Revista Infantil "Palabras Mágicas" Nº 3 Colección La Mariposa

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REVISTA INFANTIL PALABRAS MÁGICAS COLECCIÓN LA MARIPOSA

DICIEMBRE 2020

Santiago - Chile

N° 3


ÍNDICE ILUSTRACIÓN

CUENTOS

Carta para Jesús

María de la Luz Ortega

La esperanza en la cuarentena Carol Wuay

Mercedes Soto Pino

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La casa compartida

La pulguita vegetariana

Carol Wuay

El abrazo de la Araucaria Carolyn Letelier

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Editorial

Alejandra Aros

AVENTURAS DE JACINTA Y SU TRANSPORTADOR MÁGICO

Juan Latón

El pavo resl

Maruja Labarca

Georgina Odi

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POESÍA

Saludo a la Primavera

Voz del primer hijo Voz del segundo hijo

Mercedes Soto Pino

Nelly Salas

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¿SABÍAS QUE...?

APUNTES LITERARIOS

La leyenda del Copihue

Reflexión: Niños y Niñas especiales

Carolyn Letelier

Isolda Guadaupe ZC

Ejercicios de escritura creativa para niños con los que hacer volar su imaginación

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RESEÑA DE LIBROS

ESCRITORA INOLVIDABLE

La luz en la noche

Caramelos de luz

Marie Voigt

Marcela Paz

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@Revista Infantil Palabras Mágicas, diciembre 2020 @Colección La Mariposa Directora: María de la Luz Ortega Hernández Correo: maluorteg@gmail.com Equipo Editor: Carolyn Letelier, Carol Wuay, Isolda Zamorano y Georgina Odi Portada: Carol Wuay. Auspicio: Taller Memoria Viva - SBV Patrocinio: Sociedad de Escritores de Chile Academia Chilena de Literatura Infantil - Juvenil Permitida la reproducción total o parcial, por cualquier medio, citando la fuente y los autores. Providencia - Santiago - Chile


PALABRAS MÁGICAS EDITORIAL Un 2020 sin Palabras Ha llegado a su término un año estremecedor.Toda una odisea para finalizar diciembre con energías y entusiasmo, entregando a través de poemas y cuentos, historias que distraigan a los más pequeños de la casa. Ese ritmo de palabras que despierta la imaginación. La vida a pesar de todo, es hermosa y tenemos que aprender a andar por ella, pese a las dificultades. Sumergidos en una atmósfera de restricciones, debido a una pandemia que ensombrece el planeta; nos hemos vistos reducidos a nuestros hogares y al cambio habitual del ejercicio de nuestras actividades; sin embargo, a pesa de todo, existe la posibilidad de seguir trabajando en el encantamiento de la palabra. El equipo editorial de la revista infantil “Palabras Mágicas”, busca interesarlos en la promoción de la lectura. Preocupado en difundir el trabajo creativo de escritoras y escritores latinoamericanos, entrega a sus lectores la edición número tres en formato virtual, perteneciente al mes de diciembre. Asimismo, propone a sus lectores mayores el rescate de las publicaciones de antaño, volver a esos tiempos de clásicas revistas infantiles; hoy desaparecidas. 5


Esperamos que, en estas vicisitudes, ya sea al atardecer o antes de dormir, se invite a niños y niñas a viajar a través de simples cuentos y poemas.Volver a esos instantes de lectura acunada. * La revista “Palabras Mágicas” se puede descargar gratuitamente, solicitándolo al correo: colliguayediciones@gmail.com

María de la Luz Ortega Hernández Directora Taller de lectura Memoria Viva - SBV

Ilutración de portada: Carol Wuay

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“La esperanza en la cuarentena” (técnica mixta) de Carol Wuay. Primer lugar en el Concurso “Me quedo en casa” Cuarentena en la PIntana. Corporación Cultural de la Pintana (2020).

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CUENTOS

CARTA

PARA JESÚS

Mercedes Soto Pino

Santiago 25 de diciembre de 2019 Querido Jesucristo: Primero que todo ¡Feliz Cumpleaños! No sé cómo te gusta que te diga; Jesús, Cristo o Jesucristo. No soy digna de dirigirme a Tí; pero una vez más olvidamos que esta fiesta tendría que ser sólo para celebrar tu venida al mundo. Cuando un 25 de diciembre, naciste en Belén; en un pesebre, donde los animalitos con su aliento te calentaron y adoraron con los pastores que se encontraban cerca. Después de unos días y guiados por una luminosa estrella, llegaron los Reyes Magos, Baltasar, Gaspar y Melchor, a traer regalos para Tí; el Mesías, el Niño Jesús. Lamentablemente hemos cambiado este hecho tan trascendental, desviando el objetivo hacia consumismo, sin explicarlo adecuadamente a nuestros niños. Todo se vuelve un caos para comprar muchos juguetes y regalos y en lo posible, una gran cena; mientras que otros seres humanos, nada tienen. Hemos perdido la idea de hacer pequeños presentes para ofrecer en Tu nombre. 8


