Yhoanni Cristina Silva Dugarte C.I.:21.502.412 El Renacimiento Italiano, Quattrocento y Cinquecento Bajo Renacimiento o Manierismo El barroco y rococo
El Renacimiento italiano se inició en un período de grandes logros y cambios culturales en Italia que se extendió desde finales del siglo XIV hasta alrededor de 1600, constituyendo la transición entre el Medievo y Europa moderna y también clásica. Los orígenes del movimiento pueden rastrearse desde inicios del s. XIV, principalmente en la esfera literaria, aunque también ya se detecta de forma incipiente algunas de sus características fundamentales, como el mecenazgo, el intelectualismo y la curiosidad por la Cultura Clásica. No obstante, muchos aspectos de la cultura italiana permanecerán en su estado medieval y el Renacimiento no se desarrollará totalmente hasta finales de siglo. La palabra Renacimiento (Rinascimento en italiano) tiene un significado explícito, que representa el renovado interés del período en la cultura de la antigüedad clásica, luego de lo que allí mismo se etiquetó como la "edad oscura".1 Estos cambios, aunque significativos, estuvieron concentrados en las clases altas, y para la gran mayoría de la población la vida cambió poco en relación a la Edad Media. El renacimiento italiano comenzó en la región de Toscana, con epicentro en las ciudades de Florencia y Siena. Luego tuvo un importante impacto en Roma, que fue ornamentada con algunos edificios en el estilo antiguo, y después fuertemente reconstruida por los papas del siglo XVI. La cumbre del movimiento se dio a fines del siglo XV, mientras los invasores extranjeros sumían a la región en el caos. Sin embargo, las ideas e ideales del renacimiento se difundieron por el resto de Europa, posibilitando el Renacimiento nórdico, centrado en Fontainebleau y Amberes, y el renacimiento inglés. El renacimiento italiano es bien conocido por sus logros culturales. Esto incluye creaciones literarias con escritores como Petrarca, Castiglione, y Maquiavelo, obras de arte de Miguel Ángel y Leonardo da Vinci, y grandes obras de arquitectura, como la iglesia de Santa María del Fiore en Florencia y la Basílica de San Pedro en Roma. Al mismo tiempo, los historiadores actuales ven también allí una época de regresión económica y de poco progreso científico, que tuvo su desarrollo principal en la cultura protestante del siglo XVII.
El Quattrocento
(término que en castellano significa cuatrocientos, por los años pertenecientes al siglo XV) es uno de los períodos más importantes del panorama artístico europeo. Se sitúa a lo largo de todo el siglo XV y es la primera fase del movimiento conocido como Renacimiento. El Quattrocento (1401-1500) se inició en Florencia impulsado por la familia Médici. En esta época aparece la figura del artista y creador en detrimento del anonimato. Surge el taller del maestro, que es quien recibe los encargos de los clientes. Este hecho podría sindicarse como el nacimiento de la categoría de autor. El hombre es la obra más perfecta de Dios. Se pinta la figura humana independientemente de lo que represente. En este arte evolucionan técnicas de pintura, consiguiendo la perspectiva; en escultura se vuelve a la imitación de la clásica griega y romana, y con respecto a la arquitectura hay un retorno a las líneas del arte griego y romano. Los máximos exponentes de esta época son: Escultura: los escultores se interesaron por representar el cuerpo, como Donatello (por ejemplo, en el David) o Lorenzo Ghiberti (el Sacrificio de Isaac en las puertas del batisterio de la catedral de Florencia o Santa María del Fiore). Pintura: aplicaron en los cuadros la perspectiva, representando la profundidad, como Masaccio, Fra Angélico, Sandro Botticelli, Piero della Francesca, Paolo Uccello, Filippo Lippi y Andrea Mantegna. Arquitectura: los arquitectos buscaron el dominio del espacio introduciendo elementos simples y proporcionados, como Filippo Brunelleschi y Leon Battista Alberti.
