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“Mirad, guardaos de…la doctrina de los fariseos y de los saduceos.” Mandamientos de Jesucristo en el Nuevo Testamento: Estudio Bíblico # 72 por Nolan McFadden Α Texto bíblico: Mateo 16:6-12 “Y Jesús les dijo: Mirad, guardaos de la levadura de los fariseos y de los saduceos. Ellos pensaban dentro de sí, diciendo: Esto dice porque no trajimos pan. Y entendiéndolo Jesús, les dijo: ¿Por qué pensáis dentro de vosotros, hombres de poca fe, que no tenéis pan? ¿No entendéis aún, ni os acordáis de los cinco panes entre cinco mil hombres, y cuántas cestas recogisteis? ¿Ni de los siete panes entre cuatro mil, y cuántas canastas recogisteis? ¿Cómo es que no entendéis que no fue por el pan que os dije que os guardaseis de la levadura de los fariseos y de los saduceos? Entonces entendieron que no les había dicho que se guardasen de la levadura del pan, sino de la doctrina de los fariseos y de los saduceos.” (Mateo 16:6-12) En nuestro texto bíblico se encuentra uno de los mandamientos que Cristo Jesús dio a sus seguidores. Jesús mandó: “…que se guardasen de...la doctrina de los fariseos y de los saduceos.” (Mateo 16: 6-12) ¿Qué significa esto? ¿Quiénes eran los fariseos y los saduceos mencionados por Cristo en este pasaje de la Biblia? Como cristianos bíblicos, ¿de que manera aplicamos este mandamiento de Jesús en el Nuevo Testamento en nuestras vidas en el siglo XXI? Consideremos estas preguntas mientras buscamos respuestas a las Sagradas Escrituras. I. ¿Quienes fueron los fariseos y los saduceos? A. Los fariseos eran una secta religiosa judía que vivía en Judea durante el período del Segundo Templo. Los fariseos se remontan a los hasidianos. Los hasidianos eran una sociedad piadosa de hombres judíos que eran celosos de su religión. (1) B. En Mateo 16: 6-12 la palabra “fariseos” se traduce de la palabra griega Φαρισαίων; también proviene de la palabra aramea peras (Daniel 5:28), que significa “separar”. (2) Los fariseos se separaron “...a una forma de vida diferente a la del público en general”. (3) Los fariseos eran separatistas judíos. Ellos eran “...una clase académica dedicada a la enseñanza tanto de la ley escrita como la oral...del judaísmo...Los fariseos desarrollaron su propio cuerpo de interpretaciones, expansiones y aplicaciones de la ley que llegaron a considerar como de origen divino (Mishná, Aboth, 1:1)..." (4) Los fariseos eran a menudo los opositores políticos de los saduceos. C. Los saduceos eran una secta sacerdotal judía que vivió durante el período del Segundo Templo. La palabra “saduceos” se traduce de la palabra griega Σαδδουκαίων en nuestro texto bíblico de Mateo 16:6-12. Los saduceos fueron precedidos históricamente por un movimiento político judío del helenismo. Del mismo modo, los saduceos abrazaron el helenismo y fueron los liberales religiosos de su tiempo. (5) Fueron considerados como los opositores políticos de los fariseos.
