4 Agosto 2022 REVISTAPALABRASINFANTILMÁGICASMARISOLRODRÍGUEZ LEFEBRE Transitando por sus textos Instantes en el Taller Memoria Viva SBV
ÍNDICEEDITORIAL CRÓNICAS Editorial María de la Luz Ortega 5 Homenaje a Marisol MercedesLefebreRodríguezSotoPino7 Ramajes Maisol Rodríguez Lefebre 16 Ra-Rá y Toto MarisolLefebreRodríguez20 Flor de otoño Carolyn Letelier Cortés 13 MarisolDuendeparaCuentosRa-Rá,juguetónRodríguezLefebre18 El barco pirata Maruja32Labarca CarolynApasionadasLetelier33 HOMENAJE CUENTOS Mundo GeorginafantasíadeOdi24
ConsueloManzanescasOlfos36 ¿Qué es una vaca? 39 Mi MarisolpoemaRodríguezLefebre22 LIBROS POESÍA LITERARIOSAPUNTES INOLVIDABLEESCRITOR VIRTUALESLIBROS La CarolcompartidacasaWuay30 El tren azul MarisolLefebreRodríguez23 Dedos de acuarela Edith Contador37 Enrique Comtraportada1945BarriosInfantilesCuentos40 14° concurso de cuentos “Sechito cuida el agua” 42 Memoria visual 26 Los libros de Marisol14 NOTICIAS
@Revista Infantil Palabras Mágicas, Agosto Colección2022La Mariposa Directora: María de la Luz Ortega Hernández Correo: Colaboradores:CarolynEquipocolliguayediciones@gmail.comProducidatallermemoriaviva@gmail.comporEditorial:Editor:DouglasHübner,LetelieryGeorginaOdiMarujaLabarca,Consuelo Olfos, Edith Contador Auspicio:Taller Memoria Viva - SBV Patrocinio:Sociedad de Escritores de Chile Academia Chilena de Literatura Infantil - Juvenil Permitida la reproducción total o parcial, por cualquier medio, citando la fuente y losProvidenciaautores. - Santiago - Chile
EDITORIAL
El número # 4 de la revista Infantil “Palabras Mágicas”, está dedicada a homenajear a la escritora de literatura infantil, más querida por su calidez en el taller de Lectura Memoria Viva SBV. Marisol Rodríguez Lefebre, hija de María Lefebre, conocida en la bohemia de los años 60, amiga de destacados poetas, escritores y artistas de nuestra literatura. Marisol, la menor de diez hermanos, creció en los faldeos del cerro San Cristóbal. En un gran caserón de tres pisos -actual Casa O-, ubicado en la esquina de Lastarrea con Villavicencio. Su lugar preferido eran las ventanillas del subterráneo, por donde asomaba sus ojos curiosos, para observar los pasos de los transeúntes. A medida que la oscuridad ensombrecía la callejuela, el interior de la casa se iluminaba e iba siendo ocupada por ciertos personajes del ámbito cultural, que se integraban a las tertulias en esa época. Entre muchos de los visitantes, se podía encontrar a escritores como Teófilo Cid, Camilo Mori, Pedro Sienna, Pablo de Rokha, Carlos de Rokha, Ángel Cruchaga Santa María, Vicente Huidobro, Víctor Sánchez Ogaz, Manolo Rueda, Juan Egaña, German Montero, Mario Ferrero. Entre las mujeres, destacan Winétt de Rokha y la escultora y pintora Laura Rodig. Era un espacio de canto, conversación, poesía y presagios.
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PALABRAS MÁGICAS
Por esa vida bohemia, de poesía, risas y adivinaciones, Marisol entró tardíamente a la escritura. En su memoria permanecía, el frío, la inseguridad y el trasnoche obligado. Siempre quiso rehuir de ese mundo, pero lo que se lleva en la sangre no se puede negar. Después de formar su propia familia y que sus hijas e hijos crecieran se dedicó a escribir cuentos para niños, creando el personaje Ra – Ra, duende que la acompañaría el resto de su vida. En este número, encontraremos cuentos, poesías y un registro fotográfico de esos instantes vivido con el grupo del taller Literario, en el cual se integró al poco tiempo de su creación, el 3 de junio de 1998 en Casa del Escritor, sede de la Sociedad de Escritores de Chile.
María de la Luz Ortega H.
