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en las escuelas más grandes y para los niños varones
GRÁFICO 4.6
El programa de apoyo enfocado para que los directores retengan a los niños en la escuela ayuda a reducir la deserción escolar en Guatemala, particularmente en las escuelas más grandes y para los niños varones
Impacto porcentual en las tasas de deserción de los grados 6.° a 7.°, en relación con el grupo de control, intervención de 1 año 5
0
−5
−10 Estudiantes de alto riesgoEstudiantes de bajo riesgoEscuelas grandesEscuelas pequeñas Hombres Mujeres Subgrupos de tratamiento
Fuente: Haimovich, Vazquez y Adelman, de próxima publicación. Nota: Este gráfico muestra el impacto del grupo intención de tratamiento de tres variaciones de un programa de capacitación del gobierno en subgrupos de estudiantes (el impacto general es estadísticamente idéntico entre las tres variaciones). Las variaciones son (a) proporcionarles conocimientos a los directores de escuela y docentes de 6.° grado sobre medidas simples y viables para ayudarles a los estudiantes a permanecer en la escuela, a través de un manual de orientación fácil de usar y una capacitación de medio día; (b) agregar información sobre qué estudiantes tienen mayor riesgo de deserción escolar; y (c) dar pequeños empujones de conductuales para alentar a los directores de escuela a priorizar la deserción escolar como un problema que se debe abordar. Los estudiantes de alto y bajo riesgo se definen con base en la probabilidad de deserción estimada en el sistema de alerta temprana. Las escuelas grandes y pequeñas se definen por encima y por debajo del número medio de estudiantes de la escuela. Los niños y las niñas se definen a través del género reportado en los datos administrativos. Número de escuelas tratadas y de control: 4.400; numero de estudiantes: 145.628.
puestos que ofrecen pago por desempeño. La evidencia observacional de los Estados Unidos sugiere que los distritos que introducen esquemas de pago por desempeño para los docentes ven un aumento posterior en la calidad de sus grupos de candidatos (Jones y Hartney 2017; Neal 2011). Los diferentes tipos de esquemas de incentivos (recompensar financieramente por los insumos o dar recompensas no financieras por los resultados, como dar prioridad para la elección de puestos) se han estudiado aún menos en la educación y en diferentes sectores (Finan, Olken y Pande 2015). Teniendo en cuenta la naturaleza multifacética de los directores de escuela y de otros cargos de gestión, y los resultados correlacionales de Rasul y Rogger (2018) y Rasul, Rogger y Williams (de próxima publicación), discutidos en capítulos anteriores, esquemas efectivos de incentivos dirigidos a los gestores pueden ser, incluso, más difíciles de desarrollar que para los docentes y se deben considerar cuidadosamente.12