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“desesperante del área de Urbanismo

�� ESTHER ALFAYA

Promotores de vivienda y agentes inmobiliarios denuncian la “lentitud” de la Concejalía de Urbanismo del Ayuntamiento de Valdemoro en dar respuesta a las empresas. “Es desesperante”, coinciden en afirmar. “La falta de diligencia a la hora de responder a cuestiones administrativas hace que, en muchas ocasiones, los proyectos de compra de suelo se enfríen o lleguen incluso a cancelarse, dejando a la ciudad sin los beneficios que supone la construcción de negocios o urbanizaciones: más dinero para las arcas municipales gracias a los impuestos y creación de nuevos puestos de trabajo”, explica Juan, agente inmobiliario en Valdemoro.

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Según este empresario, el Ayuntamiento de Valdemoro tardó seis meses en informar a un vecino si un terrero era comercial. “Estaba negociando la implantación de un supermercado en dicho suelo. Él sabía perfectamente que el terreno era comercial, pero necesitaba el informe municipal. Al final, la marca de supermercados perdió el interés y se fue a otra localidad a montar el negocio. Hace poco perdimos a otro cliente que llevaba desde el verano esperando el informe de viabilidad para la construcción de un edificio”, cuenta, entre los múltiples ejemplos de expedientes que, asegura, quedan atascados en las oficinas municipales.

A la vez que las promotoras piden al Ayuntamiento celeridad para responder a los requerimientos o conceder licencias, también son varios los agentes que dudan sobre la equidad y el buen hacer de los técnicos y empleados de la Concejalía de Urbanismo. “La mayoría de los consultores pensamos que en Valdemoro los trámites siguen agilizándose mediante sobres, maletines, comidas o regalos. Hace solo un año la justicia imputó a dos trabajadoras por su presunta implicación con la Trama Púnica, los técnicos de Urbanismo de Valdemoro siguen bajo sospecha”, declaran.

El último estudio sobre los plazos medios de concesión de licencias de obras para promociones de viviendas realizado por el Instituto de Coordenadas de Gobernanza y Economía Aplicada en 2018 posicionó a Valdemoro entre los municipios madrileños de más de 50.000 habitantes donde menos tardaban en tramitarse y aprobarse las licencias de obra: tres meses frente a los 16 meses que podía demorarse el mismo papeleo en Majadahonda. Cinco años después, parece que la realidad para las empresas constructoras que quieren invertir en Valdemoro es otra: “Trabajar con el Ayuntamiento es desesperante”. Una denuncia que no es exclusiva del municipio valdemoreño y que comparten la mayoría de los agentes inmobiliarios de los ayuntamientos del sur de Madrid.

Desde el Ayuntamiento, aseguran que los retrasos se deben a la falta de personal técnico y defienden el trabajo de la plantilla de Urbanismo. “Seguimos con los mismos trabajadores públicos que hace diez años y la ciudad no ha parado de crecer”, explican fuentes municipales.

�� ESTHER ALFAYA

Un voluntario de la Agrupación de Protección Civil Valdemoro ha denunciado los problemas “endémicos” que padece el cuerpo desde hace años “bajo el beneplácito del jefe de la Agrupación de Protección Civil y también jege de Policía Local de Valdemoro”, Alberto Albacete Carreño. Falta de material esencial, carencias de vestuario, falta de EPIS, vehículos en mal estado, represalias a voluntarios, asignación de cargos a familiares o el empleo de material y personal para celebraciones de índole personal son algunos de las graves acusaciones que ha realizado este voluntario en un escrito enviado a este medio.

Según el texto, la falta de materiales de protección “ponen en riesgo la integridad física y la salud de los voluntarios”. “Ninguno de los vehículos de la agrupación dispone de botiquín […]. Tenemos un único cortaviento, un abrigo, un cinturón y una gorra, lo que hace imposible que podamos lavar el uniforme periódicamente y tengamos que llevarlo sucio o con olores. Gran parte de los voluntarios ni siquiera reciben calzado de seguridad y tienen que costeárselo ellos mismos o ir con calzado normal. […] Tampoco tenemos chaquetones de protección ignifuga, cascos o guantes para los avisos de incendio”.