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MI AMIGA MARISOL
Existen dos formas de hablar sobre Marisol Rodríguez Lefebre; una muy fácil, otra muy difícil. La más fácil; recordar su vida cotidiana desde el punto de vista de quienes tuvimos el privilegio de conocerla. Sobre su familia, sabemos cuánto amaba a Eduardo, su compañero de vida por más de sesenta y un años, más cuatro de pololeo. En sus escritos, nos narró la alegría de las esperas y nacimientos de cada uno de sus adorados frutos, hijo e hijas, además de su hija no biológica. La familia creció, con nietos y bisnietos en los que prolongó su amor. Conocimos a Marisol en el taller Memoria Viva, al que asistíamos en la sala Premios Nacionales de la Sociedad de Escritores de Chile, SECH. Allí, ella vaciaba su imaginación, viajando con hadas, duendes y mariposas por esos caminos de ensueño, que para ella eran fáciles
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HOMENAJE A MARISOL RODRÍGUEZ DE LITERATURA INFANTIL
LEFEBRE ECRITORA
8 de transitar. Su preferido era el duende Ra-Ra. Sus aventuras llenaron páginas y más páginas de sus libros y revistas del taller. Creaciones, en su mayoría literatura para niños. Su generosidad no conocía límite. Siempre estuvo donde fuera requerida su presencia: eventos literarios en escuelas, participando en charlas y cuentacuentos. Iba además, cargada con pintorescos libros para regalar. Colaboraba con gusto, en todo y para todos. Marisol, no poseía fortuna, sólo era dueña de un tremendo corazón; dadivoso, caritativo y Cadaexcepcional.miércoles contábamos con su presencia en nuestro taller Memoria Viva. Su carácter y sencillez de niña, nos hacía reír con algunas salidas muy graciosas. Cuando alguna vez decía algo equivocado o no entendía bien, se disculpaba con que tenía o alguna vez tuvo dislexia. De personalidad muy definida. A mi juicio, otra de sus cualidades. Cuando estaba en desacuerdo, con algo, “no tenía pelos en la lengua” y manifestaba sin problema su contrariedad. Tenía convicciones claras y las expresaba sin dificultad. Otra cosa linda para recordar. Las invitaciones a Los Quinquelles. (Comuna de La Ligua) Integrantes del taller, visitábamos ese hogar cálido y amistoso, donde había espacio para todas y todos.
Allí, en esa zona costera, tenían su linda casa de veraneo. Digo linda, no porque fuera lujosa, sino porque era mágica, desde la entrada, hasta su último metro de terreno. El primero para saludar, era su duende RaRa. Llevar para él una flor, una semilla o una pequeña piedrita, nos daría felicidad. Luego, todo era arte. Un cienpiés gigante, un tren, un puente, un caballo, coloridos senderos en altura, casa de muñecas, casa de Toby, espacios del silencio y cientos de fantasías, creados y ejecutados por Marisol y Eduardo. Ese lindo matrimonio, eran el complemento
LA PARTE DIFÍCIL:
A fin de febrero me enteré por mi amiga y profesora Malu, que Mari-sol estaba —Dijoenferma.quelallames, que no contesta tu teléfono. Me comuniqué de inmediato. Me contó que fue de vacaciones con su familia y se sintió mal. La trasladaron a una clínica en Santiago y después de varios análisis, estaba a la espera de los resultados de una biopsia. La visité al día siguiente. Ahí estaba Marisolsita, en cama. Me contó en detalle lo que ocurría. Hacía cuatro años, me habló que padecía de una afección pulmonar y se cuidaba muchísimo; de igual modo hacía una vida normal. Ahora era muy distinto, pero con una tranquilidad admirable me dijo: “Ya sé lo que tengo, pero no vine para quedarme. Me iré tranquila y agradecida de Dios. He tenido una vida linda, un buen marido y formamos buenos hijos”. La acompañé un rato. Hablamos mucho, a pesar de que le habían recomendado conversar poco, pero estaba ansiosa de hablar. Quería que la visitaran sus personas queridas. Regresé a casa con una pena enorme. Les conté a mi familia y a las amigas del taller. Todas, compartíamos la pena. Lo delicado de su salud, más la pandemia, restringía las visitas. Varias amigas querían noticias de alguna evolución favorable, pero la realidad era desoladora.
9 perfecto. Él era Eduardito y ella, Marisolsita. Habría muchas cosas para agregar pero en honor al espacio, sólo diré que disfrutábamos al máximo la hospitalidad de ambos.
Marisol, tenía un proyecto que alcanzó a concretar. Un pequeño libro para su familia. A pesar de las restricciones de la pandemia, nos coordinamos para trabajar y sacar adelante su sueño. Junto con Malu, Paz, Georgina e Isolda, además del aporte don Patricio, dueño de la imprenta, hicimos un equipo y en dos semanas logramos tener los libros impresos. El día Viernes Santo, le llevamos ese regalo. Con la colaboración del resto de compañer@s, logramos lo que a Marisol la hizo muy feliz. Ese día, estaba especialmente linda. Malu tomó algunas fotos muy bonitas, también con Eduardo y en su patio de flores, duendes y hadas.
