantamiento de los liberales, primero al mando de Serapio Cruz y después por Miguel García Granados. Además, el intento de Cerna de establecer el sistema decimal en la moneda le había hecho impopular, porque perjudicaría directamente a toda la población. El peso se dividía en 8 reales, equivalente a 32 cuartillos, lo que era muy difícil de convertir a centavos. Sin embargo, lo que permitió a los liberales obtener la victoria fue el aprovisionamiento de armas estadounidenses de repetición26, los rifles Remington.

Alianza para el triunfo

García Granados se había exiliado en México, donde conoció y se alió con Rufino Barrios; ambos contaron con el apoyo de Benito Juárez. Allí adquirieron las armas necesarias para vencer a Cerna. Los líderes realizaron una rápida campaña que ingresó por Tacaná, San Marcos, en abril de 1871, y llegaron a Patzicía, en junio del mismo año. El 29 de junio, los liberales vencieron a Cerna en San Lucas y Bárcenas y, el 30, entraron triunfantes a la ciudad de Guatemala.

El Acta de Patzicía

Miguel García Granados fue autoproclamado presidente, convirtiéndose en el primer mandatario de esta nueva etapa de gobiernos liberales; gobernó hasta 1873 cuando fue sucedido en el cargo por Justo Rufino Barrios, según se había establecido en

Su gobierno no fue ajeno a los movimientos rebeldes, teniendo que sofocar aquellos impulsados por las tropas leales al gobierno de Vicente Cerna. Entre 1871 y 1884, Barrios, como presidente provisional, primero, y como gobernante autonombrado, después, realizó varias reformas planificadas por los liberales desde principios del siglo XIX.

26 Arma de fuego que se recarga después de cada disparo, mediante un mecanismo accionado por el tirador que introduce en el cañón un cartucho colocado previamente en el depósito de municiones.

5 Medallón de Justo Rufino Barrios, Monumento a los Héroes del 71, San Lucas Sacatepéquez | Jose del Cid

6 Medallón de Miguel García Granados, Monumento a los Héroes del 71, San Lucas Sacatepéquez | Jose del Cid

Reformas liberales

La primera reforma que realizaron los liberales fue de carácter religioso: supresión de las órdenes, expulsión de sacerdotes, exclaustración de monjas, expropiación de bienes de conventos, fincas y edificios, así como de cofradías, tierras, ganado y metálico. Con esto, las cofradías de ladinos y españoles desaparecieron, quedando solo las indígenas, pero sin propiedades.

En 1873 se realizó la reforma militar para evitar que surgiera otro ejército similar formado por los liberales y que los condujo al poder. Para este propósito fue creada la Escuela Politécnica o Academia Militar.

La reforma agraria fue la de mayor impacto de las realizadas por los gobiernos liberales; tuvo lugar en 1874. Sirvió como instrumento para la expropiación de las tierras ejidales y la posterior asignación para el cultivo de productos de exportación, especialmente café.

En 1874 se llevó a cabo la reforma bancaria Rufino Barrios también fundó un banco denominado Banco de Guatemala; esta institución quebró al poco tiempo.

En 1877 se reformó la educación. Se crearon las escuelas normales para estandarizar los contenidos a impartir según el grado correspondiente. Estableció la educación laica, pública, obligatoria y gratuita; no obstante, al ser el Estado el rector de la educación, no era posible enseñar alguna idea contraria al gobierno.

En 1877, se promulgó el Código Penal, Militar y Fiscal, para propiciar la homogenización y la penalización de infracciones.

En 1882 se estableció la frontera con México, suspendiendo cualquier reclamo sobre Soconusco y cediendo gran parte de San Marcos, Huehuetenango y Petén.

En 1882 se inauguró el primer tramo ferrocarrilero, desde el puerto de San José hasta Amatitlán y, en 1884 , hasta Guatemala.

Continúa el liberalismo

Intentando capturar el gobierno de El Salvador, Barrios murió en la batalla de Chalchuapa, el 2 de abril de 1885. Entonces, entró en vigor la Constitución de 1879. Con esa base legal se realizaron elecciones y ganó Manuel Lisandro Barillas cuyo máximo logro fue convocar a elecciones, cosa que no hizo ningún otro liberal.

Ganador inesperado

José María Reyna Barrios fue electo en 1892. En esta contienda participaron dos liberales que habían sido importantes en el gobierno de Rufino Barrios: Lorenzo Montúfar y Francisco Lainfiesta. También lo hizo el conservador Miguel Enríquez y José Llerena; Lainfiesta se perfilaba ganador hasta el tercer día cuando el voto indígena de Quetzaltenango y Totonicapán propició la victoria de José María.

Una pequeña París

Reyna Barrios había viajado a Europa como diplomático y quedó sumamente impresionado por las ciudades europeas, principalmente París. Por eso se afirma que quería hacer de Guatemala “una pequeña París”.

Ferrocarril del Norte

El presidente tenía varios proyectos para mejorar las comunicaciones y producir ingresos al país, especialmente concluir el Ferrocarril del Norte, que comunicaría el Caribe con el Pacífico, en una época en que aún no existía el Canal de Panamá.

Una crisis inesperada

También pretendió realizar una exposición, como las universales de París, Londres y Chicago, con la finalidad de aumentar las exportaciones. Para ello ordenó invertir en embellecer la ciudad. Sin embargo, no contó con la crisis económica provocada a nivel internacional en 1896 por la caída de los precios del café, a la que no supo hacer frente.

Por este problema y su oposición a convocar a elecciones, el presidente tuvo serios opositores. Esto provocó que, el 7 de septiembre, un grupo de militares de occidente tomaran la ciudad de Quetzaltenango y se rebelara contra Reyna, dirigidos por el empresario Juan Aparicio y Sinforoso Aguilar, alcalde de Quetzaltenango. También se involucró Próspero Morales, jefe político de San Marcos. Las tropas leales a Reyna Barrios capturaron Quetzaltenango y a los cabecillas, quienes fueron fusilados el 14 de septiembre de 1897.

9 Exposición Universal de París, 1889 | Universitäts und Landesbibliothek Darmstadt

Vicenta Laparra de la Cerda

Origen y aficiones

Las mujeres fueron ganando espacios que tradicionalmente estaban destinados a los hombres. Es el caso de Vicenta Laparra Reyes de la Cerda, nacida el 5 de abril de 1831 en Quetzaltenango. Vicenta sufrió la pérdida de su madre cuando era niña, por esa razón creció bajo el cargo de su hermana Jesús. De ella heredó la fascinación por las bellas artes y la literatura; siendo muy joven, ofreció un recital de poesía organizado con el fin de obtener fondos para la construcción del teatro de Quetzaltenango. Incursionó en el campo del periodismo y la literatura.