FILIPO BRUNELESCHIL
Filippo di Ser Brunellesco Lapi, Filippo Brunelleschi (1377 - 15 de abril de 1446) fue un arquitecto, escultor y orfebre renacentista italiano. Es conocido, sobre todo, por su trabajo en la cúpula de la catedral de Florencia Il Duomo. Sus profundos conocimientos matemáticos y su entusiasmo por esta ciencia le facilitaron el camino en la arquitectura, además de llevarle al descubrimiento de la perspectiva cónica. Fue contemporáneo de Leon Battista Alberti, Ghiberti, Donatello y Masaccio. Su biografía viene descrita en el cuento de Giorgio Vasari: Vida de los mejores arquitectos, pintores y escultores italianos (Vite de' più eccellenti architetti, pittori, et scultori italiani, da Cimabue insino a' tempi nostri — 1542–1550).
LEON BATISTA ALBERTI
(Génova, 1404-Roma, 1472) Arquitecto, teórico del arte y escritor italiano. Alberti fue, con Leonardo da Vinci, una de las figuras más representativas del ideal del hombre del Renacimiento, ya que reunió en su persona todos los conocimientos y habilidades de la época: erudito, humanista, escritor, arquitecto, escultor, pintor, cortesano y hombre de mundo. Hijo natural de un mercader florentino, se educó en Padua y Bolonia, antes de trasladarse a Roma en 1432 para desempeñar un cargo en la corte pontificia. Su contacto en Roma con los monumentos de la Antigüedad clásica dio pie a uno de sus primeros escritos: Descriptio urbis Romae (1434), primer estudio sistemático de la Roma antigua. Ese mismo año regresó a Florencia, donde trabó amistad con los grandes artistas del momento, de Brunelleschi a Donatello y Masaccio. A Brunelleschi dedicó precisamente su tratado Della pintura (1436), en el que se describen por primera vez las leyes de la perspectiva científica, además de dar una visión naturalista del arte de la pintura.
En Roma, adonde se trasladó por deseo expreso del papa Nicolás V, redactó De re aedificatoria, un completo tratado de arquitectura en todos los aspectos teóricos y prácticos. Posteriormente se desplazó a Rímini, donde construyó el Templo Malatestiano, y a Mantua, donde se le deben las iglesias de San Sebastián y San Andrés. Estas obras, que constituyen la síntesis de sus criterios arquitectónicos, se convirtieron, junto con las de Brunelleschi, en los grandes modelos del arte constructivo renacentista. También escribió un tratado sobre la escultura (De statua) y algunas obras de perspectiva y matemáticas.
El Cinquecento
(abreviadamente, años [mil] quinientos en italiano) es un período dentro del arte europeo, especialmente el italiano, correspondiente al siglo XVI. Se caracteriza intelectualmente por el paso del teocentrismo medieval al antropocentrismo humanista de la Edad Moderna; y estilísticamente por la búsqueda de las formas artísticas de la antigüedad clásica y la imitación (mímesis) de la naturaleza, lo que se ha denominado Renacimiento. Comprende dos fases: comienza con el denominado Alto Renacimiento (últimos años del siglo XV y primeras décadas del siglo XVI), y termina con el denominado Bajo Renacimiento o Manierismo. El cinquecento tuvo su centro en la Roma de los papas, a diferencia del quattrocento cuyo centro fue la Florencia de los Medici. Los artistas más destacados del periodo inicial del Cinquecento italiano fueron Leonardo Da Vinci, Rafael Sanzio y Miguel Ángel. Junto a ellos hay una nómina interminable, tanto en el foco romano (Bramante, Sangallo, Giulio Romano) como en otros focos, de entre los que destaca la escuela veneciana de pintura (Giorgione y Tiziano). En el periodo manierista destacaron Jacopo Vignola, Palladio, Antonio Allegri da Correggio, Veronés, Benvenuto Cellini, Giambologna, etc. En la literatura italiana del siglo XVI se encuentran figuras como los poetas Pietro Aretino, Baldassare Castiglione y Torcuato Tasso, tratadistas políticos como Nicolás Maquiavelo, y científicos como Giordano Bruno
LEONARDO DA VINCI (1452-1519)