Otra cosa querido Jesús; pues como Hijo de Dios, siempre eres infinitamente generoso y con humildad te pido que tengas la bondad de escucharme. Te agradezco cada día por todo lo que poseo: cosas materiales como pan techo y abrigo y principalmente por lo que llena mi alma; una familia a la que amo profundamente y por añadidura, has puesto en mi camino a tantas personas valiosas, que han sido muy importantes en mi vida. También te ruego que con nuestro Padre Dios, miren a este país y al mundo entero y no permitan que haya más guerras, que sólo provocan destrucción y muerte. Que para cada ser humano, morir sea una transición natural y en paz. Quiero además, pedirte por los más pobres del mundo, por los que nada o muy poco tienen. ¡Hay algunos que poseen tanto! ¿Podrías Tú, por favor hacer una mejor repartición? No importa tanto si los ricos siguen siéndolo; pero, por favor, que los demás no sean tan extremadamente pobres.Y Tú, que siempre amaste a los niños; Jesús por favor, protégelos más que a todo y no permitas que nadie les haga daño. También necesito que perdones mis errores y me ayudes a que cada vez sean menos; que me des la sensibilidad y capacidad de amar a mis semejantes. Disculpa Jesús por pedirte tantas cosas. Como te habrás dado cuenta, nuevamente olvidé que hoy sólo te daría mi saludo de Navidad. Tal vez en otra ocasión, te escriba sólo para alabarte. Querido Jesús, te amo mucho ¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS!!

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LA CASA COMPARTIDA

Carol Wuay

La casa de la señorita Caracol era muy limpia. Todas las mañanas ella tomaba el plumero y sacudía los muebles y sus pinturas. La señora Babosa no tenía casa, y por eso siempre andaba vagando de un lado a otro, buscando un sitio donde ocultarse del sol. Cierto día, la señora Babosa al ver que su prima barría afanosamente el piso de su hogar, se le acercó para pedirle que la dejara entrar; pues, hacía mucho calor, y por esos lados no existía ni una hojita en que refugiarse. La señorita Caracol, que era muy buena, la dejó pasar y le mostró el interior de su fresca casita. La babosa, que todo lo observaba con ojos curiosos, le preguntó si podía quedarse a vivir un tiempo con ella, ya que el destino nunca le había dado un hogar en que cobijarse. La señorita Caracol aceptó. Deseaba tanto tener con quién conversar, que no le importó que su casa fuera estrecha, y que en donde sólo cabía una, era casi imposible que cupieran dos. Pasaron muchos días y la señora Babosa, encantada con su nuevo hogar, guardaba en cada rincón toda cosa que encontraba. Muy pronto, la ordenada casita se vio invadida de florecillas masticadas; de hojas marchitas, y de otras tantas hierbas, que la pobre señorita Caracol, aburrida del desorden de su prima, tuvo que pedirle a ésta que se marchara. 10


—¡Cuánta suciedad hay aquí, adentro! —se dijo, mientras barría y echaba una mirada de reojo a su compañera que se iba—. Ahora entiendo el porqué el destino no le dio una casa: no sabría cómo cuidarla de sí misma.

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EL ABRAZO DE LA ARAUCARIA Carolyn Letelier

Las gotas de lluvia acariciaron toda la noche la mapu1. Algunas de ellas se quedaron bailando en las ramas del árbol que rozaba su ventana, intentando equilibrarse para no caer y disolverse. Al amanecer amainó la lluvia y del sabio antü2 se escapó un rayo que iluminó tímidamente su habitación, invitando al descanso a wünelfe3. Pudo divisar un radiante relmu4 como lo llama su abuela, desplegando todos sus colores en el lago que se encuentra cerca de su casa. La pewü5, es la época del año que más le gusta, irrumpiendo con sus intensos aromas que todo lo envuelven. Si mira con atención, puede divisar en las copas de los árboles nidos de pájaros con sus pichones recién salidos del huevo, ver botones de flores o descubrir los copihues envolviendo los troncos de los árboles. Antes de ir al colegio, decide desviar el camino acostumbrado e internarse en el sagrado bosque. El olor a hierba húmeda, la frondosa vegetación del lugar y las tonalidades de verde que la rodeaban evocaron sus mejores momentos, recordó paseos junto a su hermano Nahuel, el olor a leña en la cocina, pan amasado y el calor de un rico ulpo con leche acompañando una oscura tarde de lluvia. Avanzó entre canelos, lengas y robles, ¡se había internado en lo más profundo del bosque!, al mirar a su alrededor se sintió pequeña ante la majestuosidad del lugar. En un instante su corazón casi se detiene, percibió en sus pies una vibración suave pero intensa, algo así como un calor que emanaba desde del suelo. Una sombra oscurece el cielo, de la poca luz que se filtraba entre las ramas pudo divisar un enorme mañke6. Sintió que sus piernas se 1 2 3 4 5 6

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mapu: tierra, territorio; en mapudungun antü: sol; en mapudungun wünelfe: lucero del alba; en mapudungun relmu: arcoíris; en mapudungun pewü: primavera; en mapudungun mañke: cóndor; en mapudungun


