Oaxaca y el dedo acusador de los medios
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Virgilio Caballero
l conflicto en Oaxaca tiene en él una especie de degradación cre- de comunicación estamos hablando?, una complejidad muy signi- ciente que se transforme en violencia, de los que ven el interés empresarial ficativa, porque no puede el ensayo de una violencia que más tar- o político de sus dueños, por encima entenderse sin considerar de puede tener alcances nacionales. de su obligación social de informar y lo que está ocurriendo en el resto de Por otra parte, el secuestro, la toma mantener el verdadero interés del coMéxico. Por una parte, no puede se- de canal 9 de la televisión de Oaxaca nocimiento de los fenómenos que vive pararse de la ingobernabilidad que –que tuve el honor de fundar y dirigir– el país. se vive en el país, donde parece no me parece que es un hecho insuficienHay sus excepciones, afortunadahaber autoridad alguna para meter temente justificado. La manera como mente para el periodismo, pero son al orden a los narcotraficantes, que fue utilizado el medio no corresponde contadas; casi me atrevería a decir que están bañando de sangre el territorio con los objetivos sociales, democráti- son tan contadas como lo fueron en nacional. Asimismo, de ningún modo cos y plurales que distinguieron a este el 68 o en el 88. Los medios de comuse vislumbra que pueda lograrse el canal de televisión. Una acción como nicación siguen siendo los mismos. entendimiento de las facciones invo- ésa no se lleva a cabo sin tener un plan En todo caso, hay que denunciarlo lucradas en los conflictos en el estado, de utilización del medio como debe y también hay que decir que los meen Guerrero y otros lugares dios no son solamente los del país. Tampoco se ve la medios, sino los periodistas capacidad de enfrentar que trabajan ahí, quienes se la relación que hay con el arrodillan, se inclinan ante conflicto postelectoral que el poder. se vive en México. Los medios de Oaxaca En este contexto, no hay están siguiendo la misma que olvidar la intervención fórmula –que es demasiado de la derecha del país, que decir para ellos–, la misma parece estar aprovechando receta que han seguido el movimiento oaxaqueño para informar respecto al para hacer una especie de plantón o la protesta del laboratorio, donde ha ido movimiento ciudadano que creciendo la posibilidad de encabeza López Obrador. utilizar la fuerza pública. La mayoría de ellos se indigMuestra de ello es lo ocurrina por los aspectos de incodo recientemente, cuando modidad y el problema vial Toma de la radiodifusora ORO. Foto: Ezequiel Leyva bandas paramilitares balaque provoca el movimiento cearon incluso a periodisde protesta. Así, un tema de tas, a pesar de que se identificaron, y ser. Si no es así, se convierte en un acto interés nacional, que es un asunto de estaciones de radio fueron baleadas de provocación. ¿Estamos ante una re- la mayor trascendencia, se convierte por policías disfrazados de civiles. Ésta belión popular?, ¿ante un coctel de en poco menos que un problema vial es la forma como nos están haciendo actores políticos que participan para y la república entera se concentra en saber que las autoridades federales po- pescar en el río?, ¿o ante una protes- el Paseo de la Reforma; lo que ocurre drían utilizar estos recursos, para ter- ta que puede derivar en una situación ahí es peor o lo único que sucede en minar la protesta nacional que tiene más violenta? Desgraciadamente, ha- el país. lugar en la Ciudad de México. brá que esperar para saberlo. Pero al aproximarse el fallo del En ese sentido, la Secretaría de Tribunal Electoral del Poder Judicial Gobernación, con su negligencia, su Los medios ante el conflicto de la Federación, los medios cambian ausencia de participación y su absolu- El papel que juegan los medios en esta la intensidad de la interpretación de ta falta de voluntad para buscar una coyuntura es acorde a los intereses lo que pasa en Reforma, y ese interés intermediación, como está obligada empresariales. Debieran de jugar uno mayúsculo se convierte en silencio y a hacerlo, está dejando correr el mo- contrario, y tiene sentido demandarlo desdén. Ya no existen los protestantes, vimiento oaxaqueño para que se dé y exigirlo. Pero hoy, ¿de qué medios ni el movimiento, ni el despojo de los 10
Zócalo
