Por: Guillermo Andrés Castro Rozo e Isaac Morales Villa. El Macarenazoo para periódico de la ASAB 1A P3CERA Fecha de publicación: 17 de abril de 2014.
Ávida de una reforma académica y administrativa integral en la Universidad Distrital los ejercicios democráticos para propiciar cambios estructurales siempre han estado presentes en los pasillos de la academia; pero éstos, a la luz de lo que sucedió a finales del año pasado en el seno del Consejo Superior Universitario, parecieron estancarse en lo que se denunció antaño: en simulacros de participación, espacios en donde aparentemente se debatía y proponía a la alta gerencia de la universidad lo que urgía cambiar en la misma. No fue así.
En el 2008 surtió un proceso denominado Asamblea Consultiva Universitaria cuyo fin era establecer los lineamientos epistemológicos y políticos para la consecución de una reforma urgente y necesaria, en ese entonces y aún hoy, en la U.D. Las críticas a ese proceso cundieron, principalmente por su carácter consultivo y no vinculante de las decisiones que allí se tomasen; espacio por cierto, en términos positivistas, plural y participativo dadas las características de los asambleístas elegidos, propios de la heterogeneidad de la comunidad universitaria. Sin embargo, ni este proceso ni los usuales procesos de participación (o más bien simulacros) no fueron tenidos en cuenta para que de manera in-consulta, impopular, y en términos generales apartados de la realidad histórica y académica de la universidad, el Consejo Superior aprobara el Acuerdo 008 en noviembre del año pasado. El presunto Estatuto Académico de la Universidad Distrital, Acuerdo 008 de 2013, ha propiciado la reflexión y la movilización de la comunidad universitaria desde entonces. Y este semestre en particular ha sido el epicentro del debate en las instancias administrativas y pedagógicas del álma máter. El Acuerdo en síntesis plantea la reforma necesaria que requiere la universidad, pero propio del concepto seudo demiurgo que representa el CSU, sin tener en cuenta lo que piensa la comunidad universitaria, es decir estudiantes, trabajadores, cuerpo docente y personal administrativo. En este sentido, Carlos Araque, Coordinador de la Unidad de Investigación de la Facultad de Artes ASAB, plantea que “el acuerdo 008 es un documento hecho de retazos que no recoge la propuesta de reforma, es inconsulta, ilegitima y es ilegal.” Sin embargo, el Acuerdo sí pretende ser un adalid legal del ahondamiento de la crisis administrativa, pues plantea y crea un sin número de instancias burocráticas que repercutirían directamente en la promoción del conocimiento integral. Sólo un pequeño balance de la reforma, da cuenta de