enredaban en la hierba, entrelazándose con unas ramas que emergían desde el suelo, al mirar con detención eran las raíces de una araucaria que la envolvían. Comenzó a subir, era como volar pero atrapada por algo. Sintió como lentamente la levantaba hasta llegar a lo más alto del árbol, sobre los casi cincuenta metros de altura se observaba el imponente degiñ7 nevado, el lago a sus pies y por supuesto la inmensidad de ese añoso bosque. Los latidos de su corazón se hacían cada vez más intensos, percibió una suave voz que le hablaba, miró hacia todos lados y nada, estaba solo ella abrazada a lo más alto del árbol. No lo podía creer, el sagrado árbol de su pueblo le estaba hablando y la tenía entrelazada entre sus ramas: —¡Millaray, te estaba esperando, sabía que vendrías a visitarme! —le dice con ternura la araucaria. —¿Me estás hablando a mí? ¿Por qué me subiste aquí?, ¡me voy a caer!, ¿cómo sabías que hoy vendría? —respondió Millaray con voz agitada. —¡No sabía que los árboles se podían comunicar con las personas! —le dijo insistiendo para entender lo que estaba pasando. —Millaray, ¡por favor necesito que estés tranquila!, solo quiero conversar contigo —le indica el añoso árbol. Mañke me avisó de tu presencia, te esperábamos hace tiempo —le dijo. —¿Cómo sabes mi nombre y que vendría a este lugar? —le respondió cada vez más asustada por lo que estaba sucediendo. Al darse cuenta de la inquietud y del miedo que esto le estaba provocando, la araucaria la cubrió con sus ramas formando una pequeña cuna, ese hermoso gesto la hizo sentirse protegida, al instante se desaparecieron todos sus miedos; ese abrazo le recordó el calor de su madre cuando la amamantaba cubriéndola con sus pechos. La araucaria llevaba mucho tiempo sin poder conversar con alguien, solo disfrutaba de la compañía de cóndores andinos, uno que otro pájaro carpintero y pequeñas aves del lugar. Desde lo más alto disfrutaba cuando la cordillera se llenaba de nieve en invierno o cuando las nubes cubrían sus altas copas empapando la tierra con la fresca lluvia. Sin embargo, en el último tiempo, observaba como el ser humano había intervenido el bosque, talando árboles y destruyendo el hábitat de muchos seres, como pequeños roedores, aves, zorros, pumas y hasta 7 degiñ: volcán; en mapudungun

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los diminutos hongos y helechos que cubren el suelo formando un colchón verde y esponjoso. Millaray se acurrucó en las ramas, a pesar de las espinas en sus puntas, el lecho que le regaló era suave y perfumado. Se quedó dormida, perdiendo la noción del tiempo transcurrido. De pronto, sintió unas cosquillas en su cara, eran las plumas de Mañke que rozaban sus mejillas, ¡no lo podía creer, compartía su improvisada cama con el majestuoso cóndor! Frotó sus ojos para ver si estaba soñando, sin duda esto era real, la araucaria la había subido a lo alto con sus raíces, acunándola entre sus ramas y ahora se encontraba observando a la ñuke mapu8 en todo su esplendor. ¡Ni en los mejores cuentos que le contaba su chuchu9 esto habría sido posible! —Necesito pedirte un favor, mi querida pichidomo10 —le dice con infinita ternura la araucaria. —¿Dime, en qué te puedo ayudar, si soy una simple niña? —responde Millaray con curiosidad. La araucaria le cuenta que desde pequeña la ha visto amar y recorrer el lemu11, ha observado el cuidado que ha tenido al pisar cada rincón, y que con sus años, puede reconocer los corazones puros. Le pide ayuda para proteger el bosque nativo y así mantener vivo este lugar, es hogar de muchos seres y que penosamente el ser humano lo está destruyendo sin compasión. El bosque no se merece desaparecer, de personas como tú depende que esto cambie. En ese instante sucedió algo inesperado, Mañke con un impulso extendió sus enormes alas y emprendió el vuelo con ella entre sus plumas. A pesar del fuerte viento reinante, volaron sin problemas aferrándose a sus enormes alas para no caerse. Con sutileza, deja a Millaray en la entrada del bosque, quien en sus manos tiene una rama del árbol sagrado y una pluma de mañke. Se promete cumplir su misión —proteger el bosque— con ayuda de amigos y profesores, trabajará para lograr el objetivo que le encomendó el sagrado pewen12 entre sus brazos… 8 9 10 11 12

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ñuke mapu: madre tierra, naturaleza dentro de la cosmología mapuche; en mapudungun chuchu: abuela, madre de la madre; en mapudungun pichidomo: niña; en mapudungun lemu: selva, bosque; en mapudungun pewen: araucaria, árbol sagrado cultura mapuche; en mapudungun


LA PULGUITA VEGETARIANA Alejandra Aros

Había una vez una pulguita que vivía junto a su familia en un perro llamado Gastón. Él vivía muy feliz en una plaza. Un anciano del pueblo le había construido una pequeña casa en su patio, pero a Gastón le gustaba estar en la calle y correr libre por la plaza todo el día. Solo los días de mucho frio aceptaba con gusto quedarse en la casita que el abuelo le había construido. Gastón no recordaba el tiempo que conocía al abuelo, pero sí el día que lo dejaron abandonado. Vivía en una ciudad grande lejos del pueblo, un día salió de vacaciones con su familia y recuerda que se detuvieron a comer cerca del pueblo. Lo dejaron jugar con unos niños fue grandioso, pero cuando regreso, ¡sus dueños no estaban!, los busco con desesperación por todos lados. Así pasó unos días muy tristes, pero la gente del lugar lo trató muy bien. Le daban comida y de a poco se acostumbró al lugar. Pero llegó el invierno y la gente casi no salía de sus casas. Buscando refugio y alimento, caminó hasta llegar a la plaza, le llamó la atención una fuente de agua con pececitos de colores. En el centro de la fuente, la estatua de un famoso capitán de mar lo observaba. Grandes y frondosos árboles daban sombra a la fuente. Debajo de ella había un socavón: donde encontró un buen espacio para refugiarse del frio de la lluvia y del sol. El día que llegó, se quedó ahí acurrucado protegiéndose del frio y con hambre. Fue entonces cuando vio venir al abuelo caminando hacia él con unos cartones, una manta y un platito de comida. Gastón recibió los obsequios moviendo con algarabía su cola y dando saltos. El anciano atendía un kiosco que estaba en la esquina de la plaza, donde vendía diarios y café. 15