Exilio y familia

En 1852, se casó con el español César de la Cerda, trasladándose a vivir a la ciudad de Santa Ana, El Salvador. Sin embargo, debido a problemas políticos tuvieron que marcharse a Costa Rica, siendo directora de un colegio de señoritas en la capital de esa nación. Posteriormente regresaron a El Salvador y de allí a Guatemala. Del matrimonio nacieron ocho hijos.

Juntamente con su hermana Jesús, fundaron en 1885, el periódico La Voz de la Mujer, considerado el primero de corte feminista en el país. En 1894 fundó y dirigió una publicación destinada a mujeres, llamada La Escuela Normal. Entre sus obras literarias destacan: Los lazos del crimen, La esposa infeliz, El Ángel caído y La virtud y el vicio.

Vida ejemplar

Luego del nacimiento de su último hijo en 1886, sufrió una parálisis que la dejó postrada en una silla de ruedas, razón por la cual empezaron a llarmarla "La Poetisa Cautiva". Debido a tal situación, el gobierno de Lisandro Barillas le concedió una pensión vitalicia. Murió de una afección al corazón el 29 de enero de 1905 en la ciudad de Guatemala. En el país se instituyó la medalla que lleva su nombre con el fin de reconocer a las mujeres que se han destacado en los ambientes educativos, culturales y artísticos a favor de los derechos del sexo femenino.

10 Autógrafo de Vicenta Laparra de la Cerda, dedicatoria en ejemplar de El Ángel Caído (1886) | Juan Francisco Carrera 11 Vicenta Laparra de la Cerda | Ilustración elaborada por Luisa Castellanos

José María Reyna Barrios

José María de Jesús nació el 24 de diciembre de 1854 en la ciudad de San Marcos. Fue el mayor de los nueve hijos del capitán Joaquín Reyna y Celia Barrios, pariente de Rufino Barrios. Cursó los estudios primarios en su tierra natal; desde muy joven participó en algunos levantamientos en contra del gobierno de Vicente Cerna, los cuales fueron comandados por Justo Rufino Barrios.

Un militar destacado

Su carrera militar la inició como soldado raso en 1871, participando en varias batallas en la región occidental del país, paulatinamente fue ascendiendo en la escala militar, ocupando varios puestos en San Marcos y la capital, algunos de ellos al mando de Rufino Barrios. Cursó estudios en la Escuela Politécnica de donde egresó en 1876. Por una breve temporada trabajó en Honduras y entre 1878 y 1880 ocupó el cargo de la Jefatura Política y Comandancia de Armas del departamento de Santa Rosa. Participó en 1885 en la Campaña Nacional contra El Salvador, tocándole reorganizar las tropas de retirada del ejército guatemalteco luego de la muerte de Rufino Barrios en la población salvadoreña de Chalchuapa, el 2 de abril de 1885.

Carrera política

Poco después de la Campaña Nacional contra El Salvador, el gobierno de Barillas le nombró diplomático en Berlín. Nunca pudo asumir el cargo pero pudo viajar por Europa y Estados Unidos. De regreso contrajo matrimonio con Algeria Benton, el 17 de mayo de 1886. Fue electo diputado de la Asamblea Constituyente, de la cual fue nombrado vicepresidente, tiempo en el cual logró que se reformara la Constitución, con lo

cual se garantizaba la no reelección de Barillas. En 1889 estuvo involucrado en un confuso incidente que tenía por fin organizar un movimiento revolucionario en contra del presidente, razón por la cual Reyna Barrios fue apresado, saliendo libre poco tiempo después. Esto provocó que se retirara del país fijando su residencia en San Francisco California.

La cúspide

Regresó al país para participar como candidato presidencial en las elecciones de 1892. El proceso se desarrolló del 15 al 21 de enero, en el cual votaron únicamente los hombres alfabetos o que tuvieran renta, industria, oficio o profesión que les proporcionara medios de subsistencia. Asumió la presidencia el 15 de marzo de ese mismo año. En 1897, convocó una Asamblea Constituyente para que lo confirmara en el cargo. Debido a lo anterior ejerció los tres poderes: ejecutivo, legislativo y judicial, y su gobierno no fue ajeno a la represión de sus adversarios. Mantuvo una posición imparcial con la iglesia católica permitiendo regresar al país en 1897, al arzobispo Ricardo Casanova y Estrada, quien se encontraba en el exilio en Costa Rica desde 1887, por desavenencias con Barillas.

12 Casa Matheu, residencia de José María Reyna Barrios en 1894 | Guillermo Aguirre

La tragedia del número ocho

El 8 de febrero de 1898, murió asesinado por el alemán Edgar Zollinger, cuando se dirigía, según algunas versiones, a la casa de la actriz Josefina Roca, con la cual se asegura sostenía una relación extramarital. El asesino del mandatario fue abatido antes de ser interrogado. El presidente fue sepultado en las catacumbas de la Catedral Metropolitana. Como dato curioso dentro del ideario popular de la época se comentaba que el número 8 fue trágico para Reyna Barrios, ya que murió el 8 de febrero de 1898, a las 8 de la noche en la 8ª calle y frente a la casa 8.

Llegada de inmigrantes

Durante el período liberal, se produjo la llegada de diferentes grupos de inmigrantes. A mediados del siglo XIX había llegado un grupo de belgas para organizar una colonia en Santo Tomás de Castilla, pero fracasó y muchos de los inmigrantes regresaron a su país. Los que se quedaron, se trasladaron a la capital y establecieron comercios como fábricas de muebles. Por otra parte, la llegada de numerosos grupos de trabajadores chinos a California, provocó que algunos se resistieran a las malas condiciones de vida que encontraban en ese lugar y se dirigieran a México y, algunos, a Guatemala, por los puertos del Pacífico, dedicándose a importar productos que les enviaban sus conciudadanos desde Estados Unidos y comercializarlos en Guatemala. Con los liberales, llegaron varios ingleses, vinculados con empresas exportadoras e importadoras. Los estadounidenses llegaron por sus relaciones con las empresas que construían los ferrocarriles. Al finalizar el siglo XIX se produjo una importante migración de personas de origen alemán, motivados por los cambios económicos que produjo la crisis del café. También llegaron personas de origen libanés y sirio, quienes abandonaban el imperio turco y, por su pasaporte, eran conocidos como turcos. Se dedicaban al comercio de productos importados.

13 Villa Algeria, residencia de José María Reyna Barrios en el bulevar 30 de Junio, actual Avenida La Reforma y 8ª calle zona 10 | Guillermo Aguirre

Expansión de la ciudad

La ciudad creció hacia el sur durante los gobiernos liberales. Se trazó el cantón Barrios27, se estableció el Cementerio General y se adquirió una parte de la finca Las Charcas con el fin de establecer La Reformita para sus milicianos. Se suprimieron los pueblos indígenas de San Pedro Las Huertas, Ciudad Vieja y Jocotenango, y pasaron a convertirse en extensiones de la ciudad.

