Mujeres periodistas de tres generaciones
Congruencia, principio del periodismo: Cordero Miguel Salguero / WARS
• Elvira García
Franca y hasta ruda, Dolores Cordero desprecia las mentiras y la simulación. Coloca las palabras y a los personajes en su sitio. Partidaria de la verdad –por cruda que sea– en el periodismo, reconoce que trabajar en la mesa de redacción es el pulso de los rotativos. Ella se desempeñó como un filtro que sabía reconocer las noticias falsas de la auténtica información. Su carácter le ha generado conflictos, pero sabe reconocer los intereses, la mediocridad y las tropelías. De todo ello habla… sin tapujos.
n un México como el actual no sobreviviría un periódico que dijera toda la verdad, nadie lo soportaría, empezando por los políticos que tratarían de cerrarlo.” Ésta es la reflexión de Dolores Cordero, periodista que ha sido clave en la mesa de redacción de Unomásuno y La Jornada. Pese a que está consciente de que ningún periódico se atreve a revelar todo sobre un acontecimiento, desde la mesa de redacción ella se empeñó en que cada nota tuviese el mayor grado de certeza y confiabilidad, elementos que acercan al lector a la verdad de un hecho. Y espeta casi gritando: “si no, ¿para qué son los diarios?” En su opinión, son pocos los medios que luchan por decir todo acerca de un suceso, pues deben protegerse de la censura oficial. “La Jornada se cuida de una forma, El Universal de otra y Reforma y Milenio a su manera. Los demás no lo hacen porque están vendidos desde un principio. El único diario que muestra un 80 por ciento de la verdad es La Jornada.” Dolores es una defensora de la obligación ética y social de los medios para con 34
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Dolores Cordero.
la verdad. Ese empeño le costó, a lo largo de su vida, retirarse de la revista Proceso donde –confiesa– Julio Scherer le pedía “moderar” la crudeza de los datos; contra su convicción, ella lo hizo una y otra vez, “hasta que me harté y me fui”. Así ha actuado Dolores Cordero desde los años cincuenta, cuando llegó al periodismo a través de La Nación, órgano de difusión del PAN, al lado de Alejandro Avilés, quien dirigía el impreso, y la Escuela Carlos Septién García, en la cual estudió la carrera porque “quería ser poeta”. Dejó de ser panista, fue suicida en potencia y se involucró en la fundación de Proceso, Unomásuno y La Jornada.
De contadora a periodista Jubilada desde hace un lustro, Dolores Cordero ve correr la vida desde una espaciosa casa tipo mediterráneo. Allí, bebiendo litros de café, lee, escribe poesía y traduce sin tregua novelas de autores que le agradan. Hoy llegó el tiempo para hacer todo eso. Antes no era posible, pues los horarios en la mesa de redacción de un diario van en sentido contrario del ritmo de la humanidad: se trabaja cuando el mundo duerme. Pero Dolores no empezó en el periodismo, sino en la contabilidad. A los 24 años se acercaría a la información desde un ángulo ideológicamente opuesto
En esa publicación, Lola hizo reportajes sobre las protestas de campesinos que se quedaron sin agua cuando se decidió que el río Lerma sería el principal surtidor del líquido para el Valle de México. Dolores era brava en sus cuestionamientos a funcionarios. Todavía tiene fresca una anécdota: Miguel Salguero / WARS