¿Qué pasa con nuestra amiga la pulguita?, se preguntarán ustedes. Como ya les había contado ella vivía con su familia en el peludo cuerpo de Gastón. Pero a nuestra amiga no le gustaba esa vida; mientras sus hermanos y amigos jugaban, ella practicaba sus saltos; quería saltar muy alto para ver qué había afuera. ¿Y saben?, tampoco le gustaba picar a Gastón para vivir. Lo hacía de mala gana para alimentarse, ¡pero no conocía otra forma! Lo que sí sabía era que no le gustaba vivir así. Y como siempre fue muy curiosa, quería averiguar lo que había detrás de ese paisaje gris que era el peludo cuerpo de Gastón. Y por más que preguntaba sobre el mundo exterior, sus mayores no le daban respuesta. No es que no la escucharan, solo que nadie hablaba de eso y no comprendían sus preguntas. Aun así, ella quería vivir de otro modo. Así fue creciendo: Alimentándose de Gastón y practicando sus saltos, hasta que un día de tanto intentarlo pudo saltar tan alto que salió del cuerpo peludo de Gastón y fue a caer a una planta de rosas. Desde ahí pudo ver parte del paisaje. Lo que vio le gustó mucho y quiso ver más; dio otro salto y llegó justo sobre la cabeza de la estatua del capitán de mar que estaba sobre la fuente. La pulguita se maravilló con lo que vio: la deslumbró el color de las flores y el prado verde que rodeaba los árboles. Estaba tan extasiada con el colorido que no se fijó cuando Gastón corrió al otro lado de la plaza. Se quedó ahí muy triste sobre la estatua. Cuando llegó la tarde empezó a sentir hambre. No sabía qué comer así que se lanzó al rosal y luego al césped. ¿Qué hacer?, solo veía el pasto verde. En un impulso cerro los ojos y comió pasto. Y ¿saben qué? ¡Le gustó!, ¡sí a nuestra pulguita le gustó el pasto!, le gustó tanto que comió mucho. Así pasaron varios días sin ver a Gastón. ¿Y saben qué?, de tanto comer pasto se volvió… verde. ¡Sííí era una pulga verde!, ¿lo pueden creer? Eso le encantó, y se sintió muy feliz. Sin embargo, le preocupada que su familia no la reconociera. Se sentía diferente, pero los amaba; no los entendía, pero era consciente de lo mucho que la cuidaron y protegieron. Ahora que se había transformado en una hermosa pulga verde tenía miedo de no ser aceptada y querida como antes. Justo en esos días en que nuestra amiga se perdió de Gastón, el abuelo, que ya estaba muy viejito, murió; se fue durante el sueño.Y esa mañana como el abuelo no llegaba, Gastón fue a buscarlo. Cuando llegó a la 16


casa vio mucha gente; todos los vecinos estaban ahí, se acercó, miró por la ventana y vio a unas personas muy tristes cerca del abuelo que yacía en su cama durmiendo. Sintió un dolor en su pecho y empezó a llorar cuando en eso una mano acarició su lomo, era un niño y le dijo, ¿tú también lloras por el abuelo?, luego lo abrazo y se puso a llorar con él. Desde ese día Andrés y Gastón no se separaron. Andrés era uno de los nietos del anciano. Andrés vivía con su mamá en un pueblo vecino. Ella ante las suplicas de su hijo acepto llevar a su hogar con ellos a Gastón, con la condición de que lo bañara y le pusiera un collar anti pulgas antes de partir.Y así lo hizo; le dio mucho trabajo bañarlo, secarlo y ponerle el collar. Después del funeral del abuelo, Gastón y su nueva familia, estaban listos para regresar a su pueblo. Pero antes la mamá de Andrés quiso pasar a la plaza a ver el kiosco del abuelo. Gastón se dedicó a correr por la plaza y se detuvo cerca de la fuente por unos minutos. En ese momento, la familia de nuestra pulguita saltó en masa al antiguo refugió de Gastón y se quedaron ahí acurrucados muy asustados. Mientras nuestra pulguita observaba la escena desde una planta cercana, y como era verde al igual que las hojas no la pudieron ver. Ella miraba sin entender lo que estaba sucediendo. ¿Por qué, escapan?, pensaba mientras observaba. Quiso acercarse por si necesitaban ayuda. Pero no sabía cómo la recibirían, temerosa se acercó, eran su familia y los quería. Fue saltando, poco a poco. Por fin ya cerca vio que muchos estaban heridos. Y sus padres se veían muy tristes. Su padre al principio no la reconoció y viéndose amenazado trato de defenderse. Pero apenas si podía hacerlo, porque estaba muy débil. Fue ahí cuando nuestra amiga le dijo, —¿Qué pasó papá porqué están así?, su padre asombrado, pudo por fin reconocerla y se puso muy feliz. —¿Hija mía estas bien? Nuestra amiga contesto —si papá estoy muy bien, pero ¡¡por favor cuéntame!! ¿Qué pasa?, a lo que él contestó. —No lo sé hija, primero vino un diluvio con un lodo blanco, muchos murieron ahogados, después mucho viento. Pero lo peor estaba por venir el aire se puso tóxico y no podíamos casi respirar. Así que huimos y saltamos justo acá donde nos ves. Pero no sabemos cómo seguir. Y 17