Repartición de fincas

Barrios ordenó la construcción del hipódromo y urbanizó el espacio entre este centro hípico y la ciudad. Se adueñó de la finca La Castellana28 y, a su amigo José María Samayoa, le asignó los antiguos predios de Ciudad Vieja, que rebautizó como Tívoli29. Durante el gobierno de Lisandro Barillas se trazó el cantón Barillas30. Las construcciones de la ciudad se expandieron hasta la 18 calle, la recién trazada avenida Elena y la 12 avenida, así como la absorción por completo de Jocotenango.

Nueva nomenclatura y servicios

1873

s Se estableció el servicio telegráfico, que se extendió pronto a las cabeceras departamentales y puertos.

1877

s Se asignó el término "avenida" a las vías en sentido norte-sur. Las vías en sentido orienteponiente conservaron la denominación de "calle".

1879

s Se introdujo el alumbrado público a base de gas.

1882

s Se instaló el primer tranvía.

1884 s Se introdujo el teléfono, alumbrado eléctrico y el ferrocarril.

El gran parque

Se compra la finca La Aurora, para establecer un parque como el Bosque de Bolonia de París, o el Parque Central de Nueva York.

Exposición

Centroamericana

Se aprobó la realización del Gran , una exposición centroamericana que festejaría la construcción del ferrocarril desde el Atlántico hasta el Pacífico.

Del Atlántico a la ciudad

Se realizó la inauguración oficial Puerto Barrios, así como la construcción del ferrocarril del Norte (de Puerto Barrios hacia la ciudad).

Proyectos, edificios y monumentos

En la ciudad de Guatemala se inauguraban numerosos proyectos, edificios y monumentos:

Bulevar 30 de Junio.

La Escuela Agrícola de Indígenas, en el interior de la finca La Aurora, el edificio fue decorado con la escultura de fray Bartolomé de las Casas.

Edificio para la Aduana, en un antiguo predio del convento de Santo Domingo.

Se inauguraron los monumentos a Miguel García Granados y Rufino Barrios.

Proyecto urbano para la expansión de la ciudad de Guatemala, realizado por el Arq. Emilio Gómez Flores y Claudio Urrutia en 1894 | Guillermo Aguirre

1896

El jardín de la Penitenciaría

El predio frente a la Penitenciaría se convirtió en un parque, con quiosco y verja de hierro. La penitenciaría era un imponente edificio que simulaba una fortaleza medieval que ocupaba una manzana.

El quiosco y el monumento a Cristóbal Colón

En el parque Central se inauguró el monumento a Cristóbal Colón, obra de Tomás Mur, fabricada en bronce. Mur elaboró la escultura de 9 metros de altura a un costo de 18 mil pesos.

Los puentes del ferrocarril

Con la promesa de la inauguración del ferrocarril del Norte, se ampliaron las instalaciones en la capital:

1894

s Se construyó un viaducto sobre la 7ª avenida, que comunicaba con la rotonda de la Exposición, después llamada plaza Reyna Barrios31 y el bulevar 30 de Junio. El viaducto fue conocido como puente de la Penitenciaría, planificado por los ingenieros Claudio Urrutia y Emilio Gómez, pero realizado por el ingeniero italiano Luis Paiella.

1896

s Se ordenó la construcción de un puente de hierro sobre la 10ª avenida, conocido como de la Barranquilla.

31 Actual Plaza de la República

De palacios opulentos

s Septiembre: se finalizó la construcción del edificio del Registro de la Propiedad, decorada con elementos de hierro y mármol.

s Diciembre: se terminó el Palacio Presidencial, en el predio de las caballerizas del antiguo Palacio Real. Era una ostentosa obra ornamentada con ricas aplicaciones en el interior, incluido un artesonado para el salón principal.

s Se mandó redecorar el exterior del edificio de Correos, antigua capilla de los terciarios franciscanos.

s Enero 1897: en el extremo sur del bulevar 30 de Junio, se levantó el Palacio de la Reforma, un salón de bailes, banquetes y fiestas; edificado en ladrillo y totalmente revestido de mármol.

d) Estación Central del Ferrocarril de la ciudad de Guatemala | Guillermo Aguirre

e) Edificio del Registro de la Propiedad, 1896 | Guillermo Aguirre

f) Palacio Presidencial de José María Reyna Barrios, 1896 | Guillermo Aguirre

1 Palacio Presidencial

2 Real Palacio

3 Pasaje Aycinena

4 Casa Aycinena

5 Portal del Comercio

6 Plaza Central

7 Catedral Metropolitana

8 Mercado Central

9 Ayuntamiento

10 Cárcel Municipal

11 Logia Masónica

12 La Concepción

13 Banco Nacional

El Gran Certamen

Inversión orientada al desarrollo

s Se inauguró el tramo ferrocarrilero de Zacapa a El Rancho de San Agustín, de 51 kilómetros.

s Se empezó la construcción de un puerto en Iztapa. Las obras requirieron la ampliación de la desembocadura del río Michatoya, hasta darle 250 metros de longitud, y la construcción de un rompeolas con forma de U. Con una extensión de 400 metros.

s Se inició la construcción de un ferrocarril que comunicara Iztapa con la capital y con Puerto Barrios.

Se destinaron 12 manzanas de terreno que habían sido parte de los ejidos del pueblo de Ciudad Vieja, y quedaron al lado oriente del nuevo bulevar 30 de Junio. El predio fue circulado con verja de hierro, se hicieron fuentes luminosas y se instalaron 800 focos incandescentes en los caminamientos, así como 217 focos de arco. Se ordenó construir una montaña rusa y se levantaron 12 grandes edificios de madera.

g) Núcleo central de la Ciudad de Guatemala, 1896 | Guillermo Aguirre

h) Monumento a Cristóbal Colón | Jose Del Cid

i) Estación del Ferrocarril de Escuintla, 1896 | Guillermo Aguirre

Rafael Álvarez Ovalle

Inspiración para la eternidad

José María Reyna Barrios convocó a un concurso para elegir el canto patrio que nos identificaría ante el mundo. El ganador fue un joven filarmónico llamado Rafael Álvarez Ovalle.

El compositor de nuestro Himno Nacional nació en el municipio de Comalapa, departamento de Chimaltenango, el 24 de octubre de 1858. Fueron sus padres, el maestro de capilla Rosendo Álvarez e Ildefonsa Ovalle, originaria de Santa Lucía Cotzumalguapa, Escuintla.

14 Rafael Álvarez Ovalle, Edificio de Exposiciones, Feria Centroamericana | Guillermo Aguirre

Con la música en el alma

Desde muy pequeño Rafael demostró interés por la música y, en 1879, gracias a una invitación del presidente Justo Rufino Barrios, se trasladó a la ciudad de Guatemala para realizar sus estudios. El presidente había visitado Comalapa y notado las cualidades del joven Álvarez. Dominaba a la perfección la flauta, piano, violín y guitarra. Fue docente en el Conservatorio Nacional de Música, impartiendo además, clases privadas. Entre sus logros se cuenta la fundación de la orquesta del Instituto Normal de Señoritas Belén.

