Bosón de Higgs: error llamarla partícula de Dios
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s evidente que los medios masivos de comunicación ejercen mucha influencia en el pensar del público. Con esa influencia logran que, con mucho éxito, la gente imite, diga y hasta piense de cierta manera; lo cual, obvio, convendrá para sus fines. Esto no es ni bueno ni malo, simplemente es así porque el objetivo es llegar a las masas para dar a conocer algún evento o personaje; para promover ciertos productos o situaciones, cuyo éxito depende del número de personas influenciadas. Dentro de lo positivo de los medios está el caso que escuchamos recientemente sobre la evidencia de haber detectado algo parecido a la llamada partícula de Dios, que los físicos de altas energías o partículas elementales conocemos como Bosón de Higgs. Este llamativo nombre, la partícula de Dios, es sin duda lo que atrajo la atención de la gente en el mundo. ¿Habría impactado a la gente, de igual manera, el haber dicho “se verificó la existencia del Bosón de Higgs” o “se descubrió la partícula de Dios”? Claro que no. Como físico debo reconocer que llamarla así, “partícula de Dios”, le dio gran publicidad y logró difundir mucho mejor este evento científico, en comparación con otros descubrimientos en física. Y este logro, en particular, tiene aún más importancia pues en él, de una u otra manera, están involucrados científicos mexicanos. Primero contaré acerca de lo que es el Bosón de Higgs. Quizá en algún momento de nuestra vida nos
hemos preguntado de dónde viene todo lo que nos rodea. Y sin caer en cuestiones que los antiguos filósofos ya se habían preguntado, podemos pensar en una pregunta aún más fundamental, ¿de qué están hechas las cosas? La posible respuesta otorgará la importancia que tiene el descubrimiento del Bosón de Higgs. Las cosas están hechas de algo que llamamos masa (cantidad de materia). La masa, a su vez, está conformada de átomos y los átomos de partículas más fundamentales. ¿De dónde vinieron? A partir de teorías físicas se predijo que éstas se formaron cuando nació el Universo, el fenómeno conocido como Gran Explosión. De esas mismas teorías se explicaron muchos fenómenos como lo que es la luz, la electricidad, el magnetismo. Con cada comprobación experimental de estas teorías, se tuvo la confianza de que una de ellas explicaría la formación de la masa en el
Universo iba por buen camino. Faltaba por comprobar sólo una cosa: la teoría postulaba que las partículas se formaron en el nacimiento del Universo, pero no tenían masa (por ejemplo, la partícula de luz, llamada fotón, no tiene masa). Sin embargo, la teoría explicaba que éstas adquirían masa (el electrón, los neutrinos) al interaccionar con un campo, denominado, de "Higgs". Si ese campo existía, debía tener asociada una partícula llamada "Bosón". El Bosón de Higgs (llamada así por Peter Higgs, el físico teórico que la dedujo), por lo tanto, debía existir. Después de 50 años aproximadamente, ahora se tiene mayor evidencia de la vida de esta partícula, y con ella, la teoría llamada Modelo Estándar que explica las propiedades de la materia y sus interacciones se ha reivindicado como la que aclara mejor el origen de casi todo lo que conocemos en el Universo. Con esto, ahora toca explicar de
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DICIEMBRE 2012
• Luis Manuel Montaño Zetina*
El Gran Colisionador de Hadrones.
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Ciencia
Peter Higgs.
El público en general debe saber que esta partícula, el Bosón de Higgs, no tiene nada que ver con Dios. De lo que sí hay que sentirnos orgullosos, y recordar, es que hubo participación mexicana en este descubrimiento.
dar a conocer uno de los grandes logros en la ciencia de las partículas elementales. El público en general debe saber que esta partícula, el Bosón de Higgs, no tiene nada que ver con Dios. De lo que sí hay que sentirnos orgullosos, y recordar, es que hubo participación mexicana en este descubrimiento. Para los físicos lo importante también es que, si se comprueba la identificación del Bosón de Higgs, la teoría que describe las propiedades de las partículas elementales y sus interacciones es correcta.
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Dos de ellos, el ATLAS y el CMS, tienen la tarea de identificar el Bosón de Higgs, y fueron los integrantes de estos dos sistemas los que anunciaron, el pasado 4 de julio de 2012, la detección de una partícula similar a la de Higgs. Es aquí donde radica la importancia de este evento científico, ya que en tres de los cuatro complejos, ATLAS, ALICE y CMS, trabajan físicos mexicanos. Por lo tanto, este hecho también es un éxito para la ciencia que se desarrolla en México. Nuestra participación en este descubrimiento es tan importante, como la de cualquiera de los demás elementos, y se necesita de todos para alcanzar esta clase de logros. Asimismo, es importante dar a conocer a la comunidad más allá de la científica, es decir, al público mexicano en general, que la ciencia que se realiza en nuestro país está a la vanguardia de la ciencia mundial. Gracias a la difusión de los medios, y a partir de referir el Higgs como partícula de Dios, es como se ha logrado un mayor impacto. Éste es el lado positivo de un título erróneo, pero llamativo para
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dónde vino el título de “partícula de Dios”. A partir de 1993, con la publicación del libro, The God Particle (La Partícula de Dios), de parte del Premio Nobel de Física 1988, Leon Max Lederman, fue como empezó la difusión del fenómeno. En múltiples artículos de divulgación se dice que este título es erróneo y que no debería llamarse así. En una entrevista que concedió para la revista italiana Asimmetrie, junto a Peter Higgs, Lederman le contó a Vittorio Del Duca (el entrevistador) el título que le había puesto al libro antes de publicarlo: The Goddamn particle, (la partícula maldita) pero que el editor al verlo, no le permitió publicar el libro con ese nombre. Así, modificando un poco la expresión, pasó de “Goddamn” a “God”, con las consecuencias sabidas. Los físicos directamente involucrados en este acontecimiento no anuncian el descubrimiento definitivo del Bosón de Higgs. Cuentan haber identificado una partícula consistente con las propiedades que tendría dicha partícula. Hace falta realizar muchas más pruebas para estar seguros si es la partícula que se desea descubrir. Sin embargo, el anuncio que se le dio a esta identificación, con el nombre de “partícula de Dios”, fue un hecho mundial. El reconocimiento de la partícula, que podría ser el Bosón de Higgs, se dio en el CERN (Centro Europeo de Investigaciones Nucleares) donde está el mayor acelerador de partículas en el mundo, el LHC (Gran Colisionador de Hadrones). En este acelerador se logran choques de partículas en cuatro puntos donde, en cada uno, está colocado un gran complejo de sistemas de detección llamados ATLAS, ALICE, CMS y LHCb.
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*������������������������������������������������������ Doctor de Ciencias en la especialidad de Física. Cen� tro de Investigación y Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional. Departamento de Física.