Marisol, fue muy amiga de Luz Hernández, mamá de Malu quién ese día, acariciando sus manos, la miró a los ojos y le dijo: “eres mi segunda mamá”. Marisol se emocionó… y yo también. Seguí visitando a mi amiga, cuantas veces pude. Me pedía que le llevara mis cuentos y se los leyera. Cada vez regresé con mi corazón lleno de tristeza. Marisolsita se iba apagando poco a poco. Pero aún así, ella estaba de humor y una vez me dijo: “me gustaría volver al taller sólo para pellizcarte, como tu lo hacías cuando yo hablaba mucho” (ocupábamos sillas contiguas). Hacía unos tres años, Marisol me ofreció casi 400 libros suyos, para repartir en escuelas de campo cuando ella, ya no estuviera ¡Así era ella! Lo seguiría siendo después de sus días ¿Cómo no quererla? Se lo prometí; pero por su costosa enfermedad logramos vender unos cuantos. La visité la tarde del 8 de junio. Estaba junto a su cama, la única hermana que le quedaba. Marisolsita se veía cansada y con mayor dificultad para respirar. Le había llevado un cuento que le prometí leer en mi próxima visita. Igual, relució su generosidad
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innata: “Los libros que quedan, ya sabes, llévalos a las escuelas más recónditas”. Le di un beso, tomé sus manos, le dije que la quería y me vine con el alma apretada. No hubo próxima vez. Marisolsita partió de este mundo el diez de Junio del presente año. Junto con algunas compañeras de taller y con una pena desgarradora, la acompañamos en su funeral para el último adiós.
Al día siguiente, llegó a mi balcón un colibrí. Años que no veía uno. ¡Oh! pensé; Marisolsita, me vino a saludar. Se lo conté a muchas Díaspersonas.después, compré un bebedero para colibríes y ahora, todos los días vienen a beber a mi balcón… y yo quiero creer que me visita mi querida amiga Marisolsita con su espíritu de luz.
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Mercedes Soto Pino
Con el alma rota y el corazón desgarrado escribo estas líneas.
Tu mirada dulce, sonrisa fácil, creatividad infinita y amor a prueba de todo es la gran enseñanza que nos dejaste. En mi escritorio siempre estará Ra-Ra, duende juguetón que, de vez en cuando, esconde mis libros y lápices. Las alas del Cóndor Andino te acunarán en tu nueva morada, acompañados de los trinos de pajarillos que amaste. Volarás al infinito, guiada por el Hada Azul de tus sueños, sentada en la cola de un cometa, recorrerás el universo, repartiendo alegría, amor y destellos de luna, iluminando para siempre el firmamento de quienes te amamos. Llegaste a este mundo de la mano del niño Jesús, un 25 de diciembre, y te despides a las 11:11 un 10 de junio, hora en que los ángeles azules revolotean y nos regalan con sus alas trocitos de cielo.
FLOR DE OTOÑO
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Querida Marisol:
Mi querida Marisol, no puedo estar presente en tu partida, pero mi alma te acompaña en el vuelo que estas emprendiendo a la eternidad. Me acunaste como una hija. Tomaste mi mano y no me soltaste. Me regalaste un espacio al lado tuyo, para poder integrar esa escuela literaria que es el taller Memoria Viva. Así es y será. Estarás siempre viva en mi memoria.
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Un abrazo eterno mi querida Marisol Rodríguez Lefebre. Con amor y cariño eterno. Santiago, 11 de junio de 2022
Tu sutil existencia se desliza como flor de otoño. Te desprendes del árbol de la vida, para reintegraste a la naturaleza y convertirte en vida eterna. Agradezco al cielo haberme cruzado en tu camino. Dejaste una huella profunda en mi vida, en mi corazón y en mi alma. Te despido con alegría, a pesar que mi alma llora.
Carolyn Letelier Cortez
Cartas de Ra-Ra
Contando cuentos en esta linda tierra El hada azul El país de los vuelos I El país de los vuelos II 14
LIBROS
Huellas en al
pinceladas
viento Liberación del cóndor andino Liberación del cóndor andino y otros cuentos Palabras solo palabras I Palabras solo palabras II 15
en el país de la infancia Letras bailan
Ella se abrió ante mis ojos sorprendidos y cual pétalos de magnolias sentí su fragancia cuando apretó muy fuerte mis pezones. En su frente traía el “tercer ojo”, según la matrona, y el cuaderno de poemas se cerró.
CUENTOS
RAMAJES
Irrumpió un atardecer en mi corazón. Esa criatura frágil, hermosa se mecía. Se mecía igual a las olas del mar. La acuné y la dejé en mi huerto. El lápiz desapareció. En mis labios sólo habitaron, en meses, años, canciones de cuna.
—¿Por qué no escribiste antes?
—Porque deseaba un huerto grande, donde llegó en un amanecer mi primer fruto, con trinos de ave despertándome en el día más maravilloso de mi vida.
¡Oh, venía otra! Traía sus manos apretada de sueños. Abiertos sus ojos miraban el universo. Era tanto mi éxtasis al observar su carita roja. La besé una y otra vez. Los campos semánticos huyeron. ¡Una más! En un anochecer remeció a los astros para que le dieran la bienvenida. Ellos giraban, giraban y, alegres, se perdió en esa ronda la palabra escrita.
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Los poetas me preguntaban:
¡Oh, aquel que llegó entre lluvias y lluvias! Lo abrigué entre cristales tibios. Lo acuné y le di calor. ¡Era tan pequeño y él me entregó toda la ternura del mundo! Las metáforas se escondieron entre los juncos de julio.