Contrajo matrimonio con Anita Minera, de origen antigüeño. Con ella procreó ocho hijos: Concepción, Adriana, Ester, Raquel, Cristina, Rafael, Carlos y Arístides. Anita falleció en 1931.

Himno popular

En 1887, durante la presidencia de Manuel Lisandro Barillas, se realizó un concurso para elegir la letra y música de un himno, en el cual participó Rafael Álvarez como compositor musical, ganando juntamente con Ramón Pereira Molina, quien compuso la letra del que se conoció como Himno Popular.

Legado musical

Cuando el maestro Álvarez contaba con 29 años de edad, llegó el momento que lo inmortalizó: la composición de la música del himno nacional. Esto sucedió de la siguiente manera: en 1896, el mandatario José María Reyna Barrios convocó a un nuevo certamen, similar al de 1887. Nuevamente se presentó Álvarez con la música que ya había compuesto, la cual resultó triunfadora y se adaptó a la letra escrita por un autor anónimo, cuya identidad fue descubierta hasta 1911; se trataba del poeta cubano José Joaquín Palma, quien había sido parte del jurado calificador. El nuevo Himno fue estrenado en el Teatro Colón el 15 de marzo de 1897.

Vocación docente

Álvarez continuó con la docencia, escribiendo varias composiciones musicales, entre ellas polcas, mazurcas y sones. Fue objeto de varios homenajes por haber escrito la música del Himno Nacional. A inicios de diciembre de 1946, enfermó de gravedad, falleciendo en la ciudad de Guatemala el 26 del referido mes. En la actualidad, en Comalapa, su antigua vivienda ha sido convertida en un museo.

La moda en la Pequeña París

Marcando tendencias

París siempre ha sido un referente en el aspecto de la moda, imponiendo estilos, diseños y colores, especialmente en América. En el decenio de 1890, aparecieron en los diarios varios anuncios donde se promocionaban almacenes, sastres y modistas que permiten dar una idea de cómo vestían las personas durante el gobierno de Reyna Barrios. Varios de estos promocionales son acompañados de ilustraciones, especialmente los de damas. De igual forma han llegado hasta la actualidad fotografías que amplían información sobre el asunto.

De cuellos altos y chalecos

Los caballeros vestían trajes formales con camisas de cuellos altos, acompañados de chalecos, así como corbatas y lazos atados de diversas formas, no podían faltar los sombreros y bastones; para las fiestas de gala era imprescindible usar guantes. En varios sectores de la ciudad de Guatemala había sastrerías y personas que se dedicaban a confeccionar la ropa que utilizaban los caballeros, así como a distribuir telas, una de estas era la Royal de Quelain y Silverman, ubicada en la 7a avenida Sur, número 9.

Confección internacional

Por su parte las damas vestían por lo general dos prendas: falda y blusa. La primera por lo regular era larga, acampanada y con cola; mientras que la segunda era de manga larga y de grandes proporciones en los hombros. El uso excesivo de encajes fue un común denominador, especialmente en blusas y fustanes. Varias de las prendas que usaban las damas guatemaltecas eran realizadas por modistas, muchas de ellas llegadas de Estados Unidos o Francia.

La belle epoque

En esa época, conocida en francés como la belle epoque, desapareció la crinolina y fue sustituida por el polisón, una pieza similar pero que solo destacaba la parte posterior de la cadera. Además, se aumentó la importancia del corsé, convirtiéndose en una prenda que transformaba la figura de la mujer para que pareciera una cintura de “avispa”. En la Sexta Avenida surgieron varios establecimientos con artículos importados para dama, entre ellos el Femina, de Julia Uberschaer y Cía., especializada en ropa femenina a la “moda reinante en París”; el Rosa de Francia, de Magdalena de Morales, también de ropa femenina.

Época de cambios

Las poblaciones indígenas estaban experimentando grandes cambios en su indumentaria. El uso de pantalones cortos era común entre los hombres de todos los estratos sociales, así como el uso de sombreros de fieltro. El vestuario de las mujeres presentaba variantes las cuales iban a depender de la situación climática de las regiones, para esa época era común llevar el torso descubierto, especialmente cuando se estaba en casa. En regiones aledañas a la capital, como Mixco y Chinautla, los cortes no se usaban envueltos, sino plegados a la manera de las faldas de tipo occidental. Completaban la indumentaria femenina los collares o chachales, rebozos y paños para cubrirse la cabeza.

Arte y cultura

El Romanticismo

El siglo XIX estuvo marcado por dos corrientes de pensamiento muy importantes: el romanticismo y el positivismo. El romanticismo fue un movimiento que abarcó todas las artes y se originó como una reacción europea frente a los cambios producidos por la Ilustración, con la Revolución Francesa y la industrialización. Fue una forma de idealizar el pasado para encontrar refugio y paz. En arquitectura, se expresó a través de los historicismos, es decir que se recurrió a estructuras modernas, en concreto, hierro y vidrio, pero dándole formas antiguas, como el gótico, mudéjar, románico y otros. A Guatemala llegó por la influencia europea y, aunque el contexto era distinto, pues no se produjeron los problemas revolucionarios ni la industrialización, se introdujo por el gusto a lo europeo. Cuando Reyna Barrios quiso embellecer la ciudad logró la participación de varios artistas europeos para sus proyectos, como los españoles José de Bustamante quien recurrió a elementos del antiguo Renacimiento italiano para el Palacio Presidencial y el edificio de la Propiedad Inmueble, pero que, a la vez, utilizó el hierro con vidrio para este último, con lo que demostró la combinación de las artes del pasado y del presente. El romanticismo del español Tomás Mur pudo verse en las alegorías y el acabado en los bronces del monumento a Cristóbal Colón. Mientras que, Francisco Durini, se expresó en los rostros de todas las alegorías de los monumentos que diseñó, así como varias de las esculturas de su taller que se conservan en el Cementerio General. Por su parte, el italiano Andrés Galeotti recurrió al Renacimiento y al Barroco en el Palacio de la Reforma. En tanto que Luis Paillela trabajó el Puente de la Penitenciaría como si se tratara de un puente de la antigüedad romana en lugar de uno del siglo XIX. Por fotografías, se sabe que el trabajo del francés Alberto Niquet estuvo inspirado en la Alhambra, para el Salón de Recepciones del Palacio Presidencial. Algo parecido ocurrió con la casa de Alfredo Rodríguez32, inspirada en el mudéjar del Alcázar de Sevilla y la Alhambra, ambas en España. Mientras que su compatriota, Manuel Frary, utilizó como referencia los castillos europeos para el Cuartel de Artillería. Por su parte, el costarricense Claudio Urrutia, formado en la Escuela Politécnica de Guatemala, trazó el cantón Exposición33 en 1894, inspirándose en las calles de París, rompiendo la traza habitual y que prevalecía en el centro de la ciudad. Hizo lo mismo para Tívoli y Santa Clara, aunque nunca se aplicó.