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II. ¿Qué es el fariseísmo? A. El fariseísmo es: “1 La doctrina o las prácticas de los fariseos, especialmente la estricta observancia de la ley tradicional [ley oral] y la ley escrita...1:1 La característica de auto-justificarse o ser hipócrita. 'Pedir a otros una expectativa más alta que para nosotros mismos es fariseísmo...” (6) III. ¿Cuáles fueron las doctrinas de los saduceos? A. “Los saduceos eran esencialmente secularistas, resultado de su exclusión de Dios (“Destino”) de los asuntos humanos y su convicción de que los humanos no pueden esperar nada más allá de esta vida. En general, parece que los saduceos apoyaban aquellas interpretaciones y procedimientos que realzaban el prestigio, el poder y el beneficio financiero del culto del templo sacerdotal y de la aristocracia...Los saduceos estaban inseparablemente ligados a las instituciones externas, políticas, sociales y especialmente las centradas en el templo del judaísmo...” (7) B. Los saduceos abrazaron el helenismo. Eran elitistas egoístas y mundanos. C. En Hechos 23:8 descubrimos que los saduceos no creían en la “resurrección” desde la muerte, ángeles o “espíritu”. D. Jesús reprendió a los saduceos por su incredulidad con respecto a la resurrección de los muertos (Mateo 22: 23-32). Mateo relató: “Entonces respondiendo Jesús, les dijo [a los saduceos]: Erráis, ignorando las Escrituras y el poder de Dios. Porque en la resurrección ni se casarán ni se darán en casamiento, sino serán como los ángeles de Dios en el cielo. Pero respecto a la resurrección de los muertos, ¿no habéis leído lo que os fue dicho por Dios, cuando dijo: Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob? Dios no es Dios de muertos, sino de vivos”. (Mateo 22: 29-32) IV. ¿Cuáles fueron las doctrinas de los fariseos? A. En Hechos 23:8 podemos ver que los fariseos creían en la “resurrección” desde la muerte, ángeles y “espíritu”. B. Los fariseos fueron muy celosos de las tradiciones orales de los ancianos (Mateo 15:2-6, Marcos 7:1-13). C. Los fariseos criticaron y condenaros a los judíos que no practicaban la “tradición” oral de ellos de la ley (Mateo 15:2-6, Marcos 7:1-13). D. Los fariseos creían en el diezmo (Mateo 23:23). E. Los fariseos oraban y ayunaban a menudo (Mateo 9:14). V. ¿Cuáles fueron las prácticas específicas de los fariseos que Jesucristo reprendió? A. Los fariseos eran hipócritas. En Mateo 23:28 Jesús dijo a los fariseos: “Así también vosotros por fuera, a la verdad, os mostráis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía e iniquidad.” Lucas relató: “En esto, juntándose por millares la multitud, tanto que unos a otros se atropellaban, [Jesús] comenzó a decir a sus discípulos, primeramente: Guardaos de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía.” (Lucas 12:1)
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B. Los fariseos previnieron a la gente de creer en Jesucristo para salvación y por lo tanto de entrar en “el reino de los cielos.” (Mateo 23:13) C. Los fariseos fueron sumamente celosos acerca de convertir a otros a su secta del judaísmo. Sin embargo, Jesús los reprendió debido a que su mal ejemplo hizo de cada uno de sus prosélitos “hijo del infierno” dos veces más que ellos mismos. (Mateo 23:15) D. Los fariseos diezmaban fielmente pero descuidaban la labor más importante de la ley de Moisés que incluía “la justicia”, “la misericordia”, “la fe” y “al amor de Dios.” (Mateo 23:23, Lucas 11:42) E. Los fariseos lavaban sus manos con frecuencia (Marcos 7:3). Ellos eran limpios y hermosos en apariencia externa; pero sus corazones estaban llenos de “iniquidad”, “injusticia”, “maldad”, “inmundicia”, “rapacidad” e “hipocresía.” (Mateo 23:25-29, Lucas 11:39) F. Los fariseos enseñaban “como doctrinas mandamientos de hombres” en lugar de la obediencia a los mandamientos de Dios claramente establecidos en la ley escrita por Moisés en las Escrituras Hebreas (Marcos 7:7-13). G. Los fariseos rechazaron la obediencia literal a los mandamientos de Dios y en su lugar escogieron tener sus propias “tradiciones” orales (Marcos 7:8:13). H. Los fariseos se auto-justificaban (Mateo 23:25-29, Lucas 18:9-14). I. Los fariseos ridiculizaron a Jesús (Lucas 16:14). J. Los fariseos fueron híper-críticos de otros (Lucas 5:30-35). K. Los fariseos practicaron el formalismo y tuvieron una vestimenta especial que los distinguía del resto de la gente (Mateo 23:5). L. Los fariseos amaban la alabanza y aprobación de los hombres más que la aprobación de Dios (Mateo 23:5). M. Los fariseos amaban sentarse en “las primeras sillas” en las sinagogas para ser reconocidos por otros (Lucas 11:43). N. A los fariseos les gustaba las salutaciones en los lugares públicos (Lucas 11:43) O. Los fariseos hacían buenas obras con el propósito de ser “vistos” y estimados por los hombres (Mateo 23:5). P. Los fariseos “eran avaros” (Lucas 16:14). Q. Los fariseos eran murmuradores (Lucas 5:30). R. Los fariseos también fueron sumamente orgullosos para reconocer sus propios pecados y errores (Lucas 7:30). S. Los fariseos intimidaban a los otros judíos con la expulsión de la sinagoga si ellos confesaban públicamente su creencia en Jesús (Juan 12:42). T. Los fariseos estaban celosos de Cristo por causa de su influencia y sus milagros (Lucas 20:1-2, Juan 4:1-3; 11:4-7; 12:19). U. Los fariseos blasfemaron contra Jesucristo y el Espíritu Santo al acusar falsamente a Jesús de echar “fuera los demonios” por “el príncipe de los demonios” (Mateo 9:3234; 12:24-37, Lucas 12:10). V. Los fariseos estaban “cegados” espiritualmente (Juan 9:39-40).