continúo, pero dime hija ¿por qué estás de ese color?, ¿qué te pasó?, ¿estás enferma?, —Estoy bien papá. Lo que pasa es que me alimento de pasto. —¿Y puedes sobrevivir así?, ¿cómo es posible hija? —preguntó. Nuestra amiga sonrió porque comprendió que su familia estaba salvada. Poco a poco la familia aprendió a disfrutar del sabor del pasto y a sentir que ser de color verde no era tan malo. Además, podían ver otras cosas que solo el cuerpo peludo de Gastón: Como las flores de diferentes colores y los pececitos de la fuente. Así, la comunidad empezó a crecer y aprendieron a cultivar el pasto. Consumían y plantaban, con una técnica que aprendió nuestra pulguita observando a otros insectos. El prado nunca había estado tan verde. Un experto en bichos, un Entomólogo, los descubrió y los llamó la “pulgus vegetariun”.

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JUAN LATÓN Maruja Labarca

Son las once de la noche, Joaquín, no puede dormir, mañana será la elección de presidente de curso, él es uno de los preferidos y la pena que no le dejaran empolvados que trajo la abuela son la causa... ZZZZZ... por fin el sueño llega... En el teatro Municipal de Envasilandia, país de los envases, esta noche se efectuará la final del concurso “MISTER ENVASE”. Las barras de los finalistas animan con cantos, un señor vestido de chaqueta roja y corbata de humita presenta al jurado los participantes. Ellos son: CHARLES ROBOT, PETER FORMER, JUAN LATON. Cada concursante dispondrá de minutos para contar su origen y habilidades. Adelante Charles Robot: —Señores del jurado, yo nací en China, en mi fabricación se ocuparon los mejores materiales y la última tecnología en cuanto a iluminación y regulación de temperatura para dar al contenido el mejor ambiente, la antena que ven en mi cabeza detecta insectos cercanos y los espanta. Su turno señor Peter Former: —Respetable Jurado, soy oriundo de Japón, fruto del talento y perfección orientados a la forma del objeto asignado, una capa interna de esponja y una externa irrompible protegen de posibles golpes, además una alarma conecta al cuartel de policía. Ultimo finalista, tiene la palabra: —Yo, Juan Latón, nací en Chile, soy el producto de dos metales fundidos acero y estaño, mis antepasados existen hace cientos de años, mi actual trabajo consiste en guardar las golosinas que una abuela lleva a los nietos, son tan felices al verme llegar, cuando mi tapa no cierre bien me convertiré en macetero cuidando y viendo crecer una planta. El jurado delibera y elige como Mister Envase a Juan Latón. Al escucharlo recordamos las golosinas que de niño nos llevaban nuestros abuelos y las hermosas plantas que crecían en las ventanas de nuestras casas. 19


AVENTURAS DE JACINTA Y SU TRANSPORTADOR MÁGICO

EL PAVO REAL

Georgina Odi

Jacinta, a quien muchos de ustedes conocen, visita La Feria Internacional del Libro de Santiago, FILSA, en su versión n° 38. Siempre lleva con ella el transportador para medir ángulos, que la lleva al lugar que desea, con solo apretar fuertemente. Inquieta por la lectura, Jacinta desea encontrar un libro que explique por qué las nubes forman figuras, cuando echada sobre el pasto contempla el amplio y maravilloso cielo. En el stand de la Sociedad de Escritores de Chile, le gustó la portada de un libro de la autora Marisol Lefebre, precisamente con figuras de nubes, osos, flores, duendes y niños contemplando el cielo a través de una ventanilla de tren. Sin pensarlo dos veces, tomó su transportador, cerró los ojos, deseando estar al lado de ellos. Al abrirlos, se encontró de pie en un hermoso y antiguo tren de asientos de terciopelo. Ahí, se encontró con dos niños parecidos a los que vio, sentados frente a una señora de figura imponente y pelo corto, vistiendo un traje de lana gris, quien amablemente, señaló el asiento a su lado, diciendo: —Está vacío, puedes ocuparlo. 20


Jacinta se sentó, sintiendo una gran confianza, le contó lo que iba a investigar. La señora dijo que era profesora y podía explicarle por qué se forman las nubes, pero lo más importante era la imaginación, no solo de los niños, sino de todas las personas buenas que se deleitan contemplando la naturaleza con calma. —La fe, la fantasía y lo que la mente crea, según los deseos individuales, es lo primordial, continuó expresando. Mirando por la ventanilla, Jacinta observó un hermoso pavo real, jamás había visto uno tan bello y señalando con el dedo lo mostró a su nueva amiga diciendo: —Quisiera tocarlo, tenerlo en mi mano. Ella sonrió, mirándola con calidez: —Quizás algún día lo logres, al final el viento se lo llevará, pero yo te regalo este momento y podrás tenerlo para siempre en tu recuerdo. El tiempo transcurrió rápido por la entretenida conversación. Al llegar a Ovalle, la profesora dio un abrazo de despedida a la niña, diciendo que podía haber seguido con ella, era originaria de Vicuña, pero tenía que hacer unas diligencias en ese lugar. Abriendo la mano de Jacinta, colocó en ella un pequeño papel doblado. —Es un regalo, ábrelo cuando estés saciada de las nubes —le dijo, bajándose del tren. Llegaron a Coquimbo. Jacinta siguió a los niños y visitaron las cuevas de los piratas, después fueron a la playa de La Herradura, tendiéndose en la arena a contemplar el cielo claro, con entretenidas figuras de nubes. —Mira ¡Ahí va un tren! —¡Ahí hay un conejo! —¡Ahí está mi pavo real! —dijo Jacinta entusiasmada. El viento se lleva las figuras, quedando solo la imagen de un bello instante al atardecer. Se despidió de los niños caminando con tristeza hacia la estación, por dejar el cielo, las nubes, el viento. —¡Quisiera estar siempre, contemplando mi pavo real! Pero había que volver; cerró los ojos, apretó nuevamente su transportador, regresando a la estación Mapocho. Por la noche, cuando su madre le dio un beso, lista para soñar, recordó a la amable señora del papelito, lo buscó en su bolsillo, y leyó: 21