32 9a avenida y 13a calle zona 1.

33 Actual zona 4.

El Positivismo

La otra corriente de pensamiento fue el positivismo. Esta fue desarrollada en Francia, por el filósofo y primer sociólogo Augusto Comte. Sus ideas se basaban en el desarrollo científico. Si algo no era capaz de ser sometido al método científico debía despreciarse, incluso la religión si era necesario, aunque terminó creando una nueva forma religiosa. Se considera también positivistas a los británicos Herbert Spencer y John Stuart Mill. En general, se alentaba a los seres humanos a explotar el progreso de las sociedades a través de la ciencia, la cual proponía también indagar y profundizar en estudios científicos. Esto hizo al positivismo muy popular en el continente americano. En países como Guatemala, donde la mayoría de la población era indígena, propuso la desaparición de las culturas ancestrales y la integración a la sociedad urbana y europeizada de la ciudad, para realizar proyectos que incluyeran mano de obra capaz de producción a mayor escala, también fomentó la educación para formar empleados y la incorporación del país a mercados internacionales por medio de las exportaciones. El pensamiento positivista encontró en el territorio guatemalteco una oportunidad de desarrollarse gracias a los gobiernos de Barrios y Reyna Barrios. Desde su perspectiva, ambos mandatarios querían alcanzar los ideales de paz, progreso, libertad, igualdad y fraternidad, orden y reforma.

17 Casa Rodríguez | Erick Velásquez
Monumento a Fray Bartolomé de las Casas | Juan Francisco Carrera

Nuevos mecanismos de control

Con el triunfo liberal de Rufino Barrios se produjo un cambio drástico en la instrucción pública del país. Se separó por completo de la educación católica que había prevalecido en los gobiernos conservadores y la instrucción pública pasó a ser laica. Al expulsar comunidades religiosas y expropiar sus edificios, convirtió algunos en centros educativos. Así, el Seminario de la Asunción se convirtió en el Instituto Nacional Central para Varones, el Colegio Mayor de los Paulinos fue convertido en la Escuela Normal Central para Varones, donde debían formarse todos los maestros. Posteriormente el espacio fue cedido a la Facultad de Medicina (actual Paraninfo). El convento de Belén fue convertido en el Colegio de Niñas; el convento de la Recolección fue ocupado por la Escuela Politécnica (posteriormente se construyó en el extremo el INCA). El edificio que ocupó el convento de Santo Domingo se convirtió en el Conservatorio Nacional de Música.

Ley de Instrucción Pública

Barrios promulgó la primera Ley de Instrucción Pública, estableciendo la educación laica y gratuita en el territorio, para personas que hablaran castellano. Junto con ello se creó la Secretaría de Educación, estructurando la educación en niveles de primaria, secundaria y universitaria. Con dichas reformas se sistematizó la enseñanza media, creando también los Institutos Normales de Chiquimula, Quetzaltenango, San Marcos, Cobán, Jalapa y La Antigua Guatemala, para formar a los maestros de nivel primario.

Biblioteca Nacional

También se organizó la Biblioteca Nacional, con 15 mil libros expropiados a los conventos y otros adquiridos para la formación de los docentes. Durante estos gobiernos se exaltaron los valores positivistas del nacionalismo, entendido como la sociedad dentro del territorio demarcado por las fronteras oficiales; el liberalismo del partido, y el progreso.

Con la vista en Europa

En el campo del entretenimiento se continuaba con las presentaciones de compañías de ópera italiana, cuyo centro de presentación seguía siendo el Teatro Nacional, denominado Colón a partir de 1892 Las óperas de Giuseppe Verdi estuvieron entre las favoritas del público; pero fue la Cavalleria Rusticana de Pietro Mascagni, estrenada en Roma en 1890, y en Guatemala en 1893, la que cautivó a la audiencia, representándose por lo menos en cada temporada anual hasta mediados del siglo XX. Hubo notables artistas de zarzuela, teatro y otras diversiones en el Teatro Colón en esta época. Pero, en la cultura cotidiana, la actitud gubernamental propició que se dejara a un lado y se menospreciara todo el arte popular y tradicional guatemalteco, siendo criticado en términos despectivos por la prensa de la época.

La Sala Valenti

Por otra parte, en busca de opciones de entretenimiento, en 1895 los hermanos franceses Luis y Augusto Lumière desarrollaron un novedoso invento, el proyector cinematográfico. Su primera presentación fue una proyección de 46 segundos, la cual titularon Salida de la fábrica Lumière en Lyon. Dicho invento fue introducido a la cultura popular guatemalteca, gracias al italiano radicado en la ciudad, Carlos Valenti. El proyector fue instalado en un local comercial, donde funcionaba su barbería, en el Pasaje Aycinena, en 1896. La expectativa era grande ya que los habitantes tenían una nueva forma de entretenimiento que ofreció oportunidades distintas al teatro. Dicha actividad se popularizó tanto que fue necesario abrir un espacio adecuado para los visitantes lo cual dio origen a la primera sala de cine, conocida también como Sala Valenti, que según una nota periodística estuvo ubicada en la 9ª avenida y 9ª calle de la capital. Lo interesante de esta nueva forma de entretenimiento era que las películas carecían de sonido por lo que en Guatemala se amenizaban las funciones al ritmo de marimba, bandas marciales y orquestas, siendo la preferida la marimba.

20 Cavelleria Rusticana, escena del estreno de 1890, Teatro Costanzi, Roma | http://gallica.bnf.fr/ark:/12148/btv1b8436883s/f1.item

21 Pasaje Aycinena | Erick Velásquez

Parnasianismo francés,

historiografía y periodismo

En la literatura, la europeización continuó apoderándose de los espacios intelectuales del país, tal influencia se evidencia en la forma de escribir de algunos literatos, seguidores de la corriente de parnasianismo francés, que se caracterizó por rechazar la emotividad romántica para destacar la descripción y la métrica, aunque mantuvo la idealización del pasado y esquivó la realidad de su tiempo. Son exponentes de esta época Domingo Estrada, traductor de Edgar Allan Poe al castellano; María Cruz, traductora de los franceses Baudelaire, Verlaine y Musset, y Máximo Soto Hall, elogiado por el nicaragüense Rubén Darío quien, en el decenio de 1890 vivía en Guatemala. Otro poeta extranjero que radicó temporalmente en el país fue José Martí y de esa estancia queda el poema La niña de Guatemala. También destacó, en historiografía, Agustín Gómez Carrillo. El periodismo se desarrolló ampliamente, pero únicamente para los periódicos afines al partido liberal. De esa cuenta hubo publicaciones en las cabeceras departamentales y mayor circulación de los diarios capitalinos.

