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Invierno den Québec
INVIERNO EN QUEBEC
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Entre noviembre y marzo Quebec vive al ritmo de una estación vigorizadora. La nieve no es eterna y hay que aprovecharla cuando cae. Las heladas, la niebla congelante, la ventisca o el sol radiante son sólo pretextos para divertirse y festejar. Viaja y descubre las actividades revitalizadoras y divertidas que han ideado los quebequenses para pasárselo en grande en invierno.
Quebec, con sus casi 90 estaciones, unas condiciones únicas en América para el esquí y el snowboard y su abundancia de nieve, es un verdadero paraíso para los aficionados a los deportes de nieve. Explorar el territorio a toda velocidad en la motonieve, atravesando lagos helados y adentrándose en el Quebec boreal es toda una experiencia.
El invierno en la ciudad también tiene su encanto. Tras patinar al aire libre o esquiar con la familia, puede ir a un partido de hockey o ir de compras. La ciudad de Quebec se anima con la llegada del Carnaval.
Quebec es la única ciudad fortificada de Norteamérica y figura como patrimonio mundial de la UNESCO desde 1985. Sus fortificaciones, dotadas de cuatro puertas, albergan diversos edificios históricos y museos, como el Museo de la América Francesa, situado en el edificio centenario del Seminario. La Catedral de Notre-Dame de Quebec posee numerosas obras de arte y los sepulcros de cuatro gobernadores de Nueva Francia.
En la parte alta de la ciudad (Haute-Ville), al pie de la Ciudadela, el emblemático Château Frontenac domina con sus torres y aguilones de inspiración medieval la terraza Dufferin. Muy cerca se encuentra el espléndido Parc des Champs-de Bataille en el que se enfrentaron las tropas francesas e inglesas en 1759 en uno de los acontecimientos militares más importantes de la historia de América. El Museo Nacional de Bellas Artes, edificio más destacado del parque, cuenta con una magnífica colección de arte quebequense.
En la parte baja (Basse-Ville), un funicular comunica la parte alta y la parte baja de la ciudad, cuyo origen se remonta a los primeros momentos de la colonia. El barrio Petit-Champlain y la plaza Royale son lugares donde se desarrollan multitud de actividades. En ellos se encuentra un Centro de Interpretación, tiendas de arte y artesanía, numerosos restaurantes y bares. El Museo de la Civilización presenta exposiciones temáticas con un enfoque interactivo muy actual. Y al lado, el Viejo Puerto le invita en verano a un crucero por el río.
Zöetry Paraíso de la Bonita
Seguro de su encanto, Quebec conserva una elegancia y una sencillez que encanta a los turistas. Es un lugar que lo tiene todo: un río inmenso para soñar, un patrimonio arquitectónico inestimable y un pasado rico en grandes eventos. Sus regiones están llenas de parques naturales excepcionales y bellos pueblos antiguos.
Todos los inviernos, de enero a marzo, se repite una experiencia turística ineludible cerca de la ciudad de Quebec en Canadá: el “Hôtel de Glace”. Construido totalmente de nieve y hielo, los muebles y las lámparas son esculpidos con mucha pericia, comprende numerosas habitaciones y “suites” temáticas, dos salones de exposiciones, un majestuoso vestíbulo, un cine, una magnífica capilla, un gran salón de recepciones, verdaderas cabañas de madera, tina caliente y el célebre bar de hielo Absolut.
Visitar el Vieux-Quebec a pie es como viajar por el tiempo. Recorra sus cuestas, deambule a lo largo de las murallas o sobre las fortificaciones y disfrute de las sorprendentes y encantadoras vistas panorámicas del río, el puerto o las colinas próximas. Un paseo en el transbordador Québec-Lévis es una excelente forma de apreciar la majestuosidad de la ciudad tanto en verano como en invierno.
Cortesía: Ministère des Finances et de l’Économie, Tourisme Québec | www.bonjourquebec.com