Que sopló el viento y se llevó las nubes y que en las nubes iba un pavo real, que el pavo real era para mi mano y que la mano se me va a secar, y que la mano le di esta mañana al rey que vino para desposar. ¡Ay que el cielo, ay que el viento, y la nube que se van con el pavo real! Gabriela Mistral

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POESÍA SALUDO A LA PRIMAVERA —¡Esperada Primavera! Estás recién asomando en mi pequeño balcón. Un tímido geranio, hoy te saludó. —¿Con quién hablas? El niño desde el patio preguntó —¿No sabes que llegó la Primavera? La pequeña vecina respondió —Pues sí —dijo el niño —pero nadie es Primavera, si le hablara, el silencio seguirá. —¿Cómo no? A mí me contestó. Pasó raudo un pajarillo y una rosa más roja floreció. —¿Y a eso le llamas Primavera? Dudoso el niño interrogó. —Camina tú —dijo la pequeña, cuidando los senderos del jardín; sentirás el olor de las lavandas o alguna mariposa te puede sorprender. El sol pegará más cálido en tu cara, las abejas buscarán de flor en flor, o en fragantes alelíes un gracioso colibrí, de su nectar beberá ¿Te parece si vamos al jardín? Y podrás saludar la Primavera y habrá trinos y aromas por doquier. —¡Vamos! ¿Vamos madre? ¿Sabes tú que la niña del balcón puede saludar la Primavera? —No hijo, ella sólo lo imagina. —Madre; yo vi cruzar la Primavera, 23


un pajarito en lo alto de aquel árbol, su casita construyó. ¡Mira madre! ¡Una chinita en mi mano se posó! —Es verdad hijito ¡Con la Primavera, hemos hablado hoy! Mercedes Soto Pino

VOZ DEL PRIMER HIJO Mamita, regálame un erizo Para darle pan y leche. Para darle trigo y agua Sueño con un pájaro rojizo.

VOZ DEL SEGUNDO HIJO Mamita, sueño con un corcel de crin No de madera sí que sea verdadero Jugaré con él todo el día Desde la terraza de los sueños Hasta el fresco amanecer. Nelly Salas

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¿SABÍAS QUE...?

LA LEYENDA DEL COPIHUE Carolyn Letelier

En esta edición de la revista, les vamos a presentar una leyenda de nuestro pueblo Mapuche, escrita por Oscar Janó, nacido en la Provincia de Cautín, quien en 1960 escribió el libro “La leyenda Araucana de los Copihues Rojos”, donde relata cómo nacieron los copihues: LEYENDA DEL COPIHUE “Hace muchos, muchos años, cuando todavía no llegaba el hombre blanco, habitaban en la tierra de Arauco pehuenches y mapuches. Vivía una bella princesa mapuche, llamada Hues, y un vigoroso príncipe pehuenche, cuyo nombre era Copih. Sus tribus estaban enemistadas y se combatían a muerte. Pero Copih y Hues se amaban y se encontraban en lugares secretos de la selva. Un desventurado día, los padres de ambos jóvenes se enteraron y temblaron de furor. Copiñiel, jefe de los pehuenches y padre de Copih, y Ñahuel, jefe mapuche y padre de Hues, se fueron cada uno por su lado hasta la laguna donde ambos enamorados se veían furtivamente. Ñahuel, cuando vio a su hija abrazándose con el mozo pehuenche, arrojó su lanza contra Copih y le atravesó el corazón. En medio de un borbollón de sangre, el príncipe se hundió en las aguas de la laguna. El jefe Copiñiel, hizo entonces lo mismo con la bella Hues, quien, con el corazón atravesado por la lanza implacable, también se hundió en la laguna. Hubo mucho llanto entre las dos tribus por la muerte de los jóvenes. Cuando hubo pasado un año, pehuenches y mapuches se reunieron en la laguna para recordar la muerte de sus príncipes. Llegaron de noche y durmieron junto a la ribera, pero con las primeras luces del día, vieron 25


en el centro de la laguna un suceso asombroso: del fondo, surgían dos lanzas entre cruzadas. Una enredadera las enlazaba, y de ella colgaban dos grandes flores de forma alargada: una roja como la sangre y otra blanca como la nieve. Las tribus enemistadas comprendieron y se reconciliaron y acordaron llamar a la flor copihue, que es la unión de Copih y Hues” Hues - Princesa Mapuche Copih - Príncipe Pehuenche

Las familias Mapuche y Pehuenche no aceptaban su amor

Copih y Hues se enamoraron, recorriendo los bosques del lugar

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Ambas familias atacaron con flechas, atravesando el corazón de los jóvenes enamorados

En la laguna, nace una hermosa enredadera, roja y blanca

Las familias Mapuche y Pehuenche, decidieron nombrar a la flor Copihue, en honor al gran amor de sus hijos

* Imágenes: Consejo Nacional de Televisión CNTV, Serie Infantil “Cuéntame un Cuento” 27