Libertad de culto

En el aspecto religioso se aplicó la libertad de culto, con lo que los inversionistas extranjeros, especialmente alemanes, ingleses y estadounidenses no tuvieron problemas para practicar sus creencias. Rufino Barrios donó a la iglesia presbiteriana, en 1881, una parte del ex convento de Concepción y, otra parte del edificio, para el templo masón. Muchos de los políticos latinoamericanos eran masones, como Simón Bolívar y Benito Juárez, por lo que muchos guatemaltecos se adhirieron pronto a esta institución, incluidos Barrios y Reyna Barrios. Su participación en la masonería explica gran parte de sus acciones y medidas de gobierno destinadas al progreso económico.

Cocina francesa

Parte de esta admiración por lo extranjero fue la cocina francesa. Ya existía una tradición centenaria, con la llegada de la dinastía Borbón a España, que introdujo las complicadas recetas francesas. Pero la popularización de la alta cocina, producida por la Revolución Francesa, se debió a que, sin reyes, los grandes cocineros quedaron sin trabajo y tuvieron que abrir restaurantes. Esta moda llegó a Guatemala en la segunda mitad del siglo XIX. Prueba de ello fue que, en el período de Reyna Barrios funcionaba en la 6ª Avendia, el Leon Restaurant et Patisserie, de Leon Campagnolle.

Glosario

Alegoría

Composición literaria o representación artística que tiene sentido simbólico.

Alforza

Pliegue o doblez que se hace en ciertas prendas como adorno o para acortarlas y alargar cuando sea necesario.

Antonomasia

Denota que a una persona o cosa le conviene el nombre apelativo con que se la designa, por ser, entre todas las de su clase, la más importante, conocida o característica.

Añil

Pasta de color azul oscuro, con visos cobrizos, que se obtiene de los tallos y hojas del jiquilite. Colorante natural.

Argucia

Sutileza, sofisma, argumento falso presentando con agudeza.

Barroco

Movimiento cultural y artístico que se desarrolló en Europa y sus colonias americanas entre finales del siglo XVI y principios del XVIII.

Boga

Buena aceptación, fortuna o auge. Que está de moda.

Bucólica

Que evoca de modo idealizado la vida en el campo.

Chachal

Collar de origen indígena con diversos adornos, especialmente monedas, que alude al sonido que hacen cuando se camina con estos. De las muchas tradiciones que tiene Guatemala, mezcla prehispánica e influencia española, los chachales son un ejemplo de ese sincretismo.

Coadyuvar

Contribuir o ayudar a que algo se realice o tenga lugar.

Cofradía

Asociación reconocida por la Iglesia Católica que algunas personas religiosas forman con fines piadosos; generalmente se conforma entorno a una imagen de devoción específica.

Crin

Conjunto de cerdas que tienen algunos animales en la parte superior de su cuello.

Crinolina

Tejido hecho con urdimbre de crin de caballo.

Ejido

Terreno comunal a las afueras de una población que se destina a servicios comunes.

Emancipar

Liberarse de cualquier clase de subordinación o dependencia.

Empréstito

Préstamo que toma el Estado o una corporación o empresa, especialmente cuando está representado por títulos negociables o al portador.

Enclave

Territorio incluido en otro con diferentes características políticas, administrativas, geográficas, etc.

Escorrentía

Corriente de agua que se vierte al rebasar su depósito o cauce natural o artificial.

Estancos

Embargo o prohibición del curso y venta libre de algunas cosas, o asiento que se hace para reservar exclusivamente las ventas de mercan-

cías o géneros, fijando los precios a que se hayan de vender.

Farmacopea

Libro en que se describen las sustancias medicinales que se usan más comúnmente, y el modo de prepararlas y combinarlas.

Federación

Unión estable de Estados en la que la relación entre los miembros se ordena bajo los principios de unidad, autonomía, jerarquía y participación.

Filibustero

Pirata, que por el siglo XVII formó parte de los grupos que infestaron el mar de las Antillas.

Filigrana

Obra formada de hilos de oro y plata unidos y soldados con mucha perfección y delicadeza. Técnica de artesanal de esmerado trabajo.

Gótico

Estilo artístico que se desarrolló en Europa occidental como evolución del románico entre los siglos XII y XVI, y que se caracteriza en arquitectura por la presencia del arco ojival, los pináculos y las elevadas agujas.

Grana

Sustancia colorante de color rojo intenso que se obtiene del insecto llamado cochinilla.

Granjear

Captar, atraer, conseguir.

Guardapelo

Joya en forma de caja plana en que se guarda pelo, retratos, etc.

Guarnición

Conjunto de soldados que cuidan una plaza, un castillo o un buque de guerra.

Ilustración

Movimiento filosófico y cultural del siglo XVIII que acentúa el predominio de la razón humana y la creencia en el progreso.

Leontina

Cinta o cadena colgante de reloj de bolsillo.

Levita

Prenda masculina de etiqueta, más larga y amplia que el frac, y cuyos faldones llegan a cruzarse por delante.

Mampostería

Obra hecha con mampuestos colocados y ajustados unos con otros sin sujeción a determinado orden de hiladas o tamaños.

Mazurcas

Baile originario de Polonia, de ritmo moderado en compás de tres por cuatro, en la que de tanto en tanto se acentúa en tercer tiempo en toda su extensión.

Métrica

Medida, estructura y combinación de los versos de una determinada composición poética, de un escritor, de una época o de un lugar.

Miriñaque

Falda interior femenina de tela rígida o muy almidonada y a veces con aros.

Mudéjar

Estilo arquitectónico que floreció en España desde el siglo XIII hasta el XVI, caracterizado por la conservación de elementos del arte cristiano y el empleo de ornamentación árabe.

Muselina

Tela fina y poco tupida.

Ómnibus

Vehículo de transporte colectivo para trasladar personas, generalmente dentro de las poblaciones.

Ópera

Composición dramática y musical en la que un texto dialogado se canta y se escenifica con acompañamiento de orquesta.

Parangón

Comparación o semejanza.

Prerrogativa

Hecho de recibir mejor trato, tener más derechos o tener menos obligaciones que otros, por razón de su edad, cargo, etc.

Renacimiento

Es el nombre dado en el siglo XIX a un amplio movimiento cultural que se produjo en Europa

Occidental durante los siglos XV y XVI. Fue un periodo de transición entre la Edad Media y los inicios de la Edad Moderna.

República

Organización del Estado cuya máxima autoridad es elegida por los ciudadanos o por el Parlamento para un período determinado.

Solares

Porción de terreno donde sea edificado o que se destina a edificar.

Supresión

Acción y efecto de suprimir. Suprimir: hacer cesar, hacer desaparecer.