a las convicciones que en la madurez la hacíamos el noticiario de la XELA con llevarían a diarios con ideas progresistas. notas de periódicos. Encontró el periodismo cuando andaba Al irse a La Nación, Dolores dejó su tras la literatura. empleo en Olivetti. Se despidió de los –Estudiaste para contadora con dos mil pesos mensuales que ganaba allí, unas monjas… para cambiarlos por doscientos al mes –Sí, mi hermana Elena y yo hicimos que percibía como periodista. Continuó esa carrera en una escuela de monjas gua- en La Nación hasta el día que los panistas dalupanas; ellas nos becaron porque éra- sacaron “de mala manera” a Alejandro mos muy aplicadas. Ingresé en ese colegio Avilés. Fue cuando Manuel J. Clouthier a los cuatro años y medio de edad. Como llegó al PAN. ya sabía leer y escribir, terminé la carrera –¿Qué te decepcionó? de contadora privada a los doce años. –Avilés ya no les convenía políticaDolores ha sido come años. Hoy mente. Yo estaba enojada y desconcertano representa los 78 que tiene. Mien- da. Un diputado me dijo: “la política es tras logró acumular edad, estudió inglés así; caen unos para que suban otros”. y dio clases de taquigrafía, mecanografía y contabilidad. Al fin pudo traba- ¿Se quiere suicidar? jar como cajera y contadora. Cuando Dolores Cordero vivía altibajos. Era joa los 21 años tenía a su cargo dos mil ven, pero no sentía alegría por la vida; empleados y era jefa de personal de Oli- quiso suicidarse pero, en lugar de eso, se vetti, una compañera le dijo que en la casó con el hombre que la hizo desistir Escuela Carlos Septién de aquellos intentos. García enseñaban lite- Esos funcionarios roTuvo hijos y siguió traratura. Dolores amaba bajando como contaban dinero descarada- dora y administradora los libros. Evoca: “de adolescente me subía a mente al pueblo. No en distintas empresas. la higuera del patio de la hacen su trabajo, pero El periodismo en esa casa, me acostaba sobre cobran el sueldo. La época lo ejerció desde almohadas y a leer se ha política es una rebatin- las aulas de la Septién dicho”. Dolores se insGarcía, donde imparga de dinero y no un cribió en la Septién, que tió clases. Con los años servicio a la población. por aquel tiempo estaba se volvería una maestra en San Juan de Letrán. codiciada y la busca–¿Qué descubriste allí? rían universidades como la UNAM y –Descubrí el periodismo, hice la ca- la Iberoamericana. rrera completa y seguí leyendo literatura. –¿Por qué dejaste la contabilidad si –Tu primer empleo periodístico el periodismo es mal pagado? fue en la XELA… –Nunca me importó el dinero. A fi–Con Alejandro Avilés hice buena nales de los sesenta entré como reportera amistad. Era literato y me invitó a traba- con Manuel Buendía, a quien conocí en jar con él en La Nación; hacer la revista la Carlos Septién; él era jefe del área de del PAN fue una forma de aprender a prensa del extinto Departamento del Disescribir. Además milité en el PAN, pues trito Federal. Luego ocurrió la represión sus miembros me parecieron buenas per- del 10 de junio de 1971 y despidieron a sonas, hasta que los descubrí por dentro. Buendía, pero yo me quedé allí hasta que Ahí conocí a Manuel Gómez Morín, Julio Scherer me invitó a reportear para Diego Fernández de Cevallos, Fernan- Revista de Revistas de Excélsior, que dirido Gómez Mont… En ese tiempo yo gía Vicente Leñero. Ahí me quedé hasta era católica… Además de la revista, que nos echó Luis Echeverría.
Claridosa en todo.
“Un día hice una cita para entrevistar al secretario de Pesca. Cuando llegué a su oficina, su asistente me dijo que él había salido a acompañar a la esposa de Echeverría a la colecta de la Cruz Roja. Lo esperé horas; cuando llegó, le reclamé por qué un funcionario de pesca andaba en la colecta. Me enfrentó: ‘nunca me había topado con un reportero que cuestionara lo que hago o dejo de hacer’. Y le respondí: ‘pues ya es tiempo de que alguien le pida que se dedique a lo suyo y no a andar acompañando a la esposa del presidente’. Nunca me olvidó. Yo soy muy claridosa, me gusta manejarme con la verdad. Para qué tanta hipocresía. Esos funcionarios roban dinero descaradamente al pueblo. No hacen su trabajo, pero cobran el sueldo. La política es una rebatinga de dinero y no un servicio a la población.”