REFLEXIÓN: NIÑOS Y NIÑAS ESPECIALES Isolda Guadalupe ZC

Una querida compañera de colegio al egresar decidió estudiar Educación Diferencial. Un día al encontrarnos después de tres años, me dice que va a elegir especialidad. Curiosa pregunto por su elección y ella sin vacilar dice: “Elijo Deficientes Mentales”. En aquellos años la Universidad de Chile ofrecía tres especialidades: Sordo Mudos, Ciegos y Deficientes Mentales. Ella eligió la última. Al titularse decidió realizar su sueño: tener una Escuela Especial. Con la ayuda de la familia logró instalarla en un galpón a mal traer. Con colectas, bingos y rifas se implementaron las salas y la llegada de los alumnos y alumnas dio el vamos a la Escuela Especial. En ese pequeño y digno espacio comencé a conocer y querer a mis estudiantes. Cooperaba enseñándoles aquellas manualidades que iba aprendiendo. Adecuaba los contenidos a sus destrezas. Descubrí en ellos y ellas valores que muchas veces mis estudiantes de colegios no especiales desconocían: la motivación, el deseo de superación y la curiosidad por aprender. Ellos mismos se hicieron llamar Niños Especiales, ya que su Escuela era Especial, ellos serían también Especiales. Ahí a través de los años realice talleres de mosaico, bordado de arpilleras creación de objetos en carta pesta. Se esforzaban para realizar cada proyecto. Sus profesoras con amor, dedicación y mucha paciencia preparaban el camino para mis actividades. Mis valiosos alumnos, mis Niñas y Niños especiales, eran personas con Síndrome de Down, su edad mental fluctuaba entre nueve y catorce años; su edad cronológica entre quince y dieciocho años. Un día una de mis alumnas me dice: “¿Tía usted sabe que ya no somos mongólicos?” Quedé descolocada con la pregunta. Luego con las dificultades propias del síndrome nos cuenta a sus compañeros y a mí:” Nuestra alteración genética, en el año 1965 dejo de llamarse mongolismo, el delegado de Mongolia, se quejó formalmente ante la Organización mundial de la Salud porque el mongolismo lo relacionaban con su país y solicitó el cambio de nombre y la OMS cambió el termino por Síndrome de Down y así dejamos de ser mongólicos.” 28


Al llegar a casa busque el significado de Síndrome de Down, en la RAE en línea. Desde el 2015 la Real Academia de la Lengua decidió eliminar de la acepción Síndrome de Down, el término enfermedad. Cambio antes realizado en la versión papel, impulsado por una madre que tenía un hijo con Síndrome de Down. Ella inicio una campaña a través de Change.Org y fueron miles quienes respaldaron su petición. Los niños y niñas que nacen con la alteración genética, no son enfermos. Sus capacidades intelectuales y físicas son propias del síndrome. Son personas que desarrollan destrezas matemáticas, tienen una gran memoria visual que les facilita aprender a leer, aprenden computación, se mueven en las redes sociales y son las personas más cariñosas que he conocido. Reparten abrazos y su alegría de vivir a quienes les rodean. Los Niños y Niñas que tienen este síndrome, solo piden que no se les discrimine, piden ser tratados con atención, respeto, paciencia y mucho cariño. Desean ser tratados y aceptados como las personas de su misma edad que no tienen el síndrome, es decir quieren ser tratados con normalidad, dejando de lado la pena, el miedo o el rechazo. Vi en esa Escuela Especial actos culturales dignos de ser reconocidos y premiados por expertos, los y las estudiantes cantaban, bailaban, recitaban. Sus abnegadas profesoras lograban sacar lo mejor de cada uno. Esa Escuela Especial calificada como vulnerable está cerrada por la crisis de salud que vive nuestro país y el mundo este año ¿Qué será de mis queridos Niños y Niñas?

“Los cuentos de hadas superan la realidad no porque nos digan que los dragones existen, sino porque nos dicen que pueden ser vencidos” Gilbert Keith Chesterton

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APUNTES LITERARIOS Ejercicios de escritura creativa para niños con los que hacer volar su imaginación Los ejercicios de escritura creativa para niños son una excelente vía para desarrollar sus habilidades cognitivas. Existen distintas dinámicas para fomentar la creatividad a la hora de escribir que ofrecen resultados casi inmediatos. Así como juegos de creatividad e innovación que les ayudan, desde pequeños, a resolver problemas de múltiples formas. Qué es la escritura creativa para niños La escritura creativa es aquella forma de escribir que genera escenarios diferentes a los habituales. Para los niños, resulta muy natural elaborar historias dejándose llevar por la imaginación. Gracias a eso, tienen una mayor capacidad para llegar a lo inesperado. Ejercitando un músculo que, cuando sean adultos, les ayudará a resolver problemas y a enfrentarse de un modo más audaz con la realidad que les rodea. La escritura creativa no es la única vía para desarrollar la capacidad de idear de los más pequeños. A través de la música, o de otros ejercicios de creatividad artística, los niños pueden también tomar contacto con esta habilidad. Las oportunidades que plantea la escritura superan en ocasiones a las de otras disciplinas. Dado que, con solo un lápiz y un papel, el niño y niña puede plasmar en palabras todo un mundo. Les compartimos ocho ejercicios de escritura creativa básica para niños y niñas. Ejercicio 1: Finales alternativos Para este ejercicio, podemos utilizar cuentos o historias conocidas o inventar la nuestra propia. Se trata de contar a los niños, muy brevemente, un pequeño relato. De principio a fin. Lo que les pediremos después es que escriban un final distinto al que han escuchado.Animándoles a que sea muy diferente y no teman en poner cualquier cosa que se les ocurra. 30