El huerto se hizo diminuto y observé la callampa donde moraba el Duende.
El “pájaro azul” me habló: —¡Nada es antes ni después! ¡Es ahora! ¡Empieza!
¡Era tan dichosa! Mis deseos se cumplían plenamente. Era un abanico de ir y venir por mi enorme huerto que no me di cuenta de mi vida venidera.
Marisol Rodríguez Lefebre 17
En ese entonces no vi al Duende en su “callampa” jugando con mis niños ni al “pájaro azul” del damasco. Ellos crecieron. Cada cual tomó diferentes rumbos. El campo de tristeza se secó y en sus pajas apareció un cuaderno amarillento que entre sollozos revivió el verde tranvía de vuelta a los campos semánticos. Hicieron bajar la “palabra” de la copa de los árboles y los juncos florecieron devolviendo las metáforas.
El lápiz volvió alegre.
CUENTOS PARA RA-RA, DUENDE JUGUETÓN
—Tú, últimamente no te inmutas por nada.
Siempre mi duende Ra-Ra se está quejando de su creadora.
—Miragruñón.atu
—Dejaste tu mundo, el que creaste para mi, tu cóndor, tus pájaros. Has cambiado, ya casi no te conozco. Te vas a seminarios por días enteros, a colegis, a jardines infantiles, a la Sociedad de Escritores de Chile, donde hace un tiempo muy lejano yo te llevé.
—Tal vez, déjame pensarlo —respondió altanero.
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Si quiere hablarme en serio, cruza sus piernecitas y pone cara de viejo
—Parece Ra-Rá que eres un poco envidioso. ¡Es es malo!
—¿Por cuánto tiempo?
—¿Cómo es eso? Explícame.
—Ese es un regrán muy antiguo,
—Túahora.mo
dijiste ninguna palabra sobre nosotros, señaló con su dedo índice hacia mí. Yo soy tan chiquitito, podrían haberme puesto en cualquier rinconcito, ¿verdad?
—A buen entendedor, pocas palabras.
—¿Por qué Ra-Ra?
alrededor. ¡Mira bien! En esta gran Universidad Mayor hoy se realiza un seminariio. La Academia Infantil ha llenado el Salón de Honor con grandes muñecos de trapo, gorditos, bien vestidos a la moda de
—Un cuarto de hora, nada más.
—Sé Ra-Ra que sabes leer, escribir. Les he preguntado a los niños de los Quinquelles, ellos han confesado que tú le ayudas en sus tareas.
—Hoy seré yo quien te llame la atención, Marisol.
—No me hagas llorar, qué ciertas son tus críticas.
—Oye Marisol, yo estoy en los archivos d la BIblioteca Naional, donde muchos niños me leen.
—Si Ra-Ra, lo tengo presente.
—¡Si mi querido duende! Iremos. Allá soy tan feliz, no existe envidia que daña el alma. Los seminarios son palabras y palabras. Los cuentos nacen solos. Hoy he tomado una gran decisión. Tu mundo es mi mundo. Me uqedaré contigo en Los Quinquelles, donde se ve un mar lleno de purezas, escribiendo cuentos, tras cuentos. Colorín colorado, otro cuento se está preparando.
—Si Ra-Ra, entre miles de cuentos infantiles.
—Además viajé en un inmenso avión a Rusia, donde me dejaron abierto en los Montes Negros, acompañado de tus cóndores y pájaros tan queridos por ti. Te pregunto y vuelvo a preguntarte ¿Qué pasó con nosotros? Éramos tan felices...
—Marisol, no llores. Tengo ahora en Los Quinquelles una pequea granja de unos cuatro metros cuadrados, con vacas, corderitos, gallinas, pavos, rinocerontes y dinosaurios. Los traje de una tierra encantada ¡Son tan pequeños! ¿Queres ir a visitarlos mañana?
Marisol Rodríguez Lefebre
—Entonces por qué llevas cuentos como “El patto feo”, “Cperucita roja”, “Los tres chanchitos” o “Ricitos de oro”.
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—Déjate de pamplinas, tú no perteneces a ese ambiente de istorias famosas que se transmiten de generación en generación.
RA-RA Y TO-TO
Las metáforas hacían dibujo de cualquier cosa para adornar lo escrito, como familia, campos y estrellas.
Marisol Rodríguez Lefebre
Cuando fue al mar para inspirarse, una ola gigante lo tapó cubriendo sus ojos con sal.
El destino le hizo templar su cuerpo diciendo con voz dulce —Te di un don maravilloso, trabaja, busca, suda, no te atrevas a cruzar esa puerta. Hojas blancas te esperan y cual milagro se impregnaron de cuentos y poemas.
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Los momentos y decisiones de Marta fueron según ella los más felices cuando decidió reclutarse en el mundo de las letras.