Inicio de Proceso Con el golpe a Excélsior en 1976, Cordero salió con el grupo que encabezaba Julio Scherer. En Proceso ella escribía una columna sobre América Latina, justo con la llegada de los militares al poder en Chile, Argentina y Uruguay. Llegaban cables que daban cuenta de la crueldad militar. Dolores, fiel a su Comunicación • Política • Sociedad
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empeño de decir la verdad, tuvo friccio- preguntarle quién era esa señora que de Becerra Acosta, quien se robó todo, nes con el fundador del semanario. llegó a manotearle. Becerra le recomen- se quedó con el periódico y lo vendió –¿Qué te pedía don Julio? dó: “ponla en la mesa, es una persona al gobierno.” –No le parecía que mencionara con muy capaz”. Dolores insiste en que tuvo –¿Una buena mesa de redacción detalle las matanzas y suerte, “porque si Payán hace un buen periódico? torturas que cometían Si un reportero hizo una hubiera sido otra perso–Sí, cuando es eficaz, está bien inforlos militares; me decía: na, me manda al diablo. mada, tiene buena intención y es culta. nota con mentiras o sa“modéralas, modéraPero él es muy gentil e Dolores Cordero comenta que lo bes que algo es basura, las”. Pero yo me resisinteligente, no toma de- más pesado de esa tarea es el horario. tía, ¿por qué no echar lo tienes que detectar cisiones a tontas y a locas, “Se empieza a trabajar a las ocho de la pestes a Pinochet y a y rechazar, porque hay siempre las consulta”. noche y se termina a las tres o cuatro todos esos malditos de reporteros que se levan–Dime de la mesa de la mañana. Es más pesado que reporla guerra sucia? de redacción. tear, pero yo ya no quería andar del tingo tan a las tres de la tarEl estire y afloja en–Por ahí pasa todo lo al tango.” Cuando le pregunto por qué tre Scherer y Dolores de, no salen a trabajar e que se escribe en un dia- ya no quiso reportear, sin sutilezas dice: se sazonaba con el ca- inventan una noticia. rio; quitas, recortas o re- “porque afuera hay mucha gente que no rácter de ambos. Él la chazas las notas. La mesa sirve para nada, es muy mediocre y te tomaba del brazo y se la llevaba a dar la es el pulso de un periódico. Si un repor- mandan a entrevistarla cuando no vale vuelta a la manzana para explicarle por tero hizo una nota con mentiras o sabes la pena”. qué matizar sus notas, mientras ella des- que algo es basura, lo tienes que detectar granaba argumentos en contrario. y rechazar, porque hay reporteros que se Payán y Lira, dos estilos –¿Lo de Scherer era autocensura? levantan a las tres de la tarde, no salen A sus 78 años, y luego de medio siglo –Los mexicanos son dóciles y sumi- a trabajar e inventan una noticia. Pero en el periodismo mexicano, Dolores sos, yo no lo soy. Todos me piden que quienes llevan la mesa de redacción –si está convencida de que los diarios son me calme, entonces tendría que decirles: están bien informados y hacen su traba- una herramienta para mostrar la verdad. “alértate, alértate”. Hay que ver lo que jo con seriedad– enseguida se dan cuen- Reconoce que su trabajo en la mesa del sucede en el país para alertarse; sin em- ta y esa nota no se publica. Unomásuno fue respetado: “defendía bargo, la gente prefiere hacer como que –Debes estar bien informado…. las notas que me tocaban y luchaba no pasa nada. –Claro, porque porque salieran como Dolores Cordero es puntual cuan- cuando al día siguienyo proponía”. do dice que “Julio Scherer no estaba de te viene el reporte–Al leer al día siacuerdo con mi carácter ni con mi for- ro a reclamar, yo le guiente el Unomásuno, ma de escribir, pero me toleró, hasta que respondo: “¿por qué ¿te satisfacía? yo me salí; él no me corrió. Me retiré en mientes? ¿Por qué no –El Unomásuno era 1978 para ir con Manuel Becerra Acosta reporteaste? O trabade los mejores perióa fundar Unomásuno.” jas, o mejor no traidicos, pues en él había gas notas”. Yo no era gente decente en muPulso de un diario quién para correrlos, chas áreas, incluida la La llegada de Dolores al Unomásuno fue simplemente les demesa de redacción. Betersa. Evoca: “corrí con suerte porque cía: “aquí en la mesa cerra Acosta, pese a que me encontré con gente que entiende de redacción no pasa fue un sinvergüenza, no por qué soy así. Fue cuando conocí a tu trabajo”. se metía en qué notas Carlos Payán”. En ese cargo, el cadebían