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W. Los fariseos hicieron preguntas religiosas para atrapar a la gente y acusarla de prácticas malas (Mateo 19:3; 22:15, Marcos 12:13). X. En lugar de servir a otros en las obras del amor de Dios, los fariseos usaron su autoridad religiosa para dañar y “destruir” a la gente a la que despreciaban incluyendo a Jesús (Mateo 12:14; 26:59, Juan 10:10). Y. Los fariseos devoraron las casas de las viudas y hacían “largas oraciones” con el propósito de impresionar a otros (Mateo 23:14). Z. Muchos de los fariseos endurecieron sus corazones y rehusaron creer en Jesús de Nazaret y confesarlo como su Mesías, Salvador y SEÑOR. VI. En Mateo 23, Jesús condenó a “los escribas y los fariseos” con palabras fuertes debido a su incredulidad e hipocresía. A. Jesús se refirió a los escribas y los fariseos como “hipócritas” (Mateo 23:13; 14, 15, 23, 25, 27, 29). B. Nuestro Salvador llamó a los fariseos y los escribas “guías ciegos” (Mateo 23:16). C. Cristo describió a los escribas y los fariseos como “Necios” (Mateo 23:19). D. Nuestro SEÑOR se refirió a los fariseos y los escribas como “Serpientes” y “generación de víboras” (Mateo 23:33). VII. Debido a sus acciones incrédulas e hipócritas, Jesucristo advirtió que los “escribas y fariseos” recibirían “mayor condenación” (Mateo 23:14; Marcos 12:40, Lucas 20:47). A. Jesús dijo: “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque devoráis las casas de las viudas, y como pretexto hacéis largas oraciones; por esto recibiréis mayor condenación.” (Mateo 23:14) VIII. Consideremos las aplicaciones espirituales de la parábola de Cristo Jesús en Lucas 18:9-14. A. Lucas escribió: “A unos que confiaban en sí mismos como justos, y menospreciaban a los otros, [Jesús] dijo también esta parábola: Dos hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo, y el otro publicano. El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano; ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano. Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador. Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido.” (Lucas 18:9-14) B. En esta parábola encontramos dos ejemplos de acercamiento a Dios nuestro Padre en adoración y oración: 1) el fariseo, y 2) el publicano. El fariseo llegó al templo lleno de orgullo religioso y con una actitud de auto-justificación; pero Dios no recibió su adoración ni consideró sus oraciones. Mientras que el publicano vino al templo buscando sinceramente a Dios, con un corazón humilde y arrepentido reconociendo su pecado y gran necesidad del perdón, misericordia y gracia de Dios. El publicano oró, “Dios, sé propicio a mí, pecador”. Según Cristo Jesús, Dios recibió su oración y el
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publicano regresó a su casa “justificado” (declarado perdonado y justo) a los ojos de Dios. C. Note en nuestro texto bíblico el menosprecio que demuestra el fariseo con sus comentarios hacia el publicano; a pesar de esto, fue al publicano a quien Dios eligió perdonar y justificar. Como nuestro Señor Jesús dijo: “No he venido a llamar a justos [a los que se “confiaban en sí mismos como justos”], sino a pecadores al arrepentimiento.” (Lucas 5:32) Después de 20 siglos, la naturaleza humana continua siendo la misma. Es fácil para nosotros reconocer la actitud arrogante e hipócrita del fariseo en la parábola de Cristo. Pero, ¿que hay en nuestros días acerca del menosprecio de muchos hacia los pobres, gente divorciada, padres solteros, extranjeros, ancianos, enfermos y aquellos con incapacidad. Como cristianos ¿nosotros somos culpables de albergar la actitud de un fariseo en nuestra forma de tratar a otros? ¿Nuestras actitudes, palabras y acciones reflejan el amor de JESÚS o el menosprecio de los fariseos? Santiago nos recuerda “Hermanos míos, que vuestra fe en nuestro glorioso Señor Jesucristo sea sin acepción de personas [prejuicio].” (Santiago 2:1). De la misma manera, nuestro Salvador nos mandó: “Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas”. (Mateo 7:12) D. Como cristianos viviendo en el siglo XXI, ¿qué percepciones y aplicaciones espirituales podemos encontrar en esta parábola de Jesús? Comparta sus pensamientos en sus propias palabras en las líneas abajo: _______________________________________________________________________ _______________________________________________________________________ _______________________________________________________________________ _______________________________________________________________________ _______________________________________________________________________ E. Podemos aprender mucho del ejemplo de los fariseos. Consideremos las siguientes perspectivas: 1) A los fariseos les fue dada la responsabilidad de enseñar las leyes de Dios. Trágicamente, ellos no conocieron al Dios de las leyes en una relación personal. A diferencia de Samuel, ellos no aprendieron como caminar con el Dios de la ley. (1 Samuel 3) 2) Los fariseos se convirtieron en personas tan llenas de orgullo y celo religioso que dejaron de reconocer sus propios pecados y errores ante Dios. Mientras que, “...Dios resiste a los soberbios, pero da gracia a los humildes...” (Santiago 4:6) 3) Los fariseos cerraron sus ojos y endurecieron sus corazones ante la posibilidad de que sus interpretaciones orales de la ley de Jehová estuvieran equivocadas. Se habían convertido en “guías ciegos” (Mateo 23:16).