Tea

Astilla o raja de madera muy impregnada en resina, que, encendida, alumbra como un hacha.

Tupuy de Cobán

Cordón de lana trenzado de color rojo intenso y que se coloca en forma de trenza. El color rojo intenso representa la sangre que perdieron los antepasados, mide nueve metros de largo que representan nueve meses de gestación en la mujer, las bolitas que se cuelgan representan las fiestas de Paabanc que se celebran en honor a distintas imágenes.

Turgente

Abultado y firme.

Vihuela

Instrumento musical de cuerda, pulsado con arco o con plectro, antecedente de la guitarra.

Créditos

Página 4

• La Nueva Guatemala, 1821 | Ilustración Guillermo Aguirre

Página 7

• Centro Financiero | Banco Industrial

Página 8

• Detalle de aldaba del Palacio Arzobispal de San Cristóbal Totonicapán | Patricia Domínguez

Página 12 y 13

• Catedral Metropolitana, ciudad de Guatemala | muniguate

Página 16

• Piso de la Parroquia de Santa Catalina de Alejandría, Nahualá, Sololá | Patricia Domínguez

Página 18

• Carlos III retratado hacia 1765 por Anton Raphael Mengs, Museo del Prado | https://es.wikipedia.org/ wiki/Carlos_III_de_Espa%C3%B1a

Página 19

• Napoleón cruzando los Alpes, obra de Jacques-Louis David | https://es.wikipedia.org/wiki/ Napole%C3%B3n_Bonaparte#/media/ Archivo:Napoleon_at_the_Great_St._

Bernard_-_Jacques-Louis_David_-_ Google_Cultural_Institute.jpg

• Retrato de Carlos IV, por Francisco de Goya, Museo del Prado | https://es.wikipedia.org/wiki/ Carlos_IV_de_Espa%C3%B1

• Antonio Larrazábal | https:// commons.wikimedia.org/wiki/ File:Antoniolarrazabal1812.jpg

Página 20

• José Joaquín de Bustamante y Guerra, Museo Naval de Madrid | https://es.wikipedia.org/wiki/ Jos%C3%A9_de_Bustamante_y_Guerra

• Instrucciones elaboradas por el Ayuntamiento de la Nueva Guatemala de la Asunción, y otorgadas al canónigo Antonio Larrazábal | Museo Nacional de Historia

Página 21

• Antigua Parroquia de Jocotenango | Edward Mudbrige

• Plano de la Nueva Guatemala de la Asunción, basado en el plano de la ciudad de Guatemala de 1859 | Edy Muñoz

Página 22

• Barranco del Incienso | Eadweard Muybridge

• Celebración de Corpus en El Calvario | Eadweard Muybridge, cortesía de Foto Rex

• Calle Real y El Calvario | Eadweard Muybridge, cortesía de Foto Rex

Página 23

• Casa Taboada y Asturias | Guillermo Aguirre

Página 24

• Plaza del Mercado de Totonicapán en 1820 | Guillermo Aguirre

Página 25

• Atanasio Tzul, investido como gobernador, su esposa Felipa Soc y Lucas Aguilar reciben la adhesión de los alcaldes de Totonicapán a la rebelión de 1820 | Guillermo Aguirre

Página 28

• Parque y Parroquia de Santa Catarina Ixtahuacán, Sololá | Municipalidad de Santa Catarina Ixtahuacán

Página 29

• Pareja vistiendo traje tradicional, Nahualá, Sololá | Patricia Domínguez

• Parroquia de Santa Catalina de Alejandría, Nahualá Sololá | Patricia Domínguez

• Panorámica de Nahuala, Sololá | Patricia Domínguez

Página 30

• Plaza de La Antigua Guatemala | Eadweard Muybridge

Página 33

• Retrato de la condesa de Chinchón con vestimenta estilo imperio, Museo del Prado | https://www.wikiwand. com/es/Indumentaria_estilo_Imperio

• Miniatura de José Francisco de Córdova y González por Francisco Cabrera | Museo Nacional de Historia

• Traje de mengalas, 1875 | Foto Rex

Página 34

• Convento de Belén | Archivo Centro Histórico

Página 35

• Rectoría de Santa Rosa | Cecilia Cobar

• Cúpulas de la Iglesia Nuestra Señora de Belén | muniguate

Página 36

• Catedral Metropolitana Santiago de Guatemala | Andrés Viana

• Monumento a Carlos III y Real Palacio | Eadweard Muybridge, cortesía del Museo Nacional de Historia

• Momumento a Carlos III y Catedral Metropolitana | Eadweard Muybridge, cortesía del Museo Nacional de Historia

Página 38

• José Cecilio del Valle | Museo Nacional de Historia

Página 39

• Escultura de Atanasio Tzul elaborada por el maestro Rodolfo Galeotti Torres a petición de la Municipalidad de San Miguel Totonicapán, 1974 | Patricia Domínguez

Página 42

• Detalle del Templo de Santo Domingo | Archivo Centro Histórico

Página 45

• Cacao | https://www.freepik.es/ fotos-premium/arbol-cacao-cercavaina-cacao-lista-cosecha_8356850. htm#page=1&query=cacao%20 rojo&position=13

• Actividad agro-industrial en el departamento de Escuintla | Jose Del Cid

Página 46

• Dolores Bedoya se dirige al pueblo en la Plaza de Armas | Guillermo Aguirre

Página 47

• Monumento a Dolores Bedoya de Molina | Juan Francisco Carrera

Página 48

• Vestido de Dolores Bedoya de Molina | Juan Francisco Carrera

Página 49

• José Francisco Barrundia | Museo Nacional de Historia

• Mariano de Aycinena | Museo Nacional de Historia

Página 50

• Patio interno de la antigua sede del Colegio San José de los Infantes | Juan Francisco Carrera

Página 51

• Mariano Gálvez | Museo Nacional de Historia

Página 57

• Detalle del cuadro “Primer Grito de Independencia” del chileno Luis Vergara Ahumada. Al centro, José Matías Delgado | https:// commons.wikimedia.org/wiki/ File:Primergrito_ahumada.JPG

Página 59

• Pintura que muestra a esclavos trabajando en las plantaciones de caña de azúcar | http://blogs. laprensagrafica.com/kmcero503/ wp-content/uploads/2018/09/ Slaves_cutting_the_sugar_cane_-_

Ten_Views_in_the_Island_of_ Antigua_1823_plate_IV_-_BL.jpg

Página 60

• Ilustración elaborada por Luisa Castellanos basada en el libro Breve historia del traje y la moda de James Laver

Página 62

• Conjunto Conventual de Santo Domingo | Guillermo Aguirre

Página 63

• Guarda El Incienso | Eadweard Muybridge

• Parroquia Nuestra Señora de Candelaria | Archivo Centro Histórico

Página 64

• Casa Pavón | Archivo Centro Histórico

Página 65

• Templo de La Merced | Ismael Meneses

Página 68

• Vitrales de la Capilla del Filosofado | Jose Del Cid

Página 70

• Francisco Morazán Quesada | https://hondurasparatodos.files. wordpress.com/2009/10/morazan1.jpg