Leonardo da Vinci nació el 15 de abril de 1452. Hay dudas sore el lugar donde nació, para algunos historiadores su cuna fue un caserío de Anchiano, un municipio de Vinci, y para otros fue el pueblo de Vinci, situado en la ribera derecha del Arno, cerca de los montes Albanos, entre Florencia y Pisa. Fue hijo ilegítimo de Ser Piero, como lo expresó Antonio de Vinci, el abuelo paterno: "Nació un nieto mío, hijo de Ser Piero, mi hijo, el 15 de abril, sábado, a las 3 de la noche -equivalentes a nuestras 22:30-. Fue llamado Lionardo. Lo bautizó el sacerdote Piero di Bartolomeo de Vinci". Su madre, Caterina, contraería matrimonio con un hornero, Accattabriga di Piero del Vaccha, . En ese año en el que nació Leonardo, su padre, Ser Piero, se casó con Albiera di Giovanni Amadori. Ser Piero contrajo matrimonio cuatro veces y tuvo doce hijos. El primero legítimo (Antonio), nació en 1475, en sus terceras nupcias con Margherita di Francesco. Leonardo se crió con su padre y su familia paterna en Vinci, educado y querido, por su tío Francesco y su abuelo Antonio, quien falleció en 1468, cuando Leonardo contaba 17 años. Fue célebre como artista y como inventor.
MIGUEL ÁNGEL (1475-1564)
Miguel Ángel fue arquitecto, pintor, escultor y poeta. Nació 6 de marzo de 1475 en el pueblo de Caprese, de esencia florentino mantuvo sus lazos con Florencia su arte y su cultura. La mayor parte de su madurez la pasó en Roma, trabajando en los encargos de los continuados papas. Su deseo fue ser enterrado en Florencia en la iglesia de Santa Crose y así fue después de su fallecimiento. Caprese es un pequeño centro del valle Tiberino, actual provincia de Arezzo, su padre Ludovico de Leonardo de Buonarroto Simoni era podestá en nombre del gobierno de Florencia, Miguel Ángel habiendo finalizado el mandato paterno regresa a Florencia, donde transcurre su infancia, juventud y algunos años de su madurez. Siendo niño demuestra su fastidio por las lecciones de gramática del humanista Urbino, a quien el padre confió su formación. Pero a Miguel Ángel le cautiva el dibujo y el estudio del arte, se deleitaba en recorrer las iglesias y copiar las pinturas abandonando a veces las lecciones de gramática.
RAFAEL SANDIO (1483-1520)
Raffaello Sanzio (Urbino, 6 de abril de 1483 - Roma, 6 de abril de 1520 ), también conocido como Rafael de Urbino o, simplemente, como Rafael, fue un pintor y arquitecto italiano del Alto Renacimiento. Realizó importantes aportes en la arquitectura y, como inspector de antigüedades, se interesó en el estudio y conservación de los vestigios grecorromanos. Hijo de un pintor y criado entre artistas, a los 25 años obtuvo su primer encargo oficial, la decoración de las Estancias Vaticanas, donde pintó algunos frescos como La escuela de Atenas, considerado una de sus obras cumbres. Es célebre por la perfección y gracia de sus artes visuales, destacando en trabajos de pintura y dibujo artístico. Junto con Miguel Ángel y Leonardo da Vinci forma el trío de los grandes maestros del período. Nació en Viernes Santo y falleció en esta misma festividad el día que cumplió 37 años. Fue un artista muy productivo, dirigió un taller conformado por numerosos colaboradores, y a pesar de su muerte prematura, gran parte de su obra aún se conserva. La mayor parte de su trabajo está alojado en los Museos Vaticanos, donde decoró con frescos las habitaciones conocidas como las Estancias de Rafael, el principal encargo de su carrera, quedando sin terminar a causa de su muerte. Después de sus años de juventud en Roma, gran parte de su obra, a pesar de haber sido diseñada por él, fue ejecutada por su taller, con una considerable pérdida de calidad. Ejerció gran influencia en su época; aunque fuera de Roma su obra fue conocida sobre todo a través de la producción que hicieron los talleres de grabado que colaboraban con él. Después de su muerte, la influencia de su principal rival, Miguel Ángel, se intensificó hasta los siglos XVIII y XIX, cuando las cualidades más serenas y armoniosas de Rafael, fueron consideradas de nuevo como un modelo superior. Su carrera se dividió de manera natural en tres fases y tres estilos, descritos así por Giorgio Vasari: sus primeros años en Umbría, el periodo posterior de cuatro años en Florencia (1504-1508), donde absorbió las tradiciones artísticas de la ciudad, y finalmente su último y triunfal período de doce años en Roma, trabajando para los papas y su corte.