Un payaso alegre. Toto, de su amiga Luz, con un duende, Ra-Ra, fueron los primeros problemas que tuvo, no la dejaban respirar, se colgaban de las poleras de sus creadoras para asistir al Taller Memoria Viva. Solamente querían figurar To-to y Ra-Ra, se enojaban si no los nombraban en lo cuentos.
Las ideas giraban en líneas rectas, hallaron curvas diagonales, formaba con ellas pirámides y triángulos.
Cóndores gritaban —¡Marta, Marta!, no tenemos nieve en las montañas, denúncialo a los diarios. Eso es por botar desperdicios que ustedes no pueden comérselos, además, tenemos el cambio climático. Trató Marta de calmarlos.
Creía que tenía que vestirse de colores claros y eligió el fucsia.
Marta creía que era tan fácil escribir y era difícil la tarea. Se le escapaban los puntos, comas, las b, v, h, y decidió desertar.
Las palabras, confusas sentían pena por la decisión de Marta, le contaron a los campos semánticos, a las metáforas, estrofas, sueños e ilusiones, amistad y todos juntos decidieron arrullarla.
Eso era aquí en la tierra. Al elevar su vista al cielo, aparecieron unos colibríes en el aire, querían cambiar de colores, del azul al amarillo, al violeta, de violeta al naranja, del naranja al verde.
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POESÍA
Poema, amante mío, callado llegas galopando traes miles de ideas aromas suaves, colores.
MI POEMA
Te guardé años tras años en el hueco de mi palma ahora serán libres, estás en las manos de un gigante irás donde quieras anhelando llegar al corazón del humano.
Acaricias mi mente remeces mi cuerpo. Poema, compañero de largas caminatas sin término, duermo pensando en ti, me arrullo a tu lado hasta sentirme creadora.
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Marisol Rodríguez Lefebre
EL TREN AZUL
He de partir. Sí, me iré en un tren azul por alamedas salpicadas de margaritas amarillas, un globo aerostático guiará mis anhelos: mar, cielo y tierra. Insisto, tiene que ir de azul impregnado. Me da miedo sin ese color. Voy en mi vagón de acerados rieles. Si para en alguna estación súbete a él con la palabra clara, precisa, sin temor. En este viaje enloquecida voy embriagada de alegrías a los fuertes vientos susurre otorgándolesperdonestambién amor atravesando planetas imaginarios, verdaderos. Mañana o el próximo año en mi tren azul otra vez.
Marisol Rodríguez Lefebre
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Al llegar, caminamos por algunas calles, atravesamos un puente y en 10 minutos estábamos en la Avenida Libertad, donde se encontraba instalada la Habíamosferia.hablado con otra escritora amiga del taller en el que participamos. Consuelo, oriunda de Viña del Mar, quien ya nos estaba esperando en la puerta.
Entramos las tres con las debidas restricciones de la pandemia, como la mascarilla. Nos tomaron la temperatura, frotamos las manos con alcohol gel y mostramos el pase de movilidad que indicaba teníamos puestas todas las vacunas requeridas. Una vez dentro, nos dirigimos al stand de la SECH al fondo del lugar, donde el escritor Jorge Calvo se encontraba sentado esperando nuestra llegada y atendiendo a las personas que se interesaban por los libros en exposición.
Al día siguiente, nos encontramos en el terminal de buses y compramos los pasajes que nos llevarían a nuestro destino.
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Estaba desayunando, cuando recibí un mensaje de mi amiga Carolyn, que¿Tienesdecía: un par de días libres?, necesito ir a Viña del Mar a la 41ª Feria Internacional del Libro, para la presentación del libro de una amiga nuestra, a las doce horas. Está organizada por la Cámara Chilena del Libro y la Ilustre Municipalidad del lugar. Me acaban de avisar de la Sociedad de Escritores de Chile y podemos salir a las nueve de la mañana para llegar a tiempo.
MUNDO DE FANTASÍA
Le respondí que iría con ella, acompañándola al evento.
—¡Qué bueno que están aquí!, —nos dijo —tenemos la presentación del libro de nuestra socia en una hora.
Georgina Odi
—¡Soy tan feliz aquí!, me acompaña siempre mi entrañable amiga Luz y estamos con Ra-Ra y To-To. ¡Qué más puedo pedir! Estoy contenta, realizada en este sitio maravilloso que yo misma hice posible. Dentro de él, somos las flores que despiertan y extienden los pétalos, todos los días. Perfuman el entorno, alegran las almas, deleitan las miradas. Cada vez que piensan en mí, vivo junto a ustedes este mundo que imaginé en el jardín adornado con piedras rojas, margaritas, geranios y duendes.
El público aplaudió. Nuestra amiga, subió la pequeña escala, envuelta en una niebla rosada, irradiando luz. Vestía de azul cobalto con lunares blancos, el pelo corto, muy blanco, que la caracterizaba en los últimos tiempos y la sonrisa dulce dibujada en el rostro, tomó asiento. Empezó a hablar del fantástico mundo creado por ella, con esa voz tranquila, mesurada, que conocemos.