Ejercicio 2: Principios alternativos Sigue la misma lógica que el caso anterior, pero en este caso les animaremos a que inventen un inicio diferente de la historia. También podemos contarles directamente el final, y pedirles que elaboren todo lo que sucede antes. Ejercicio 3: Escritura en cadena Para este ejercicio, es bastante entretenido. El adulto inicia la historia y los más pequeños la continúan, si no hay más pequeños, basta con unos de los padres y el más pequeño Ejercicio 4: La bolsa de palabras Este ejercicio puede hacerse tanto de forma individual como en grupo. Para ello, escribiremos en un papel un total de veinte palabras. Después, las recortaremos, y las meteremos en una bolsa o caja. A continuación, pediremos que los participantes saquen un total de seis palabras. Una vez hayan sacado todas, se pondrán a escribir una historia en las que incluir el mayor número posible de aquellas que sacaron Ejercicio 5: Las cosas que hablan En este caso, se pedirá a los niños y niñas que escojan un objeto de los que tienen a su alrededor. En una hoja, tendrán que escribir la historia de ese objeto. Como si fuese él quien la contara y con el mayor número de detalles posibles. Ejercicio 6: ¡El mundo es magia! Para este ejercicio, las niñas y niños, elegirán un objeto de la casa, le pondrá un nombre y hablará por ellos. Ejercicio 7: Inventando un animal Lo bueno que tienen los ejercicios de escritura creativa para niños es que conectan con pensamientos que ellos tienen de forma natural. En este caso, les pediremos que se inventen un animal. Describiendo todo lo que se les ocurra en relación con su hábitat, características, alimentación etc. 31


Ejercicio 8: El parque temático Pocas cosas gustan tanto a los niños como los parques temáticos. En este ejercicio, pídeles que describan el concepto que rodea al parque: Después, diles que redacten las atracciones, personajes y escenarios de su parque. Impúlsales a que creen un verdadero universo con experiencias que les gustaría vivir. Estos ejercicios de escritura creativa para niños y niñas, son solo un ejemplo de muchos que podrías aplicar. Por eso, te animamos a experimentar con ellos, pero también probar otras propuestas. Los beneficios, en todos los casos, son muchos. Entre otras cosas, fomentar la escritura creativa en niños les permite: 1.-Ganar confianza en sí mismos, desarrollando su inteligencia intrapersonal e interpersonal. 2.-Aprender a ejercitar su creatividad. Ayudándoles a desarrollar su capacidad de resolución de problemas. 3.-Enriquecer su vocabulario, gracias a la constante práctica de la escritura. 4.-Fomentar su capacidad de planificación, dado que tienen que pensar en cómo elaborarán su historia de forma íntegra. 5.-Divertirse y sentirse más libres, gracias al desarrollo de su imaginación. Es importante: 1.-Facilitarles las cosas: Preparando el material, resolviendo sus sus dudas, y anímarles a divertirse mientras hacen los ejercicios. 2.-No censures sus ideas: Dejar que los niños y niñas piensen de forma diferente. No juzgar. 3.-Disfruta tú también: Los niños son como esponjas en cuánto a las emociones de los otros. Si tú disfrutas, ellos también lo harán.

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RESEÑA DE LIBROS (Recomendado por Comité de Valoración de la revista de libros y literartura infantil “Había una vez”. N° 28 / año 2019)

LA LUZ EN LA NOCHE

Autora e ilustradora: Marie Voigt Editorial: Zig-Zag

Año 2018

A Betty le encanta la hora de acostarse porque es cuando lee y aparecen historias mágicas. En cambio a Cosmo, su osito de peluche, no le gusta porque le da miedo la oscuridad. Cuando el oso cobra vida, Betty descubre la oportunidad perfecta para ayudarlo a superar su miedo y mostrarle la belleza de la noche. Con una linterna en una mano y la mano de Cosmo en la otra, viven una maravillosa aventura que hará que el oso supere su miedo. El libro narra en forma muy entretenida y mágica cómo ambos amigos se ayudan mutuamente con la frase recurrente “Tu mano en mi mano, juntos podemos hacerlo”.A su vez los detalles de las ilustraciones aportan con fuerza a la construcción del significado del texto. El tema del miedo a la oscuridad es frecuente y al personificarlo en un oso permite leer y conversar sobre el tema de manera más libro y segura.

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ESCRITORA INOLVIDABLE Marcela Paz (1902 - 1985) Marcela Paz (seudónimo de Ester Huneeus) fue precursora del género del diario de vida en la literatura infantil, comenzando con él incluso antes de la aparición de Papelucho en 1947. El personaje-autor relata sus aventuras, reflexiones y sentimentos sin tapujos ni abierto al escrutinio adulto. CARAMELOS DE LUZ Nosotros los niños chicos

El mundo maravilloso

vemos el mundo al revés

Tiene un dueño y es usted

Porque nuestras cabecitas

No se fastidie ¡Paciencia!

Viven cerca de los pies.

Conteste nuestros ¿Por qués?

Nuestros ojos, manos, bocas Si para el hambre están buenos Llenos de curiosidad

Los caramelos de dulces

Son un montón de preguntas Para «lo otro» hace falta Para saber la verdad.

¡Caramelitos de luces!

(Paz, Marcela. Santiago: Editorial del Pacífico, 1954. p.7)


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