Bajo Renacimiento es una expresión utilizada por la historiografía para designar a una fase dentro del Renacimiento, pero que no ha alcanzado una definición unívoca, y se utiliza de forma contradictoria en distintos textos, incluso en la bibliografía especializada. El Alto Renacimiento, en cambio, es un periodo cuya identificación es habitualmente más clara: el periodo de finales del siglo XV y comienzos del siglo XVI (como fecha más clara, hasta 1527 -saco de Roma-). La utilización de periodos bajos y altos, en general, se hace para marcar un periodo alto anterior al bajo, habitualmente para calificar al primero de fase de auge o esplendor, y el segundo de fase decadente, siguiendo la tradicional concepción cíclica de la periodización histórica que en arte desarrolló, entre otros, Eugenio D'Ors.1 Responde a esa convención, las parejas de términos Alto Imperio romano y Bajo Imperio romano; Alta Edad media y Baja Edad Media, etc. De esa manera, bajo renacimiento sería el renacimiento tardío o renacimiento final. En el contexto de la historiografía española, el término bajo renacimiento se refiere comúnmente al periodo correspondiente al final del siglo XVI, identificándolo con el manierismo; y para el caso concreto del Bajo renacimiento español, con el último tercio del siglo, presidido por un programa artístico tan importante como el que se desarrolló en torno al monasterio de San Lorenzo del Escorial (que cubre todas las artes, y que arquitectónicamente se suele identificar con la denominación de estilo herreriano).2 En cambio, es bastante usual que en textos anglosajones, además de esa posible utilización, se utilice la expresión Low Renaissance ("Bajo Renaciemiento") para referirse al siglo XV o Quattrocento, identificándolo con Early Renaissance o First Renaissance' ("Renacimiento temprano" o "primer Renacimiento").3 En los textos franceses el término Basse Renaissance ("Bajo Renacimiento")4 tiene poca utilización, frente a la mayor abundancia de Renaissance tardive ("Renacimiento tardío").5 En la historiografía alemana, el término más usado es Spätrenaissance ("Renacimiento tardío"), de interpretación inequívoca; mientras que Niedrig Renaissance ("Bajo Renacimiento") no tiene apenas uso.