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Fue una presentación hermosa. Nos llevó a recorrer su maravilloso mundo mágico, concluyendo:
Se acercaba la hora, cinco minutos antes, tomamos asiento en la sala. En el estrado, el encargado de la feria anunció la presentación del libro “Palabras solo palabras” de la editorial Colliguay Ediciones, escrito por Marisol Rodríguez Lefebre, poeta y narradora infantil.
—Ella vendrá cuando se inicie el acto —dijo Jorge.
—¿Y dónde está la autora? —preguntó Carolyn.
Desde aquí, les envío inspiración divina para que puedan seguir narrando historias como las mías. Gocen del mundo que inventé y se hizo realidad en nuestras vidas.
Recuerden siempre en sus corazones a esta amiga que las quiere.
MEMORIA
Viaje en globo I Viaje en globo II
VISUAL 26 Cuentacuento en Plazoleta Carlos Pezoa Véliz Biblioteca Nacional Liberación del cóndor
27 Biblioteca Pedro Mariqueo LV Población La VictoriaCompartiendo olla común Cuentacuentos La Victoria Presentación Huellas en el caminoHuellas en el camino Luz, Malu, Mercedes y Marisol Mercedes, Malu, Paz y Marisol
Raúl
Stand
Bravo y MarisolBachelet, Marisol y Lacámara Con el poeta Ernesto Cardenal Stand de Cuba 2016
SECH 2016 FILSA 2016 28
Stand
de SECH 2016
Zurita, Casa del Escritor
Mirta
29 En FILSA con taller MV Premiación Conurso Sechito FILSA Taller Memoria Viva 2018 Visita a Marisol en casa 2022 Malu y Marisol 2022 Plaquette de Marisol Taller Memoria Viva 2005 Marisol y Georgina diciembre 2021
La casa de la señorita Caracol era muy limpia. Todas las mañanas ella tomaba el plumero y sacudía los muebles y sus pinturas. La señora Babosa no tenía casa, y por eso siempre andaba vagando de un lado a otro, buscando un sitio donde ocultarse del sol.
Cierto día, la señora Babosa al ver que su prima barría afanosamente el piso de su hogar, se le acercó para pedirle que la dejara entrar; pues, hacía mucho calor, y por esos lados no existía ni una hojita en que refugiarse.Laseñorita Caracol, que era muy buena, la dejó pasar y le mostró el interior de su fresca casita. La babosa, que todo lo observaba con ojos curiosos, le preguntó si podía quedarse a vivir un tiempo con ella, ya que el destino nunca le había dado un hogar en que cobijarse. La señorita Caracol aceptó. Deseaba tanto tener con quién conversar, que no le importó que su casa fuera estrecha, y que en donde sólo cabía una, era casi imposible que cupieran dos.
LA CASA COMPARTIDA
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Pasaron muchos días y la señora Babosa, encantada con su nuevo hogar, guardaba en cada rincón toda cosa que encontraba. Muy pronto, la ordenada casita se vio invadida de florecillas masticadas; de hojas marchitas, y de otras tantas hierbas, que la pobre señorita Caracol, aburrida del desorden de su prima, tuvo que pedirle a ésta que se
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--¡Cuántamarchara.
Carol Wuay
Dibujos de Carol Wuay
suciedad hay aquí adentro! —se dijo, mientras barría y echaba una mirada de reojo a su compañera que se iba—. Ahora entiendo el por qué el destino no le dio una casa: no sabría cómo cuidarla de sí misma.
Se sientan a tomar onces, está todo tan rico, comen demasiado y ahora deberán descansar antes de seguir navegando, los minutos pasan y en quince minutos comienzan Los Picapiedra y luego Pikachu.
—Mañana continuamos navegando —ordena el capitán.
Vacaciones de Invierno. Dia de lluvia.
Guillermo será el capitán, Joaquín el vigía, usará un pedazo de tubo como catalejo para avistar la ruta, Gaspar, que encontró en el baúl un pequeño libro deberá anotar el diario recorrido del barco.
Maruja Labarca
Desde el primer piso, la abuela llama
El capitán ordena detenerse, el rancho no puede esperar. Gaspar baja el libro para limpiar las tapas. Carola al verlo reconoce el diario de vida de una hermana que se fue a España y nunca regresó, les propone cambiarlo por una agenda con fechas y letras dorada que ella tiene en el escritorio. Aceptan gustosos.
Deciden convertir al más grande en un barco pirata, ellos serán corsarios que navegan en busca de un lugar para esconder el tesoro que han acumulado y protegerlo de que un enemigo lo quite. Vacían el contenido, cortinas, bolsones, yoquis, cinturones, adornos de navidad que les servirán de vestuario. Despejan un lugar para el mar, los muebles amontonados son los lugares de atraque.
—Chicos bajen a tomar onces, calzones rotos y sándwiches queso jamón los esperan.
32 EL BARCO PIRATA
Joaquín, Gaspar y Guillermo se encuentran alojados en casa de la abuela Carola, quien les propone jugar en el desván, es iluminado, limpio y ordenado. Entusiasmados, suben, hay varios baúles llenos de objetos en desuso, cortinas, marcos desarmados, trozos de tubos.