El voluntario también denuncia las deficiencias en los vehículos del cuerpo. “Los walkie-talkie no funcionan y, pese a disponer de bombas de achique, estas no han sido utilizadas durante los últimos episodios de lluvias torrenciales”.

Por último, denuncia la asignación de la actual pareja del jefe de la agrupación, voluntaria en prácticas, en el cargo de secretaria “un cargo que no existe”, dice—, la expulsión de algunos voluntarios contrarios a la dirección y la utilización del cuerpo para fiestas personales “Durante la comunión de la hija del jefe se cortó la calle a pie de tráfico para el paso de los invitados. Él, estando vestido de paisano, impartió órdenes a los voluntarios, incumpliendo así la ley”, revela—.

“Lamentablemente, por desidia, inoperancia o incapacidad, se está dejando morir agónicamente a la agrupación de Protección Civil de Valdemoro”, zanja el escrito, criticando también la “inoperancia” del actual equipo de gobierno, conocedor de estas denuncias.

Respuesta

Preguntado por ZIGZAG, el jefe de Protección Civil reconoce que recibió un escrito “de carácter anónimo” que abarcaba estas y otras cuestiones.

En cuanto a la falta de equipos de protección individual (EPIS), responde que se trata de una situación normal ya que “los voluntarios de Protección Civil no tienen ningún contrato contractual con el Ayuntamiento” y que “la Ley de Protección de Riesgos Laborales no acoge al voluntariado”. Además, afirma que “en lo que respecta al botiquín y el vestuario, los voluntarios están perfectamente dotados y tienen todo lo necesario”.

Carreño “niega la mayor” en todo lo referente al trato de favor con su pareja y el uso del cuerpo para eventos personales. “No existe cargo de secretaría ni nadie que haga esas funciones”, declara.

Sobre las expulsiones de voluntarios contrarios a la dirección, el jefe de Protección Civil se ampara en la normativa. “La Comunidad de Madrid confirmó, tras una consulta relativa a las labores que podían llevar a cabo los que aspiraban a ser miembros de la agrupación, que la Ley de Protección Civil impide realizar servicios hasta que estos obtengan la condición de aspirantes inscritos en la academia de la Comunidad de Madrid”.

“La expulsión de los voluntarios va contra la normativa y se ha hecho de forma tosca e irreverente, a través el empleo de WhatsApp y de forma colectiva, exigiéndoles que firmen la baja voluntaria para que así sean avisados cuando se convoque el curso básico para aspirantes. Obviando que, para realizarlo, deben estar en la agrupación y al estar de baja ya no podrán hacerlo”, aclara uno de los voluntarios afectados por las “expulsiones”.

Atropellos. La noche del 14 de febrero, un vehículo arrolló a un repartidor de comida en el cruce de la c/Negritas con Ruiz de Alda que tuvo que ser trasladado al Hospital Infanta Elena. Unos días antes, un motorista terminó en el hospital tras ser embestido por una furgoneta cuando esperaba frente a un paso de peatones en la avenida de España.

Se van sin pagar el bautizo. Dos agentes de la Policía Local resultaron heridos al evitar, el sábado 18 de febrero por la noche, que una familia abandonase un restaurante del municipio sin pagar la cuenta de 800 euros por el banquete de un bautizo. A uno de los agentes le rompieron las gafas y le arañaron la cara, y el otro recibió un codazo. Fruto del altercado, un varón fue detenido como presunto autor de un delito de atentado, resistencia y desobediencia. Además, cuatro personas fueron identificadas como presuntas autoras de delitos de estafa al intentar irse sin pagar del local.

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