aparecer en el Durante la primera entrevista de tra- rácter y la mano firme periódico, eso lo decidía bajo que Dolores tuvo con Payán, ella de Dolores obraron Carlos Payán. Él dirigía le dijo, sin adornos: “soy reportera, pero en su favor y la ayu- Amante de la literatura. el diario y Becerra lo ya no quiero ese trabajo; no tengo edad daron. “Y también dejaba hacer. Luego nos para andar corriendo, póngame en la al periódico –reconoce– porque Uno- fuimos a fundar La Jornada. mesa de redacción”. El suyo era un tono másuno fue un diario más o menos serio, En este periódico, Dolores continuó de exigencia. Payán fue con Becerra a sólo que no contábamos con la astucia en la mesa de redacción. Dice que Payán 36
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“pescó” quién era ella y no hubo conflic- sacando y haciendo accionistas a los tos. “Vio mi trabajo y siempre estuvo de que se quedaron. Ella le ganó a Payán acuerdo en cómo lo hacía.” Sin embar- la dirección porque se opuso a que él go, sí tuvieron fricciones, ella las recuer- se quedara un tercer periodo como da: “en una ocasión estábamos sentados director, e hizo campaña contra el camy yo le contradije en algo del sindicato; bio de estatutos que posibilitaba esa se levantó enojado y me cuestionó: ‘¿sa- reelección. Pero ella ya cumplió más bes con quién te estas enfrentando?’ Le de un tercer periodo como directora respondí: ‘sí, con un accionista de La porque cambió los estatutos y ahora Jornada, como yo’. Y dijo: ‘tienes razón’. está por su quinta vuelta. Una perNadie tenía en acciones un centavo más sona tiene que ser congruente para que otro. Las diferencias entre colegas se ser respetada.” argumentaban”. –¿La gente cambia con el poder? –¿Entonces por qué finalmente te –Carmen fue una gran reportera y, fuiste de La Jornada? desde mi punto de vista, ideológicamen–Porque salió Payán. Carmen Lira te es intachable. Pero no puede tolerar a no me garantizaba nada. Es una persona nadie por encima de ella. Cualquier permuy visceral; una cosa es reconocer que sona que no le era útil al periódico pees buena periodista y otra que pudiéra- ro estaba en favor de ella, se quedó y mos tratarnos. Yo sabía que me votaría, ahora hasta tiene acciones. Y los que sí porque no iba a tolerar que me queda- eran muy eficaces, pero estuvieron con se, pues hice la campaña para que Payán Payán, los buscó con lupa y los sacó. permaneciera como director un periodo Al preguntarle si cree que lo antemás. Para ella todo es blanco o negro. rior acabará con La Jornada, sin tituTiene amigos o enemigos. beos dice que sí, y argumenta lanzando –¿Qué pasó con quienes apoyaban una pregunta: “¿quién puede suceder a Payán? a Carmen? Carlos sí hizo escuela, es –Salieron de La Jornada. Quien no se una persona capaz, no es periodista de fue voluntariamente como yo, Carmen profesión pero supo llevar el periódico Lira se encargó de que se retirara. Corrió a buen fin. En cambio, Carmen es pea las personas poco a poco. No todos los riodista desde siempre, pero está conque se fueron eran accionistas, ni todos duciendo el diario a la deriva. ¿A quién los que se quedaron lo está protegiendo para son. Yo salí, pero seguí Becerra Acosta, pese a ser director?” siendo accionista. “No lo sé”, se responque fue un sinvergüen- de, con una mezcla de Dolores se retiró en 1994, dejando atrás za, no se metía en qué indiferencia y enojo, al una estela de trabajo. notas debían aparecer tiempo que confiesa: “ya Además de su labor en en el periódico, eso lo no me acerco a La Jornala mesa de redacción, decidía Carlos Payán. da”. Dice que ya no lee fundó los suplementos Él dirigía el diario y Be- periódicos y que México Perfiles y, con Sara Loestá “para que nos poncerra lo dejaba hacer. vera, Doble Jornada. gamos a llorar”. MienPese a que se fue de Luego nos fuimos a tras se sirve la quinta ese diario conservando fundar La Jornada. taza de café, asegura que sus acciones, en 2002 sí puede vivir lejos de la las vendió. “Lo hice porque me harta- necedad y necesidad de estar informado ron y porque necesitaba dinero. Vi que porque, asegura, “por encima del periolentamente dejaban de trabajar allí per- dismo soy poeta y leo literatura”. sonas que lo fundaron; Carmen los fue elgarcia25@aol.com Comunicación • Política • Sociedad
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