ciudadanos a su derecho de elegir a sus gobernantes, ni la destrucción de las instituciones electorales y políticas que fueron creadas con tanto esfuerzo en los últimos 30 años. Tampoco los asesinatos que ocurren cotidianamente en diversos lugares de la república, relacionados con causas políticas. La violencia utilizada por los paramilitares es algo que ya se preparaba, contemplado en el programa de acción de la derecha en ese laboratorio del conflicto que es hoy Oaxaca. Hay que recordar que, en la sierra de Querétaro, ahora mismo están siendo adiestrados grupos de jóvenes en actividades paramilitares, que desde luego van a ser utilizados en los lugares de conflicto que hay en el país. Estamos ante los modernos Halcones, que serán un reflejo de lo que fueron en 1968 y 1971. La toma de
las radiodifusoras por los Halcones de hoy opera perfectamente como disculpa, para justificar el uso de la violencia en el rescate de la libertad de expresión. Hoy, la cobertura que hacen los medios de comunicación nacionales –los que trasmiten desde la Ciudad de México– de los acontecimientos de Oaxaca es muy semejante a la que han hecho contra el movimiento de protesta que encabeza Andrés Manuel López Obrador. Durante mucho tiempo, deformación y descalificación, difamación, parcialización de la mirada periodística y, últimamente, el silencio. En Oaxaca se está aplicando la misma táctica, pero acentuada con la insuficiencia para reconocer a los actores que participan y una total deficiencia en el análisis de las causas que
originaron este conflicto. En cambio, subrayan cotidianamente que se trata de una violencia provocada por los que protestan, que no puede seguir siendo admitida; en otras palabras, el llamado a la represión por parte de las fuerzas públicas. La misma receta que los medios de comunicación han aplicado a todos los conflictos sociales que México ha enfrentado desde la década de los cincuenta. Parece que aquí nada ha cambiado. La mayoría de los medios de comunicación se inclina frente al poder, con la misma falta de dignidad con la que siempre lo hicieron; no importa quién esté en él ni de qué partido sea. Los medios ni son un poder aparte, ni tienen un poder independiente, ni conforman ningún tipo de autonomía; son el brazo del poder, el mismo de siempre
Uno más, ahora en Chihuahua Balbina Flores Martínez
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l miércoles 9 de agosto de 2006 fue localizado sin vida el periodista Enrique Perea Quintanilla, director de la revista Dos Caras, una Verdad, que se edita en la ciudad de Chihuahua. El diario de Chihuahua y El Heraldo de Chihuahua dieron cuenta de los hechos e informaron que “aproximadamente a las 13:30 horas el periodista fue localizado en una brecha de terracería, a siete kilómetros de la carretera a Chihuahua”. La Procuraduría General de Justicia del estado dio a conocer, en un boletín de prensa, que el cadáver fue localizado boca abajo, con huellas de tortura y dos impactos de bala. También informó que ese día Sergio Enrique y Jonathan Perea Cárdenas, hijos del periodista, se presentaron en las oficinas centrales de esa dependencia y pidieron que se investigara la desaparición de su padre, ya que la última vez que lo vieron fue el 8 de agosto a las 11 de la mañana, cuando salió de sus oficinas en su vehículo. Respecto al posible móvil del homicidio, El diario de Chihuahua, en una
nota firmada por Alberto Delgado, explica: “Enrique Perea investigaba asesinatos no resueltos en su revista Dos Caras, una Verdad. Sus publicaciones eran de corte policiaco. Se desempeñó durante 30 años como reportero de la fuente policiaca en diarios como El Heraldo de Chihuahua, El Diario de Chihuahua y estaciones de radio”. Familiares y amigos del periodista exigieron a las autoridades una investigación exhaustiva, que no se descarte ningún indicio y que el crimen no quede en la impunidad. Las autoridades El gobernador de Chihuahua, José Reyes Baeza, informó que ya cuenta con algunas líneas de investigación y que “por la forma en que se ejecutó este homicidio, se puede presumir la participación del crimen organizado”. También expuso que su administración estaba utilizando todos sus recursos humanos, materiales y técnicos a su alcance para las investigaciones. La Fiscalía Especial para la Atención de Delitos contra Periodistas, de la Procuraduría General de la
República, está analizando la posibilidad de ejercer la atracción del caso. Hasta el cierre de esta edición, las investigaciones del asesinato de Enrique Perea Quintanilla se encuentran en manos de la Procuraduría General de Justicia de Chihuahua
Enrique Perea.
Foto: www.unafuente
septiembre / 2006
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