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Notas
escuela, el funcionario de educación local y la regulación, se correlaciona negativamente con los resultados de aprendizaje promedio de los estudiantes a nivel escolar, lo que proporciona evidencia sugestiva de que la coherencia es importante para el funcionamiento de los sistemas educativos y, en última instancia, para el rendimiento estudiantil (gráfico 3.9).14
Los instrumentos y las medidas que Adelman y otros (de próxima publicación) han desarrollado pueden ser útiles como herramientas de diagnóstico para identificar las funciones del sistema que necesitan mayor desarrollo y fortalecimiento, y para abordar algunos de los desafíos centrales de la prestación de servicios en educación, como la gestión de personal, de una manera más sistémica. Aunque los sistemas siempre están en cambio continuo, este tipo de radiografías es útil para avanzar hacia una comprensión más profunda de cómo las instituciones pueden influir en los logros educativos.
NOTAS
1. Brasil, Canadá, India, Suecia, reino Unido y Estados Unidos. 2. Este enfoque en la selección y los incentivos está en consonancia con el enfoque tradicional de la literatura económica del personal y las aplicaciones relacionadas en la prestación de servicios públicos (Ashraf y otros 2020; Besley 2004; Muralidharan y Sundararaman 2011). 3. La literatura sobre incentivos docentes se ha centrado en las variaciones en el mecanismo y el diseño de la remuneración financiera (como el pago por desempeño o el pago por percentil) y analiza principalmente los beneficios pecuniarios de mejorar el desempeño. El aspecto novedoso del modelo de Leaver, Lemos y Scur (2019) es que analiza los esquemas de remuneración de los docentes en términos de utilidad (incluido el pago), pero también analiza otros aspectos potenciales que son importantes para los docentes, como la organización del lugar de trabajo. Esta definición ampliada de remuneración de docentes puede ayudar en la interpretación de los impactos (o la falta de ellos) de los cambios en los incentivos financieros, ya que la evidencia reciente de Pakistán e Indonesia muestra que grandes cambios en el salario de los docentes no parecen afectar su desempeño (Bau y das 2020; de ree y otros 2018). 4. Este hallazgo se refuerza en un contexto muy diferente en Lemos, Muralidharan y Scur (2021), quienes también descomponen la gestión en operaciones y gestión de personas y estudian su relación con la productividad en escuelas públicas y escuelas privadas de bajo costo en la zona rural de Andhra Pradesh, India. Las escuelas privadas están mejor gestionadas en comparación con las escuelas públicas, principalmente debido a las diferencias en la gestión de personas, y esto es importante para el valor agregado estudiantil y las prácticas docentes. también evidencian que las mejores prácticas de gestión de personas en las escuelas privadas (mas no públicas) están asociadas tanto con el pago de salarios más altos a los mejores docentes como con el retener a los mejores docentes y dejar ir a los peores docentes. 5. En la literatura sobre empresas del sector privado, se ha demostrado que diferentes características y prácticas de gestión afectan las respuestas de las empresas ante choques. La estructura de descentralización (Aghion y otros 2021), la gestión de riesgos antes de un desastre (Collier y otros 2020) y la gestión de los choques por parte de los gestores a través de la optimización de la correspondencia entre trabajadores y tareas (Adhavaryu, Kala y nyshadham 2019), han demostrado ser importantes para determinar cómo los choques afectan los resultados y la productividad de una empresa, así como su recuperación. 6. Una mejora continua en la cual se identifican y resuelven los problemas de manera activa, es uno de los procesos de gestión clave medidos en las escuelas mediante la Encuesta
Mundial de Gestión (Lemos y Scur 2016). La evidencia de los sistemas escolares a nivel mundial sugiere que la adopción de prácticas de gestión de desastres está supeditada a que se experimente un desastre (BrI y GrIPS 2007). Conjuntamente, estos resultados sugieren que es poco probable que la mayoría de las escuelas cuenten con prácticas de gestión de desastres antes de experimentar un choque importante, y que las escuelas (o sistemas