Miércoles de cada semana. Desde hace más de dos años, nos reunimos vía zoom o meet, descubriendo paso a paso las virtudes de la tecnología, rompiendo el cristal del miedo por la pandemia Covid -19, que nos intentó paralizar. Sin duda, no lo logró.
La idea inicial, era reunirnos un par de horas desde las nueve de la noche, dando tiempo para quienes trabajamos e integramos el “Taller de Recursos Literarios”, apéndice del histórico Memoria Viva, fundado en la década de los ’90. La pasión por las letras nos reúne hasta pasada la medianoche. La hora, el cansancio o un arduo día de trabajo, no son impedimento para disfrutar de nuestro encuentro semanal. Se han integrado personas de otras ciudades e incluso de otras latitudes, enriqueciendo nuestra aventura y ampliando nuestros horizontes.
En días de invierno, un café caliente me acompaña. Con su suave espuma, me permite disfrutar de los mundos literarios de mis compañeras y exponer mis propios multiversos. Los colores, aromas y texturas de sus creaciones inundan mis sentidos: las armonías de Edith, con su poesía, prosa poética y cuentos, nos permiten mirar las estrellas desde una perspectiva infinita, convirtiendo lo cotidiano en sublime. El viaje en un taxi de Paz, narrado con sutileza, técnica y exactitud, como solo ella sabe, se convierte en un premio literario. Los paisajes, aromas y colores de Marchigüe, tierra de Mercedes, nos devuelven a nuestras raíces, al secano costero del Valle de Colchagua y a los amores y dolores del campo chileno. El simple encuentro en un bar de Valparaíso, se convierte en un cuento corto que estremece la razón, narrado con la templanza y picardía de Consuelo. La bufanda gris de Marujita, nos invita a acariciar la pasión del amor clandestino, o aquella cortina azul que cobra vida y se hace partícipe de las historias de la familia. Georgina, mexicana de nacimiento y chilena
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CRÓNICAS
APASIONADAS
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de corazón, con su prosa poética nos ha regalado una nueva mirada de la naturaleza y la muerte; abriendo nuestros sentidos, trasmutando el dolor, permitiéndonos acariciar la sutileza de lo etéreo y eterno. Los dolores, el abuso del poder, político y social, entregados por Isolda, nos invitan al análisis desde una mirada filosófica, cruda y potente, llena de racontos, flashback y juegos de narradores, haciendo explotar las técnicas y conceptos literarios aprendidos. Un viaje en velero de Maggie, nos remonta al amor de juventud y a descubrir nuevos horizontes y océanos, conectándose desde tierras mexicanas, tan queridas y cercanas a nuestra cultura chilena. No podemos olvidar a Carol Wuay, quien expresa el terror y lo oscuro con la brillantez y resplandor de quien ama las letras. Bueno, y yo, con mis crónicas y cuentos, he navegado por la infancia, cielos eternos, dolores del alma o lo fantástico maravilloso, observado desde el corazón o con mirada inocente, como la de una niña que recién está descubriendo el mundo y su entorno. Las certeras opiniones, sin miedo y sin culpa, de cada una de las integrantes, nos hacen crecer y cuestionar lo escrito, incentivando a mejorar y explorar nuevas palabras, métodos y recursos literarios. Sin duda, nada de esto sería posible sin la dedicación, paciencia, sabiduría y amor de la maestra, Malu Ortega, quien nos contiene y guía para mejorar cada día nuestras creaciones y sacar lo mejor de cada una. Todos nuestros relatos, sean reales o ficticios, han calado hondo en cada una, aprendiendo las técnicas de las más experimentadas y descubriendo nuevas miradas; formas de narrar de quienes nos ponemos en la fila de las aprendices de escritoras. Nuestras creaciones son únicas como cada amanecer, intensas como el aroma de un buen café, coloridas como las alas de mariposas silvestres, sutiles como las gotas de lluvia que se deslizan por la ventana y atrevidas como adolescentes, con la fuerza de la experiencia vivida. Muchas ya han “parido” hijos literarios; otras nos encontramos a la espera que florezcan como camelias en invierno, entre el campo de palabras que rodea nuestros jardines.
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El cariño ha traspasado la clase formal, las pantallas e incluso los textos que cada una presenta con esmero semana a semana. Todas nos cuidamos, hemos formado una pequeña y potente familia literaria. Es nuestra responsabilidad mantener y hacer crecer este proyecto liderado por Malu, logrando que nuestras voces no sólo hagan ruido, o que nuestras letras queden solo impresas en papel, sino que debemos concretar muchas de las visiones que hemos soñado, entregando nuevos bríos y energía a la escritura creativa, con mirada de mujeres apasionadas por el arte y la cultura. Otra taza de café entibia mis frías manos. Leo y releo las creaciones de mis compañeras durante la semana. Espero con ansias el reencuentro. Disfruto el recuerdo de lo compartido, como si fuera el último suspiro que nos regala la vida o el primer arcoíris que descubrimos en la infancia, en un lejano día de invierno.
