El Renacimiento.
Autor: Naikeris Alvarez
El Renacimiento en Italia Arquitectura: Característica General Uso de forma arquitectónica griegas y romanas ( frontones, columnas Clásicas, arco de medio punto, cúpula, etc.) a las que se incorporan Nuevos elementos. Proporcionalidad geométrica y búsqueda de la armonía ( a travez de la Unidad, simetría, claridad, orden y medida)
Medidas adaptadas al hombre y utilidad del edificio (horizontalidad, iluminación integral y carácter funcional)
Se construye sobre todo iglesias y palacios, pero tambien villas,
Ayuntamientos, universidades, hospitales y bibliotecas
Armonia del edificio con el entorno (planes urbanisticos).
Neoplatonismo, maxilio ficino.
Quattrocento Se recuperan los órdenes clásicos. Se generaliza el uso del arco de medio punto, combinado con bóvedas de cañón, cúpulas y cubiertas adinteladas. Los edificios suelen ser de planta rectangular y en ellos predomina la horizontalidad y el retorno a las proporciones a escala humana frente a la verticalidad y monumentalidad del gótico. Siguen teniendo gran importancia los edificios religiosos como iglesias y capillas pero también alcanzan gran desarrollo la construcción de edificios civiles, sobre todo los palacios. Surgen nuevos elementos decorativos como las pilastras, los tondos o medallones, los grutescos, los motivos a candelieri…
Artistas representativos del Arte Filippo Brunelleschi (1377-1446) León Bautista Alberti (1404-1472)
Cinquecento Características Clasicismo
La arquitectura del Cinquecento romano se inspira directamente en los modelos clásicos sin olvidar la estética de Alberti y su búsqueda de la armonía, el orden y la proporción. Hay una tendencia hacia el Purismo: ausencia de ornamentación Opta por las plantas centralizadas con cúpula.
Manierismo Los arquitectos del la segunda mitad del siglo XV, dentro de la tendencia clasicista, se preocuparon más por los efectos visuales con lo que anticiparían el Barroco. Rechazan las normas a favor de la libertad individual y de un concepto subjetivo de la belleza. Los conceptos de orden, armonía y proporción cedieron paso a la libre yuxtaposición de los elementos arquitectónicos. Se siguen empleando elementos clásicos (arco de medio punto, cúpulas, frontones, columnas clásicas,…) pero se combinan de forma caprichosa buscando la novedad.
Los principales arquitectos del Cinquecento son Bramante y Miguel Ángel, cuya producción se centra en Roma. En un segundo plano estarían los arquitectos manieristas como Sansovino, Vignola y Andrea Palladio
El Barroco en la Arquitectura:
En el barroco sobresalen la arquitectura barroca, donde se encuentra el dinamismo y la búsqueda del movimiento, y la excesiva ornamentación en las fachadas, puertas y ventanas, así como el uso de columnas salomónicas y ofídicas. Mediante ese tipo de elementos arquitectónicos, se buscaba dar la impresión de movimiento en las construcciones, e imprimirles “vida”, contrastando con el clasicismo renacentista. Llevándose acabo por medio de líneas curvas, cóncavas, convexas, y rectas alabeadas en las fachadas y los ventanales, logrando el efecto de un aparente movimiento
El Barroco en la Escultura: La escultura del periodo barroco se distinguía por la tendencia al movimiento y la naturalidad, desligándose del arte escultórico renacentista, en donde se buscaban poses idealizadas en las esculturas. En el barroco las esculturas evidencian la expresividad que el escultor quiere plasmar en ellas, exponiendo emociones como tristeza, amor, alegría, o enojo, de manera que quede patente la acción que realiza el personaje esculpido, ya sea este personaje real o imaginario, como las ninfas y seres mitológicos que se utilizaban durante ese periodo del arte, así como las esculturas religiosas que fueron influidas por la corriente barroca. Ejemplo de la escultura barroca son las obras de Bernini en Italia.
El Barroco en la Pintura La pintura sobresalió por los efectos luminosos, como contrastes de luz y sombras, llegando al los extremos de pinturas llenas de luz, y obras en donde se resaltaba el claro-obscuro llegando a límite opuesto, al cual se le denominó tenebrismo. Otro aspecto de la pintura barroca, es el dinamismo en los personajes, a los que se les daba una expresión de movimiento, en donde se captaba el instante dramático, captando expresiones como alegría, tristeza o euforia.
Rococo
Una de las características del estilo rococó será la marca de diferencia entre exteriores e interiores. El interior será un lugar de fantasía y colorido, mientras la fachada se caracterizará por la sencillez y la simplicidad. Se abandonan los órdenes clásicos, y las fachadas de los edificios se distinguirán por ser lisas, teniendo, como mucho, unas molduras para separar plantas o enmarcar puertas y ventanas. La forma dominante en las edificaciones rococó era la circular. Un pabellón central, generalmente entre dos alas bajas y curvas y, siempre que era posible, rodeado de un jardín o inmerso en un parque natural. Otras edificaciones podían tomar la forma de pabellones encadenados, en contra del típico edificio «bloque», propio de la etapa anterior.