El Barroco
fue un período de la historia en la cultura occidental originado por una nueva forma de concebir las artes visuales (el «estilo barroco») y que, partiendo desde diferentes contextos histórico-culturales, produjo obras en numerosos campos artísticos. La arquitectura barroca asumió unas formas más dinámicas, con una exuberante decoración y un sentido escenográfico de las formas y los volúmenes. Cobró relevancia la modulación del espacio, con preferencia por las curvas cóncavas y convexas, poniendo especial atención en los juegos ópticos (trompe-l'œil) y el punto de vista del espectador. También cobró una gran importancia el urbanismo, debido a los monumentales programas desarrollados por reyes y papas, con un concepto integrador de la arquitectura y el paisaje que buscaba la recreación de un continuum espacial, de la expansión de las formas hacia el infinito, como expresión de unos elevados ideales, sean políticos o religiosos. El término Barroco, derivado del portugués "barru", "perla de forma diferente o irregular", se utilizó en un primer momento de forma despectiva para indicar la falta de regularidad y orden del nuevo estilo. La característica principal de la arquitectura barroca fue la utilización de composiciones basadas en puntos,curvas, elipses y espirales, así como figuras policéntricas complejas compuestas de motivos que se intersecaban unos con otros. La arquitectura se valió de la pintura, la escultura y los estucados para crear conjuntos artísticos teatrales y exuberantes que sirviesen para ensalzar a los monarcas que los habían encargado. El nuevo estilo se desarrolló en Roma, y alcanzó su momento álgido entre 1630 y 1670; a partir de entonces el Barroco se extendió por el resto de Italia y de Europa, mientras que en el siglo XVIII Roma volvió de nuevo al Clasicismo siguiendo el ejemplo de París. La influencia del Barroco no se limitó al siglo XVII; a principios del siglo XVIII se desarrolló el estilo denominado Rococó, que no siendo una pura continuación del primero podría ser considerado como la última fase del Barroco.
La arquitectura rococó
es aquella que surgió y se desarrolló durante el siglo XVIII en París, entre las décadas de 1730 y 1760, como reacción en contra de la grandeza, la simetría y las estrictas regulaciones del Barroco. Mantenía el empleo de adornos, pero incorporaba una decoración profusa con la inclusión de volutas y formas de hojas de acanto1 y con motivos más jocosos y formas orgánicas asimétricas.2 Utilizaba tonalidades claras, curvas y revestimientos de pan de oro, dando lugar a un estilo más elegante y más complejo que el barroco.3 Uno de sus rasgos más característicos es la variación arquitectónica entre el exterior y el interior de los edificios. Estructuralmente, la forma predominante consistía en la proyección de un pabellón central de planta circular del que partían dos alas de menor altura y de planta curvada. Dicha curvatura daba lugar a planos oblícuos los cuales transmitían la sensación de movimiento. De igual modo, otra tipología edificatoria consistía en la construcción de pabellones contiguos. En cuanto a los espacios interiores, a diferencia de la envolvente, que será menos elaborada y más sencilla, serán coloridos y ricamente ornamentados. Los espacios arquitectónicos solmenes se ven sustituidos por saloncitos y gabinetes pequeños, la distribución varía con respecto a los estilos precedentes, proyectando estancias especializadas en función del uso y con comunicaciones más cómodas y prácticas. El diseño de las dependencias será concebido como un todo, poniendo en sintonía ornamentación mural, mobiliario y colores.
En fachada se abandonan la aplicación de los órdenes clásicos, las ventanas ven incrementado su tamaño hasta la puertaventana, dando lugar a una relación entre interior y exterior que alcanza el concepto de mímesis con respecto a la naturaleza. Las ventanas arqueadas sustituyen a los marcos en ángulo recto. Asimismo, no reniega de las formas clásicas como los arcos, las columnas, los frisos o los frontones, aunque sí conduce a que éstas se vean modificadas estéticamente para adaptarse al conjunto. Un ejemplo de ello son las columnas salomónicas, entorchadas o helicoidales. El arquitecto francés que mejor encarna este estilo es Jacques Gabriel, quien, a la hora de proyectar los exteriores continuó con el equilibrio y la dignidad propios del barroco, en los interiores se mostró como un arquitecto de gran inventiva, proyectando espacios que se destacan por su gracia y delicadeza. Entre sus proyectos más relevantes destacan el Petit Trianon de Versalles y el Hotel Biron de París. Tras la capital francesa, es la ciudad de Nancy la que muestra los mejores ejemplos de rococó francés, con la plaza Stanyslas en la que se pueden contemplar verjas, fuentes y bancos de complicada traza.