• Vitrales de la Capilla del Filosofado, se ubica en la antigua finca Las Charcas, lugar donde el ejército dirigido por Morazán derrotó al ejército guatemalteco | Jose Del Cid

Página 71

• Escudo del Estado de Guatemala en la Federación Centroamericana | Luisa Castellanos - Museo Nacional de Historia

• Primer Escudo de la República de Guatemala | Luisa Castellanos - Museo Nacional de Historia

Página 72

• Escudo del Estado de Los Altos | Luisa Castellanos - Departamento de Comunicación de la Municipalidad de Quetzaltenango

Página 73

• Busto de Rafael Carrera y Escudo de la República, en moneda de 10 pesos | https://d3k6u6bv48g1ck.cloudfront. net/coin-image-10_Peso-Oro-GuatemalaUQ0KbzbihN4AAAFLgcmjltRO.jpg

• Escudo de armas de la República de Guatemala | Luisa Castellanos - Museo Nacional de Historia

Página 74

• Templo de Beatas de Belén | Juan Francisco Carrera

Página 75

• 19 de marzo de 1840, Rafael Carrera y su hermano tomando la Plaza de Guatemala en manos de Morazán | Guillermo Aguirre

Página 76

• San José la Arada, 2 de febrero de 1851 | Guillermo Aguirre

Página 77

• Entrega del exvoto de la paloma de plata con la argolla matrimonial de su esposa, muerta en la pandemia del cólera, a la Virgen de Concepción de Catedral Metropolitana | Guillermo Aguirre

Página 81

• Fuerte de San José Buena Vista | Eadweard Muybridge en: https://

upload.wikimedia.org/wikipedia/ commons/c/c5/Fuertesanjose1875.jpg

• Fuerte San Rafael de Matamoros | Museo Nacional de Historia

• Templo de San Francisco | Edy Muñoz

• Templo de La Recolección | Dirección del Centro Histórico

• Templo de San Francisco | Dirección del Centro Histórico

Página 82

• Catedral de Escuintla | Jose Del Cid

• Atrio del Templo de San Francisco | Juan Francisco Carrera

Página 83

• Plaza Mayor de la Constitución, hacia el norte | Jorge Cuyún

• Portada del Real Palacio, Antigua Guatemala | Jose del Cid

• Antigua Plazoleta de Beatas de Belén | Jose del Cid

Página 84

• Nopal | Jose Del Cid

Página 85

• Capacitación en campos de cultivo de café, Santa Ana, Santa Rosa | Jose Del Cid

Página 86

• Secado de café en camas africanas, Santa Ana, Santa Rosa | Jose Del Cid

Página 87

• Catedral Metropolitana de Santiago de Guatemala | Museo Nacional de Historia

• Detalle interior de Catedral Metropolitana | Arturo Portillo

Página 88

• Teatro Carrera | Eadweard Muybridge - Museo Nacional de Historia

Página 89

• Capilla de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa, Casa Central | Edy Muñoz

Página 90

• José Milla y Vidaurre | E. Goubaud y Cía., via Wikimedia Commons

• Antonio José de Irisarri | Fotografía Díaz y Spencer en: https:// es.wikipedia.org/wiki/Antonio_ Jos%C3%A9_de_Irisarri#/media/ Archivo:AntonioJoseIrisarri1880.jpeg

Página 91

• Inmaculada Concepción, Catedral Metropolitana | Juan Francisco Carrera

Página 94

• Columnas con capiteles policromados Casa Rodríguez | Arturo Portillo

Página 96

• Cultivo de café, finca de la familia Roca, Chimaltenango | Edy Muñoz

Página 97

• Parque Central de Escuintla, en este departamento se construyó el Puerto de Iztapa, uno de los proyectos más ambiciosos del gobierno de José María Reyna Barrios | Jose Del Cid

Página 98

• Medallón de Justo Rufino Barrios, Monumento a los Héroes del 71, San Lucas Sacatepéquez | Jose del Cid

• Medallón de Miguel García Granados, Monumento a los Héroes del 71, San Lucas Sacatepéquez | Jose del Cid

Página 99

• Plaza Barrios | Municipalidad de Guatemala

• Monumento a Justo Rufino Barrios | Juan Francisco Carrera

Página 100

• Exposición Universal de París, 1889 | Universitäts und Landesbibliothek Darmstadt

Página 101

• Autógrafo de Vicenta Laparra de la Cerda, dedicatoria en ejemplar de El Ángel Caído (1886) | Juan Francisco Carrera

• Vicenta Laparra de la Cerda | Luisa Castellanos

Página 102

• Casa Matheu, residencia de José María Reyna Barrios en 1894 | Guillermo Aguirre

Página 103

• Villa Algeria, residencia de José María Reyna Barrios en el bulevar 30 de Junio, actual Avenida La Reforma y 8ª calle zona 10 | Guillermo Aguirre

Página 108

• Rafael Álvarez Ovalle, Edificio de Exposiciones, Feria Centroamericana | Guillermo Aguirre

Página 109

• Monumento a los compositores del Himno Nacional | Jose Del Cid

Página 110 y 111

• Moda del siglo XIX | Ilustraciones elaboradas por Luisa Castellanos

Página 113

• Casa Rodríguez | Erick Velásquez

• Monumento a Fray Bartolomé de las Casas | Juan Francisco Carrera

Página 114

• Segmento de fachada del Instituto Nacional Central para Varones | Dirección del Centro Histórico

Página 115

• Cavelleria Rusticana, escena del estreno de 1890, Teatro Costanzi, Roma | http://gallica.bnf.fr/ ark:/12148/btv1b8436883s/f1.item

• Pasaje Aycinena | Erick Velásquez

Página 117

• Producción de café, finca de la familia Roca, Chimaltenango | Edy Muñoz

Página 122 y 123

• Atardecer en la ciudad de Guatemala | muniguate

Página 130

• Interior del convento de San Cristóbal Totonicapán | Patricia Domínguez

Colaboraciones especiales

Deyvid Molina y Erick García, Investigación

Agradecimientos

Dirección de Comunicación Social, Foto Estudio Rex, Municipalidad de Escuintla, Municipalidad de Quetzaltenango, Municipalidad de San Lucas Sacatepéquez, Municipalidad de Santa Catarina Ixtahuacán, Museo Nacional de Historia

Arturo Portillo, Carmen Escriu, Eddy Flores, Ismael Meneses, Jorge Cuyún, Juan Francisco Carrera, Lorena Rojas, María José Estrada, Miguel Álvarez Arévalo, Patricia Domínguez, Roberto Villalobos

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