Carolyn Letelier Cortés
¿Qué árbol es ése que tanta variedad regala? ¿Qué semilla es ésa que tan buena mezcla prepara? Se preguntaba mamá mirando (desde su cocina) en la ventana.
Y es que en aquella casa había tantas niñas como manzanas, día a día laboriosas, muy alegres y aplicadas dando vida a ricas tortas, confites y mermeladas. Consuelo Olfos
MANZANESCAS
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Qué manera de dar fruta ese árbol de la entrada. Rojas, verdes, amarillas y hasta jaspeadas. Tantas manzanas que apenas sus ramas aguantaban.
Abril las escogía. Petunia las cortaba. Celeste las recogía. Mía las separaba. Emilia las lavaba. Amara las pelaba. Rosina las rebanaba. Estela las dulcificaba. Malú regaba el árbol y lo cuidaba a diario Gracia.
Edith Contador
(A Georgina Odi)
Y si viajas el arco iris, en lentitud irisada, la magia de la palabra te susurra un colibrí . ¡Cómo saber lo que piensas! Madrigal de flores tus ojos guardan. Y en sus hojas consteladas, Y en sus hojas consteladas. Se abre la flor de una dalia.
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DEDOS DE ACUARELA
Aquella que escribe a un niño. Lleva flores en la sangre. Con sus dedos de acuarela, pinta ríos, pinta mares. Aquella que escribe a un niño, supina árboles al cielo. Imagina caracolas, en ronda delfines viaja. ¡Cómo saber, lo que piensas! Lo que tu alma reverbera. Lo que escribes, pluma de ángel. Un caballito de mar galopando-galopando. Crece en tu imaginario, canto dulce de paloma. Danzan en tus escritos, Corceles y mariposas.
APUNTES LITERARIOS
Dibujo de Paz Figueroa
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¿QUé ES UNA VACA?
La vaca es un mamífero. Tiene seis lados: el de la derecha, el de la izquierda, el de arriba, el de abajo. El de la parte de atrás tiene un rabo, del que cuelga una brocha. Con esta brocha se espantan las moscas, para que no caigan en la leche. La cabeza sirve para que le salgan los cuernos, y además, porque la boca tiene que estar en alguna parte. Los cuernos son para combatir con ellos. Por la parte de abajo tiene la leche. Está equipada para que se le pueda ordeñar. Cuando se le ordeña, la leche viene y ya no para nunca ¿Cómo se las arregla la vaca? Nunca he podido comprenderlo, pero cada vez sale con más abundancia.
El marido de la vaca es el buey. El buey no es mamífero. La vaca no come mucho, pero lo que come lo come dos veces, así que ya tieneCuandobastante.tiene hambre muge, y cuando no dice nada, es que ya está llena de hierba por dentro. Las patas le llegan hasta el suelo. Las vacas tienen un olfato muy desarrollado, por lo que se le puede oler desde muy lejos. Por eso es por lo que el aire del campo es tan puro.
Cortesía de Marc Peguera
El pájaro del que voy a hablar es el búho. El búho no ve de día y de noche es más ciego que un topo. No sé gran cosa del búho, así que continuaré con otro animal que voy a elegir: la vaca.
Ejercicio de redacción escrito por un niño y que se conserva en el Museo Pedagógico de París. El tema propuesto era describir un mamífero o un ave.
LIBROS40ElLaUnaElhttps://issuu.com/arielmoreh/docs/cuentos_infantiles-3VIRTUALESdragónnubePedroSacristánaventurallenadepintraPedroSacristánpizarramágicaPedroSacristánpequeñocolibríRosaMaríaRoe
Link para verlos de forma ElLaElLahttps://issuu.com/mirnaalas12/docs/mirna_cuentovirtualbrujitadulcePedroSacristánelefantefotógrafoPedroSacristánnubeavariciosaPedroSacristánárbolmágicoPedroSacristán 41
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A MI
El niño de las estrellas
E NRI q UE B ARRIOS (1945)
ESCRITOR INOLVIDABLE
Escritor y viajero chileno, ha residido en Chile, Venezuela, Brasil, Ecuador, Perú, USA, Francia, Argentina, Australia y España, y ha visitado además multitud de países en los cinco continentes, dando una vuelta completa al mundo. De sus obras la más famosa es “Ami, el niño de las estrellas”.
Es difícil a los diez años escribir un libro. A esta edad nadie entiende mucho de literatura... ni le interesa mayormente; pero tengo que hacerlo, porque Ami dijo que si yo quería volver a verlo, debería relatar en un libro lo que viví a su lado. Me advirtió que entre los adultos, muy pocos iban a entenderme, porque para ellos es más fácil creer en lo horrible que en lo maravilloso. Para evitarme problemas me recomendó decir que todo es una fantasía, un cuento para niños. Le haré caso: esto es un cuento.(1986)Fragmento