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4) Los fariseos cometieron el terrible error de considerar sus propias interpretaciones orales y “tradiciones” como igualmente autoritativas a la propia ley de Jehová registrada en las Escrituras Hebreas (el Antiguo Testamento de la Santa Biblia). Hicieron que la verdadera “palabra de Dios” (las Sagradas Escrituras) quedara invalidada a través de su “tradición” inútil (Marcos 7:10-13). 5) Los fariseos habían rechazado ciegamente el único medio de salvación eterna de Dios a través de la fe personal en Cristo Jesús y su muerte como único sacrificio para pagar en todo el castigo de nuestros pecados (Juan 14:6, Hechos 4:12, 1 Timoteo 2:3-6, Hebreos 7:20-25, I Pedro 3:18, Apocalipsis 5:910). Jesús declaró: “...Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por mí” (Juan 14:6). En conclusión, como auténticos seguidores de Cristo Jesús, no nos permitamos convertirnos en auto-justificados y llenos de orgullo religioso. Todos nosotros estamos en gran necesidad del perdón de Dios, su gracia y su misericordia. Como el apóstol Pablo testificó en Romanos 3:923: “¿Qué, pues? ¿Somos nosotros mejores que ellos? En ninguna manera; pues ya hemos acusado a judíos y a gentiles, que todos están bajo pecado. Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; No hay quien entienda, No hay quien busque a Dios. Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. Sepulcro abierto es su garganta; Con su lengua engañan. Veneno de áspides hay debajo de sus labios; Su boca está llena de maldición y de amargura. Sus pies se apresuran para derramar sangre; Quebranto y desventura hay en sus caminos; Y no conocieron camino de paz. No hay temor de Dios delante de sus ojos. Pero sabemos que todo lo que la ley dice, lo dice a los que están bajo la ley, para que toda boca se cierre y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios; ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él; porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado. Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas; la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia, por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,” Como el publicano humilde y honesto de la parábola de Cristo Jesús en Lucas 18:914, podemos humildemente acercarnos a Dios nuestro Padre en oración hoy confesando nuestros pecados y pidiendo Su perdón, misericordia y gracia a través de nuestro Señor Jesucristo (Lucas 18:9-14, 1 Juan 1:6-10; 2:1-4). Ω
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Bibliografía 1. W. E. Vine, VINE’S EXPOSITORY DICTIONARY OF NEW TESTAMENT WORDS, (Iowa Falls, Iowa, RIVERSIDE BOOK AND BIBLE HOUSE), p. 863 2. Ibid., VINE’S EXPOSITORY DICTIONARY OF NEW TESTAMENT WORDS, p. 863 3. Ibid., VINE’S EXPOSITORY DICTIONARY OF NEW TESTAMENT WORDS, p. 863 4. www.biblestudytools.com/dictionary/pharisees/ excerpt from “Pharisees” Baker’s Evangelical Dictionary of Biblical Theology, edited by Walter Elwell, (Grand Rapids, MI, Baker Books, 1996) 5. Ibid., VINE’S EXPOSITORY DICTIONARY OF NEW TESTAMENT WORDS, p. 863 6. https://en.oxforddictionaries.com/definition/pharisaism 7. www.biblestudytools.com/dictionary/sadducees excerpt from “Sadducees” Baker’s Evangelical Dictionary of Biblical Theology, edited by Walter Elwell, (Grand Rapids, MI, Baker Books, 1996)