DÍA 7. Lucas 2, 7 “ y dio a luz a su Hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre" La Virgen María, al dar a luz a su Hijo, realiza un gesto que contiene todo el cariño de que es capaz una madre: coge su bebé recién nacido, y lo envuelve en pañales. Envolver en pañales al niño Jesús es una muestra más de la condición humana del Salvador que decide hacerse hombre; así, Él, lo mismo que todos nosotros, asume un modo de existir humano, débil, que necesita cuidado y protección. No es un niño abandonado, sino que sobre Él están sus padres que lo llenan de amor. Cuando un niño nace, las personas que le rodean, buscan protegerlo, amarlo, cuidarlo y admirarlo; cuando nosotros éramos bebitos nuestros padres, abuelos, tíos, primos, vecinos lo hicieron con nosotros. Jesús ha nacido en nuestros corazones, ¿Qué estamos haciendo para demostrarle nuestro amor, admiración y protección? ¿Estamos llevando esta buena noticia a otros niños y niñas, para que amen a Jesús recién nacido, que quiere que nosotros lo envolvamos en pañales y no lo descuidemos? Sigamos pues esta novena al niño Jesús, conscientes de la gran tarea que tenemos de envolver en pañales como signo de amor, protección, cuidado y entrega, no sólo al niño Jesús que acaba de nacer, sino a todos los niños y niñas que necesitan de nuestro amor, a niños y niñas que tienen frío, que sufren y que están tristes; para que esta navidad traiga amor y felicidad a sus vidas por medio de la presencia de Jesús. Los niños y las niñas tenemos derecho a ser protegidos por nuestra familia, a ser amados, y cuidados. A que nuestra familia vele por que nadie vulnere nuestros derechos. Quiero vivir esta Navidad con el amor de la virgen María, que te cuidó con cariño y te llevó en la pancita durante nueve meses porque era fiel a lo que Dios le pedía. Quiero vivir esta Navidad con la confianza y la fe de José, que supo estar dispuesto para cumplir con todo lo que el Señor le mandaba, y formó con María y contigo una familia unida y llena de amor. Quiero vivir esta Navidad con muchas ganas de que nazcas en mi corazón para ser cada día más bueno, más generoso y más servicial. Amén